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GUÍA PRÁCTICA PARA
APRENDER A DOMINAR
TUS EMOCIONES Y SER UN
EJEMPLO PARA TUS HIJOS.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN. 5
PALABRAS FINALES. 38
“
Las emociones determinan la calidad de
nuestra existencia. Se dan en todas las
relaciones que nos importan: en el trabajo,
con nuestros amigos, en el trato con la familia
y en nuestras relaciones más íntimas. Pueden
salvarnos la vida, pero también pueden
hacernos mucho daño. Pueden llevarnos
“
a actuar de una forma que nos parece
realista y apropiada, pero también pueden
conducirnos a actuaciones de las que luego
nos arrepentiremos de todo corazón.
Paul Ekman
Aprender a dominar tus emociones
INTRODUCCIÓN.
Las emociones no deben reprimirse, hay que enseñar a que sean expresadas. Nuestra tarea
es acompañar a nuestros hijos e hijas a manifestar sus emociones sin reprimirlas, sin juz-
garlas y enseñar a que sean gestionadas de manera óptima. Permitirles que vivencien la
emoción es positivo ya que trae información y es necesario escucharlas y descubrir cuál es
el motivo que las provoca. No existen emociones buenas ni malas. Todas las emociones son
buenas porque nos dan información de lo que nos ocurre.
Nosotros tenemos que convertirnos en el apoyo incondicional que ellos necesitan a la hora
de gestionar sus emociones. Para ello, es importante crear espacios para hablar de lo que
sentimos y ayudarles a verbalizarlo, porque ellos no siempre sabrán cómo hacerlo.
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Aprender a dominar tus emociones
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Aprender a dominar tus emociones
Las madres y padres tenemos que conocer las emociones de nuestros hijos e hijas para po-
der detectar sus debilidades y fortalezas. Los fuertes lazos emocionales entre padres e hijos
hacen necesario que unos y otros puedan aprender a ser emocionalmente inteligentes con
el objetivo de conseguir vivir todos con mayor bienestar.
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Aprender a dominar tus emociones
Las emociones son estados mentales y corporales que podemos experimentar. Tienen
una corta duración y conllevan procesos psicológicos, comportamentales y fisiológicos. Pue-
den iniciarse por algún hecho interno o externo. Un disparador interno puede ser algún
pensamiento y una situación externa puede ser una discusión.
Todas las emociones son útiles y necesarias para nuestra supervivencia y bienestar o adap-
tación al entorno. Las principales funciones de las emociones son tres: adaptativa, social y
motivacional.
Quizás no seamos conscientes de cómo nuestras emociones nos afectan nuestra salud men-
tal y nuestro bienestar personal cuando no sabemos cómo manejarlas, cómo gestionarlas.
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Aprender a dominar tus emociones
Existen varias emociones, pero 6 son básicas y son las que desde la primera infancia se em-
pieza a trabajar con los niños y niñas en su reconocimiento y en aprender cómo gestionarlas.
1. MIEDO.
Anticipación de una amenaza o peligro (real o imaginario) que produce ansiedad, incerti-
dumbre e inseguridad.
El miedo es necesario ya que nos sirve para apartarnos de un peligro y actuar con precaución.
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Aprender a dominar tus emociones
2. SORPRESA.
Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria y nos permite una aproximación cog-
nitiva para saber qué está ocurriendo.
Nos ayuda a orientarnos, a saber qué hacer, ante una situación nueva.
Sensación en el cuerpo: Nuestros ojos se abren y las pupilas se dilatan para tratar de recibir
mejor el estímulo externo que captó nuestra atención. Nuestra respiración se detiene mo-
mentáneamente y todo nuestro cuerpo permanece alerta y atento ante lo que ocurra.
3. ASCO.
Sensación física de desagrado hacia aquello que tenemos delante. Nos produce rechazo y
solemos alejarnos.
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Aprender a dominar tus emociones
Sensación en el cuerpo: Sentimos tensión en las mandíbulas, el ceño se frunce, aparece una
especie de calor en el cuerpo. Nuestro pecho sube y baja con rapidez y nuestro rostro se
tensa al igual que nuestras extremidades y nos ponemos listos para la acción.
5. ALEGRÍA.
Sensación en el cuerpo: Nuestro corazón irradia una sensación de bienestar y éxtasis hacia
todas las partes de nuestro cuerpo. Tenemos una sensación cálida.
