Construyendo una realidad”
por Heinz von Foerster
Traza una distincién!
G. Spencer Brown!
El postulado, Recordaris seguramente la imagen del burgués Jordan en “EL
bburgués gentthombre”, de Molire, aque! nuevo rico simplote que se mueve,
{vido de aprender, n los circus selectos de la aristocracia francesa. Un dia se
cenamora perdidamente de una joven de alcurna y solicitaa su fldsofo domés-
tico que le ayude a escribir una carta de amor. Interrogado sobre sila carta de-
berd ser en prosa o en verso, Jourdain se entera para su sorpresa y deeite, que
{oda vez que habla, lo hace én prosa Se siente abramado por el descubrimien-
tode que durante su vida ha estado hablando en prosa.*;Hablo en prosaliDios
sme protea, he estado hablando en prosa por cuarenta ais sin saberiol” No ha-
‘ce mucho tempo que se hizo un descubrimiento parecido si bien nada enfa que
‘ver con poesta o con prosa: se haba descubierto el medio ambiente, Recuerdo,
hard unos veinte ais, cuando algunos de mis amigos vnieron a verme, encan-
tados y pasmados sobre un gran descubrimiento que acababan de hacer:
“Vivimos en un medio ambiente, hemos estado viviendo toda nuestra vida en
un medio ambiente, sin saber de Git" A todo esto, ni Jourdain ni mis amigos han
‘descubierto ain algo mds: desde entonces es que: Tan pronto Jourdain habla, ya
sea en prosa 0 en poesia, es él que Jo inventa todo y también en cuanto
pereibimos nuestro medio ambiente, nosotros lo estamos inventando. Todo des-
cubrimiento trae tanto dolor como alegria: dolor, mientras se lucha con un nue-
‘vo conocimiento; alegrfa,cuando se gana ese conocimieto, Veo como tnio fin
de misrefleniones el dereducirel dolor y aumentarlaalegriapara aquellos quie-
nes no han descubierto esto hasta ahora. Y para aquellos que ya Jo han
descubierto, que sepan que no estén solos. El descubrimiento que todos dete-
‘mos hacer por nosotros mismos, es el siguiente postulado:
El medio ambient, tl como nosotros lo percibimos, es invencién nuestra.
‘Ahora me toca a m{, documentar esta atrevida manifestacin. Para ello deseo
invitaros aque participen de un experimento. A continuacin les describiré un
“Versi original en inglés reduc a alerdn por Walter Pres. Por acer etree nor
14 compildor, ete baja es vein moins ¥ amplinda de una divercinofrecida
{1V7/41973 eon motivo dl IV ConferencsInemacinal EDRA en el Departamento de Aries
{urn del Into Plitérico de Virgin, en Blacksburg.
38
‘caso clinico y los resultados de otros dos experimentos. Después, daré una in-
tespretacién y una apretada sintesis de los fyndamentos neuropsicolbgicos
sobre los que descansan los experimentos y el postulado mencionadio més art
ba. Finalmente, intentaré revelar la significaciGn de todo ello para las conside-
raciones estéticas y éticas,
I. Experiments,
1. El punto ciego. Sostenga este libro en la mano derecha, ciere el ojo izquier-
oy fijeelojo derecho en a estrella de la figural. Mueva luegoel libro alolargo
de la Linea visual lentamente, hacia adelante y atrs, hasta que el circulo negro
computando una realidad
Con esta formulacién preveo un aluvién de objeciénes. En primer lugar
pparecerfa que sustituyo un concepto desconocido “conocimiento” por otros tres,
de los cuales dos, “compuiando” y “realidad” resullan hasta mAs oscuros que el
‘concepto a definir, y de los cuales el ariculo indefinido “una” es la ‘nica pala-
bra definida. Ademds, el uso del articulo indefinido trae consigo ta idea absur-
da de otras realidades, de realidades al margen de “la tnica y singular” realidad
de nuestro adorado Medio Ambiente. Y finalmente pareceria que con “compu-
a2
tando” quiero insinuar que todo objeto, desde mi reloj pulsera hasta Tas lejanas
galaxias solamente pueden ser calculadas y no estén alt, ;Inaudito!
