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El documento es una oración de consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y María. En ella, el autor se entrega y consagra su cuerpo, alma, espíritu, pasado, presente, futuro, dones, facultades, deficiencias, debilidades e incluso pecados a los Sagrados Corazones de Jesús y María. Pide a Jesús un corazón manso y humilde como el suyo, compasivo y misericordioso, y que María lo guarde en el jardín de su Inmaculado Corazón y lo lleve al Coraz
Descripción original:
Título original
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA.docx
El documento es una oración de consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y María. En ella, el autor se entrega y consagra su cuerpo, alma, espíritu, pasado, presente, futuro, dones, facultades, deficiencias, debilidades e incluso pecados a los Sagrados Corazones de Jesús y María. Pide a Jesús un corazón manso y humilde como el suyo, compasivo y misericordioso, y que María lo guarde en el jardín de su Inmaculado Corazón y lo lleve al Coraz
El documento es una oración de consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y María. En ella, el autor se entrega y consagra su cuerpo, alma, espíritu, pasado, presente, futuro, dones, facultades, deficiencias, debilidades e incluso pecados a los Sagrados Corazones de Jesús y María. Pide a Jesús un corazón manso y humilde como el suyo, compasivo y misericordioso, y que María lo guarde en el jardín de su Inmaculado Corazón y lo lleve al Coraz
¡Oh María!, Madre nuestra. Querida Madre nuestra; aquí
estamos respondiendo a tu invitación a consagrarnos al Sagrado Corazón de Jesús. Tu querido Hijo y también a tu Corazón Inmaculado.
¡Oh Jesús! ¡Oh María! Nos entregamos y consagramos a
vuestros Sagrados Corazones. Entrego mi cuerpo, mi alma y mi espíritu, mi pasado, mi presente, mi futuro; mis dones y mis facultades, mis deficiencias, mis debilidades y hasta mis pecados.
Jesús, mi Señor y mi Dios. Dame un corazón manso y
humilde como el Tuyo, compasivo y misericordioso. Guárdame cerca de tu Sagrado Corazón.
María, Madre de Jesús, Madre de todos y Madre mía,
guárdame en el jardín de tu Inmaculado Corazón y llévame al Corazón de tu Hijo amadísimo.
Que nuestros corazones y los vuestros ¡Oh Jesús! ¡Oh
María! Estén para siempre unidos. Y que esta Consagración que hoy hacemos movidos por el Espíritu Santo, sea para Gloria de Dios Padre. – AMÉN -