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Simití 

es un municipio de Colombia al sur del departamento de Bolívar; situado a 584


kilómetros de Cartagena. Queda localizado en el Magdalena Medio. Simití o Chimití, que
significa "Mucha tierra", está rodeado por la ciénaga homónima.

Historia[editar]
Simití fue fundado el 1 de abril de 1537.
La región estuvo habitada por los indios tahamies. A mediados del siglo XIX empezó a ser
habitado por colonos en busca de tierras de pastoreo. En 1933 fue considerado municipio de
Bolívar. Simití es uno de los municipios que componían la extinta provincia de Mompós, y se
encuentra en los límites con el departamento de Santander. La cabecera del municipio está
situada tres leguas adentro de la margen izquierda del río Magdalena, a orillas de la ciénaga
de su nombre entre 0° 10’ de longitud oriental y 7° 50’ de latitud norte, del meridiano de
Bogotá.
Hasta el año de 1934 tuvo el municipio los corregimientos de Canaletal, Cantagallo y San
Pablo; pero según acuerdo del segundo concejo municipal de 1935 fueron suprimidos los de
Canaletal y Cantagallo, quedando como agregaciones de San Pablo. El segundo concejo
municipal de 1936 para reorganizar la administración creó nuevamente los corregimientos de
Canaletal y Cantagallo en las riveras del río Magdalena y los de Santa Rosa y Guamocó en el
interior del distrito. Hasta 1984 Santa Rosa del Sur fue parte de Simití, año en que fue
ascendido a Municipio.

Fundación[editar]
En el Boletín de Estadística y Propaganda de Bolívar, publicado en el año de 1928,
encontramos que SIMITÍ fue fundado en 1535 por Antonio Lebrija, descubridor del río Lebrija,
Tesorero del Rey y descendiente del famoso humanista que escribió la primera gramática
castellana, llamado también Antonio de Lebrija, apellido que tomó de la villa de Lebrija,
provincia de Sevilla, donde nació. El historiador M. A. Prados, basándose en historiógrafos
como Acosta, Felipe Pérez, Ernesto Restrepo Tirado y otros, nos asegura que el capitán
Antonio Lebrija y Maldonado figura en dos viajes distintos por la hoya del Magdalena. En el
primero, que fue en 1529, salió de Santa Marta con Pedro de Lerma para el Valledupar,
siguieron por el río Cesar y llegaron a Tamalameque, de donde envió Lerma a Antonio Lebrija
y a Juan Barrio a explorar el sur, estos llegaron hasta Río de Oro, hoy Lebrija, y pasaron a la
Ramada, que ya no existe, donde se hallaron con Cardozo y Muñoz, quienes cobraban el
tributo del canuto de pluma lleno de oro que cada indio debía pagar. En el segundo viaje, que
fue en 1537, remontó más el río Magdalena. En esta segunda expedición, que salió de Santa
Marta el 6 de abril de 1536 a órdenes del general Gonzalo Jiménez de Quesada, venía
acompañado el fundador de SIMITÍ, de Hernán Pérez de Quesada, el alférez Olaya, Domingo
Aguirre y Pedro Velasco Vanegas. En 1537 llegaron estos conquistadores a un pueblo
indígena que estaba apartado de la ribera del río, como a tres leguas de distancia, y al cual
entraron por un caño que era corrientoso, y al amanecer encontraron una canoa con indios
que bajaban en son de espiar el campamento español, los cuales al ser perseguidos
desaparecieron rápidamente.
Estos hechos tuvieron lugar antes de la fundación de Barrancabermeja el 6 de abril de 1537, y
teniendo en cuenta que de Simiti a Barrancabermeja no pudieron emplear los expedicionarios
menos de cinco días, afirma el historiador Prados que la fundación definitiva de Simiti fue el
primero de abril de mil quinientos treinta y siete (1537). Otros historiadores como Eduardo
Posada, Arturo Quijano, Enrique Otero D, Costa y el padre Ma. Revollo, rechazan la
paternidad de Lebrija; pero no dicen quién fue el fundador ni en qué fecha tuvo lugar el asiento
de la población de Simití. Otero D, Costa en una carta a Arturo Quijano, respecto a este tema
dice: «Simiti ya existía como pueblo cuando la conquista…». Era poblado de indios que siguió
como tal durante la colonia y vino, de la república, como otros tantos poblados indígenas, a
ser distrito por virtud de alguna Ordenanza Departamental o Provincial.
La tesis del historiador Otero D, Costa quedará refutada con los datos históricos que vamos a
narrar, y que prueban que ya en los años de 1542 había establecida en Simiti gente civilizada.
En los archivos coloniales e Históricos de la Academia de Historia, existe en el libro de visita
de Bolívar, tomo sexto, página 724, un relato de demanda por linderos de propiedad hecha en
el año 1611, por un cura Romero, el encomendero de Simití señor don Rodrigo Duque de
Montalvo la misma obra registrada a don Pedro Duran de Cogollo, encomendero también,
como descendiente del primer encomendero de este pueblo. Otra obra que existe en la
biblioteca nacional, es la Geografía Colonial de Sergio de Añez, publicada en 1674, que en
una narración histórica dice: “El primer encomendero de Simiti fue don Juan de Sortina y
Vallejo ante quien se presentó una grave apelación (sic) sobre linderos el año de 1542 y de la
cual salieron enjuiciados los hermanos Cogollos.
Para sentar una verdad histórica se necesita tener documentos escritos o monumentos que
confirmen los hechos, y aunque estos documentos confirmativos de la fecha precisa de la
fundación de Simití no existen, porque la mano destructora del tiempo así lo ha querido, sí es
lógico deducir, por las narraciones que hemos hecho, que la fundación de este tuvo lugar en el
año 1537, máximo cuando la historia no hace mención de otra expedición conquistadora por
las riveras del Magdalena, después de la de Gonzalo Jiménez de Quesada, y que ya en 1542
había establecida en Simití gente civilizada.

