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Los espejismos astrales, la autoestupefacción, la autohipnosis, el control de los espíritus y el

sucumbir a la magia negra, no son cosas fuera de lo común cuando un ocultista intenta seguir
el sendero de la música en el yoga. Es el sendero del filo de la navaja, del que pocos salen con
éxito, estando el peligro en el hecho de que este signo es completamente negativo por
naturaleza. En este signo sólo existe polo receptor, pero no transmisor.

Sólo hay seguimiento, pero no líder, hasta que el discípulo no transciende los planos
planetarios.

Son muy pocos los que se convierten en gurus mediante este signo. Los mejores ejemplos de
discípulos de este signo constituyen el grupo de los mejores músicos de los planos cósmico y
supracósmico. Nârada, Thyâgarâya, Yaiadeva y otros, están influenciados por este signo.
Nârada es mensajero en Géminis y músico en Cáncer. Por esta razón, él es el guru más elevado
de nuestro sistema solar y conduce incluso a los seres de Shámbala al plano supracósmico.

Excepto Sanat Kumâra, no hay nadie igual a él en perfección.


La encarnación de Râma se sitúa en este signo. Luna y Júpiter en
Cáncer, Sol en Aries, Marte en Capricornio, Saturno en Libra y, finalmente,
Venus en Piscis, forman juntos la encarnación de Râma. El
discípulo tiene que meditar en el pleno significado de esta configuración
planetaria si quiere obtener perfección mediante los sonidos
“Ra” y “Ma” (Râma). “Ma” es el sonido de Cáncer. Todos los sonidos
nasales pertenecen a las vibraciones de la luna. La música se debe al
hecho de cargar de consciencia los sonidos, cada vez que se requiera
el efecto de elevación mediante el sonido; y esto se logra mediante la
nasalización. No hay música sin sonidos nasales. Una vez más, Nârada,
el adepto de la música, es quien inició a Vâlmîki en el mantram de
“RAMA”.
La potencia numérica de este signo es el 2. Éste es un número
negativo que indica el lugar de seguimiento. Si el número 1 es la
potencia numérica del brillo, el número 2 es el número del reflejo. El 1
es el número de la divinidad de la manifestación (Purusha, que se
multiplica por 10, 100 y 1.000) y 2 es el número de Prâkriti. Prâkriti, la
naturaleza, se manifiesta como Mûlaprakriti, la materia primordial, que
refleja al Purusha en su plano. El efecto compuesto de las varias acciones de Prâkriti es lo que
se llama la naturaleza del hombre. La
naturaleza del hombre se expresa mediante su conducta. La conducta
pertenece a Cáncer.

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