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Aprender a dominar tus emociones
6. TRISTEZA.
Pena, soledad, pesimismo ante la pérdida de algo importante o cuando nos han decepciona-
do. Nos motiva hacia una nueva reintegración personal. A pedir ayuda o a buscar la manera
de estar mejor
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Aprender a dominar tus emociones
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“Las emociones nos
aportan información
sobre nuestra relación con
el entorno”.
Aprender a dominar tus emociones
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Aprender a dominar tus emociones
Los niños y las niñas, en especial en la primera infancia, aprenden en gran medida a través de
la observación de sus referentes más cercanos (madre, padre, docentes u otro cuidador cerca-
no). Por lo tanto, mejorar en nuestra propia gestión emocional y dar el ejemplo resulta la manera
más adecuada para enseñar formas salu-
dables de gestión emocional a nuestros
hijos e hijas. Para conseguir que el niño
o niña aprenda a manejar adecuadamen-
te sus emociones es necesario que no-
sotros, los adultos, contemos con la sufi-
ciente información y recursos como para
poder regular y controlar nuestros esta-
dos emocionales y facilitar que nuestros
niños y niñas los aprendan y desarrollen.
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Aprender a dominar tus emociones
• Conocerse a sí mismo.
• Expresar y manejar sus emociones de
forma asertiva.
• Desarrollar habilidades sociales como
ponerse en el lugar de otro.
• Ser capaz de resolver problemas y re-
accionar ante diversas situaciones.
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Aprender a dominar tus emociones
En la etapa infantil es preciso educar para trabajar la conciencia emocional, la regulación
emocional, autoestima y habilidades socio-emocionales entre otros.
Es fundamental que nosotros, madres y padres les enseñemos a nuestros hijos/hijas a reco-
nocer y manejar asertivamente sus emociones.
Para educar a nuestros niños y niñas con inteligencia emocional se requiere tener en cuenta:
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Aprender a dominar tus emociones
A partir de los dos años es recomendable iniciar a los niños en el campo del reconocimien-
to de las emociones, ya que es cuando ellos empiezan a interactuar con los adultos y otros
niños de modo más abierto y fluido.
A partir de esa edad los pequeños ya han madurado lo suficiente como para reconocer los
estados emocionales básicos, como la alegría, el miedo, la tristeza y la rabia.
Cada vez que notes que está enfadado, triste o contento, intenta que lo perciba, igualmente
puedes expresarle verbalmente tus emociones o las de otras personas. Por ejemplo, cuando
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Aprender a dominar tus emociones
A partir de los 5 años ya los niños y niñas pueden ya dar nombre a las emociones de modo
habitual: “estoy enojado porque no me llevaste al parque”, “estoy contento porque maña-
na nos vamos de campamento”, “tengo miedo cuando se hace de noche porque se pone
oscuro.”
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Aprender a dominar tus emociones
Es importante que el niño comprenda que no siempre puede controlar lo que siente, pero sí
cómo reacciona ante las diferentes situaciones. Partiendo de esa base, enséñale a canalizar
sus emociones negativas y a expresar con palabras lo que experimenta.
A partir de los 4 o 5 años, ya pueden aprender estrategias fáciles y simples, como contar
hasta diez antes de responder cuando esté enojado, usar sencillas técnicas de respiración, o
buscar un lugar con materiales que lo relajen (como el rincón de la calma) y después regresar
para abordar el problema cuando esté más tranquilo.
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Aprender a dominar tus emociones
También es recomendable que le motives a practicar algún tipo de actividad física, ya que así
descargará la tensión cotidiana.
5. Desarrollar la empatía.
Aproximadamente a los cuatro años el niño comienza a ser capaz de ponerse en el lugar del
otro, comprender cómo piensa y lo que siente. Aprovecha este momento para estimular la
empatía.
Cuando haga o diga algo inadecuado que pueda lastimar a alguien, en vez de regañarlo,
pregúntale ¿cómo cree que se siente la otra persona? La idea es que le hagas reflexionar
y ponerse en el lugar del otro. Si es necesario, explícale que tiene que pedir disculpas por
haber hecho sentir mal a alguien.
