Está en la página 1de 2

Alegoría del “El dragón del castillo viejo”

Había una vez en una ciudad lejana un castillo viejo, dentro de él se encontraba un
dragón donde todo el tiempo estaba solo, no le importaba pasar por esas circunstancias
aunque el tejado de las grandes torres se fuesen cayendo en pedazos, el gran dragón
leal siempre se encontraba cuidando aquel gran diamante, el cual protege con su propia
vida, aguantando incluso que los pedazos del tejado cayeran por las noches sobre su
cuerpo, un día, un colibrí llegó al castillo sediento, el colibrí buscando agua podía percibir
que el castillo no contaba con ello, cuando de repente percibió a lo lejos a un dragón muy
triste, así que decidió acercarse a él convencido de que había algo malo y entonces le
preguntó:

- ¿Qué haces aquí gran dragón?, tú qué puedes volar tan alto por qué estás encerrado
en este castillo vacío y viejo – dijo el colibrí -.

- El dragón le contestó - tengo una gran misión, cuidar este diamante pues mi amo me lo
ha encomendado -.

- ¿Aún sigues esperando a tu amo?, pero si él no regresa que vas a ser ¿Seguirás aquí?
- el colibrí se acerca más al dragón- aquí no hay ni una pisca de agua, ¿cómo sobrevives?

- Salgo al rio de enfrente y bebo agua, y como lo que encuentre en el bosque.

- Te tengo una propuesta- le dice el colibrí.

De inmediato contesta el dragón.

- Si me llevas al castillo que se encuentra a las orillas, no quiero ir, ya he vivido ahí, sé
que es prospero, pero siempre está en guerra.

- Pero yo te llevare a otro lugar, haya afuera existe una comunidad de dragones, de
hecho, ahí conviven y cuidan todos de todos, podrías cuidar mejor tu diamante e incluso
te ayudaran los demás dragones a cuidarte lo, todos son solidarios y muy amigables,
¿vamos te llevo?

El dragón tímido y un poco dudoso, partió con el colibrí, al llegar a la comunidad se dio
cuenta que lo que decía el colibrí era muy cierto, sin embargo, aún se encontraba
indeciso pues pensaban que su castillo lo necesitaba. Un dragón llamado Filiberto muy
contento se acercó y le dijo al dragón:

- Amigo eres muy valiente, aprecio demasiado tu lealtad, pero sabes, el único que sufre
dentro del castillo eres tú, ¿cómo podrás cuidar de tan bello diamante en ese castillo
en mal estado?
- Pero ahí he vivido gran parte de mi vida, además yo le prometí a mi amo que iba a
estar ahí – respondió el dragón -.
- Pero tu amo no ha regresado, tu eres un dragón muy valioso, eres bello, fuerte, joven,
amoroso, valiente, bondadoso y muchas virtudes más, haz que el ser decidido sea
una más de tus virtudes.

Al regresar al castillo el dragón comenzó a reflexionar todo lo que había vivido dentro de
este lugar, así que decidió emprender su vuelo y despedirse de aquel gran castillo, pues
se había dado cuenta que durante años había vivido para el castillo, pero no para él.

Él dragón (la paciente)

El castillo viejo (su esposo)

El tejado caído (sus suegros)

El diamante (sus hijos)

El colibrí (el psicólogo)

El dragón Filiberto (su motivación, el hecho de que sabe que algo está mal)

Padres (castillo prospero en guerra)

Amo (las promesas de su pareja y ella)

La nueva comunidad de dragones (el cambio, la terapia psicológica)

También podría gustarte