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1
GUÍA PRÁCTICA PARA
APRENDER A DOMINAR
TUS EMOCIONES Y SER UN
EJEMPLO PARA TUS HIJOS.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.   5

EXPLORANDO LAS EMOCIONES…   8

LAS 6 CATEGORÍAS BÁSICAS DE EMOCIONES.  9

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EDUCAR EN EMOCIONES?  12

BENEFICIOS DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL.  15

¿QUÉ ES LA GESTIÓN EMOCIONAL?     15

¿CÓMO EDUCAR CON INTELIGENCIA EMOCIONAL?  18

¿CÓMO PODEMOS CONTRIBUIR DESDE NUESTRO


LUGAR DE MADRE Y PADRE?   28

5 EJERCICIOS PARA CONTROLAR LAS EMOCIONES


DE MANERA EFICAZ ( MADRES Y PADRES).  29

SUGERENCIAS DE JUEGOS Y ACTIVIDADES PARA TRABAJAR


CON LOS NIÑOS Y NIÑAS LAS EMOCIONES.  32

PALABRAS FINALES.  38

Las emociones determinan la calidad de
nuestra existencia. Se dan en todas las
relaciones que nos importan: en el trabajo,
con nuestros amigos, en el trato con la familia
y en nuestras relaciones más íntimas. Pueden
salvarnos la vida, pero también pueden
hacernos mucho daño. Pueden llevarnos


a actuar de una forma que nos parece
realista y apropiada, pero también pueden
conducirnos a actuaciones de las que luego
nos arrepentiremos de todo corazón.

Paul Ekman
Aprender a dominar tus emociones

INTRODUCCIÓN.

A la hora de gestionar las emociones


de los niños, nuestro rol como madre y
padre, es clave. Somos los principales
modelos y es importante ser referentes
de nuestros hijos en la gestión de las
emociones y en la resolución de con-
flictos.

Los hijos e hijas imitan nuestros patrones de conducta derivados de nuestros estados de áni-


mo. Nuestra impronta siempre está presente en sus vivencias, especialmente en los primeros
años.

Las emociones no deben reprimirse, hay que enseñar a que sean expresadas. Nuestra tarea
es  acompañar a nuestros hijos e hijas a manifestar sus emociones sin reprimirlas, sin juz-
garlas y enseñar a que sean gestionadas de manera óptima.   Permitirles que vivencien la
emoción es positivo ya que trae información y es necesario escucharlas y descubrir cuál es
el motivo que las provoca. No existen emociones buenas ni malas. Todas las emociones son
buenas porque nos dan información de lo que nos ocurre.

Nosotros tenemos que convertirnos en el apoyo incondicional que ellos necesitan a la hora
de gestionar sus emociones. Para ello, es importante crear espacios para hablar de lo que
sentimos y ayudarles a verbalizarlo, porque ellos no siempre sabrán cómo hacerlo.

5
Aprender a dominar tus emociones

Si queremos que nuestros hijos e hijas


sean capaces de contarnos cómo se sien-
ten, lo primero que tenemos que hacer es
crear un clima de confianza, donde sientan
que pueden expresarse sabiendo que sus
emociones no serán cuestionadas ni inva-
lidadas. Para dar el ejemplo, los primeros
que tenemos que compartir cómo nos
sentimos somos nosotros mismos. Eso no
implica contarles a nuestros hijos e hijas
nuestras preocupaciones, pero sí decirles
lo que sentimos en cada momento. Por
ejemplo: “Estoy contenta/o porque maña-
na saldremos de vacaciones” o “me sien-
to triste porque la abuela no está bien de
salud”…

Tenemos que tener claro que los malos


comportamientos de nuestros hijos/hijas
suelen ocultar una serie de emociones
confusas ante algunas situaciones. Es ne-
cesario averiguar qué es lo que ha provo-
cado este mal comportamiento y qué pue-
de haber detrás. La mayoría de las veces
las madres y padres nos sentimos perdidos
y no sabemos bien cómo intervenir para
que estas conductas no se repitan. Sin

6
Aprender a dominar tus emociones

embargo, si reaccionamos desde del enojo


y no desde la calma, será complejo obte-
ner resultados positivos. Para la familia es
muy importante gestionar las emociones
negativas de los hijos e hijas. La diferen-
cia entre gestionar o no estas emociones
negativas, puede suponer unas relaciones
familiares sanas, estables y en armonía, o
por el contrario unas relaciones familiares
conflictivas y con dificultades para sobre-
llevar la situación.

