Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Organización Social y Política Del Pueblo Romano y Su Reflejo en La Romanización de La Bética
La Organización Social y Política Del Pueblo Romano y Su Reflejo en La Romanización de La Bética
· Monarquía:
La desigualdad se basaba en el nacimiento y la religión. La sociedad se dividía
en ciudadanos libres y no libres:
→ Ciudadanos libres:
· República:
La jerarquización social se basaba en el dinero y en la demarcación territorial.
La plebe lógicamente crecía más que el patriciado, porque en ella entraban las
poblaciones anexionadas por Roma y los extranjeros que venían a vivir a la
Urbe. Los plebeyos lucharon mucho por su equiparación política con los
patricios, tanto que dieron lugar a fuertes enfrentamientos para conseguir la
igualdad de derechos. En aquellos tiempos las clases sociales existentes eran:
· Principado:
· Dominado:
La situación de la mujer.-
Roma destacará por entender que la relación hombre-mujer no podía consistir
en un mero dominio, explotación o sometimiento. El papel de la mujer en la
familia y en la sociedad era culturalmente reconocido y valorado. La mujer
romana participa activamente junto a su marido en la vida social de la casa,
entra y sale libremente, aparece con su marido en recepciones y banquetes,
comparte con él la autoridad sobre los hijos y los sirvientes...al contrario de lo
que le sucedía a la mujer griega. Esta importante función presuponía que las
mujeres gozaran de libertad de movimientos, de acceso a la cultura y de vida
social.
II/ LA POLÍTICA
Respecto a la política, también sufrió ciertas transformaciones durante las tres
principales etapas:
· Monarquía:
En un principio, el poder del monarca estuvo limitado por los y de numerosos
inmigrantes determinó un cambio político trascendental. La división de la
sociedad según la riqueza de Servio Tulio dio lugar a enfrentamientos que
acabarían con la expulsión del último rey etrusco Tarquinio el Soberbio en el
año 509 a.C y el establecimiento de la República.
· República:
En un principio, la República estableció un sistema político oligárquico en el
que se reservaban las principales instituciones para los patricios. La exclusión
de los plebeyos provocó una sucesión de conflictos sociales que terminaron
con una igualación de los derechos políticos en el s. III a.C. Las principales
instituciones eran las magistraturas ordinarias (son las que corresponden con
el ordenamiento normal de la civitas, como por ejemplo, Cónsul, Petror,
Cuestor, Tribunos y Ediles) y magistraturas extraordinarias (se crean para
circunstancias excepcionales. Por ejemplo, el Dictador y el Decemviro), el
Senado y las Asambleas.
· Imperio:
El principado era en la práctica el sistema político imperial diseñado por
Augusto que se mantuvo en lo esencial a lo largo de más de 400 años a través
de auténticas dinastías familiares. Pero aunque el modelo institucional del
Alto Imperio demostró gran eficacia, la inestabilidad que se vivió durante el
Bajo Imperio obligó a reforzar la autoridad del emperador (Dominado) y esto
determinó algunos cambios en las Instituciones del Bajo Imperio. Augusto
tenía potestad censoria, contaba con la auctoritas, dirigía la política exterior,
dictaba normas, llamadas constituciones imperiales, acuñaba moneda y
proponía candidatos para las magistraturas. El Senado adquirió potestad
legislativa, además de elegir a los magistrados. Su función se vio reducida a
consagrar al Emperador y los magistrados.