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Aprender a dominar tus emociones
6. Desarrollar su comunicación.
7. Saber escuchar.
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Aprender a dominar tus emociones
Para fomentar la inteligencia emocional es esencial que podamos facilitar a nuestros hijos e
hijas la confianza apropiada para que puedan expresar aquello que les preocupa, o que les
agrada… El hogar y la escuela van a ser esos primeros escenarios donde se va a desarrollar
su vida. Si les ofrecemos comodidad para que se puedan expresar y comunicar, también lo
harán a medida que crezcan en el resto de los contextos.
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Aprender a dominar tus emociones
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Aprender a dominar tus emociones
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Aprender a dominar tus emociones
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Aprender a dominar tus emociones
Seremos modelos para ellos y ellas si nosotros también expresamos nuestro cariño:
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Aprender a dominar tus emociones
También conocido como Mindfulness. Hace referencia a detenerse, no actuar, respirar y obser-
var. A mantener la atención focalizada en el momento presente.
La atención plena es un ejercicio que se puede realizar todos los días. Durante 5 minutos
como mínimo, se puede hacer sentado o acostado para concentrarse en la respiración. No se
trata de dejar la mente en blanco. Se trata de sentir, observar las emociones y no juzgarlas.
Si esto se lleva a cabo durante una discusión y se piensa antes de reaccionar, se descubrirá que
ese enfrentamiento se transformará en un intercambio de puntos de vista saludables.
Escribir es un diario emocional es muy terapéutico y ayuda a ver desde otra perspectiva las
emociones y a reflexionar sobre ellas. Con el tiempo, se podrá observar qué emociones se
repiten, y sabremos cómo actuar, tomar consciencia de lo que nos resulta y lo que no para
gestionar mejor nuestras emociones y producir cambios positivos en las interacciones con los
otros y con nosotros mismos. Llevar un diario emocional nos ayuda a ver nuestros progresos.
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Aprender a dominar tus emociones
Para detener los pensamientos que irrumpen y nos sacan de nuestra estabilidad, rumiando
en torno a ese enfado y alimentándolo, es importante tener una palabra clave cuya mención
detenga esos pensamientos. Pueden ser: “basta”, “detente”, “stop” u otra que pueda ayudar.
Después, se puede anotar el pensamiento negativo, por ejemplo enfado, y escribir al lado el
equivalente en positivo. En éste, cambiar el pensamiento por otro de alegría o felicidad. Aun-
que en principio parezca que esto no funcione, una ligera sensación de calma va a inundar y a
disminuir la ansiedad.
Luego, cuando estemos más calmados podremos pensar con claridad mejores soluciones al
hecho que causó esa reacción emocional inicial. En el momento de mayor tempestad, no es
adecuado actuar.
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“Seremos modelos para
ellos y ellas si nosotros
también expresamos
nuestro cariño”.
Aprender a dominar tus emociones
Como mamás y papás sabemos la importancia de educar y trabajar las emociones desde
la primera infancia, pero quizás no tenemos muy claro por dónde empezar ni cómo ayudar
realmente a los niños a entender y saber gestionar mejor sus emociones y su mundo interior.
La mejor manera de trabajar con las emociones es mediante actividades divertidas y sencillas
que les ayuden a desarrollar las habilidades sociales y las competencias emocionales prin-
cipales. Lo más importante comprender que todas las emociones son parte de la vida, que
habrá días que se encontrarán más tristes y otros más alegres, pero que todas son necesarias
y deben de saber identificarlas y gestionarlas.
1. Rincón de la calma.
El rincón de la calma es un espacio físico para que los niños/niñas recurran allí cuando están
desbordados emocionalmente. En él pueden calmarse con más facilidad o resolver algún
conflicto de forma tranquila. Se trata de expresar de forma respetuosa nuestros sentimien-
tos, necesidades y/o deseos, siempre recordando las normas, no gritar, no insultar...
Es necesario en un comienzo que les acompañemos para que vayan apropiándose de este
recurso y logren progresivamente identificar sus emociones y las sensaciones corporales
asociadas. A la vez, que experimenten cómo pueden influir en sus emociones para superar
la situación y lograr una mejor regulación emocional. Así irán recuperando la calma y el equi-
librio interior.
