00:00:02 DIANA Cuando llegué a Clarence House había una carta de
Camilla en mi cama. Con fecha de dos días atrás que decía: “Qué emocionante saber del compromiso. Almorcemos cuando el príncipe de Gales vaya a Australia y a Nueva Zelanda. Ya quiero ver la sortija. Con cariño, Camilla.” Eso fue sorprendente. 00:00:29 DIANA Tal vez recuerdes una foto mía con un abrigo rojo llorando cuando él partió en su avión. No fue porque se fuera, había pasado algo terrible antes de irse. Estábamos en su estudio hablando sobre su viaje. El teléfono sonó y era Camilla. Justo antes de que él se fuera por cinco semanas. Pensé: “Debería dejarlo a solas o quedarme aquí?” Decidí salir y dejarlos conversar. Y eso me rompió el corazón. 00:01:09 DIANA Así que organicé el almuerzo, comimos, y muy maliciosa, muy astutamente, de hecho, ella dijo: “No irás a cazar, verdad?” Le dije: “No.” Y dijo: “Ah, solo era curiosidad”. Pero lo que a ella le importaba era su comunicación. Yo era todavía demasiado inmadura para entender esos mensajes. Y luego alguien de la oficina de mi prometido me dijo que él había mandado a hacer un brazalete para ella. 00:01:39 DIANA Un día entré en la oficina de este hombre y dije: “Qué hay en este paquete?”. Dijo: “No debe ver eso”, y yo: “Pues, voy a hacerlo”. Así que lo abrí y ahí estaba el brazalete. Estaba devastada. Él me dijo: “Se lo dará a ella esta noche”. Y sentí una inmensa ira. Por qué no podía ser honesto conmigo? Me dejó totalmente de lado. Era como si hubiera decidido que nuestra relación no iba a funcionar. 00:02:05 DIANA Había hallado a la virgen, el cordero de sacrificio y de cierto modo estaba obsesionado conmigo. Pero era como calor y frío. Nunca sabías el ánimo que habría, subía, bajaba, subía, bajaba. Así que fui a almorzar con mis hermanas que estaban ahí y dije: “No me casaré, no puedo hacerlo. Esto es increíble” y ellas dijeron: “qué lástima, tu rostro está en los paños de cocina, ya es tarde para arrepentirte”.