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Amparo I
Amparo I
Sin embargo, parece que los constituyentes tuvieron una idea vaga de tutela de la
Constitución por órgano político, diciendo que todos los actos que se opusieran a
la Constitución serían declarados nulos por la Suprema Corte de Justicia pero no
estableció ningún procedimiento conforme al cual pudiera declarar de nulidad la
Corte sino que se remitía a la Ley Secundaria que por cierto nunca se llegó a
dictar.
En 1833, la Presidencia recae en Don. Antonio López de Santa Anna quien fue
partidario de Iturbide cuando Pío Marcha, luego le volvió la espalda y apoyó al
Congreso cuando se le juzgo traidor, etc. Pues bien, la Vicepresidencia recayó en
Don Valentín Gómez Farías.
Una vez que la presidencia estuvo en manos de Don Valentín Gómez Farías,
expidió una serie de Decretos; desde luego abolió la Real y Pontificada
Universidad de México, para quitar de manos del clero la enseñanza, suprimió la
coacción civil para el pago de diezmos y primicias a favor del clero, porque antes,
cuando una persona se negaba a pagar los respectivos “impuestos” al clero, este
podía demandarlos en los tribunales. Estos Decretos provocaron claro es un
levantamiento en las clases afectadas, principalmente en el clero y es así como se
levanta el movimiento al grito de “Religión y Fueros”, con lo que el clero hacía
creer que con aquellas medidas se atacaba la religión católica y que los autores
de ellas eran herejes.
Pero lo que es curioso es que se crea un cuarto Poder, “El Supremo Poder
Conservador” integrado por cinco miembros que se cambiaban cada 2 años;
Constituyó este Poder una oligarquía por las facultades omnímodas que tenía:
Podía declarar la nulidad de una ley expedida por la Cámara de Diputados que
fuese contraria a la Constitución; Sometía de esta forma bajo su férula al Poder
Legislativo;; Podía además declarar nulo cualquier acto del Presidente que
estuviera en contra de la Constitución así, también estaba por debajo de él el
Poder Ejecutivo pero también podía declarar nula cualquier resolución de la Corte
cuando considerara que ésta contrariaba a la Constitución. Había más, Podía
declarar cuál era la voluntad del pueblo mexicano para que una persona lo
gobernase.
Este Supremo Poder tenía facultades para declarar nulo cualquier acto o ley de los
otros poderes cuando considerara que se oponían a la Constitución; la petición
para que se declarara inconstitucional el acto de uno de los Poderes, la hacía
cualquiera de ellos; Ejemplo: El Presidente podía pedir al Supremo Poder que
aclara una ley dictada por el Poder Legislativo.
Parece ser que los Constituyentes de 36 se inspiraron para crear éste Supremo
Poder en el Senado Conservador.
Descubrimos los tres principios que caracterizan a la tutela constitucional por vía y
órgano político:
a).- El principio impulsión por la parte agraviada no existe, sino que al pide la
declaración de inconstitucionalidad es un órgano del Estado.
b).- En los sistemas en que se tutela la Constitución por vía y por órgano político,
no existe ninguna controversia. El S. Poder cotejaba el acto o ley con la
Constitución y decidía si era o no constitucional.
c).- La declaraciones de inconstitucionalidad no se contraen al caso concreto en
que se ha planteado el problema sino que esa declaración es erga omnes.
Pero además de estas facultades, el Supremo Poder tenía dotes de virtud de que
la propia Constitución lo facultaba para decidir cuál era la voluntad del pueblo en
cualquier conflicto que se presentara.
A pesar de lo que se diga en contra, podamos decir que el Supremo Poder tuvo un
rasgo de valor civil: El Presidente de la República, expidió un Decreto por medio
del cual ordenaba que los ladrones y asaltantes fueran juzgados por los Tribunales
Militares La Suprema Corte de Justicia excitó al Supremo Poder Conservador para
que declarase inconstitucional éste Derecho; este, así lo declaró y entonces la
Suprema Corte de Justicia giró órdenes a todos los jueces y Juzgados de la
República. Sin embargo, el Presidente se dirigió a la Cámara de Diputados, misma
que lo apoyó en su resolución y entonces, se cumplió el citado Decreto
Presidencial. Naturalmente que el ejército estaba en manos del Presidente y por
esa razón, a regañadientes los jueces tuvieron que aplicar el Decreto.
La Suprema Corte de Justicia, bajo el sistema empleado o implementado en la
Constitución Centralista de 36 era la última instancia, pero además estaba
facultada para conocer de los “reclamos”, que eran recursos que tenían los
particulares contra los decretos expropiatorios cuando estos no estuvieran
fundados en una causa de utilidad pública. Este reclamo, de ninguna forma puede
servir de antecedente de nuestro juicio de amparo. Pero sí, en la Constitución de
36 hay un anhelo de tutelar la Constitución; aunque este sistema no tuvo los
resultados apetecidos.
Yucatán, que había sido celoso reafirmado del Federalismo, proclama también su
independencia porque consideraba un sobajamiento el quedar convertido en
Departamento, después de haber vivido doce años como Estado.
