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La Caja Negra de las Cigarreras fue escenario del primer concierto de Javier Corcobado

en la Ciudad de Alicante, que tuvo lugar el pasado viernes 18, entre un exhaustivo
protocolo anticovid. El concierto estaba englobado dentro de la jornada “La no
movida”, compartiendo cartel con incombustible Ana Curra, pionera y diva del sonido
post punk estatal.

Pieza clave en el movimiento “no wave” de mediados de los ochenta con “Mar otra
vez” y “Demonios tus ojos”, y posteriormente en solitario, Corcobado es posicionado
como el gran poeta y gurú del noise rock en habla hispana, abriendo camino a la
primera remesa de grupos indies nacionales, y capitaneando este último estilo desde
los subterráneos durante toda la década de los noventa. Sus letras son tan abrasivas
como bellas, estas nos hablan de amor y bisturís, de odio y cielo, de chatarra y espejos,
de ruido y silencio.

En esta ocasión el “editor de sueños” vino acompañado de Jaime Yakaman, un


consagrado cantautor mejicano, por lo que el formato del concierto fue semi acústico,
es decir, voz y guitarra sonaban sin efectos en gran parte de las canciones, salvo
algunos pasajes, que eran aderezados con un pedal de efecto de mellotrón. En su
mayoría tocaron canciones de los últimos álbumes, con un marcado estilo de fado y
bossas (siempre desde su prisma oscuro particular). También hubo espacio para temas
retrospectivos de su trayectoria, algunos abruptamente perpetrados por su guitarra
distorsionada al desnudo, y su original uso del dedal slide, llegando a esos niveles de
ruido y abstracción que siempre le han caracterizado, para el deleite de los allí
presentes.

Durante la actuación, se escuchó repetidas veces de entre distintas parte público,


“Javier gracias por venir”, parecía que más allá de lo musical, sus fans valoraban
compartir estos momentos de incertidumbre mundial con el que siempre ha sido su
chamán de lo oscuro y guía del abismo.

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