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DEFINICIÓN DE LIDERAZGO
El tema del liderazgo ha generado emoción e interés desde la antigüedad. Cuando las personas
piensan respecto al liderazgo, vienen a la mente imágenes de individuos dinámicos y poderosos
quienes dirigen ejércitos victoriosos, moldean los sucesos de las naciones, crean religiones o
dirigen imperios corporativos. ¿Cómo es que ciertos líderes construyen tales ejércitos, países,
religiones y empresas grandiosos? ¿Por qué ciertos líderes tienen seguidores dedicados y otros
no? ¿Por qué Gandhi, la Madre Teresa, Martin Luther King y Nelson Mandela fueron líderes tan
influyentes? ¿Cómo Adolfo Hitler ascendió a una posición de gran poder? Aprenderá las
principales teorías de liderazgo y los resultados de las investigaciones en relación con la
efectividad del liderazgo. No existe una definición universal de liderazgo porque este es
complejo y se analiza en distintas formas, las cuales requieren de diversas definiciones. Al igual
que en los estudios de investigación del liderazgo, utilizaremos una sola definición que satisfaga
nuestro propósito.
El liderazgo es el proceso de influencia entre líderes y seguidores para lograr los objetivos
organizacionales por medio del cambio. Analicemos los cinco elementos clave de nuestra
definición.
LÍDERES Y SEGUIDORES
Si no está interesado o dispuesto a estar a cargo, lo más conveniente para usted es ser seguidor.
Sin embargo, los buenos seguidores también desempeñan roles de liderazgo cuando es
necesario. Además, los seguidores influyen en los líderes. Así, en nuestra definición de
liderazgo, el proceso de influencia es entre líderes y seguidores, no solo un líder influye en sus
seguidores: es un camino de dos sentidos. Saber cómo liderar y desarrollar las habilidades de
liderazgo harán de usted un mejor líder y seguidor.
Nos referimos al liderazgo en el contexto de entornos organizacionales formales en
corporaciones de negocios (GE, IBM), dependencias gubernamentales (Departamento de
Tránsito, Departamento de Policía) y organizaciones sin fines de lucro (Cruz Roja, Springfield
College). Las organizaciones clasifican en dos importantes categorías a los empleados: gerentes,
quienes tienen subordinados y autoridad formal para indicarles qué hacer; y empleados, quienes
no tienen ninguno de los dos. Todos los gerentes desempeñan cuatro funciones principales:
planeación, organización, dirección y control. Por tanto, el liderazgo es una parte del trabajo de
gerente. Sin embargo, hay gerentes (usted puede conocer algunos) que no son líderes efectivos.
También, hay personas que no son gerentes, pero poseen gran influencia en los gerentes y en
sus compañeros. No utilizamos los términos gerente y líder en forma intercambiable.
Cuando utilizamos la palabra gerente, nos referimos a una persona con título y autoridad
formales. Cuando mencionamos el término líder, aludimos a alguien que puede ser o no gerente.
Un líder siempre tiene la habilidad de influir en los demás; un gerente no. Así, un líder no es
necesariamente quien tiene algún puesto formal, como el de gerente.
Un seguidor es quien recibe influencia de un líder. El seguidor puede ser o no gerente. Los
buenos seguidores no son “personas quienes solo siguen al líder sin ofrecer aportaciones que
influyan en el líder. En resumen, los líderes efectivos influyen en los seguidores y estos, a su
vez, influyen en aquellos. Las cualidades necesarias para un liderazgo efectivo son las mismas
que se requieren para ser un seguidor efectivo. Los buenos seguidores ofrecen sugerencias e
influyen en los líderes. Si usted quiere ser un seguidor efectivo, debe compartir sus ideas. Como
líder, también necesita escuchar a los demás e implementar sus ideas para ser efectivo.
INFLUENCIA
La influencia es el proceso de un líder al comunicar ideas, ganar aceptación para ellas y motivar
a los seguidores para respaldar e implementar las ideas por medio del cambio. La influencia es
la esencia del liderazgo, incluye el poder, la política y la negociación. También, comprende la
relación entre líderes y seguidores. Los gerentes pueden coaccionar a los subordinados para
influir en su comportamiento, pero los líderes no. Estos ganan el compromiso y el entusiasmo
de los seguidores dispuestos a recibir influencia. La mayor parte de la investigación sobre
liderazgo concierne a la relación entre líderes y seguidores. Los gerentes efectivos saben cuándo
liderar y en qué momento convertirse en seguidor. Así, líderes y seguidores con frecuencia
cambian roles durante el proceso de influencia.