En plena guerra contra los Estados Unidos, Otero introdujo actas de Reformas,
que pone en vigor nuevamente a la Constitución de 1824 (estas actas entran en
vigor en 1847). Se reimplanta el Federalismo y en él, Otero siguió reafirmando los
preceptos del proyecto Minutario de 1842; conforma a esta acta, se implantan los
dos sistemas de Control Constitucionales: Por vías y órganos jurisdiccionales y
políticos. Las autoridades judiciales, deberían de conocer de los Amparos que se
promoviesen por cualquier individuo, contra leyes o actos de las autoridades
federales o locales, que violasen las garantías del gobernado; procedió el amparo
en contra de cualquier ley o acto de las autoridades federales o locales que
violasen las garantías individuales. Pero se establece además el sistema de
protección constitucional por vía y órgano político: competía al Congreso de la
Unión, conocer de cualquier ley local que violara la Constitución, a petición de
cualquier órgano del Estado (El sistema Político) y las legislaturas de los Estados
conocían de violaciones provenientes de leyes federales.
En el Art. 5º se declara que las autoridades de los Estados debes garantizar las
garantías de libertad, igualdad, seguridad jurídica, de propiedad, pero no consagró
esas garantías. Esta acta, era inferior a la Constitución de 1840 (Yucateca) pues
en ésta se consagro un capítulo de garantías individuales; instituyó el sistema de
amparo no solo contra las leyes o actos que violaran las garantías individuales
sino contra leyes o actos que violaran cualquier precepto constitucional. En el Acta
no se consagran las Garantías Individuales; el sistema político únicamente
preservaba el precepto que no se refieran a garantías individuales, los cuales eran
protegidos por el sistema jurisdiccional. Esta Acta, sólo estuvo vigente
teóricamente; pues Santa Anna gobernaba a su voluntad y constituyó una
aristocracia. Abolió el sistema federal y expidió, Decretos anulando leyes de las
legislaturas de los Estados que él llamaba Departamentos. Dicho gobierno era
grotesco y ridículo, suprimió los juzgados del Distrito, estableció inicuos
impuestos; ningún gobernante en ningún país del mundo gozaba un Poder
omnímodo como el de Santa Anna; se formó, además una de Ayutla contra ésta
dictadura, que había conculcado la libertad humana y así, un grupo de patriotas
guerrerenses, proclaman aquel Plan.
El fin del estado Mexicano debería ser el respeto a los derechos del hombre dice
el Proyecto (Iusnaturalismo), las bases de las Instituciones Sociales son los
derechos del Hombre, se asume una actitud liberal y el Estado solo debería
intervenir en las relaciones entre los particulares cuando su desarrollo pudiera
violar la paz o seguridad. Se consagró la igualdad de todos los hombres, y esto
significó el nacimiento de un ambiente Jacobino. Se trató en forma igual a los
desiguales y no igual a los iguales y desigual a los desiguales, sistema de
igualdad Aristotélico.
Los derechos del hombre son anteriores y superiores a toda sociedad; pueden ser
vulnerados, pero para protegerlos, precisamente y para obligar a las autoridades a
respetarlos, se crean las garantías individuales. Estos son los preceptos de
observancia obligatoria para todas las autoridades del país, a fin de preservar las
garantías individuales. Veamos aquí, la influencia de la revolución francesa, de la
declaración de los derechos del hombre. Para asegurar el cumplimiento de los
derechos del hombre por las autoridades, se implantan las garantías individuales
que preservan a aquellos.
En cuanto al primer objetivo del Amparo, es decir, anular actos o leyes que
contravengan a la Constitución, se acogió la idea de Don Mariano Otero, pero para
evitar que las autoridades federales se convirtieran en autoridades centrales, se
dio al Amparo el segundo objetivo, es decir, proteger a la Constitución en lo que
toca a distribución de competencias.
Con esto damos por terminado el aspecto histórico de nuestro curso y la vez
próxima entraremos al estudio del artículo 13 Constitucional. Les advierto que
dada la premura del tiempo sólo veremos el artículo 13, el 14 y la primera parte del
16 y luego entraremos al estudio del Juicio de Amparo.
El concepto central que no sirva para interpretar esta primera parte del artículo 13
constitucional es el de “Ley Privativa”; ¿Qué debemos entender pro ley
privativa?... ¿En qué se distingue de la Ley especial?...
Tanto los actos jurídicos como los actos administrativos y la Ley son actos de
autoridad, Imperativos, unilaterales y coercibles y la esfera jurídica del particular
puede ser susceptible de ser afectada por un acto de autoridad. Debemos
distinguir entonces el concepto Ley como acto jurídico, de la función jurisdiccional
y de la administrativa. La ley es un acto jurídico público, cuyas características son
la GENERALIDAD, la ABSTRACCION y la IMPERSONALIDAD, en cambio, los
actos jurisdiccionales tienen las características contrarias: Concreción,
individualidad y particularidad.
Qué se entiende por abstracción?- La norma jurídica, sólo toma en cuenta un ente
abstracto para establecer, con base en él una regulación, es decir, un ente
abstracto para establecer, con base en él una regulación, es decir, un ente
abstracto, toma la ley siempre un ente abstracto (verbigracia el concepto de
comerciante, de hombre, el concepto de inmueble, etc.) un concepto que no se
agota en los entes individuales, numéricamente contados o limitados, sino que se
da en ellos y en todos los demás.
Pues bien, una ley privativa no es una ley, vamos a dar otras explicaciones antes
de seguir adelante.
