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PROCESOS MONITORIOS

 
Los procesos monitorios son:
 
-          Ejecutivo
-          Entrega del bien
-          Entrega de la herencia
-          Resolución de contrato por incumplimiento de la obligación de pago
-          Cese de la copropiedad
-          Desalojo en régimen de libre contratación (Desalojo de local comercial)
 
Requisitos.- En todos los casos indicados anteriormente, juntamente con la demanda se
deberá acompañar documento auténtico o legalizado por autoridad competente, que
demuestre fehacientemente el derecho del demandante, excepto cuando se trate de desalojo
en régimen de libre contratación (local comercial) o de entrega de bien derivada de contrato
verbal, por cuanto puede suceder que este tipo de relaciones se las haga en forma verbal, en
cuyo caso, antes de la admisión de la demanda se tiene que determinar por la vía incidental
la prueba de la existencia del contrato y el cumplimiento de sus obligaciones por parte del
demandante. Una vez determinada la relación contractual, la obligación de entrega del local
comercial o de la entrega de la cosa y el cumplimiento de sus obligaciones por parte del
demandante, recién será admitida la demanda y se dictará la sentencia inicial.
 
En los casos en que se presente proceso monitorio por resolución de contrato por
incumplimiento de obligación de pago o, en caso de desalojo de local comercial la falta de
pago de alquileres, antes que el Juez dicte la sentencia inicial corresponderá, solo a pedido
de parte demandante, una intimación previa al demandado para que cumpla con los pagos
en el plazo de 10 días, en caso de incumplimiento se dictará la sentencia inicial.
 
EJECUTIVO. - El proceso ejecutivo es un proceso monitorio destinado al cobro de dinero.
Para iniciar este proceso, el título ejecutivo correspondiente tiene que contener suma
líquida y exigible.
 
Títulos ejecutivos. - Son títulos ejecutivos:
-          Los documentos públicos
-          Los documentos privados suscritos por él o la obligada (a) o su representante
voluntariamente reconocidos o dados por reconocidos por ante autoridad competente, o
reconocidos voluntariamente ante notario de fe pública.
-          Los títulos, valores y documentos mercantiles que de acuerdo al Código de
Comercio tuvieren fuerza ejecutiva.
-          Las cuentas aprobadas y reconocidas por resolución judicial ejecutoriada.
-          Los documentos de crédito por expensas comunes en edificios afectados al régimen
de la propiedad horizontal.
-          Los documentos de crédito por arrendamiento de bienes.
-          La confesión de deuda líquida y exigible ante la autoridad judicial competente para
conocer en la ejecución.
-          La transacción no aprobada judicialmente, que conste en escritura pública o
documento privado reconocido.
-          En todos los casos en que la Ley confiera al acreedor, el derecho de promover
proceso ejecutivo.
 
OTROS PROCESOS MONITORIOS
 
ENTREGA DE BIEN.- Por este proceso, conforme al Art.388 CPC, el demandante puede
pedir el cumplimiento de una obligación de dar o entregar un bien mueble o inmueble que
no fuere una suma de dinero, adeudada por mandato de la ley, testamento, contrato, acto
administrativo o declaración unilateral de voluntad en los casos en que ésta pueda
imponerse con carácter obligatorio, siempre que la parte actora acredite la obligación de
entregar y, en su defecto, el cumplimiento por su parte de la prestación que le es
correspondiente, mediante documento público o privado reconocido o dado por reconocido
ante la autoridad judicial o reconocido voluntariamente ante notario de fe pública, o con la
justificación que prevé el Art.377, parágrafo I del Código Procesal.
 
ENTREGA DE HERENCIA. - Cuando un tercero obstaculice a los herederos la toma de
posesión de los bienes sucesorios, sin acreditar ningún derecho sobre ellos, será citado en la
vía del proceso monitorio para que haga efectiva la entrega de los bienes a los
causahabientes. (Art.389)
 
RESOLUCIÓN DE CONTRATO POR FALTA DE PAGO. - Cuando se demande la
resolución de un contrato por incumplimiento de obligación de pago, por ejemplo, de una
compraventa de bien mueble o inmueble, o cualquier otro que implique la obligación de
pago, podrá iniciarse este proceso. Si producto de alguna estipulación del contrato y la
resolución existiría la obligación de entrega del bien cuyo precio no fue pagado, al mismo
tiempo se podrá demandar la entrega del bien; es decir, dos monitorios en uno. (Art.390)
 