OBJETIVOS ORGANIZACIONALES
Los líderes efectivos influyen en los seguidores para pensar no solo en sus propios intereses,
sino también en los de la organización por medio de una visión compartida. El liderazgo se
presenta cuando los seguidores son influidos para hacer lo que es ético y benéfico para la
organización y para ellos mismos. Obtener beneficios de los miembros de una organización
implica que deben trabajar unidos para alcanzar un resultado que quieren tanto los líderes como
los seguidores, un futuro deseado o un propósito compartido que les motive hacia este resultado
más preferible. Los líderes deben indicar la dirección, pero el grupo debe establecer
las metas.
CAMBIO
Influir y establecer objetivos se relaciona con el cambio. Las organizaciones necesitan cambiar
en forma continua adaptándose al entorno global de rápido cambio. Los líderes efectivos se
percatan de la necesidad de un cambio continuo para mejorar el desempeño.
Expresiones como las siguientes no se encuentran en el vocabulario de un líder exitoso: siempre
lo hemos hecho de esta forma; nunca antes lo hemos hecho de esa manera; no puede hacerse,
nadie más lo ha hecho y no está dentro del presupuesto. El liderazgo abarca el influjo en los
seguidores para obtener el cambio hacia un futuro deseado por la organización. Para ser líder y
seguidor efectivo se debe estar abierto al cambio. Las personas que avanzan en las
organizaciones son quienes están dispuestas a asumir el riesgo y a intentar cosas nuevas.
PERSONAS
Aunque el término personas no se menciona en forma explícita en nuestra definición de
liderazgo, después de leer acerca de los demás elementos debe darse cuenta de que el liderazgo
trata acerca de liderar personas. Los líderes y seguidores efectivos disfrutan trabajar con ellas y
ayudarlas a tener éxito. Las habilidades con las personas son más valiosas que las habilidades de
cómputo.
La investigación, la experiencia y el sentido común, todo apunta hacia una relación directa entre
el éxito financiero de la empresa y su compromiso con las prácticas de liderazgo que tratan a las
personas como activos. Existe poca evidencia de que ser un gerente grosero y rudo esté
asociado con el éxito del liderazgo. Son los esfuerzos colectivos de todas las personas quienes
contribuyen, los que hacen que las cosas sucedan.
¿LOS LÍDERES NACEN O SE HACEN?
Puede pensar que esta es una pregunta capciosa, porque la mayoría de los investigadores
señalan que ambas cuestiones son ciertas. Los líderes efectivos no solo nacen o se hacen,
empiezan con alguna habilidad de liderazgo y la desarrollan. Así que la habilidad natural de
liderazgo ofrece ventajas. Sin embargo, todos tienen el potencial de liderar y las habilidades de
liderazgo pueden ser cultivadas. Si estas no pudieran ser desarrolladas o si los líderes no se
formaran, las grandes corporaciones no gastarían millones de dólares en capacitación de
liderazgo cada año.
Algunos investigadores afirman que los líderes, en definitiva, se hacen, no nacen y que todos
tienen el mismo potencial para liderar. El legendario coach de fútbol americano Vince
Lombardi alguna vez declaró, “Contrario a la opinión de muchas personas, los líderes no nacen,
se hacen con esfuerzo y trabajo arduo”. Cualquiera que sea su habilidad de liderazgo en este
momento (la cual se basa en su capacidad natural y desarrollo), puede invertir en desarrollar sus
habilidades de liderazgo o permitir que permanezcan como están. Quizás usted nunca llegue a
ser el presidente de una organización, pero puede mejorar su conocimiento, capacidad y
habilidad del liderazgo. Como diría Vince Lombardi, usted puede desarrollar sus habilidades de
liderazgo si se esfuerza y trabaja en forma ardua para ello.
TRABAJO EN EQUIPO
Tipos de equipos
Los equipos pueden fabricar productos, brindar servicios, negociar acuerdos, coordinar
proyectos, dar asesoría y tomar decisiones. En esta sección, se describirán los cuatro tipos de
equipos más comunes en una organización: equipos para resolver problemas, equipos de
trabajos autodirigidos, equipos transfuncionales y equipos virtuales.
