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LA MUJER QUE LUCHA DEJA DE SER SEXY,

NO ES DOMINABLE

Vanessa Estephania Castro Aux


Javier Esteban López Riascos
John Camilo Moreno Vallejo
Jesús Sebastián Córdoba

Universidad Mariana

Facultad de humanidades y ciencias sociales

Programa de derecho
Pasto- Nariño
2020
LA MUJER QUE LUCHA DEJA DE SER SEXY,
NO ES DOMINABLE

Vanessa Estephania Castro Aux


Javier Esteban López Riascos
John Camilo Moreno Vallejo
Jesús Sebastián Córdoba

Docente: Erika Mosquera

Asignatura: Enfoque diferencial

Universidad Mariana

Facultad de humanidades y ciencias sociales

Programa de derecho

Pasto-Nariño

2020
A medida del tiempo la imagen de la mujer en el mundo ha ido creciendo, se puede decir que desde
el siglo XIX se han venido realizando manifestaciones y diversas organizaciones para la defensa
de la igualdad en derechos del género femenino creando así una postura de liderazgo y lucha frente
a la sociedad de hoy en dia, en algunos casos estás han sido vistas con estereotipos como aquellas
que dejan de tener su esencia delicada para pasar a un plano de rasgos masculinos, así mismo se
puede tomar el tema del machismo donde la mujer ha sido establecida como aquel ser inferior, sin
las mismas garantías y capacidades de un hombre para el momento del trabajo, asuntos de
participación y toma de decisiones y en la mayoría de ocasiones estas acciones de poder han
ocasionado llegar al extremo es decir un asesinato, la mujer lastimosamente sigue siendo vista de
esta manera y está expuesta día tras día a actos que vulneran sus derechos como mujer. Es tanta la
dimensión de estas formas de dominación que transmiten distintas ideologías que hasta los hombres
se han visto afectados y les han hecho creer que hay un prototipo de hombre perfecto para ejercer
un dominio sobre la población masculina.
En ciertas situaciones la mujer que defiende sus derechos es determinada indomable y por
consecuencia ha dejado de ser un objeto, siendo esto un gran avance para el feminismo, pero no
todo resulta ser bueno, pues algunas mujeres han permitido ser maltratadas por sus compañeros por
el daño que este le podría causar, vivir dia a dia una discriminación por su forma de vestir, ser y
actuar frente a la sociedad, servir a su pareja en las labores del hogar y las preferencias, agregando
se debe hacer referencia también que algunas de estas se han encontrado desvaloradas por los
sistemas laborales del estado pues casi siempre se han encontrado en un rango por debajo del
hombre, considerando sus capacidades como elementos frágiles para la realización de actividades,
dejando por desapercibido derechos como la igualdad y existiendo una vulneración de genero alta,
aun así se puede rescatar que en las sociedades más avanzadas en el tiempo los movimientos
feministas en particular se han postulado como fuerzas vivas y muy activas que difícilmente se van
a poder ver perjudicadas por cualquier estrategia que se cree para contrarrestarlas. Las mujeres
después de todos los sucesos y hechos históricos que marcaron a la humanidad, en este momento
no deberían depender de nadie porque muchas de ellas ya han demostrado al mundo su capacidad,
su inteligencia, su disciplina, su perseverancia, entre muchas otras cualidades y aptitudes como
para que dependan de otra persona que no sean ellas mismas, nadie en la actualidad debería sentir
dependencia (ya sea si es hombre o mujer) debido a que es una acción que trae muchas cosas
negativas consigo para el crecimiento personal, debería existir un cambio que parta desde el género
femenino en pro de que haya un cambio en la sociedad, buscando un mayor impacto al que se ha
hecho en el último tiempo. No obstante, el sistema capitalista ha encontrado diversos tipos de
aparatos ideológicos para mantener la dominación de los habitantes ya sean hombres y mujeres
pero no es la única relación de dominio que está presente en la sociedad, otro ejemplo de claridad
se presenta en el ámbito laboral a lo cual una conducta puede ser considerada discriminatoria en el
mercado de trabajo cuando empleadores o trabajadores tienen un trato diferencial hacia individuos
de determinados grupos sociales en el proceso de reclutamiento, desempeño y promoción; este trato
está fundado en criterios distintos a las calificaciones y méritos requeridos para desempeñar una
actividad productiva. La mayoría de las prácticas discriminatorias surgen de prejuicios,
preconcepciones y estigmas sobre ciertos grupos y colectivos sociales, y pueden ser cuantificadas
en resultados observados en el mercado laboral (discriminación estadística). Según el informe de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2003: 7) "las ideas y estereotipos subyacentes de
esta conducta obedecen en gran medida a condicionantes de orden histórico, económico y social, a
los regímenes políticos y al contexto cultural de cada país" unos de los factores que limitan el
acceso al empleo La educación sobresale como un factor estratégico para impulsar el mejoramiento
de la condición social de la mujer, promover relaciones más equitativas e igualitarias entre hombres
y mujeres, y contribuir a lograr una mejor calidad de vida de la población, además de brindar
conocimientos para desarrollar destrezas y habilidades, la educación puede involucrar valores
fundamentales que propicien el desarrollo integral de las personas, fortalezcan su dignidad,
fomenten el afán de logro y superación personal y abran nuevas opciones y perspectivas de vida.
La educación y capacitación de las mujeres no sólo repercute en ellas, sino que, de manera
particular, puede coadyuvar al bienestar de las familias pues mejora las posibilidades de acceso al
empleo.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el nivel promedio de educación de
la fuerza de trabajo en América Latina ha avanzado más lentamente que en otras regiones de
mundo, y las mujeres son las que cuentan con el menor porcentaje educativo, lo cual se ve
representado directamente en empleos y ocupaciones mal remunerados y en la percepción de los
salarios más bajos (BID, 1998), además la falta de sistemas de evaluación educativa eficientes
hace que no se formulen correctivos oportunos en la política educativa con impacto positivo en la
inclusión de las y los jóvenes en el mercado de trabajo.

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