Está en la página 1de 164

MÓDULOS AGROFORESTALES DE PRODUCCIÓN

DIVERSIFICADA E INTENSIVA EN BOSQUE


TEMPLADO Y SELVA HÚMEDA DE MÉXICO

Dra. Aixchel Maya Martínez


Investigadora del Campo Experimental Edzná, Campeche

M.C. Nelda Guadalupe Uzcanga Pérez


Investigadora del Campo Experimental Mocochá, Yucatán

Dra. Ana Lid del Ángel Pérez


Investigadora del Campo Experimental Cotaxtla, Veracruz

Dra. Bertha Sofía Larqué Saavedra


Investigadora del Campo Experimental Valle de México, Edo. de México

Dra. Ligia Guadalupe Esparza Olguín


Investigadora de El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Campeche

CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL SURESTE


Campo Experimental Edzná
Libro Técnico Núm. 6
San Francisco de Campeche, Campeche, México

2019
No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni la
transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico,
mecánico, fotocopia, por registros u otros métodos, sin el permiso previo y
por escrito de la Institución.

Derechos reservados ©

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias


Av. Progreso No. 5, Barrio de Santa Catarina, Delegación Coyoacán, C.P. 04010
Ciudad de México
www.inifap.gob.mx

Libro Técnico Núm. 6 MÓDULOS AGROFORESTALES DE PRODUCCIÓN


DIVERSIFICADA E INTENSIVA EN BOSQUE TEMPLADO Y SELVA HÚMEDA DE
MÉXICO

Primera edición 2019

Impreso en México

ISBN: 978-607-37-1119-7

Cita correcta de esta publicación:


Maya, M.A., Uzcanga, P.N.G., del Ángel, P.A., Larqué, S.B.S., Esparza,
O.L.G. (2019). Módulos agroforestales de producción diversificada e
intensiva en bosque templado y selva húmeda de México. Instituto
Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Centro
de Investigación Regional Sureste. San Francisco de Campeche,
Campeche, México. Libro Técnico Núm. 6. 160 p.
PRESENTACIÓN

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias


(INIFAP), tiene como mandato que, a través de la generación de
conocimientos científicos y de la innovación tecnológica agropecuaria y
forestal, como respuesta a las demandas y necesidades de las cadenas
agroindustriales y de los diferentes tipos de productores, se contribuya al
desarrollo rural sustentable de México, atendiendo con ello las metas y los
temas prioritarios del desarrollo nacional de México y, al mismo tiempo,
alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplados en
la Agenda 20-30 de las Naciones Unidas, cuya finalidad es poner fin a la
pobreza, luchar por la desigualdad y la justicia, haciendo frente al cambio
climático.
En este sentido, con la intención de contribuir a la solución de dos temas
prioritarios – la seguridad alimentaria, así como el aprovechamiento
sustentable de los ecosistemas y de la biodiversidad –, investigadores del
INIFAP se dieron a la tarea de establecer módulos agroforestales como
una estrategia integral que permita contrarrestar los problemas de la
inseguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad, estrategia que se
plasma en el libro que a continuación se presenta.
La importancia de estos sistemas de producción y por la que están
contribuyendo en la solución de estos temas prioritarios es que ofrecen
una diversificación e incremento en la productividad agrícola, por el uso
de tecnologías resilientes, que contribuyen al mejoramiento de los suelos,
facilitando la infiltración y el drenaje, así como mejorando su estructura
mediante el aporte de biomasa y la fijación de nutrientes; asimismo, al
incorporar el componente forestal, son una fuente energética alterna al
obtener carbón, leña, madera y forraje, creando las condiciones para tener
presencia de la fauna silvestre. De igual forma, contribuyen a la captura de
carbono y, por ende, a la mitigación del cambio climático.
Por lo anterior, los autores ponen a disposición de productores, extensionistas,
profesionistas y público en general una obra en la que podrán consultar los
diferentes elementos que les permitan establecer estos módulos, ofreciendo
un abanico de tecnologías amigables con el medioambiente y adaptables
para sitios tanto de bosque templado como de selva húmeda, dos de los
ecosistemas predominantes de la República Mexicana.

M.C. Bartolo Rodríguez Santiago


Director del CIR-Sureste-INIFAP
Contenido
Pág.
INTRODUCCIÓN 15

CAPÍTULO 1. MODELO TEÓRICO DE UN MÓDULO


AGROFORESTAL DE PRODUCCIÓN DIVERSIFICADA E
INTENSIVA 17
Introducción 17
1.1. El modelo teórico del módulo agroforestal y sus
componentes. 18
1.2. Ecosistemas de validación del módulo agroforestal. 24
Conclusiones. 27
Literatura citada. 27

CAPÍTULO 2. COMPONENTE DIAGNÓSTICO


SOCIOECONÓMICO DE LA POBLACIÓN VINCULADA AL
MÓDULO AGROFORESTAL 31
Introducción 31
2.1 El diagnóstico socioeconómico 32
2.2. Diagnóstico para la selva húmeda 33
2.2.1. Características socioeconómicas de Nuevo
Progreso y Loma Iguana 33
2.2.2 Talleres participativos en los ejidos de Nuevo
Progreso y Loma Iguana 34
2.2.3 Aplicación de cuestionarios 43
2.3. Diagnóstico para el bosque templado 46
2.3.1. Características socioeconómicas de Cuautepec
de Hinojosa y La Loma 46
2.3.2. Talleres participativos en las comunidades
El Aserradero y La Loma 47
2.3.3. Aplicación de cuestionarios 56
Conclusiones 61
Literatura citada 61
CAPÍTULO 3. COMPONENTE AGROSILVOPASTORIL 65
Introducción 65
3.1. Establecimiento del componente agrosilvopastoril 66
3.1.1 Delimitación del componente 66
3.1.2 Preparación del terreno 69
3.1.3 Especies empleadas 71
3.1.4 Diseño y arreglo topológico 73
3.1.5 Manejo agronómico 76
3.1.6 Producción y cosecha 76
Conclusiones 79
Literatura citada 79

CAPÍTULO 4. COMPONENTE FORESTAL 82


Introducción 82
4.1. Establecimiento del componente forestal 84
4.1.1 Delimitación del componente 84
4.1.2 Preparación del terreno 84
4.1.3 Especies empleadas 84
4.1.4 Diseño y arreglo topológico 86
4.1.5 Manejo agronómico 88
Conclusiones 91
Literatura citada 92

CAPÍTULO 5. COMPONENTE CORREDOR BIOLÓGICO 95


Introducción 95
5.1. El corredor biológico en el módulo agroforestal 96
5.2. Caracterización de la diversidad vegetal 97
5.3. Caracterización de la diversidad faunística 99
5.4. Diversidad vegetal en los corredores biológicos de
los módulos agroforestales 105
5.5. Diversidad de fauna en los corredores biológicos
de los módulos agroforestales 108
Conclusiones 112
Literatura citada 112

CAPÍTULO 6. COMPONENTE DE ANEXOS DE


PRODUCCIÓN INTENSIVA 116
Introducción 116
6.1. Establecimiento del anexo de producción
intensiva 118
6.1.1 Producción de plántulas 120
6.1.2 Establecimiento de especies por siembra
directa 123
6.1.3 Arreglos espaciales empleados en los anexos
de producción intensiva 123
6.1.4 Manejo agronómico 128
6.2. Los anexos de producción intensiva en selva
húmeda y bosque templado 133
Conclusiones 136
Literatura citada 136

CAPITULO 7. COMPONENTE TRANSFERENCIA DE


TECNOLOGÍA 139
Introducción 139
7.1. Modelo de transferencia de tecnología 140
7.1.1 Actividades de transferencia de tecnología 142
7.2. Transferencia de tecnología en la selva húmeda 143
7.3. Transferencia de tecnología en bosque
templado 146
Conclusiones 151
Literatura citada 151

EPÍLOGO 154
AGRADECIMIENTOS 158
Índice de cuadros

Cuadro Pág.

2.1. Actividades económicas de la población cercana al módulo 36


agroforestal Nuevo Progreso, Campeche, México.

2.2. Línea de tiempo de eventos significativos de la comunidad 37


de Nuevo Progreso, Campeche, México.

2.3. Actividades económicas de la población cercana al módulo 39


silvopastoril Loma Iguana, Veracruz, México.

2.4. Línea de tiempo de eventos significativos de la comunidad 40


de Loma Iguana, Veracruz México.

2.5. Características sociodemográficas de los productores por 45


entidad.

2.6. Actividades económicas de la población cercana al módulo 50


agrosilvopastoril El Aserradero Hidalgo, México.

2.7. Línea de tiempo de eventos significativos de la comunidad 51


de El Aserradero Hidalgo, México.

2.8. Actividades económicas de la población cercana al módulo 54


agrosilvopastoril La Loma Hidalgo, México.

2.9. Línea de tiempo de eventos significativos de la comunidad 55


de La Loma Hidalgo, México.

2.10. Principales especies forestales identificadas en el predio de 58


los productores de El Aserradero y La Loma.

2.11. Características sociodemográficas de los productores El 59


Aserradero y La Loma.

3.1. Interpretación del resultado del análisis de suelo realizado 68


para el módulo de Nuevo Progreso.

3.2. Especies sembradas en módulos agroforestales de la selva 72


húmeda y el bosque templado de México.
4.1. Especies plantadas en el componente forestal de los módulos 85
agroforestales de la selva húmeda y el bosque templado de
México.

5.1. Resultados del monitoreo de la diversidad y estructura de la 106


vegetación en los cuatro MAF estudiados.

5.2. Especies más abundantes o en alguna categoría de riesgo en 107


los cuatro módulos estudiados.

5.3. Riqueza de especies por taxa en los cuatro MAF estudiados. 108

6.1. Especies probadas en huertos familiares con épocas de 119


siembra.

6.2. Características de los frutos listos para cosechar, en los 132


diferentes cultivos establecidos en un huerto.

7.1. Cursos de capacitación y eventos demostrativos realizados 143


en los municipios de los módulos ubicados en selva húmeda
durante el 2016.

7.2. Cursos de capacitación impartidos en los municipios de los 144


módulos ubicados en selva húmeda durante el 2017.

7.3. Eventos demostrativos realizados en los municipios de los 148


módulos ubicados en bosque templado durante 2016.

7.4. Cursos de capacitación impartidos en los municipios de los 149


módulos ubicados en bosque templado en 2017.
Índice de figuras

Figura Pág.

1.1. Arreglo territorial de los módulos agroforestales. 19

1.2. Densidad de siembra del bloque agrosilvopastoril. 21

1.3. Modelos de la agricultura urbana y periurbana. 23

1.4. Ubicación geográfica de cuatro módulos agroforestales en 24


México. El Aserradero y San Miguel en bosque templado; Loma
Iguana y Nuevo Progreso en selva húmeda.

2.1. Taller participativo comunitario con productores de Nuevo 35


Progreso, Municipio de Calakmul en Campeche.

2.2. Talleres participativos comunitarios con productores de Loma 38


Iguana, Municipio de la Antigua en Veracruz.

2.3. Principales cultivos de los productores de Nuevo Progreso y 43


Loma Iguana.

2.4. Principales especies pecuarias de los productores de Nuevo 44


Progreso y Loma Iguana.

2.5. Ingreso promedio mensual de los productores de Nuevo Progreso 46


y Loma Iguana.

2.6. Taller participativo comunitario con productores de El Aserradero, 48


Municipio de Cuautepec de Hinojosa en Hidalgo.

2.7. Talleres participativos comunitarios con productores de La Loma, 53


Municipio de Atotonilco el Grande en Hidalgo.

2.8. Principales cultivos identificados por los productores del bosque 57


templado.

2.9. Principales especies pecuarias de los productores de El Aserradero 57


y La Loma.

2.10. Ingreso promedio mensual de los productores El Aserradero y La 60


Loma.
2.11. Años de experiencia de los productores por actividad y 60
ecosistema.

3.1. Ubicación del componente agrosilvopastoril en selva húmeda. 67

3.2. Preparación del terreno en los módulos de selva húmeda. 70

3.3. Taller participativo para la selección de especies en el Ejido 71


Nuevo Progreso, Campeche.

3.4. Arreglo topológico del componente agrosilvopastoril de los 75


módulos agroforestales.

3.5. Rendimiento de Z. mays (t ha-1) en dos densidades de plantación 77


y diferentes niveles de nutrición en el módulo agroforestal de
Loma Iguana, Veracruz.

3.6. Rendimiento de Z. mays en diferentes niveles nutrimentales y en 78


dos densidades de plantación.

4.1. Arreglo topológico del componente forestal de los módulos 87


agroforestales.

4.2. Establecimiento del bloque forestal en el módulo de Nuevo 89


Progreso.

4.3. Podas realizadas al L. latisiliquum en el módulo agroforestal de 90


Nuevo Progreso.

4.4. Especies forestales dentro del módulo agroforestal de Loma 91


Iguana, Veracruz.

5.1. Representación las parcelas circulares y sus puntos cardinales 97


(N, S, E y O), usadas para el estudio de la diversidad vegetal en
los Módulos Agroforestales.

5.2. Ubicación de los transectos (T), bloques (B), puntos acústicos 101
(P) y cámaras trampa (C) para el monitoreo de fauna en los
módulos agroforestales.
5.3. Colocación de las cámaras trampa para el fototrampeo. 102

5.4. Formato empleado para las entrevistas en cada uno de los MAF. 103

5.5. Representación de la vegetación aledaña a los módulos 106


agroforestales.

5.6. Gremios tróficos de la fauna del MAF de Loma Iguana, Veracruz. 109

5.7. Gremios tróficos a los que pertenece la fauna registrada en el 110


MAF de Nuevo Progreso, Calakmul, Campeche.

5.8. Fauna por gremios tróficos del bosque templado. 111

6.1. Área del C.E. Cotaxtla, Veracruz del INIFAP, con modelos de la 117
agricultura urbana y periurbana.

6.2. Contenedores para germinar semillas. 121

6.3. Plántula de C. chinense mostrando el desarrollo radical en el 122


cepellón.

6.4. Modelos de agricultura urbana y periurbana. a) Cama elevada 124


tipo Fogón elaborada con tarimas recicladas; b) Cama de bambú,
elaborada con material local.

6.5. Modelos de agricultura urbana y periurbana. a) Manga colgante 125


y b) Maceta vertical colgante, ambas con plantas aromáticas.

6.6. Distribución de las plántulas y de las semillas en una cama de 126


siembra.

6.7. Colocación de una estaca como soporte a una planta de C. 127


chinense.

6.8. Plantas de Cucurbita sp. y C. sativus con síntoma de la enfermedad 130


causada por el hongo del género Pseudoperonospora.

6.9. Mangas colgantes en Loma Iguana, Veracruz. 134


6.10. Costos de los tipos de contenedores para cultivar hortalizas, 135
especies de condimento y aromáticas en los API.

6.11. Rendimiento promedio en kilogramos por contenedor, en cada 136


estrategia productiva.

7.1. Modelo de Escuelas de Campo para la capacitación de 140


productores-promotores y la transferencia de tecnología.

7.2. Transferencia de tecnología sobre implementación de anexo de 145


producción intensiva en Veracruz.

7.3. Transferencia de tecnología sobre anexos de producción 146


intensiva y su manejo a través de biofermentos en Campeche.

7.4. Transferencia de tecnología sobre elaboración de abonos 148


orgánicos.

7.5. Uso de ecotecnias en anexos de producción intensiva. 150


INTRODUCCIÓN

MAYA MARTÍNEZ Aixchel

México enfrenta una serie de problemas, los que se manifiestan en el Plan


Nacional de Desarrollo 2013 – 2018 (PND 2013 - 2018) en el que, por
primera vez, se incluyen los indicadores que reflejen la situación del país en
relación con los temas considerados como prioritarios para darles puntual
seguimiento, todos ellos clasificados en cinco metas nacionales: un México
en Paz, un México Incluyente, un México con Educación de Calidad, un
México Próspero y un México con Responsabilidad Global.

Ante esta situación, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT)


contribuye a la solución de esta problemática, mediante su convocatoria
Proyectos de desarrollo científico para atender problemas nacionales, con
la finalidad de que los resultados de los proyectos financiados contribuyan a
la efectiva solución de la problemática prioritaria. De tal forma que, para la
edición 2014 de esta convocatoria, el Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) recibió financiamiento para
el desarrollo del proyecto “Sistemas agroforestales y su relación con el
aprovechamiento y protección de su biodiversidad asociada en diferentes
ecosistemas de México”, con el propósito de contribuir a la solución de dos
de los 15 temas prioritarios a atender por esta convocatoria: la seguridad
alimentaria y el aprovechamiento y protección de ecosistemas y de la
biodiversidad.

Dentro del PND 2013 - 2018, estos dos temas prioritarios están
contemplados en las metas de un México Incluyente y un México Prospero.
En la primera de ellas uno de los indicadores es la inseguridad alimentaria,
bajo el diagnóstico de que México es un país fragmentado y desigual, por
lo que asegurar una alimentación y nutrición adecuada de los mexicanos
es una de las estrategias para lograr este México Incluyente; para ello, una
de las líneas de acción es incorporar componentes de carácter productivo,
como en este caso los sistemas de producción agroforestal, a las acciones
y programas sociales.

Por su parte, en la meta un México Prospero, bajo el diagnóstico de que


la conservación del capital natural, así como de sus bienes y servicios

15
ambientales, es un elemento clave para el desarrollo del país y el bienestar
de la población, se plantea una estrategia que permita impulsar y orientar
un crecimiento verde incluyente y facilitador que preserve el patrimonio
natural al mismo tiempo que genere riqueza, competitividad y empleo;
así como construir un sector agropecuario y pesquero productivo que
garantice la seguridad alimentaria del país, impulsando el aprovechamiento
sustentable de los recursos naturales del país.

Una estrategia integral que contribuye a la solución de estos dos grandes


problemas que enfrenta México son los sistemas agroforestales, ya que
favorecen la conservación de la biodiversidad debido a que mejoran la
fertilidad del suelo con el uso de prácticas como la no quema, labranza
mínima o cero labranza, manejo de árboles en regeneración natural y
la disminución en el uso de agroquímicos; asimismo, representan una
oportunidad para incrementar las reservas de carbono, rehabilitación de
zonas degradadas y, en general, a la mitigación del cambio climático. De
igual forma, son sistemas de producción que inciden favorablemente en
la seguridad alimentaria de sus beneficiarios, ya que permite al productor
diversificar sus cultivos y, por tanto, su dieta.

De tal forma que, en este libro, producto del proyecto mencionado en


párrafos anteriores, se plantea una estrategia integral basada en sistemas
agroforestales de producción diversificada e intensiva, partiendo de un
modelo teórico de un módulo agroforestal para contribuir en la solución
tanto de la inseguridad alimentaria como en la pérdida de biodiversidad,
en este caso, de dos ecosistemas de México: Selvas Húmedas y Bosques
Templados. Con esta tecnología se les ofrece a los técnicos de los estados
de Campeche y Veracruz (Selva Húmeda), así como de Hidalgo (Bosque
Templado), información para el establecimiento de sistemas de producción
diversificada y sustentable.

16
CAPÍTULO 1.

MODELO TEÓRICO DE UN MÓDULO AGROFORESTAL DE PRODUCCIÓN


DIVERSIFICADA E INTENSIVA

MAYA MARTÍNEZ Aixchel

Introducción

La inseguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad son dos de los


principales problemas a los que se enfrenta México y, con la finalidad de
contribuir a la solución de esta problemática, se diseñó un modelo teórico
de módulo agroforestal de manera genérica, considerando que a partir de
él, según las condiciones socioeconómicas y ambientales del lugar, este
módulo puede orientarse hacia las diferentes categorías que de ellos existen:

• Sistemas agrosilvícolas: consisten en alternar árboles y cultivos de


temporada (anuales o perennes).
• Sistemas silvopastoriles: consisten en alternar árboles y pastizales para
sostener la producción animal.
• Sistemas agrosilvopastoriles: Consisten en alternar árboles, cultivos de
temporada y pastizales para sostener la producción animal (SAGARPA,
2014).

Estos módulos podrán contribuir a la solución de la inseguridad alimentaria


ya que son sistemas de producción diversificada e intensiva, en los que,
espacialmente, se tendrán diferentes áreas (componentes: agrosilvopastoril,
forestal, corredor biológico y anexo de producción intensiva) en un arreglo
topológico en el que se intercalan cultivos agrícolas, forrajeros, frutícolas y
forestales, además de contar con un anexo de producción intensiva en el que se
emplean tecnologías de la agricultura urbana y periurbana para la producción
de diversos productos.

Temporalmente se tendrá una producción a corto plazo con la obtención de


hortalizas, plantas medicinales y frutales en el anexo de producción intensiva;
a mediano plazo se cosecharán cultivos anuales, incluyendo los forrajeros,
así como frutales sembrados en el componente agrosilvopastoril, además
del uso forrajero y frutal de algunas de las especies del bloque forestal;

17
mientras que a largo plazo se tendrá el aprovechamiento de los productos
forestales (madera, leña, carbón, resinas, etc.). Todo ello, con un impacto
positivo en el bienestar y en la seguridad alimentaria de los beneficiarios al
contar con una producción diversificada en el tiempo y en el espacio.

En cuanto a su contribución para solucionar la pérdida de biodiversidad,


al ser sistemas de producción sustentables, se espera que contribuyan
al mejoramiento de las condiciones ambientales del lugar y, para ello, se
contará con un área destinada a medir y monitorear la biodiversidad (flora
y fauna) asociada a estos módulos, como indicador del impacto de estos
en la conservación de la biodiversidad. Transversalmente, se podrá tener
una caracterización de la comunidad aledaña al módulo, lo que permitirá la
planeación de estrategias en función de las condiciones socioeconómicas y
ambientales; asimismo, se dará pie a la transferencia de tecnología mediante
la formación de capacidades técnicas locales para la exitosa replicación del
modelo.

1.1. El modelo teórico del módulo agroforestal y sus componentes

El modelo teórico de módulo agroforestal está conformado por los siguientes


componentes:

a) Diagnóstico socioeconómico de la comunidad asociada al módulo,


para tener un contexto de la comunidad a partir del cual poder planear y
establecer el módulo.
b) Agrosilvopastoril, con cultivos anuales, perennes y forrajeros.
c) Componente forestal.
d) Corredor biológico, para el monitoreo de la biodiversidad asociada a los
módulos.
e) Anexos de producción intensiva, con metodologías de la agricultura
urbana y periurbana.
f) Componente de transferencia de tecnología, que permite la replicación
del modelo por parte de otros productores.

La superficie sugerida de cada módulo no deberá ser mayor a 5 ha ni menor


a 2.5 ha, considerando la estratificación presentada por la FAO (2012), en
la que se identifica que la mayoría de las unidades económicas rurales (UER)
se encuentran en los estratos E1 (Familiar de subsistencia sin vinculación

18
al mercado) y E2 (Familiar de subsistencia con vinculación al mercado), es
decir, el 22.4% y 50.6% respectivamente de las 5´325,223 UER del sector
rural y pesquero de México, están en estas categorías. Para estos estratos,
la superficie agrícola promedio por UER es de 2.8 ha para el primero y 5 ha
para el segundo.

Asimismo, se sugieren superficies para cada componente, tratando de


guardar, en todo lo posible y de acuerdo con las irregularidades del terreno,
todas las proporciones de las áreas internas de los módulos. De tal forma que
cada módulo estará formado por seis bloques; uno agrosilvopastoril de uso
intensivo que abarcará 20% de la superficie del módulo, cuatro forestales
con una superficie cada uno de 15% del módulo y un corredor biológico que
comprenderá 20% de la superficie, dividido en cuatro secciones (Figura 1.1).
Además, se dispondrá de un área para establecer un anexo de producción
intensiva, mismo que se adecuará a las condiciones de los beneficiarios en
cuanto a superficie y ubicación.

Figura 1.1. Arreglo territorial de los módulos agroforestales.

19
Además de los componentes físicos del módulo, se tienen dos transversales:
el de diagnóstico socioeconómico de la comunidad asociada al módulo;
así como el de transferencia de tecnología. A continuación, se describen,
de manera general, los componentes del modelo, entendiendo que cada
uno de ellos se podrá ajustar a las condiciones propias del lugar donde se
establezca el módulo.

Componente diagnóstico socioeconómico. Es importante que antes


de establecer el módulo agroforestal, primero se realice un diagnóstico
socioeconómico de la comunidad vinculada a este, con la finalidad de
caracterizarla para obtener información clave que permita identificar
los sistemas de producción existentes y reconocer los problemas más
importantes de la región para, así, poder planificar las alternativas apropiadas;
asimismo, este diagnóstico será un soporte que permitirá indagar sobre las
áreas de oportunidad o amenazas intrínsecas al módulo (Mendieta y Rocha,
2007); se genera a partir de información obtenida de estadísticos oficiales y
de la propia gente a través de métodos del diagnóstico participativo (Bustos
et al., 2003; Geilfus, 1998). Como parte de este mismo diagnóstico se
puede realizar un recorrido por el predio para determinar las características
agroecológicas del mismo y cruzar la información con la oficial (ej. Cartas de
INEGI) para así obtener una caracterización ambiental, misma que, junto con
la socioeconómica, permitirá la mejor selección de los cultivos a establecer.

Como parte de este diagnóstico o de manera simultánea, junto con el/los


productor/es cooperantes se deberán seleccionar las especies a establecer;
para ello se les presentará un listado de cultivos anuales, forrajeros, perennes
y forestales los cuales serán seleccionados por investigadores expertos
en la rama, partiendo de las preferencias agroecológicas de cada especie,
considerando las condiciones ambientales y físicas del predio. Asimismo,
es necesario priorizar por valor y volumen de la producción, consultando
estadísticas oficiales como el Servicio de Información Agroalimentaria
y Pesquera (SIAP), siendo importante dar prioridad a especies nativas. El
listado de cultivos se le presenta al productor, se rebosa y de acuerdo con las
preferencias y costumbres de éste, se seleccionarán los cultivos a establecer,
abriendo la posibilidad que el productor proponga algunas especies de
su interés, mismas que el experto deberá justificar técnicamente para su
establecimiento o no (Cabrera et al., 2012). Con la caracterización del lugar
y la selección de los cultivos a establecer, deberán trazarse y establecerse

20
en campo los componentes agrosilvopastoril, forestal, corredor biológico y
anexo de producción intensiva.

Componente agrosilvopastoril. Considerando que en este bloque se


pueden establecer en asociación cultivos anuales con perennes, incluyendo
o no los forrajeros de corte para alimentación directa del ganado, se decidió
manejar en el modelo teórico de manera general como Componente
Agrosilvopastoril; sin embargo, en cada situación particular, dependiendo de
las condiciones socioeconómicas y ambientales, este bloque puede ajustarse
a cualquiera de las categorías que hay para sistemas agroforestales.

Esta asociación es para obtener una producción diversificada, así como


mejorar la calidad de los productos al utilizar tecnologías sustentables
como la labranza mínima o los fertilizantes orgánicos, además de favorecer
la fertilidad del suelo (Báez y Aguirre, 2011; García et al., 2005). El diseño
general es de cultivo en callejones, mismo que consiste en establecer
los frutales en hileras intercaladas con los cultivos anuales de temporal
y los forrajeros en los callejones que quedan entre las hileras, aunque
las densidades de siembra podrán variar entre ecosistema y para cada
especie. Sin embargo, el esquema estándar propuesto es de ocho metros
entre callejones para los perennes y 0.80 m para los anuales; la distancia
entre plantas de ambos dependerá del cultivo a establecer. Es importante
mencionar que esta densidad variara dependiendo de los cultivos perennes
y anuales que se establezcan (Figura 1.2).

Figura 1.2. Densidad de siembra del bloque agrosilvopastoril.

21
Componente forestal. En este componente se considera el establecimiento
de especies forestales para diversos usos (madera, leña, forraje y frutos,
entre otros) seleccionadas de acuerdo a las condiciones de cada ecosistema
(Vázquez-Yanes et al., 1999); favoreciendo a las especies nativas que
contribuyan a la seguridad alimentaria de los productores locales al obtener
frutos para alimentación humana, forraje para alimentación de ganado,
así como productos maderables y no maderables, energéticos, cortina
rompevientos, etc.

Los bloques de este componente podrán servir también como cercos


vivos para la protección del componente agrosilvopastoril, además de
los beneficios adicionales que proporcionarán para la protección de la
biodiversidad. La densidad de plantación deberá ser de 3 x 3 m (mínimo) y
5.0 x 5.0 m (máximo); sin embargo, esto dependerá de las características
del terreno y de las especies. Al igual que en el componente agrosilvopastoril,
las especies serán seleccionadas partiendo del listado que se le ofrezca al
productor.

Componente corredor biológico. En este corredor se realizar un


monitoreo de los principales grupos de flora y fauna asociados a los
módulos agroforestales, lo que permitirá inferir sobre el impacto (positivo
o negativo) en la conservación de la biodiversidad; para ello, se marcarán
cuatro secciones en el perímetro de cada módulo (Figura 1.1).

Componente anexo de producción intensiva. En este componente del


módulo se establecerán diversos cultivos como: hortalizas, frutales, cítricos,
etc., de manera que se tenga disponibilidad de ellos durante todo el año.
Estos podrán estar cercanos al módulo o en el área que mejor le acomodé
al productor, como por ejemplo en el patio o solar de sus casas. Asimismo,
el tamaño del anexo se podrá ajustar a las necesidades del productor, pero
se sugiere que las dimensiones de esta área sean de 5 x 10 m (50 m2)
aproximadamente.

En este componente se producirán alimentos de forma intensiva


utilizando los modelos propios de la agricultura urbana y periurbana; sin
embargo, dependiendo de las condiciones de cada región (agroclimáticas,
socioeconómicas, materiales disponibles, etc.) se deberán seleccionar los
modelos a utilizar, tales como cama elevada tipo fogón, cama de sustrato

22
con bambú, maceta vertical con lámina de cartón, siembra vertical en
mangas colgantes, raíz flotante o frutales en maceta, entre otros (Cano,
2015; Del Ángel et al., 2011a; Del Ángel et al., 2011b) (Figura 1.3).

A) B)

C) D) E)

Figura 1.3. Modelos de la agricultura urbana y periurbana. A) Cama elevada


tipo fogón; B) cama de sustrato con bambú; C) maceta vertical con lámina de
cartón; D) siembra vertical en mangas colgantes; E) siembra en maceta.