Las madres y padres tenemos que conocer las emociones de nuestros hijos e hijas para po-
der detectar sus debilidades y fortalezas. Los fuertes lazos emocionales entre padres e hijos
hacen necesario que unos y otros puedan aprender a ser emocionalmente inteligentes con
el objetivo de conseguir vivir todos con mayor bienestar.

7
Aprender a dominar tus emociones

EXPLORANDO LAS EMOCIONES…

¿Qué son las emociones?

Las  emociones  son  estados mentales y corporales que podemos experimentar.  Tienen
una corta duración y conllevan procesos psicológicos, comportamentales y fisiológicos. Pue-
den iniciarse por algún hecho interno o externo. Un disparador interno puede ser algún
pensamiento y una situación externa puede ser una discusión. 

Todas las emociones son útiles y necesarias para nuestra supervivencia y bienestar o adap-
tación al entorno. Las principales funciones de las emociones son tres: adaptativa, social y
motivacional.

¿Por qué son tan importantes las emociones?

Las emociones son importantes porque determinan nuestra relación con el mundo.

Quizás no seamos conscientes de cómo nuestras emociones nos afectan nuestra salud men-
tal y nuestro bienestar personal cuando no sabemos cómo manejarlas, cómo gestionarlas.

8
Aprender a dominar tus emociones

Nuestra salud mental y bienestar personal se influyen mutuamente, dependiendo en gran


medida de cómo nos relacionamos con el mundo, así como de las emociones que se ge-
neran.

Ser conscientes de nuestras emociones y responsabilizarnos de ellas es fundamental  para


nuestro bienestar mental. Además, las emociones también funcionan como indicadores de
nuestro interior.

Existen varias emociones, pero 6 son básicas y son las que desde la primera infancia se em-
pieza a trabajar con los niños y niñas en su reconocimiento y en aprender cómo gestionarlas.

LAS 6 CATEGORÍAS BÁSICAS DE EMOCIONES.

1. MIEDO.

Anticipación de una amenaza o peligro (real o imaginario) que produce ansiedad, incerti-
dumbre e inseguridad.

El miedo es necesario ya que nos sirve para apartarnos de un peligro y actuar con precaución.

Sensación en el cuerpo: Se nos encoge el estómago. El diafragma deja de funcionar libre-


mente y se nos corta la respiración. Durante unos instantes, nuestro cuerpo puede quedar
paralizado, expectante o huir de la situación.

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Aprender a dominar tus emociones

2. SORPRESA.

Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria y nos permite una aproximación cog-
nitiva para saber qué está ocurriendo.

Nos ayuda a orientarnos, a saber qué hacer, ante una situación nueva.

Sensación en el cuerpo: Nuestros ojos se abren y las pupilas se dilatan para tratar de recibir
mejor el estímulo externo que captó nuestra atención. Nuestra respiración se detiene mo-
mentáneamente y todo nuestro cuerpo permanece alerta y atento ante lo que ocurra.

3. ASCO.

Sensación física de desagrado hacia aquello que tenemos delante. Nos produce rechazo y
solemos alejarnos.

Sensación en el cuerpo: Se nos encoge


el estómago, avisándonos que lo que
tenemos delante puede ser perjudicial
para nuestro bienestar y nos produce
rechazo.

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Aprender a dominar tus emociones

4. IRA, RABIA, ENOJO.

Aparece cuando las cosas no salen


como queremos o nos sentimos ame-
nazados por algo o alguien.

Es adaptativo cuando impulsa a hacer


algo para resolver un problema o cam-
biar una situación difícil. Puede conlle-
var riesgos de inadaptación cuando se
expresa de manera inadecuada.

Sensación en el cuerpo: Sentimos tensión en las mandíbulas, el ceño se frunce, aparece una
especie de calor en el cuerpo. Nuestro pecho sube y baja con rapidez y nuestro rostro se
tensa al igual que nuestras extremidades y nos ponemos listos para la acción.

5. ALEGRÍA.

Sensación de bienestar y de seguridad que sentimos cuando conseguimos algún deseo o


vemos cumplida alguna meta.

Sensación en el cuerpo: Nuestro corazón irradia una sensación de bienestar y éxtasis hacia
todas las partes de nuestro cuerpo. Tenemos una sensación cálida.