CESE DE COPROPIEDAD. - Por ésta vía cualquiera de los copropietarios de una cosa
que no admite cómoda división puede demandar el cese de copropiedad, solicitando la
subasta pública del bien y repartición de su producto. (Art.391) (Se recomienda leer el
artículo de Monitorio de Cese de Copropiedad de ésta página)
 
DESALOJO DE INMUEBLES EN RÉGIMEN DE LIBRE CONTRATACIÓN. - Este
proceso tiene la finalidad de desalojar inmuebles que no constituyen vivienda, concedidos
en virtud a contrato de arrendamiento celebrado por escrito o verbalmente.
La demanda procede por fenecimiento del plazo del contrato o incumplimiento de
cualquiera de sus obligaciones.
 
Procedimiento. - En todos los casos se aplica el procedimiento establecido por el Art. 380,
con las particularidades establecidas para cada uno de ellos.
-          Se adjunta a la demanda la demanda toda la documentación que demuestre la
fundabilidad de la pretensión.
-          Una vez verificados los documentos, la competencia, capacidad, legitimación de las
partes y los específicos para cada proceso monitorio, la autoridad judicial dictará sin
necesidad de citación previa al demandado, la sentencia inicial.
-          Juntamente con el escrito de demanda, las pruebas documentales adjuntas a ella, y la
sentencia inicial recién se cita al demandado.
-          El demandado puede oponer las excepciones establecidas expresamente para cada
proceso monitorio y según su naturaleza, en el plazo de 10 días.
-          Si el demandado hubiere opuestos excepciones, la autoridad judicial señalará
audiencia única para que se produzcan las pruebas de las excepciones y luego dictar
sentencia definitiva.
-          Si no se hubiera opuesto excepciones, la sentencia inicial se tendrá por ejecutoriada
y se pasará directamente a la ejecución de sentencia.
 
EXCEPCIONES. - El proceso monitorio ejecutivo tiene sus propias excepciones señaladas
en el Art.381. Los otros procesos monitorios tienen sus propias excepciones señaladas en el
Art. 394. Tienen que ser opuestas en el plazo de 10 días computables a partir de la citación
con la demanda y notificación con la sentencia inicial. Todas las excepciones deben ser
opuestas conjuntamente, acompañando las pruebas documentales que dispongan para la
demostración de ellas y ofreciendo los otros medios probatorios de que intentare valerse.
Las excepciones se resuelven en sentencia definitiva.
 
SENTENCIA INICIAL. - Conforme a lo dispuesto por el Art.395 CPC, se dicta la
sentencia inicial según el proceso monitorio que se hubiera planteado, por ejemplo:
1.- En caso de proceso ejecutivo. - Disponiendo el embargo y mandando llevar adelante la
ejecución hasta hacerse efectiva la cantidad reclamada, intereses, costas y costos.
2.- En caso de entrega de bien. - Disponiendo la entrega del bien o bienes
individualizados, bajo conminatoria de expedirse mandamiento de desapoderamiento.
3.- En caso de entrega de herencia. - Disponiendo la entrega de la herencia, más la
posesión de los bienes a los herederos, bajo conminatoria de expedirse mandamiento de
desapoderamiento.
4.- En caso de Resolución de Contrato por falta de cumplimiento de la obligación de
pago. - Disponiendo la resolución del contrato, la extinción del contrato, más el pago de
daños y perjuicios.
4.- En caso de Cese de copropiedad. - Disponiendo la subasta del bien o bienes.
5.- En caso de Desalojo de inmuebles que no constituyen vivienda. - Disponiendo la
devolución del bien, bajo conminatoria de lanzamiento o desapoderamiento, según
corresponda.
 
PROCEDIMIENTO EXTRAORDINARIO
 
El Art. 369 del Código Procesal Civil señala:
(CARÁCTER)
I. El proceso extraordinario se sustancia en una sola audiencia en la que se
concentra todo el trámite y el pronunciamiento de la sentencia sobre el fondo de la
pretensión jurídica sustentada en la demanda, así como sobre la defensa y las
excepciones opuestas por la contraparte.
 
II.  Se tramitarán por la vía del proceso extraordinario las controversias relativas,
particularmente, a los interdictos de conservar y recuperar la posesión, así como los de
obra nueva perjudicial, de daño temido y desalojo de vivienda, sin perjuicio de
conciliación previa o adopción de medidas preparatorias y cautelares.
 