Geografía[editar]

Panorama de Simití.

La descripción del Esquema de Ordenamiento Territorial, vigente es la siguiente: El municipio


de Simití se localiza a 7°, 57 minutos, 23 segundos latitud norte y a 73°, 56 minutos, 46
segundos latitud oeste; cuenta con una extensión de 1.238 km² y se ubica a una altitud de 45
metros sobre el nivel medio del mar. Limita al norte con el municipio de Morales (Bolívar), al
occidente con Santa Rosa del Sur (Bolívar), al sur con San Pablo (Bolívar) y al oriente con el
departamento de Santander siendo el Río Magdalena en el límite interdepartamental.

Vías de comunicación[editar]
Atardecer Cienagero

Aéreas: El municipio cuenta con una pista de aterrizaje o aeródromo llamado “Millán Vargas”
que no está siendo utilizada por la inexistencia de demanda del servicio a Simití.
Terrestres: Simití se comunica con vías terrestre con el municipio de Santa Rosa del Sur en 15
kilómetros aproximadamente y con San Pablo Bolívar a una distancia aproximada de 40
kilómetros.
Fluviales: La ciénaga de Simití comunica con una vertiente del río Simití a través de un caño.
Al llegar al río Simití río abajo comunica con el municipio de Morales, si continua río arriba
llega al río Magdalena donde puede comunicarse con los municipios de San Pablo río arriba y
con el municipio de Gamarra, Cesar río abajo.

Economía[editar]

Iglesia San Antonio de Padua.

Está basada en agricultura, ganadería y pesca. Hasta 1950, era un importante centro de
minería. Encontramos tierras muy fértiles para todo tipo de cultivos de clima cálido, tierras
aptas para la ganadería, y un gran recurso hidrográfico para la pesca.

Ecología[editar]
Ciénega Simiteña

El componente biótico del Municipio de Simití, se ve altamente reflejado en la notable


intervención antrópica a que han llegado sus recursos naturales, especialmente el recurso
vegetal que en los últimos años ha sido intervenido notablemente por la facilidad económica
del beneficio de sus recursos. Además de lo anterior, las altas tazas de deforestación, y los
cultivos lícitos e ilícitos en zonas de alta pendiente o de suelos pobres han ocasionado un
progresivo deterioro a las condiciones naturales del componente biótico.
A nivel socioeconómico, los habitantes del municipio de Simití tienen su sustento en
la explotación de los recursos naturales de la región, motivo por el cual, el principal sector
productivo de beneficio es el Sector Primario considerado por los cultivos agrícolas de
pancoger, la ganadería extensiva y la pesca artesanal por su gran ciénaga.
Dentro del Diagnóstico biótico se tienen los mayormente impactantes, como son:

 Bosques Naturales y Rastrojos.