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Aprender a dominar tus emociones

6. TRISTEZA.

Pena, soledad, pesimismo ante la pérdida de algo importante o cuando nos han decepciona-
do. Nos motiva hacia una nueva reintegración personal. A pedir ayuda o a buscar la manera
de estar mejor

Sensación en el cuerpo: Sentimos dolor y opresión en el pecho. Hay presión en la gargan-


ta, como si tuviéramos un nudo en la misma. Las extremidades se vuelven pesadas y todo
nuestro cuerpo se enlentece.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EDUCAR


EN EMOCIONES?

Las emociones nos aportan información sobre nuestra relación con el entorno. Experimenta-


mos alegría  o satisfacción cuando las cosas nos van bien, y tristeza o desesperanza, cuando
sucede todo lo contrario.

12
Aprender a dominar tus emociones

Las emociones  son como un  sistema de


alarma  que se activan cuando detecta-
mos algún cambio en la situación que nos
rodea. Son recursos adaptativos que los
seres humanos presentamos, y que dan
prioridad a la información más relevante
para cada uno, activando así diferentes
procesos que nos permitirán dar una res-
puesta.

En la infancia, experimentar emociones


positivas con frecuencia, favorece el po-
sible desarrollo de una personalidad opti-
mista y confiada, sucediendo lo contrario
con la vivencia de emociones negativas.
Así  una adecuada educación emocional,
permitirá adquirir destrezas para el mane-
jo de los estados emocionales, reducir las
emociones negativas y aumentar en bue-
na medida, las emociones positivas.

En este sentido, podemos mencionar


por ejemplo, el saber resolver de mane-
ra asertiva los conflictos, tolerar mejor la
frustración y manejar nuestros estados de
ánimos para motivarnos.

13
“Las emociones nos
aportan información
sobre nuestra relación con
el entorno”.
Aprender a dominar tus emociones

BENEFICIOS DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL.

Una buena educación emocional con-


lleva todo un  proceso de aprendiza-
je  en el que se va construyendo la vi-
sión del mundo, de nosotros mismos y
cómo nos manejamos.

Con un desarrollo adecuado de las


emociones podremos:

✔ Adoptar una actitud  positiva ante la vida.


✔ Ser más optimistas.
✔ Saber expresar nuestros sentimientos.
✔ Tener una autoestima realista.
✔ Recuperarnos más rápido al experimentar emociones negativas.
✔ Presentar capacidad de cooperación y una buena resolución de conflictos.
Las emociones visten cada aspecto de nuestras vidas y de nuestra cotidianidad. Saber con-
trolarlas, gestionarlas y utilizarlas nos permitirá afrontar nuestro día a día de un modo más
eficiente.

¿QUÉ ES LA GESTIÓN EMOCIONAL?   

Ser conscientes de nuestras propias emociones, describirlas y regular su intensidad y dura-


ción puede resultar en ocasiones difícil. En especial algunas emociones desagradables (ira,

15
Aprender a dominar tus emociones

el miedo, la tristeza…) pueden impulsarnos de forma reactiva y poco consciente a tomar


una decisión o acción inapropiada. Esa reacción  emocional  en la mayoría de situaciones
cotidianas nos puede ocasionar inconvenientes y alejarnos de nuestro propio bienestar y del
de nuestros seres queridos.  

La educación emocional es importante para mejorar nuestra consciencia y regulación emo-


cional y llevar una vida emocionalmente más saludable y armoniosa. Por lo tanto, tenemos
que enseñarle a nuestros hijos e hijas cómo hacerlo desde la primera infancia.

¿Cómo aprende el niño a gestionar emociones? 

Los niños y las niñas, en especial en la primera infancia, aprenden en gran medida a través de
la observación de sus referentes más cercanos (madre, padre, docentes u otro cuidador cerca-
no). Por lo tanto, mejorar en nuestra propia gestión emocional y dar el ejemplo resulta la manera
más adecuada para enseñar formas salu-
dables de gestión emocional a nuestros
hijos e hijas.   Para conseguir que el niño
o niña aprenda a manejar adecuadamen-
te sus emociones es necesario que no-
sotros, los adultos, contemos con la sufi-
ciente información y recursos como para
poder regular y controlar nuestros esta-
dos emocionales y facilitar que nuestros
niños y niñas los aprendan y desarrollen.

16
Aprender a dominar tus emociones

¿Qué factores determinan cómo


gestionamos nuestras emociones?

Muchos son los factores que determi-


nan la forma en que cada uno de nosotros
gestionamos nuestras emociones, nuestro
temperamento, nuestros aprendizajes,
nuestras experiencias y las situaciones que
nos toca vivir.