III. No será admisible demanda reconvencional.
 
El Art. 370 señala: (PROCEDIMIENTO). El proceso extraordinario se regirá por lo
establecido para el ordinario en lo pertinente, con las siguientes modificaciones:
 
1. Se convocará a una sola audiencia para promover de oficio la conciliación intra
procesal, fijarse los puntos de debate, diligenciarse los medios de prueba y, sin necesidad
de alegatos, dictarse sentencia.
2. Contestada la demanda, se dispondrá la recepción de la prueba que solicitada por las
partes, no pudiere diligenciarse en la audiencia, de manera que en oportunidad de ella la
prueba se halle incorporada.
 
Comentario: Conforme a las disposiciones citadas, el proceso extraordinario es un proceso
rápido que tendría que desarrollarse en una sola audiencia. Conforme a lo dispuesto por el
Art.370 CPC se regirá por lo establecido para el proceso ordinario en lo pertinente, lo que
significa que ante la ausencia de mayor explicación sobre los pasos a seguir en el proceso
extraordinario, tenemos que regirnos a los pasos de la tramitación del proceso ordinario
empezando por la demanda, contestación, excepciones y audiencia preliminar. No podemos
pensar en una audiencia complementaria porque el proceso extraordinario perdería la
celeridad que pretende la ley convirtiéndose en ordinario.
Lamentablemente, el legislador no ha considerado que los procesos posesorios son rápidos
porque se trata de proteger la posesión y le ha dado un trámite demasiado largo con los
plazos procesales que le corresponde al proceso ordinario desvirtuando la esencia de los
interdictos. Peor aún, en la práctica, algunos jueces exigen que antes de iniciar la demanda
interdictal se desarrolle la conciliación previa que únicamente es obligatoria para los
procesos ordinarios, lesionando aún más la esencia de este tipo de procesos que requieren la
definición pronta de la autoridad judicial. 
Ya es lesivo para los interdictos los plazos que la ley establece para su trámite, lo que se
agrava más aún cuando establece que las excepciones deben resolverse en sentencia, y si a
esto le añadimos la obligatoriedad de realizar la conciliación previa, que por supuesto no
corresponde legalmente, se daña de muerte esta acción judicial. Este es un asunto que debe
ser modificado urgentemente.
 