Equipos transfuncionales
Starbucks creó un equipo de individuos de producción, RP globales, comunicaciones globales y
marketing estadounidense para desarrollar su marca de café instantáneo Via. Las sugerencias
del equipo dieron como resultado un artículo que sería rentable producir y distribuir, y que se
comercializaría mediante una estrategia multifacética y altamente integrada. Este ejemplo ilustra
el uso de equipos transfuncionales, los cuales están formados por trabajadores con un nivel
jerárquico similar, pero de diferentes áreas de trabajo, quienes se reúnen para realizar una tarea.
Desde hace décadas, muchas organizaciones han utilizado grupos horizontales para ampliar sus
fronteras. En la década de 1960, IBM creó un grupo grande de fuerza de tarea, formado por
empleados de distintos departamentos de la empresa, con la finalidad de desarrollar su muy
exitoso sistema 360. En la actualidad, los equipos transfuncionales se usan con tanta frecuencia
que sería difícil imaginar que una empresa grande funcione sin ellos. Todos los grandes
fabricantes de automóviles —Toyota, Honda, Nissan, BMW, GM, Ford y Chrysler— usan
actualmente esta forma de equipos para coordinar proyectos complejos. Cisco utiliza equipos
transfuncionales específicos para identificar y aprovechar las nuevas tendencias en varias áreas
del mercado de software. Los equipos son equivalentes a los grupos de redes sociales que
colaboran en tiempo real para identificar nuevas oportunidades de negocios en el campo y que
después las implementan de abajo hacia arriba.
Los equipos transfuncionales son un medio eficaz para lograr que el personal de distintas áreas
de una organización, o incluso de distintas organizaciones, intercambie información, desarrolle
ideas, resuelva problemas y coordine proyectos difíciles. Desde luego, los equipos
transfuncionales no son fáciles de administrar, pues es frecuente que sus primeras etapas de
desarrollo consuman mucho tiempo, mientras sus integrantes aprenden a trabajar con la
diversidad y la complejidad. Lleva tiempo cimentar la confianza y el trabajo en equipo, sobre
todo, entre personas que proceden de distintos campos, y cuyas experiencias y puntos de vista
son diferentes.
Equipos virtuales
Los tipos de equipos descritos en la sección anterior realizan su trabajo cara a cara. En cambio,
los equipos virtuales usan tecnología de computación para reunir a miembros que están
dispersos físicamente con el propósito de alcanzar una meta común.
Los individuos colaboran en línea con medios de comunicación como redes de área extendida,
videoconferencias o correo electrónico, ya sea que los separe tan solo una oficina o estén en
distintos ambientes. Los equipos virtuales son tan ubicuos y la tecnología ha avanzado tanto,
que tal vez sea un error llamarlos “virtuales”. Casi todos los equipos de hoy hacen al menos una
parte de su trabajo en forma remota. A pesar de su ubicuidad, los equipos virtuales enfrentan
dificultades especiales. Pueden fallar porque implican menor empatía social y menor interacción
directa entre sus miembros.
Las evidencias de 94 estudios que incluyeron a más de 5,000 grupos indican que los equipos
virtuales son mejores para compartir información única (información que poseen los miembros,
pero no todo el grupo), aunque en general suelen compartir menos información. Como
resultado, los equipos que son menos virtuales comparten mayor información, en tanto que
aquellos que utilizan más recursos virtuales dificultan este proceso. Para que los equipos
virtuales sean eficaces, los gerentes deberían asegurarse de que: 1. se establezca confianza entre
sus miembros (un comentario negativo en un correo electrónico afectaría negativamente la
confianza del equipo), 2. se vigile de cerca el avance del equipo (para que este no pierda de
vista sus metas o ninguno de sus miembros “desaparezca”) y 3. se divulguen en la organización
los esfuerzos y productos del equipo virtual (de manera que el equipo no se vuelva invisible).
Clima de confianza.
Los miembros de los equipos eficaces confían unos en otros y también en sus líderes. La
confianza entre los miembros del equipo facilita la cooperación, reduce la necesidad de vigilar
la conducta de los demás, y une a los miembros a partir de la creencia de que los otros
integrantes del equipo no sacarán ventaja de ellos. Por ejemplo, es más probable que los
miembros de un equipo corran riesgos y expongan sus vulnerabilidades cuando creen que
pueden confiar en sus compañeros. La confianza es el fundamento del liderazgo, ya que permite
que el equipo acepte las metas y las decisiones del líder, y se comprometa con ellas.