Por lo tanto, es importante ayudar a nues-


tros hijos e hijas en el proceso de:

• Conocerse a sí mismo.
• Expresar y manejar sus emociones de
forma asertiva.
• Desarrollar habilidades sociales como
ponerse en el lugar de otro.
• Ser capaz de resolver problemas y re-
accionar ante diversas situaciones.

La enseñanza de una educación emocional


a nuestros niños y niñas constituye uno de
nuestros principales retos como madres y
padres.

17
Aprender a dominar tus emociones

En la etapa infantil es preciso educar para trabajar la conciencia emocional, la  regulación
emocional, autoestima y habilidades socio-emocionales entre otros.

Es fundamental que nosotros, madres y padres les enseñemos a nuestros hijos/hijas a reco-
nocer y manejar asertivamente sus emociones.

¿CÓMO EDUCAR CON INTELIGENCIA


EMOCIONAL?

La Inteligencia Emocional es el conjunto de habilidades entre las que destacan el autocon-


trol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo.
Es la capacidad de comprender, utilizar y controlar nuestras emociones. Favorece los vínculos
personales saludables, ya que incluye la habilidad de compartir y entender también las emo-
ciones de otras personas.

El aprendizaje de estas habilidades emocionales se va moldeando durante los primeros años


de vida aunque las investigaciones demuestran que dichas habilidades son susceptibles de
aprenderse y perfeccionarse a lo largo de la vida si se utilizan estrategias adecuadas.

Para educar a nuestros niños y niñas con inteligencia emocional se requiere tener en cuenta:

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Aprender a dominar tus emociones

1. Reconocer las emociones. 

El primer paso para desarrollar la Inteligencia Emocional consiste en aprender a identificar


las emociones.

A partir de los dos años es recomendable iniciar a los niños en el campo del reconocimien-
to de las emociones, ya que es cuando ellos empiezan a interactuar con los adultos y otros
niños de modo más abierto y fluido. 

A partir de esa edad los pequeños ya han madurado lo suficiente como para reconocer los
estados emocionales básicos, como la alegría, el miedo, la tristeza y la rabia.

Cada vez que notes que está enfadado, triste o contento, intenta que lo perciba, igualmente
puedes expresarle verbalmente tus emociones o las de otras personas. Por ejemplo, cuando

19
Aprender a dominar tus emociones

vea a otros niños en el parque, si están


riendo decirle “ese niño está alegre/
contento”. O si está llorando, “ese niño
está triste”.

También puedes apoyarte en algunos


dibujos animados o personajes de
cuentos y preguntarle cómo cree que
se siente el personaje, de esta mane-
ra estarás sentando las primeras bases
para desarrollar la empatía.

2. Nombrar las emociones.

A partir de los 5 años ya los niños y niñas pueden ya dar nombre a las emociones de modo
habitual: “estoy enojado porque no me llevaste al parque”, “estoy contento porque maña-
na nos vamos de campamento”, “tengo miedo cuando se hace de noche porque se pone
oscuro.”

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Aprender a dominar tus emociones

3. Comprender las emociones. 

Entender la causa de las emociones es tan importante como reconocerlas.

A partir de los cinco años, aproximadamente, el niño y niña ya es capaz de comprender


las relaciones causa-efecto, por lo que ha llegado el momento de buscar las causas de sus
estados emocionales. Cuando lo observemos enfadado, frustrado o con miedo, pregúntale
qué le ha sucedido. Intenta que el niño/niña comprenda que sus emociones son una reacción
ante un estímulo del medio.

4. Expresar asertivamente las emociones. 

Es importante que el niño comprenda que no siempre puede controlar lo que siente, pero sí
cómo reacciona ante las diferentes situaciones. Partiendo de esa base, enséñale a canalizar
sus emociones negativas y a expresar con palabras lo que experimenta.

A partir de los 4 o 5 años, ya pueden aprender estrategias fáciles y simples, como contar
hasta diez antes de responder cuando esté enojado, usar sencillas técnicas de respiración, o
buscar un lugar con materiales que lo relajen (como el rincón de la calma) y después regresar
para abordar el problema cuando esté más tranquilo.

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Aprender a dominar tus emociones

También es recomendable que le motives a practicar algún tipo de actividad física, ya que así
descargará la tensión cotidiana.

5. Desarrollar la empatía.

Aproximadamente a los cuatro años el niño comienza a ser capaz de ponerse en el lugar del
otro, comprender cómo piensa y lo que siente. Aprovecha este momento para estimular la
empatía.

