Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Eclipse de La Familia
El Eclipse de La Familia
Nuestro mundo cambia, las sociedades cambian, las formas de pensar, de vivir
también y como consecuencia de estas transformaciónes cada ves hau menos
mujeres, ancianos y criados dentro del hogar quienes antes eran los miembros de
la familia que convivían más con los pequeños de la casa. Actualmente el fanatismo
por lo juvenil nos ha orillado a querer mantenernos jóvenes y negar que cada vez
nos hacemos más viejos, este crecimiento o madurez no solo se ve reflejado
físicamente, sino, mentalmente también. Las causas de este pensamiento: a los
viejos ya no se les desea, ni erótica ni laboralmente. De ahí la necesidad de
quererse mantener joven.
La consecuencia de esto: alguien debe de tomar el papel de ser “adulto” pero el
papá se rehúsa a hacerlo cuando pretende ser cool, o el mejor amigo de sus hijos,
la mamá se rehúsa a hacerlo cuando se preocupa por no verse tan grande y parecer
la hermana mayor de su hija. Cuanto más informal sea la familia, mayor será el
trabajo que deberá realizar el Estado. Esto se traduce más como una crisis de
autoridad en las familias. El padre de familia no es capaz de poner limites a sus hijos
y es por ello que recurre al estado a que limite a los hijos por medio de ciertas
acciones o medidas.
La ética y la religión no son lo mismo, pero comparten algunas semejanzas, las dos
buscan vivir más y mejor, es decir, educar a la sociedad bajo el ejemplo, o algunas
ejemplificaciones que los conduzcan a ser mejores, sin olvidar valores arraigados.
La ética se distingue de la religión porque la ética se basa en la razón, la experiencia
y la religión en la revelación.
Hace unos años, hablar de sexo era la cosa más imprudente y perversa que podía
ser enseñada a los niños. Actualmente es importante hablarlo, pues cada vez hay
más información y los jóvenes tienden a practicarlo de manera precipitada teniendo
información sobre la satisfacción y el placer que puede llegar a causar, pero
teniendo una desinformación sobre las enfermedades que pueden contraer.
La violencia debe ser vista como una componente de la condición humana que
ciertamente debe ser mitigada racionalmente por nuestros impulsos de
cooperación, concordia y ordenamiento pacifico. Se nos ha enseñado a temer a la
violencia y a valorar las instituciones que hacen desistir de ella.
Se dice que si se redujera el tiempo que los niños pasan viendo la televisión, se
evitarían cierto número de asesinatos y violaciones por año. Sin embargo, en
nuestra vida cotidiana existe la violencia y la tenemos normalizada como la religión
que venera un instrumento de tortura como la cruz y glorifica la sangre de los
mártires. Por ello, hay que explicar que la violencia siempre es respondida antes o
después por violencia y que es esta cadena lo que nos impulsa a tratar de evitarla.