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HISTORIA DE LA DANZA CON TIJERAS

La Danza de Tijeras es un baile ritual cuyo origen se


remonta a la civilización chanka, que rivalizó con los incas
en el siglo XV y se extendió por la cordillera andina central
del Perú, en las actuales regiones Huancavelica, Ayacucho
y Apurímac.
Considerada una de las expresiones artísticas de mayor
exigencia física y dueña de un aura mística singular, fue
declarada Patrimonio Cultural de la Nación, por el Instituto
Nacional de Cultura el año 1995.
El 16 de noviembre de 2010 la UNESCO lo declara
como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por
su antigüedad y valor simbólico, en este mismo año fue
inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.

Según tenemos registrado en nuestros archivos de


investigación realiza en pueblos de las provincias de
Huancavelica, Tayacaja, todos en la región Huancavelica,
los intérpretes de esta ancestral danza sostienen que
descienden de los "tusuq laykas" que eran sacerdotes,
adivinos y curanderos prehispánicos.

Durante la época colonial fueron conocidos como "supaypa


wawan" o hijos del demonio, por lo que fueron perseguidos
por la iglesia católica y las autoridades españolas de
entonces. Ello los obligó a refugiarse en las zonas
altoandinas. Con el paso del tiempo, los colonizadores
aceptaron que volvieran a danzar, pero condicionándolos a
rendir tributo a Jesús y a los santos. Así se iniciaría la
tradición de ejecutar esta danza en las fiestas patronales.

Descrita así la situación histórica, la Danza con Tijeras se


expresa como una competencia y su ejecución coincide
con fases importantes del calendario agrícola. Debe su
nombre a las dos hojas de metal pulimentado, parecidas a
las de una tijera, que los bailarines blanden en su mano
derecha.

Se ejecuta en cuadrillas y cada una de ellas –formada por


un bailarín, un arpista y un violinista– representa a una
comunidad o un pueblo determinado. Para interpretar la
danza se ponen frente a frente las cuadrillas de bailarines,
quienes al ritmo de las melodías interpretadas por los
músicos que les acompañan, tienen que entrechocar las
hojas de metal y librar un duelo coreográfico de pasos de
danza, acrobacias y movimientos cada vez más difíciles.

Ese duelo entre los bailarines, llamado “atipanakuy” en


quechua, puede durar varias horas, y los criterios para
determinar quién es el vencedor son la destreza física y las
coreografías de los ejecutantes y la calidad interpretativa
de los músicos que acompañan la danza. 

Los bailarines, que llevan atuendos bordados con franjas


doradas, lentejuelas y espejitos, tienen prohibido
ingresar a las iglesias con esta indumentaria porque sus
capacidades, según la tradición, son "fruto de un pacto con
el demonio". Esto no ha impedido que la danza de las
tijeras se haya convertido en un componente apreciado de
las festividades católicas. 

Los conocimientos físicos y espirituales implícitos en la


danza se transmiten oralmente de maestros a alumnos,
y cada cuadrilla de bailarines y músicos constituye un
motivo de orgullo para los pueblos de los que provienen.

La danza de las tijeras, danza de gala es


una danza originaria de la región chanka en el Perú, cuyo
marco musical es provisto por violín y arpa, y que
posteriormente fue difundida a las regiones
1
de Huancavelica, Ayacucho y Apurímac. En Apurímac la
danza es denominada Saqras, en Ayacucho se llama
danzaq,2 mientras que en Huancavelica al danzante de
tijeras se le denomina Gala.3
Los campesinos los llamaban «Supaypa Wasin Tusuq»: el
danzante en la casa del diablo.
Se atribuye a José María Arguedas la generalización del
término «danzante de tijeras» por las tijeras que los
danzantes llevan en la mano derecha y que las
entrechocan mientras bailan. Según los sacerdotes de la
colonia, su lado mágico obedece a un supuesto pacto con
el diablo, debido a las sorprendentes pastas o pruebas que
ejecutan en la danza. Estas pruebas se denominan
Atipanakuy. El instrumento central de la danza son las
tijeras elaboradas con dos placas independientes de metal
de aproximadamente 25cm de largo y que juntas tienen la
forma de un par de tijeras de punta roma. Actualmente las
regiones de mayor difusión de esta danza
son: Ayacucho, Huancavelica, Arequipa, Apurímac y Lima.
Los danzantes de tijeras descienden de los "tusuq laykas"
que eran sacerdotes, adivinos, brujos y curanderos
prehispánicos, quienes durante la colonia fueron
perseguidos; es durante la etapa colonial en donde
comienzan a hacerse conocidos como "supaypa wawan"
(hijo del diablo en quechua) y se refugian en las zonas más
altas. Con el paso del tiempo, los colonizadores aceptaron
que volvieran pero condicionándolos a danzar a los santos
y al Dios católico. Así, se iniciaría, supuestamente, la
tradición de ejecutar la danza de las tijeras en las fiestas
patronales. Durante la colonia la danza está influenciada
por los movimientos de la jota, contradanza y minués
españoles, además de ser influida por los trajes de luces
españoles.3 Existen evidencias documentales de que en el
año 1600 la danza de las tijeras ya era practicada
extensamente.3
Actualmente es una danza ritual y mágico-religiosa que
representa, a través de sus coreografías, a los espíritus de
la pachamama, yacumama, hanaccpacha, ucupacha y
otros wamanis.3
Actualmente los distintos pueblos y etnias del Perú se
encuentran fuertemente cristianizados (por católicos o
protestantes). Si bien es posible apreciar en la danza de las
tijeras rezagos de un ritual mágico-religioso, hoy por hoy
resultan muy escasas (por no decir inexistentes) las
manifestaciones de la danza fuera del sincretismo con las
creencias religiosas cristianas.
El escritor peruano José María Arguedas (1911-1969)
inmortalizó al danzante de tijeras en varias novelas; incluso
en el cuento La agonía de Rasu Ñiti de 1962 aparece como
el protagonista principal.27

