Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Estetica de Hegel y El Hipias
Estetica de Hegel y El Hipias
Introducción
Una vez realizado esto, para continuar el análisis de las ideas hegelianas,
traeríamos algunos textos críticos de su estética. Esto nos brindará la oportunidad
de echar un vistazo a como es que la obra hegeliana es vista por los pensadores
de nuestros días. El primer texto crítico que revisaríamos sería uno particular
encontrado en el tomo diez de las obras selectas de Enrique Dussel: Hacia una
estética de la liberación, titulado La producción estética en Kant, Hegel y
Heidegger. Este texto lo abordaríamos procurando rescatar las ideas que nos
interesan con relación al tema de este trabajo. También me parece adecuado
abordar este tema después de haber analizado la sección de las
Representaciones usuales del arte de las Lecciones porque justamente después
de eso, Hegel empieza a hacer la crítica de las ideas sobre estética que otros
filósofos como Kant, Schelling y otros habían presentado.
Siguiendo esta línea conductora, revisaremos otro documento que analiza la
relación de la estética hegeliana con otras estéticas. En este caso, tomaremos el
texto de Berta M. Pérez La negatividad de Kant a Hegel: juicio estético y lenguaje
especulativo, que analiza la lectura histórica que ha tenido la estética hegeliana
con relación a la estética kantiana en la valoración que hace en su Crítica del
Juicio, más concretamente relacionado con el concepto del juicio reflexionante
libre. Pérez presentará las lecturas más contemporáneas que se han hecho sobre
está relación y defenderá una postura mas “positiva” con relación a cómo la
estética entraría al sistema hegeliano en todo su conjunto.
Una vez revisados estos textos, también me gustaría concluir un breve comentario
sobre cómo es que podríamos tomar estas ideas con relación a las practicas de
arte contemporáneo. Después de todo, en las secciones que revisamos de las
Lecciones, las ideas se centran en las obras de arte. Hacer esta relación nos
permitiría estudiar y apreciar las creaciones artísticas actuales desde nuevas
perspectivas que tomen como base nuevas lecturas de los filósofos del pasado.
Hipias y Hegel
1. Hipias Mayor
Sócrates comenta que alguien lo llevó a una situación difícil en una conversación
porque le mencionó que unas cosas eran feas y otras bellas, con lo que esta
persona le hace la pregunta sobre qué es lo bello a lo que él no supo responderle.
Es ahí cuando solicita la ayuda de Hipias para resolver la cuestión sobre qué es lo
bello en sí mismo. Esto de 286d al 286e.
H4: Lo más bello es ser rico, tener buena salud, ser honrado por todos, llegar a la
vejez, dar sepultura a los padres y ser enterrado bellamente. (291e)
Ref: Se dan ejemplos de dioses que no cumplen con la afirmación de que dar
sepultura a los padres es lo bello, sino lo contrario. Por lo tanto, eso no forma
parte de lo que siempre es bello para todos.
H7: Lo bello es lo que produce placer por medio del oído y de la vista. (298a)
Ref: Tendrían algo en común los placeres de la vista y del oído para ser
considerados bellos, y es algo que no tiene que ver con la vista, porque si fuera sí
no sería bello el del oído, y viceversa. La pregunta ahora es si esta condición los
afecta a cada uno individualmente o si los afecta en su conjunto (Es posible que
esto suceda como pasa con las cosas en números pares e impares) O si, como es
común, los afecta individualmente y en conjunto a la vez. De entre estas dos
opciones, se elige la última presentada aquí como condición de lo bello. Pero se
entraría a una contradicción, pues sucede que el placer producido por las dos
percepciones sería bello, pero no el de cada una, porque como se vio, si cada una
lo fuera, entonces la otra ya no lo sería.