Cuando haga o diga algo inadecuado que pueda lastimar a alguien, en vez de regañarlo,
pregúntale ¿cómo cree que se siente la otra persona? La idea es que le hagas reflexionar
y ponerse en el lugar del otro. Si es necesario, explícale que tiene que pedir disculpas por
haber hecho sentir mal a alguien.

22
Aprender a dominar tus emociones

Para desarrollar la empatía  es necesario


razonar con ellos continuamente mediante
diferentes preguntas: ¿Cómo crees que se
siente el amigo después de lo que le has
dicho? ¿Por qué crees que está llorando tu
hermana?, etc...

6. Desarrollar su comunicación.

Hablar con los niños, hacerles preguntas,


razonar, jugar, poner ejemplos… Debemos
favorecer continuamente  que puedan ex-
presarse, poner en voz alta sus sentimien-
tos y que aprendan a dialogar.

7. Saber escuchar. 

No se trata sólo de enseñarle al niño a que


espere su turno en la conversación, sino a
que aprenda a escuchar lo que dicen los
demás. Estimula en tu hijo e hija la escucha
activa.

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Aprender a dominar tus emociones

Si descubres que no ha comprendido


algo, explícaselo de nuevo. Es reco-
mendable hablarles claro, preciso, sin
tanto discurso, mirándolo a los ojos y
a su altura, y terminando las frases con
un “¿me has entendido?”.

Lo ideal es que fomentes un diálogo,


donde su opinión también cuente. Si lo
notas demasiado callado, pregúntale
qué piensa sobre el tema o qué desearía hacer. Aunque su visión del mundo aún sea limi-
tada, este modelo de comunicación le enseña al niño a respetar los criterios de las otras
personas y a expresar sus ideas libremente.

8. Permitir la expresión de emociones.

Para fomentar la inteligencia emocional es esencial que podamos facilitar a nuestros hijos e
hijas la confianza apropiada para que puedan expresar aquello que les preocupa, o que les
agrada…  El hogar y la escuela van a ser esos primeros escenarios donde se va a desarrollar
su vida. Si les ofrecemos comodidad para que se puedan expresar y comunicar, también lo
harán a medida que crezcan en el resto de los contextos.

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Aprender a dominar tus emociones

Saber comunicarse y reconocer emociones propias y ajenas es imprescindible para que


vayan madurando progresivamente y puedan autorregular sus emociones de forma aser-
tiva. Nosotros podemos darles esa oportunidad a través de la educación en inteligencia
emocional.

¿Qué hacer ante las emociones intensas de los niños y niñas? 

Lo importante es acompañar siempre las emociones intensas de nuestros hijos e hijas. A


continuación menciono algunas pautas que les pueden ayudar:

1. Conocer a nuestro/a hijo/a: Busque comprender el desarrollo madurativo de su hijo/a y


sus necesidades. Tenga expectativas realistas y acordes a las posibilidades del niño/niña.
Si son elevadas y/o inadecuadas pueden dificultar el acompañamiento de su hijo durante
la crianza.  

2. Empatizar: Intente ponerse en su lugar, entender su punto de vista, aunque no lo com-


parta. Los motivos de los pequeños son tan importantes como los nuestros desde su ópti-
ca. Además, ellos no tiene aún la capacidad de autorregular sus emociones, están apren-
diendo y nosotros somos sus guías.

3. Comprender la emoción que sien-


te tu hijo/a, aceptarla y describírse-
la: Todas las emociones son buenas
para el desarrollo de la persona y su
existencia tiene una finalidad especí-
fica.

25
Aprender a dominar tus emociones

4. Aceptar  y  validar las emociones


de tu hijo/a,  tanto si son agradables
como desagradables, y expresarlo con
naturalidad  favorece el desarrollo so-
cio-emocional saludable.  Para tu ni-
ño/a, sentir  que es comprendido  por
una persona querida  y  poder poner
nombre a la emoción que vive, facilita
el inicio de la regulación emocional.  

5. Enseñar formas de expresión apropiadas: muéstrele formas de comunicación adecua-


das y socialmente aceptadas. Enséñele a comunicarse de forma asertiva, respetando su pun-
to de vista y sus derechos sin faltar los de los demás.

