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1 El título original
fue Confesiones en trece libros, y fue compuesto en un solo tomo.2
Hoy en día, los libros son normalmente publicados como un solo volumen conocido como Las Confesiones de San Agustín para distinguir
el libro de otros con títulos similares como Confesiones de Jean-Jacques Rousseau.
Contenido
Confesiones es un libro en el que San Agustín escribió acerca de su juventud pecadora y de cómo se convirtió al cristianismo. Es
ampliamente aceptada como la primera autobiografía occidental jamás escrita, y se convirtió en un modelo para otros autores cristianos de
los siguientes siglos. No es una autobiografía completa pues fue escrita tras sus primeros 40 años de vida y vivió hasta los 76, tiempo
durante el cual produjo otros importantes trabajos, entre ellos La ciudad de Dios. De todos modos, proporciona gran información sobre la
evolución de su pensamiento en sus primeros años. El libro es un acabado trabajo de filosofía y también un importante aporte a la teología.
La obra está dividida en 13 libros. En ellos se narra la niñez de Agustín, su adolescencia y juventud, su carrera académica, su estancia en
el maniqueísmo, su proceso personal de acercamiento al cristianismo (ya conocido en la niñez), su conversión y sus primeras experiencias
como católico. Entre las ideas que más influyen en el mundo occidental se encuentran las que se refieren a la memoria y la interioridad
(libro X) y al tiempo (libro XI).
Resumen
La obra no es una autobiografía completa, ya que fue escrita durante los primeros años de la década de los 40 de San Agustín y éste vivió
mucho tiempo después, produciendo otra obra importante, La Ciudad de Dios. Sin embargo, proporciona un registro ininterrumpido del
desarrollo de pensamiento y es el registro más completo de una sola persona de los siglos IV y V. Se trata de una importante obra
teológica, con meditaciones y reflexiones espirituales. En la obra, Agustín escribe sobre cómo lamenta haber llevado una vida pecaminosa
e inmoral. Habla de su arrepentimiento por haber seguido la religión maniquea y haber creído en la astrología. Habla del papel de su amigo
Nebridio, que le ayudó a convencerle de que la astrología no sólo era incorrecta, sino también mala, y del papel de San Ambrosio en su
conversión al cristianismo. Los nueve primeros libros son autobiográficos y los cuatro últimos son comentarios y mucho más filosóficos.
Muestra un intenso dolor por sus pecados sexuales y escribe sobre la importancia de la moral sexual. Los libros fueron escritos como
oraciones a Dios, de ahí el título, basado en los Salmos de David; y comienza con "Porque nos has hecho para Ti y nuestros corazones
están inquietos hasta que descansen en Ti".3 Se cree que la obra es divisible en libros que simbolizan diversos aspectos de la Trinidad y la
creencia trinitaria.
Propósito
Las Confesiones no sólo pretendían animar a la conversión, sino que ofrecían pautas sobre cómo convertirse. San Agustín extrapola sus
propias experiencias para adaptarlas a los viajes de los demás. Agustín reconoce que Dios siempre le ha protegido y guiado. Esto se refleja
en la estructura de la obra. Agustín comienza cada libro de las Confesiones con una oración a Dios. Por ejemplo, tanto el libro VIII como el
IX comienzan con "has roto las cadenas que me ataban; sacrificaré en tu honor". 12 Debido a que Agustín comienza cada libro con una
oración, Albert C. Outler, profesor de teología en la Universidad Metodista del Sur, sostiene que las Confesiones son una "peregrinación de
la gracia [...] [un] desvío [de] los giros cruciales del camino por el que [Agustín] había llegado. Y como estaba seguro de que era la gracia de
Dios la que le había impulsado en ese camino, era una expresión espontánea de su corazón que arrojaba su autorrecuerdo en forma de
oración sostenida a Dios".13 No sólo glorifica a Dios, sino que también sugiere la ayuda de Dios en el camino de Agustín hacia la redención.
Escritas después de la legalización del cristianismo, las Confesiones datan de una época en la que el martirio ya no era una amenaza para
la mayoría de los cristianos, como sucedía dos siglos antes. En su lugar, las luchas del cristiano solían ser internas. Agustín presenta
claramente su lucha contra los deseos mundanos, como la lujuria. La conversión de Agustín fue seguida rápidamente por su ordenación
como sacerdote en el 391 d. C. y luego su nombramiento como obispo en el 395 d. C. Esta rápida ascensión ciertamente suscitó críticas
contra Agustín. Las Confesiones fueron escritas entre el 397 y el 398 d. C., lo que sugiere la autojustificación como posible motivación de la
obra. Con las palabras "Quiero actuar con verdad, haciendo mi confesión tanto en mi corazón ante ti como en este libro ante los muchos
que lo leerán" en el Libro X, capítulo 1,14 Agustín confiesa sus pecados y glorifica a Dios mediante la humildad en su gracia, los dos
significados que definen "confesiones",15 para reconciliar sus imperfecciones no sólo con sus críticos sino también con Dios.