DEMANDA. -  La demanda como en cualquier otro proceso, debe cumplir con los
requisitos establecidos en el Art.110 CPC. En la demanda conforme señala el Art.111 del
CPC se debe acompañar toda la prueba documental que tiene a disposición el actor y si no
la tiene, debe necesariamente indicar de qué documento se trata, cuál es su contenido, el
lugar dónde se encuentra o quién es la persona natural o jurídica o dependencia pública que
la tiene, solicitando que una vez que físicamente la obtenga sea incorporada al proceso. De
la misma forma podrá solicitar la prueba por informe prevista en los Arts.204 y 205 del
CPC.
Conforme señala el Art.112 CPC después de interpuesta la demanda, sólo se admitirá
documentos de fecha posterior a ella o, siendo anteriores, bajo juramento o promesa de no
haberse tenido conocimiento de los documentos.
Así también el actor debe ofrecer todos los medios probatorios de los que decida valerse en
el juicio, tales como:
Testifical. - Señalando los nombres y demás datos del testigo conforme prevé el Art.174
CPC. La presentación del interrogatorio podrá reservarse hasta antes de la audiencia única
en la que se tomará la declaración de los testigos.
Confesión Provocada. - Solicitando sea en su momento llamada la parte diferida, debiendo
adjuntar el interrogatorio antes de la audiencia única. No es necesario adjuntar el
interrogatorio en la demanda, pues podrían surgir asuntos en la contestación que requieran
incorporar alguna pregunta en su momento.
Inspección y reconstrucción de hechos. - Debe ser ofrecida en el escrito de demanda. Si
fuera urgente la realización podrá solicitarse como medida preliminar conforme al Art.306-
I num.6) CPC con noticia de parte contraria futura.
Pericial. - Debe ser ofrecida en el escrito de la demanda fijando los puntos sobre los cuales
versará la prueba. No es necesario que se ofrezca un perito específico con nombre y
apellido, porque será el Juez quien designará con criterio propio al perito y fijará los puntos
sobre los que versará la pericia de acuerdo a las proposiciones de las partes y los que
considere necesarios conforme al Art.195 CPC. Si fuera urgente la pericia se podrá solicitar
en medida preliminar conforme al Art.306-I num.6) CPC con noticia de parte contraria
futura.
En todos los casos de producción y ofrecimiento de prueba debe el demandante señalar qué
es lo que pretende demostrar con ella.
CONTESTACIÓN. - En el proceso extraordinario no se establece específicamente el
plazo para la contestación de la demanda, por tanto, por autorización del Art.370 CPC
debemos orientarnos a lo pertinente del proceso ordinario, es decir, 30 días para la
contestación conforme señala el Art. 125 num.1) CPC.
La contestación a la demanda conforme al Art.125 CPC citado, debe observar los requisitos
para la demanda (Art.110). Al contestar el demandado debe pronunciarse sobre los hechos
alegados en la demanda y sobre la autenticidad de los documentos producidos en calidad de
prueba documental por el actor, porque si no lo hace su silencio o evasiva se tendrá como
admisión de los hechos y de la autenticidad de los documentos. Por ello el demandado al
contestar la demanda debe observar los documentos del actor en esta etapa y no esperar
hacerlo en la etapa de producción de prueba en la audiencia única, salvo cuando sea
notificado con prueba de reciente conocimiento o prueba cuya producción sea permitida por
ley.
También en la contestación el demandado debe exponer con claridad y precisión los hechos
que alega como fundamentos de su defensa, adjuntar en este acto todas las pruebas
documentales que tiene a su disposición u ofrecer aquellas que no las tenga en su poder tal
como prevé el Art.111 CPC para el actor, siguiendo el mismo procedimiento señalado
anteriormente para el demandante; es decir, señalando puntualmente qué es lo que pretende
demostrar con sus pruebas documentales y el ofrecimiento de los demás medios
probatorios.
Podrá también el demandado al mismo tiempo que la contestación, negar los términos de la
demanda o allanarse total o parcialmente.
Conocimiento y objeción de la prueba documental y los demás medios de prueba. - Es
importante señalar, que cuando la parte demandada sea citada con la demanda, también
tiene que ponerse a su conocimiento la prueba documental producida y ofrecida en la
demanda, no así con los otros medios de prueba con la que deberá ser notificado
posteriormente como se verá más adelante.
EXCEPCIONES. - Juntamente con la contestación a la demanda, el demandado podrá
oponer las excepciones previstas en el Art.128 CPC que vea pertinentes, o simplemente
limitarse a contestar negativamente a la demanda o allanarse total o parcialmente a la
misma conforme a lo dispuesto por los Arts.125 num.5), 126 y 127 del CPC. En el escrito
también tiene el demandado que producir la prueba documental u ofrecerla, destinada a
demostrar la excepción.
Traslado de las excepciones. - Planteadas las excepciones por el demandado se correrá en
traslado al actor para que las conteste en 15 días.
RECONVENCIÓN. - No procede la reconvención en procesos extraordinarios, solo
procede en los ordinarios.
AUDIENCIA ÚNICA. - Una vez contestada la demanda y las excepciones por el actor si
las hubiera opuesto el demandado, se señalará audiencia única que se llevará a cabo en un
plazo no mayor a 5 días.
Señalamiento de audiencia y notificación con los otros medios probatorios.
- Juntamente con el señalamiento de fecha de la audiencia única se notificará a las partes
con los otros medios probatorios señalados en la demanda y la contestación, para que las
partes, entre otras cosas, puedan tachar a los testigos dentro el plazo de 3 días de su
notificación conforme al Art.170 CPC. Puedan recusar dentro el mismo plazo al perito que
ya habría sido designado por el Juez porque no olvidemos que se tiene que notificar
también a las partes con esta designación a momento de señalamiento de audiencia única.
DESARROLLO DE LA AUDIENCIA ÚNICA. - En la audiencia única se desarrolla todo
lo relativo a lo establecido en la audiencia preliminar prevista en el Art.366 CPC, como ser:
1.- Ratificación de la demanda y la contestación; igualmente, alegación de hechos nuevos
que no modifiquen las pretensiones o las defensas, así como aclarar extremos oscuros,
contradictorios o imprecisos a juicio de la autoridad judicial o de las partes.
2.- Conciliación intraprocesal prevista en los Art.234-IV, 235-III y 370 num.1) CPC.
3.- Recepción de prueba relativa a las excepciones si fueren susceptibles de prueba según el
caso.
4.- Saneamiento del proceso dictando auto interlocutorio.
5.- Fijación definitiva del objeto del proceso, determinación, ordenamiento y
diligenciamiento de los medios de prueba admisible, recepción de las pruebas cuyo
diligenciamiento fuere posible en la audiencia.
6.- Resolución de incidentes.
7.- Sentencia. En la sentencia se resolverán todas las excepciones.