En el caso del desarrollo de las ideas hegelianas, habría que tomar varias
consideraciones y precauciones con respecto a su concepción general. Cuando va
tratando de temas específicos, hay que tomar en cuenta que estos objetos que
discute tendrían que formar parte de su sistema filosófico total del espíritu
absoluto. En la introducción de la sección del Concepto de lo bello artístico
literalmente dice lo siguiente:
Comenzamos, pues, por la idea de lo bello. Pero no es nuestra meta actual de-
mostrarla, es decir, demostrarla en su necesidad desde los presupuestos que
preceden a la ciencia, de cuyo seno nace dicha idea. Eso es más bien asunto de un
desarrollo filosófico de la filosofía entera en sus disciplinas especiales. (Hegel,
1989:24)
Esta última observación, practicamente, podemos decir que conecta con todo lo
que se ha visto y se verá en este trabajo. Se sigue la observación de que esta
oposición entre la moral como universal abstracto y las pasiones concretas y
particulares es la misma que se da en otras varias instancias expresadas más
abstractamente: interior/exterior, universal/particular, entre el concepto muerto y la
plena vitalidad concreta, entre la teoría y el pensamiento subjetivo, etc, y se
entiende que se ha busca la reconciliación entre estos opuestos bajo múltiples
formas.
Así, ahora llegamos a la conclusión de que el arte no puede tener un fin exterior a
sí mismo, como sudede en el perfeccionamiento moral, sino que:
“Hay que afirmar, en contra de lo anterior, que el arte está llamado a descubrir la
verdad bajo la forma de la configuración artística, a representar dicha oposición
como reconciliada, con lo cual tiene su fin último en sí mismo, en esta
representación y este descubrimiento.” (Hegel, 1989: 50)
Así, el fin del arte sería presentar la oposición resuelta como verdad, y que éste fin
sería uno en sí mismo.
Con todo este breve despliegue de las Lecciones, ahora ya podemos pensar la
relación entre el Hipias y Hegel con mayor claridad.
para empezar , podemos observar claramente en ambos textos un movimiento
dialéctico. En el caso del Hipias, este movimiento se nota más claramente, al estar
expresamente posicionadas las posturas que se presentan: por un lado, en la
muchos casos, tenemos hipótesis que pretenenden presentarse como universales,
y que en realidad sólo son particulares. Esto se da en las hipótesis 1, 2 y 4, y tal
vez también la 7. Es fácil descartar estas opciones porque justamente se refieren
a lo opuesto de lo quese esta buscando, en el sentido de querer encontrar lo bello
en abstracto. Después tenemos las hipótesis que se refieren a teorías, ahora sí,
más abstractas, que serían la 3, 5, 6 y 8, que, en este orden, se refieren a lo bello
como lo adecuado, lo útil, lo provechoso y el placer provechoso. En este caso, y
tomando en cuenta lo visto en las Lecciones podemos pensar que, además de las
refutaciones que ya se hicieron en el diálogo, la razón por la cual estas
definiciones caen en errores y contradicciones es que no expresan lo propio de lo
bello, es decir, que tanto en lo adecuado y lo útil, se cae en casos en los que no se
cumple en que siempre concuerden estas características y lo bello, ya que el fin
que representa lo bello (y que tendría la obra de arte) se hace externo,
convirtiendolo en solamente un medio para otro fin; y en el caso de lo provechoso,
tampoco lo que se explica sería propio de lo bello, pero esta vez porque no se
admite el efecto de una causa como algo propio de la causa.
Viendo estos textos de manera más general, podemos observar varías diferencias:
mientras que en el Hipias el objetivo es enconctrar lo bello, las Lecciones se
refieren más a la pregunta sobre la verdadera naturaleza de la obra de arte, lo cual
no es lo mismo que encontrar lo bello, aunque podemos ver que en las ideas
hegelianas ya se va preconfigurando lo bello como parte integral de la obra
artística.
Pero antes, vamos a aclararnos un poco de qué es que se trata el enfoque que
quiere dar Dussel en sus hipótesis. Para esto, tenemos aquí este párrafo que
introduce las intenciones de su obra:
Pero para los propósitos de este pequeño trabajo, nos enfocaremos de la lectura
un breve comentario que hace de Hegel, para así tener un ejemplo de cómo es
tomado y contextualizado en lecturas contemporáneas.