Componente transferencia de tecnología. Durante el desarrollo de las


diferentes fases de establecimiento, se deberán realizar acciones para la
transferencia de tecnología, con la finalidad de dar seguimiento y fortalecer
la construcción de capacidades técnicas locales para la implementación
de los módulos agroforestales en el lugar o en otros núcleos agrarios.
Para lograrlo se tomarán como base las metodologías GGAVATT (Aguilar
et al., 2003; Caetano y Mendoza; 1992) y escuelas de campo (Morales,

23
2007), ambas considerada en el modelo de gestión de la innovación para
el desarrollo económico y social en áreas marginadas (Cadena-Iñiguez
et al., 2013; Cuevas et al., 2013), con sus adecuaciones para el tipo de
tecnología a transferir y para las condiciones socioeconómicas de cada una
de las regiones en las que se establecerán los módulos (Amaro-Rosales y
De Gortari-Rabiela, 2016). Se deberán transferir las principales etapas de
establecimiento de los módulos, proporcionando métodos sencillos para
que las comunidades seleccionadas sean capaces desarrollar sus propios
sistemas agroforestales, de monitorear sus recursos con la finalidad de
lograr un manejo adecuado, mejorar la conservación y de ser posible,
obtener alguna ganancia económica.

1.2. Ecosistemas de validación del módulo agroforestal

Para validar el modelo se seleccionaron cuatro comunidades en los estados


de Hidalgo, Veracruz y Campeche, ubicados en dos de los ocho ecosistemas
de México reportados por la CONABIO (2018), los cuales fueron bosques
templados y selvas húmedas (Figura 1.4).

Figura 1.4. Ubicación geográfica de cuatro módulos agroforestales en México.


El Aserradero y San Miguel en bosque templado; Loma Iguana y Nuevo
Progreso en selva húmeda.

24
En México, los bosques templados se encuentran formados por
comunidades vegetales dominadas por árboles altos, en su mayoría pinos
y encinos. Se estima que los bosques templados contienen cerca de 7,000
especies de plantas y, a pesar de que la mezcla de especies puede variar
entre uno o varios pinos y algunos encinos, son comunidades siempre
verdes, aunque también existen otras variantes donde dominan algunas
otras coníferas, como los bosques de oyamel, los de ayarín o pinabete y
otros. Se distribuyen en altitudes entre 2,000 y 3,400 m y, actualmente,
ocupan el 16% del territorio mexicano (323,300 km2). Se desarrollan en
zonas con temperaturas promedio entre 12 y 23°C. Son ecosistemas de
subhúmedos a templado húmedos, con una precipitación anual entre 600
y 1,000 mm. Crecen sobre suelos muy variados desde limosos a arenosos
y moderadamente ácidos, por lo general con abundante materia orgánica y
hojarasca.

Las comunidades El Aserradero y San Miguel se encuentran ubicados en


Bosque templado del estado de Hidalgo. Éste se localiza en la zona de
transición Neártica-Neotropical de México, lo que influye en la gran diversidad
de flora y fauna de la entidad. La topografía del estado, caracterizada por
un sistema complejo de cañadas conectadas al sistema hidrológico, hace
que las comunidades biológicas sean muy particulares, de manera que
las diferentes especies de fauna (734 especies: 501 especies de Aves,
97 Mamíferos, 48 Anfibios y 88 Reptiles), tanto de origen Neártico como
Neotropical, se distribuyen de acuerdo con los tipos de hábitat presentes
(Randell-Badillo, 2008) característicos de los ecosistemas templados:
matorral xerófilo (41.47%), bosque de pino-encino (32.58%), selva húmeda
perennifolio (16.91%), bosque mesófilo de montaña (4.47%), pastizal
(2.54%) y bosque espinoso (2.03%). Esta diversidad está representada en
las comunidades de San Miguel Atotonilco el Grande, aledaña a un matorral
xerófilo y El Aserradero en Cuautepec de Hinojosa, inmersa en una matriz
de bosque de pino-encino, localidades en las que se validó el modelo para
bosque templado (Flores et al., 2013) (Figura 1.4).

Por otro lado, el ecosistema selva húmeda es muy complejo y posee una alta
variación de especies de un lugar a otro. En él se observan las comunidades
vegetales más exuberantes del país, mismas que están formadas por árboles
de hasta 30 m o más de alto, de muy diversas especies y que conservan
su follaje todo el año. Además, abundan las lianas, epífitas y palmas. Se

25
distribuye por lo general en terrenos por debajo de los 1,200 metros
sobre el nivel del mar, en regiones con lluvia abundante todo el año y con
temperaturas cálidas; la precipitación promedio es superior a 2,000 mm
anuales y la temperatura siempre mayor a 18°C con poca variación (de 5 a
7 °C). La mayor parte de las selvas húmedas crecen sobre rocas calizas que
forman karst, por lo que el agua escurre por grietas directamente al subsuelo
y los ríos superficiales son muy escasos. Este tipo de selvas ocupaban una
extensión de cerca del 9.2% de la República Mexicana, misma que se ha
reducido a 4.7% (91,566 km²).

Este ecosistema se puede apreciar en Veracruz, entidad con una superficie


que constituye el 3.7% del territorio nacional, cuya vegetación original
consistía en bosques y selvas que han sido afectados por procesos de cambio
de uso de suelo de manera importante, en particular para la conversión a
tierras agrícolas y pecuarias, lo que ha afectado la diversidad (flora y fauna)
presente en ellos (López et al., 2014; Suárez et al., 2012). Es también
un corredor biológico para muchas aves migratorias neotropicales, como
los casi cuatro millones de rapaces que atraviesan El Paso Chivelea (una
Región Terrestre Prioritaria, RTP) en la franja costera de Veracruz durante
la migración de otoño en su vuelo al Istmo de Tehuantepec.

Campeche por su parte, representa el 3% del territorio nacional y cuenta con


una gran diversidad de ecosistemas terrestres y acuáticos que resguardan
una importante riqueza natural. A pesar de contar con cerca del 40% de su
territorio bajo protección ecológica federal, estatal o municipal, sus recursos
naturales han sido afectados principalmente por procesos de deforestación
y degradación ligados al avance de la ganadería, agricultura y urbanización
(Ellis et al., 2015; Esparza-Olguín y Martínez-Romero, 2011; García-Licona
et al., 2014), sin que esto haya implicado una mejora en las condiciones de
vida de los habitantes del estado.

En este contexto, los módulos agroforestales, en estos estados, se ubicaron


en Loma Iguana, municipio de La Antigua (Veracruz) y en el ejido de Nuevo
Progreso, municipio de Calakmul (Campeche). En ambos la vegetación
aledaña es secundaria, asociada a potreros en el caso de Veracruz y
proveniente de selvas subperennifolias en el caso de Campeche (Figura 1.4).

26
Conclusiones

El establecimiento de sistemas agroforestales es una estrategia integral


para contribuir a la solución de dos problemas de atención prioritaria
en México: la inseguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad. Para
ello, se generó un modelo teórico de un módulo agroforestal, compuesto
por los siguientes componentes: un diagnóstico socioeconómico para
caracterizar a la comunidad como base para la toma de decisiones durante
el establecimiento del módulo; un componente agrosilvopastoril, con
cultivos anuales y perennes, pudiendo o no haber forrajeros; uno forestal,
con especies de preferencia nativas y con diferentes usos; un corredor
biológico para monitorear la flora y fauna para indagar sobre el impacto
en la conservación de la biodiversidad; un anexo de producción intensiva,
con el empleo de tecnologías de la agricultura urbana y periurbana; así
como el componente de transferencia de tecnología para la formación de
capacidades técnicas locales. Todo ello para su validación en dos ecosistemas
contrastantes: el bosque templado y la selva húmeda.

Literatura citada

Aguilar, J., C. Illsley y C. Marielle. 2003. El maíz como cultivo I. Los sistemas
agrícolas de maíz y sus procesos técnicos. In: Esteva G. y C. Marielle
(ed.): Sin maíz no hay país. CONACULTA. México. pp. 83–123.

Amaro-Rosales, M. y R. De Gortari-Rabiela. 2016. Políticas de transferencia


tecnológica e innovación en el sector agrícola mexicano. Agricultura,
Sociedad y Desarrollo. 13 (3):449-471. doi: 10.22231/asyd.
v13i3.406

Báez, M. y M. J. Aguirre. 2011. Efecto de la labranza de conservación sobre


las propiedades del suelo. Terra Latinoamericana. 29 (2):113-121.

Bustos, C. D., G. J. Espinosa y N. A. Tapia. 2003. Diagnóstico Participativo


en comunidades rurales del semiárido de Querétaro y Guanajuato.
Publicación especial No.1. INIFAP, SAGARPA. C. E. Querétaro.
Querétaro, México. 92 p.

27
Cabrera, A., D. L., E. R. A. Díaz M., J. C. Berny M. y M. G. Lozano C. 2012.
Establecimiento de Sistemas Agroforestales. CONAFOR. Zapopan,
Jalisco. 50 p.

Cadena-Iñiguez, P., R. F. Rodríguez-Hernández, A. Zambada-Martínez, J.


G. Berdugo-Rejón, S. Góngora-González, E. Salinas-Cruz y A. Ayala-
Sánchez. 2013. Modelo de gestión de la innovación para el desarrollo
económico y social en áreas marginadas del sur sureste de México.
Libro técnico N° 10. INIFAP, CIRPAS.SAGARPA. C. E. Centro de Chiapas.
Ocozocuautla de Espinosa, Chiapas. México. 156 p.

Cano, C. E. 2015. Huertos familiares: un camino hacia la soberanía


alimentaria. Revista Pueblos y Fronteras Digital. 10 (20):70-91. doi:
10.22201/cimsur.18704115e.2015.20.33

Caetano de Oliveira, A. y S. Mendoza M. 1992. Diagnóstico y Estrategia


de Transferencia de tecnología agropecuaria en el contexto de las
transformaciones del agro mexicano. SARH, INIFAP, CIRCE. Chapingo,
Méx. 38 p.

CONABIO, 2018. Biodiversidad Mexicana. Comisión Nacional para el


Conocimiento y uso de la Biodiversidad. Consultado en: http://www.
biodiversidad.gob.mx/

Cuevas, R., L. Becerra G. Vázquez y N. Tapia. 2013. La investigación


agropecuaria, forestal y sus esfuerzos de transferencia y divulgación
mediante esquemas de extensión. In: Reyes O., S. (ed.): Servicio de
extensión rural en México. Propuestas de política pública. Biblioteca
Básica de Agricultura. México.

Del Ángel, A., J. Nataren y A. Rebolledo. 2011a. Agricultura urbana y


periurbana. Alternativa para la autosuficiencia alimentaria familiar.
Libro técnico No. 26. INIFAP, CIRGOC. C. E. Cotaxtla. México. 102 p.

Del Angel - Pérez, A. and J. Villagómez-Cortés. 2011b. Public demands,


environmental perceptions, and natural resource management in
Mexico tropical lowlands. African Journal of Business Management. 5
(6):2083-2092.

28
Ellis, E. A., J. A. Romero M. y I. U. Hernández G. 2015. Evaluación y mapeo
de los determinantes de deforestación en la Península de Yucatán.
Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
(USAID), The Nature Conservancy (TNC), Alianza México REDD+.
México D.F. 160 p.

Esparza-Olguín, L. y E. Martínez-Romero. 2011. Deforestación en Campeche:


Causas y Efectos. Revista Fomix Campeche. 3 (10):6-11.

FAO, 2012. Diagnóstico del sector rural y pesquero: identificación de la


problemática del sector agropecuario y pesquero de México. FAO,
SAGARPA. México. 86 p.

Flores, A. E., F. Becerra L., E. Buendía R., F. Carrillo A., G. Terrazas G. T. Pineda
O. y M. Acosta M. 2013. Intercepción de lluvia por matorral inerme
espinoso en Atotonilco el Grande, Hidalgo. Revista Mexicana de
Ciencias Agrícolas. 4 (2):285-298.

García, A., M. Laurín, M. Llosá, V. González, M. Sanz y J. Porcuna. 2005.


Contribución de la agricultura ecológica a la mitigación del cambio
climático en comparación con la agricultura convencional. Agroecología.
1:75-88.

García-Licona, J., L. Esparza-Olguín y E. Martínez-Romero. 2014. Estructura y


composición de la vegetación leñosa de selvas en diferentes estadios
sucesionales en el ejido El Carmen II, Calakmul, México. Polibotánica.
38 (1):1-26.

Geilfus, F. 1998. 80 herramientas para el desarrollo participativo:


diagnóstico, planificación, monitoreo, evaluación. IICA-GTZ. San
Salvador, El Salvador. 217 p.

López-Barrera, F., R. Manson and R. Landgrave. 2014. Identifying deforestation


attractors and patterns of fragmentation for seasonally dry tropical
forest in central Veracruz, Mexico. Land Use Policy. 41:274-283. doi:
10.1016/j.landusepol.2014.06.004

29
Mendieta, L. M. y L. R. Rocha M. 2007. Sistemas agroforestales. Universidad
Nacional Agraria. Managua, Nicaragua. 115 p.

Morales, G. M. 2007. Manual de escuelas de campo para la capacitación


y transferencia de tecnología. Libro Técnico No. 10. INIFAP, CIRPAS.
Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca. Santo Domingo
Barrio Bajo, Oaxaca. México. 50 p.

Randell-Badillo, J. 2008. Ordenamiento ecológico territorial regional en


los municipios donde se ubica el Parque Nacional Los Mármoles.
Informe final SNIB-CONABIO proyecto No. DQ006, Consejo Estatal
de Ecología. México D.F. 58 p.

SAGARPA, 2014. 8 Sistemas Agroforestales. In: Fichas Técnicas sobre


Actividades del Componente de Conservación y Uso Sustentable
de Suelo y Agua (COUSSA). México. Consultado en: http://www.
sagarpa.gob.mx/desarrolloRural/Documents/fichasCOUSSA/
Sistemas%20Agroforestales.pdf.

Suárez, A., G. Williams-Linera, C. Trejo, J. Valdez-Hernández, V. Cetina-


Alcalá and H. Vibrans. 2012. Local knowledge helps select species for
forest restoration in a tropical dry forest of central Veracruz, Mexico.
Agroforestry Systems. 85 (1):35-55. doi: 10.1007/s10457-011-
9437-9.

Vázquez-Yanes, C., M. A. Batis, S. M. Alcocer, D. M. Gual y D. C. Sánchez. 1999.


Árboles y arbustos potencialmente valiosos para la restauración
ecológica y la reforestación. CONABIO, Instituto de Ecología, UNAM.
México D.F. 15 p.

30
CAPÍTULO 2.

COMPONENTE DIAGNÓSTICO SOCIOECONÓMICO DE LA POBLACIÓN


VINCULADA AL MÓDULO AGROFORESTAL

UZCANGA PÉREZ Nelda Guadalupe, LARQUÉ SAAVEDRA Bertha Sofía,


MAYA MARTÍNEZ Aixchel, DEL ÁNGEL PÉREZ Ana Lid

Introducción

Una de las actividades para establecer el módulo agroforestal es identificar


los cultivos de interés, las características socioeconómicas de la población
objetivo, los cambios significativos en el pasado de la comunidad que
pudieran tener influencia en los eventos y actitudes del presente, o que
pudieran ser detonantes de la aceptación o rechazo de los diferentes
sistemas agroforestales propuestos; para ello, se debe realizar un diagnóstico
participativo con cada una de las comunidades en donde establecerán los
módulos, en este caso, dos comunidades de bosque templado y dos de
selva húmeda de México.

La información obtenida a través de un diagnóstico permite interpretar


la realidad que se quiere cambiar. Es un punto de partida para diseñar
operaciones y corregir acciones que permitan enfrentar los problemas
cuando se trata de implementar alguna acción o proyecto, en este caso,
el establecimiento de diferentes sistemas agroforestales, ya que brinda
información del contexto en el que se desarrollará el estudio (Rojo et al., 2009).

Durante la elaboración del diagnóstico se debe de tomar como referencia


el enfoque participativo y con características sencillas que permitan
a la población, sin capacitación profesional y con distintos grados de
conocimiento, experiencia, roles sociales e intereses, involucrarse durante
todo el proceso, pues solo a través de su participación es posible registrar
sistemáticamente información acerca de sus recursos y reflexiones, llevar a
cabo acciones de gestión en respuesta a lo aprendido (Geilfus, 1998); de lo
contrario, el conocimiento del productor es de poco valor cuando existe menos
grado de participación durante este tipo de estudios (Bustos et al., 2003).

31
En el presente capítulo se abordarán las experiencias y los resultados
obtenidos de la implementación de técnicas de diagnóstico participativo.

2.1 El diagnóstico socioeconómico

Para elaborar el diagnóstico se utilizaron diferentes técnicas para la


recolección de datos:

1) Investigación documental en fuentes oficiales de información.


2) Talleres participativos con el uso de dos herramientas (Geilfus, 1998):

• Perfil de grupo. Esta técnica se adapta a los requerimientos particulares


de cada comunidad con los siguientes pasos:

v Explicar el objetivo y la metodología de taller.


v Identificar las actividades básicas de la comunidad, como cultivos
principales.
v Repetir la actividad para otros aspectos relevantes como: tenencia de la
tierra, crédito, uso de insumos etc.
v Una vez que se agotaran los temas relevantes se procede a realizar el
censo.
v Discutir con los participantes los resultados.
v Solicitar opinión sobre el ejercicio (evaluación).

• Línea del tiempo. En esta técnica es relevante la participación de grupos


de distintas generaciones, así como la participación de hombres y mujeres
para recordar hechos antiguos, mediante los siguientes pasos:

v Organizar a los participantes en un grupo de trabajo.


v Cuestionar sobre los hechos relevantes de la comunidad.
v Colocar los eventos en una línea vertical, con los eventos más antiguos
de arriba hacia abajo.
v Escribir los comentarios a lado de cada evento.
v Discutir, en plenaria, los resultados.
v Cotejar la información con otras fuentes de información.

3) Información complementaria obtenida con el apoyo de un cuestionario


semiestructurado conteniendo los siguientes apartados: nombre, lugar de

32
residencia, edad, escolaridad, número de integrantes de la familia, número
de menores de edad, ingresos y datos por actividad agrícola, pecuaria o
forestal sobre cultivo, superficie, productos, mercado, miembros de la familia
que colaboran en la actividad y años que lleva dedicado a dicha actividad.
Toda la información recabada tanto en gabinete como en campo (talleres y
cuestionarios) se deberá cruzar con la vertida por datos estadísticos oficiales,
para así tener la caracterización de la comunidad lo más aproximado a la
realidad que vive (Fernández, 2006; Huber, 2002).

2.2 Diagnóstico para la selva húmeda

2.2.1 Características socioeconómicas de Nuevo Progreso y Loma


Iguana

Las comunidades diagnosticadas que pertenecen a este ecosistema fueron


el ejido Nuevo Progreso, municipio de Calakmul en el estado de Campeche,
y la comunidad Loma Iguana municipio de La Antigua estado de Veracruz;
encontrándose que ambas presentaron altos índices de marginación
(CONAPO, 2010).

El ejido de Nuevo Progreso cuenta con 69 habitantes, quienes enfrentan


problemas por la falta de oportunidades de educación ya que el 22.22% de
la población de 15 años y más es analfabeta y 40.00% no tiene la primaria
completa (CONAPO, 2010).

Las características de las viviendas del ejido son típicas de poblaciones


vulnerables en condiciones precarias, ya que, de las 13 viviendas particulares
habitadas, el 7.69% no cuentan con energía eléctrica, 15.38% son de
piso de tierra, 46.15% no cuentan con refrigerador y ninguna dispone de
agua entubada (CONAPO, 2010). Sin embargo, no presentan condiciones
de hacinamiento ya que el promedio de ocupantes por cuarto fue de 2.3
(número de residentes en la vivienda entre el número de cuartos) menor
a lo determinado por el INEGI (2016), que establece como condiciones de
hacinamiento un promedio de 2.5 o mayor de ocupantes por cuarto.

Durante los talleres se identificó que la actividad económica más importante


del ejido de Nuevo Progreso fue la venta de ganado bovino y borrego en pie
a intermediarios.

33
En lo que respecta al ejido de Loma Iguana, éste presentó características
similares a las de Nuevo Progreso, porque la población que asciende a
364 habitantes (47.25% hombres y 52.75% mujeres), también presentó
problemas por falta de oportunidades para la educación ya que el 13.28%
de la población de 15 años y más es analfabeta y 56.09% no tiene la
primaria completa (CONAPO, 2010).

A pesar de que las 106 viviendas particulares habitadas presentan bajo


nivel de hacinamiento debido a que el número promedio de ocupantes
por cuarto fue de 1.14, la mayoría se encuentra en condiciones precarias,
pues el 34.91% no disponen de agua entubada, 20.75% no cuenta con
refrigerador en la casa, 8.49% tiene piso de tierra, 5.66% no tiene energía
eléctrica (CONAPO, 2010).

2.2.2 Talleres participativos en los ejidos de Nuevo Progreso y Loma


Iguana

Para el ejido de Nuevo Progreso, según la percepción de los productores, la


importancia de la actividad en la comunidad es en el orden de 40% agrícola y
60% pecuaria. Asimismo, se identificó que los principales cultivos agrícolas
como Zea mays L. (maíz de grano blanco), Cucurbita sp. (calabaza chihua)
y Capsicum annuum L. (chile jalapeño), este último para venta local en
fresco o ahumado. También, se siembra dos veces al año zacate palapero,
comúnmente utilizado para el techado de la vivienda tradicional maya por
su adaptación a las condiciones climáticas de la región (Pérez et al., 2015).

Dentro de las actividades del productor, se encontró que realizan la cría


de aves de traspatio (gallinas y guajolotes) con mano de obra familiar. En
este tipo de comunidades marginadas, se considera al traspatio una unidad
de producción de subsistencia y ahorro, ya que la diversidad de especies
vegetales y animales, son la base de vida de la unidad doméstica campesina
(Salazar et al., 2015).

En este esquema de subsistencia se encuentra también la actividad apícola


en donde prevalece el esquema de mano de obra familiar y es considerada
una actividad complementaria con otras de subsistencia como la agricultura,
animales de traspatio y la forestería. Esta actividad además de generar
recursos para la familia rural mantiene el arraigo al campo (Güemes, 2003).

34
En el ejido se identificó a cuatro productores quienes en conjunto poseen
aproximadamente 80 colmenas bajo el modelo de producción apícola
campesino (Figura 2.1).

Figura 2.1. Taller participativo comunitario con productores de Nuevo


Progreso, Municipio de Calakmul en Campeche.

En cuanto a las actividades forestales solo un productor manifestó tener


ocho hectáreas de plantación comercial de Swietenia macrophylla King
(caoba) para comercio futuro. Se identificaron otras fuentes de ingreso que
se obtienen a través del valor de las transferencias gubernamentales como
Pago por Servicios Ambientales (PSA) para la realización de trabajos de
limpieza de caminos, brechas corta fuego, conservación de suelos, nidos y
torres de vigilancia dentro del ejido. Así como los orientados a incrementar
la productividad agrícola como PROAGRO Productivo, Programa Ganadero
Nacional (PROGRAN) o inclusive los de inclusión social orientados a mejorar
las condiciones de vida como PROSPERA y 70 y más (Cuadro 2.1).

35
Cuadro 2.1. Actividades económicas de la población cercana al módulo
agroforestal Nuevo Progreso, Campeche, México.
Persistencia Tiempo
Zea mays L. (maíz), Curcubita sp., Capsicum
annuum L. (chile jalapeño).
Producción con Comercialización de bovino, borrego en pie y miel.
venta local. Producción de otros cultivos como: Manihot
esculenta Crantz (yuca), Ipomoea batatas (L.)
Lam. (camote), Musa × paradisiaca L. (plátano),
Saccharum officinarum L. (caña de azúcar),
Citrullus lanatus (Thunb.) Matsum. & Nakai
Producción para (sandía), Cucumis melo L. (melón) y Cucumis
autoconsumo. sativus L. (pepino).
Cría de aves de traspatio.
Zacate palapero.
Programas de gobierno: PROAGRO Productivo,
Otros ingresos. PROGRAM PROSPERA, 70 y más.
Pago por Servicios Ambientales
Tenencia de 52% Avecindados.
la tierra. 48% Ejidal (10 ejidatarios con 50 ha cada uno)
Fuente: Elaboración propia con datos de talleres participativos con productores de
Nuevo Progreso (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014)

Los hechos relevantes del ejido de Nuevo Progreso de acuerdo con la


percepción de los pobladores y que influyen en las características actuales
de la población, se presentan en el Cuadro 2.2.

36
Cuadro 2.2. Línea de tiempo de eventos significativos de la comunidad
de Nuevo Progreso, Campeche, México.
Año Evento Comentarios
Familias oriundas de Veracruz, Tabasco e
1980 Colonización. Hidalgo.
Constitución del Se constituyeron como ejido con siete familias
1984 ejido. provenientes de Hidalgo.
Arribo de más Llegada de más familias a la comunidad
1987 familias. provenientes de Tabasco y Chiapas.
1988 Huracán Gilberto. Ocasionó daño en los cultivos y viviendas.
Se apertura la escuela primaria del ejido
1989 Escuela primaria. inaugurada por la Comisión Nacional de
Fomento Educativo (CONAFE).
1991 Escuela Preescolar. Apertura del primer kínder en el ejido.
1995 Huracán Roxanne. Ocasionó daño en los cultivos y viviendas.
Inicia construcción Inicia tramo de construcción del ejido-
1997 de carretera. municipio de Calakmul.
Finaliza la Finaliza tramo de construcción del ejido-
1998 construcción de municipio Calakmul.
carretera.
2000 Cisterna. Instalación de cisterna de agua potable.
2003 Casa ejidal. Construcción de la casa ejidal.
2009 Electricidad. Se cuenta con luz eléctrica en las viviendas.
2014 Casa de salud. Se construye la casa de salud.
Mejoras en Instalación de cerco para el cuerpo de agua,
2015
infraestructura. construcción de galera para la casa de salud.
Fuente: Elaboración propia con datos de talleres participativos con productores de
Nuevo Progreso (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014; Arellano, 2011)

Al igual que en Nuevo Progreso, en Loma Iguana (Veracruz) la importancia


de la ganadería, según los productores, es del 60% y, de ella, la ganadería
de doble propósito fue la actividad de mayor importancia, debido a que el
estado de Veracruz es el principal centro de abastecimiento de producción
de carne en canal de bovino, segundo de carne de ave, ovino y porcino
(SAGARPA, 2011). En un estudio realizado por Valdovinos et al. (2015)

37
se encontró que los ranchos ubicados al sur del Estado se clasificaron por
tamaño en pequeños y medianos con 24 y 113 vientres y 18 y 46 vientres
en ordeña en promedio por rancho.

El 40% en orden de importancia se lo asignaron a la agricultura, ubicando al


cultivo de Z. mays, en gran medida por el aporte del INIFAP a la región con
la liberación de híbridos y variedades para diversos productores de grano
a diferente escala como H-520, VS-536 y V-537 (Del Angel - Pérez et al.,
2016). Además de Z. mays también se cultiva Phaseolus vulgaris L. (frijol
negro) y S. officinarum, así como la siembra dos veces al año de pastos
tropicales como el Digitaria eriantha Steud. (pangola) para hacer heno,
forraje y ensilaje por su valor nutricional e importancia económica dentro
para la ganadería (Juárez et al., 2009) (Figura 2.2).

Figura 2.2. Talleres participativos comunitarios con productores de Loma


Iguana, Municipio de la Antigua en Veracruz.

Para este ejido, según la percepción de la propia comunidad, las actividades


de traspatio también contribuyen a la autosuficiencia alimentaria rural al
disponer de recursos destinados para su consumo y el mercado, situación
que ha revalorizado a las actividades de traspatio como uno de los
agroecosistemas más diversos y ricos que existen, al proveer en promedio
el 63.7% de las necesidades alimenticias (Salazar y Magaña, 2016).

El ingreso familiar se integró principalmente por las aportaciones recibidas de


las actividades económicas asalariadas (jornaleros y los empleos generados
por el rastro municipal TIF) y de las diversas trasferencias gubernamentales,

38
que para los hogares rurales representa el 15.2% de los ingresos totales
(SAGARPA-FAO, 2014).

La pesca es considerada una actividad de esparcimiento, pues con regularidad


la realizan aproximadamente 10 personas y las actividades forestales se
realizan en áreas reducidas con acahuales que son utilizados como cercos
vivos y para la obtención de productos como postes y madera para leña
(Cuadro 2.3).

Cuadro 2.3. Actividades económicas de la población cercana al módulo


silvopastoril Loma Iguana, Veracruz, México.
Actividades Descripción
Venta de leche, ganado de doble propósito.
Zea mays L., Phaseolus vulgaris L.(frijol negro), pipián,
Saccharum officinarum L. (caña de azúcar), frutales
(Mangifera indica L. [mango], Averrhoa carambola L.
Producción [carambola], Citrus limon (L.) Osbeck [limón], Persea
con venta americana Mill. [aguacate], etc.).
local. Siembran pastos: Cynodon plectostachyus (K. Schum.)
Pilg. (estrella), Digitaria eriantha Steud. (pangola),
Pennisetum purpureum Schumach. (Taiwán), Panicum
maximum Jacq. (privilegio) y Brachiaria brizantha (A.
Rich.) Stapf (brachiaria).
Producción de otros cultivos como: Ipomoea batatas
(L.) Lam. (camote), Musa × paradisiaca L. (plátano),
Producción Saccharum officinarum L. (caña de azúcar), Citrullus
para lanatus (Thunb.) Matsum. & Nakai (sandía), Cucumis
autoconsumo. melo L. (melón)
y Cucumis sativus L. (pepino).
Cría de aves de traspatio.
Obreros.
Rastro Municipal TIF.
Otros Mano de obra asalariada (jornaleros).
ingresos. Programas de gobierno: PROAGRO Productivo,
Programa de Fomento Ganadero, PROSPERA,
70 y más.
Tenencia de 90% Ejidal (60 ejidatarios con 10-8 ha).
la tierra. 10% Parcela escolar.
Fuente: Elaboración propia con datos de talleres participativos con productores de
Loma Iguana (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014)

39
Los habitantes de la comunidad hicieron un recuento de los principales
eventos que ocurrieron en ella, desde su fundación hasta la actualidad,
información con la que se generó la línea del tiempo de Loma Iguana, misma
que se presenta en el Cuadro 2.4 y que permite tener un marco histórico de
esta.