 Corredores biológicos en zonas de cauces hídricos y áreas de inundación.
 Zonas Agropecuarias y de Extracción Minera

Cultura[editar]
Simití está ubicado en la Región Caribe, de cultura Caribe, nuestra riqueza natural y cultural
requiere ser reconocida no solo por las personas colombianas, sino por las personas del
exterior que nos visitan, además es una gran oportunidad para que la den a conocer. No solo
conocerán un sitio diferente sino que gozarán del contacto directo con la naturaleza y sus
beneficios, la gente amable, y de brazos abiertos, la cultura, las costumbres, mitos y leyendas
que se lleven lo mejor de nuestro municipio y en general otra imagen del pueblo colombiano.
Turismo[editar]
Existe una gran diversidad de ejemplares en sitios donde se conserva la vegetación arboleda,
arbustica y cuerpos de agua. Entre otras especies exóticas hay guacamayas, ardillas, tigrillos
e iguanas. Se encuentran algunas especies catalogadas por la comunidad internacional como
en vías de extinción tales como manatíes, chigüiro, babillas, etc.
Cuenta Símití con una ciénaga con tres islas centrales que dan una apariencia de herradura.
El turismo en el municipio tiene como propósito brindar al visitante la posibilidad de conocer y
admirar los paisajes, municipios, veredas y ríos.

Ciénaga Simití
 Tipo: lago
 Categoría: cuerpo de agua
 Localización: Colombia, Sudamérica
 Ver en OpenStreetMap

Latitud
7,97914° o 7° 58' 45" norte
Longitud
-73,94245° o 73° 56' 33" oeste
Altitud
40 metros (131 pies)
Open location code
67V8X3H5+M2
GeoNames ID
3668009

Simití, Bolívar, está ubicado en una península de tres


kilómetros de largo, en cuyo vértice este localizada la
antigua ciudad; su pasado estaba edificada de malocas donde
habitada por familias indígenas de la tribu de Los chiwüities;
de ahí se origina su nombre: Chiwüití que significa: “Tierra
de Abundantes Aguas” por poseer el líquido preciado en
abundancia.

En su proceso evolutivo de la palabra, sufre varios cambios


diacrónicos y sincrónicos en el lenguaje de una palabra
compuestas, que significa: Chi, abundante; WÜI, agua; Ta o
ti, Tierra, (abundante agua en la tierra).

El grupo étnico fue exterminado por la invasión española en


1537-1550, a cargo del capitán Antonio de Lebrija, quien
fundo el 1 de abril de 1537, La Ciudad de San Antonio del
Toro de Chiwüiti. Fue la segunda población más importante
de la hoya del Magdalena en la época de la colonia, por ser
epicentro de la explotación aurífera, para la corona española.

Para el siglo XVII, por la evolución lingüística, la palabra


sufre un cambio morfológico, Chimití y ya para el siglo
XVIII la palabra ciudad pasa a otro plano, por la emigración
de extrajeras.

El tres de mayo de mil 511, se proclama la independencia,


por ser un pueblo libertario, seguidor de los principios del
Libertador Simón Bolívar, en este territorio se enfrentan
rebeldes patriotas con los chapetones, españoles y son
derrotados fulminantemente; convirtiéndose la ciénaga en el
epicentro de cuentas batallas.
En el siglo XIX, los plebeyos o el vulgo le llaman, Simití,
convirtiéndose en un pueblo de pescadores, más antiguo del
Magdalena Medio, más viejo que Mompox, que fue fundado
por Alonso de Heredia, el tres de mayo de 1537, un mes,
cuando retroceden los conquistadores, por la remetida de los
indios Yariguies; y un año después, el 6 de agosto de 1538,
el general Gonzalo Jiménez de Quezada, bautiza en territorio
de los Guapota, a la ciudad de Nuestra Señora de la
Esperanza, hoy conocida como Ciudad de Santa fe de
Bogotá, la capital de Colombia.

La ciénaga de Simití, es la más hermosa de Colombia, una


columna de tierra donde está ubicado el poblado, se interna
en las aguas.

Cuenta con un inventario de aves que puede pasar fácilmente


de 500 especies, tanto endémicas como migratorias; además
de árboles nativos, que son único en el ecosistema de la
región.