Permitanme considerar estas objeciones una por una: en primer lugar qui-
siera sacar la espina seméntica que ¢! concepto “computando” pudiera represen
tar para un grupo de mujeres y hombres que tienen mayor inclinacién hacia las
hhumanidades que a las ciencias naturales. El significado de computando (de
com-putarse), és bastante inocuo. Literalmente quiere decir reflexionar, con-
templar (putére) cosas con (com) y sin ninguna referencia expresa a magnitu
des numéricas, Efectivamente, yo usaré este término en su sentido mas general)
para denominar con él toda operacién (no necesariamente numérica) por medio |
de 1a que transforma, modifica, rearregla, ordena, y demés, entidades fisicas (
observadas (“objetos”) o sus representaciones ("simbolos"). Asi ¢s que hablo
de “computar” cuando simplemente permuto las tes letras A,B,C, de manera
que la dltima venga a quedar en el lugar dela primera: C.A.B. Del mismo mo-
do denomino “computar” a la operacién por medio de la cual desaparecen las
ccomas entre las letras: AB; lo mismo vale para la transformacién seméntica
que en inglés leva de CAB a TAXI, etc. Ahora quisiera justificar el uso del ar
ticulo indefinido en la expresién “una realidad”. Para ello podrfa parapetarme
tras el argumento I6gico de que mediante la soluci6n det caso general (identi-
ficado con “una”)habrfa encontrado simultaneamente la solucin para cadaca-
‘0 particular (identificado con “Ia”). Sin embargo, mi intencién va mds all
Efectivamente las escuclas de “Ia” (articulo determinado) y la escuela de “una”
(articulo indeterminado) estén separadas por un ancho abismo, dado que se sir-
ven de los conceptos diferentes, “confirmacién” y “correlacién” respectiva
mente, como los principios explicativos para percepciones. Ast la escuela del
“a” dirfa: Mi percepci6n téctil es la confirmacién de mi sensacién visual, de que
all hay una mesa. La escuela del “una” sera: La correlacin de mi percepeiin
cul y mii impresion visual permite que se gencre una experiencia que podria
describ diciendo que “aqut hay una mesa’
‘Yo rechazo la posicin de “la” por razones epistemol6gicas dado que con
ella, todo el problema del conocimiento se convierte en inasible y se guarda en
nuestro propio punto ciego: Adin su ausencia ya no puede ser vista.
Finalmente uno puede sostener que los procesos de conocimiento no
computan relojes de pulsera ni las galaxias, sino en todo caso, las descripcio
nes de tales entidades. De alli que acepto esta objecién y sustituyo mi perdfra
sis original por la siguiente:
Conocer -» computando descripciones de una realidad
Pero ahora los neurofisi6logos nos explicardn, que una descripeién que es
‘computada en un determinado plano neuronal (como podria ser una imagen pro-
yectada en la retina, soguiré siendo claborada en planos superiores, pudiendo
‘conttibuir cualesquiera actividades motoras del observador a una “descripeién
definitiva”, como por ejemplo la declaracién: “Aguf hay una mesa”. Como
consecuencia, debo modificar nuevamente la pardfrasis:
43Conocimienio > computando descripciones —
La flecha indica la repeticién ilimitada de descripci6n.... ete. Esta formu-
lavi6n ofieve la ventaja que, a tavés de ella se elimina un desconocid, fa“
alidad”. La realidad s6lo se presenta aquf implicitamente como la operacién de
descripciones recursivas. Adems, poslemos aprovechar la nociGn de que com
pputando descripciones no significa otra cosa que una computaciGn. Por lo tan-
to:
Conacimiento» computando de —
Resumiendo propongo considerar los procesos del conocimiento como
procesosilimitadamente recursivos de cAlculo y espero poder hacer palpable es-
{a imterpretacién en la siguiente incursién en la ncurofisiologia,
VI. Neurofisiologia
1 Evolucidn Para demostrar con absoluta claridad que el principio de la
computacién recursiva esté en Ia base de todo proceso de conocimiento y de la
vida misma, como me lo asegura uno de los pensadores més profundos de en
tre los bidlogos, conviene retroceder brevemente hasta las manifestaciocns mas,
celementales (0 “precoces”, como dicen los investigadores evolucionistas) de-es~
teprincipio, Se trata de los “efectores independientes”, unidades sensomotrices
independientes como las que se observan distribuidas en la superficie externa
de los protozoos y metazoos (véase figura 7).
