Tarde acalorada, un grupo de chicos caminaban por la orilla del río Bermejo.

En donde Lucía, la
más pequeña preguntó:

- ¿Por qué hay demasiada basura? ¿Acaso les da igual ver todo eso? – interrogaba la niña.
- ¡Uff si supieras! La gente de aquí es bastante floja con respecto a nuestro medio ambiente,
se dedican más a su trabajo – respondió su prima llamada María.
- ¡Sería bueno que un día de estos vengamos a alzar por lo menos los plásticos! Por hay nos
encontramos algo interesante – gritó con mucho entusiasmo la pequeña Lucía.
- ¡Hagamoslo mañana! – dijo alguien

Al día siguiente…

El grupo de chicas llevaron muchas bolsas para poder recolectar los desechables y así poderse
sentirse bien orgullosas de su gran trabajo que ni las autoridades se encargan.

- ¡Siiiii, terminamos! – fue el grito de Lucía

- ¡Ajá! Que cansador Dios mio– dijo María

En ese momento todo el grupo tuvieron una idea de poder colocar carteles sobre el cuidado del
medio ambiente, ya que es perjudicial para nuestro planeta tierra y para la humanidad, porque
nosotros mismos nos estamos matando :’)