Está en la página 1de 4

CARTA A UN AMOR EN VANO

Sé que jamás podré tenerte. No supe valorar lo que eras. Ahora, mientras
todo el aliento que me quedaba escapa de mi cuerpo en un suspiro, ahora es
que lo veo. Mi corazón late tan fuerte que siento en mi pecho la presión de
un bombeo incesante de amor. Es como lava ardiente que abrasa mi cuerpo
y fluye por mis venas, acaba su gran recorrido en mis ojos y en la oscuridad
de la noche brota como cálidas lágrimas. Siento que mi alma ya no da para
más, paso las noches en vela suspirando por este amor. La melancolía que
me envuelve me llena de dolor. Daría hasta mi vida y lo poco que tengo para
volverte a ver, por tenerte en mis brazos una vez más, así sea un instante,
para tener la dicha de decirte todo lo que en mí despiertas.

El saber que nunca más veré tus ojos, tu sonrisa, tu mirada. El hecho de no
tenerte, hace que emanen recuerdos de momentos contigo que se perderán
en el tiempo como las cenizas de este amor en el mar, como una pequeña
partícula en medio de la vasta extensión del universo. Pero a pesar de lo que
rodee a este sentimiento, él siempre permanecerá. En esta forma te digo que
mi amor acabará en el fin de los días, cuando ya la nada exista. Aunque lo
más probable es que dure mucho más, que supere todas las barreras. Lo
que llevo dentro es algo divino, ya no se si esto es amor celestial o
apasionado, pues contigo he perdido la noción del límite, el tiempo y el
espacio.

Voy a bordo de un barco sin rumbo, un navío perdido en la deriva de la


soledad. Creo que llegué al vacío, al fin del mundo. Yo sigo aquí sentada
abrazando al timón y al deseo de que estés junto a mí dirigiendo esta
embarcación hacia la luz, puesto que solamente percibo una oscuridad total.
Sigue esa presión en mi pecho; anoche miré por la ventana, estaba lloviendo
y me pareció ver un ángel, luego, tu mirada; en un momento pensé eras tú.
Tuve el instinto de abrazarte y besarte pero… no era más que un vago reflejo
de lo que hay en mi corazón. Tu reflejo me mata, me hiere, me castiga.

Ya en mí no hay aire; dejaste un vacío en lo más hondo de mi ser. Quiero


descansar de nuevo en tu regazo, escuchar tu voz, disfrutar tu dulzura y
embriagarme con ella. Te lloro en todo momento. No puedo concentrarme
pensándote, todo me recuerda a ti: el canto del ruiseñor, el viento, las rosas
en mi jardín, el mar…

Amor, dulce sentimiento, me encadenas a un hombre tan lejano. Odio


amarte, odio odiar amarte. Amor, ¿bendición o maldición? Sin medida es la
medida del amor, sin medida te amo, sin medida te venero. Estoy en un
estado orate, en el éxtasis de la demencia por amor divino. Santificas mi
alma, le das sentido a mi vida. Conviértete, por favor, en mi aliento. Déjame
suspirar tu mirada, abrazar tus caricias y besar tus palabras para no llorar tus
besos. Amarte y no tenerte es la muerte; la muerte es la nada vivida, ahí
estoy viviendo. ¡Cuán cruel injusticia por parte del destino! No se si sigo viva;
así es el dolor, así es la amargura…

Eres la combinación perfecta. Eres el punto exacto de esta mezcla que es mi


vida. ¿Por qué me abandonaste? Ahora que más te quiero, no te tengo y me
estoy muriendo. Tengo ganas de gritarle al mundo entero que te amo.
¡Clemencia te pido, Señor! Quiero arrancar de golpe este amor, no me dejes
caer al abismo, no dejes que el desamor acabe con mi alma. Regresa. Llora
todo porque no estás. No queda fuerza para continuar respirando. El amor es
el motor que mueve al mundo, tú eres mi motor. Eres más que tú, eres el
amor, la razón por la que late mi corazón. No puedo creer lo cerca que
estuve de ti, y ahora lo que me resta es aferrarme a tu recuerdo. Te ignoré
cuando la vida te ponía a mis pies, cuando me decías que yo lo era todo para
ti. Ahora estoy yo postrada ante ti pidiendo que retornes, que me vuelvas a
abrazar, que seas mucho más que mi mejor amigo.

Juro en este preciso momento amarte por siempre, lo eres todo para mí. Si
aún me encuentro en este planeta es porque todavía tengo días, meses o
quizás años para llorar tu recuerdo. Juro también sobre tu tumba que jamás
amé a alguien como te amo a ti. Juro que nunca antes había sentido algo tan
magnífico dentro de esa fría piedra que era mi corazón. Te marchaste para
no volver, y ahora, que entiendo cuánto te amo y que se cuánto me amaste,
no puedo estar junto a ti. Me duele, pero debo dejarte partir y descansar en
paz tu alma. Espero que las cenizas de esta carta que se quema, asciendan
tanto que allá en el Cielo escuches cuanto te amo y cuánto te extraño.

Perdóname, una y mil veces te pido perdón.

Adiós, amor….

Ana Cielo López


CONCUSO DE CUENTOS

CARTA A UN AMOR EN VANO

Nombre
CLAIRE STEPHANIE COLINA BERDUGO

Seudónimo
ANA CIELO LÓPEZ

Correo electrónico
claire_mania@hotmail.com

Tels: 315 6671 962


312 6183 780
6673604

Dirección:
LOS CORALES MZ L LOTE 14 – 21

Fecha y Lugar de Nacimiento:


11 de FEB de 1992 (BARRANQUILLA, ATLÁNTICO)

COLEGIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA

CARTAGENA DE INDIAS D. T. y C.

También podría gustarte