Comenzábamos a ver la competencia en materia de amparo. Dijimos que los
Tribunales de la Federación, ejercen dos especies de función judicial: La función
Judicial propiamente, y la función jurídico constitucional. En la primera, los
Tribunales de la Federación no se erigen en órganos tutelares de la Constitución,
la finalidad de esta función es resolver los conflictos jurídicos del orden federal; en
cambio, al ejecutar la función jurídico constitucional, que se ejercita siempre por
medio del amparo, si se está tutelando la constitución. Se le llama jurídica a la
función precisamente porque se está tutelando a la Constitución, y se le llama
política porque se está realizando una relación de poder a poder.
De acuerdo con el Art. 104 Constitucional los Jueces de Distrito son competencias
para conocer en Primera Instancia y en la Segunda Instancia conocerán los
Tribunales Unitarios de Circuito. Aquí termina la tramitación del Juicio Federal. Así,
por ejemplo, se dicta una sentencia por un Juez de Distrito en un juicio Ord. Merc.,
(Primera Instancia), el afectado, puede recurrir esa sentencia en Segunda
Instancia atención del juicio federal. En síntesis, el Tribunal de Segunda Instancia
en los Juicios federales que se tramitan en Primera Instancia ante los Jueces de
Distrito, es el Tribunal Unitario de Circuito.
Pues bien, los Tribunales Unitarios de Circuito No son Tribunales de Amparo. Son
Tribunales de Segunda Instancia para conocer los recursos que se den contra las
resoluciones que dicten los Jueces de Distrito.
Vamos a referirnos al tema que nos intereses, o sea, la competencia para conocer
del juicio de amparo. Desde luego, los órganos competentes para conocer del
amparo son tres: Los jueces de Distrito, los Tribunales Colegiados de Circuito y la
Suprema Corte de J. Los Tribunales Unitarios de Circuito NO ejercitan la función
político constitucional, y en correspondencia, los Tribunales Colegiados de Circuito
NO ejercitan la función judicial propiamente dicha.
PRIMERA HIPÓTESIS.- Competencia para conocer del amparo entre Los jueces
de Distrito por un lado y los Tribunales Colegiados de Circuito y la Suprema Corte
de Justicia por el otro. ¿Cuándo conocen del amparo los Jueces de Distrito y
cuándo los Tribunales Colegiados o la Suprema Corte de Justicia?...
Conocen del amparo los Jueces de Distrito cuando el acto reclamado no sea una
sentencia definitiva civil o penal o un laudo arbitral definitivo.
Este principio delimita la competencia del Juez de Distrito por una parte y la de los
Tribunales Colegiados de Circuito y la S.C.J. por otras.
Pero además, señalan los casos de procedencia del amparo directo o uní
instancial y del amparo indirecto o biinstancial. Veamos el principio anterior a
contrario sensu: cuando se trate de una sentencia definitiva civil o penal, o de un
laudo arbitral definitiva, conocerán del amparo los Tribunales Colegiados de
Circuito o la Suprema Corte de Justicia. El principio expuesto se desarrolla en los
Arts. 107 y 104 constitucional en relación con el 158 y 158 bis de la ley de
Amparo.
Dijimos que el amparo ante Juez de Distrito procede cuando el acto reclamado no
sea una sentencia definitiva civil o penal o un laudo arbitral definitivo. Aquí
procede el amparo indirecto o biinstancial; pues bien, el amparo que dictan los
Jueces de Distrito tiene dos Instancias, por eso se llama biinstancial.
1.- Cuando el juicio en que se dictó la sentencia por el Juez de Distrito, se haya
tratado una cuestión de inconstitucionalidad de una ley.
2.-Cuando en un amparo que verse sobre materia administrativa, la autoridad
responsable sea federal (La Suprema Corte de Justicia considera a las
autoridades del Depto. Del D.F. como Federales).
3.- Cuando en un amparo penal, únicamente se reclaman violaciones al artículo 22
constitucional (es el precepto que prohíbe las penas inusitadas, azoteas, palos,
etc.) si se reclaman además de violaciones al artículo citado, violaciones a otros
artículos constitucionales, del amparo conocerá el Tribunal Colegiado. En realidad
es raro el caso en que se señale el artículo 22 violado, porque casi siempre al
violarse este artículo se violan algunos otros como el 14 o el 16 v.gr.
4.- Cuando el amparo se haya fundado en las fracciones II o III del artículo 103 de
la constitución que establecen la procedencia del amparo por invasión
competencial.
Fuera de estos casos, las sentencias dictadas por los jueces de Distrito son
revísales por el Tribunal Colegiado correspondiente. Estas son las reglas para fijar
la competencia en esta tercera hipótesis entre el Tribunal Colegiado de Circuito y
la Suprema Corte de Justicia en amparo indirecto de segunda instancia.
QUINTA HIPOTESIS.- Competencia para conocer del amparo directo entre los
diferentes Tribunales Colegiados de la República. La regla se basa en el territorio.
Cada Tribunal Colegiado tiene una circunscripción territorial y esta se integra por
la jurisdicción territorial de los diferentes Jueces de Distrito; entonces, es
competente en Tribunal Colegiado para conocer del amparo directo, cuando la
autoridad responsable esté ubicada dentro de la jurisdicción del Tribunal
Colegiado de Circuito. Es la residencia de la autoridad responsable lo que
determina la competencia de los Tribunales Colegiados de Circuito que son 6: 2
en el D.F., uno en Veracruz, uno en Puebla, uno en Monterrey y otro en
Guadalajara.