Cuadro 2.4. Línea de tiempo de eventos significativos de la comunidad


de Loma Iguana, Veracruz México.
Año Evento Comentarios
Fundación del Fundación del ejido por tres familias.
1900
ejido. Nombre original del ejido: Rompe Ollitas.
1926 Primaria rural. Inicio de la primera escuela primaria rural.
Se dotó de tierras al poblado denominado
"Loma Iguana", Municipio de La Antigua,
Entrega de
1935 del Estado de Veracruz, con una superficie
títulos.
total de 500-00-00 ha, para beneficiar a 49
capacitados en materia agraria.
Certificados
1944 Entrega de certificados parcelarios.
parcelarios.
Fundación del Campo Experimental Cotaxtla
del INIFAP que contribuyó al auge de las
actividades agropecuarias, además que
Fundación
ha llevado a cabo experimentos sobre
del Campo
1954 mejoramiento genético de Z. mays,
Experimental
permitiendo la liberación de híbridos y
Cotaxtla.
variedades para diversos productores de
grano a diferente escala como H-520, VS-
536 y V-537.
Energía
1963 Introducción de energía eléctrica.
eléctrica.
Uso de Inicia el uso de tractores en la agricultura,
1965 maquinaria anteriormente para la siembra de cultivos se
agrícola. utilizaba la yunta de bueyes y caballos.
Destacando la siembra de Zea mays
L. (maíz), Phaseolus vulgaris L. (frijol),
Auge de la
1970 Sesamum indicum L. (ajonjolí) y Sorghum
agricultura.
bicolor (L.) Moench (sorgo escobero), entre
otros.
1979 Agua potable. Introducción del agua potable.

40
Año Evento Comentarios
Se expropia al ejido de "Loma Iguana",
Municipio de La Antigua, del Estado de
Veracruz, una superficie de 2-71-16 ha
Expropiación de
1985 de agostadero de uso común a favor de
tierras.
Petróleos Mexicanos, quien las destinará al
alojamiento y derecho de vía del oleoducto
Nuevo-Teapa-Poza Rica.
1982 Aparcelamiento. Aparcelamiento de 10 ha por ejidatario.
Plaga de
1986 Reporte de incidencia de la plaga.
langosta.
Especialistas del Museo de Antropología
Estudios descubrieron un esqueleto humano. La
1989
antropológicos. Universidad Veracruzana también ha
realizado estudios antropológicos en el área.
Vinculación con investigadores del Campo
Experimental Cotaxtla, teniendo acceso a
maíces mejorados; fueron desapareciendo
los maíces criollos y la siembra de Z. mays
Establecimiento
(morado) se acostumbraba en la celebración
Décadas de parcelas
de día de muertos. Establecimiento de
de los de validación
parcelas de validación con el INIFAP. Antes
70 y 80 y maíces
de los 80 había dos compradores grandes de
mejorados.
maíz, de 1984 al 2000 se vendía el Z. mays
a la CONASUPO. Declive de la agricultura en
la región de 1988-1994 con el Gobierno de
Salinas y el cierre de la CONASUPO.
Producción agrícola: Zea mays L. (maíz),
Saccharum officinarum L. (caña de azúcar),
Producción Carica papaya L. (papaya), Phaseolus
1992
agropecuaria. vulgaris L. (frijol), Glycine max (L.) Merr.
(soya), Curcubita sp., Sorghum bicolor (L.)
Moench (sorgo escobero) y ganadería.

41
Año Evento Comentarios
Inicia operaciones como un rastro Tipo
Inspección Federal (TIF) certificado ante
el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad
Rastro Tipo
y Calidad Agroalimentaria (SENASICA)
1992 Inspección
con el registro 353, la Comercializadora e
Federal (TIF).
Industrializadora Agropecuaria S.A. de C.V
(CIASA) TIF 353", benefician 300 animales/
día y son fuente de 400 a 450 empleos.
Carretera pavimentada a Cardel. Antes
de esto el medio de transporte era el
tren de carga y de pasajeros con rutas
Construcción
Jalapa, Puebla y la ciudad de México.
2000 de carretera
Como principales productos transportados
Federal.
estaban el Zea mays L., Phaseolus vulgaris L,
Sesamum indicum L., Cucurbita sp., leche y
gallinas.
Registros de Registros de dos pozos profundos para uso
2006 dos pozos agrícola, pero sin beneficio del ejido de Loma
profundos. Iguana.
El Ejido Loma Iguana, al igual que el resto del
Municipio de La Antigua y otros del centro
2010 Huracán Karl.
y norte de Veracruz, sufren los efectos del
huracán Karl.
Sale primer contenedor de carne empacada
del frigorífico Tipo Inspección Federal (TIF)
Exportación de
2011 de Veracruz a Japón. Actualmente cuenta
carne a Asia.
también con certificaciones para exportar a
EUA, Vietnam y Rusia.
El gobierno municipal de Veracruz compró,
construyó y terminó un relleno sanitario en
Loma Iguana, para la disposición final de
los desechos municipales; sin embargo, no
Construcción
ha podido operar hasta la fecha, porque la
2007 del relleno
empresa encargada de esta obra no cumplió
sanitario.
la totalidad del contrato, al no habilitar
el acceso que iniciaría en la autopista
Veracruz- Cardel a la localidad de Loma
Iguana, para transportar la basura.

42
Año Evento Comentarios
Mayor incidencia de incendios ocasionados
2014 Incendios. por la quema de la Saccharum officinarum L.
(cada 2-3 años).
Fuente: Elaboración propia con datos de talleres participativos con productores
de Loma Iguana (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014; Del Ángel et al.,
2016).

2.2.3 Aplicación de cuestionarios

Con los cuestionarios realizados a los productores de ambas comunidades


se validó la información obtenida de los talleres y se concluyó que el 64.71%
de los productores sembraron Z. mays en una superficie promedio cultivada
de 2.8 ha, producción orientada para la obtención de grano y forraje,
23.53% cultivó P. vulgaris en 0.5 ha para el abastecimiento familiar y en
menor porcentaje 11.76% sembraron hortalizas entre las que destaca la
Cucurbita sp. (chihua) en 1.7 ha. Por otra parte, en Loma Iguana se identificó
además de los cultivos mencionados, S. officinarum en extensiones de 4.7
ha promedio por productor y pasto forrajero de 4.3 ha para la alimentación
de animales principalmente (Figura 2.3).

Figura 2.3. Principales cultivos de los productores de Nuevo Progreso


y Loma Iguana.

Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-


CONACYT Problemas Nacionales 2014).

43
La cría de aves de traspatio representó en ambos ejidos el 39.02% de las
actividades económicas, el 31.71% se dedican a la cría de ganado bovino
de doble propósito (en promedio tienen 32 vientres y comercializan leche
y carne en el mercado local), 17.07% de los productores tiene cerdos
(seis animales en promedio) y 12.20% de los productores tiene ovinos
(19 animales en promedio), éstos últimos para venta de carne localmente
(Figura 2.4).

Figura 2.4. Principales especies pecuarias de los productores de Nuevo


Progreso y Loma Iguana.

Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-


CONACYT Problemas Nacionales 2014).

En lo que respecta a las características sociodemográficas de los


productores entrevistados en ambas comunidades de selva húmeda éstas
fueron diferentes por entidad. Por ejemplo, la edad promedio estimada
para los productores de Campeche fue de 47 años, similar a los resultados
encontrados en otros estudios realizados en la misma zona, como el
reportado por Uzcanga et al. (2016) a productores forestales los cuales
se ubicaron dentro del rango de edad de 40-45 años, y el reportado para
agricultores de Z. mays en condiciones de temporal (Uzcanga et al., 2015).
Caso contrario se observó para los productores de Veracruz, cuya edad
promedio fue 53 años, diez años mayor que los de Campeche (Cuadro 2.5).

44
Cuadro 2.5. Características sociodemográficas de los productores por entidad.
Variables Definición Campeche Veracruz
Límite inferior 43.0 23.0
Edad (años) Media 47.5 53.5
Límite superior 52.0 80.0
Límite inferior 6.0 1.0
Escolaridad (años) Media 7.5 6.4
Límite superior 9.0 15.0
Límite inferior 4.0 2.0
Integrantes del hogar Media 4.5 4.4
(número) Límite superior 5.0 10.0
Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

La escolaridad promedio se estimó en 7.5 años para Campeche y 6.4 años


para los productores de Veracruz. Con relación al tamaño del hogar, se
encontró que el número de integrantes por hogar fue de 4.5 en Campeche
y 4.4 en Veracruz. Este número de integrantes del hogar es característico
a la edad de los productores de ambas comunidades estudiadas ya que, al
avanzar la edad del jefe de familia, el hogar se expande por el nacimiento de
los hijos y alcanza hasta 4.8 integrantes cuando el productor tiene entre 40
y 49 años (INEGI, 2005).

En cuanto a los ingresos reportados por los productores se observó que el


45.16% de los productores de Nuevo Progreso y Loma Iguana percibieron
entre $1,500.00 y $3,000.00 pesos mensuales que, considerando el número
de integrantes por hogar, éste se ubica por debajo del valor mensual per
cápita de bienestar mínimo que contempla solo la canasta alimentaria y es
fijado en $823.95 para las zonas rurales (CONEVAL, 2013). Además, que
los ingresos percibidos en toda la región sur sureste son considerados los
más bajos de México (SAGARPA, 2011) (Figura 2.5).

45
Figura 2.5. Ingreso promedio mensual de los productores de Nuevo Progreso y
Loma Iguana.
Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

2.3. Diagnóstico para el bosque templado

2.3.1. Características socioeconómicas de Cuautepec de Hinojosa y La


Loma

Las comunidades que perteneces a este tipo de ecosistema y consideradas


en el estudio fueron El Aserradero, ubicado en el ejido de Tecocomulco
municipio de Cuautepec de Hinojosa, y La Loma ubicada en el Barrio de
San Miguel municipio de Atotonilco el Grande, ambos ubicados en el Estado
de Hidalgo. En éstas se establecieron dos módulos agrosilvopastoriles
orientados a la forestaría con intercalado de árboles asociados a los cultivos
agrícolas y a la ganadería (CONAFOR, 2014).

La comunidad de El Aserradero cuenta con 717 habitantes (52.16%


mujeres y 47.84% hombres), quienes presentan porcentajes menores
de problemas educativos en comparación con las otras dos comunidades
descritas anteriormente. Por ejemplo, sólo el 13.50% de la población de

46
15 años y más es analfabeta y el 34.62% no tiene la primaria completa
(CONAPO, 2010).

El número total de viviendas particulares asciende a 169 las cuales no


presentan condiciones de hacinamiento debido a que el promedio de
ocupantes por cuarto es de 1.26 personas, por debajo de lo establecido
por el INEGI (2016). El grado de marginación es alto y se ve reflejado en el
tipo de vivienda que presentan algún tipo de carencia, como por ejemplo: el
39.64% no tienen refrigerador, 23.67% no cuenta con excusado, 17.75%
sin disponibilidad de agua entubada, 6.51% sin energía eléctrica y 4.73%
con piso de tierra (CONAPO, 2010).

La segunda comunidad La Loma, está conformada por 406 habitantes


(52.22% mujeres y 47.78% hombres) y es la que enfrenta menos problemas
por acceso a la educación ya que solamente el 8.67% de su población de
15 años y más es analfabeta y el 25.00% no tiene la primaria completa
(CONAPO, 2010).

La población cuenta con un total de 97 viviendas particulares sin problemas


de hacinamiento (1.10 promedio de ocupantes por cuarto). Sin embargo,
a pesar de que presentan un grado de marginación medio, las viviendas,
aunque en menor proporción, tienen algún tipo de carencia entre las que
destacan los siguientes: el 29.90% no disponen de refrigerador, 6.19% no
cuenta con excusado, 4.12% sin disponibilidad de agua entubada, 4.12%
con piso de tierra y 2.06% sin energía eléctrica (CONAPO, 2010).

2.3.2. Talleres participativos en las comunidades El Aserradero y La


Loma

La comunidad de El Aserradero se caracteriza por la producción del


Agave salmiana Otto ex Salm-Dyck (maguey) y sus productos derivados,
actividades muy arraigadas por el establecimiento de haciendas pulqueras
en la zona. Sin embargo, esta actividad económica se vio afectada por la
pérdida del funcionamiento del ferrocarril, ya que era el medio de transporte
que se utilizaba para su comercialización (Figura 2.6).

47
Figura 2.6. Taller participativo comunitario con productores de El Aserradero,
Municipio de Cuautepec de Hinojosa en Hidalgo.

Lo anterior motivó a los productores a la reconversión del cultivo del A.


salmiana por Hordeum vulgare L. (cebada maltera) y, recientemente y
de manera incipiente el Helianthus annuus L. (girasol), estableciendo
convenios de agricultura por contrato con empresas agroindustriales, para
la extracción de aceite comestible.

Durante los talleres participativos se observó cierto grado de movilización


social de los productores al identificar cooperativas y comités para atender
problemas de interés común como la sobreexplotación de los recursos.

En cuanto a las actividades agropecuarias, los pobladores de la comunidad


manifestaron que, en orden de importancia, la actividad agrícola tenía un
80% de importancia, sobre el 20% de la ganadera. Se identificó que la
agricultura es principalmente de régimen hídrico de temporal (97.5%) con
cultivos orientados a la agroindustria como el H. annuus, cuyo producto es
vendido a la aceitera Aarhus Karlshamn México, S.A de C.V. AAK, el Triticum

48
aestivum L. (trigo) a la empresa Bimbo y, hasta el 2016, la H. vulgare
(maltera) para la Impulsora Agrícola, que era intermediaria de las empresas
cerveceras. Otros cultivos con orientación de mercado fueron la H. vulgare
(forrajera y maltera), Vicia faba L. (haba) y Pisum sativum L. (chícharo),
éste último comercializado en la central de abastos de México. Asimismo, se
identificaron cultivos tradicionales como el A. salmiana para la elaboración
y venta de pulque, mixiotes, chinicuiles y gusano blanco. Además de otros
cultivos de autoconsumo arraigados por su historia, como el P. vulgaris y
maíces nativos para elaboración de masa y tortillas.

Otra actividad, aunque menos extendida, ya que solamente el 20% de


la población se dedica a ella, fue la pecuaria conformada por pequeños y
grandes productores. Trabajan con ganado vacuno de doble propósito: venta
de leche y quesos (aproximadamente 700 cabezas para este fin) así como
venta de becerros en centros de acopio regional; ovinos de doble propósito:
borrego para barbacoa y hembras como pie de cría que venden en un
mercado regional, introducen semanalmente 800 cabezas. Sobresale una
granja porcina con 600 cabezas aproximadamente, con venta de lechones
en mercados locales, cunícola con venta de carne a las ciudades de México
y Puebla; éstas dos últimas, se consideran actividades en pequeña escala.
Por último y de manera más extendida, animales de traspatio, gallinas y
gansos, ya que en la mayoría de las casas se crían para autoconsumo y
venta de huevo y carne en la localidad.

Otra fuente de ingreso de los hogares de la localidad fue el obtenido por el


trabajo de las mujeres en los talleres textiles, en donde se emplean como
obreras a destajo o se llevan el trabajo a la casa, lo que les permite alternar
con sus actividades domésticas. El ingreso que se obtiene de las remesas
por los trabajadores migrantes radicados en Estados Unidos es importante
para el impulso de las actividades económicas de la comunidad. De menor
cantidad es el ingreso que se obtiene a través de los empleados en la Ciudad
de México (Cuadro 2.6).

49
Cuadro 2.6. Actividades económicas de la población cercana al módulo
agrosilvopastoril El Aserradero Hidalgo, México.
Actividades Descripción
Hordeum vulgare L. (cebada forrajera y maltera), Zea
mays L. (criollo amarillo), Vicia faba L. (haba), Pisum
Producción
sativum L. (chícharo), Triticum aestivum L. (trigo),
con venta
Helianthus annuus* L. (girasol), Agave salmiana Otto
local.
ex Salm-Dyck (maguey).
Cunicultura y venta de bovino, porcino y borrego en pie
Producción de Zea mays L. (criollo negro y blanco),
Producción Avena sativa L. (avena), Phaseolus vulgaris L. (frijol).
para Fruticultura: Vaccinium sp. (“Blue Berry”) y Malus
autoconsumo. domestica Borkh. (manzano).
Cría de aves de traspatio.

Otros
Talleres textiles y transferencias.
ingresos.

50% Ejidal (420 ejidatarios con 4 ha cada uno).


Tenencia de la
40% Colonia agraria (usos y costumbres).
tierra.
10% pequeña propiedad.
Fuente: Elaboración propia con datos de talleres participativos con productores de
El Aserradero (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014).
*Agricultura por contrato.

También existe una superficie forestal ejidal de aproximadamente 1,000 ha


distribuidas 80% bosque de pino, 15% encino y 5% Abies religiosa (Kunth)
Schltdl. & Cham. (oyamel); con capacidad de extracción de 4,000 m3 de
madera, de los cuales solo se aprovechan 200 ha con una producción anual
de 1,000 m3 de madera en rollo. También cuentan con 100 ha en pequeña
propiedad, de donde obtienen 500 m3 de madera en rollo. Ambas se venden
a aserraderos locales, de la región y de la Ciudad de México. Cuentan
con Pago por Servicios Ambientales (PSA) y, debido a ello, han iniciado
actividades de manejo de la vegetación en la cabecera de la cuenca.

La línea del tiempo de hechos relevantes trabajados con la comunidad


durante los talleres se presenta en el Cuadro 2.7; esta es un marco histórico
que permite indagar en las características actuales de la población e inferir
en la aceptación o no de estos sistemas de producción.

50
Cuadro 2.7. Línea de tiempo de eventos significativos de la comunidad
de El Aserradero Hidalgo, México.
Año Evento Comentarios
Fundación de la comunidad
1800 Fundación. establecimiento de haciendas pulqueras y
forrajeras.
1890 Decadencia. Decadencia de las haciendas pulqueras.
Inician trabajos con las plantas
Estación del generadoras de electricidad de Necaxa
1904
tren. para darle mantenimiento a minas de
Pachuca y El Oro en el Estado de México.
1910 Extinción. Fin de las haciendas pulqueras.
Se instala la primera empresa cervecera
en el Distrito Federal, hoy Ciudad de
Producción México, y con ello la demanda de Hordeum
1925
agrícola. vulgare L. (cebada maltera). La comunidad
El Aserradero inicia con la siembra de H.
vulgare (cebada maltera).
Se forma la Colonia Agrícola Lázaro
Cárdenas. Se forman Sociedades
1930 Colonia agrícola.
Cooperativas. Se reparte la tierra en ejidos
y colonia agraria.
1965 Electricidad. Llega la luz a la comunidad.
1972 Agua potable. Servicio de agua potable a la comunidad.
Patronato del
1980 Se cierra el Patronato Estatal del Maguey.
Maguey.
Pérdida devastadora en los cultivos de
1989 Siniestro. Hordeum vulgare L. (cebada maltera)
debido a la plaga de Roya.
Incendio forestal y surgimiento de
Incendio forestal plagas como el descortezador de pino.
1998
y plaga. Se suspenden los aprovechamientos
forestales. Este daño duró 3 años.
Deja de Deja de funcionar el ferrocarril y baja la
1990 funcionar el comercialización del pulque lo que origina
ferrocarril. la decadencia de esta actividad productiva.
1992 Pavimentación. Pavimentan las calles de la localidad.

51
Año Evento Comentarios
Reconversión del cultivo de Agave
Reconversión de
1996 salmiana Otto ex Salm-Dyck (maguey)
cultivos.
por Hordeum vulgare L. (cebada maltera).
Se instala el Comité Técnico de
Agua Subterránea para regular la
sobreexplotación de los recursos hídricos.
Hay una explotación de la Cuenca del
Se instala el
Acuífero Valle de Tulancingo por lo que
Comité Técnico
2002 entra en veda esta cuenca que abarca
de Agua
siete municipios. Se realiza reforestación.
Subterránea.
Promueven la captación de dinero
por Pago de Servicios Ambientales
Hidrológicos (PSAH) hoy Pago de Servicios
Ambientales (PSA).
Introducción de nuevos cultivos como
Introducción de
2014 Vaccinium sp. (arándano) y Helianthus
nuevos cultivos.
annuus L. (girasol).
Fuente: Elaboración propia con datos de talleres participativos con productores de
La Loma (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014).

Por otra parte, durante el desarrollo de los talleres en la comunidad de La


Loma, se identificó que el 80% de los productores se dedican a la agricultura.
Para desarrollarla, cuentan con dos ollas de agua que utilizan para la siembra.
Esta actividad la realizan bajo tres sistemas de producción: 1) milpa, donde
siembran Z. mays (nativo: negro, blanco, rojo y Cacahuazintle), así como
P. vulgaris (frijol criollo: coconita y mirasol); en este sistema la cosecha
es principalmente para autoconsumo, 2) Sistema convencional en el que
siembran Z. mays (blanco), P. vulgaris (flor de mayo y negro), V. faba, estas
últimas en pequeña escala; asimismo, siembran forrajes como Z. mays
(amarillo), A. sativa y C. plectostachyus, así como la producción la dividen
en autoconsumo y venta en mercado local o el mercado regional ubicado en
el mismo municipio de Atotonilco el Grande, 3) Siembran hortalizas como
Coriandrum sativum L. (cilantro), Raphanus sativus L. (rábano) y Brassica
oleracea L. (col) para autoconsumo, así como Lycopersicum esculentum
Mill (jitomate) bajo el sistema de invernaderos para la venta (Figura 2.7).

52
Figura 2.7. Talleres participativos comunitarios con productores de La Loma,
Municipio de Atotonilco el Grande en Hidalgo.

Otra actividad productiva que desarrolla el 20% de la población es la


pecuaria. Se dedican a la engorda de ganado bovino, ovino y porcino.
Compran el ganado en la Huasteca del estado de Veracruz, lo recuperan y
engordan durante tres meses. Lo venden en Pachuca y Actopan en el estado
de Hidalgo y en la Ciudad de México como ganado en pie o para engorda.
Reciben apoyo del Gobierno Estatal para el desarrollo de esta actividad.
Como producción a pequeña escala, tienen animales de traspatio, gallinas y
guajolotes, para autoconsumo y venta en el mercado local.

Cuentan con superficie forestal pero no hacen aprovechamiento comercial


maderable bajo un plan de manejo. Recolectan en ella plantas medicinales,
hongos y leña para autoconsumo. Desarrollan la fruticultura principalmente
para venta en fresco en el mercado regional de Atotonilco el Grande.
Siembran Juglans regia L. (nuez), Opuntia ficus-indica (L.) Mill. (tuna),
Prunus persica (L.) Batsch (durazno), M. domestica, Pyrus communis L.
(pera) y P. americana. Cuentan con un vivero donde producen Fraxinus
uhdei (Wenz.) Lingelsh. (fresno), Juglans regia L. (nogal) y Prunus serotina
subsp. capuli (Cav. ex Spreng.) McVaugh (capulín).

Como consecuencia de la actividad pecuaria, se ha desarrollado el servicio


de transporte de ganado que se realiza principalmente con tráiler. Otros
negocios que han proliferado son las tiendas de abarrotes. El dinero que entra
de las remesas enviadas por mexicanos en Estados Unidos a la comunidad
forma parte importante del ingreso familiar. En este sentido Navarro et
al. (2012) sostienen que la migración es una estrategia de supervivencia

53
de miles de hogares, ya que es a través de las remesas o transferencias
migrantes, que las comunidades de origen tienen ingresos que les permiten
mejorar su calidad de vida (Cuadro 2.8).

Cuadro 2.8. Actividades económicas de la población cercana al módulo


agrosilvopastoril El Aserradero Hidalgo, México.
Actividades Descripción
Producción convencional de Zea mays L. (amarillo),
Phaseolus vulgaris L. (flor de mayo y negro), Avena sativa
L. (avena) y pasto. Siembra en invernadero de Lycopersicum
Producción
esculentum Mill (jitomate).
con venta en
Fruticultura: Juglans regia L. (nuez), Opuntia ficus-indica
mercado local y
(L.) Mill. (tuna), Prunus persica (L.) Batsch (durazno), Malus
regional.
domestica Borkh. (manzano),Pyrus communis L. (pera) y
Persea americana Mill. (aguacate).
Pecuaria: bovino, cerdos y borrego en pie o para engorda.
Zea mays L. (grano blanco, negro, rojo y Cacahuazintle),
Vicia faba L. (haba), Avena sativa L. (avena forrajera),
Phaseolus vulgaris L. (coconita y mirasol).
Producción para
Hortalizas: Coriandrum sativum L. (cilantro), Raphanus
autoconsumo.
sativus L. (rábano), Lactuca sativa L. (lechuga), Brassica
oleracea L. (col) y Opuntia stricta (Haw.) Haw. (nopal).
Cría de aves de traspatio.
Programas de gobierno: PROAGRO Productivo, PROSPERA,
Otros ingresos. 70 y más, transferencias de trabajadores migrantes en
Estados Unidos y actividades del sector comercio y servicios.
Tenencia de la 50% pequeña propiedad.
tierra. 50% Ejidal.
Fuente: Elaboración propia con datos de talleres participativos con productores de
La Loma (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014).

Los hechos relevantes de la comunidad de La Loma se presentan en


el Cuadro 2.9. Estos hechos refieren que, al ser una comunidad fundada
desde la conquista, favorece el arraigo de los campesinos a la tierra y, como
consecuencia, la aceptación de actividades productivas que favorezcan
el bienestar de la comunidad, incluyendo su seguridad alimentaria y la
conservación de sus recursos naturales, a diferencia de lo que ocurre en
comunidades recientemente fundadas por gentes de otros estados, como
es el caso de Nuevo Progreso, en Campeche.

54
Cuadro 2.9. Línea de tiempo de eventos significativos de la comunidad
de La Loma Hidalgo, México.
Año Evento Comentarios
Llegada de los Agustinos al poblado.
1530 Agustinos. Construcción del convento por Fray Juan
de Sevilla.
Establecimiento de haciendas con grandes
1542 Convento.
extensiones
Se constituye Atotonilco como cabecera
1600 Haciendas.
municipal.
1746 Población. Existían 265 familias indígenas.
Cabecera Se constituye Atotonilco como cabecera
1870
municipal. municipal.
Reparto de
1927 Reparto de tierras y formación ejidal.
tierras.
Primeras escuelas rurales durante la
1940 Escuela rural.
Presidencia del General Lázaro Cárdenas.
Servicios de luz y agua potable en
Servicio de agua
1952 el centro del pueblo de Atotonilco.
y luz.
Construcción de carreteras.
Incremento de
Se contaba con 2,997 unidades de
1991 las unidades de
producción.
producción.
Proliferación del Existían 270 establecimientos
1996
comercio comerciales.
Se destinaron más hectáreas para el
cultivo de Zea mays L. (maíz), Hordeum
Expansión de
vulgare L. (cebada maltera) y Avena sativa
1997 la superficie
L. (avena forrajera), Phaseolus vulgaris L.
agrícola.
(frijol), Triticum aestivum L. (trigo grano)
y Medicago sativa L. (alfalfa verde).

Se contaba con 126,219 cabezas de


ganado entre las que destacan ganado
Fortalecimiento
ovino, caprino, porcino, bovino, aves y
1998 de la producción
guajolotes, así como miel.
pecuaria.
Existen 20 establecimientos de DICONSA
y dos lecherías LICONSA.

55
Año Evento Comentarios
Apertura de
1980 Estructura de crédito, Fertimex y Pronase.
instituciones.
Desaparece Desaparece esta estructura con la
1990 estructura apertura comercial. El ejido pierde fuerza
comercial. como organización.
Incursión en
2000 actividades Parque ecoturístico balneario de Amajac.
ecoturísticas.
Fuente: Elaboración propia con datos de talleres participativos con productores de
La Loma (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014).

2.3.3. Aplicación de cuestionarios

Del análisis de las entrevistas se identificó que la mayoría de los productores


(62.60%) sembró cereales entre los que destacan, por su frecuencia, el Z.
mays con 59.76% con una superficie sembrada promedio por productor de
2.7 ha. De la producción se obtiene semilla, grano y forraje. En el estado
de Hidalgo existen materiales como el H50 y H52 con las características
requeridas tanto para su desarrollo favorable como para su comercialización
(Ávila et al., 2009; Espinosa et al., 2003).

El 28.05% de los productores sembró H. vulgare en una superficie promedio


por parcela de 16 ha de las que se obtiene grano y forraje, 10.98% sembró
A. sativa en una superficie de 4.8 ha y, en menor porcentaje 1.22% sembró
Triticosecale sp. (triticale) en 0.50 ha.

Seguido de los cereales, se ubicaron los cultivos de leguminosas como el P.


vulgaris (0.20 ha) y oleaginosas como H. annuus (8.37 ha) y V. faba (2.50
ha). Un 10.69% de los productores entrevistados manifestó tener frutales
en su predio como M. domestica, P. communis, P. persica, Vaccinium sp. y
Eriobotrya japonica (Thunb.) Lindl. (níspero) en extensiones no mayores a
dos hectáreas. En menor porcentaje, 4.58%, se ubicaron algunas hortalizas
como Solanum tuberosum L. (papa), C. sativum y Cucurbita sp. y setas para
consumo familiar (Figura 2.8).

56
Figura 2.8. Principales cultivos identificados por los productores del bosque
templado.
Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

La cría y aprovechamiento de aves de traspatio (gallinas, patos, gansos,


pavos, gallos), para el consumo de huevo y carne representó en estas
comunidades el 43.69% de las actividades productivas, seguida por la
cría de ovinos con un promedio de 35 animales por productor para venta,
ganado bovino de doble propósito con un hato de 11 cabezas en promedio,
equinos que son utilizados en las labores propias del campo o son puestos
en renta (5 animales por productor) y la cría cerdos para venta de carne
(Figura 2.9).

Figura 2.9. Principales especies pecuarias de los productores de


El Aserradero y La Loma.
Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

57
Entre las especies forestales que predominan en los predios de los
productores se encuentra, en primer lugar, Pinus sp. (pino) (52.2%) y
Acacia sp. (huizache) (6.9%), utilizadas principalmente para la extracción
de madera y leña para consumo familiar y venta a escala local. También
se identificaron otras especies, aunque en menor proporción como las
ilustradas en el Cuadro 2.10.

Cuadro 2.10. Principales especies forestales identificadas en el predio de los


productores de El Aserradero y La Loma.
Nombre Superficie
Nombre científico % Muestra
común (ha)
Pinus hartwegii Lindl., P.
pseudostrobus Lindl., P. ayacahuite
Pino 52.2 58.5
Ehrenb. ex Schltdl., P. greggii
Engelm. ex Parl.
Fresno Fraxinus uhdei (Wenz.) Lingelsh.
3.4 0.5
(fresno)
Acacia schaffneri (S. Watson) F.J.
Huizache Herm., A. pennatula (Schltdl. & 17.2 0.8
Cham.) Benth.
Tepachile Dodonaea viscosa (L.) Jacq. 3.4 5.0

Eysenhardtia polystachya (Ortega)


Palo dulce 3.4 1.0
Sarg.

Quercus sp., Q. laurina Bonpl., Q.


