Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

Facultad de Enfermería

Unidad de Aprendizaje: Tanatología

Docente: MCE. Génesis Graciela Ramírez Álvarez

Ensayo Sobre las implicaciones del ejercicio profesional del área de salud respecto al
desgaste e implicaciones y derechos al buen morir.
Guillermo Dagoberto Reyes Dávila
1929267

Semestre: 8°

Grupo: 02

Monterrey, Nuevo León a 7 de mayo del 2023


Introducción

En México se ha regulado y legislado sobre la ‘muerte digna’, que se reconoce como un


derecho basado en la dignidad del final de la vida de los seres humanos. Legalmente la
‘muerte digna’ es aquel desenlace que desea una persona. Los cuidados paliativos son una
herramienta de apoyo para que los seres humanos procuren el mejor final posible. Es
importante entender que la voluntad anticipada no prolonga ni acorta la vida, respeta el
momento natural de la muerte. Se ofrece acompañamiento al paciente sin intervención
médica durante esta última etapa. Este documento prohíbe a médicos o familiares someter
al firmante a tratamientos o procedimientos médicos que pretendan prolongar su vida
cuando se encuentre en etapa terminal y, por razones médicas, sea imposible mantenerla de
forma natural.
Desarrollo

El buen morir significa morir sin dolor, acompañado por quienes más los quieren, con la
posibilidad de expresar amor, de recibir amor y de reconciliarse consigo mismo, con los
demás y con Dios si son creyentes. Como tal, el final de la vida, el proceso de morir a
través de una enfermedad terminal tiene que ser enfrentado y aceptado primero por los
enfermos y sus familiares y, después, por los médicos, quienes deben respetar sus
creencias, sentimientos y expresiones de voluntad.

Charles Corr (1992) desde su teoría trata de determinar que es una muerte apropiada para
esto plantea cuatro objetivos para obtener una muerte digna y un buen morir, las cuales se
refieren a lo que se espera cuando se padece una enfermedad terminal:

1. Reducir al mínimo las dificultades físicas, evitar al máximo el dolor


2. Potenciar al máximo la seguridad psicológica, reducir el miedo y la angustia, y
sentir que se controla el proceso de morirse.
3. Mejorar las relaciones sociales significativas, estar lo más cerca posible de las
personas que más importan.
4. Favorecer la espiritualidad y sentir que la vida fue íntegra y con unos objetivos.

Charles Corr menciona que si se logra cumplir con estas tareas se estaría colaborando con
un buen morir. En estos objetivos quedan plasmados los distintos actores que deben
intervenir para lograr un buen morir, desde los profesionales de la salud, pero sobre todo
tienen un papel fundamental el rol que cumple la familia en este proceso de llegar a la
muerte.

Desear tener una buena muerte, morir bien, es una aspiración de los seres humanos. Y este
deseo nos obliga a los profesionales de la salud a ayudar a nuestros enfermos a que mueran
bien, sin sufrimiento alguno, con un control adecuado y enérgico de los síntomas aunque
con los tratamientos para dicho control se pudiera adelantar la muerte; con una adecuación
de aquellos tratamientos que ya son inútiles y que les harían sufrir más que la propia
enfermedad; y, si fuera preciso porque aún no hemos conseguido aliviar su sufrimiento,
recurriendo a la sedación para garantizar una muerte serena. Aunque de todo ello se pudiera
derivar un adelantamiento no buscado de la muerte, ninguna de estas actuaciones son
prácticas eutanásicas si lo que buscan es eliminar el sufrimiento de la persona y no eliminar
a la persona que sufre.
Conclusión

El derecho a morir dignamente es un tema que toma relevancia en la sociedad,


generalmente incitado por situaciones nacionales o internacionales difundidas en los
medios de comunicación acerca de casos de suicidio asistido, eutanasia, excesos de
tratamientos, entre otros. A pesar de su discusión ocasional, la muerte digna o, más bien, la
necesidad de “muerte digna” es una realidad que se vive todos los días en la práctica clínica
hospitalaria; pero poco o casi nada se habla de ella.

En esencia, la eutanasia no es sinónimo de muerte digna. Se entiende por eutanasia el acto


en sí de producir la muerte en un paciente que padece sufrimiento físico o sicológico
insoportable, se encuentra en estado terminal, y que es solicitada por él mismo. Entre tanto,
el morir con dignidad es el derecho que tienen todas las personas de decidir y manifestar su
deseo de aceptar o rechazar procedimientos, ya sean médicos o quirúrgicos, cuando padece
una enfermedad irreversible e incurable y que se encuentra en un estado de salud terminal

También podría gustarte