Cuando un Juez de Distrito sea autoridad responsable, para conocer del Amparo
será competente otro Juez de Distrito de la misma jurisdicción del responsable,
cuando no exista otro Juez de Distrito, con la misma jurisdicción del responsable,
es Juez de Distrito competente el más inmediato al responsable.
Otro caso es el que dice que el amparo es improcedente contra las resoluciones
rotatorias y restitutorias que se establezcan a favor de los pueblos (27
constitucional).
Desde luego no hay que confundir la improcedencia absoluta con la inexistencia
de la acción de amparo que derive de la no colmación de los requisitos de
procedencia del amparo. Al referirnos a la inexistencia aludimos a la falta de
requisitos de procedencia del amparo, a la falta de requisitos que se encuentran
colmados real y objetivamente, no a los requisitos ideales, subjetivos. Al hablar de
inexistencia nos referimos a los requisitos reales, que se prueban efectivamente.
En caso de que no se lleguen a probar, (el acto reclamado v. gr.) el amparo será
inexistente.
Una persona impugna una resolución dentro del término concedido para hacerlo,
pero dicha resolución es de tipo político; el amparo será improcedente, no por la
actitud que el quejoso hay asumido frente al acto reclamado, sino por la misma
índole del acto, por ello será una causa de improcedencia absoluta.
¿Cuándo un segundo acto es repetición del primero, que fue anulado en amparo,
y cuándo es un acto nuevo?... Esto lo veremos la próxima clase.
La H. Suprema Corte de Justicia dice que hay acto nuevo cuando la autoridad
responsable dicta una resolución resolviendo una cuestión que no fue abordada
en la sentencia de amparo o bien cuando realiza actos ejercitando sus funciones
legales, las cuales no tocó la sentencia. Esto acaece cuando se trató de un
procedimiento por que el amparo no es una patente de impunidad o de inmunidad.
En las Fracs. III y IV del mismo Art. 73, la improcedencia del amparo deriva de la,
litispendencia: cuando se entablen dos amparos promovidos por el mismo
quejoso, contra los mismos actos reclamados de las mismas autoridades
responsables, entonces el segundo amparo es improcedente por litispendencia y
debe sobreseerse. Cuando hay diversidad en alguno de los elementos del juicio
(quejoso, autoridad responsable, acto reclamados) no habrá litispendencia y es
obvio que no debe sobreseerse el juicio sino que se debe acumular, lo mismo que
cuando promueve el quejoso dos amparos contra los mismos actos reclamados
pero de diferente autoridad responsable.
Ahora, bien, cuando esa situación que puede provocar un beneficio a una persona
esta tutelada por la ley, esta consignada en la ley, el interés es jurídica, no es
meramente fáctico. El derecho subjetivo es un interés jurídico superior, es una
facultad que a una persona, otorga la norma objetiva: el derecho subjetivo siempre
supone una obligación correlativa de otra persona, la cual está obligada a respetar
aquel derecho subjetivo. No hay que confundir entonces el derecho subjetivo con
el interés jurídico porque un acto de autoridad puede conculcar un interés jurídico
sin lesionar un derecho subjetivo propiamente. Cuando un acto de autoridad
lesiona un interés económico y no jurídico, el amparo será improcedente. La Corte
ha sostenido que lo que tutela el amparo son los intereses jurídicos del quejoso,
no los económicos.
En la Fracc. VI del Art. 73, descubrimos otra causa de improcedencia del amparo
que se refiere a los casos en que se trata de leyes heteroaplicativas. El quejoso se
ha adelantado a impugnar una ley que aún no le causa agravios, no le causa
perjuicios. Falta entonces el elemento agravio y el amparo que se promueva será
improcedente. Habrá que esperar a que las leyes heteroaplicativas se apliquen en
un caso concreto. Esta causa de improcedencia al igual que la anterior es relativa.
Para la próxima clase vamos a terminar el estudio del Art. 73 y a iniciar el estudio
del sobreseimiento.
En los juicios de orden penal no hay término para interponer el amparo y éste
procede en cualquier tiempo.
Esta Fr. Señala otra excepción: cuando se trata de una ley auto aplicativa el
tiempo para impugnarla es de 30 días después de que ésta entra en vigor; pues
bien, antes de la reforma de 1950, cuando una persona promovía el amparo
después de los 30 días, se consideraba extemporánea la demanda. Pero como
una ley inconstitucional significa una situación muy importante se adicionó la fr. II
que implica la excepción; una ley auto aplicativa puede ser atacada en el término
usual de 30 días o 15 días después del acto de aplicación. Así no se considera
extemporáneo el amparo si no se presenta en el término original.
GARANTÍAS Y AMPARO
Una ley auto aplicativa se debe reclamar en el término de 30 días después de que
la ley entra en vigor; si se deja pasar ese término no se considera como
consentido; sólo si se deja pasar el término de 15 días después del 1er acto de
aplicación de esa ley (73-II). Así tienen dos oportunidades temporales.
LAS FRS. XIII, XIV Y XV, consignan como causas de improcedencia la violación
por parte del quejoso del PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD; si el quejoso no
impugna un acto agotando todos los recursos de defensa legal antes de ir al
amparo, éste es improcedente (XIII). Esta causa de improcedencia tienen todas
las salvedades del principio de definitivita que ya vimos anteriormente.