Encinos 3.4 1.0
rugosa Née
Abies religiosa (Kunth) Schltdl. &
Oyamel 3.4 1.0
Cham.
Pinabete Abies sp. 3.4 20.0
Pinus patula Schiede ex Schltdl. &
Patula 3.4 3.0
Cham.
Nogal Juglans regia L. 3.4 2.0
Eucalipto Eucalyptus sp. 3.4 3.5
Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

58
Entre las principales características sociodemográficas de los entrevistados
provenientes de cinco municipios (Cuautepec de Hinojosa, Atotonilco el
Grande, Apan, Metztitlan y Singuilucan) y 15 localidades (El Aserradero,
San Miguel, Atotonilco, Cocinillas, Cuautepec de Hinojosa, La Estancia,
Tecocomulco, San Lorenzo Sayula, Las Galeras, Metztitlan, Santa Catarina,
Santa María Amajac, El Nectario, Huistongo y La cañada), se observó
que el promedio de edad entre los productores fue de 55 años. La media
de los productores cuenta con estudios básicos y pertenecen a hogares
conformados por cinco integrantes (Cuadro 2.11).

Cuadro 2.11. Características sociodemográficas de los


productores El Aserradero y La Loma.
Variables Definición Hidalgo
Límite inferior 24.0
Edad (años) Media 55.8
Límite superior 77.0
Límite inferior 0.0
Escolaridad (años) Media 7.3
Límite superior 17.0
Límite inferior 1.0
Integrantes del hogar Media 4.7
(número) Límite superior 12.0
Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014)

Con relación al ingreso se identificó que el 32.79% de los productores percibe


ingresos entre $1,500.00 a $3,000.00 pesos mensuales. Si se considera
que el número promedio de integrantes del hogar (cuatro personas), el
ingreso per cápita de los productores entrevistados se ubicó por debajo del
valor del bienestar mínimo de la canasta alimentaria para zonas rurales,
establecido en $838.17 mensuales per cápita. El otro 39.34% de los
productores percibe ingresos menores a $1,000.00 mensuales y son los
menos quienes perciben ingresos de $4,500.00 mensuales, superiores a la
línea de bienestar mínimo de la canasta alimentaria, pero aún por debajo
del valor que se requiere si se considera la canasta no alimentaria que
implica otro tipo de satisfactores y que es figada en $1,554.32 mensuales
per cápita (CONEVAL, 2013) (Figura 2.10).

59
Figura 2.10. Ingreso promedio mensual de los productores
El Aserradero y La Loma.
Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

Con respecto a los años de experiencia de los productores entrevistados de


acuerdo con los ecosistemas vinculados a estos módulos agroforestales, se
puede observar en la Figura 2.11, las diferencias con relación a la actividad
principal de los productores ligadas a la aptitud de cada Entidad.

Figura 2.11. Años de experiencia de los productores por actividad y


ecosistema.
Fuente: Elaboración propia con datos de entrevistas a productores (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

60
La forestería fue más arraigada entre los productores de Hidalgo, pero no
así para los de Veracruz y Campeche, quienes solo el 27.27% indicó tener
plantaciones forestales no mayores a 3 ha de Gliricidia sepium (Jacq.) Walp.
(cocoite) y S. macrophylla que utilizan para la elaboración de cercas, leña y
carbón para cocinar (SEDESOL, 2010).

Conclusiones

Para que este tipo de estrategias, como los módulos agroforestales


planteados en este libro, orientadas a mitigar la pobreza alimentaria y
disminuir la degradación de los ecosistemas derivado de las actividades
antrópicas tengan éxito en las comunidades rurales, se recomienda
realizar estudios socioeconómicos para conocer las circunstancias de los
productores y las diferencias ambientales, sociales y económicas que
garanticen la aceptación de los módulos agroforestales entre la población. En
este diagnóstico se identificó que las comunidades estudiadas presentaron
altos grados de marginación y que la actividad de traspatio representa un
medio que provee diversos satisfactores a los hogares, además de ingresos
complementarios por la venta de productos y subproductos. De ahí la
importancia de aprovechar la agrobiodiversidad de cada localidad para
que estos esquemas sean un mecanismo de autosuficiencia alimentaria y
bienestar social.

Literatura citada

Ávila, M., J. Arellano, J. Virgen y A. Gómez. 2009. H-52 híbrido de maíz para
Valles Altos de la mesa central de México. Agricultura Técnica En
México. 35 (2):237-240.

Bustos C., D. E., J. Espinosa G. y C. Tapia N. 2003. Diagnostico participativo


en comunidades rurales del semiárido de Querétaro y Guanajuato.
SAGARPA. Querétaro. 92 p.

Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). 2014. Sistemas agroforestales


maderables en México. CONAFOR. Guadalajara, Jalisco. 157 p.

61
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
(CONEVAL). 2013. Líneas de bienestar en México enero 2004 a
marzo de 2013. Valores mensuales a precios per cápita. Consultado
en: http://www.coneval.org.mx/Medicion/MP/Paginas/Lineas-de-
bienestar-y-canasta-basica.aspx.

Consejo Nacional de Población (CONAPO). 2010. Índice de marginación por


localidad. Cuadro B.4. México. Consultado en http://www.conapo.
gob.mx.

Del Angel - Pérez, A., B. Larqué S., J. Velázquez, M. Martínez H., F. Rodríguez
M. y M. Vázquez H. 2016. Posición comercial regional de los maíces
mejorados generados por el INIFAP en Veracruz. Nova Scientia. 8
(17):614-637. doi:10.21640/ns.v8i17.552.

Espinosa, A., M. Sierra y N. Gómez. 2003. Producción y tecnología de semillas


mejoradas de maíz por el INIFAP en el escenario sin la PRONASE.
Agronomía Mesoamericana. 14 (1):117-121.

Fernández, L. 2006. Técnicas de análisis cualitativo. Universidad de


Barcelona. Butlleti La Recerca. Barcelona, España. 13 p.

Geilfus, F. 1998. 80 herramientas para el desarrollo participativo:


diagnóstico, planificación, monitoreo, evaluación. IICA, GTZ. San
Salvador, El Salvador. 59 p.

Güemes, F., C. Echazarreta, R. Villanueva, J. Pat y R. Gómez. 2003. La


apicultura en la Península de Yucatán. Actividad de subsistencia en
un entorno globalizado. Revista Mexicana del Caribe. 8 (16):117-
132.

Huber, G. 2002. Análisis de datos cualitativos como proceso de clasificación.


Revista de educación. 2:141-156.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). 2005. II Conteo de


Población y Vivienda. Estructura y composición de los hogares por
sexo del jefe de familia. Consultado en http://estadistica.inmujeres.
gob.mx/myhpdf/50.pdf .

62
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). 2016. Encuesta nacional
de los hogares. Boletín de prensa. Aguascalientes, Aguascalientes.
No. 270/16. 2 Pág. Consultado en http://www.inegi.org.mx/
saladeprensa/boletines/2016/especiales/especiales2016_06_05.
pdf.

Juárez, A., M. Cerrillo, E. Gutiérrez, E. Romero, J. Colín y H. Bernal. 2009.


Estimación nutricional de pastos tropicales a partir de análisis
convencionales y de la producción de gas in vitro. Revista Técnica
Pecuaria en México. 47 (1):55-67.

Navarro Ch., J. C. L., J. I. Urciaga G. y F. J. Ayvar C. 2012. El papel de las


remesas en la distribución del ingreso en México y en la Región Centro
Occidente, 2000-2008. Revista Estudios Sociales. 20 (40):239-257.

Pérez, E., W. Aguilar, J. Ortiz, J. Flores y C. Gómez-Varela. 2015. Manejo y


aprovechamiento del k’oxolaak (Spartina spartinae [Trin] Merr. ex
Hitchc) para el techado de construcciones tradicionales y turísticas
en Yucatán, México. Revista Teoría y Praxis. 17:145-161.

Rojo, G., R. Martínez y J. Jasso. 2009. Diagnóstico forestal comunitario


participativo. In: Martínez, R., A. Reyna y B. Ramírez (ed.): Diagnostico
Social Comunitario. Universidad Autónoma Indígena de México.
Universidad Autónoma de Sinaloa, Colegio de Postgraduados. Puebla,
México. pp. 1-38.

Salazar, L. y M. Magaña. 2016. Aportación de la milpa y el traspatio a la


autosuficiencia alimentaria en las comunidades mayas de Yucatán.
Revista de estudios sociales. 24 (47): 182-203.

Salazar, L., M. Magaña y L. Latournerie. 2015. Importancia económica y


social de la agrobiodiversidad del traspatio en una comunidad rural
de Yucatán, México. Revista Agricultura, Socioedad y Desarrollo 12
(1):1-14.

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación


(SAGARPA). 2011. Región Sur Sureste Vocación y Desarrollo. México.
37 p.

63
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(SAGARPA)- Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO). 2014. Diagnóstico del sector
rural y Pesquero de México 2012. México. 54 p.

Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL). 2010. Catálogo de localidades


por municipio. Consultado en http://www.microrregiones.gob.
mx/catloc/LocdeMun.aspx?tipo=clave&campo=loc&ent=04&m
un=010.

Uzcanga, P.N., A. Maya M., A. Del Ángel P. y A. Cano G. 2016. Análisis


clúster para la identificación de grupos de productores forestales del
estado de Campeche. In: Gallardo-López, F. (comp.): Innovando el
Agro Veracruzano 2016. Frente a los retos de la relación Sociedad-
Naturaleza. Colegio de Postgraduados. Veracruz, México. pp. 671-
686.

Uzcanga P.N., A. Cano G., J. Medina M. y J. Espinoza A. 2015. Caracterización


de los productores de maíz de temporal en el estado de Campeche,
México. Revista Mexicana de Agronegocios. 36 (1):1295-1305.

Valdovinos, M., J. Espinoza, y A. Vélez. 2015. Innovación y eficiencia de


unidades bovinas de doble propósito en Veracruz. Revista Mexicana
de Agronegocios 36 (1):1306-1314.

64
CAPÍTULO 3.

COMPONENTE AGROSILVOPASTORIL

MAYA MARTÍNEZ Aixchel, DEL ÁNGEL PÉREZ Ana Lid, BECERRA LUNA
Francisco

Introducción

Los sistemas agroforestales (SAF) son modos de producción a los que


se acude hoy en día, en la búsqueda de la mitigación del impacto de las
actividades antropocéntricas y el cambio ambiental ocurrido y que se
manifiesta cada vez más en todo el mundo. Aproximadamente 20% de
la población mundial, sobre todo las zonas rurales y urbanas de los países
en desarrollo, dependen directamente de los productos agroforestales
(Casanova-Lugo et al., 2016; Won et al., 2017).

Los SAF constituyen un manejo del paisaje que incluye un conjunto de técnicas
de manejo de tierra, que combinan componentes de cultivos, ganado y
bosque, o ambos, establecidos de forma simultánea o escalonada en tiempo
y/o espacio, en los que se incluyen diversas asociaciones vegetales y la
producción numerosos productos además de los agroforestales (Casanova-
Lugo et al., 2016; Garrett, 2009; Nair et al., 2008; Sánchez et al., 2016),
con el propósito fundamental de diversificar y optimizar la productividad
sustentable. Por lo anterior, estos sistemas ofrecen oportunidades para
comercializar productos y son un fuerte componente en apoyo de la
autosuficiencia alimentaria, además de favorecer una amplia variedad de
beneficios y servicios, por lo que la agroforestería es un enfoque integrado
para el uso sostenible de la tierra debido a su producción y beneficios
ambientales (Calle et al., 2012; Landeros-Sánchez, 2011; Murgueitio et al.,
2010; Ramachandran et al., 2008).

En estos sistemas se puede manejar, de manera simultánea o secuencial,


la siembra de cultivos anuales (agrícolas), perennes (frutales y cítricos),
así como forrajeros, con el objetivo de tener una diversificación en la
productividad mediante la interacción de todos sus componentes (agrícola
y forestal), además de emplear prácticas amigables con el medio ambiente,
como el uso de especies fijadoras de nitrógeno o el empleo de insumos

65
orgánicos, para favorecer la conservación del medio ambiente (Farrel
y Altieri, 1999; Musálem, 2002). Motivo por lo que en este modelo se
designó un área que, por fines prácticos, se le dio el nombre de componente
agrosilvopastoril, ubicado en el centro del módulo y en el que interactúan
anuales y perennes, con o sin forrajeros para corte o alimentación directa
del ganado.

3.1. Establecimiento del componente agrosilvopastoril

Como parte del módulo agroforestal se designa un área para el componente


agrosilvopastoril, misma que se ubica en el centro del módulo y para la que se
recomienda designar el 20 % (Ver figuras 1.1 y 1.2, del Capítulo 1). En él se
podrán sembrar, según las condiciones agroecológicas y socioeconómicas,
cultivos agrícolas anuales, tales como Z. mays, Cucurbita sp., entre otros;
perennes (M. domestica, C. limon, Citrus sinensis (L.) Osbeck [Naranja],
etc.); además de forrajeros (pastos [P. maximum y Digitaria decumbens],
S. bicolor, H. vulgare, Vicia sativa L. [ebo], etc.) (Molina-Anzures et al.,
2016). Estos últimos pueden ser contemplados y de considerarlos, pueden
ser establecidos para corte o para que el ganado los consuma mediante
pastoreo. El proceso para su establecimiento se describe a continuación.

3.1.1 Delimitación del componente

Lo primero que hay que realizar es un recorrido por el terreno para verificar
sus condiciones agroecológicas, accesos, toma de muestras de suelo,
etc. (Cabrera et al., 2011). Una vez definida el área del componente
agrosilvopastoril hay que georreferenciarla para obtener el polígono y
así poder realizar el croquis del predio. En la Figura 3.1 se puede apreciar
este componente para cada uno de los módulos establecidos tanto en
selva húmeda como en bosque templado. En el caso particular de Nuevo
Progreso, por ejemplo, se realizó un análisis de suelo, previo a la delimitación
de los diferentes componentes del módulo, en este caso el silvopastoril,
para garantizar el mejor desempeño posible de los cultivos; estos análisis
arrojaron que el área donde se estableció el componente era la que tenía la
mejor aptitud para uso agrícola (Figura 3.1A; Cuadro 3.1).

66
A) C)

B)

D)

Figura 3.1. Ubicación del componente agrosilvopastoril en selva húmeda: A)


Nuevo Progreso, Campeche y B) Loma Iguana, Veracruz; bosque templado: C)
El Aserradero, Hidalgo y D ) La Loma, Hidalgo.

67
Cuadro 3.1. Interpretación del resultado del análisis de suelo realizado
para el módulo de Nuevo Progreso.
Tipo
Muestra Interpretación (NOM-021-
RECNAT-2000)
Debido a su textura arcillosa, tiene buena
capacidad de retención tanto de humedad
como de nutrientes. El valor del pH (7.4)
influye sobre la disponibilidad de nutrientes en
el suelo; con nutrientes como Ca, K y Mg. Sin
embargo, con estos valores de pH, el P, Cu, Mn
pH:
y Fe poseen menor disponibilidad. Asimismo, con
Medianamente
pH medianamente alcalino, tanto el nitrógeno
alcalino
disponible en forma de nitratos como el Zn tienen
moderada disponibilidad; aunque el Zn presentó
Suelo P1 CE: Muy
un valor alto, que podría estar asociado al manejo
ligeramente
previo (aplicación de insumos). El porcentaje
salino
de materia orgánica es muy alta, la densidad
aparente adecuada y el valor de conductividad
M.O.: Muy alto
eléctrica (CE) ligeramente salino. Los resultados
corresponden a un suelo con potencial de uso
agrícola, al que se debe dar seguimiento en sus
valores de CE para evitar salinización. En cultivos
con riego, también será importante evaluar la
calidad del agua de riego.
Debido a su textura arcillosa, este suelo
tiene buena capacidad de retención tanto de pH:
humedad como de nutrientes. El valor del pH Medianamente
es medianamente alcalino, con nitratos en baja alcalino
concentración y un alta. disponibilidad del Zn.
Suelo P2 El porcentaje de materia orgánica fue alto, la CE: Muy
densidad aparente adecuada y el valor de CE ligeramente
muy ligeramente salino. El suelo tiene potencial salino
de uso agrícola, pero será importante dar un
seguimiento de sus valores de CE para evitar su M.O.: Alto
salinización.

68
Tipo
Muestra Interpretación (NOM-021-
RECNAT-2000)
Al igual que las muestras anteriores, debido
a su textura arcillosa, este suelo tiene buena
capacidad de retención tanto de humedad como
de nutrientes. Con valores de pH = 8 (para
algunas clasificaciones ya se considera alcalino).
El pH disminuye la disponibilidad de elementos
como el Cu, Fe, Mn, Zn, P y nitratos que se ven
reflejado en sus valores bajos. Nutrientes como
pH:
Ca, Mg y K, pueden mantener su disponibilidad
Medianamente
Suelo P3 con estos valores de pH. Sin embargo, cuando en
alcalino
un suelo el pH excede a valores de 8 (o es inferior
a 6), la actividad microbiana puede afectarse. El
porcentaje de materia orgánica es moderada, la
densidad aparente adecuada y el bajo valor en
conductividad eléctrica, nos dice que el suelo
tiene potencial de uso agrícola, pero requiere de
un manejo adecuado para monitorear sus valores
de pH y en general de la fertilidad del suelo.

3.1.2 Preparación del terreno

En esta actividad, la preparación va a depender de las características


propias del módulo, pero en general deberá utilizarse maquinaria pesada,
tratando de apegarse lo más posible al método de labranza mínima que
reduce el tráfico de la maquinaria por el campo, favoreciendo el secuestro
de carbono y la recuperación continua de materia orgánica; asimismo,
como se recomienda en la labranza mínima, habrá que utilizar implementos
comunes, aplicados en la oportunidad adecuada y en relación al contenido
de humedad del suelo (Báez y Aguirre, 2011; Bahena y Velázquez, 2016),
de tal forma que primero, habrá que pasar la maquinaria para el destronque
del terreno; posteriormente realizar bordeo a la distancia requerida, que en
el caso de Nuevo Progreso, Campeche fue de 1.80 m, con la intención de
facilitar el uso de maquinaria, elevar el suelo y evitar el acumulamiento de
agua, y en consecuencia, algún daño a los cultivos y plantaciones forestales

69
establecidos; en este sentido, durante el destronque del terreno, al tractor
se le implemento una cuchilla frontal para desprender los troncos del suelo
y juntarlos en la parte central del terreno, a manera de chorizo, materia
orgánica que fue incorporándose al suelo de manera natural. Por su parte,
en el caso de Veracruz, por las condiciones del terreno, fue necesario dar
tres pases de rastra (Figura 3.2).

A)

B)

C)

Figura 3.2. Preparación del terreno en los módulos de selva húmeda (A:
Campeche y B: Veracruz) y bosque templado (C: Hidalgo).

70
3.1.3 Especies empleadas

Durante la fase de diagnóstico, junto con los productores cooperantes y


atendiendo las indicaciones de los especialistas, se deberán definir las
especies a establecer (consultar Capítulo 2) (Figura 3.3).

Figura 3.3. Taller participativo para la selección de especies en el Ejido Nuevo


Progreso, Campeche.

Para el caso de los módulos establecidos en bosque templado y selva


húmeda se seleccionaron 5 especies agrícolas anuales, 6 forrajeras,
un pasto para uso palapero y 13 frutales (Cuadro 3.2), para lo que se
atendieron las siguientes consideraciones: las preferencias del productor,
que sean especies nativas de la región, proporcionen productos de calidad,
de uso diverso para autoconsumo y con demanda en el mercado, libres de
plagas y enfermedades y que proporcionen productos en escala de tiempo
a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo, en bosque templado, en el
área de cultivos de interés para el productor, en El Aserradero se incorporó
Fragaria vesca L. (fresa), Rubus ulmifolius Schott (zarzamora) y Vaccinium
sp., mientras que en La Loma se estableció A. salmiana.

71
Cuadro 3.2. Especies sembradas en módulos agroforestales de la selva húmeda y el
bosque templado de México.

Selva húmeda Bosque templado


Nuevo Loma
La Loma El Aserradero
Progreso Iguana

Agrícolas anuales
VS Criollo y Criollo y
Zea mays L. (maíz) X 536 y mejorado mejorado
H 520
Cucurbita sp. X
Vicia faba L. (haba) X
Liso y Liso y
P. sativum (alverjón) corrugado corrugado
Criollo y Criollo y
Phaseolus vulgaris L. (frijol) mejorado mejorado
Forrajeros
Sorghum bicolor (L.) Moench X
(sorgo)
Panicum maximum Jacq. Palapero
(pasto)
Digitaria eriantha Steud. X
(pangola)
Avena sativa L. (avena) X X
Vicia sativa L. (ebo) X X
Triticosecale sp. X X
Hordeum vulgare L. (cebada) X X
Frutales perennes
Citrus limon (L.) Osbeck X
(limón persa)
Citrus sinensis (L.) Osbeck X
(naranja valencia)
Citrus paradisi Macfad. X
(Toronja)
Mangifera indica L. (mango X
Tommy Atkins)
Prunus domestica L. (ciruela) X X
Pyrus communis L. (pera) X X

72
Selva húmeda Bosque templado
Nuevo Loma
La Loma El Aserradero
Progreso Iguana
Prunus persica (L.) Batsch X X
(durazno)
Prunus armeniaca L. X X
(chabacano)
Malus domestica Borkh. X X
(manzano)
Agave salmiana Otto ex X
Salm-Dyck (maguey)
Fragaria vesca L. (fresa) X
Rubus ulmifolius Schott
(zarzamora) X

Vaccinium sp. X
(“Blue Berry”)

3.1.4 Diseño y arreglo topológico

Una vez seleccionados los cultivos (Ver Capitulo 2) y delimitado el


componente agrosilvopastoril debe definirse el arreglo de los cultivos a
establecer, es decir, la distribución de las plantas en la superficie a sembrar, así
como su densidad, además de considerar las características agroecologías
del terreno y las agronómicas del cultivo (Musálem, 2002). En este bloque
el diseño general a seguir se sugiere sea de cultivo en callejones, mismo que
consiste en establecer los frutales en hileras intercaladas con los cultivos
anuales de temporal y los forrajeros en los callejones que quedan entre las
hileras, aunque las densidades de siembra podrán variar entre ecosistema y
para cada especie. Sin embargo, el esquema estándar propuesto es de ocho
metros entre callejones para los perennes y 0.80 m para los anuales (Ver
Figura 1.1 del Capítulo 1).

En el caso de la selva húmeda, en Nuevo Progreso los cultivos anuales (S.


bicolor, Z. mays [blanco] y Cucurbita sp. [chihua]) se sembraron en camas
con 1.8 m de distancia, intercalados con los perennes (frutales: C. paradisi,
C. limon [persa], C. sinensis [valencia] y M. indica [Tommy]); en cada cama
se sembraron dos surcos (Figura 3.4) (Tinoco et al., 2002). El Z. mays se
sembró de 7 a 8 semillas por metro, el S. bicolor 25 plantas por metro y la

73
Cucurbita sp. (chihua) entre hileras a 3.60 m y entre plantas a 50 cm; en
este módulo se decidió dividir el componente en cuatro secciones y en cada
una de ellas sembrar un anual intercalado con uno perenne, con la finalidad
de facilitar la cosecha. Los cultivos perennes (M. indica var. Tommy Atkins,
C. sinensis [valencia], C. limon [persa] y C. paradisi) fueron sembrados
en agosto, empleando la técnica de camas (bordos) a tres metros entre
plantas y 7.2 m entre surcos (cada cuatro surcos).

Para el caso de Loma Iguana, Veracruz, se diversifico un sistema silvopastoril


(Mora et al., 2013), para lo que se estableció Z. mays en tramos del predio
donde ya había especies maderables sembradas; el motivo por el que se
sembró Z. mays fue porque en la zona de estudio se carece de forraje en la
temporada seca (noviembre-mayo) y los animales bajan de peso o mueren,
de tal forma que al sembrar este cultivo se está contribuyendo, por un
lado, a la seguridad alimentaria y, por otro, a la alimentación del ganado
mediante la generación de la semilla de Z. mays y/o sus rastrojos; en este
caso el tamaño de la parcela fue de 20 m2, seis hileras de cinco metros a
0.80 m entre surcos (Figura 3.4). En el bosque templado, dentro del Bloque
Agrosilvopastoril, la milpa se estableció en callejones de ocho surcos por
especie (0.80 x 50 m). Los cultivos se distribuyeron en tres secciones, en
una se intercalaron cultivos anuales con perennes, en otra se sembraron
especies forrajeras, y una más en la que se incorporaron especies de interés
cultural, económico y alimentarias para el productor (Figura 3.4 A y B).

74
B)

A)

D)
C)

Figura 3.4. Arreglo topológico del componente agrosilvopastoril de los


módulos agroforestales de: bosque templado (A y B) y selva húmeda (C y D).

75
3.1.5 Manejo agronómico

Las actividades agronómicas generales a realizar en este componente


agrosilvopastoril son:

• Fertilización, de preferencia biológica y no química, con la intención de


contribuir con la conservación de la biodiversidad.
• Aclareo de cultivos.
• Limpieza entre surcos.
• Aplicación de insumos para plagas, malezas o enfermedades, de preferencia
orgánicos o de requerir aplicación química, sea la necesaria en cantidad y
tiempo.

La fertilización en selva húmeda fue con biofermentos (estiércol y urea) en


Nuevo Progreso, Campeche, y lombricomposta en Loma Iguana, Veracruz.
En cuanto al control de plagas y enfermedades, se recomienda seguir lo
recomendado en los paquetes tecnológicos del INIFAP y, por ejemplo, para el
caso de Nuevo Progreso para el control de la maleza se hicieron aplicaciones
de herbicida comercial a razón de 1.5 l ha-1 (primera aplicación) y 1.0 l ha-1
(segunda y tercera), con un mes aproximadamente entre cada una de ellas.
En bosque templado el control de malezas fue de forma manual, ya que se
decidió no aplicar productos químicos; asimismo, se realizó el control de la
plaga Macrodactylus mexicanus, conocida como “Burro” o “Frailecillo”, con
un insecticida comercial.

3.1.6 Producción y cosecha

Al igual que en las labores agronómicas anteriores, la cosecha deberá ser


de acuerdo con lo recomendado en los paquetes tecnológicos del INIFAP.
En este caso, por ejemplo, para el módulo de Loma Iguana, se observó que,
con la introducción de Z. mays en el predio, en el primer ciclo, la nutrición
puede ser una opción para que la sostenibilidad y para que el Z. mays pueda
proveer lo suficiente para la alimentación familiar y animales, sobre todo
ganado bovino. Con el uso de VS-536, variedad de polinización libre y a
una densidad de siembra de 80,000 plantas por hectárea durante el ciclo
P-V, el ganadero puede producir una cantidad de forraje suficiente para la
alimentación del ganado, logrando eficientizar la producción de su predio
(Figura 3.5).

76
Figura 3.5. Rendimiento de Z. mays (t ha-1) en dos densidades de plantación
y diferentes niveles de nutrición en el módulo agroforestal de Loma Iguana,
Veracruz.

Fuente: Elaboración propia con datos tomados en el módulo agroforestal Loma


Iguana, Veracruz (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014).

Con este manejo agronómico, se producen alrededor de cuatro toneladas


por hectárea de grano de Z. mays y casi nueve toneladas de forraje seco por
hectárea con altas densidades (Figura 3.6). Con lo anterior, se espera que
en los demás ciclos se eleven los rendimientos, resultado de la agregación
de la materia orgánica al suelo; también se espera disminuir la vertedera al
suelo de materiales, producto de los agroquímicos y fertilizantes (Calle et
al., 2012).

77
Figura 3.6. Rendimiento de Z. mays en diferentes niveles nutrimentales y en
dos densidades de plantación.

Fuente: Elaboración propia con datos tomados en el módulo agroforestal Loma


Iguana, Veracruz (INIFAP-CONACYT Problemas Nacionales 2014).

Por otra parte, se considera que una familia de cuatro personas requiere
un mínimo de 400 kg de Z. mays por año más lo que pudiera necesitar
para alimentar a los animales de traspatio (aves, cerdos, borregos), como
es común en los sistemas de producción en traspatio del trópico mexicano
y de la zona de trabajo, por lo que los ganaderos locales pueden alimentar
suficientes cabezas de ganado con el forraje producido ya que si se considera
que un animal de 400 kg de peso requiere alrededor de 8 kg de materia seca,
con los 750 kg de materia seca por mes que se obtienen en una hectárea con
densidades bajas, se podrían alimentar siete animales diariamente durante
la época seca que dura alrededor de cinco meses (Calle et al., 2012).

78
Conclusiones

Con la implementación del componente agrosilvopastoril en el módulo


agroforestal se podrá tener un impacto positivo tanto en la seguridad
alimentaria de los productores, con la diversificación de productos; asimismo
en la conservación de la biodiversidad, al utilizar prácticas amigables con
el medio ambiente, como la labranza mínima o el uso de biofertilizantes.
Es importante dar seguimiento al proceso de establecimiento de todas
las especies con la intención de que se mantenga como un sistema de
producción sustentable que favorezca la seguridad alimentaria de las
personas que dependan de él, y la conservación de la biodiversidad del
ecosistema que lo rodea. No hay duda alguna que la baja sustentabilidad
de los agrosistemas ganaderos ha impactado a la población, por lo que la
alternativa de los sistemas agroforestales y agrosilvícolas puede favorecer
a los sistemas alimentarios locales y a la sostenibilidad de la ganadería al
producir forraje bajo un sistema orgánico.

Por otra parte, la ausencia de forraje es solucionada con los rastrojos y el


sistema también contribuye a la seguridad alimentaria y el autoempleo.
De tal forma que la implementación de módulos agroforestales favorece la
biodiversidad y la producción diversificada, con especies frutales, cultivos
anuales, forrajeros y algunas hortalizas. Es un puente para la estabilidad y
el equilibrio de los agroecosistemas

Literatura citada

Báez, M. y J. Aguirre M. 2011. Efecto de la labranza de conservación sobre


las propiedades del suelo. Terra Latinoamericana. 29 (2):113-121.

Bahena J., F. y J. Velázquez G. 2016. Labranza de conservación y manejo


agroecológico de plagas para una agricultura sostenible. Agricultura
sostenible. 6:1-14.

Cabrera A., D. L., E. R. A. Díaz M., J. C. Berny M. y M. G. Lozano C. 2011.


Establecimiento de Sistemas Agroforestales. Comisión Nacional
Forestal (CONAFOR). Zapopan, Jalisco. 50 p.

79
Calle, Z., E. Murgueitio y J. Chará. 2012. Integración de las actividades
forestales con la ganadería extensiva sostenible y la restauración del
paisaje. Unasylva. 239 (63):31-40.

Casanova-Lugo, F., L. Ramírez-Avilés, D. Parsons, A. Caamal-Maldonado,


A. Piñeiro-Vázquez and V. Díaz-Echeverría. 2016. Environmental
services from tropical agroforestry systems. Revista Chapingo Serie
Ciencias Forestales y del Ambiente. 22 (3):269-284.