El municipio no ha conformado un sistema de área


protegida, ni existe una política ambiental clara, tanto por
instancia gubernamental como por la sociedad civil. La
ciénaga recibe diariamente contaminando del municipio de
Santa Rosa del sur, que carece de una PETAR. Las viviendas
han sido construidas de espalda al humedal convirtiéndola en
la caneca de basura; a este problema se suma, la
contaminación de la minería criminal, que arroja mercurio y
cianuro, como los laboratorios de procesamientos de coca,
que arrojan químicos.

Simití, el pueblo más antiguo del Magdalena Medio, cumple


hoy 485 años de historia, fundado por el capitán de los Ríos,
Don Antonio de Lebrija, familiar de su homónimo Antonio
de Lebrija, que introdujo la gramática castellana a América;
su superficie es de 1345 Km². Está ubicado a 70° 50 minutos
de latitud norte y a 73° 57 minutos de longitud oeste del
meridiano de Greenwich.

Su altura en el casco urbano es de 50 metros sobre el nivel


del mar; en las altas montañas alcanza 2350 metros, con
climas templado y frío. De este municipio se originaron los
poblados de la ribera del Magdalena y del sur de Bolívar.

Su clima es relativamente sano; la temperatura varía entre


29,3° y 37,5° centígrados; la población es refrescada
constantemente por la brisa fresca proveniente de la manigua
de la serranía de San Lucas, estribaciones de la cordillera
Central.
En la alta montaña se encuentra una variedad de quebradas y
riachuelos que desembocan en la ciénaga. El poblado se
encuentra a una distancia de 518 kilómetros de la ciudad
capital. La mayor parte de su territorio es montañoso y su
relieve corresponde a las estribaciones de la cordillera
Central de los Andes.

Se considera uno de los territorios ricos en yacimientos


minerales, hallan minas de caolín, cemento, cobre, uranio,
oro, cal, petróleo y brea. Sus habitantes se dedican a la
pesca.

Este municipio, el más antiguo del sur de Bolívar, con una


vasta historia, es circuito judicial y de la fiscalía regional,
cede de La oficina de Instrumento Público del sur de
Bolívar; cuenta con el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar Regional; posee el único hospital de Segundo
Nivel, conocido como El San Antonio de Padua.

Es rico en fauna y flora, tierra del Manatí. Mamífero sirenio


que habita en la ciénaga de Zapata y Simití, especie que está
en peligro de extinción por los pescadores furtivos, que
comercializan su carne.

Ciudad silvestre, este podría ser el santuario de varias


especies en vía en extinción; construir como parque natural
en las serranías que besan la ciénaga; mejoraría el panorama
ecológico. Un bosque de quinientas hectáreas serviría para
preservar el hábitat de la fauna y la flora silvestre.

Por los bienes y servicios ambientales que prestarían a los


humedales, se garantizaría el bienestar social, el equilibrio de
las especies nativas.

Construir el circuito ambiental o malecón, una especie de


ciclo-rutas, adornado de bancas para sentarse debajo de
frondosos árboles, donde podrás pescar, como recuperar los
canales entre la calle real, casa de Domingo Antonio Ortiz
Torres y Aura Mendoza; como en el sector de la calle de las
flores, casa de los Araujo con Fernando López, fortalece los
criterios biológicos para hacer de este lugar, una ciudad de
cultura anfibia, para que propios y visitantes paseen en cayas
o canoas, (remando por toda la península y cruzando por las
calles más tradicionales y antigua de la población, la
convertirían en el foco de ecoturismo), donde se haría
seguimiento de programas en torno de las áreas naturales
protegidas y su zona de influencia, para aumentar las
opciones de conservación de la biodiversidad.
Es el paraíso de las frutas súper exóticas, como la Guayaba
Sabanera o silvestre. Esta fruta crese de forma natural en las
sabanas estériles del Silencio, nace en las zonas boscosas y
estériles y es de la familia de las guayabas, la más deliciosa
de Colombia, además posee el anón rojo, conque se elabora
el jugo más delicioso del mundo.

Simití es mágico, cálido, porque acoge a propios y extraños


en todas las fiestas, como las de carnaval, Semana Santa, Las
fiestas de Toñito, las fiestas de San Simón y las fiestas
patronales, en honor al óleo Original de la Santísima Virgen
María, madre de Dios, que reposa en el santuario de Simití.

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