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Cultivar árboles frutales en macetas es la forma ideal para que la gente que vive en un
apartamento o condominio cree un jardín portátil. Este tipo de jardinería es muy popular y,
con las muchas variedades de árboles frutales enanos disponibles, es la solución perfecta para
aquellos con poco o nada de patio o espacio de jardín para tener la experiencia de cultivar,
pero en un ambiente más pequeño y más controlado.
Instrucciones
Elige los árboles frutales que mejor se adapten a las condiciones climáticas de tu área.
Los árboles frutales enanos son ideales para la jardinería en macetas y las ventajas de
seleccionar estos árboles en miniatura incluyen la facilidad para podar las ramas
cuando los árboles están inactivos y también para recolectar la fruta sin la necesidad
de una escalera. También tienden a producir frutos antes que los árboles frutales
estándar. Algunos son autopolinizables, mientras que otros requieren que tengas un
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segundo árbol, así que consulta con el vivero para saber qué tipo de árbol estás
seleccionando.
Agrega una capa de grava o piedras pequeñas en el fondo de la maceta para ayudar
con el proceso de drenaje. Usa una buena mezcla de fertilizantes y un suelo rico en
nutrientes que se escurra bien y coloca el árbol dentro de la maceta, extendiendo las
raíces en el suelo. Cubre las raíces con tierra y agua y continúa agregando suelo hasta
que la maceta esté bien apisonado.
Planta los árboles frutales con su raíz desnuda (o sea aquellos a los que se les ha
retirado toda la tierra de sus raíces), o los adquiridos en un vivero que tengan la
sección de la raíz envuelta en una tela, tan pronto como te sea posible para permitir
que las raíces se adapten a su nuevo entorno. Si estos árboles no son plantados
inmediatamente, mantén sus raíces húmedas y envueltas para que las mismas no se
sequen. Dependiendo del tamaño del árbol, una maceta que tenga entre 50 y 70
centímetros de ancho debería ser lo suficientemente grande para la primera siembra.
Riégalos bien, pero siempre plántalos en un suelo con buen drenaje. Demasiada agua o
agua estancada en el interior de la maceta provocará que las raíces se pudran, por eso
es importante tener buenos orificios de drenaje y grava que recubra la parte inferior
del recipiente. El viento también puede ser un factor que seque las raíces. Coloca las
macetas contra una pared, si es posible, para limitar la cantidad de viento.
Dependiendo del tipo de árboles frutales plantados, puede ser necesario
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proporcionarles un soporte para asegurar la base del árbol hasta que quede
firmemente sostenida.
Protege los árboles contra los elementos. Durante los fríos meses de invierno, si es
posible, trae los árboles al interior para evitar que las raíces se congelen. Riégalos para
mantenerlas húmedas. Durante los meses de verano, revísalos para asegurarte de que
están recibiendo suficiente agua, especialmente durante momentos muy calurosos del
año. Lo más probable es que necesites regarlos con más frecuencia en estos tiempos,
ya que no quieres que las raíces se sequen.
Alimenta a los árboles por lo menos una vez cada 6 meses o utiliza pellets de
alimentación de tiempo liberado.
Cambia los árboles de maceta cada 1 a 2 años para que el sistema radicular se amplíe,
manteniéndolos sanos y productivos. Poda su parte superior y las raíces cada 1 o 2
años durante el período de reposo para controlar el tamaño y la forma de los árboles y
nuevamente, si fuese necesario, en la primavera para eliminar las ramas insalubres o
dañadas. Si es posible, incorpora el proceso de poda y cambio de maceta al mismo
tiempo. Revisa periódicamente por si hubieran plagas y parásitos tales como hormigas,
pulgones y orugas y aplícales el repelente o insecticida apropiado para árboles frutales
a fin de ahuyentar a los insectos.
Higuera
Manzano (en patrones enanos como EM-IX y EM-XXVI y con las variedades Golden delicious o
Rome Beauty)
Granada
Durazno
Fresas
Uva o vid
Guayaba ananá