Farrell, J. G. y M. A. Altieri. 1999. Capítulo 12. Sistemas Agroforestales. In:


Altieri, M. A. (ed.): Agroecología. Bases científicas para una agricultura
sustentable. Editorial Nordan–Comunidad. Montevideo, Uruguay. pp. 229-
243.

Garrett G., H. E. (editor). 2009. North American Agroforestry: An Integrated


Science and Practice. 2a ed. ASA. Madison, WI. doi:10.2134/2009.
northamericanagroforestry.2ed.frontmatter

Landeros-Sánchez, C. 2011. Sistemas productivos y alternativas económicas


sustentables. In: La biodiversidad en Veracruz: Estudio de Estado.
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad,
Gobierno del Estado de Veracruz, Universidad Veracruzana, Instituto
de Ecología, A.C. Veracruz, México. pp. 451-452.

Molina-Anzures, M., J. Chávez-Servia, A. Gil-Muñoz, P. López, E.


Hernández-Romero y E. Ortiz-Torres. 2016. Eficiencias productivas
de asociaciones de maíz, frijol y calabaza (Curcubita pepo L.),
intercaladas con árboles frutales. Phyton. 85 (1):36-50.

Mora D., C., J. Jiménez P., E. Alanís R., E. Rubio C., J. Yerena Y. y M. González
T. 2013. Efecto de la ganadería en la composición-diversidad arbórea
arbustiva del matorral espinoso Tamaulipeco. Revista Mexicana de
Ciencias Forestales. 4 (17):124-137.

Murgueitio, E., C. Cuartas, J. Narango, M. Murgueitio, C. Córdoba y F.


Uribe. 2010. Manual de establecimiento y manejo de los SSPi.
Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), Servicio Nacional
de Aprendizaje (SENA) y CIPAV. Bogotá, Colombia. 24 p.

80
Musálem, M. 2002. Sistemas agrosilvopastoriles: una alternativa de
desarrollo rural sustentable para el trópico mexicano. Revista
Chapingo. Serie Ciencias Forestales y del Ambiente. 8 (2):91-100.

Nair P., K., A. Gordon and M. Mosquera-Losada. 2008. Agroforestry. In:


Jorgensen, S. and B. Fath (ed): Ecological Engineering. Encyclopedia
of ecology. Elsevier. Oxford UK. pp. 101–110.

NOM–021–RECNAT–2000 (Norma Oficial Mexicana). 2000. Secretaría de


Medio Ambiente y Recursos Naturales. Diario Oficial de la Federación. 73
p.

Ramachandran N., P., B. Mohan K. and V. Nair. 2008. Agroforestry as a


strategy for carbon sequestration. Journal of Plant Nutrition and Soil
Science. 172 (1):10-23.

Sánchez, G. F., J. Pérez - Flores, J. Obrador O., A. Sol S. y O. Ruiz-Rosado.


2016. Árboles maderables en el sistema agroforestal de cacao en
Cárdenas, Tabasco, México. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas.
Pub. Esp. Núm. 14:2711-2723.

Tinoco A., C., F. Rodríguez M., J. Sandoval R., S. Barrón F., A. Palafox C. y V.
Esqueda E. et al. 2002. Manual de producción de maíz para los estados
de Veracruz y Tabasco México. Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Centro de Investigación Regional
Golfo Centro, Campo Experimental Papaloapan. Veracruz, México.
131 p.

Won, H., H. Jeon, H. Han, S. Lee and B. Jung. 2017. Combining Timber
Production and Wood Processing for Increasing Forestry. In: A Case
Study of 6th Industrialization in Korean Forestry. Journal of Forest
and Environmental Science. 33 (4):355-360.

81
CAPÍTULO 4.

COMPONENTE FORESTAL

BECERRA LUNA Francisco, MAYA MARTÍNEZ Aixchel, HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ


Adán, DEL ANGEL PÉREZ Ana Lid, NATARÉN VELÁZQUEZ Jeremías

Introducción

La deforestación constituye uno de los problemas de gran interés mundial,


debido a que pone en riesgo la capacidad de los ecosistemas para cumplir con
sus funciones e incrementa la vulnerabilidad de los seres vivos y el bienestar
social (Del Angel et al., 2013). La deforestación impacta principalmente la
cantidad y calidad de las coberturas del suelo, mismas que influyen en las
funciones hidrológicas, en el mantenimiento de la biodiversidad, la mitigación
de las emisiones de gases de efecto invernadero, incrementan del riesgo
causado por los desastres naturales e impactan en la economía en general
(Villagómez-Cortés y Del Angel - Pérez, 2013; 2017). La conservación
de la cobertura vegetal y en especial el dosel forestal, constituyen una
condición deseada del entorno, difundida ampliamente como una de las vías
para recuperar los valores ecológicos. Al respecto, en México se reportó la
pérdida de 92,000 ha año-1 de bosques entre 2010 y 2015 (FAO, 2015),
debido principalmente a los cambios de uso del suelo por apertura de áreas
de cultivo y/o ganadería.

La humanidad ha transformado el mundo y los ecosistemas, de modo


que la demanda de recursos es mayor y desproporcionada, es decir, las
culturas modernas favorecen los valores económicos y de mercado,
con su consecuente uso de los recursos naturales, en menoscabo de su
conservación, manifestándose principalmente en países industrializados
(Ford y Gilroy, 2015).

Desde el siglo pasado, la humanidad ha experimentado una crisis ecológica


por la acelerada pérdida de la biodiversidad, asociada directa e indirectamente
al incremento de la población y cambios de uso del suelo, por lo que los
hogares rurales en zonas de agricultura familiar y áreas periurbanas
dependen del mercado para sobrevivir y alimentarse (Del Angel - Pérez y
Villagómez-Cortés, 2014). Por ello, es necesario fortalecer los sistemas de

82
producción, que aporten a la seguridad alimentaria y a la conservación de
la biodiversidad, lo que representa una gran oportunidad para mejorar la
calidad de vida y es una estrategia importante de sobrevivencia en el medio
rural (FAO, 2010).

Los sistemas agroforestales (SAF) son sistemas de producción a los que se


acude hoy en día, en búsqueda de la mitigación del impacto de las actividades
antropocéntricas y el cambio ambiental ocurrido y que se manifiesta cada
vez más en todo el mundo, aproximadamente 20 % de la población mundial,
sobre todo las zonas rurales y urbanas de los países en desarrollo, quienes
dependen directamente de los productos agroforestales (Casanova-Lugo
et al., 2016; Won et al., 2017).

Los sistemas agroforestales constituyen un manejo del paisaje que incluye la


obtención de una serie de bienes y servicios, mediante el uso de un conjunto
de técnicas de manejo de tierra, que combina componentes de cultivos,
ganado y bosque, o ambos, establecidos de forma simultánea o secuencial
en tiempo y/o espacio, a los que se incluyen diversas asociaciones vegetales
y la obtención de numerosos productos, además de los agroforestales
(Casanova-Lugo et al., 2016; Garrett et al., 2009; Nair et al., 2008; Sánchez
et al., 2016), con el propósito fundamental de diversificar y optimizar la
productividad sustentable. Por lo anterior, los SAF ofrecen oportunidades
para comercializar productos y son un fuerte componente en apoyo a la
autosuficiencia alimentaria, de igual manera favorecen la obtención de
una amplia variedad de beneficios y servicios ecosistémicos, por lo que la
agroforestería es un enfoque integrado para el uso sostenible de la tierra
(Ramachandran et al., 2008).

En particular, el componente forestal en estos sistemas favorece, mantiene


y mejora la biodiversidad local, tiene una función reguladora sobre plagas
y enfermedades, propicia un microclima favorable, una mejor retención
de los recursos hídricos, y la captura de carbono, entre otros aspectos. En
cuanto a su aportación para la seguridad alimentaria de los beneficiaros,
favorece el autoconsumo de combustible (leña, carbón), así como de otros
productos maderables y no maderables, además de diversificar la dieta
familiar (Cabrera et al., 2012; Ekström y Goetzl, 2007). Es por ello que en
este capítulo se presenta el establecimiento del componente forestal como
parte del módulo agroforestal.

83
4.1. Establecimiento del componente forestal

Es recomendable que el componente forestal del módulo se encuentre


rodeando al agrosilvopastoril y ocupe el 60 % de la superficie total del
módulo (Ver Figura 1.1, del Capítulo 1). En este componente se podrán
establecer especies forestales de interés para el productor y adecuadas para
las condiciones agroecológicas del lugar, dando preferencia a las especies
nativas que puedan proveer alimento, madera, leña, forraje, semillas, etc.

4.1.1 Delimitación del componente

En cuanto a la delimitación del componente, se debe realizar un recorrido por


el terreno para verificar sus condiciones agroecológicas y con ello, definir el
área donde quedarán establecidos los componentes, misma que deberá ser
georreferenciada para elaborar el croquis correspondiente; como ejemplo,
se presentan los croquis de los módulos de selva húmeda y de bosque
templado (Ver Figura 3.2, del Capítulo 3).

4.1.2 Preparación del terreno

La preparación del terreno, al igual que en el componente agrosilvopastoril,


dependerá de las condiciones propias de cada módulo y se sugiere, por
tanto, apegarse al método de labranza mínima (Báez y Aguirre, 2011;
Bahena y Velázquez, 2016).

4.1.3 Especies empleadas

La selección de especies se deberá realizar durante las actividades iniciales


del diagnóstico y de común acuerdo con el productor, para ello, al igual
que la selección de las especies agrícolas, se podrá presentar un listado de
especies sugeridas en función de las condiciones ambientales de cada lugar
y de los productos que se deseen obtener.

En el Cuadro 4.1, se presenta una relación de especies propuestas para ser


empleadas en módulos agroforestales ubicados en selva húmeda y bosque
templado, como una sugerencia para el establecimiento de módulos en
ambientes similares.

84
Cuadro 4.1. Especies plantadas en el componente forestal de los módulos
agroforestales de la selva húmeda y el bosque templado de México.
Nuevo Loma
Especie El Aserradero La Loma
Progreso Iguana

Lysiloma latisiliquum (L.) Benth.


X
(Tzalam)
Simarouba amara Aubl.
X
(Pasa’ak)
Brosimum alicastrum Sw.
X
(Ramón)
Pimenta dioica (L.) Merr.
X
(Pimienta)
Cordia dodecandra A.DC.
X
(Ciricote)
Swietenia macrophylla King
X X
(caoba)
Cedrela odorata L. (Cedro) X
Tabebuia rosea (Bertol.) DC.
X
(Roble)
Roseodendron donnell-smithii
X
(Rose) Miranda (Primavera)
Pinus greggii Engelm. ex Parl.
X
(pino greggii)
Pinus pseudostrobus Lindl. (ocote
X
blanco)
Pinus leiophylla Schiede ex
X
Schltdl. & Cham. (Tlacocote)
Pinus montezumae Lamb.
X
(Ocote)
Juniperus flaccida Schltdl.
X
(Sabino)
Juniperus deppeana Steud.
X
(Táscate)
Cupressus lusitanica Mill. (Cedro
X X
blanco)
Quercus rugosa Née (encino
X
blanco, avellano)
Abies religiosa (Kunth) Schltdl. &
X
Cham. (oyamel)

85
4.1.4 Diseño y arreglo topológico

Una vez seleccionadas las especies arbóreas o arbustivas a establecer


y delimitado el terreno para el componente forestal, se debe definir la
distribución de las plantas en la superficie a plantar y la densidad, además
de considerar las características agroecologías, tanto las físicas del terreno
como las agronómicas del cultivo (Musálem et al., 2003).

En el caso del módulo ubicado en Loma Iguana, Veracruz se estableció un


sistema de uso múltiple de baja intensidad (Guariguata et al., 2009), en
donde se desarrollan tareas multidisciplinarias para la obtención de productos
agrícolas, ganaderos y forestales (madera, forrajes). Es un sistema simple
donde se complementa la producción de pasto, la introducción de ganado y al
menos 100 árboles plantados por hectárea en el pastizal. El estrato superior
se estructuró con especies arbóreas, favoreciendo especies tropicales de
rápido desarrollo y de acuerdo con las condiciones agroecológicas del lugar
(Calle et al., 2012; Murgueitio, et al., 2010).

El sistema establecido pretende restaurar y ordenar el paisaje para conseguir


una combinación equilibrada de servicios y bienes ecológicos, y no solo una
superficie forestal establecida. Se busca producir madera y/o forrajes y
mejorar las condiciones ambientales para producir pastos, y mejorar los
servicios ambientales que pueden proporcionar los árboles dentro del pastizal
y, que los productos puedan llevarse a mercados locales o agronegocios, con
la intención de que sea rentable a corto y mediano plazo. Además, se podrán
generar mejores empleos, alimentos de buena calidad como carne, fruta y
leche, así como pieles, maderas y otros productos (Landeros-Sánchez, 2011).

En este módulo, se plantó C. odorata, S. macrophylla, T. rosea y R. donnell-


smithii, a una densidad de 72 árboles por hectárea con un espaciamiento
de 14.5 m x 8.0 m. En este caso, la distancia de los árboles tiene que ver
con el hecho de que los potreros son espacios abiertos donde se alimentan
de forma directa los animales. Los árboles se plantaron en un diseño de
bloques al azar, en arreglo de parcelas divididas, con la intención de probar
diferentes fertilizaciones. La parcela grande correspondió a la fertilización:
lombricomposta, mineral y testigo sin aplicación; mientras en la parcela
chica se ubicó a cada una de las especies; C. odorata, S. macrophylla, T.
rosea y R. donnell-smithii (Figura 4.1A).

86
B)

C)

A)
D)

Figura 4.1 Arreglo topológico del componente forestal de los módulos


agroforestales: selva húmeda (A, Loma Iguana, Veracruz y B, Nuevo Progreso,
Campeche) y bosque templado (C, La Loma y D, El Aserradero, Hidalgo)

Para hacer una reconversión total del uso de suelo de agropecuario a


agroforestal, el módulo de Nuevo Progreso, Campeche se estableció desde
cero, tanto en el componente forestal como en el agrícola. Para estimar
el número de plantas por especie de componente forestal, se consideró
un espaciamiento entre planta de 3.0 x 3.0 m. La cantidad de plantas por
especie se calculó de acuerdo con el área ocupada por planta, dividido por
la superficie del bloque forestal (25,538 m2), resultando 2,838 plantas en
total para cubrir la superficie, esta cantidad se dividió entre las seis especies
y se incrementó un 15 % para cubrir la mortalidad por manejo y efectos del
traslado, resultando 816 plantas por especie.

87
S. amara y L. latisiliquum se plantaron en secciones de 17 líneas, sobre los
bordes realizados a una distancia de tres metros entre plantas y de 3.6 m
entre bordes (un bordo entre cada fila plantada). La primera sección contó
con 29 plantas de S. amara y 15 de L. latisiliquum por línea. La segunda
sección de 17 líneas de S. amara con 255 plantas en total; una tercera en la
periferia del componente perenne, conformada por 215 plantas de S. amara.
A un año del establecimiento de S. amara y L. latisiliquum, se establecieron
dos secciones más, una con 198 plantas de P. dioica (5.0 x 5.0 m) y otra con
360 de B. alicastrum (3.0 x 3.0 m). Además, en el contorno de la superficie
destinada al bloque agrosilvopastoril se establecieron 21 plantas de S.
macrophylla, 72 de B. alicastrum y 54 de C. dodecandra (Figura 4.1B).

En los módulos que se establecieron en el bosque templado, para el caso


de La Loma de Atotonilco El Grande, como componente forestal se incluyó
una reforestación de P. greggii de 13 años de edad promedio, con algunos
individuos de J. flaccida, huizaches y fresnos dispersos (Figura 4.1C).
En el módulo El Aserradero se consideró como componente forestal
a la vegetación natural circundante, compuesta por P. pseudostrobus,
Pinus leiophyla, P. montezumae, Q. rugosa y J. deppeana, con un estrato
intermedio formado por matorral conocido como Eupatorium petiolare
André (yolochiche) y Cytisus multiflorus (L’Her.) Sweet (escobas), mientras
que en el sotobosque se encuentran diferentes musgos y líquenes, así como
también gramíneas de diferentes especies (Figura 4.1D).

4.1.5 Manejo agronómico

Para cada componente de los módulos SAF, se recomienda seguir el manejo


agronómico sugerido en los paquetes tecnológicos del INIFAP y, a manera de
ejemplo, a continuación, se presenta el manejo practicado en cada módulo.

En el ecosistema selva húmeda, particularmente en Nuevo Progreso,


Campeche, todas las plantas se establecieron en el respaldo del borde.
La siembra se realizó con una estaca, mientras la tierra estaba húmeda.
Al momento de la siembra se aplicaron 300 g de vermicomposta y una
solución de agua con micorriza a razón de 200 g de hongo en 20 L de agua
directamente al cepellón. La tierra se compactó para no dejar espacios
con aire evitando el secamiento de las raíces y la proliferación de plagas y
enfermedades (Figura 4.2).

88
Figura 4.2. Establecimiento del bloque forestal en el módulo de Nuevo
Progreso.

A un año de la plantación de L. latisiliquum y S. amara, en el mes de julio,


se practicó la primera poda y una segunda en el mes de octubre. Se empleó
una tijera podadora y para prevenir la incidencia de enfermedades se aplicó
una solución de 5 ml de sulfato de cobre con agua y pintura en la herida del
corte. Se eliminaron los ejes ramales y se dejó el eje más recto, la proporción
de fuste limpio fue sujetado a una estaca para mantener el tronco recto
(Figura 4.3). En virtud de que la P. dioica y el B. alicastrum se establecieron
un año después que los anteriores, no se aplicaron podas.

89
Figura 4.3. Podas realizadas al L. latisiliquum en el módulo agroforestal de
Nuevo Progreso.

En Loma Iguana, Veracruz las cuatro especies se establecieron a cielo abierto


porque al ser heliófitas no toleran periodos largos de sombra (Fredericksen
et al., 2001), por ello, se requiere mantener limpio de vegetación y
sombra alrededor de los árboles para un adecuado desarrollo. T. rosea y
S. macrophylla soportan periodos cortos de inundaciones, y para mejores
resultados deben establecerse en suelos con buen drenaje; además, se ha
observado que el C. odorata reduce su productividad con precipitaciones
menores a 2,500 mm anuales (Pennington y Sarukhán, 1998). Esta
localidad posee esta limitante con una precipitación menor a 2,000 mm
anuales; sin embargo, las cuatro especies, aunque mostraron diferencias
en el desarrollo, forman parte de la vegetación nativa. El tratamiento con
biofertilizante fue de 10 kg de lombricomposta por árbol (a los 46 y 142
días del establecimiento) y el nutrimiento mineral fue de 160 g de 12-8-12
de N-P-K (a los 46 y 173 días del establecimiento) (Figura 4.4).

90
Figura 4.4. Especies forestales dentro del módulo agroforestal de Loma
Iguana, Veracruz.

Conclusiones

El componente forestal, con labores de mantenimiento correspondiente, se


espera que se conserve como un sistema de producción sustentable que
favorezca la seguridad alimentaria de las personas que dependan de él, así
como la conservación de la biodiversidad que los rodea.

91
Literatura citada

Báez, M. y J. Aguirre M. 2011. Efecto de la labranza de conservación sobre


las propiedades del suelo. Terra Latinoamericana. 29 (2):113-121.

Bahena, J. F. y J. Velázquez G. 2016. Labranza de conservación y manejo


agroecológico de plagas para una agricultura sostenible. Agricultura
sostenible. 6:1-14.

Cabrera A., D. L., E. R. A. Díaz M., J. C. Berny M. y M. G. Lozano C. 2012.


Establecimiento de Sistemas Agroforestales. CONAFOR. Zapopan,
Jalisco. 50 p.

Calle, Z., E. Murgueitio y J. Chará. 2012. Integración de las actividades


forestales con la ganadería extensiva sostenible y la restauración del
paisaje. Unasylva. 239 (63):31-40.

Casanova-Lugo, F., L. Ramírez-Avilés, D. Parsons, A. Caamal-Maldonado,


A. Piñeiro-Vázquez and V. Díaz-Echeverría. 2016. Environmental
services from tropical agroforestry systems. Revista Chapingo Serie
Ciencias Forestales y del Ambiente. 22 (3):269-284.

Del Angel, P. A., G. Díaz P., J. Villagómez-Cortés, C. Mallen R. y R. Guajardo P.


2013. Vulnerabilidad del ecosistema como construcción sociocultural:
Una aplicación práctica. Revista Mexicana de Ciencias Forestales. 4
(16):46-63.

Del Angel - Pérez, A. y J. Villagómez-Cortés. 2014. Alimentación, salud y


pobreza en áreas marginadas urbanas: caso Veracruz-Boca del Río,
Veracruz, México. Estudios Sociales. 22 (44):12-35.

Ekström, H. y A. Goetzl. 2007. El mercado estadounidense de productos de


madera tropical. Actualidad Forestal Tropical. Boletín de la OIMT. 15
(2):3-6.

FAO. 2010. Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América


Latina y el Caribe. Italia: D - FAO. 90 p.

92
FAO. 2015. Global Forest Resources Assessment 2015. Food and Agriculture
Organization, FAO. Foresttery Paper 163. Roma, Italia. 253 p.

Ford, A. and G. Gilroy. 2015. What Agriculture Will Support Human Life?
Current Anthropology. 56 (5):776-777.

Fredericksen, T., F. Contreras y W. Patriona. 2001. Guía de silvicultura para


bosques tropicales de Bolivia. El País. Santa Cruz, Bolivia. 81 p.

Garrett, H. E., W. J. Rieetveld and R. F. Fisher. 2009. North American


agroforestry: an integrated science and practice. WI: American
Society of Agronomy, Inc. Madison. 402 p.

Guariguata, M., C. Fernández, R. Nasi, D. Sheil, C. Jáuregui, P. Cronkleton,


O. Ndoye y V. Ingram. 2009. Hacia un manejo múltiple en bosques
tropicales: Consideraciones sobre la compatibilidad del manejo
de madera y productos forestales no maderables. CIFOR, Bogor.
Indonesia. 28 p.

Landeros-Sánchez, C. 2011. Sistemas productivos y alternativas económicas


sustentables. In: La biodiversidad en Veracruz: Estudio de Estado.
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad,
Gobierno del Estado de Veracruz, Universidad Veracruzana, Instituto
de Ecología, A.C. México. pp. 451-452.

Murgueitio, E., C. Cuartas, J. Narango, M. Murgueitio, C. Córdoba, F. Uribe, C.


H. Molina y L. H. Solarte. 2010. Manual de establecimiento y manejo
de los SSPi. Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), Servicio
Nacional de Aprendizaje (SENA) y CIPAV. Bogotá, Colombia. 24 p.

Musálem L., O., G. Aguilar A., R. Blanco T., J. Laborde C., M. Martínez De L.,
O. Mayoral F. y E. Mendoza G. (eds.). 2003. El maíz: Un legado de
México para el mundo. Revista Claridades Agropecuarias. 123:3-16.

Nair P., K., A. Gordon and M. Mosquera-Losada. 2008. Agroforestry. In:


Jorgensen, S. and B. Fath (ed.): Ecological Engineering. Encyclopedia
of ecology Oxford UK: Elsevier. pp. 101–110.

93
Pennington, T. y J. Sarukhán. 1998. Árboles tropicales de México. Fondo de
Cultura Económica, UNAM. México, D.F. 521 p.

Ramachandran, N. P., B. Mohan K. and V. Nair. 2008. Agroforestry as a


strategy for carbon sequestration. Journal of Plant Nutrition and Soil
Science. 172 (1):10-23.

Sánchez, G. F., J. Pérez - Flores, J. Obrador O., A. Sol S. y O. Ruiz-Rosado.


2016. Árboles maderables en el sistema agroforestal de cacao en
Cárdenas, Tabasco, México. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas.
(14):2711-2723.

Villagómez C., J. y A. Del Angel P. 2017. La ganadería familiar en México.


Un enfoque de sustentabilidad. Centro de Estudios para el Desarrollo
Rural sustentable y la Soberanía alimentaria CEDRSSA, Cámara de
Diputados LXIII Legislatura, Universidad Veracruzana. Cd. de México.
pp. 23-70

Villagómez-Cortés, J. and A. Del Angel - Pérez. 2013. The ethics of payment


for ecosystem services. Research Journal of Environmental and Earth
Sciences. 5 (5):278-286.

Won, H., H. Jeon, H. Han, S. Lee and B. Jung. 2017. Combining Timber
Production and Wood Processing for Increasing Forestry Income: A
Case Study of 6th Industrialization in Korean Forestry. Journal of
Forest and Environmental Science. 33 (4):355-360.

94
CAPÍTULO 5.

COMPONENTE CORREDOR BIOLÓGICO

ESPARZA OLGUÍN Ligia Guadalupe, MARTÍNEZ ROMERO Eduardo, MAYA


MARTÍNEZ Aixchel, HERNÁNDEZ DZIB Germán Alberto, GONZÁLEZ
JARAMILLO Mónica

Introducción

Una de las causas directas de la deforestación de bosques y selvas


son las actividades agropecuarias, así como la tala ilegal. El proceso de
deforestación conlleva la pérdida del capital natural o la biodiversidad,
fundamental para el bienestar humano. La biodiversidad está asociada al
adecuado funcionamiento de los ecosistemas y los servicios ambientales
que otorgan, por lo que su pérdida, afecta principalmente a la seguridad
alimentaria, la seguridad energética y los recursos básicos (Moreno y Verdú,
2007).

La pérdida de biodiversidad y sus consecuencias, tales como la degradación


de los ecosistemas, la pérdida de especies, la falta de servicios ambientales,
etc., son problemas de prioridad nacional e Internacional (March et al.,
2009). Estos problemas deben ser atendidos a través del desarrollo e
implementación de estrategias integrales, que permitan conservar la
biodiversidad y al mismo tiempo garanticen la producción de alimentos y la
inclusión de los productores rurales en una economía prospera y justa.

2
“El concepto de capital natural como el conjunto de ecosistemas, tanto los naturales como
los manejados por la humanidad, que generan bienes y servicios y son perpetúales ya sea
por sí mismos o por el manejo humano…… Varios economistas consideran que el concepto de
capital natural implica que las tasas de ahorro de una economía no son una medida adecuada
de lo que ese país está realmente acumulando, debido a que ello solamente mide la inversión
en capital manufacturado. La idea ha tenido capacidad suficiente de convencimiento al
grado que ya el Banco Mundial calcula en la actualidad las tasas reales de ahorro de un país
tomando en cuenta la extracción y deterioro de los recursos naturales y los daños ecológicos
producidos por la actividad humana, aunque por el momento se enfoca solamente a los
daños causados por las emisiones de bióxido de carbono” (March et al., 2009).

95
La agroecología surge como una alternativa que permite mejorar la
producción agrícola y pecuaria desde el punto de vista económico y ecológico.
Los modelos agroecológicos proponen el aprovechamiento de los recursos
naturales locales y la biodiversidad, integrando la agricultura, ganadería,
pesca y silvicultura lo que favorece el incremento de la diversidad vegetal
y animal, la recuperación de razas y variedades locales, la diversificación
de paisajes para incrementar la productividad, los mercados y economías
locales (López-García y Llorente-Sánchez, 2010).

Al implementar sistemas agroecológicos, como los agroforestales y


silvopastoriles, integrando aspectos de seguridad alimentaria a nivel local
y regional, se incrementan los rendimientos de producción, lo que permite
el uso de la tierra a largo plazo sin problemas de rentabilidad y favorece
la conservación y recuperación de masas forestales (Glamann et al.,
2015). Estos sistemas aumentan el reciclaje de biomasa y optimizan el
flujo de nutrientes, disminuyen las pérdidas por radiación, cosechan agua,
y manejan el suelo, aumentan las interacciones biológicas promoviendo
procesos y servicios ecosistémicos como los reservorios de carbono, tanto
en la vegetación como en el suelo; la biodiversidad y las reservas de agua
(Casanova-Lugo et al., 2011; Cruz-Uribe, 2013; García et al., 2005; SEAE,
2009; Verhulst et al., 2015).

En este capítulo se detalla la metodología empleada para caracterizar la


biodiversidad de flora leñosa (composición y estructura) y fauna (aves,
mamíferos, anfibios y reptiles) asociada a los módulos con sistemas
agroforestales (MAF) en bosques templados del estado de Hidalgo y selvas
húmedas de los estados de Veracruz y Campeche.

5.1. El corredor biológico en el módulo agroforestal

El componente del corredor biológico en los módulos agroforestales


constituye una zona delimitada alrededor del módulo que permite
monitorear la flora y fauna asociada a éstos, con lo que se puede analizar el
impacto de éstos sobre la conservación de la biodiversidad.

La primera actividad es ubicar de las parcelas de muestreo y para ello se


debe hacer un recorrido en cada módulo, para georreferenciar los polígonos
con ayuda de un GPS, se sugiere emplear el sistema de coordenadas WGS

96
84. Con la georreferenciación, se ubicarán en todos los casos los límites
de cada componente del módulo, para generar los mapas temáticos
correspondientes.

En función del tamaño y forma del polígono de cada MAF, se determina el


número y la distribución de las parcelas para el muestreo de la vegetación,
así como los transectos y bloques para el monitoreo de fauna. El número de
parcelas, transectos y bloques debe considerar cubrir la heterogeneidad del
área monitoreada.

5.2. Caracterización de la diversidad vegetal

El muestreo de vegetación se realiza con la metodología adaptada del


Inventario Nacional Forestal y de Suelos (INFyS) (CONAFOR, 2012) en la
que se ejecutan mediciones en parcelas circulares, con un radio de 17.84 m
para cubrir un área efectiva de 1000 m2 (Figura 5.1).

Figura 5.1. Representación las parcelas circulares y sus puntos cardinales


(N, S, E y O), usadas para el estudio de la diversidad vegetal en los Módulos
Agroforestales.

97
Las parcelas se instalarán de la siguiente manera:

1. Colocar y georreferenciar estacas en el punto central de los sitios de


muestreo.

2. Con una brújula, delimitar los puntos cardinales extendiendo cuerdas de


17.84 m de longitud (previamente preparadas con marcas de cinta para
delimitar las secciones A, B y C), marcadas con las letras N (Norte), S (Sur),
E (Este) y O (Oeste).

3. Teniendo ubicados los puntos cardinales y partiendo del norte franco,


añadir cuerdas extras cada 45°. Estas cuerdas permiten dividir el círculo en
ocho secciones lo que facilita el muestreo de la vegetación leñosa al interior
de cada parcela.

Todos los individuos leñosos con un diámetro igual o mayor a 2 cm a la


altura de 1.30 m del tronco (DN), se marcan con placas y se identificarán
por los nombres común y científico a nivel de especie o género. En cada
individuo se debe medir el DN y la altura total. Para los arbustos y especies
vegetales que no cumplen con estos parámetros (i.e. cactáceas rastreras), se
registra la cobertura; mientras que en las cactáceas globosas se identifican
y cuantifican.

