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Tragicomedia

Otro día más en la tediosa y aburrida vida del anciano rey Juan , pensó que sería buena idea así
que llamo a sus esclavos y súbditos y les dijo:
- “ Honestamente estoy hasta al gorro de reinarlos , solo quiero rascarme la panza”.
Rey Juan : “tráiganme a los tres morros más ponchados del barrio, ya es mi problema
elegir quien será ”.

Mayordomo: “¡Claro que si mi Juan en cualquier momento le traigo a mis mejores


hombres!”.

Acto 2

Mayordomo: “¡Listo mi Juanito! Aquí le vengo manejando estos tres hombresotes.


Primeramente le traigo este señor llamado Trim”.

Trim: “¡Que onda mi Rey Juancho!, ¿Usted ha escuchado sobre mi?”.

Rey Juan: “Ni te topó bro”.

Trim: “Era una noche oscura y fría, más de la mitad de mi tripulación había estirado la
pata debido a las grandes tempestades, la verdad poco me importaba porque solo quería
llevar la mercancía, pero , pues las apariencias vea’”.

Rey Juan: “Como yo de joven mano”.

Trim: “Así que me subí los pantalones y pos agarro la embarcación con una mano y con la
otra nado, la neta creo que me quede sin brazo pero pues que veo que usted se rasca la
panza nomas y yo digo que si jalo para rey”.

Rey Juan: “Pues mira déjame pensarlo mi chavo, ya luego te aviso”.

Rey Juan: susurrando “Al chile Trim no la arma, aparte de cojo está feo, terminando esto
dénselo al ganado porfas”.

Mayordomo: “De acuerdo mi patrón”.

Aparece Trom

Trom: tosiendo “Hola mi rey, está ante usted el futuro sucesor de su trono, lo que yo hice
está más pasado de lanza que lo que hizo este inútil”.

Rey Juan: “A ver pasa chisme”.

Trom: “Pues. Iré que casualidad de la vida que yo estaba en esa misma tormenta aquel día,
el viento estaba pasado de galleta y no me dejaron disfrutar mi chela a gusto, que porque
los pasajeros se estaban muriendo y que no se que, puras tonteras la verdad”.

Rey Juan: “Claro si la chela es sagrada”.


Trom: “Usted es de los míos mi juancho. Pues que salgo a ver qué onda, veo que ya nos
andábamos hundiendo, no había calentado todavía, pero pues que le vamos a hacer. Que
me bajo a nadar, cargo todita la embarcación y que me pongo a nadar hasta llegar a la
orilla”.

Rey Juan: “¿Neta?”.

Trom: “De veritas mi Juancho, uno que otro piquete de medusa, unos cuantos calambres,
pero aquí ando relax”.

Rey Juan: susurrando “Pues mire, este me convenció más, pero como que tiene algo que no checa,
sabes”.

Mayordomo: “Pues vemos que hace el otro y ya ahí checamos, ¿no?”.

Rey Juan: “Ah, Simón, tráete al último”.

Aparece Trum y su caballo tiro al blanco

Trum: “Qué onda Juancho, mire, vamos a sincerarnos, sé que no le caigo bien pero pues, trabajo
es trabajo si o no”.

Rey Juan: “Si, la neta te detesto, pero date, ¿Qué has hecho, inútil?”.

Trum: “A comparación de trim y Trom, yo si hice algo así bien top como diría la chaviza”.

Rey Juan: “Ajá… ¿qué cosa?”.

Trum: “Casualidades de la vida que me encontraba comandando una flota de 52 barcos cuando
una poderosa tormenta intentó arrasar con nosotros”.

Rey Juan: “Hala mecha”.

Trum: “Así es, y eso no es todo. Llamé a mi poderoso caballo, tiro al blanco, le ate con una soga a
la orilla de la costa y cabalgué”.

Rey Juan: “¿Y para qué ataste a tu caballo a la costa?”

Trum: “Porque mi poderoso caballo puede cabalgar entre el mar y la tierra, entonces, lleve toda
una isla hacía mi flota, para salvarla”.

Rey Juan: “Wow, o sea, ¿cómo? Salvaste a tu flota llevando la isla hacia ellos?”.

Trum: “Es correcto, Jaja”.

Rey Juan: “A ti no te hablaba, inútil. Le hablo a tu poderoso caballo, tiro al blanco”.

Caballo: Relincha
Trum: “Pero…”.

Rey Juan: “Señoras y señores, tenemos un nuevo rey, les presento, ¡A tiro al blanco!”

Suenan ovaciones del público

Fin

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