La Fr. XVIII, señala una causa de improcedencia genérica, no específica como las
señaladas por las demás fracc.: “…cuando la improcedencia resulta de alguna
disposición de la ley..” Pero ¿de qué ley? De la ley de Amparo o de la constitución.
Si esta fracción se referirá a cualquier ley secundaria, el amparo quedaría a
capricho del legislador ordinario y aquella ley secundaria sería inconstitucional.
Es una figura procesal que data del viejo derecho español; es la castellanización
de la expresión latina “supersedere” (sentarse sobre). Simbólicamente el tribunal
se sienta sobre los expedientes (aunque materialmente muchos jueces se sienten
sobre los expedientes). (sic). No se decide sobre los derechos controvertidos de
las partes y se pone fin al juicio con vista a una circunstancia legalmente prevista.
En derecho español cunado el reo o procesado fallecía durante el juicio ya el
Derecho Procesal Penal, cuando el M.P. formula conclusiones no acusatorias, el
juicio de sobreseer. El juez no puede ir más allá de las resoluciones del M.P. y no
puede condenar o absolver, solo debe sobreseer al juicio con vista a una
circunstancia ajena, distinta de la cuestión fundamental (en caso las conclusiones
no acusatorias).
En Derecho Procesal Civil también resulta una causa de improcedencia (3008 del
C.C.) cuando se embarguen bienes distintos de los bienes del embargado y
pertenezcan éstos a otras personas, en cuanto sí lo diga el Registro Público de la
Propiedad, se sobresee el asunto.
Ahora bien, uno de los juicios sobre los cuales exista litispendencia, puede estarse
tramitando en primera o segunda instancia; de todas maneras es improcedente.
El concepto de interés se integra por dos elementos: uno objetivo, (un hecho
exterior) y uno subjetivo (la percepción de que ese hecho puede proporcionar a un
sujeto un provecho). El interés se define: EL INTERES ES EL PROVECHO O EL
BENEFICIO QUE UNA PERSONA PUEDE OBTENER DE UNA SITUACIÓN, DE
UN HECHO, DE UN ACTO OBJETIVO.
Ahora bien, cuando esa situación que pueda provocar un provecho o un beneficio
a una persona está prevista por la ley, está consignada en la ley, el interés es
jurídico, no es meramente fáctico, es jurídico. Hay una situación objetiva que prevé
la ley y de esa situación yo puedo extraer un beneficio; entonces la tutela que la
ley importe a esa situación, provoca mi interés jurídico. Entonces tengo interés
jurídico aunque no tenga derecho subjetivo; este es un derecho superior y es una
facultad que a una persona otorga la norma para imponer mis prestaciones a un
sujeto obligado; siempre un derecho subjetivo reconoce una obligación correlativa.
No hay que confundir pues, un interés jurídico con un derecho subjetivo. Cuando,
un acto de autoridad lesiona los meros intereses fácticos, los meros intereses
económicos y el quejoso interpone amparo, éste no es procedente. La S.C.J., ha
sustentado que no son los intereses económicos sino los intereses jurídicos, los
que hacen procedentes al amparo.
En las dos fracc. Subsiguientes, XVII y VIII, las causas de improcedencia son
absolutas o necesarias: se funden en la índole de las autoridades que intervienen
y por la naturaleza de los actos: el amparo es improcedente contra cualquier
resolución dictada en materia política-electoral. El amparo es improcedente contra
las resoluciones dictada por el PTE. De Consejo Electoral, contra cualquier
resolución del Congreso de la Unión es materia electoral, en fin contra cualquiera
resolución de índole político-electoral.
GARANTÍAS Y AMPARO
En ambos casos hay cuestión contenciosa, pues la segunda debe resolverse por
el Juez de Distrito tratándose del amparo indirecto en la audiencia constitucional.
Esta cuestión es de previo y especial pronunciamiento en la audiencia
constitucional. Esta cuestión es de previo y especial pronunciamiento en la
audiencia constitucional. Si considera que el amparo es improcedente, dicta una
sentencia de sobreseimiento sin que se analicen los conceptos de violación. Pero
el juez de distrito puede decir: No es de sobreseerse este juicio, el amparo no es
improcedente y entraré al estudio de la cuestión fundamental planteada.
Este sobreseimiento solo versa por modo absoluto en amparos de materia civil y
por modo restrictivo en materia administrativa. Aquí existe esta cuestión: siempre y
cuando no se haya reclamado una ley federal o local, auto aplicativa o
heteroaplicativa por su inconstitucionalidad. En consecuencia, esta causa de
sobreseimiento de la frac. V no opera nunca en amparos de la materia laboral y
penal.
No debe dejarse de promover en un amparo en el término de 180 días
consecutivamente como pude lo contrario el órgano de control sobresee el juicio.
A partir de la reforma de Dic. De 1950 a la Ley de Amparo, hubo una discrepancia
en la Corte respecto a que debería entenderse el término de 180 días
consecutivos y se planteó así: debe integrarse por los días hábiles e inhábiles o
sólo por los hábiles: la Sala administrativa y la Auxiliar consideraron que lo
consecutivo es lo que sigue a otro y por lo tanto se refería a los 180 días naturales
(hábiles e inhábiles). La Sala civil sustentó la opinión contraria: dentro de los 180
días consecutivos sólo deben contarse los días hábiles, pues aunque la ley se
refiere a días consecutivos esta consecutividad es legal. Frente a esta
discrepancia de criterios el problema se planteó el Pleno y ganó la tesis de la
tercera Sala Civil; sólo deben considerarse los días hábiles con exclusión de los
días inhábiles. Esta es la tesis que ha prevalecido y que es jurisprudencial.
