Relaciones Textuales. Intertextualidad

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‘estuaiaco las relaciones palabra que le sive de ase '2 Genette para crear tas enominaciones de las otras ‘elaciones entre los textos, La literatura como una red de textos interconectados Mijail Bajtin sostiene que los textos dialogan entre si, que una ‘obra literaria responde a textos anteriores, ya sea porque los cuestio- ‘pa © porque replantea aspectos que fueron tratados antes, y, ala vez deja esbozadas preguntas que futuros textos trataran de responder. Asi, William Shakespeare (1564-1616) presenta, en su Tragedia de Ro- ‘meo y Julieta, el tema de los amores imposibles;y,siglos después, Fe- derico Garcia Lorea (1898-1936) escribir Bodas de sangre que, en esen- ia, desarrolla una situacién similar. Esta relacién que se tee de un texto a otro ha sido estudiada por ‘muchos te6ricos de la literatura. El narratélogo francés Gérard Ge- nette (1930) propone denominarla transtextualidad y la define como los fenémenos mediante los cuales los textos se vinculan unos con otros. Para Genette, la transtextualidad presenta cinco clases dife- rentes de relaciones: intertextualidad, paratextualidad, metatextua- lidad, architextualidad e hipertextualidad, La intertextualidad Se trata de la presencia de un texto en otro. Por ejemplo, un au- tor en su obra cita fielmente lo que otro, antes, ha dicho. Esta practi- ca es usual y reconocible con facilidad, porque la palabra del citan- te y del citado llevan marcas que, en forma visible, las diferencian, como las comillas mediante las que se encierra el discurso citado. Menos evidente resulta la alusién en la que un autor insinia un texto anterior. La pelicula Matrix es un ejemplo de alusién. En ella, se narra la historia de un mundo en el que aquello que los perso- najes perciben como la realidad no es mas que un suefo. Todo su argumento es una sugerencia de lo que se conoce como el mito de Ia caverna, del filésofo griego Platén (427 a. C-347 a. C), en el que se explica que los hombres, mediante los sentidos, no conocen mas que “sombras” de la realidad, y solo se puede acceder al conocimien- to real por medio de la raz6n. El reconocimiento de las alusiones depende de las competencias culturales de los lectores y siempre aporta una interpretacién mucho mas rica de la lectura La paratextualidad Se trata de la relacién que el texto mantiene con lo que se denomi- na paratexto: prefacios, dedicatorias, agradecimientos, epilogos, epi- grafes, tapas, contratapas, indices, ete. Algunos de estos paratextos corren por cuenta del autor, y otros, del editor; pero, en todos los ca- S08, sirven como anticipadores de la lectura y como disparadores de los conocimientos previos, que siempre facilitan la comprensién. metatextualidad Es una relacién de tipo critica en la que un analista, un periodista ‘ializado o cualquier comentarista interpreta y estudia una de- inada obra literaria. Por ejemplo, en su Poética, Aristételes ex- las caracteristicas y las funciones de la tragedia griega, a la par analiza, como modelo, la obra Edipo rey, de Séfacles (496 a. C- a. C). Es decir, establece con la obra de teatro una relacién de textualidad en tanto la comenta. architextualidad Se trata de una relacién entre el texto y el género al que pertene- Por lo comiin es muda, es decir, no esta explicitada; pero, al ele- Jun género u otro, el texto se coloca en una cadena de obras que n caracteristicas similares. Por ejemplo, cuando Shakespeare Otelo, Macbeth o cualquiera de sus grandes tragedias, adopta caracteristicas del género y se coloca en el mismo universo que grandes trigicos griegos, los latinos, el teatro medieval: pero, sienta las bases para los trégicos que lo sucedern, A veces, esta relacién es explicita en un titulo (Poema de Mio © en un subtitulo (Boguitas pintadas. Folleti). hipertextualidad Se llama hipertextualidad a toda relacién que une dos textos: uno rior, que se denomina hipotexto, y uno posterior o derivado de al que se conoce como hipertexto; de manera tal que este tltimo podria existir sin el primero. El hipertexto se apropin del hipo- y lo modifica; hace de él una mueva obra. No es una alusion, en el caso de la intertextualidad, sino una verdadera trans- ‘formacién. Un claro ejemplo de hipertextualidad es el poema épi- ‘co escrito por Virgilio (70 a. C-19 a. C), la Eneida, en el que el poeta Jatino narra las peripecias de Eneas, héroe troyano fundador de la ssiudad en la que nacerian Romulo y Remo, los fundadores de Roma. Lo que narra Virgilio es de su pura creacion, no alude ni cita a Homero (siglo vita. C) y sus dos poemas, la liada y la Odisea: pero su obra no podria ser, de no existir ambos hipotextos. La prime a parte del poema latino relata el deambular del héroe por el mar Mediterrineo, en busca del sitio donde establecer la ciudad que do- ‘minaria el mundo. Ese derrotero tiene como antecedente un genero de origen griego —la epopeya— y un texto especifico, la Odisea, que cuenta el peregrinar de Odiseo por el mismo mar. La segunda parte de la Eneida relata los enfrentamientos bélicos de Eneas, una ve? lle~ ado al Lacio, y su posterior conquista del territorio. Este fragmento tiene, en cambio, como hipotexto la Iliada, que narra cincuenta y un dias de la guerra de Troya. Otros autores distinguen dos tipos. mas de transtextualidad. La Intra: textualidad, que es a relacién de lun texto con otros escritos del mis: ‘mo autor. Por ejemplo, “Historia de Rosendo Judrez’, de Jorge Luis Bor- ‘285, se relaciona con su cuento an- terior itulado “Hombre de la esqui- na rosada”. La Interdiscursividad es la relacién de un texto literario con un pro-

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