Figura 7
La parte triangular de esta unidad, cuyo vértice sobresale dela superficie,
«6 la seccidn sensoria, mientras que la parte en forma de cebolla representa la
seccién motora contréctil, Un cambio en la concentracién de una sustancia ac-
tiva en el rea circundante del vértice sensible y “perceptible” por ella, produ-
Ce instantdneamente una contracci6n de la unldad. Fl desplazamiento resultante
de ésta unidad o de cualquier otra unidad, por modificaci6n de la forma o la po-
siciGn del animal, a su vez provoca otras modificaciones perceptibles de la con-
‘centraciOn de la sustancia activa en el area circundante a estas unidades, 10 que
provoca, a su vez, su contraccién instanténea, ... etc.
‘AS{ obtenemos Iz siguiente recursién:
44
+ Modificacidn de la sensacién > cambia de forma —
EL paso siguiente de la evolucién parece haber consistido en separar las
subunidades sensoriales de las motoras (véase figura 8),
Figura 8
‘Ambos elementos estin ahora unides entre sf por hilos delgados o fila
_mentos, los “axones” (en realidad se trata de fibras musculares degencradas que
han perdido su capacidad de contracci6n), los que transmiten las perturbacio-
nes del sensor a su cfexto, vom lo cual aparcee el concepto de "cefal”: Observa
algo aquf, actia correspondientemente alld
Figura
4s‘Sin embargo, cl paso decisivo para la evolucién de sistema nervioso cen
tral (SNC) de los mamiferos parece haber sido la aparicién de una “neuron in-
terpuesta", una célula interpuesta entre la unidad sensorial y la motora (véase
figura 9), En realidad representa una célula sensorial, pero esté especializada
para actuar solamente en prescncia de un “agente” universal, esto es en pre=
sencia de la actividad eléctrica de axoies aferentes que terminan en el area
circundante prOxima, Dado que la actividad que desarrolla esta célula en un de
terminado momento también influye en su capacidad de reaccién posterior,
introduce el concepto de computacion al reino animal y otorga a estos organis-
‘mos una asombrosa amplitud de formas de conducia no triviales. Una vez
desarrollada la orden genética para la inclusiGn de una neurona intercalada,
resull6 sencilla agragar la orden genética “i
tiendo de esto es facil comprender, cémo estas neuronas se multipl
‘mente y forman otros estratos venticales, entre los cuales se forman, ademas, co-
nexiones horizontales, credndose asf aquellas estructuras reticulares complejas
que llamamos “cerebro”.
La neurona. Las neuronas, de las cuales poseemos més de 10,000 millones
en nuestro cerebro, son células individuales altamente especializadas que po-
Seen tes caracterisuicas anaidmicamentes difereuciables (véase figura 10).
8) las “dendritas", prolongaciones ramificadas hacia arriba y los lndos;
b)el “cuerpo celular”, especie de bulbo central, que contiene el nécleo celular;
c) el “axén”, es una fibra lisa continua que discurre hacia abajo. Las numero-
sas ramificaciones del ax6n terminan en las dendritas de otras neuronas (a ve~
46
Figura 11
ces, sin embargo, en forma recursiva, en las de la propia neuron). La mis
‘membrana que encierra el cuerpo celular, también forma vainas tubulares en
tomo de las dendritas y el ax6n, El efecto de esta membrana es que el interior
de la célula presenta, con respecto de su emorno, unt tensi6n elécuica de apro-
ximadamente un décimo de volti. Sila carga eléctrica sufre perturbaciones su.
periores a una cierta medida en el frea de las dendritas, 1a neurona “dispara” y
transmite esta perturbacién alo largo del ax6n hacia sus terminaciones, es de-
cir las sinapsis.