Parte del desempeño de un equipo depende del conocimiento, las aptitudes y las destrezas de
cada uno de sus miembros. Es verdad que ocasionalmente se lee sobre un equipo deportivo
compuesto de jugadores mediocres quienes, gracias a un entrenamiento excelente,
determinación y trabajo en equipo preciso, se convierte en un grupo mucho más talentoso. Sin
embargo, tales casos son noticia precisamente porque son poco comunes. El desempeño de un
equipo no es únicamente la suma de las habilidades de cada uno de sus miembros. No obstante,
esas habilidades fijan los parámetros de aquello que los integrantes son capaces de hacer y la
eficacia con que se pueden desempeñar en un equipo.
Las investigaciones han revelado algunos hechos interesantes sobre la composición y el
rendimiento de los equipos. En primer lugar, cuando la tarea entraña mucho razonamiento
(como en el caso de la solución de un problema complejo como la reingeniería de una línea de
ensamble), los equipos muy hábiles (compuestos en su mayoría por individuos inteligentes) se
desempeñan mejor que los equipos con habilidades escasas, sobre todo si la carga de trabajo se
distribuye de manera equitativa. Por consiguiente, el desempeño del equipo no depende del
eslabón más débil. Los equipos con muchas aptitudes son más adaptables frente a las
situaciones cambiantes, ya que son capaces de adecuar sus conocimientos frente a problemas
nuevos.
Por último, también es importante la capacidad del líder del equipo, ya que los líderes
inteligentes ayudan a los miembros menos capaces cuando algo se les dificulta. No obstante, un
líder escasamente inteligente podría neutralizar la eficacia de un equipo muy capaz.
✓ Asignación de roles.
Los equipos tienen necesidades diferentes y debería seleccionarse a sus integrantes de modo que
se garantice la cobertura de los diversos roles. Un estudio de 778 equipos de béisbol de las
grandes ligas, realizado durante un periodo de 21 años, destaca la importancia de la asignación
adecuada de los roles. Como se esperaría, los equipos con integrantes más experimentados y
hábiles tuvieron un mejor desempeño. Sin embargo, la experiencia y las habilidades de los
individuos que interpretaban los roles esenciales, que manejaban una mayor proporción del flujo
laboral del equipo que eran fundamentales para todos los procesos de trabajo (en este caso,
pitchers y catchers) resultaron ser especialmente importantes. En otras palabras, se deben
asignar los roles más importantes en un equipo a los trabajadores más capaces, experimentados
y meticulosos.
Se pueden identificar nueve roles potenciales en los equipos. Los equipos de trabajo exitosos
seleccionan a las personas que cubren esos roles con base en sus aptitudes y preferencias (en
muchos equipos, los individuos interpretan roles múltiples). Para incrementar las probabilidades
de que los miembros de un equipo trabajen bien en conjunto, los gerentes necesitan conocer las
individuales que cada miembro aporta a un equipo, seleccionar a sus integrantes tomando en
cuenta sus fortalezas, y asignar tareas que se ajusten con sus estilos preferidos.
La mayoría de los expertos coinciden en que una de las claves para incrementar la eficacia de
los grupos consiste en mantener un número reducido de miembros. En términos generales, los
equipos más eficaces tienen de cinco a nueve integrantes y los expertos sugieren utilizar el
menor número de individuos que puedan hacer la tarea. Por desgracia, a menudo, los gerentes
cometen el error de formar equipos demasiado grandes. Tan solo se requieren cuatro o cinco
miembros para aportar una diversidad de perspectivas y habilidades, en tanto que los problemas
de coordinación suelen aumentar de manera exponencial al incrementar el número de miembros.
Cuando los equipos tienen un exceso de integrantes, la cohesión y la confiabilidad mutua
disminuyen, aumenta la pereza social y las personas se comunican menos.
Además, los miembros de equipos grandes enfrentan problemas para coordinarse entre sí; sobre
todo, cuando hay presiones de tiempo. Si una unidad natural de trabajo es más grande y se desea
utilizar un esfuerzo en equipo, debe considerarse la posibilidad de dividir en subequipos.