6. Poner límites a su conducta: Si bien es válido sentir cualquier emoción, no lo es cual-


quier conducta derivada. Poner límites, desde la calma y el respeto mutuo, ayuda a desarro-
llar capacidades relevantes en la vida como el respeto, la responsabilidad, la cooperación,
la escucha y otras habilidades sociales. Ayúdele a comprender que las conductas violentas o
irrespetuosas no son conductas apropiadas y le alejan del bienestar social y emocional.

7. Ofrecer alternativas a su conducta: Guíele para adoptar acciones que le aporten bien-


estar emocional para él mismo y los demás. En niños y niñas pequeños es aconsejable  dar-
les  alternativas  apropiadas  a su  conducta,  mientras que en niños mayores a 4 años  de
edad- es mejor optar por preguntas abiertas del tipo  ¿Cómo crees que lo podríamos arre-
glar? ¿Qué te parece que podrías hacer ahora?  Este tipo de preguntas impulsan el razona-
miento, cuidan la autoestima y la autonomía emocional.  

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Aprender a dominar tus emociones

8. Recordarle que le quiere y mostrar afecto siempre: Es importante que el niño/a tenga


claro que  el cariño hacia él  y  su  pertenencia  a  la familia  es independiente  de  la emoción
que sienta él o el adulto de la familia.  

9. Dedicar tiempo de calidad a su relación: Jugar con los niños con atención plena, dándo-


les protagonismo, escuchándoles y dejándoles expresarse libremente, sin juzgarlos, promue-
ve una relación óptima que le brindará más oportunidades para acompañarlos en su gestión
emocional.

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Aprender a dominar tus emociones

¿CÓMO PODEMOS CONTRIBUIR DESDE


NUESTRO LUGAR DE MADRE Y PADRE?

En primer lugar permaneciendo receptivos a sus demostraciones e invitándoles a exteriorizar


sus emociones (así sean positivas o negativas) de la forma más natural posible.

Seremos modelos para ellos y ellas si nosotros también expresamos nuestro cariño:

• Amándolos de manera incondicional.


• Corrigiendo su comportamiento sin descalificar cuando ha hecho algo que está mal.
• Proporcionando abrazos, caricias, miradas de confianza y seguridad.
• Permaneciendo a su lado mientras crecen tanto en los logros como en las frustraciones.

Es importante acostumbrarse a hablar de emociones en la familia:

• Expresar lo que sentimos con naturalidad en el contexto familiar.


• Enseñar a identificar las emociones y ponerles nombre: Cualquier situación es una opor-
tunidad nueva para enseñar a nombrar emociones. De esta manera, a la hora de expresar
emociones, el vocabulario de los niños y niñas, se enriquecerá.
• Evitar los juicios acerca de las emociones del otro, aceptarlas con respeto y ayudar a que
puedan ponerlas en palabras para gestionarlas.
• Escuchar sus preguntas y dudas emocionales con afectividad y cierto grado de empatía.
• Observar ante qué emociones se sienten más incómodos.
• Animarles a hablar y a expresar sus sentimientos.
• Aportarles seguridad y confianza.
• Mostrarles alternativas para canalizar la rabia, la agresividad y el miedo.
• Conversar sobre las emociones que experimentan otras personas.

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Aprender a dominar tus emociones

5 EJERCICIOS PARA CONTROLAR LAS EMOCIONES


DE MANERA EFICAZ (MADRES Y PADRES).

1. Practica la atención plena.

También conocido como Mindfulness. Hace referencia a detenerse, no actuar, respirar y obser-
var. A mantener la atención focalizada en el momento presente.

La atención plena es un ejercicio que se puede realizar todos los días. Durante 5 minutos
como mínimo, se puede hacer sentado o acostado para concentrarse en la respiración. No se
trata de dejar la mente en blanco. Se trata de sentir, observar las emociones y no juzgarlas.

Si esto se lleva a cabo durante una discusión y se piensa antes de reaccionar, se descubrirá que
ese enfrentamiento se transformará en un intercambio de puntos de vista saludables.

2. Lleva un diario de emociones.

Escribir es un diario emocional es muy terapéutico y ayuda a ver desde otra perspectiva las
emociones y a reflexionar sobre ellas. Con el tiempo, se podrá observar qué emociones se
repiten, y sabremos cómo actuar, tomar consciencia de lo que nos resulta y lo que no para
gestionar mejor nuestras emociones y producir cambios positivos en las interacciones con los
otros y con nosotros mismos. Llevar un diario emocional nos ayuda a ver nuestros progresos.