“Para concluir, debemos anotar que al fin la poiética hegeliana muestra, por la
articulación de su mismo discurso, su sentido no sólo burgués, sino claramente
imperialista. Dado que en la “Sociedad burguesa” se produce una contradicción
esencial, será necesario vender a las colonias la superproducción a fin de que la
adquieran los habitantes sobrantes en el centro que deben ser envidados a la
1
Cf. Dussel, Op. Cit. p. 6
periferia (para que de masas empobrecidas se transformen en propietarios). Y como
el Estado que porta el Espíritu universal en el presente período, como en todos los
períodos anteriores, es “el pueblo dominante en la historia universal en su época
correspondiente […] contra este derecho absoluto todos los pueblos restantes no
tienen derecho alguno”, la guerra y la exportación de sus productos son así
actividades propias del Estado imperial. Se trata entonces de la justificación
ontológica de la dominación poiética mundial…”(Dussel, 2013:60)
Con esta cita, entendemos una perspectiva la cual considera la estética hegeliana
(o más bien, toda la concepción hegeliana relacionada con la producción y trabajo
humano) desde su impacto como justificadora de procesos históricos en los que
los pueblos periféricos padecieron de la explotación imperialista. Habría que tomar
este párrafo desde dos momentos contextuales: el del mismo Dussel, y el de la
teoría sistemática de Hegel. Y es que se están tocando muchos puntos e
interpretaciones en esta valoración que hace Dussel. Aunque podemos apreciar
una colocación un tanto negativa e incriminatoria de la postura hegeliana, por lo
menos en esta cita.
Cabria preguntarse, entonces, si, en efecto, Hegel presentó su sistema (ya sea de
manera consciente o inconsciente) como una mera justificación de los actos
políticos de su época. ¿Será que la conclusión a la que llega Hegel, de que “la
belleza es la idea manifestada sensiblemente” 2 está de alguna manera conectada
con la justificación del imperialismo europeo? Esto valdría la pena ser analizado
en mayor detalle. Pero por lo mientras, no emitiremos juicios concluyentes sin
tener estudios suficientes contemplados.
2
Cf. Dussel, Op. Cit p. 59
La percepción de Hegel y una nueva lectura
Desde el principio, en este texto, Berta M. Pérez nos dice que pretende defender
la postura estética (y podríamos que tambien la postura en general) hegeliana;
defenderla, pues, de la forma en cómo la la tradición filosófica la ha visto y
posicionado con relación a la estética de Kant. En específico, se refiere a la
comparación que se ha hecho entre las conclusiones a las que llega Kant en su
Crítica del Juicio sobre lo carácterístico del juicio estético, y la estética hegeliana
integrada al sistema del saber absoluto.
Por lo que, para demostrar que, por el contrario, en realidad la estética hegeliana
reconoce y continua la libertad del juicio reflexionante kantiano , Pérez se dedica a
revisar la manera de proceder de la dialéctica Hegeliana desde su fundamento, y
para eso se remite al prólogo de la Fenomenología del Espíritu, donde Hegel, una
vez completado el camino de su sistema, explica en qué consiste la
transformación del concepto.
“Pues bien, ¿no converge entonces, también en este sentido, el movimiento del
concepto hegeliano con la relación pensada por Kant a propósito del juicio estético?
¿Acaso la “indeterminación” o “suspensión” de lo universal o lo ideal en el libre
juego kantiano, la desactivación de su inclinación determinante y dominante, no
proviene también del peso allí ganado por la particularidad de lo otro, por el modo
en que la diferencia (sensible) exige su reconocimiento? “ (Pérez, 2017: 200)
Concluyendo, todos estos temas están relacionados de una manera tal, que no la
podemos expresar adecuadamente en este trabajo, por lo que habría que hacer
una investigación y análisis más extensos para verdaderamente sustentar varias
“conclusiones” a las que aquí llegamos. Por lo que, sería mejor tomar estas
observaciones como reflexiones que únicamente los textos comentados pudieron
generar, de momento.
Bibliografía:
-Hegel, G.W.F. (1989). Lecciones de estética /por G.W.F. Hegel. Trad. Raúl Gabás.
Barcelona: Peninsula.
Bibliografía complementaria:
-Shiner, Larry. La invención del arte. Una historia cultural. Trad. Eduardo Hyde y
Elisenda Julibert. Barcelona: Paidós