En la fr. IV del Art. 74, el sobreseimiento se decreta por la inexistencia de los actos
reclamados que equivale a la inexistencia real de la acción de amparo. Siempre el
quejoso reclama actos de autoridad, y no existiendo esos actos en la realidad, el
juicio se sobreseerá. En este caso también el sobreseimiento adopta la forma de
sentencia que se dicta en La Audiencia Constitucional.
Existen diferentes reglas que rigen a las sentencias que se pronuncian en el juicio
de amparo. Ya hemos estudiado uno de estos principios el de Estricto Derecho
que consiste como recordaremos en que el órgano de control solo debe analizar
los conceptos de violación expuestos en la demanda. Ya conocemos las
salvedades a este principio (materia penal, laboral cuando el quejoso es el
trabajador y en materia administrativa cuando se base la demanda en leyes
declaradas inconstitucionales por la Corte).
La Fr. I señala el 1er. CASO: Desde luego cuando el acto reclamado consiste en
una ley auto aplicativa, en una ley que por su sola expedición afecta a los
particulares: el amparo contra esta ley es el indirecto.
2° CASO: La Fr. II establece la procedencia del amparo indirecto para atacar actos
estricto sensu de las autoridades distintas de las judiciales, de las juntas de
conciliación o sea de autoridades administrativas.
Ahora bien, hay una regla contenida en esta Fr. II que se refiere a la procedencia
del amparo indirecto: un acto de una autoridad administrativa puede ser un acto
que se realiza fuera de una escuela procesa. El amparo indirecto ataca ese acto
en sí mismo, pero bien puede suceder que el acto de una autoridad administrativa
consista en una resolución que recaiga en un procedimiento seguido ante la propia
autoridad. Entonces opera esta regla: cuando se trata de actos que forman parte
de un procedimiento judicial o administrativo esos actos en sí mismos no son
impugnables en empero.
Cuando produzcan agravios en perjuicio de algunas de las partes ésta tiene que
esperar a que llegue a su fin el procedimiento y entonces el impugnar la resolución
definitiva puede hacer valer las violaciones cometidas en ese propio
procedimiento. Los agraviados tienen que esperarse a que se dicte la resolución
definitiva y hace valer las violaciones cometidas por la resolución misma y por las
cometidas durante el procedimiento.
Sin embargo podríamos suponer que confiamos a la fracción II del Art. 114, se
establece la procedencia del amparo indirecto para atacar actos estricto sensu de
autoridades diferentes a las judiciales y a las de Conciliación y Arbitraje; se trata
de actos de autoridades administrativas.
Un acto de una autoridad administrativa puede ser un acto aislado, sin formar
parte de ningún procedimiento previo, entonces el amparo indirecto ataca ese acto
en sí mismo, pero puede suceder que el acto de una autoridad administrativa
consiste en una resolución dictada en una asunto llevado en forma de juicio ante
la propia autoridad; entonces, opera este principio: cuando se trata de actos que
forman parte de un procedimiento, de actos aislados, no procede el amparo, el
agraviado tendrá que esperar a que se dicta la resolución definitiva para atacarla
en amparo, y al impugnar en amparo la resolución definitiva puede impugnar los
actos realizados en la secuela del procedimiento.
Otro caso en que procede el amparo indirecto contra actos de autoridad judicial es
el siguiente: contra actos de autoridad judicial que violan garantías de un tercero
extraño; contra cualquier acto realizado dentro o fuera del juicio, que importe
violación a los derechos de un tercero extraño, el cual puede impugnar en amparo
dicho acto sin necesidad de esperar a que se dicte la resolución definitiva.
El tercer caso de excepción a la regla que dice que los actos aislados de un juicio
no son impugnables en amparo es el siguiente; cuando afecte el acto a una de las
partes del juicio y que ese acto sea de imposible reparación.
¿Qué es acto de imposible reparación?...Este tema lo tratáremos la próxima clase.
Hay actos dentro de un juicio que por ser actos de imposible reparación hacen
procedente el juicio de amparo indirecto sin que el agraviado tenga que esperar la
resolución definitiva.
Este concepto de acto de imposible reparación no ha sido definido por la S.C.J.:
se han señalado algunos criterios, algunos discrepantes y contradictorios. Vamos
a exponer el CRITERIO TEORICO para determinar la naturaleza de dichos actos y
luego nos referiremos al criterio variable de la jurisprudencia de la S.C.J.
Por eje: al acto que declara rebelde al demandado. Este teóricamente es un acto
dentro de un juicio de imposible reparación, ya que la sentencia debe tomar en
cuenta el contenido del auto que declara rebelde al demandado. La sentencia
definitiva llevará como base el que el demandado no opuso excepciones, pues
había solo declarado rebelde. Contra el acto de rebeldía procede la apelación y
contra su resolución, el amparo indirecto.
Otro Eje: el auto que desecha una prueba. Teóricamente es un auto de imposible
reparación pues la prueba desechada ya no será tomada en cuenta por la
sentencia definitiva y contra el auto que desecha una prueba procede el recurso
de apelación y contra su resolución, el amparo indirecto.