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Aprender a dominar tus emociones

3. Cambia el foco de tus pensamientos.

Para detener los pensamientos que irrumpen y nos sacan de nuestra estabilidad, rumiando
en torno a ese enfado y alimentándolo, es importante tener una palabra clave cuya mención
detenga esos pensamientos. Pueden ser: “basta”, “detente”, “stop” u otra que pueda ayudar.

Después, se puede anotar el pensamiento negativo, por ejemplo enfado, y escribir al lado el
equivalente en positivo. En éste, cambiar el pensamiento por otro de alegría o felicidad. Aun-
que en principio parezca que esto no funcione, una ligera sensación de calma va a inundar y a
disminuir la ansiedad.

Luego, cuando estemos más calmados podremos pensar con claridad mejores soluciones al
hecho que causó esa reacción emocional inicial. En el momento de mayor tempestad, no es
adecuado actuar.

Los ejercicios que menciono   pueden


ayudar a calmar para gestionar esas
emociones que nos sobrepasan. No se
trata de eliminarlas, sino de generar una
situación de calma y  equilibrio emo-
cional para afrontarlas de una manera
saludable. Huir, reprimir o ignorar una
emoción NO es la solución. Si bien éstas
pueden volver, estos ejercicios colabo-
ran y son efectivos para que las perso-
nas se conozcan mucho mejor y saber
qué emociones son las que merecen
una atención mayor.

30
“Seremos modelos para
ellos y ellas si nosotros
también expresamos
nuestro cariño”.
Aprender a dominar tus emociones

SUGERENCIAS DE JUEGOS Y ACTIVIDADES


PARA TRABAJAR CON LOS NIÑOS Y NIÑAS
LAS EMOCIONES.

Como mamás y papás sabemos la importancia de educar y trabajar las emociones desde
la primera infancia, pero quizás no tenemos muy claro por dónde empezar ni cómo ayudar
realmente a los niños a entender y saber gestionar mejor sus emociones y su mundo interior.

La mejor manera de trabajar con las emociones es mediante actividades divertidas y sencillas
que les ayuden a desarrollar las habilidades sociales y las competencias emocionales prin-
cipales. Lo más importante comprender que todas las emociones son parte de la vida, que
habrá días que se encontrarán más tristes y otros más alegres, pero que todas son necesarias
y deben de saber identificarlas y gestionarlas.

1. Rincón de la calma.

El rincón de la calma es un espacio físico para que los niños/niñas recurran allí cuando están
desbordados emocionalmente. En él pueden calmarse con más facilidad o resolver algún
conflicto de forma tranquila. Se trata de expresar de forma respetuosa nuestros sentimien-
tos, necesidades y/o deseos, siempre recordando las normas, no gritar, no insultar... 

Es necesario en un comienzo que les acompañemos para que vayan apropiándose de este
recurso y logren progresivamente identificar sus emociones y las sensaciones corporales
asociadas. A la vez, que experimenten cómo pueden influir en sus emociones para superar
la situación y lograr una mejor regulación emocional. Así irán recuperando la calma y el equi-
librio interior.

32
Aprender a dominar tus emociones

De forma progresiva pueden pensar


antes de actuar. Y darse cuenta que
una vez tranquilizado es más fácil hallar
soluciones acertadas para resolver sus
problemas o conflictos.

Enséñales también  cómo se hacen las


respiraciones  para poder calmarse. Un
ejercicio fácil es  proponerles  que se
acuesten boca arriba y ponerles un juguete en la barriga. Luego guiarles para que inspiren
profundamente por la nariz y expiren por la boca notando como el juguete sube y baja en
cada respiración. Hay un cuento muy lindo que se puede usar se llama Respira de Ines Castel
Branco, enseña a respirar y posturas de yoga que tranquilizan a los niños.

Elementos del Rincón de la calma:

Es importante que les brindemos variedad de elementos para que en cada momento deci-
dan que les puede resultar mejor para canalizar sus emociones. También es recomendable
armarlo junto con los niños o niñas para que ellos participen en la elección de lo que les
gustaría tener en ese rincón que será de uso personal.

✔ Almohadones o alfombra
✔ Una mesita
✔ Una caja con hojas y lápices o crayones para dibujar y pintar
✔ Peluches preferidos

33
Aprender a dominar tus emociones

✔ Cuentos que les guste


✔ Decorar con dibujos de los niños y niñas.
✔ Mandalas para pintar
✔ Masa o plastilina.
✔ Instrumento musical. (Ej. Un tambor es un elemento de descarga o puede ser otro que de
sonido tranquilo para la calma)
✔ Puede agregarse un reloj de arena o bola de nieve (el observar estos objetos deteni-
damente mientras realiza respiraciones profundas, les tranquiliza y ayuda a recuperar la
calma

Recuerda, nunca les juzgues, ni intentes reprimir sus emociones, porque deben fluir, son muy
útiles y de todas podemos aprender algo.

