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CONJUNTO DE PRINCIPIOS PARA LA PROTECCIÓN DE TODAS LAS PERSONAS SOMETIDAS A CUALQUIER FORMA

DE DETENCIÓN O PRISIÓN

Principio 1. Toda persona sometida a cualquier forma de detención o prisión será tratada humanamente y con el
respeto debida a la dignidad inherente al ser humano.
Principio 2. El arresto, la detención o la prisión sólo se llevarán a cabo en estricto cumplimiento de la ley y por
funcionarios competentes o personas autorizadas para ese fin.
Principio 3. No se restringirá o menoscabará ninguno de los derechos humanos de las personas sometidas a
cualquier forma de detención o prisión reconocidos o vigentes en un Estado en virtud de leyes, convenciones,
reglamentos o costumbres so pretexto de que el presente Conjunto de Principios no reconoce esos derechos o los
reconoce en menor grado.
Principio 4. Toda forma de detención o prisión y todas las medidas que afectan a los derechos humanos de las
personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión deberán ser ordenadas por un juez u otra autoridad,
o quedar sujetas a la fiscalización efectiva de un juez u otra autoridad.
Principio 6. Ninguna persona sometida a cualquier forma de detención o prisión será sometida a tortura o a tratos
o penas crueles, inhumanas o degradantes. No podrá invocarse circunstancia alguna como justificación de la
tortura o de otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes.

CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS


ARTÍCULO 1. Obligación de Respetar los Derechos
Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y
a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
ARTÍCULO 7. Derecho a la Libertad Personal
1 Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal.
2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por
las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas.
3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.
4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y notificada, sin demora,
del cargo o cargos formulados contra ella.
5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por
la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta
en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren
su comparecencia en el juicio.
6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de que éste
decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o la detención
fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se viera amenazada de ser privada
de su libertad tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste decida sobre la legalidad
de tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o por
otra persona.
7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial competente dictados
por incumplimientos de deberes alimentarios.
ARTÍCULO 8. Garantías Judiciales
1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o
tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de
cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden
civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca
legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes
garantías mínimas:
ARTÍCULO 11. Protección de la Honra y de la Dignidad
1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad.
2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio
o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación. 3. Toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra esas injerencias o esos ataques.
ARTÍCULO 25. Protección Judicial
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o
tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por
la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen
en ejercicio de sus funciones oficiales.

LEY GENERAL DE VÍCTIMAS


Artículo 10. Las víctimas tienen derecho a un recurso judicial adecuado y efectivo, ante las autoridades
independientes, imparciales y competentes, que les garantice el ejercicio de su derecho a conocer la verdad, a que
se realice con la debida diligencia una investigación inmediata y exhaustiva del delito o de las violaciones de
derechos humanos sufridas por ellas; a que los autores de los delitos y de las violaciones de derechos, con el
respeto al debido proceso, sean enjuiciados y sancionados; y a obtener una reparación integral por los daños
sufridos.
Las víctimas tendrán acceso a los mecanismos de justicia de los cuales disponga el Estado, incluidos los
procedimientos judiciales y administrativos. La legislación en la materia que regule su intervención en los
diferentes procedimientos deberá facilitar su participación.

CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES


Artículo 9o. Principio de inmediación
Toda audiencia se desarrollará íntegramente en presencia del Órgano jurisdiccional, así como de las partes que
deban de intervenir en la misma, con las excepciones previstas en este Código. En ningún caso, el Órgano
jurisdiccional podrá delegar en persona alguna la admisión, el desahogo o la valoración de las pruebas, ni la emisión
y explicación de la sentencia respectiva.
Artículo 12. Principio de juicio previo y debido proceso
Ninguna persona podrá ser condenada a una pena ni sometida a una medida de seguridad, sino en virtud de
resolución dictada por un Órgano jurisdiccional previamente establecido, conforme a leyes expedidas con
anterioridad al hecho, en un proceso sustanciado de manera imparcial y con apego estricto a los derechos
humanos previstos en la Constitución, los Tratados y las leyes que de ellos emanen.
Artículo 13. Principio de presunción de inocencia
Toda persona se presume inocente y será tratada como tal en todas las etapas del procedimiento, mientras no se
declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el Órgano jurisdiccional, en los términos señalados en
este Código.

LEY DE AMPARO

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