Danzaq.
El «danzaq» es el danzante de tijeras. En las tradiciones
orales de la zona chanca se considera al «danzaq» como
un ser mítico diabólico por recitar "taytachay juanikillo" que
significa diablo, padre mío.8 El danzaq lleva en sus manos,
durante la danza, dos tijeras llamadas "hembra" y "macho",
que vienen de tiempos en que los danzantes eran
explotados en la actividad minera por los colonizadores
españoles.3 Sobre estas tijeras, en la región ayacuchana
existen leyendas que dicen que las tijeras del danzante
fueron hechas por los auquis y su sonido proviene de la
laguna Yauruviri.8 La enseñanza del danzaq se transmite
de generación en generación, y por lo general se inicia
durante la infancia, equiparando la vocación del danzaq
con la vocación de un sacerdote.3
Características
La danza de tijeras puede ser de distintos tipos, por
ejemplo, la danza mayor o de competencia, la danza menor
o «Qolla alva» que se baila por las noches; y zapateos,
ejecutados en las festividades navideñas.9 En la danza de
competencia, dos bailarines (también llamados «danzaq»)
danzan por turnos retándose el uno al otro a superar el
riesgo de los pasos que realizan. A esta competencia se
conoce como «atipanakuy», «hapinakuy», «tupanakuy»,
entre otros.1

Competencia entre una pareja de danzaq.


En la sierra, se baila desde abril hasta diciembre, en todas
las fiestas agrícolas y religiosas importantes. Cada melodía
corresponde a unos pasos : Pasacalle, para marchar en las
calles; Wallpa wajay, cuando son las tres de la mañana y
canta el gallo. Durante el día, se toca en tono mayor, por la
noche, en tono menor. El primer día (Anticipo), llegan al
pueblo los músicos y danzantes. A las 12 de la noche, en
secreto, hacen el pago en la plaza, la ofrenda al Huamani.
El segundo día (Víspera), desfilan por las calles y bailan en
contrapunto desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la
noche. El tercer día (Día Central), se hacen las pruebas:
hacen números de magia, se traspasan con agujas y
espinas, suben a las torres de la iglesia (torre baja) donde
realizan demostraciones de equilibrio y acrobacia. El cuarto
día (Cabildo), bailan otra vez hasta las 8 de la noche y el
quinto día (Despacho), regresan a su lugar de origen.
Secuencia de la danza[editar]
La danza de las tijeras sigue una secuencia, según la cual
varía la música y se incrementa progresivamente el riesgo
de los pasos de baile.1

1. «Marcha»: Donde el danzante camina de puntas


saludando a su público y al Patrón de la fiesta .
2. «Ensayo»: Empieza el contrapunteo
3. «Pukllas»: la sonada de las tijeras
4. «Tuku Menor » o «Contra Danza»: En esta etapa se
ejecutan pasos de baile sobre la punta de los pies
pero no es de forma secuencial.1 el último suspiro
5. «Tuku Mayor»: donde se realiza algo de acrobacia
(saltos, ejercicios de fuerza, etc.)
6. «Wañuy Unccuy»: se quitan el sombrero
7. «Golpes»: el danzante demuestra su técnica y su
agilidad
8. «agua è nieve»: el danzante reta a su contrincante
9. «secuencia de choladas»: los danzantes
demuestran sus mejores pasos hasta que uno de los
dos se rinda
10. «Prueba de valor»: los danzantes realizan actos
violentos con sus cuerpos
11. «Prueba de sangre»: los danzantes realizan
actos sangrientos con sus cuerpos

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