IIL.La transmisién, Dado que estas perturbaciones son de naturaleza eléctrica,
pueden ser derivadas, amplificadas y praficadas por medio de “microsondas"
La figura I muestra tres ejemplos de descarga periGdica de una célula ctl so
rmetida a excitacion constante; la baja frecuencia corresponde a un estimulo dé
bil y lala frecuencia aun estimulo fuerte. Se observa claramente que la inten~
sidad de la descarga, es decir la amplitud, siempre permanece constante y que
Ta frecuencia de impulso refleja la intensidad del estimulo, pero solamente lain
tensidad del estimulo,
1V. Sinapsts. En la figura 12 se ha esquematizaxlo una unin singptica. EL axén
aferente (Ax) por el que se desplazan los impulsos, termina en un engrosamien-
to (EB), que esté separado por una pequefia luz 1a “cisura sindptica” (sy) de la
protuberancia en forma de pimpolto (sp) de una dentrita (D) de la neurona des
”Figura 12
tino, (Obsérvense la gran cantidad de protuberancias en forma de pimpotlo que
‘confieren su aspecto éspero a las dentrtas en la figura 10).
[La composicign quimica de la‘sustancia transmisora” que ocupa Ia cisu-
‘a sinptica determina decisivamente el efecto que un impulso en marcha ejer-
reurona. Bajo ciertas condiciones puede producir un
jando ast, otros impuleos que se originan simulténe-
samente; en otros casos puede ejercer un “efecto facilitador” (fortaleciendo asi
flr impulso, de manera que éste puede provocar que la neurona se “dispare”).
Bin consecuencia se puede calificar a la cisura sinaptica como “microentorno”
de un Grgano terminal sensible (los resaltos en forma de pimpotto) y desde es-
{e punto de vista se puede comparar la sensibilidad del SNC frente a as modi-
ficaciones del medio interior (Ia totalidad de todos los microentomnos) con la
sensibilidad frente al medio externo (todas las células sensoriales). Dado que
isponemos de aproximadamente 100 millones de células sensoriales, pero que
fhuestro sistema nervioso contiene, en cambio, unos 10,000.00 millones de si-
hhapsis, somos 100,000,000 de veces més receptivos frente a modificaciones de
fhuestro medio interior que frente a modificaciones en nuestro medio exterior.
In organizacién de toda la
¥y muestras expericncias i
Reproduce en forma ampliada unos dos milimetros cuadrads de la cor~
tezacerebral de un gato, contrastada por un método de coloracién que solamente
hhace visibles los cuerpos celulares y las dendritas, y de ellos s6lo un porcentaje
nas efectivamente presentes. Si bien es necesario imaginar
Figura 13
ademés, numerosas intercomunicaciones formadas por los axones (inwvisibles)
as{ como una densidad de neuronas cien veces mayor, quiz4 pueda entreverse
Ia capacidad de computacién, aun de este infimo trozo de corteza cerebral.
VI. Descartes. Echemos una mirada al pasado. a fa imagen que se tena hace
unos 300 aftos:""Si el fuego A esté cerca del pic B (véase figura 14) las part-
ae seieen que es sabido que se mueven a gran velocidad, tienen la fuer-
‘como para penetraren la piel del pie que tocan; mientras mueven
asfel hilo delgado c, que est sujeto en la yema del dedo del pie y en el nervio,
Abren simulténeamente la entrada del poro d,e—en el que termina el hilo— de
Ta misma mancra que sis jalara el extremo de un cord6n y se hiciera sonar al
siamo emo una campana sua cen oro extemo det corn. Dade que ao
fuel poro ove pequetio disparaor ext abierto, puede escaparse por el =p
Fit vital Ge la eavidad Fy puede ser condacido, una parte hacia los misculos
‘Que hacen retirar el pie del fuego, una parte a los misculos que hacen que los
{fos y la cabeza se voelva hacia e pe y una parte a los muisculos que hacen que
las manos se extiendan y el cuerpo se incline para proteje el pic.”
