Karol Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II, nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice,

Polonia. Fue el segundo de dos hijos y creció en una familia católica devota. Desde una edad
temprana, mostró un gran interés en la religión y la actuación.

Después de completar sus estudios en la escuela secundaria, Wojtyła asistió a la Universidad

Jaguelónica en Cracovia, donde estudió filología polaca y filosofía. Durante este tiempo, también
participó en el teatro universitario y se convirtió en escritor y poeta. Sin embargo, su vida daría un
giro cuando decidió ingresar al seminario en 1942.

Después de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación nazi en Polonia, Wojtyła fue ordenado
sacerdote en 1946. Continuó sus estudios en Roma y luego regresó a Polonia, donde trabajó
pastoralmente y se convirtió en profesor de ética en la Universidad de Lublin. Durante este
período, publicó numerosos escritos teológicos y filosóficos.

En 1964, Wojtyła fue nombrado arzobispo de Cracovia y en 1967 fue elevado al rango de cardenal
por el papa Pablo VI. Como cardenal, viajó extensamente y participó en el Concilio Vaticano II,
donde desempeñó un papel importante en la redacción de la Constitución Pastoral Gaudium et
Spes.

El 16 de octubre de 1978, Karol Wojtyła fue elegido como el 264º Papa de la Iglesia Católica,
tomando el nombre de Juan Pablo II. Se convirtió en el primer papa no italiano en más de 450 años
y el primero de Europa del Este. Durante su pontificado de casi 27 años, Juan Pablo II se destacó
por su carisma, energía y compromiso con los jóvenes, los derechos humanos y la paz.

Juan Pablo II realizó innumerables viajes pastorales a más de 100 países, incluyendo visitas
históricas a Polonia, su país natal, donde desempeñó un papel significativo en el movimiento
Solidaridad y en la caída del comunismo en Europa del Este. Además, fue reconocido como un
defensor de los derechos humanos y un promotor del diálogo interreligioso.

El 2 de abril de 2005, Juan Pablo II falleció en el Vaticano después de una larga batalla contra la
enfermedad de Parkinson y otros problemas de salud. Su pontificado fue uno de los más largos y
destacados en la historia de la Iglesia Católica. Juan Pablo II fue ampliamente admirado y
respetado en todo el mundo por su liderazgo espiritual, su dedicación a la paz y la justicia, y su
impacto duradero en la Iglesia y en la sociedad. En 2014, fue canonizado como santo por el papa
Francisco.