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Reflexión y Oración con nuestros Cuerpos

Parte I. Tómese unos momentos para recordar a las personas y los lugares que están en el centro
de sus propias oraciones. Anótelos en su diario y ore para que la compasión de Cristo esté
presente con ellos. ¿Cómo podría ser llamado a encarnar sus esperanzas y anhelos por estas
personas o estos lugares que ama? Tal vez sea tan simple como una llamada telefónica, una
tarjeta, elegir estar callado o hablar por alguien. Escriba esta “oración encarnada” en tu diario
también. Una vez escrita, tal oración continuará obrando dentro de nosotros, llevándonos a
seguir nuestra propia oración.

Parte II. La mayoría de nosotros tenemos una parte de nuestro cuerpo que preferiríamos ocultar
que reconocer. Puede ser lo que creemos que son nuestros músculos débiles o nuestros muslos
gordos; nuestro pelo demasiado rizado o demasiado liso; algo que encontramos mal en nuestra
nariz, boca, ojos o piel; nuestra altura, nuestro peso o el sonido de nuestra voz. Podría ser una
desfiguración causada por la genética o una enfermedad, o tal vez por la edad. Si le dieras a esta
parte de tu cuerpo una voz y una página en tu diario para hablar, ¿qué podría decirte? Intenta
decir una bendición sobre tu cuerpo, teniendo especial cuidado de extender la bendición a la
parte menos deseable, recordándole que está lleno de belleza y gracia. ¿Cuáles son algunas
formas en que podrías mostrar compasión, cuidado y honor a todo tu cuerpo?

Parte III. Deje que su diario sea un fiel compañero de escucha mientras cuenta la historia de su
cuerpo. Trate de hacer una lista de eventos significativos por períodos de cinco o diez años,
dependiendo de su edad. Estos pueden incluir eventos difíciles, como una experiencia infantil de
contacto no deseado, una experiencia de insultos o un trastorno alimentario; pero también
incluye eventos alegres como darte cuenta de que eres un corredor, aprender a jugar al fútbol, dar
a luz a tu primer hijo o escalar una montaña. Revise su lista y observe lo que sucedió (o lo que
no sucedió), los temas significativos y los problemas de identidad. ¿Cómo te sientes acerca de la
historia de tu cuerpo? ¿Qué parte de la narración aún queda por escribir?

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