"Se puede nota, sin embargo, que algunos behaviorist de nuestros tiem
pos adn comparien agella opinion, solo que con Ia diferencia de qu et “esp-
iu animal” de Descartes ha quedado relegado al olvido en el intern.
‘VII. Computacién. La retina de los vertebrados ofrece con el tejido nervioso que
Ie corresponde, el ejemplo tipico, de una computacién neuronal. La figura 15
‘muestra en forma esquemética la retina de un mamffero con el entretejido ner-
49Figure 14
vioso que esté detrés. La capa identificada con 1 representa el drea de los bas-
tones y los conos; en la capa 2 se encventran los cuerpos y los nicleos de estas
‘células; la capa 3 corresponde a 1 frea en que los axones de las células del sen-
tido de la vista se unen por medio de sinapsis con las ramificaciones dendriti-
cas de las “células bipolares” que forman la capa 4, Las células bipolares se
‘conectan por sinapsis asu vez, en la capa 5,con las dendritas de las “oélulas gan-
slionares” que forman la capa 6. Las sefiales eléctricas de las células ganglio-
hares son transmitidas a regiones més profundas por los axones que estén
reunidos formando el nervio 6ptico, identificado con 7. La computacién se de-
sarrolla en las capas 3 y 5, es decir, allf donde se encuentran las sinapsis. Co-
‘mo ha demostrado Maturana,!* se computan las impresiones sensoriales del
olor y algunas otras caracteristicas como podria ser la forma.
Computacién de la forma: Obsérvese el entretcjido periddico formado
por dos capas de la figura 16, en la que la capa superior representa oélulas sen-
Soriales que pueden ser sensibles, por ejemplo, ala “luz”. Cada una de estas c-
Iulas sensoriales estén unidas con tres neuronas de la capa inferior (que compu:
ta) y esto por medio de dos sinapsis excitantes (representadas por botones) con
Ta neurona que est4 situada directamente debajo de ella y por medio de sendas
sinapsis inhibidoras (representadas por medio de un lazo) con la neurona que se
50
Figura 15
‘encuentra a la derecha o bien a la izquierda, directamente debajo de ella. Es ob-
‘vio que la capa que computa no reacciona mientras todas las oélulas sensoria-
les estén iluminadas uniformemente: los dos estfmulos excitantes que recibe
cada neurona-computadora son compensadas exactamente por los dos estimu-
los excitantes que llegan de las dos células sensoriales laterales.
Esta respuesta cero se mantiene tanto en condiciones de iluminacién m4-
xia, mfnima, o enel caso de cambios veloces de la iluminaci6n, Abora se que-
t Ging Wananitn ot ak
° BOP w=O = 0
Figura 16
suo 1 0 0 0
Figura 17
‘fa preguntar con raz6n: “jPor qué este aparato tan complicado, que en reali-
dad no hace nada". Observemos ahora la figura 17: 4
En esta figura hay un objeto que proyecta su sombra sobre el entetejdo.
"Nuevamente todas las neuronas de la capa inferior permanecen mudas, con ex-
cepeién delaneurona que se encuentra ene bard delasombra:recibe ds sea.
Jes excitanes de fa eflula sensorial que se encuentra encima de ella, pero S610
tuna sefialinhibidora del sensor izquierdo, Esto permite comprender a impor-
late anc de este enretjo, que compuia cada “modificacn del medi
gue se proce en el campo visual eet oo", indepentintemente dein.
tensidad y las luctuaciones cronolbgicas dela luz circundante, asf como de la
icin y extensiGn del obstéculo.
Te ad cam apse
Laci6n son absolutamente elementales, su ofganizacion nos permite, sin embar
0, aecedera un principio de considerable profundidad, que es la computacin
‘dena abstraccién, en este caso la nocién de “borde”. Espero que este sencillo
sjempl se para demosvar que es posible generalizes principio en an
dida que “computar” sea apreciable por lo menos en dos planos, a saber:
1a) en las operaciones, efectivamenteIevadas a cabo y daw
bem la organizacién de estas operaciones, las que, como en este caso, esti
presentadas por la estructura del entretejido nervioso.