Participa el criterio de la S.C.J. del criterio teórico que ya vimos. Pero si este es el
criterio más o menos general que ha acogido la jurisprudencia de la S.C.J. en
diferentes casos jurisprudenciales ha contraído este criterio, porque a pesar de
que esos actos son teóricamente de imposible reparación, dice la corte que no lo
son: por eje: un auto que desecha una prueba. Claro que dentro de este criterio, el
que exista la posibilidad de que se dicte una sentencia a favor de la parte
afectada, ningún acto será teóricamente de imposible reparación.
CRITERIO LEGALISTA
Ver arts. 159 y 160 de la Ley de Amparo.- El art. 159 contempla diferentes
hipótesis de violaciones a la Ley al procedimiento cuando ocurre algún fenómeno
violatorio contemplado por ese Art. El auto que se ha dictado no es de imposible
reparación y por lo tanto no procede el amparo directo; este procede una vez que
se ha dictado la sentencia definitiva. Procede el amparo indirecto siempre que se
trate de una resolución que no produzca ninguna de las violaciones comprendidas
en el Art. 159. Si está comprendida, procede el amparo directo. Si se dicta una
resolución dentro de un juicio civil o laboral, si esa resolución se encuentra
comprendida dentro de una de las violaciones el Art. 159, aquí no procede el
amparo indirecto sino el directo y se debe esperar la resolución definitiva.
Sabemos que el Art. 479 de la Ley Federal del Trabajo dispone que se tenga por
desistida la demanda por la parte actora cuando deje de promover por tres meses.
El actor dejó de promover ese término o más. El patrón, que es el demandado,
pide a la Junta la aplicación del 479. Pero supongamos que ésta rechace la
petición del patrón demandado y dice que no es de aplicar el 479. Este es un acto
de imposible reparación, pues produce en primer lugar una violación que no está
comprendida en abordar si es aplicable o no el 479. Entonces el acto que niega a
aplicar el 479 es un acto de imposible reparación y entonces el amparo es
procedente ante el juez de distrito. Lo mismo cuando se aplica el 479.
En los demás casos hay que aplicar el criterio jurisprudencial o el criterio teórico,
según convenga más al caso concreto. Ante la duda debemos presentar el
amparo ante un juez de distrito. Si éste es sobreseído los actos violatorios pueden
ser impugnados en amparo directo ante el T.C.C.
Pero el problema se complica porque los arts. 159 y 160 señalan que los T.C.C.,
pueden indicar que actos fueran comprendidos por analogía en aquellos casos, es
decir, por los señalados en dichos artículos.
Ahora bien, cuando un acto dentro o fuera del juicio afecte a una persona ajena al
juicio, éste debe agotar el recurso que se señale antes de ir al amparo indirecto
(siempre que no se trate de un juicio de tercería). El tercero que se vea afectado
en sus bienes por una resolución judicial no está obligado antes de ir al amparo de
ir a la tercería. Si interpone la tercería ya no puede presentar el amparo (XIX del
art. 73).
Este auto se notifica por oficio a la autoridad responsable. Las autoridades deben
rendir su informe justificado en el término de 5 días, lo que no sucede en la
realidad; la Corte ha señalado en su jurisprudencia que las autoridades
responsables deben rendir su informe antes de la audiencia constitucional. El
informe justificado es la primera actuación de la autoridad responsable y es la
contestación a la demanda de amparo. Pueden rendir su informe justificativo
negando los actos reclamados; frente a este informe negativo el quejoso tiene la
obligación de demostrar que se realizaron los actos reclamados, pero tiene
además la obligación de demostrar la inconstitucionalidad de esos actos.
Las autoridades responsables pueden aceptar los actos pero sostener que no son
violatorios de las garantías individuales. Allí la autoridad pide que se niegue el
amparo al quejoso. Pueden hacer valer también causas de improcedencia del
juicio y pueden pedir que se sobresea. Así surge una segunda controversia:
¿Existen o no las causas de improcedencia?
Pero la autoridad responsable puede omitir también el informe justificativo.
Entonces respecto de la autoridad omisa se presumen ciertos los actos
reclamados según el Art. 149. Aquí hay la presunción de certeza de los actos
reclamados. Aquí el quejoso sólo debe demostrar la inconstitucionalidad de los
actos, siempre que ésta no sea inconstitucional por sí mismo.
1.- Cuando en el juicio de amparo se haya planteado por el quejoso una cuestión
de inconstitucionalidad de una ley (no de un reglamento).
4.- Cuando el amparo se haya interpuesto con fundamento en las fracc. II y III del
artículo 103 Constitucional (art. 84 de la Ley de Amparo)
En las clases pasadas vimos la corte de revisión que queja contra resoluciones
dictadas por los jueces de distrito en el juicio de amparo. Ahora veremos los casos
en que procede la queja contra las autoridades responsables. En estos casos la
queja debiera llamarse incidente de queja y no recurso (que se da siempre contra
una resolución judicial, nunca contra actos de las partes).
Pero también procede el recurso de queja por exceso de ejecución, exceso que es
un detrimento generalmente del tercero perjudicado si es que existe, y este es
quien interpone la queja. Si el defecto consiste en que la autoridad responsable no
restablece las cosas al estado en que se encontraban antes del acto reclamado, el
exceso consiste en que la autoridad responsable, al dar cumplimiento a una
sentencia de amparo, se extralimita en este restablecimiento, le dan más al
quejoso de lo que éste tenía derecho, hasta antes del acto reclamado, es decir,
prolongan la situación en que las cosas se encontraban antes del acto reclamado.
