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MEDIO AMBIENTE

Artículo 41

Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente

sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y

para que las actividades productivas satisfagan las

necesidades presentes sin comprometer las de las

generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo.

El daño ambiental generará prioritariamente la

obligación de recomponer, según lo establezca la ley.

Las autoridades proveerán a la protección de este

derecho, a la utilización racional de los recursos

naturales, a la preservación del patrimonio natural y

cultural y de la diversidad biológica, y a la información

y educación ambientales. Corresponde a la Nación

dictar las normas que contengan los presupuestos

mínimos de protección, y a las provincias, las

necesarias para complementarlas, sin que aquéllas

alteren las jurisdicciones locales. Se prohíbe el ingreso


al territorio nacional de residuos actual o

potencialmente peligrosos, y de los radiactivos.

El Art. 41 fue incorporado a la Constitución Nacional con la

reforma del año 1994, y el programa de la materia,

propone reflexionar sobre la vigencia, de esta reforma en,

de modo que el articulo que subimos a la plataforma

publicado en Pagina 12 por Darío Aranda el día 20/4/2020,

se vincula con ello.

En razón de que el acceso de los derechos ambientales al

texto constitucional ha sido una decisión excelente, pero

debemos preguntarnos si esa protección instrumentada por

la reforma en verdad se cumple, y analizar si los intereses

económicos sobre todos el de las corporaciones

economicas, en el afán de obtener ganancias de cualquier

forma, ponen cada vez mas en crisis la protección de la

tierra, y consecuentemente el hábitat y equilibrio del

desarrollo en la misma.
Es por ello que el desarrollo sustentable implica un eje de

lógica entre la producción y su impacto ambiental.

Sobre el particular, les propongo como complemento del

estudio del tema la búsqueda de distintos fallos judiciales,

últimamente uno de ellos en la ciudad de Rafaela,

Departamento Castellanos Pcia de Santa Fe, sobre las

fumigaciones prohibidas en dicha, provincia que revelan la

complejidad para la salud y la vida , que implica este

método de aprovechamiento de la actividad agraria.

Deberan recoger esos fallos analizarlos y estudiarlos para

futuras evaluaciones que realicemos en la materia, como

así también estudio realizados por profesores de la

Universidad Nacional de Cordoba en la localidad de Monte

Maiz.
SOCIEDAD

 AGROTÓXICOS

20 de abril de 2020

Más de cien ongs denuncian fumigaciones prohibidas

La pandemia de los agrotóxicos

Más de cien organizaciones campesinas y

socioambientales apoyan los cuidados de cuarentena,

coinciden en la importancia de la salud por sobre los

negocios --como sucede con el coronavirus--, pero

reclaman que se actúe de forma similar ante los

agrotóxicos.

Por Darío Aranda
“¿De la pandemia del agronegocio quién nos cuida?”, es el

título del comunicado de más de cien organizaciones

sociales, ambientales y rurales que denuncian las

fumigaciones con agrotóxicos. Santiago del Estero, Santa

Fe, Entre Ríos y Buenos Aires son algunas de las


provincias donde el agronegocio arrojó venenos sobre la

población durante la cuarentena. Por contrapartida,

organizaciones de la agricultura familiar-campesina se

comprometieron a mantener la producción y los precios

durante la pandemia. En Misiones, la organización

Productores Independiente de Piray (PIP-UTT) donó 5000

kilos de alimentos en barrios populares.

LEER MÁSEl año del león | Página12

LEER MÁSCoronavirus en Argentina: suman 161 las

muertes en el país | Dos nuevos fallecimientos

“Mientras millones de argentinos y argentinas nos

quedamos en nuestras casas para preservar nuestra salud

ante la pandemia global, el agronegocio continúa regando

nuestros territorios con agrotóxicos que comprometen la

capacidad de nuestro organismo para hacer frente al virus”,

comienza el texto firmado por la Coordinadora Basta es

Basta (Entre Ríos), la Red Federal de Docentes por la Vida,

las ONG Naturaleza de Derechos y Acción por la


Biodiversidad, el colectivo de comunicación Huerquen, la

Asamblea Río Cuarto Sin Agrotóxicos y la Campaña Paren

de Fumigar las Escuelas, entre otras.

Entre las actividades “esenciales” y exceptuadas durante la

cuarentena figura “la producción agropecuaria”, donde no

se diferenció entre quiénes producen alimentos sanos, sin

venenos, de los que producen transgénicos para

exportación.