Figura 18
32
En el lenguaje de las computadoras se entenderfa “programa”. En las
“computadoras biolégicas” —a lo que me referiré més adelante — los progra.
n ser calculados por sf mismos. Esto leva al concepto de “metapro-
‘meta-meta programas”...tc.,y descansa naturalmente sobre la orga.
nizacién recursiva propia de estos sistemas,
VIL Cierre del Circulo. En la observacién de todos los médulos neurofisio\s-
sicos puede haberse perdido de vista que un organismo es un todo que funcio-
En la figura 18 he representado estos médulos en su relacién funcional. Los
Cuadrados negros identificados con N, representan haces de neuronas que se
relacionan por medio de sinapsis (y cisuras sindpticas representadas por el ¢5.
Pacio que aparece entre los cuadrados) con las neuronas de otros haces, La su
Perficie sensorial del organismo (5s) se encuentra a la izquierda y su superficie
‘motora (MS) se encuentra a la derecha; la superficie punteada que limita aba.
o.com el rea de los cuadrados correspon a la neurohipSfisis (NP, tambien la
‘mado lobulo posterior de lahip6fisis), una gléndula profusamente inervada que
ltige todo el sistema endécrino. Los impulsos nerviosos que se desplazan hori
zontalmente, es decir de izquierda a derecha,actian finalmente sobre la super.
ficie motora, cuyas modificaciones (movimientos) son percibidos inmedinus.
‘mente por la superficie sensorial, lo cual se insinda por medio de las trayecto-
Figura 19
inecei6n de las lechas. Los impulsos vestivales,
«que corren de ariba hacia abajo estimulan la neurohip6fisis, a raiz de cuya acti,
vvidad se detraman hormonas esterdides en las cisuras sindpticas, lo que tere.
Senta por medio de salientes de las lineas efectivas en forma de cerdas. De esta
‘manera se modifica el modus operandi de Ias uniones sindpticas y, en conse.
‘cuencia, el del sistema en su totalidad.
Obsérvese este doble cierre del circulo, por medio del cual el sistema no
solamente actia sobre. lo que "ve", sino también sobre aqucllo con que clay,
‘alo “visto”, Para poner aun més claramente en evidencia este doble cierre del
frculo, propongo envolver el diagrama de Ia figura 18 en torno de sus dos ejes
de simetria circulares de manera tal que sus limites artificiales sean anulados y
33se forme el cuerpo toroidal de la figura 19, El meridiano rayado que aparece ade-
lante, en l medio, corresponde ala “cisura sindptica” entre la superficie motora
y la sensorial y el ecuador punteado corresponde a la neurohipsfisis. Las ope-
raciones de cémputo que se desarrolian dentro de este toroide obedecen a una
condicién no trivial al postulado de ta “homedstasis cognocitiva’: “El sistema
nervioso est organizado (0 se organizaa sf mismo) de manera que computa una
realidad estable.”
Este postulado supone “autonomfa”, es decir “autorregulacién” para to-
do organismo viviente, Dado que la estructura seméatica de los sustantivos con
a prefijo “auto” se clarifica si se susttuye este prefijo por el sustantivo, “auto-
‘nomia” tiene el mismo significado de “reglamentacién de la reglamentacin’.
Justamente eso es lo que realza el toroide doblemente cerrado que calcula re-
‘ursivamente: reglamenta su propia reglamentacin
Signiticado
Hoy en dia puede parecer poco comiin poner como condicién la autono-
pues la autonomia implica responsabilidad. Si yo soy el nico que decide
cémo acti, también soy responsable por ello, Dado que el juego mas difundi-
do actualmente en la sociedad tiene por regla responsabilizar a cualquier oto
‘por mis propios actos (el juego se llama “heteronomfa”), comprendo que mis
conceptos proponen una premisa muy impopular. Una de las formas de escon-
Teuber, HL "Neuere Bevachtugen uber Sehsuahlung und Sehrinde En
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