La información obtenida en campo debe ser procesada y para ello se realiza


un análisis de la composición florística que se elabora a partir de un listado
florístico con los datos recabados en campo de las especies encontradas en
cada parcela de cada módulo. Los nombres científicos que deben utilizarse
son los de la base de datos especializada publicada en http://www.
theplantlist.org.

El estatus de conservación de cada una de las especies en los listados


florísticos de los MAF, se describe acorde a la NOM-059-SEMARNAT-2010
(SEMARNAT, 2010), la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN, 2012) y la Convención sobre el Comercio Internacional
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (PNUMA-CMCM,
2014).

98
Para el análisis de las características estructurales y de diversidad de la
vegetación leñosa, se estima la densidad (número de individuos por hectárea;
Krebs, 1999), el área basal (m2ha-1) donde AB= (DN/2)2 π. Además, se
calculó la riqueza de especies como el número de especies y la diversidad de
especies (número de especies y la abundancia de cada una de las especies
en la comunidad), con el índice de Shannon-Wiener, (H’= Σpi*lnpi).

La estructura horizontal de la vegetación se analizó a partir de la distribución


de frecuencias de clases diamétricas y la vertical con las clases de altura
en histogramas, distinguiendo intervalos en función del tipo de cobertura
vegetal. Las distintas clases de diámetros y alturas fueron definidas con
relación a los valores de los datos de la muestra y la representación de las
diferentes fases de crecimiento de los árboles.

La importancia relativa de las especies (VIR) se estimó como la sumatoria


de la abundancia relativa que incluye el número de individuos por especies/
número total de individuos de todas las especies*100, la frecuencia relativa
como la frecuencia de una especie/suma de la frecuencia de todas las
especies* 100, y área basal relativa definida como el área basal de cada
especie/área basal total de todas las especies*100.

5.3. Caracterización de la diversidad faunística

Para inventariar la diversidad faunística asociada a los módulos


agroforestales, se recomienda muestrear grupos taxonómicos de fácil
monitoreo, identificación taxonómica y que, además, contengan especies
que sean consideradas como indicadoras de la salud ambiental y, para ello,
se sugieren a los anfibios, reptiles, aves y mamíferos (Cáceres y Legendre,
2009; Flombaum y Sala, 2011; Isasi, 2011). El análisis se puede hacer con
diferentes métodos de muestreo combinados para aumentar la probabilidad
de registrar a la mayor cantidad de especies posibles. Para este caso se
emplean cuatro métodos:

1. Método de distancias recorridas


2. Método de conteo por puntos de radio fijo (Ojasti y Dallmeier, 2000);
3. Fototrampeo
4. Enfoque de conocimiento ecológico local.

99
Distancias recorridas y conteo por puntos de radio fijo. El método de
distancias recorridas es el más usado para evaluar el estado de la fauna
silvestre, ya que detecta los factores que influyen en la abundancia de los
animales como la alteración de hábitat, diferencias en ambientes, etc. Las
técnicas empleadas para este método pueden ser transectos y bloques.
Los transectos se usan en muestreos sistemáticos. Para ubicar bloques y
transectos se deben seguir los siguientes pasos:

1. Georreferenciar los polígonos de cada uno de los módulos agroforestales


con un GPS y coordenadas WGS 84, ubicando las cuatro esquinas de cada
uno de los predios.

2. Trazar el polígono en el programa Google Earth para generar un mapa


por cada MAF.

3. Definir los transectos y la división de los módulos para ubicar los bloques
para el monitoreo de fauna.

Los recorridos en los transectos y bloques (Figura 5.1) se deben hacer al


amanecer y al atardecer, registrando todos los animales (anfibios, reptiles,
aves y mamíferos) escuchados y avistados tanto vivos como muertos, así
como los rastros observados, por ejemplo, huellas, excretas, plumas, etc.

Método de conteo por puntos de radio fijo. Permite detectar especies


raras y de dosel mediante el registro visual y auditivo de estas. Este método
se puede combinar con el anterior, de manera que, durante el recorrido de
los transectos realizados al amanecer y al atardecer, se hacen tres paradas
fijas por 10 minutos en tres puntos específicos, donde se graban y registran
todos los animales de los cuatro grupos escuchados y avistados (Figura 5.2).

Tanto para las distancias recorridas como el conteo de puntos, los datos
recabados en campo serán: especie (nombre común y científico a nivel de
especie, género o familia), número de individuos, los rastros observados,
anotando si el registro corresponde a una detección visual o auditiva. Por
otro lado, se anotarán condiciones climáticas, distancia recorrida, hora del
avistamiento y, mediante fotografías, se documentará tanto a los individuos
identificados, como aquellos que no pudieran ser identificados en campo.

100
Figura 5.2. Ubicación de los transectos (T), bloques (B), puntos acústicos
(P) y cámaras trampa (C) para el monitoreo de fauna en los módulos
agroforestales.

101
Fototrampeo. Se colocan cámaras trampa (fototrampas) en el perímetro
de los módulos agroforestales y en el centro. La ubicación de cada cámara
se realiza al término de los recorridos por los transectos y bloques, con
su respectiva georreferenciación y etiquetado para su posterior revisión
(Figura 5.2 y Figura 5.3). Cada cámara registra la información durante 24
horas al día, con un retraso mínimo de 0.3 min entre cada disparo por un
tiempo de dos semanas. Transcurrido el periodo de tiempo indicado cada
cámara se debe retirar para extraer la memoria y cargar la información en
una computadora para su revisión. Las imágenes se guardan en carpetas
indicando el periodo de monitoreo (fechas) y la localidad. Para un monitoreo
sistemático a largo plazo, que permita capturar la diversidad de fauna que se
presenta a lo largo del año y detectar especies migratorias, se recomienda
que las cámaras sean puestas al menos en dos épocas contrastantes del
año (época seca – época de lluvias), por dos semanas al mes durante dos
meses.

Figura 5.3. Colocación de las cámaras trampa para el fototrampeo.

Toda la información anterior se podrá complementar mediante un enfoque


de conocimiento ecológico local, el cual emplea entrevistas a informantes
clave y revisión de literatura para obtener información de la presencia y
abundancia de las especies de fauna (Anadón et al., 2009). En este caso,
el objetivo de las entrevistas será obtener información sobre las especies
avistadas en o alrededor de los módulos agroforestales, así como sobre la
frecuencia de las observaciones con la escala categórica seguido, a veces,
casi nunca para estimar abundancia (Figura 5.4).

102
Figura 5.4. Formato empleado para las entrevistas en cada uno de los MAF.

103
Para mejorar la calidad de la información recabada durante las entrevistas,
se deben preparar guías fotográficas, una para cada región donde se sitúan
los módulos agroforestales, mismas que deberán contener la información
de cada especie reportada para cada grupo muestreado (anfibios, reptiles,
aves y mamíferos).

Durante la entrevista debe informarse, verbalmente, a los entrevistados


el objetivo de la entrevista y se deberán evitar preguntas guiadas. A cada
entrevistado se les pedirá corroborar su información con las guías de
campo, asegurando que la especie nombrada concordará con la fotografía
mostrada.

La información obtenida, se procesa y para ello se deben elaborar listados


faunísticos por grupo taxonómico. La nomenclatura y clasificación
taxonómica que se habrá de seguir es la de los Catálogos de Autoridades
Taxonómicas de Aves (Navarro y Gordillo, 2006), Mamíferos (Ramírez-
Pulido, 1999), Anfibios (CONABIO, 2011) y Reptiles (CONABIO, 2012) de
la CONABIO y se podrá actualizar de acuerdo con las páginas de la CONABIO
(www.avesmx.conabio.gob.mx, www.encilovida.mx y www.naturalista.mx).

Para cada especie es necesario reportar la categoría de riesgo de acuerdo


con la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2010), la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, 2012) y la
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres (PNUMA-CMCM, 2014). Por otro lado, para cada
especie es necesario documentar algunos aspectos ecológicos como:

A) Estacionalidad, que refleja la permanencia de las especies en una región,


con base en la información de CONABIO (www.avesmx.conabio.gob.mx,
www.encilovida.mx y www.naturalista.mx) como:

1. Residentes (Re, especies de todos los taxa): habitan la región durante


todo el año, que no hacen migraciones estacionales significativas o que
tienen patrones de movimiento menores a 200 km.

2. Aves Migratorias de Invierno (MI): son residentes durante el invierno


debido a su migración.

104
3. Aves Migratorias de Verano (MV): son residentes durante el verano
debido a su migración.

4. Aves Transitorias (T): son las especies que son transeúntes por la región.

B) Gremio Trófico, que refleja cambios en la diversidad debido a que los


gremios están conformados por ensambles de especies que hacen uso de un
mismo recurso alimenticio de manera similar, de acuerdo con la información
de CONABIO (www.encilovida.mx y www.naturalista.mx) como: carnívoros
(C), carroñeros (Ca), frugívoros (F), granívoros (G), herbívoros (H),
insectívoros (I), invertebrados (Inv, que incluyen artrópodos, nematodos,
anélidos, insectos, gasterópodos), nectarívoros (N), omnívoros (O).

C) Endemismo (especies exclusivas de México) de acuerdo con los datos


de CONABIO (www.avesmx.conabio.gob.mx, www.encilovida.mx y www.
naturalista.mx), como:

a) Endémica (E): que se restringe a una sola área geográfica.

b) Cuasiendémica (CE): cuando debido a la continuidad de su hábitat


traspasan las fronteras.

c) Exótica (EXO): introducidas o invasoras que se liberan en una región


ecológica distinta a su área de distribución y que prosperan sin ayuda del
ser humano.

Con los datos recabados de flora y fauna, se determina el tipo de vegetación


aledaña a cada uno, la diversidad florística y faunística, así como diferentes
aspectos de la estructurales de la vegetación y de ecológicos de las especies
de fauna registradas.

5.4. Diversidad vegetal en los corredores biológicos de los módulos


agroforestales

En los cuatro módulos agroforestales de la selva húmeda y del bosque


templado, la vegetación aledaña corresponde a vegetación secundaria. En
particular, para los de Loma Iguana (Veracruz) y Nuevo Progreso (Campeche)
es vegetación secundaria derivada de selva subperennifolia, congruente con

105
lo que citan otros autores (Báez-Vargas et al., 2017; García-Licona et al.,
2014; Zamora-Crescencio et al., 2012). En el caso del bosque templado,
el de Atotonilco El Grande corresponde a vegetación secundaria precedida
de un matorral xerófilo y el de El Aserradero de un bosque de pino-encino,
similar a lo reportado por Randell-Badillo (2008) (Figura 5.5; Cuadro 5.1).

A) B)

C)
D)

Figura 5.5. Representación de la vegetación aledaña a los módulos


agroforestales (MAF) en la comunidad Loma Iguana, Veracruz (A), ejido de
Nuevo Progreso en Campeche (B), El Aserradero, (C) y Atotonilco el Grande,
Hidalgo (D).

Cuadro 5.1. Resultados del monitoreo de la diversidad y estructura de la vegetación


en los cuatro MAF estudiados.
Loma Nuevo
Especie Atotonilco El Aserradero
Iguana Progreso

Diversidad (H) 2.70 3.57 2.24 1.98


Densidad
780 2,020 800 585
(ind ha-1)
Riqueza 22 89 17 15
Fuente: Elaboración propia con datos tomados en los corredores biológicos (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

106
En los módulos de ambos ecosistemas, las especies más abundantes o en
alguna categoría de riesgo se presentan en el Cuadro 5.2.

Cuadro 5.2. Especies más abundantes o en alguna categoría de riesgo* en los cuatro
módulos estudiados.
Localidad Especies más abundantes o en categoría de riesgo
Gliricidia sepium (Jacq.) Walp. (cocoite), Acacia pennatula
(Schltdl. & Cham.) Benth (espino blanco, huizache),
Swietenia macrophylla King, Acanthocereus tetragonus
Loma Iguana (L.) Hummelinck (cruceta – LC)*, Opuntia stricta (Haw.)
Haw (nopal - LC), Quercus rugosa Née (encino blanco,
avellano - LC), Cedrela odorata L. (Cedro - PR, VU), Pouteria
amygdalina (Standl.) Baehni (zapote faisán – VU).
Cryosophila stauracantha (Heynh.) R.J. Evans (guano
kum)*, Pouteria reticulata (Engl.) Eyma (sapotillo)*, Croton
Nuevo icche Lundell (cascarillo)*, Lonchocarpus guatemalensis
Progreso Benth. (xuul - LC), L. rugosus Benth. (k’anatsin – LC), Acacia
dolichostachya S.F. Blake (NT), Vitex gaumeri Greenm.
(ya´axnik – LC), Swietenia macrophylla King (caoba - VU, II).
Acacia schaffneri (S. Watson) F.J. Herm. (huizache), Pinus
greggii Engelm. ex Parl. (pino greggii), Nopalea cochenillifera
(L.) Salm-Dyck (nopal criollo)*, Juniperus flaccida Schltdl.
(LC)*, Juniperus sabina L. (enebro, sabino – LC), Dodonaea
Atotonilco
viscosa (L.) Jacq. (tepachile), Mammillaria magnimamma
Haw. (biznaga - LC), M. sempervivi DC. (LC), Fraxinus uhdei
(Wenz.) Lingelsh.(fresno - LC), P. ayacahuite (LC), P. greggii
Engelm. ex Parl. (pino greggii - VU).
Quercus rugosa Née (encino blanco, avellano - LC)*, Quercus
laurina Bonpl. (encino rojo), Pinus pseudostrobus Lindl. (ocote
blanco - LC)*, Prunus serotina subsp. capuli (Cav. ex Spreng.)
McVaugh (capulín), Buddleja cordata Kunth (tepozán), Alnus
acuminata Kunth (aile - LC), Cupressus lusitanica Mill. (Cedro
blanco - PR, LC), Juniperus sabina L. (enebro, sabino – LC),
El Aserradero
Juniperus flaccida Schltdl. (sabino - LC), Arbutus xalapensis
Kunth (madroño - LC), Eysenhardtia polystachya (Ortega)
Sarg. (palo dulce - LC), Pinus greggii Engelm. ex Parl. (pino
greggii - VU), Pinus hartwegii Lindl. (Pino de las alturas - LC),
P. montezumae Lamb. (Ocote - LC), P. patula Schiede ex
Schltdl. & Cham. (ocote colorado - LC).
SC=Sin categoría; PR=Sujeta a protección especial; A=Amenazada; P=En peligro
de extinción; Na=No evaluada; LC=Preocupación menor; NT=Casi amenazada;
VU=Vulnerable; EN=En peligro; DD=sin suficientes datos; NSS=Sin estatus de
conservación especial; I, II y III= Apéndices de la CITES

107
5.5. Diversidad de fauna en los corredores biológicos de los módulos
agroforestales

Con respecto a la fauna presente en los cuatro módulos agroforestales,


la menor riqueza de especies se presentó en los anfibios; mientras que la
mayor riqueza se observó en las aves (Cuadro 5.3).

Cuadro 5.3. Riqueza de especies por taxa en los cuatro MAF estudiados.
Nuevo
Taxa Atotonilco El Aserradero La Loma
Progreso

Aves 43 29 54 74
Mamíferos 10 11 7 19
Anfibios 3 5 8 8
Reptiles 7 9 8 5
Fuente: Elaboración propia con datos tomados en los corredores biológicos (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

En el módulo de Loma Iguana, Veracruz se registraron 32 especies en


alguna categoría de riesgo de acuerdo con la NOM-059 (SEMARNAT,
2010), UICN (UICN, 2012) y CITES (PNUMA-CMCM, 2014). En cuanto a su
estacionalidad, 15 especies fueron migratorias, transitorias o exóticas, 56
fueron especialistas pertenecientes a diferentes gremios tróficos; solo seis
especies de fauna registrada fueron endémicas o cuasiendémicas (Figura
5.6).

108
Figura 5.6. Gremios tróficos de la fauna del MAF de Loma Iguana, Veracruz.
Carnívoros (C), Carroñeros (Ca), Granívoros (G), Herbívoros (H), Insectívoros
(I), Invertebrados (Inv), Nectarívoros (N), Omnívoros (O), Piscívoros (P).

Fuente: Elaboración propia con datos tomados en los corredores biológicos (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

Por su parte, en el módulo de Nuevo Progreso estuvieron registradas


23 especies en alguna categoría de conservación según la NOM-059
(SEMARNAT, 2010), UICN (2012) y CITES (PNUMA-CMCM, 2014). Se
registraron ocho especies migratorias o transitorias; 54 fueron especialistas
pertenecientes a diferentes gremios tróficos y 11 fueron endémicas o
cuasiendémicas (Figura 5.7).

109
Figura 5.7. Gremios tróficos a los que pertenece la fauna registrada en el
MAF de Nuevo Progreso, Calakmul, Campeche. Carnívoros (C), Carroñeros
(Ca), Granívoros (G), Herbívoros (H), Insectívoros (I), Invertebrados (Inv),
Nectarívoros (N), Omnívoros (O), Piscívoros (P).

Fuente: Elaboración propia con datos tomados en los corredores biológicos (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

Para los módulos ubicados en el ecosistema bosque templado, se registraron


19 especies contenidas en la NOM-059 (SEMARNAT, 2010), la UICN
(2012) o CITES, de las cuales 11 fueron migratorias, 38 fueron especies
especialistas pertenecientes a diferentes gremios tróficos (Figura 5.8 A) y
14 presentaron algún tipo de endemismo o fueron exóticas. Mientras que,
en El Aserradero, Cuautepec de Hinojosa, se registraron 11 especies en
la NOM-059 (SEMARNAT, 2010), UICN (2012) o CITES. Cinco especies
fueron migratorias, 32 especialistas pertenecientes a diferentes gremios
tróficos (Figura 5.8 B) y 16 con algún tipo de endemismo o fueron exóticas.

110
A)

B)

Figura5.8. Fauna por gremios tróficos del bosque templado. A) La Loma; B)


Aserradero. Carnívoros (C), Carroñeros (Ca), Granívoros (G), Herbívoros (H),
Insectívoros (I), Invertebrados (Inv), Nectarívoros (N), Omnívoros (O).

Fuente: Elaboración propia con datos tomados en los corredores biológicos (INIFAP-
CONACYT Problemas Nacionales 2014).

111
Conclusiones

Ambos ecosistemas templado y selva húmeda, están representados por


vegetación secundaria que está actualmente en proceso de recuperación
a través de diversas acciones realizadas por los productores propietarios
de los mismos. En todos los casos se presentan especies representativas
de la vegetación madura que fue alterada por la conversión de los bosques,
templados y tropicales a sistemas agropecuarios. Asimismo, estos
corredores pueden albergar un importante número de especies, tanto
vegetales como animales, que estén bajo alguna categoría de riesgo.

La diversidad y heterogeneidad en la vegetación aledaña a los módulos


agroforestales y presente en los corredores biológicos contribuyen a la
conservación de especies amenazadas y favorecen la presencia de diferentes
especies de fauna, que indican la recuperación de estos espacios.

Con el registro de flora y fauna de los corredores biológicos, se pude concluir


que los módulos agroforestales analizados en este trabajo son sistemas
de producción sustentables, cuya vegetación aledaña está en proceso de
recuperación. Estas áreas están funcionando como corredores biológicos
que están promoviendo la conservación de un número importante de
especies tanto de flora como de fauna nativas y amenazas tanto de bosques
templados como de selva húmeda.

Literatura citada

Anadón, J. D., A. Giménez, R. Ballestar and I. Pérez. 2009. Evaluation of local


ecological knowledge as a method for collecting extensive data on
animal abundance. Conservation Biology. 23 (3):617-625.

Báez-Vargas, A., L. Esparza, E. Martínez-Romero, S. Ochoa-Gaona, N.


Ramírez-Marcial y N. González-Valdivia. 2017. Efecto del manejo
sobre la diversidad de árboles en vegetación secundaria en la Reserva
de la Biosfera de Calakmul, Campeche, México. Revista de Biología
Tropical. 65 (1):41-53.

112
Casanova-Lugo, F., J. Petit-Aldana y J. Solorio-Sánchez. 2011. Los sistemas
agroforestales como alternativa a la captura de carbono en el trópico
mexicano. Revista Chapingo Serie Ciencias Forestales y del Ambiente.
17 (1):133-143. Doi: 10.5154/r.rchscfa.2010.08.047.

Cáceres, M. D. and P. Legendre. 2009. Associations between species


and groups of sites: indices and statistical inference. Ecology. 90
(2):3566-3574.

CONABIO (comp.). 2011. Catálogo de autoridades taxonómicas de los


anfibios (Amphibia: Craniata) de México. Base de datos SNIB-
CONABIO. México. Incluye información del proyecto CS003.

CONABIO (comp.). 2012. Catálogo de autoridades taxonómicas de los


reptiles (Reptilia: Craniata) nativos de México. Base de datos SNIB-
CONABIO. México. Incluye información del proyecto CS003.

Comisión Nacional Forestal [CONAFOR]. 2012. Manual y procedimientos


para el muestreo de campo. Re-muestreo 2012. Zapopan, Jalisco,
México. 143 p.

Cruz-Uribe, J. 2013. Los sistemas ganaderos ecológicos como alternativa


frente al cambio climático. Revista Ciencia Animal. 6:57-66.

Flombaum, P. y O. Sala. 2011. Efectos de la biodiversidad sobre el


funcionamiento de los ecosistemas. In: Simonetti, J. y R. Dirzo (Eds.):
Conservación Biológica: perspectivas desde América Latina (en
línea). Universidad de Chile. Santiago de Chile. pp. 49 - 62

García, A., M. Laurín, M. Llosá, V. González, M. Sanz y J. Porcuna. 2005.


Contribución de la agricultura ecológica a la mitigación del
cambio climático en comparación con la agricultura convencional.
Agroecología. 1:75-88.

García-Licona, J., L. Esparza-Olguín y E. Martínez-Romero. 2014. Estructura y


composición de la vegetación leñosa de selvas en diferentes estadios
sucesionales en el ejido El Carmen II, Calakmul, México. Polibotánica.
38 (1):1-26.

113
Glamann, J., J. Hanspach, D. Abson, N. Collier y J. Fischer. 2015. The
intersection of food security and biodiversity conservation: a review.
Regional Environmental Change. 17 (5):1303-1313. doi: 10.1007/
s10113-015-0873-3.

Isasi, C. E. 2011. Los conceptos de especies indicadoras, paraguas, banderas


y claves: su uso y abuso en ecología de la conservación. Interciencia.
36 (1):31-38.

Krebs, Ch. J. 1999. Ecological Methodology. 2ª ed. Jim Green. Estados


Unidos de América, Canadá. 620 p.

López-García, D. y M. Llorente-Sánchez. 2010. EcoAgroCulturas: Proyecto


de fomento de la agricultura ecológica (2009-2011). Ecologistas en
Acción. Madrid, España. 13 p.

March, I. J., M. A. Carvajal, R. M. Vidal, J. E. San Román y G. Ruiz. 2009.


Planificación y desarrollo de estrategias para la conservación de
la biodiversidad. In: Capital Natural de México, vol. II: Estado de
conservación y tendencias de cambio. CONABIO. México. pp. 545-
573.

Moreno, O. C., y F. J. Verdú. 2007. ¿Por qué preocuparnos por la pérdida


de la biodiversidad?: relaciones entre biodiversidad, servicios de
los ecosistemas y bienestar humano. Cuadernos de Biodiversidad.
(23):11-17. doi: 10.14198/cdbio.2007.23.02

Navarro, S. A. y A. Gordillo. 2006. Catálogo de Autoridades Taxonómicas de


las Aves de México. Base de datos del Sistema Nacional de Información
sobre Biodiversidad. Proyecto CS010. Facultad de Ciencias, UNAM,
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
(CONABIO). México, D.F. 38 p.

Ojasti, J. y F. Dallmeier (Eds.). 2000. Manejo de Fauna Silvestre Neotropical.


SI/MAB Series # 5. Smithsonian Institution/MAB Biodiversity
Program. Washington, D.C. 290 p.

114
PNUMA-CMCM (Comps.). 2014. Lista de especies CITES. Ginebra, Suiza, y
Cambridge, Reino Unido. Obtenido de http://checklist.cites.org/#/en

Ramírez-Pulido, J. 1999. Catálogo de autoridades de los mamíferos terrestres


de México. Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Base
de datos SNIB-CONABIO; proyecto Q023. Ceballos et al., 2002. Para
mamíferos marinos. Ramírez-Pulido, 1999. 111 p.

Randell-Badillo, J. 2008. Ordenamiento ecológico territorial regional en


los municipios donde se ubica el Parque Nacional Los Mármoles.
Consejo Estatal de Ecología. Informe final SNIB-CONABIO proyecto
No. DQ006. México D.F. 58 p.

SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales). 2010.


Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, Protección
ambiental-Especies nativas de México de flora y fauna silvestres-
Categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o
cambio-lista de especies en riesgo. Diario Oficial de la Federación 30
de diciembre de 2010, Segunda Sección. México, DF. 78 P.

Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE). 2009. Agroecología


base científica de la agricultura ecológica. Ministerio de Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino. Benifaió, España. 21 p.

Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). 2012.


Categorías y Criterios de la Lista Roja de la UICN: Versión 2014.3.
Obtenido de www.iucnredlist.org.

Verhulst, N., I. Francois y B. Govaerts. 2015. Agricultura de conservación


y captura de carbono en el suelo: Entre el mito y la realidad del
agricultor. Centro de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT),
MasAgro. México, D.F. 16 p.

Zamora-Crescencio, P., C. Gutiérrez-Báez, w. Folan, M. Domínguez-Carrasco,


P. Villegas, G. Cabrera-Mis, C. M. Castro-Angulo y J. C. Carballo. 2012.
La vegetación leñosa del sitio arqueológico de Oxpemul, municipio
de Calakmul, Campeche, México. Polibotánica. 33: 131-150.

115
CAPÍTULO 6.

COMPONENTE DE ANEXOS DE PRODUCCIÓN INTENSIVA

DEL ANGEL PÉREZ Ana Lid; ESPARZA OLGUÍN Ligia Guadalupe; MAYA
MARTÍNEZ Aixchel; BECERRA LUNA Francisco; LARQUE SAAVEDRA Bertha
Sofía; NATAREN VELÁZQUEZ Jeremías; LÓPEZ VÁZQUEZ María Enriqueta

Introducción

La falta de oportunidades de trabajo en las áreas rurales, la baja calidad


de recursos naturales en los predios campesinos y ganaderos, debido
principalmente al suministro irracional de agroquímicos, así como los
cambios del suelo, trae consigo una reducción en los ingresos personales
y familiares, por lo que resulta difícil cubrir todas las necesidades básicas,
entre ellas la alimentación. Los costos de abastecimiento y distribución de
alimentos son cada vez más altos, se estima que la inseguridad alimentaria
tenderá a incrementarse (FAO, 2018) en México favorecida por una crisis
agrícola y alimentaria (Paredes et al., 2015; Rivera et al., 2009; Shamah-
Levy et al., 2013).

En este contexto, con la intención de contar con producción de alimentos


durante todo el año y a corto plazo, anexos a los módulos agroforestales
(MAF) tanto de selva húmeda (Loma Iguana, Veracruz y Nuevo Progreso,
Campeche), como de bosque templado (Atotonilco El Grande y El Aserradero,
Hidalgo) se establecieron espacios de producción intensiva, utilizando las
tecnologías de la agricultura urbana y periurbana. En particular se trabajó
con el concepto de huertos familiares, que constituyen una estrategia para
subsanar aspectos de seguridad alimentaria; dado que las personas pueden
tener acceso económico, físico y en todo momento a alimentos inocuos y
nutritivos para satisfacer sus necesidades (FAO, 2004; Parás y Pérez, 2008;
Toral-Juárez et al., 2012).

Los huertos familiares son espacios donde se cultivan especies vegetales,


con diversos usos (Figura 6.1), adyacentes a la vivienda o en el traspatio.
Varía en estructura, diversidad, dimensiones y funciones (Del Ángel y
Rebolledo, 2009; Juan, 2013; Mariaca, 2012). El huerto es un territorio
donde se generan y reproducen prácticas y conocimientos; constituye un

116
espacio importante en la cultura y tradición de las comunidades (Cano,
2015). También puede existir la cría de animales domésticos como gallina,
guajolote y cerdo; tiene un papel importante como proveedor de alimentos
complementario durante todo el año (Salazar-Barrientos et al., 2015).
Puede representar una contribución al ingreso familiar por la venta del
producto excedente, así como por el valor no erogado de los productos
que se destinan al autoconsumo, es un sistema multifuncional ecológica y
económicamente sustentable (Juan, 2013).

Figura 6.1. Área del C.E. Cotaxtla, Veracruz del INIFAP, con modelos de la
agricultura urbana y periurbana.

117
Los huertos familiares se establecen en cualquier espacio libre del patio de
la vivienda, aunque es posible establecerlo en contenedores como macetas
elaboradas con materiales reciclados o en camas. La producción de un
huerto intensivo, aún en espacios reducidos, es tres o cuatro veces mayor
por unidad de superficie que el sistema tradicional de huerto establecido en
el terreno. El esfuerzo físico es menor, pero se debe ser más constante en
las atenciones de los cultivos.

6.1. Establecimiento del anexo de producción intensiva

Para ubicar los anexos de producción intensiva (API) en cada uno de los
MAF, habrá que considerar los siguientes criterios:

- Contar con agua para regar las plantas.

- Evitar sitios expuestos a vientos fuertes.

- Disponer de un mínimo de seis horas de luz solar al día (por lo que se


recomienda utilizar espacios con buena iluminación y orientado hacia el
norte), no se recomiendan lugares sombreados por árboles.

Por otro lado, habrá que seleccionar las especies para cultivar en los anexos
considerando la época en la cual debe hacerse la siembra para garantizar
una mejor producción, así como las preferencias del productor; en el Cuadro
6.1 se muestran algunas de las especies viables a establecer en estos API.