Desde el agronegocio, donde sobresale la Mesa de Enlace

y Aapresid (Asociación de Productores de Siembra Directa)

comenzaron una campaña publicitaria donde se muestran

“preocupadas por la salud”: ofrecen máquinas fumigadoras

para combatir el dengue, regalan silos-bolsa (plásticos

gigantes donde acopian los granos) para fabricar ropa de

protección de hospitales y clínicas, productores de Villa

María (Córdoba) publicitaron la donación de maíz

transgénico en comedores comunitarios. La empresa

cordobesa Porta Hermanos, en juicio por contaminar y


enfermar al barrio San Antonio, publicita una campaña de

donación de “alcohol en gel solidario”. La Cámara de

Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), donde

participan todas las grandes empresas de agrotóxicos y

transgénicos, envió una gacetilla el 7 de abril, Día Mundial

de la Salud, con un llamado a lavarse las manos y cuidarse

del coronavirus.

“Si realmente queremos privilegiar la salud de la población,

hay que prohibir que nos sigan contaminando y

enfermando con venenos, es urgente cambiar el modelo

agropecuario”, afirmó Eugenia Boccio, una de las

impulsoras del escrito. Forma parte del Colectivo Cultura

Orgánica de San Jorge (Santa Fe), ciudad que acumula

denuncias y luchas contras las fumigaciones. Llamó a tener

una mirada amplía frente a la pandemia: “Está muy bien

aplaudir a los médicos, pero sin los campesinos que

producen alimentos no podemos vivir”.


La Mesa Provincial de Agrotóxicos y Salud de Santiago del

Estero denunció en lo que va de la cuarentena

fumigaciones en los departamentos de Jiménez, Rivadavia,

Ibarra, Belgrano, Río Hondo y Pellegrini. Se repitieron

casos en Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Chaco. “Es

la trágica cotidianidad de los pueblos fumigados, donde se

liberan cada año alrededor de 500 millones de litros de

agrotóxicos”, denunciaron las organizaciones y exigieron la

aplicación de la Ley 25.675, que establece el “principio

precautorio”: cuando hay riesgo de afectar la salud y el

ambiente, se deben tomar medidas de protección.

En Argentina existes numerosas pruebas de los efectos de

los agrotóxicos. Desde las denuncias de los pueblos

afectados (Madres de Ituzaingó de Córdoba, vecinos de

Avia Terai en Chaco y de San Salvador en Entre Ríos,

entre otros) hasta las pruebas científicas. En la “Antología

toxicológica del glifosato”, Eduardo Rossi recopiló más de

830 trabajos científicos que confirman los efectos en la

salud y el ambiente del herbicida más famoso.


LEER MÁSUna hora de intimidad entre dos extrañas

distantes | Una performance para contrarrestar el

miedo al otro

El escrito de las organizaciones cita el libro

“Transformaciones en los modos de enfermar y morir en la

región agroindustrial de Argentina”, del Instituto de Salud

Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la

Universidad de Rosario. Sistematizaron información de más

de treinta relevamientos sanitarios en pueblos y ciudades

(en el marco de la materia Práctica Final), y dan cuenta de

las enfermedades que se repiten en los pueblos fumigados:

abortos espontáneos, malformaciones congénitas,

enfermedades oncológicas, problemas respiratorios y

pulmonares.

 “Sabemos que toda crisis es una oportunidad. Mientras las

organizaciones del agronegocio la usan para lavarse la

cara frente a la sociedad a la que envenenan

cotidianamente; quienes firmamos esta carta les pedimos a


nuestros gobernantes, una vez más, que defiendan nuestra

salud”, resalta el final del escrito. Afirman que es tiempo de

impulsar la agroecología, con alimentos sanos y a precios

justos.

Como muestra de ese otro modelo, Productores

Independientes de Piray (organización de El Dorado,

Misiones, parte de la UTT) donó 5000 kilos de mandioca,

poroto, maíz y frutas a familias humildes. En la misma

sintonía, cuatro organizaciones de la agricultura familiar

lanzaron la campaña “compromiso social de

abastecimiento”, para que no falten alimentos durante la

pandemia. Consiste en mantener el nivel de producción y a

los mismos precios que estaban antes de la cuarentena. Se

trata de la UTT, el Movimiento Nacional Campesino

Indígena (MNCI-Somos Tierra), la Federación de

Cooperativas Federadas (Fecofe) y el Frente Nacional

Campesino (FNC).

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