Este exceso del recurso de queja que es interpuesto por el 3º perjudicado.
La interlocutoria que concede la suspensión definitiva al quejoso, impone a las
autoridades responsables obligaciones negativas, de no hacer; la abstención que
la suspensión definitiva impone a las responsables, frente al quejoso, no puede
cumplimentarse ni excesiva ni defectuosamente, porque solo son susceptibles de
violarse totalmente, nunca parcialmente por eso las autoridades responsables no
pueden incurrir en exceso, siempre en desacato, en incumplimiento total. Cuando
esto ocurre, procede el incidente de incumplimiento de sentencia, contra los actos
que han violado la sentencia, incidente que se tramitará en los términos del
artículo 103, 113 de la ley, en relación con el 143.
La suspensión dentro del amparo es una institución que siempre ha sido anexa al
juicio de garantías, desde la ley de 1869, en que se dejaba en libertad al juez de
Distrito para que concediera o no la suspensión, en forma discrecional. La
suspensión en cuanto a su reglamentación se ha ido perfeccionando; en la ley
reglamentaria de 1869 se concede facultad al juez de distrito para otorgar la
suspensión, y así sucesivamente se ha ido reglamentando hasta llegar a nuestra
ley actual.
LA INTERLOCUTORIA SUSPENSIONAL
1.- Consiste en que los actos reclamados sean ciertos; si no existen se negará la
suspensión definitiva, ésta es la primera condición.
2.- Que siendo ciertos los actos reclamados, su naturaleza permita su
paralización, su suspensión, es decir, que siendo ciertos los actos reclamados, no
sean negativos ni consumados.
3.- Que siendo ciertos los actos reclamados y permitiendo su naturaleza su
paralización, se satisfagan los requisitos del art. 124 de la ley de amparo; estos
requisitos son:
a) Que la suspensión definitiva la solicite el agraviado.
b) Que con el otorgamiento de la suspensión definitiva no se contravengan
disposiciones de orden público ni se afecte el orden social.
c) Que con la ejecución de los actos reclamados se causen a los agraviados
perjuicios de difícil reparación.
Ahora bien, las garantías o contra garantías se hacen exigibles de la misma forma
en que se hacen efectivas en tratándose del amparo indirecto, solo que en el caso
que estamos tratando (amparo directo). EL INCIDENTE DE DAÑOS Y
PERJUICIOS SE SUSTANCIARA ANTE LA AUTORIDAD RESPONSABLE.
PRINCIPIOS DE JUICIO DE AMPARO.
EL AMPARO DIRECTO.
REQUISITOS DE LA DEMANDA.
De acuerdo al artículo 166 de la Ley de Amparo, la demanda debe formularse por
escrito, en la que se expresarán:
I El nombre y domicilio del quejoso y de quien promueva en su nombre;
II El nombre y domicilio del tercero perjudicado;
III La autoridad o autoridades responsables;
IV La sentencia definitiva, laudo o resolución que hubiere puesto fin al juicio,
constitutivo del acto o de los actos reclamados; y si se reclamaren violaciones a
las leyes del procedimiento, se precisará cuál es la parte de éste en la que se
cometió la violación y el motivo por el cual se dejó sin defensa al agraviado…
V La fecha en que se haya notificado la sentencia definitiva, laudo o resolución
que hubiere puesto fin al juicio, o la fecha en que haya tenido conocimiento el
quejoso de la resolución recurrida.
VI Los preceptos constitucionales cuya violación se reclame y el concepto o
conceptos de la misma violación.
VII La ley que en concepto del quejoso se haya aplicado inexactamente o la que
dejó de aplicarse, cuando las violaciones reclamadas se hagan consistir en
inexacta aplicación de las leyes de fondo. Lo mismo se observará cuando la
sentencia se funde en los principios generales del Derecho.
Cuando se trate de inexacta aplicación de varias leyes de fondo, deberá cumplirse
con esta prescripción en párrafos separados y numerados.
CASOS PRACTICOS
ACCIÓN REIVINDICATORIA
Ahora bien, la acción reivindicatoria intentada por la actora se encuentra regulada
en los artículos 5.28 y 5.30 del Código Civil y 2.2 del Código de Procedimientos
Civiles, vigentes en el Estado de México. La reivindicación compete a quien no
está en posesión del bien, del cual tiene la propiedad, y su efecto es declarar que
el actor tiene dominio sobre él y se lo entregue el demandado con sus frutos y
accesiones en los términos del Código Civil.
Los artículos 4.127, 4.128, 4.130, 4.135 y 4.138 del Código Civil del Estado de
México, establecen:
ARTICULO 4.127.- La obligación de dar alimentos es recíproca. El que los da,
tiene a su vez el derecho de pedirlos.
Artículo 4.128.- Los cónyuges deben darse alimentos
ARTICULO 4.130.- Los padres están obligados a dar alimentos a sus hijos. A falta
o por imposibilidad de ellos, la obligación recae en los ascendientes más
próximos.
ARTÍCULO 4.135.- Los alimentos comprenden todo lo que sea necesario para el
sustento, habitación, vestido y atención médica y hospitalaria. Tratándose de
menores y tutelados comprenden, además, los gastos necesarios para la
educación primaria y secundaria del alimentista. Respecto de los descendientes
los alimentos incluyen también proporcionarle algún oficio, arte o profesión
adecuados a sus circunstancias personales.