118
Cuadro 6.1. Especies probadas en huertos familiares con épocas de siembra.
Época de
Nombre común Nombre científico
siembra
Albahaca Ocimum basilicum L. Todo el año
Epazote Chenopodium ambrosioides L. Todo el año
Estafiate Franseria acanthcarpa (Hook.) Todo el año
Orégano Lippia berlandieri Schaur Todo el año
Ruda Ruta graveolens L. Todo el año
Hierbabuena Mentha viridis ( L.) Todo el año
Zacate limón Cymbopogon citratus (DC) Stapf Todo el año
Berenjena Solanum melongena L. Todo el año
Berro Nasturtium officinale R. Br. Septiembre-abril
Calabacita Cucurbita pepo L. Todo el año
Camote Ipomoea batatas (L.) Todo el año
Cilantro Coriandrum sativum L. Todo el año
Col Brassica oleracea L. Octubre-abril
Capsicum annuum var. aviculare (Dierb.)
Chile piquín Todo el año
D'Arcy & Eschbaugh
Chile habanero Capsicum chinense Jacq. Todo el año
Capsicum annuum var accuminatum
Chile serrano Todo el año
Fingerh
Elote Zea mays Todo el año
Espinaca Ipomoea aquatica Forssk Octubre-marzo
Frijol ejotero Phaseolus vulgaris L. Octubre-abril
Jitomate rojo Lycopersicum esculentum Mill Todo el año
Jícama Pachyrhizus erosus (L.) Urb. Octubre-marzo
Lechuga orejona Lactuca sativa L. Octubre-abril
Nopal Opuntia stricta (Haw.) Haw. Todo el año
Pápalo Porophyllum nutans Robin & Greens Todo el año

119
Época de
Nombre común Nombre científico
siembra
Pepino Cucumis sativus L. Todo el año
Perejil Petroselinum sativum Hoffman Todo el año
Rábano Raphanus sativus L. Septiembre-abril
Tomate verde Physalis ixocarpa Brot. ex Hornem Octubre-marzo
Verdolaga Portulaca oleracea L. Todo el año
Zanahoria Daucus carota L. Octubre-marzo
Chicozapote Manilkara zapota (L.) P.Royen Todo el año
Fuente: Del Angel et al., 2011.

Para establecer las diferentes especies en los anexos de producción intensiva


se podrá trabajar con el proceso de producción de plántulas y la técnica de
siembra directa, bajo diferentes arreglos espaciales.

6.1.1 Producción de plántulas

Para establecer las diferentes especies vegetales en los anexos de


producción intensiva es indispensable considerar que una buena producción
de plántulas depende de los siguientes aspectos:

- Contar con material vegetativo (semillas o estacas) de calidad.

- Seleccionar el sustrato a emplear para garantizar el soporte o anclaje de las


plantas, de fácil rehumedecimiento, que no se torne repelente al suministro
de agua, de fácil drenaje y retenga los nutrimentos. Se debe considerar que
los sustratos utilizados deben estar libres de plagas y agentes orgánicos
que puedan causar infecciones a los cultivos.

- Emplear materiales y herramientas limpios y libres de patógenos. Las


charolas de siembra y las herramientas deben estar limpias y desinfectadas.
Se recomienda para la desinfección una solución al 10 % de hipoclorito de
sodio, es decir, 100 mL de cloro en 900 mL de agua.

120
En este caso, se sugiere utilizar terrenos y recursos no utilizados en la
agricultura comercial, como son el área de traspatio, mano de obra familiar
y materiales reciclados como tarimas de madera, botellas de refresco
vacías, vasos de plástico.

Las semillas se pueden germinar en charolas o en vasos desechables, en


este caso, habrá que llenar con el sustrato (Figura 6.2), cuidando que esté
hidratado a capacidad de campo, es decir, que al tomar un puño y apretarlo,
el terrón formado se mantenga sin que escurra agua. Si el terrón se
desbarata entre los dedos, se requiere riego. Las semillas se deben colocar
a una profundidad no mayor a 0.5 cm, cubrirse con el mismo sustrato y
colocar en un lugar protegido y con suficiente iluminación. Una vez que las
semillas han germinado, se recomienda valorar la humedad del sustrato y,
en función de ello, regar las charolas sin inundarlas. Es mejor regar en uno de
los costados de los cuencos de las charolas para no botar la planta.

Figura 6.2. Contenedores para germinar semillas.

121
Ventajas de germinar las semillas en envases reciclados, como botellas
PET y vasos de plástico, es que se logra mayor desarrollo de las plantas y
las raíces, además de que se ahorra recurso económico y se contribuye a
disminuir la contaminación del ambiente al reutilizar desechos (Figura 6.3).
El trasplante de plantas de porte alto, como Capsicum sp., P. ixocarpa y S.
melongena, se pueden realizar cuando alcancen 15 cm de altura y las raíces
estén bien desarrolladas (Richmond, 2010). Para el caso de la Allium cepa
L. (cebolla), L. sativa y D. carota el trasplante se realiza cuando la planta
presente dos pares de hojas verdaderas.

Figura 6.3. Plántula de C. chinense mostrando el desarrollo


radical en el cepellón.

122
6.1.2 Establecimiento de especies por siembra directa

La siembra directa de especies es cuando no se recurre a la germinación


previa de las semillas, y esto se recomienda para especies poco exigentes
en requerimientos de postemergencia, mismas que tienen cotiledones más
fuertes y pueden emerger fácilmente; algunas de las especies de este tipo
recomendadas son: C. pepo, C. sativum, P. sativum, P. vulgaris (ejotero),
Chamaemelum nobile (L.) All. (manzanilla), R. sativus, C. sativus y P.
oleracea.

La semilla se debe sembrar a una profundidad a no más del doble del grosor
de la semilla, posteriormente se cubren con sustrato y se coloca sobre
ellas, una capa ligera de paja para mantener la humedad o que, en caso de
lluvia, no expulse la semilla del contenedor. La germinación ocurre de 5 a 7
días después de la siembra y, puede variar de acuerdo a las condiciones del
ambiente de germinación.

En el caso de la siembra por esquejes o ramitas como las plantas medicinales,


aromáticas y de condimento, aunque se pueden sembrar inmediatamente
después de ser obtenidas de la planta madre, se recomienda enraizarlas
en un recipiente que, en este caso que se está recomendando materiales
económicos o reutilizables, puede ser un vaso desechable.

6.1.3 Arreglos espaciales empleados en los anexos de producción


intensiva

Camas: elevada tipo fogón y de bambú

La cama elevada tipo fogón es una mesa de madera o bambú elevada


(Figura 6.4). Las dimensiones recomendadas son 2 m x 1.20 m y 0.2 m de
profundidad. Se recomienda una altura de patas de 1 m para las traseras y
0.98 m en las delanteras, generando una pendiente que evita la inundación
de la cama y favorezca el escurrimiento de excesos de agua. El cajón de la
cama se debe forrar con plástico negro para aislar el sustrato y controlar la
filtración; asimismo, este fondo deberá perforarse para permitir el drenado del
agua de riego y la lluvia; además, el color negro propicia más oscuridad en la
zona radical y evita la formación de algas (Del Ángel y Antonio-Castro, 2014).

123
A) B)

Figura 6.4. Modelos de agricultura urbana y periurbana. A) Cama elevada tipo


fogón elaborada con tarimas recicladas; B) Cama de bambú, elaborada con
material local.

Macetas verticales: mangas colgantes y macetas de lámina de cartón

Otro tipo de contenedores que se pueden emplear son las macetas verticales,
como las mangas colgantes (Figura 6.5 A). Las mangas colgantes se
elaboran con bolsas de plástico negro de calibre 300 de 0.20 m de diámetro
y 0.50-0.80 m de largo. El largo de la manga depende del lugar en donde
se van a colgar y la estatura de la persona que le dará mantenimiento. Se
deben marcar los puntos de siembra antes o después de llenar la bolsa con
el sustrato, las marcas se hacen con una navaja a una distancia de 0.15
m entre cada una, formando tresbolillo; el distanciamiento puede variar de
acuerdo con las plantas que se vayan a establecer.

124
A) B)

Figura 6.5. Modelos de agricultura urbana y periurbana. A) Manga colgante y


B) Maceta vertical colgante, ambas con plantas aromáticas.

Es un contenedor adecuado para plantas medicinales y aromáticas como la


M. viridis, Rosmarinus officinalis L. (romero), O. basilicum, C. citratus, entre
otras; el sustrato que se utiliza debe ser ligero, se recomienda una mezcla
seca de cascarilla de arroz y arena o peat-moss y tierra negra (Burés,
2002). El contenedor se rellena con el sustrato humedecido previamente a
la siembra. Se realiza el trasplante de las plántulas, introduciendo las raíces
con mucho cuidado por los orificios abiertos previamente. La nutrición se
hace regando todos los días con una solución nutritiva y con agua.

La maceta de lámina de cartón (Figura 6.5 B) utiliza el mismo sustrato que


se usa para las camas y el principio de ventanitas de siembra es igual al de
las mangas colgantes. La maceta se debe forrar por dentro con plástico
negro y en el centro se construye una vía de riego-desagüe con un tubo
de PVC de una pulgada, el cual solo forma el canal, pero se saca después
de llenar la maceta con el sustrato. En este tipo de cultivo es importante
elegir la mezcla y la profundidad de sustrato para cada tipo de especie, así
como realizar su cultivo en la época del año recomendada (Del Angel, et al.,
2011).

125
Camas de siembra

Las camas de siembra consisten en una pequeña área de terreno de 1 m x


1 m. Para formarla habrá que remover el suelo y romper los terrones y, con
ese suelo, se forma la cama. Es recomendable agregar 48 kg de tierra negra
o tierra local junto con 5 kg lombricomposta. El primero es para elevar la
cama hasta alcanzar una altura de 0.20 m con respecto al nivel del suelo
y, la segunda, para tener una fuente de nutrientes de origen orgánico. Se
recomienda que las especies estén distribuidas en forma de tresbolillo, para
que el espacio que hay entre una planta y otra pueda ser ocupada por una
tercera (Figura 6.6). Se pueden establecer hasta cinco especies plantadas de
manera escalonada, lo que permite tener producción de manera constante;
el número de plantas y su distribución, variará de acuerdo con el crecimiento
de los cultivos.

Figura 6.6 Distribución de las plántulas y de las semillas en una cama de


siembra.

126
La siembra de las camas se debe realizar de preferencia en la tarde, para
evitar que el estrés del trasplante no aumente por las altas temperaturas.
Es conveniente establecer diferentes hortalizas para que los cultivos sean
menos susceptibles a ataques de plagas y enfermedades; si se intercalan
diferentes especies, de diferentes familias botánicas, con distintos
requerimientos nutricionales, la competencia por los nutrientes es menor.

Se debe considerar la estructura de la planta para brindar las condiciones


que requiere durante su crecimiento. P. ixocarpa y L. esculentum necesitan
un soporte, ya que su tallo es delgado, por lo que no resiste su peso para
mantenerla erecta y se debe evitar que su follaje toque el suelo porque
inmediatamente sufre del ataque de hongos patógenos. C. sativus presenta
hábitos trepadores por lo que requiere también un soporte. Las plantas
de porte erectos que forman algo similar a un arbusto, generalmente no
requieren soporte, a menos que el exceso de frutos haga que la planta caiga.
Sucede con C. chinense, C. annuum var accuminatum y S. melongena. En el
caso de vencimiento de la planta por el peso, se recomienda colocar una
estaca a un lado y atarlo con rafia (Figura 6.7).

Figura 6.7. Colocación de una estaca como soporte


a una planta de C. chinense.

127
Los cultivos que desarrollan un porte bajo como el R. sativus, L. sativa,
A. cepa y C. sativum, no requieren de soportes. Es aconsejable cuidar
que las plantas vecinas no les produzcan sombra ni su follaje se encime,
ya que puede favorecer un elongamiento del tallo en busca de luz, así
como un microambiente con alta humedad propicio para el desarrollo de
enfermedades.

6.1.4 Manejo agronómico

Riego

En cualquier estado fenológico de las plantas, el riego se deberá aplicar


evitando mojar el follaje, ya que especies como C. pepo, C. sativus y P.
ixocarpa son sensibles al ataque de enfermedades causadas por hongos
y bacterias, como Pseuperonosphora cubensis, los cuales se desarrollan
rápidamente en ambientes húmedos. En la selva húmeda (Veracruz y
Campeche), el riego de la huerta puede ser uno en la mañana y otro en
la noche, debido a las altas temperaturas diurnas. En el bosque templado
(Hidalgo), se sugiere un riego al día, en la mañana muy temprana o por las
noches.

Podas

Con las podas se trata de eliminar toda parte de la planta que está seca o
dañada, para evitar la proliferación de enfermedades; la operación se hace de
forma manual o con tijeras de jardinería. Algunas especies requieren podas
de formación, para lo que habrá que eliminar los “chupones” que limitan el
crecimiento del tallo principal y reducen el crecimiento de los frutos. Estos
chupones son tallos vigorosos que se originan en las axilas foliares, junto al
tallo principal. En el caso del C. sativus, se recomienda eliminar los chupones
para dejar solo el tallo principal que es de donde brotan las flores axilares
que producirán los frutos. Las flores en ocasiones se presentan en pares,
cuando comienza la diferenciación de flor a fruto se debe eliminar una, para
permitir que la que se queda, pueda desarrollarse adecuadamente.

En las plantas de P. ixocarpa también se deben eliminar los chupones. Los


frutos se desarrollan en racimos; si en un racimo existen cuatro frutos, tres
grandes y uno chico, habrá que eliminar el chico para que los demás alcancen

128
un tamaño promedio. Si existen tres chicos y uno grande, se elimina el último
para que los chicos se desarrollen uniformemente (Portillo et al., 2009).

Control de malezas

El control de malezas debe ser minucioso, ya que el anexo de producción


intensiva es susceptible de desarrollar plantas de gran variedad de semillas
que son transportadas generalmente por el viento. La eliminación de las
malezas evita la competencia por nutrimentos, humedad, espacio y reduce
el número de vectores plagas y enfermedades.

Control de plagas

Para el control de insectos plaga se recomienda hacerlo de forma manual,


observando el envés de las hojas que es donde suelen ocultarse. Este control
manual funciona cuando son pocos individuos. En el caso de áreas grandes
y con alta incidencia, se recomienda utilizar insecticidas de origen orgánico
comerciales o elaborados por el productor con un extracto, disuelto en 20
l de agua, de cinco cabezas de ajo, dos cebollas y 15 chiles habaneros, al
que se le agrega una rama de neem con hojas para que se remoje en el
insecticida. Estos se pueden aplicar hasta tres veces por semana en dosis de
1 a 2 mL por litro de agua, dependiendo del grado de ataque.

En casos excepcionales de infestación por mosquita blanca de P. ixocarpa


y C. pepo, se pueden utilizar insecticidas de etiqueta azul que son de
baja toxicidad, tales como los que contengan como ingrediente activo
acetamiprid. Para el control de la araña roja se pueden utilizar productos
que contengan amitraz como principio activo. El control y monitoreo de
insectos plaga, se puede hacer utilizando trampas amarillas, películas
plásticas o contenedores de este color, que deben estar impregnados de
algún adherente (por ejemplo, grasa automotriz).

La asociación de diferentes cultivos reduce considerablemente la presencia


de los insectos, la siembra de especies aromáticas y de condimento ayuda
a repeler diversos tipos de insectos. Cabe mencionar que en los huertos
establecidos en la zona urbana y periurbana la presencia de insectos plaga
no ha sido significativa (Merçon et al., 2012).

129
Control de enfermedades

Las enfermedades son generalmente causadas por organismos de tipo


bacteriano y fúngico. Éstas generalmente inciden de una manera más
agresiva en las plantas que se encuentran débiles o con un escaso desarrollo,
su presencia también está asociada a factores como exceso de humedad y
elevadas temperaturas, lo que aumenta la predisposición de ataque.

Aunque la presencia de enfermedades en los API de selva húmeda puede ser


baja, se llega a observar la presencia del tizón de hoja, en C. sativus y C. pepo.
Esta enfermedad es causada por un hongo del género Pseudoperonospora,
que se caracteriza por producir pequeñas puntuaciones del color amarillo
en el haz de las hojas (Figura 6.8), posteriormente se tornan color marrón.
Se van incrementando hasta cubrir completamente la hoja, deteniendo el
proceso fotosintético, la hoja muere después de unos días. Si no se trata,
la planta puede morir. Se presenta generalmente en las hojas basales. Se
puede prevenir esta enfermedad moderando los riegos y cuidando de que
no se salpique el follaje al regar. Se puede hacer un tratamiento preventivo
con base en tiofanato metílico en dosis de 1g/L de agua, aplicando en forma
de aspersión al follaje.

Figura 6.8. Plantas de Cucurbita sp. y C. sativus con síntoma de la enfermedad


causada por el hongo del género Pseudoperonospora.

130
En el cultivo de P. ixocarpa se han presentado enfermedades de origen
bacterial, y se desarrollan en ambientes de altos niveles de humedad. Para
el control de este grupo de organismos causantes del necrosamiento y
pérdida de las hojas basales, se recomienda ser cuidadosos al momento de
aplicar el riego, sin salpicar el follaje. En caso de que se presenten condiciones
de excesos de humedad, se recomienda aplicar sulfato de estreptomicina,
clorhidrato de oxitetraciclina y sulfato tribásico de cobre en dosis de 1 g/L
de agua, asperjado al follaje.

Fertilización

La nutrición proporcionada por la lombricomposta permite cultivar durante


aproximadamente un año. Después de este tiempo, se recomienda remover
toda la cama y solarizar el sustrato durante dos o tres días, para eliminar
posibles hongos patógenos. Posteriormente se incorpora nuevamente
lombricomposta y se vuelve a sembrar. También se recomienda aplicar
fertilizantes líquidos de origen orgánico, conocidos como biofermentos,
los cuales se obtienen de la descomposición o fermentación, por
microorganismos, de materia orgánica disuelta en agua, transformando
elementos en sustancias fácilmente asimilables por las plantas; estos
promueven una mejor nutrición de la planta.

131
Cosecha

En el Cuadro 6.2, se muestran las características más evidentes para


determinar el momento en el que se pueden cosechar los frutos.

Cuadro 6.2. Características de los frutos listos para cosechar, en los


diferentes cultivos establecidos en un huerto.
Cultivo Característica
Solanum melongena Al presionar el fruto la piel debe hundirse ligeramente
L. (berenjena) y regresar a su forma normal.
Allium cepa L.
Cuando la mayor parte del tallo se ha doblado.
(cebolla)
Se cosecha tierna, cuando aún presenta los pétalos
Curcubita sp.
florales en el extremo.
Capsicum chinense
Textura firme al tacto, color verde.
Jacq. (chile habanero)
Capsicum annuum
var accuminatum
Textura firme al tacto, color verde.
Fingerh (chile
serrano)
Coriandrum sativum Cuando las matas alcanzan como mínimo 0.20 m de
L. (cilantro) altura.
Phaseolus vulgaris
Las vainas presentan color verde intenso.
(ejotero)
Lycopersicum
esculentum Mill Cuando empiezan a “rojear”.
(jitomate)
Lactuca sativa L. Aunque no formen bola las hojas deben estar bien
(lechuga) desarrolladas con textura suave.
Cucumis sativus L. Cuando la superficie del fruto es lisa, brillante y las
(pepino) espinas caen fácilmente.
Raphanus sativus L. Al descubrir ligeramente la planta se observa el bulbo
(rábano) desarrollado.
Physalis ixocarpa
Cuando el fruto ha llenado el cáliz también llamado
Brot. ex Hornem
cáscara.
(tomate verde)

132
6.2. Los anexos de producción intensiva en selva húmeda y bosque
templado

En los API de los MAF de Loma Iguana, Nuevo Progreso, Atotonilco El Grande
y El Aserradero, se estableció un vivero de C. chinense y L. esculentum
(saladette), para lo que se realizó la siembra de la semilla y enraizamiento
de esquejes de plantas aromáticas en vasitos de plástico, además se hizo la
siembra directa de semillas de C. sativum, C. sativus y R. sativus.

Una semana antes del establecimiento del API, se prepararon los sustratos
(Martínez y Soriano, 2014) para la cama elevada tipo fogón y las macetas.
Se preparó una mezcla con tierra local, lombricomposta y peat-moss, en
proporciones 70:20:10. Para el modelo manga flotante se elaboró una
mezcla más ligera con lombricomposta y peat moss, a razón de 70:30.

Posteriormente, se llenó el fogón con el sustrato. El arreglo de las especies


se diseñó para disminuir la competencia por luz y sombra. Se estableció L.
esculentum (saladette), C. chinense, C. sativus, R. sativus y C. sativum. Se
trazaron siete hileras de 0.60 m de largo por 0.10 m de ancho.

Se señalaron dos puntos en el extremo superior de la cama y dos en el


inferior, distanciándolos a 0.30 m entre sí y del borde de la cama; en cada
uno de los puntos se sembraron dos semillas de C. sativus. Después de
la emergencia de las plantas, se dejó solo una planta por punto, la más
desarrollada y sana.

Para las mangas colgantes, se utilizaron bolsas de plástico (calibre 350)


pendiendo de la rama de un árbol. Se debe considerar que, en condiciones
tropicales, este modelo funciona exclusivamente para especies aromáticas,
de condimento o medicinales, no se recomienda para la producción de
hortalizas con fruto. Antes de rellenar las bolsas con sustrato, se ataron
los extremos, y se voltearon para que el atado quedara en el interior de
la bolsa. El sustrato se humedeció previamente con agua a capacidad de
campo y se llenó la bolsa cuidando no dejar espacios vacíos, sin compactar;
posteriormente se amarró del extremo superior y se colgó. Se marcaron
tres hileras de ventanas de siembra con distribución en tresbolillo donde se
establecieron las plantas con separación de 0.15-0.20 m, de acuerdo con lo
recomendado por Del Angel et al. (2011).

133
En cada una de las ventanas se establecieron plantas aromáticas, en la
parte superior de la manga se colocó un dispositivo para el riego por goteo
con solución nutritiva, para lo que se utilizó una botella de plástico con
pequeñas perforaciones a la tapa. La botella se sujetó en la parte superior
de la manga, colocándose ligeramente inclinada para que el líquido filtre
lentamente (Figura 6.9 A y Figura 6.9 B).

A) B)

Figura 6.9. Mangas colgantes en Loma Iguana, Veracruz. A) Establecimiento


de plántulas de especies aromáticas en la manga colgante. B) Dispositivo para
el riego por goteo.

Costos de producción

La Figura 6.10 permite observar los costos de producción de los tipos de


contenedores que se establecieron en los módulos de Loma Iguana y Nuevo
Progreso (selva húmeda), Atotonilco el Grande y El Aserradero (bosque
templado).

134
Figura 6.10. Costos de los tipos de contenedores para cultivar hortalizas,
especies de condimento y aromáticas en los API..

Al comparar los rendimientos en kilogramos obtenidos por unidad (API), se


observó que los mayores rendimientos en la selva húmeda los proporcionó
la cama elevada tipo fogón, debido a que se cultivaron especies de fruto (C.
sativus, P. ixocarpa, S. melongena). Por otro lado, en el bosque templado
fueron principalmente de hoja y de fruto pequeño y liviano (Beta vulgaris L.
[acelga], C. sativum, quelite, D. carota, P. ixocarpa). Solo el cuidadoso manejo
y mantenimiento de las plantas establecidas en contendor permitieron
lograr la cosecha de todos los productos (riegos, podas, nutrición, tutores,
monitoreo de plagas y enfermedades).

La variación en los productos cultivados en cada zona de trabajo se debió


a que las preferencias de los productores muestran las diferencias en los
patrones locales de consumo.

Cuando se compararon los costos de elaboración y cultivo por tipo de


arreglo espacial para los MAF, se puede observar que con un solo por tipo
de arreglo se puede obtener en promedio hasta 32.7 kg de alimentos en un
solo ciclo de cultivo en bosque templado, mientras que en la selva.

135
Figura 6.11. Rendimiento promedio en kilogramos por contenedor, en cada
estrategia productiva.

Conclusiones

Al considerar la cantidad de alimentos que se pueden cosechar por unidad


productiva (kg/contenedor), los anexos de producción intensiva de los
MAF contribuyen a reforzar la seguridad alimentaria de las familias de los
productores, a poner físicamente los alimentos cercanos a los consumidores,
mejorando la nutrición y empoderando a personas vulnerables como
aquellas de la tercera edad, mujeres amas de casa y miembros de la familia
con capacidades especiales.

Literatura citada

Burés, P. S. 2002. Sustratos: propiedades físicas, químicas y biológicas.


Horticultura: Revista de Industria, Distribución y Socioeconomía
Hortícola: Frutas, Hortalizas, Flores, Plantas, Árboles Ornamentales
y Viveros. 1 (No. especial):70-79.

136
Cano, C.E. 2015. Huertos familiares: un camino hacia la soberanía
alimentaria. Revista Pueblos y Fronteras Digital. 10 (20):70-91.
doi.10.22201/cimsur.18704115e.2015.20.33.

Del Ángel - Pérez, A. y C. Antonio-Castro. 2014. Agricultura urbana y periurbana


sin suelo, para Veracruz, México. Agroecología. 9 (1 y 2):45-54.

Del Ángel, A., J. Nataren y A. Rebolledo. 2011. Agricultura urbana y


periurbana. Alternativa para la autosuficiencia alimentaria familiar.
Libro técnico 26. Centro de Investigación Regional Golfo Centro,
Campo Experimental Cotaxtla, Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias, INIFAP. México, D. F. 101 p.

Del Ángel P., A. L. y A. Rebolledo M. 2009. Familia, remesas y redes sociales


en torno a la migración en Veracruz central. Estudios Fronterizos.
10 (19):9-48.

FAO. 2018. El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Migración,


agricultura y desarrollo rural. Roma. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. 214 p.

FAO. 2004. Propuesta de estrategia e instrumentos para mejorar la


seguridad alimentaria en Colombia. FAO. Bogotá, Colombia. 168 p.

Juan, P. J. 2013. Los huertos familiares en una provincia del Subtrópico


mexicano. Análisis espacial, económico y sociocultural. Universidad
Autónoma del Estado de México, Facultad de Geografía. Toluca,
Estado de México. 135 p.

Mariaca, M. R. (ed.) (2012). El huerto familiar del sureste de México. Secretaría


de Recursos Naturales y Protección Ambiental del Estado de Tabasco. El
Colegio de la Frontera Sur. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. 544 p.

Martínez, P. R. y F. R. Soriano. 2014. Propiedades físicas y químicas de


los sustratos. Desplegable para productores Núm. 11. Centro de
Investigación Regional Pacífico Centro-INIFAP. Tecomán, Colima. 6 p.

Merçon, J., A. M. Escalona, A. M. Noriega, N. I. Figueroa, S. A. Atenco y M.


E. González. 2012. Cultivando la educación agroecológica: el huerto

137
colectivo urbano como espacio educativo. Revista Mexicana de
Investigación Educativa. 17 (55):1201-1224.

Parás, P. y E. R. Pérez. 2008. Inseguridad Alimentaria en México. Reforma.


Obtenido de https://www.vanderbilt.edu/lapop/mexico/2008-
inseguridadalimentaria.pdf.

Paredes, M., S. Sherwood y A. Arce. 2015. La contingencia del cambio


social en la agricultura y la alimentación en América Latina. Íconos
- Revista de Ciencias Sociales. 20 (54):11 - 25. doi.10.17141/
iconos.54.2016.1976

Portillo, O., G. Petit, H. Espinoza y J. Rivera. 2009. Guía para la producción


de tomate en Honduras. Fundación Hondureña de Investigación
Agrícola. La Lima, Cortés, Honduras. 42 p.

Richmond, F. 2010. Evaluación de distintas materias primas para la producción


de almácigo de tomate. Agronomía Costarricense. 34 (1):85-91.

Rivera, M., S. Efrén, y R. Ortiz. 2009. La expansión urbana sobre el campo


mexicano. La otra cara de la crisis agrícola. Revista Estudios Agrarios.
43:29-46.

Salazar-Barrientos, L., M. Magaña-Magaña, y L. Latournerie-Moreno. 2015.


Importancia económica y social de la agrobiodiversidad del traspatio
en una comunidad rural de Yucatán, México. Agricultura Sociedad y
Desarrollo. 12 (1):1-14. doi.10.22231/asyd.v12i1.107

Shamah-Levy, T., V. Mundo-Rosas y J. Rivera-Dommarco. 2013. La magnitud


de la inseguridad alimentaria en México: su relación con el estado de
nutrición y con factores socioeconómicos. Salud Pública de México.
56 (1):79-85. doi.10.21149/spm.v56s1.5169

Toral-Juárez, M., A. Del Ángel-Pérez, C. López-Collado y F. Gallardo-López.


2012. Hábitos alimenticios, diversidad alimentaria y disposición para
practicar la horticultura en familias peri-urbanas de Ciudad Cardel,
Veracruz, México. Tropical and Subtropical Agroecosystems. 15
(2):135-144. doi.10.21149/spm.v56s1.5169

138
CAPÍTULO 7.

COMPONENTE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA

MARTÍNEZ TREJO Guillermina, BECERRA LUNA Francisco, LARQUÉ


SAAVEDRA Bertha Sofía, HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ Adán

Introducción

Con el propósito de dar a conocer los componentes de los módulos, explicar


su funcionamiento y mencionar sus beneficios ambientales, tratando
de resaltar el aprovechamiento sustentable de los recursos y su impacto
positivo en el ámbito económico y social, es conveniente realizar eventos
de capacitación y prácticas de campo para procurar la concientización y
socialización entre los productores, sobre el impacto que han tenido las
prácticas de aprovechamiento, basadas en el monocultivo y uso excesivo
de fertilizantes minerales y demás químicos, así como los cambios de uso y
mostrar opciones en el manejo.

Las actividades de transferencia se pueden realizar bajo el esquema que se


ha implementado en el INIFAP y que consiste en establecer contacto con los
productores, para identificar a uno de ellos, como productor cooperante.
Una vez que se establece el acuerdo de cooperación, se programa una
plática entre el productor cooperante, otros productores y demás personas
interesadas en el tema. Desde ese momento, el productor cooperante
se vuelve un actor fundamental como productor – promotor y promotor
social, lo que es un pilar fundamental del modelo de escuelas de campo
(Figura 7.1).

139
Figura 7.1. Modelo de Escuelas de Campo para la capacitación de productores-
promotores y la transferencia de tecnología.
Fuente: Modificado de Cadena y Berdugo (2008).

Durante las entrevistas con el productor, se explican las razones y problemas


que dieron origen a la conformación de la propuesta productiva de los
módulos, así como los beneficios ambientales, económicos y sociales que se
obtienen trabajando bajo el esquema de módulo. Es importante recalcar el
esfuerzo conjunto de CONACYT e INIFAP, para que los productores ubiquen
que la propuesta que se presenta, resultado de investigaciones previas y
que se busca la adopción por los cooperantes.

7.1. Modelo de transferencia de tecnología

Las actividades de transferencia de tecnología propuestas son bajo los


lineamientos de las escuelas de campo (Amaro-Rosales y De Gortari-Rabiela,
2016; Cadena et al., 2009; Morales, 2007), en donde los productores son
parte fundamental para analizar los problemas comunes y no son simples

140
receptores de información, por lo que, se deberán discutir varios problemas
de producción, erosión, bajo rendimiento y cambio de uso de suelo que ellos
identifican en sus localidades. Desde este momento, el investigador tiene el
reto de convencerlos sobre la importancia de la tecnología que se presenta
como una solución a los problemas.

