AVQLINVS Bq vata VT
XIX OTALIavomas cualquiera que hiciere y ensefiare,
Uamado grande en el reino de los cielos (Mateo
ensefianza ética de los evangelios se centraliza
sl ‘era el més grande mandamiento,
al Sefior tu Dios de todo tt COraz6Mhann. ¥ Be toda bu mente, —
3815 y San Pi
ey del Espiritu de'vida em Cuaron a
de la ley del pecado y de la muerte (Rnren
La ley externa cesa de sér ley del pecado y de Ig
porque la consciencia de los pecados es quitats ot
in; y la ley interna de la vida por et Espira
el motivo y la fuerza de la obediencia. Esto
fundamental del Nuevo Pacto, daré mis Leyes
de ellos, y sobre el corazén de ellos las excribirk
i fn tanto que la ley dentro del cristiano
, es en algin sentido verdadero, la restau
de la razén, y algo mas que una restaura-
1 divino trata de obrar obediencia ala ley
en los corazones de los hombres regenerados,
que el creyente se desarrolle en su vida espiri-
de acuerdo con su propia naturaleza nueva, y no por
io de compulsién externa, Es la regla del Espiritu de
n un yo renovado, de acuerdo con la idea original
eador para con el hombre, Los hombres estdn de esta
‘a en su nueva naturaleza, bajo la autoridad del Es
Santo, y tienen su alma en sujecién, Son ley asi mis-
Vo estando yo sin ley de Dios, mas en la ley de Cristo
{que la ley no se anula, sino que se
establece por medio de la fe (Romanos 3:31).
‘Somos librados de la ley del pecado y de la muerte,
pero no de la ley de Ia santidad y de la vida. Aunque la
ley esta escrita en el coraz6n, es una ley todavia, y por
desa-
de su naturaleza, Asi que guarda la ley, por ¢l
de su naturaeza interna que est sora en armonia
quella ley. En otras palabras, hace tet paaie
iere hacerlo, no porque es compelido a hacer.
383P ipulsa a obedecer el
neins, The Ethics of the Christian Life, Etica de la Vi-
na). La. concien
a un juez que
este deseo, este afecto, este propésito, esta obra, esth
suerdo con la ley moral,
, Compen-
io de Teologia Cris-
Ja naturaleza inal. De aqui que aunque la conciencia siem-
que el hombre es un decisiones de acuerdo con la ley, esta dltima,
385que las decisiones
a dado al hombre
ia vida ver-
la Palabra de
para con uno
‘s para con los
380
las desde el punto de vista ético, podemos
remente estas tres virtudes cardinales como
) Ia fe es un acto a la vez que un habito, en et
je que es el reposo consciente en los méritos de
con el futuro, e implica expectacién de los objetos desea-
bles. Los pecados en contra de la esperanza son, la deses-
peracién por un lado, y la presuncién o la falsa confianza
por el otro, La desesperacién es el abandono de toda es-
peranza de salvacién, La presuncién es el tomar ventaja
de 1a bondad de Dios para cometer pecado, (3) La cari
dad o el amor divino es la virtud por la que nos damos
‘como el bien soberano, Es una virtud
ivinamente infundida, el motivo de Ia cual se encuentra
en la bondad de Dios, y su objeto, tanto en Dios como en
387que se hagan rogati-
de gracias por to-
ademés, quie
fo y para ex:
‘do grato de toda bendicién
390
D. El Deber Supremo de la Adoraciin
La unificacién de todos los aspectos
constituye la adoracién divina. Est ex el tes ea
del hombre; Inlye la fends activa hacia Din dl ee
puto que Ei merece, junto con la suplicaco
ficis, La adoracién mezela la meditacin y ln once
cién con la oracion, y étas,
Dios.
Sefior Jesucristo en su oracién pontifical. Ord diciendo,
Para que todos sean una cosa; como ti, oh Padre, en mi,
'y yo en tf, que también ellos sean en nosotros una é
ra que el mundo crea que ti me enviaste (Juan 17:21),
Esta es una unidn personal espiritual en que la identidad
individuo se preserva. Es una unién de afecto, una
de mente, y una identidad de propésito. “La’ado-
ines el reconocimiento de Cristo,” dice el obispo
“ty la adscripcién a El de todo lo que es hermo-
i030 y deseable, Es la tendencia necesaria de toda
del que es adorado.” Asi que la adoracién piblica y priva-
da hacia Cristo viene a ser una de las agencias principales
de nuestra redencién, Los pensamientos y sentimientos del
corazén demandan, para ser completos, una expresién co-
rrespondiente. La fe encuentra su expresién en los servicios
de adoracién de la iglesia y en los deberes de la vida cris-
tiana,
IL. Denzres Pasa Con Uno Misato
La ética individual es aquella divisién de la ética
préctica que trata con la aplicacién de la ley moral a la
regulacién de la conducta del hombre en lo que se refiere
1a si mismo como un agente moral e individual. Esos de-
beres para con uno mismo son esenciales en la formacién
del cardcter, y vienen en segundo lugar a los deberes para
con Dios.
391hombre fisico es
en esta vida, $ un
todos los talen-
ejidad de la vida industrial moderna que recalea
Fidad de periodos de descanso y de renee cna
tores esenciales en la preservacion del cuerpo,
3. Los apetitos y pasiones del cuerpo debe
yugados por los intereses elevados intelectual y epi,
cimiento de gracia participasen de ella ls feles, y los
fan conocide ta verdad (8: Thaoteg 431 hauebaaeata
La santidad no prove necesariamente una condicién
normal de los apetitos y pasiones. Algunas veces los apeti-
tos pervertidos existen por un tiempo considerable en los
ienen corazones limpios, pero que no han tenido to-
pervertidos estan tan sujetos al poder de Dios que deben
ser corregidos o reglamentados a través de la fe. Todo
apetito es instintivo y no requiere la razén. No sabe lo
{que es recto ni lo que es malo, sino que simplemente lo pi-
de. Nunca se domina a s{ mismo, pero esti sujeto a control,
De aqui que San Pablo diga, Antes hiero mi cuerpo, y lo
‘pongo en servidumbre; no sea que, habiendo predicado a
atros, yo mismo venga a ser reprobado (1* Corintios 9:
27).
piado no solo para protectién y confort, sino para lo
‘que es decente y propio. La cuestién del vestido no sola-
39539
del Espiritu Santo, se peobibe por ta
como $e usa aqui se reflere
a, esto es, a la vida del alma
ica del cuerpo. Nuestro Sefor
‘nvolver todas las facultades de
, Amards pues al Seior tu Dios
fa tu alma, y de toda tu mente,
jandamiento
las facultades intelectuales
se entiende e interpreta el amor; y
Ia devocidn comp!
la personalidad as
corazén es purificador, alma provee riqueza y
de 1a mente es interpretativo, El primero tiene sa
‘en Dios como el Bien supremo; el segundo, en Dios
la suprema Belleza presentada en el orden y la are
y €l tercero, Dios como la Verdad o Realidad
suprema,
aoe
Dios de todas las facul-
lesarrollo del intelecto es esencial a ta vida
El deseo de conocer es humano y dado por
experiencia cristiana este deseo e intensft
ente. La ignorancia no es parte de la santi-
verdad, de aqui que los seguidores de
1 "0 alumnos. El que no ama la ver-
dad—ya sea cientit 75) miei otra clase Cages =
tiene poco aprecio de tas obras maravillosas de Dios.