2. Crear un Diccionario de Emociones propio:

Esta actividad puede realizarla a cualquier edad (a partir de unos 2 años) y se puede adaptar
a la edad de nuestros peques. Consiste en seleccionar varias fotografías con personas, niños
(pueden ser propias) personajes expresando una emoción… y los niños deben identificar la
emoción y clasificar las imágenes.

Las fotografías las pueden buscar juntos en internet e imprimirlas. También en revistas o
periódicos. 

34
Aprender a dominar tus emociones

Para los más pequeños puedes empezar con dos o tres de emociones básicas (alegría, tris-
teza, enfado, miedo, amor o asco) e ir ampliando progresivamente a otras emociones más
complejas. Es un material que el niño o niña puede consultar las veces que lo desea.

Pueden pegar juntos las fotografías en un cuaderno o libreta y escribir bien grande el nom-
bre de la emoción que representan.  Es importante hablarles de las emociones que están
trabajando en concreto, cómo se manifiesta físicamente en nuestro cuerpo, qué cosas nos
producen dicha emoción, qué pensamientos nos provoca, qué podemos hacer al sentirla... 

3. Leer cuentos de Emociones:

Los libros pueden ayudarnos mucho en la educación emocional de los niños.  Ayudan a tener
mayor vocabulario emocional, a reconocer e identificar emociones, a comprender nuestras
experiencias vitales, a empatizar con los demás, a poner palabras a lo que nos sucede (eso
nos ayuda a sobrellevarlo mejor), nos muestran modelos y estrategias para resolver conflictos,
nos reconfortan, fomentan el diálogo,...
etc. Es importante seleccionar bien los
cuentos y realizar preguntas de curio-
sidad sobre las emociones que apare-
cen en el mismo. Por ejemplo:  “¿qué
crees que siente el personaje?”, “¿por
qué, qué te hace pensar que está tris-
te?”, “¿y si estuviera contento, cómo
lo sabrías?”, “¿cómo crees que podría

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Aprender a dominar tus emociones

actuar?”, “¿qué harías tú en su lugar?”, “¿qué otras cosas podría hacer?”, “¿cómo podría
calmar su rabia o enfado?”. Saquemos provecho a la lectura para reflexionar con nuestros
hijos e hijas en qué momentos han experimentado esas emociones y qué hicieron o podrían
haber hecho para sentirse de otra manera.

4. Dibujamos Emociones para conocerlas y para aprender a regularlas:

Esta es una actividad sencilla, sin embargo, es muy útil, y les parece divertida. Para conocer
las emociones: Ponemos un espejo delante del niño y le ayudamos a representar las expre-
siones de cada emoción, luego las puede dibujar en un papel y escribir o describir cuándo
se ha sentido así.

Para regularlas: Proponemos que dibuje lo que siente el niño/a. Esto les ayuda a reconectar
con la calma. Le permite hacer un stop, cambiar de actividad y descargar la emoción de una
forma sana y saludable.

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Aprender a dominar tus emociones

5. Juego de Mímica de Emociones: 

Se preparan varias tarjetas y se escribe en ellas diferentes emociones. Luego, el niño elige
una tarjeta y debe representar la emoción mímicamente. El resto debe adivinarla. Quien la
acierte es el siguiente en participar. Si somos muchos en la familia, podemos hacer grupos. 

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Aprender a dominar tus emociones

PALABRAS FINALES.

Recuerda, a todas estas propuestas presentadas, tenemos que añadir nuestra interacción
respetuosa y amorosa con nuestros hijos e hijas. Somos su ejemplo, el espejo en el que se
miran. Por eso es importante empezar por uno mismo y trabajar nuestras emociones y ha-
bilidades (sociales, personales y emocionales), para luego poder ayudar a nuestros niños y
niñas a trabajar las suyas.

“ Educar la mente sin


educar el corazón, no es
educación.

Aristóteles

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Aprender a dominar tus emociones

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

• Ekman, Paul. El rostro de las emociones. Que nos revelan las expresiones faciales.

• Bisquerra, Rafael. Educación Emocional y bienestar.

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