Como parte del modelo general de las escuelas de campo existe un sitio
(parcela-escuela) que, a pesar de no ser una instalación, debe de tener
condiciones para la realización de las prácticas de campo y un espacio o sitio
para el desarrollo de la parte teórica, que puede ser una casa, un salón de
alguna escuela de la presidencia municipal. Señala la presencia de elementos
claves, como son los productores-promotores y promotoras sociales, los
técnicos de campo (prestadores de servicios profesionales, extensionistas)
instructores, así como de un coordinador (Ayala-Sánchez, 2004; Bozeman,
2000; Cadena et al., 2009).

Los productores-promotores tienen la misión de asistir a las sesiones de las


escuelas de campo (ECAS) para aprender, a través de la práctica (aprender-
haciendo) y regresar a sus comunidades para compartir mediante una
réplica con sus compañeros de grupo lo aprendido, pero ahora en su propio
lenguaje. Así se garantiza una mejor comunicación entre productores y
consecuentemente, se esperan mayores niveles de adopción de tecnología.
El productor aprende, analiza, comprende y transmite lo aprendido. Se
debe considerar que con la implementación de las escuelas de campo,
cuyos actores están constituidos por los productores, extensionistas
e investigadores, estén involucrados en un accionar coordinado y con
objetivos comunes, además dando cabida a prestadores de servicios
profesionales, agentes de cambio, vendedores o facilitadores, de tal manera
que se favorezca la intervención con los productores, los cuales deberán
estar organizados con el fin de eficientar los recursos humanos, materiales
y administrar mejor el tiempo; sin olvidar que la célula operativa debe ser la
gestión territorial y no sectorizado (Cadena-Iñiguez et al., 2015; Caetano
y Mendoza, 1991).

141
7.1.1 Actividades de transferencia de tecnología

Una de las actividades importantes de la transferencia de tecnología es


la retroalimentación, entre productor e investigador, de las problemáticas
que se vayan presentando durante el establecimiento propio del módulo
agroforestal y durante todas las acciones que se desarrollen en el mismo,
para con ello poder ir resolviéndola en conjunto, además de transmitir todo
lo que en el módulo se realiza, lo que se logra al colectivizar o socializar
precisamente sobre estos problemas, y que el investigador, tenga oportunidad
de explicar su magnitud. Esto permite brincar del conocimiento perceptivo a
uno de mayor profundidad que se obtiene a través de la investigación.

El investigador, junto con el productor cooperante y otros productores


invitados, deben realizar varias visitas al módulo para evaluar el avance
de los trabajos, detectar problemas y presentar soluciones inmediatas. La
experiencia de los productores y de los investigadores en esta etapa, puede
ser de mucha riqueza, porque se constituyeron en un intercambio de saberes.

Asimismo, durante esta etapa se puede llevar a cabo el establecimiento


de los huertos familiares (anexos de producción intensiva, ver Capítulo 6)
diseñados con la participación activa de productores, sus esposas e hijos.
Los huertos familiares se trabajan como un componente independiente de
los cultivos agrícolas anuales establecidos en las parcelas. Esta actividad es
importante porque incluye al productor y a su familia, con lo que se logra
darle mayor fuerza a este componente del módulo. La participación y el
interés de las personas debe ser evidente, incluso de los jóvenes y niños.

Durante los eventos demostrativos se puede convocar a más invitados de


los que normalmente estuvieron al pendiente del desarrollo de los módulos.
Estas demostraciones tienen el propósito de convocar a un mayor número
de personas, para lograr la transferencia de la tecnología más allá del
entorno del productor cooperante.

Las reuniones frecuentes con productores y pobladores de los municipios


donde se establezcan los módulos agroforestales y de otros cercanos a él son
necesarias para realizar un diagnóstico rural rápido, sin que éste se considere
una actividad de transferencia, pero que permite conocer las actividades
productivas que realizan los productores del sector primario, además de

142
detectar los problemas que ellos identifican. Al finalizar, se deben aplicar
cuestionarios para obtener información sobre sus actividades productivas.
Con base en esta información, se proponen algunos de los cultivos agrícolas
de los módulos y, desde el punto de vista de la transferencia, con ambas
actividades se logra difundir las acciones del proyecto entre un grupo mayor
de personas.

Otras acciones de transferencia complementaria pueden ser cursos de


capacitación donde se incluyan temas del área agrícola sobre establecimiento
de huertos familiares como una estrategia para enfrentar la pobreza
alimentaria, manejo agronómico de cultivos agrícolas, elaboración y uso de
biofertilizante; por ejemplo, el de INIFAP como “micorrizas”. Dentro del área
forestal, pueden realizar pláticas en las que se resalte la importancia de la
conservación de este recurso.

7.2. Transferencia de tecnología en la selva húmeda

Con la implementación de este modelo se impartieron varios cursos de


capacitación y eventos demostrativos en Loma Iguana, Veracruz, así
como Nuevo Progreso, Campeche (Cuadro 7.1 y Cuadro 7.2), todos ellos
incluyentes al participar tanto hombres como mujeres.

Cuadro 7.1. Cursos de capacitación y eventos demostrativos realizados en los


municipios de los módulos ubicados en selva húmeda durante el 2016.
Evento Lugar Fecha Asistentes
Curso: “Sistemas
agroforestales: una 12 (5
Campo Experimental 13 de abril
alternativa de manejo mujeres, 7
Edzná, Campeche. de 2016.
para el desarrollo rural hombres).
sustentable”.
Evento demostrativo 23 de 24 (13
“Productos hortícolas del C. E. Cotaxtla, Veracruz. noviembre mujeres, 11
sistema agroforestal”. de 2016. hombres).
Manejo de predios
Espinal de Santa Bárbara, 30 de 33 (15
agroforestales
Soledad de Doblado, noviembre mujeres, 18
(Nutrición, podas y
Veracruz. de 2016. hombres).
riego).
Fuente: Elaboración propia con datos de campo. (INIFAP-CONACYT Problemas
Nacionales 2014).

143
Cuadro 7.2. Cursos de capacitación impartidos en los municipios de los módulos
ubicados en selva húmeda durante el 2017.
Evento Lugar Fecha Asistentes
Establecimiento de 27 (20
Campo Experimental 20 de junio
árboles maderables en mujeres, 7
Cotaxtla, Veracruz. de 2017.
un sistema agroforestal. hombres).
Implementación de 28 de 68 (31
huertos familiares Tlalixcoyan, Veracruz. noviembre mujeres, 37
(Figura 7.2). de 2017. hombres).
Implementación de Comisaría Ejidal de 17 (3
07 de junio
huertos familiares Nuevo Progreso, mujeres, 14
de 2017.
(Figura 7.3). Calakmul, Campeche. hombres).
Producción intensiva
Comisaría Ejidal de 05 de 25 (12
a pequeña escala y
Gustavo Díaz Ordaz, agosto de mujeres, 13
prácticas de manejo
Calakmul, Campeche. 2017. hombres).
sostenible (Figura 7.3).
Establecimiento y Comisaría Ejidal de 08 de 25 (5
conducción de un Nuevo Progreso, noviembre mujeres, 20
sistema agroforestal. Calakmul, Campeche. de 2017. hombres).
Fuente: Elaboración propia con datos de campo (INIFAP-CONACYT Problemas
Nacionales 2014).

144
Figura 7.2. Transferencia de tecnología sobre implementación de anexo de
producción intensiva en Veracruz.

145
Figura 7.3. Transferencia de tecnología sobre anexos de producción intensiva
y su manejo a través de biofermentos en Campeche.

7.3. Transferencia de tecnología en bosque templado

Para solventar las necesidades de la alimentación humana se dispone de


recursos tanto vegetales como animales. En la alimentación animal se
buscan alternativas de ingredientes que ocasionen una menor competencia
entre el uso de los mismos en elaboración de alimentos para consumo
humano.

Algunas de esas alternativas son el uso de cultivos exclusivos para producción


de forraje, uso de cultivos forrajeros alternativos y uso de esquilmos
agrícolas, obtenidos a partir de la siembra de cultivos para la producción de
grano. Esto se lleva a cabo con la finalidad de ofrecer alternativas para hacer
más eficiente la producción pecuaria, ya que esta actividad representa,
por un lado, un apoyo económico o fuente de ingresos; así como también
un apoyo alimenticio para la población dedicada a la producción animal,
además de apoyar con ello la seguridad alimentaria de la población.

Al respecto, se realizaron diversos cursos orientados al manejo de registros


contables, importancia de la producción de hortalizas como una estrategia
para enfrentar la pobreza alimentaria, manejo agronómico de cultivos
agrícolas y forrajes, resaltando el uso de biofertilizantes micorrizas del
INIFAP. En estos eventos se tuvo la participación tanto de hombres (64.5 %)
como de mujeres (35.5 %).

146
Durante las capacitaciones, se resaltó la importancia del uso de los abonos
orgánicos para mantener y mejorar la disponibilidad de nutrimentos en el
suelo y obtener mayores rendimientos en el cultivo de las cosechas (Trinidad,
s/f), ya que son fuente de vida bacteriana para el suelo y necesarios para
la nutrición de las plantas; los abonos orgánicos posibilitan la degradación
de los nutrientes del suelo y permiten que las plantas los asimilen de
mejor manera ayudando a un óptimo desarrollo de los cultivos; los abonos
orgánicos no solo aumentan las condiciones nutritivas de las tierra sino que
mejoran su condición física (estructura), incrementan la absorción del agua
y mantienen la humedad del suelo; su acción es prolongada y duradera y
pueden ser utilizados con frecuencia sin dejar secuelas en el suelo y con un
gran ahorro económico (Mosquera, 2010).

Asimismo, dentro del área forestal se realizaron pláticas en las que se


resaltó la importancia de la conservación de este recurso; se explicó el
programa federal Pago de Servicios Ambientales y se promovió un curso -
taller a cargo del personal técnico de la CONAFOR, Delegación Hidalgo. El
tema fue prevención y combate de incendios forestales. Se hizo un recorrido
por algunos parajes con la intención de ubicar las brechas corta fuego. Se
hicieron dos brechas, y en el momento se fue explicando de manera práctica
cómo hacerlas, sus características y las actividades de mantenimiento.

Durante el proceso, se capacitaron a tres agentes de cambio quienes son


el eslabón primordial entre los centros de investigación y los beneficiarios
o usuarios de los componentes tecnológicos. Los temas estuvieron
relacionados con Planeación de un inventario forestal estatal, Manejo
forestal tradicional vs. manejo forestal sustentable (MFS); así como la
agroforestería en el mundo y en México.

Además, en cada una de las actividades que conformaron la transferencia,


se distribuyeron folletos y trípticos elaborados por personal del INIFAP con
los temas correspondientes a sistemas y tecnologías agroforestales que
fueron abordados durante los cursos y eventos demostrativos realizados
(Cuadro 7.3 y Cuadro 7.4).

147
Cuadro 7.3. Eventos demostrativos realizados en los municipios de los módulos
ubicados en bosque templado durante 2016.
Evento Lugar Fecha Asistentes

22 de 16
Sistemas y tecnologías
Atotonilco El Grande. noviembre (4 mujeres,
agroforestales.
de 2016. 12 hombres).

Sistemas y 24 de 19
Cuautepec de
tecnologías noviembre (1 mujer,
Hinojosa.
agroforestales. de 2016. 18 hombres).
Fuente: Elaboración propia con datos de campo (INIFAP-CONACYT Problemas
Nacionales 2014).

A)

B)

Figura 7.4. Transferencia de tecnología sobre elaboración de abonos


orgánicos. A) El Aserradero, municipio de Cuautepec de Hinojosa, Hidalgo;
B) Barrio San Miguel, municipio de Atotonilco El Grande, Hidalgo.

148
Cuadro 7.4. Cursos de capacitación impartidos en los municipios de los módulos
ubicados en bosque templado en 2017.
Evento Lugar Fecha Asistentes
Elaboración de abonos
orgánicos y uso de Localidad El Aserradero, 17
10 febrero
registros en unidades Ejido de Tecocomulco, (4 mujeres,
de 2017.
de producción rural Cuautepec de Hinojosa. 13 hombres).
(Figura 7.4).
Uso de ecotecnias en Localidad El Aserradero, 35
12 de abril
los huertos familiares Ejido de Tecocomulco, (20 mujeres,
de 2017.
(Figura 7.5). Cuautepec de Hinojosa. 15 hombres).
Abonos orgánicos
y contabilidad de 20
Localidad San Miguel, 06 de junio
costos en unidades de (8 mujeres,
Atotonilco El Grande. de 2017.
producción rural 12 hombres).
(Figura 7.4).
Diseño y construcción
05 de 14
de ecotecnias en Localidad San Miguel,
septiembre (8 mujeres,
huertos familiares Atotonilco El Grande.
de 2017. 6 hombres).
(Figura 7.5).
Abonos orgánicos en Barrio San Bartolo, 11 de 19
agricultura familiar Teoloyucan Estado de noviembre (11 mujeres,
(Figura 7.4). México. de 2017. 8 hombres).
Producción de Localidad Lomas de 20 de 26
forraje en el Valle del Guillén, Santiago de diciembre (3 mujeres,
Mezquital Hidalguense. Anaya. de 2017. 23 hombres).
Fuente: Elaboración propia con datos de campo (INIFAP-CONACYT Problemas
Nacionales 2014).

149
A)

B)

Figura 7.5. Uso de ecotecnias en anexos de producción intensiva.


A) El Aserradero municipio de Cuautepec de Hinojosa Hidalgo;
B) Barrio San Miguel, municipio de Atotonilco El Grande, Hidalgo.

Como parte de las actividades de transferencia de tecnología se compartieron


componentes tecnológicos con productores de otras regiones a solicitud de
los productores y técnicos (municipio de Teoloyucan y Santiago de Anaya,
Estado de México), con muy buena aceptación de los asistentes.

Se hizo énfasis en la importancia de la producción de forrajes, dado que


actualmente se requiere de una gran cantidad de alimentos para satisfacer
la demanda de la población que día con día crece (Martínez-Trejo, 2009);
por tanto, se buscan alternativas para la utilización más eficiente de los
recursos que se tienen a disposición y a la vez se plantean o re-plantean
opciones. Ante el aumento sostenido de la población mexicana (119
millones de mexicanos) (INEGI, 2015) satisfacer la demanda de alimentos
será sin duda el reto más importante del presente siglo por el hecho de que
la frontera agrícola no podrá crecer más (SAGARPA-SIAP], 2016; Muruaga
et al., 2003).

150
Conclusiones

Las diferentes experiencias discutidas en este capítulo son evidencia


del intercambio de conocimiento entre instituciones, extensionistas y
productores; que posibilitó la comunicación entre todos los actores y la
divulgación de del aprendizaje.

La transferencia de tecnología se basa, principalmente, en la experiencia


de los investigadores en esta área, resaltando la figura del productor
cooperante, que asumió también el papel de productor - promotor y
socializador, retomado del modelo de escuela de campo.

A través de una adecuada transferencia de tecnología se logra captar el


interés de los productores, principalmente de los cooperantes, quienes se
comprometen de manera positiva con las estrategias implementadas.

Literatura citada

Amaro-Rosales, M. y R. De Gortari-Rabiela. 2016. Políticas de transferencia


tecnológica e innovación en el sector agrícola mexicano. Agricultura,
Sociedad y Desarrollo. 13 (3):449-471. doi.10.22231/asyd.
v13i3.406.

Ayala-Sánchez, A. 2004. Unidades de transferencia de tecnología para


la innovación agropecuaria y forestal del INIFAP. In: Congreso
Internacional de Investigación e Innovación 2014. Multidisciplinario.
Centro de Estudios Cortázar. Universidad de Guanajuato. Guanajuato,
México. 35 p.

Bozeman, B. 2000. Technology transfer and public policy: a review of research


and theory. Research Policy. 29 (4-5):627-655. doi.10.1016/s0048-
7333(99)00093-1.

Cadena I., P., M. Morales G., M. González C., J. Berdugo R. y A. Ayala S.


2009. Estrategias de transferencia de tecnología como herramientas
del desarrollo rural. Libro Técnico No. 2. INIFAP. Ocozocoautla de
Espinosa, Chiapas, México. 115 p.

151
Cadena - Iñiguez, P., R. Camas - Gómez, F. Rodríguez - Hernández, J. Berdugo –
Rejón, A. Ayala - Sánchez, A. Zambada - Martínez, M. Morales-Guerra,
N. Espinosa-Paz y W. López-Báez. 2015. Contribuciones del INIFAP
al extensionismo en México y la gestión de la innovación. Revista
Mexicana de Ciencias Agrícolas. 6 (4):883-295. doi.10.29312/
remexca.v6i4.627.

Caetano, O. y M. Mendoza. 1991. Estrategia de transferencia de tecnología


para programas productivos de cultivos básicos en México. In: Caetano,
O., M. Mendoza, S. Espinosa, C. García, T. Téliz y M. Contreras (eds.):
Comunicación para el cambio técnico en la agricultura. Publicación
Especial. INIFAP. Chapingo, México. pp. 96–112.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) (2015). México


en cifras. Disponible en http://www.beta.inegi.org.mx/app/
areasgeograficas/#tabMCcollapse-Indicadores.

Limón O., A., H. Villaseñor M. y E. Espitia R. 2006. Tecnología para la


producción de avena forrajera en los valles altos del Distrito Federal.
Folleto Técnico Número 22. INIFAP, Campo Experimental Valle de
México, Chapingo, Edo. de México, México. 20 p.

Martínez-Trejo, G. 2009. Modificación de la conducta social de lechones


mediante la adición de triptófano en el alimento y el uso de objetos
distractores en las áreas de alojamiento. Tesis de Doctorado. Colegio
de Postgraduados. Texcoco, México. 95 p.

Morales G., M. 2007. Manual de escuelas de campo para la capacitación


y transferencia de tecnología. Libro Técnico No. 10. INIFAP, Centro
de Investigación Regional Pacífico Sur, Campo Experimental Valles
Centrales de Oaxaca. Oaxaca, México. 50 p.

Mosquera, B. 2010. Abonos orgánicos Protegen el suelo y garantizan


alimentación sana Manual para elaborar y aplicar abonos y plaguicidas
orgánicos. USAID, FONAG. Santiago de Chile, Chile. 24 p.

152
Muruaga, C., A. Sial and G. Bossi. 2003. “δ 13 C and δ 18 O distributions
in the Cerro Pampa section (Santa María-Hualfín Basin, Catamarca,
Argentina) and their paleogeographic implications. In: South American
Symposium on Isotope Geology, Short Papers. pp. 372-375.

Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación


(SAGARPA)-Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera
(SIAP). 2016. Frontera agrícola de México. Disponible en https://
www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/241152/Frontera_
agr_cola_de_M_xico.pdf.

Villaseñor, M., R. Espitia, L. Escobedo, S. Hortelano, G. Rodríguez y C.


Martínez. 2012. Variedades de avena recomendadas para producción
de forraje y grano en México. Memoria Técnica 1, Día de campo,
Campo Experimental Bajío, Ciclo otoño-invierno. INIFAP. Celaya,
Guanajuato. 128 p.

153
EPÍLOGO

LARQUÉ SAAVEDRA Bertha Sofía

En México, la adopción de las tecnologías propuestas por la Revolución


Verde se fue dando de manera diferente entre los agricultores. Una variable
que influyó de manera definitiva fue el destino de su producción. Aquellos
productores que producen 100 % para el mercado, hicieron una adopción
completa de los componentes que la Revolución Verde propuso para lograr
incrementar los rendimientos de los cultivos. En cambio, los agricultores
que producen con un doble fin: para la venta y autoconsumo, así como los
que producen el 100 % para autoconsumo, hicieron una adopción paulatina
y fueron adaptando los componentes de acuerdo a sus condiciones.

Dentro de los diferentes componentes, se puede asegurar que el uso de


fertilizantes minerales tuvo mucho éxito, por lo cual se extendió por todo el
país. Aún en la actualidad, su uso entre muchos agricultores y fruticultores
(entre otros), resulta necesario para incrementar el rendimiento de
sus cultivos. Otros componentes que se adoptaron con éxito, fueron el
monocultivo, semillas mejoradas y el uso del tractor e implementos, para
preparar el terreno. Las propuestas de la Revolución Verde continuaron con
el tiempo y posteriormente se introdujeron el uso de herbicidas, insecticidas
y fungicidas. De este último grupo, los herbicidas tuvieron mayor adopción.
Con el paso del tiempo, el manejo agronómico con estos componentes, se
ha establecido de manera definitiva, de tal forma que se puede denominar
como convencional o tradicional. Los resultados fueron un incremento
notorio del rendimiento, pero acompañado de un proceso de degradación
y erosión del suelo, provocado entre otros factores, por el uso excesivo de
actividades de preparación del suelo, que llegan a generar suelos sueltos y sin
vegetación. Aunado a ello, el monocultivo y el uso excesivo de fertilizantes
minerales, provocó la acidez de suelos y disminución de su fertilidad.

Desafortunadamente la pérdida de fertilidad de los suelos conlleva a


acciones repetitivas por parte de varios productores, quienes, al ver la
disminución de sus rendimientos, insisten en las mismas prácticas, pero
más agresivas, continúan con las mismas actividades de preparación del
suelo e incrementan las cantidades de fertilizantes minerales, herbicidas,
pesticidas y fungicidas. Además de estos problemas, se presentan otros

154
como la lexiviación de fertilizantes minerales a los mantos freáticos. Esta
contaminación conocida como difusa, daña las aguas subterráneas y
superficiales. El exceso de nutrientes, principalmente de nitrógeno y fósforo,
conduce a un proceso de eutrofización, lo que incrementa la biomasa en
las aguas y la escasez de oxígeno (hipoxia). Estos procesos generan una
pérdida de hábitat con sus respectivas consecuencias en la biodiversidad.
Toda esta situación, ha contribuido al cambio climático, y éste a su vez,
influye en la pérdida de cosechas por inundación y/o sequía, así como la
presencia de plagas y enfermedades más resistentes.

Por su parte la actividad pecuaria ha contribuido con algunos problemas.


En diferentes partes del país, se practica una actividad pecuaria de escala
media o baja, que se caracteriza por ser extensiva y con la característica de
una sobre carga de ganado pastoreando por metro cuadrado. Esto provoca
una competencia por el uso del suelo, entre el pecuario y forestal, viéndose
desfavorecida esta última. Este hecho lleva a un uso inadecuado del suelo,
provocando la erosión y pérdida del mismo.

En lo que respecta a los suelos forestales, éstos están sometidos a la tala


clandestina además del problema de pastoreo. En 2005, la Secretaría del
Medio Ambiente y Recursos Naturales, apuntó que el 47.7 % de la superficie
del país estaba gravemente erosionada, y que alrededor de 93 millones
de hectáreas del suelo mexicano, estaban prácticamente perdidas por la
deforestación y cambio de uso de suelo.

Aún y con las innovaciones que los productores adoptaron, en México


existen millones de personas del medio rural que viven en condición de
pobreza, incluso de pobreza alimentaria. En atención a este sector ya sean
pequeños propietarios o ejidatarios que producen con doble propósito o
únicamente para su autoconsumo, este proyecto se conformó como una
propuesta para realizar un aprovechamiento equilibrado entre los diferentes
usos de suelo, sin que implique el desgaste de uno, por conseguir ingresos
monetarios mayores de otro. Para su diseño, se conjuntaron propuestas
ya validadas de investigaciones realizadas por investigadores del INIFAP en
las áreas de agrosilvicultura, corredores biológicos y agricultura urbana y
periurbana.

155
Para establecerlo, se seleccionaron algunas localidades de cuatro
municipios de los estados de Campeche, Hidalgo y Veracruz. La selección
se hizo con base en un criterio fundamental, trabajar con ecosistemas
de bosques templados y selvas húmedas, así como diseñar su manejo y
aprovechamiento, sin que se incurra en competencia entre la vocación
de suelos. Después de que fueron seleccionados los lugares de trabajo,
se procedió a hacer recorridos de campo y un diagnóstico participativo
con la población. Esto permitió contar con datos acerca de su desarrollo
histórico e identificar sus actividades productivas y las características de
la población en cuanto a bienestar social. Datos de suma importancia,
fueron los relacionados a las necesidades y problemas que enfrentan en
sus actividades dentro del sector primario. En los recorridos fue interesante
constatar la existencia de erosión de suelos e inadecuado aprovechamiento
del recurso forestal y pecuario. Asimismo, se constató la existencia de
diferentes niveles de pobreza de acuerdo a la clasificación hecha por el
CONEVAL. Por esta razón, con el establecimiento de los módulos se propuso
contribuir a la solución de algunos problemas en el corto, mediano y largo
plazo. Se seleccionaron dentro del área agrícola, cultivos anuales: cereales,
hortalizas y leguminosas, con el fin de satisfacer necesidades básicas de
alimentación. Se contempló, además, la posibilidad de obtener excedentes
que pueden venderse en mercados locales y/o regionales. Se dio atención
particular, a las alternativas de manejo agronómico de estos cultivos, que
incurran en menores costos y que protejan el recurso natural.

Se propusieron cultivos perennes como la fruticultura en donde los


beneficios se pueden obtener en un plazo medio. Para este caso, se trabajó
con variedades de frutas obtenidas por el INIFAP, validadas como menos
susceptibles al ataque de enfermedades, por lo que el uso de químicos es
menor. El cuidado y manejo del ganado se trató con propuestas de cultivos
adecuados para su alimentación y espacios propicios para su pastoreo. El
aspecto forestal se trató de manera particular dependiendo del lugar de
trabajo, pero considerando que el enfoque principal, fuera la recuperación
de suelos. Se trabajó con cultivos propicios para ello. En los municipios del
estado de Hidalgo se establecieron magueyes en las áreas forestales. En
Campeche se promovió la siembra del árbol Ramón. En ambos casos, se
pueden obtener beneficios a mediano plazo con la venta de agua miel y/o
pulque, y con el forraje como alimento para el ganado que proporciona
el árbol Ramón. En Veracruz, se llevó a cabo trabajo de reforestación con

156
especies propias de la región como cedro, roble y caoba. La plantación se
hizo con un diseño, que permite el libre pastoreo.

De esta manera y con base en la información del diagnóstico participativo,


se diseñaron los módulos de acuerdo a la experiencia de la población, de
sus capacidades e interés, lo que sin duda permitió que se lograra su interés
y acompañamiento durante las diferentes etapas del proyecto. Esto fue
posible, por la experiencia de algunos investigadores, quienes se encargaron
de la transferencia de esta propuesta productiva. Este aspecto significó un
reto importante, ya que se buscó además de presentar con claridad los
objetivos del módulo y sus componentes, generar condiciones entre los
productores, para cambiar paradigmas en relación al manejo agronómico
de sus cultivos anuales, en las prácticas de pastoreo de su ganado y en
la solución a sus suelos forestales erosionados. Transmitir la importancia
ecológica y económica de los corredores biológicos y las ventajas de los
huertos familiares.

157
Agradecimientos

Los autores de esta publicación agradecen el apoyo incondicional y aporte


técnico de las siguientes personas: a los investigadores del INIFAP M. C.
Agatha Teresa Rosado Calderón, Dr. Andrés Rebolledo Martínez, M.C.
Gonzalo Hernández García y M. C. Roberto Canales Cruz. Asimismo, a la
Ing. Blanca Aracely Matias Méndez, M.C. Webster Alfonso Chiquini Heredia,
Ing. Mauricio Renovato Rodríguez, Sr. Daniel Kenell Mayorga, M. C. Juan
Pablo Pérez Camarillo, Biól. Edith Jiménez Muñoz, A.T. Esteban Gamero
Hernández y al Pas. Ing. Julio Cesar Rangel Romero.

Al CONACYT por el financiamiento del proyecto “Sistemas agroforestales


y su relación con el aprovechamiento y protección de su biodiversidad
asociada en diferentes ecosistemas de México”, durante la convocatoria
Proyectos de desarrollo científico para atender problemas nacionales 2014
y de esta obra concluida en noviembre de 2018.

158
COMITÉ EDITORIAL DEL CIR SURESTE

PRESIDENTE
M.C. Bartolo Rodríguez Santiago

SECRETARIO
Dra. Yolanda Beatriz Moguel Ordóñez

VOCALES
Dra. Lizette Cicero Jurado
Dr. José Javier G. Cantón Castillo
M.C Jonathan Hernández Ramos

FOTOGRAFÍAS
Dra. Aixchel Maya Martínez, M.C. Nelda Uzcanga Pérez, Dra. Bertha Sofía
Larqué Saavedra, Dra. Ana Lid Del Ángel Pérez, Dr. Francisco Becerra Luna,
M.C. Adán Hernández Hernández, M.C. Jeremías Nataren Velázquez, Dra.
Ligia Guadalupe Esparza Olguín, Dra. Mónica González Jaramillo, Dr. Eduardo
Martínez Romero, Biol. Germán Alberto Hernández Dzib, Ing. Enriqueta
López Vázquez, Dra. Guillermina Martínez Trejo

DISEÑO DE PORTADA
INIFAP

CÓDIGO INIFAP
MX-0-310601-42-08-35-06-06

REVISIÓN TÉCNICA
Dra. Olga Santiago Trinidad
Dra. Marisela Guadalupe Salgado Mora
Dr. Carlos Rutilio Monroy Rivera
Dr. José Ángel Prieto Ruiz
Dr. José de Jesús García Magaña
Dr. Alfonso Suárez Islas
M.C. Antonio Cano Pineda
Esta publicación es producto del proyecto “Sistemas agroforestales y
su relación con el aprovechamiento y protección de su biodiversidad
asociada en diferentes ecosistemas de México”
Núm. SIGI 13135233122.

Para mayor información sobre el contenido de este documento y otras


tecnologías, dirigirse a:
INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES
FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS
Progreso Núm. 5 Barrio de Santa Catarina
Delegación Coyoacán, C.P. 04010
Cd. De México, México
www.inifap.gob.mx

CENTRO REGIONAL DEL SURESTE


Calle 6 Núm. 398 x 13, Av. Correa Rachó
Col. Díaz Ordaz, Mérida Yucatán
C.P. 97130 Tel. 01 (999) 1 96 11 82 Ext. 1183

CAMPO EXPERIMENTAL EDZNÁ


Km. 15.5 Carretera Campeche-Pocyaxum.
C.P. 24520. Tel: 01 800 088-22-22 Ext. 88320
San Francisco de Campeche, Campeche

Se terminó de imprimir en Grupo Impresor Unicornio, S.A. de C. V.


Calle 17 #104-C x 24 y 28 Col. Itzimná C.P. 97100
Mérida Yucatán, México
Tels: (999) 9 23 03 89 y 9 28 68 52
www.imprentaunicornio.com.mx
en 2019, con un tiraje de 500 ejemplares
Mérida, Yucatán, México

También podría gustarte