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Aprender a dominar tus emociones
Es importante que les brindemos variedad de elementos para que en cada momento deci-
dan que les puede resultar mejor para canalizar sus emociones. También es recomendable
armarlo junto con los niños o niñas para que ellos participen en la elección de lo que les
gustaría tener en ese rincón que será de uso personal.
✔ Almohadones o alfombra
✔ Una mesita
✔ Una caja con hojas y lápices o crayones para dibujar y pintar
✔ Peluches preferidos
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Aprender a dominar tus emociones
Recuerda, nunca les juzgues, ni intentes reprimir sus emociones, porque deben fluir, son muy
útiles y de todas podemos aprender algo.
Esta actividad puede realizarla a cualquier edad (a partir de unos 2 años) y se puede adaptar
a la edad de nuestros peques. Consiste en seleccionar varias fotografías con personas, niños
(pueden ser propias) personajes expresando una emoción… y los niños deben identificar la
emoción y clasificar las imágenes.
Las fotografías las pueden buscar juntos en internet e imprimirlas. También en revistas o
periódicos.
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Aprender a dominar tus emociones
Para los más pequeños puedes empezar con dos o tres de emociones básicas (alegría, tris-
teza, enfado, miedo, amor o asco) e ir ampliando progresivamente a otras emociones más
complejas. Es un material que el niño o niña puede consultar las veces que lo desea.
Pueden pegar juntos las fotografías en un cuaderno o libreta y escribir bien grande el nom-
bre de la emoción que representan. Es importante hablarles de las emociones que están
trabajando en concreto, cómo se manifiesta físicamente en nuestro cuerpo, qué cosas nos
producen dicha emoción, qué pensamientos nos provoca, qué podemos hacer al sentirla...
Los libros pueden ayudarnos mucho en la educación emocional de los niños. Ayudan a tener
mayor vocabulario emocional, a reconocer e identificar emociones, a comprender nuestras
experiencias vitales, a empatizar con los demás, a poner palabras a lo que nos sucede (eso
nos ayuda a sobrellevarlo mejor), nos muestran modelos y estrategias para resolver conflictos,
nos reconfortan, fomentan el diálogo,...
etc. Es importante seleccionar bien los
cuentos y realizar preguntas de curio-
sidad sobre las emociones que apare-
cen en el mismo. Por ejemplo: “¿qué
crees que siente el personaje?”, “¿por
qué, qué te hace pensar que está tris-
te?”, “¿y si estuviera contento, cómo
lo sabrías?”, “¿cómo crees que podría
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Aprender a dominar tus emociones
actuar?”, “¿qué harías tú en su lugar?”, “¿qué otras cosas podría hacer?”, “¿cómo podría
calmar su rabia o enfado?”. Saquemos provecho a la lectura para reflexionar con nuestros
hijos e hijas en qué momentos han experimentado esas emociones y qué hicieron o podrían
haber hecho para sentirse de otra manera.
Esta es una actividad sencilla, sin embargo, es muy útil, y les parece divertida. Para conocer
las emociones: Ponemos un espejo delante del niño y le ayudamos a representar las expre-
siones de cada emoción, luego las puede dibujar en un papel y escribir o describir cuándo
se ha sentido así.
Para regularlas: Proponemos que dibuje lo que siente el niño/a. Esto les ayuda a reconectar
con la calma. Le permite hacer un stop, cambiar de actividad y descargar la emoción de una
forma sana y saludable.
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Aprender a dominar tus emociones
Se preparan varias tarjetas y se escribe en ellas diferentes emociones. Luego, el niño elige
una tarjeta y debe representar la emoción mímicamente. El resto debe adivinarla. Quien la
acierte es el siguiente en participar. Si somos muchos en la familia, podemos hacer grupos.
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Aprender a dominar tus emociones
PALABRAS FINALES.
Recuerda, a todas estas propuestas presentadas, tenemos que añadir nuestra interacción
respetuosa y amorosa con nuestros hijos e hijas. Somos su ejemplo, el espejo en el que se
miran. Por eso es importante empezar por uno mismo y trabajar nuestras emociones y ha-
bilidades (sociales, personales y emocionales), para luego poder ayudar a nuestros niños y
niñas a trabajar las suyas.
“
educar el corazón, no es
educación.
Aristóteles
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Aprender a dominar tus emociones
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
• Ekman, Paul. El rostro de las emociones. Que nos revelan las expresiones faciales.
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