CÓDIGO PROCESAL CIVIL


LEY No.439 de 19/11/2013
                                              
PROCESO ORDINARIO
DEMANDA CONTESTACIÓN
   
La demanda debe cumplir los requisitos  Se contesta en el plazo de hasta 30 días de
haber sido citado con la demanda.
señalados por el Art.110 CPC
Debe cumplir los requisitos señalados en el
Particularmente debe contener
Art.110 CPC; excepto los nums. 3) y 5); en
el ofrecimiento de pruebas Art.111 CPC especial, cumplir con los requisitos
señalados en el Art.125 CPC.
1.- Documentales. Art.147
Podrá el demandado oponer las
Estas pruebas deben presentarse excepciones
con la demanda y si no se tiene a señaladas en el Art.128 o deducir
disposición, se debe indicar dónde reconvención conforme al Art.130.
se encuentran y su contenido, La oposición de excepciones y/o la
presentación de reconvención deberá
solicitando su incorporación al proceso.
hacerse al mismo tiempo de la
2.- Testificales. Art.168 contestación.

Se debe señalar los nombres, domicilio y La reconvención debe cumplir los mismos
requisitos de la demanda y el ofrecimiento
demás datos del testigo, adjuntando la lista de las pruebas que se haga en la
en el escrito de demanda, además de contestación o en la reconvención debe
señalar qué es lo que se pretende probar cumplir lo dispuesto por el Art.111
con esta prueba. concordante con los Arts.125 num.4)

3.- Confesión. Art.156 El demandado respecto a la prueba


documental presentada y ofrecida por el
Se debe ofrecer la confesión provocada demandante, tiene que pronunciarse
de la parte contraria sin necesidad de expresamente sobre su autenticidad. Su
silencio o evasiva se tendrá como admisión
adjuntar el interrogatorio que deberá de los hechos y de la autenticidad de los
presentarse hasta antes de la audiencia documentos.

preliminar.  

4.- Inspección y reconstrucción. Art.187  

Se debe ofrecer en el escrito de la  


demanda,  
señalando el objeto de la misma. El  
señalamiento de día y hora de audiencia
para la inspección el juez lo hará una vez  
que la parte demandada haya contestado la  
demanda.
 
5.- Pericial. Art.193
 
Se debe señalar los puntos sobre los cuales
versará la prueba, no es necesario proponer  
un Perito particular porque el Juez con  
criterio propio lo designará. Esta
designación se hará una vez que la parte  
demandada haya contestado la demanda.
Acumulación de pruebas para ingresar a
  audiencia preliminar. -

Conciliación previa.- Un requisito  


importante que no puede faltar para iniciar
la demanda en proceso ordinario es la Con el objeto de no interrumpir el curso de
realización obligatoria de conciliación las audiencias, antes del señalamiento de la
previa, sin el intento previo de conciliación audiencia preliminar, es importante que las
no se admite la demanda ordinaria. partes diligencien todas sus pruebas
documentales que al no tenerlas a su
De este punto se comentará más adelante.
disposición las ofrecieron en la demanda,
  contestación, reconvención y contestación
a ésta, tales como los informes públicos o
Contestación a las excepciones opuestas privados, designación, aceptación y
por el demandado. - juramento del perito para que el Juez le
Si el demandado hubiera opuesto otorgue un plazo prudencial para la
excepciones mas no reconvención, el elaboración del dictamen, así como la
demandante debe responder las mismas en realización de la inspección para que el
el plazo de hasta 15 días Art.129. A su vez, curso de la audiencia preliminar no se
si el demandado hubiera presentado interrumpa con estos actos y de esa forma
pruebas documentales en su contestación, se ingrese a la audiencia preliminar
el demandante debe pronunciarse sobre directamente a producir todas las pruebas
ellas en el plazo de 6 días. Art.153. acumuladas con anterioridad, en
consideración a que la intención del
Si existiera reconvención, el demandante al Código Procesal es que el juicio concluya
contestar la misma en el plazo de 30 días máximo en dos audiencias (preliminar y
podrá oponer excepciones contra ella, complementaria), lo cual no podría
contestar las excepciones opuestas a la lograrse si las audiencias se interrumpen
demanda principal y pronunciarse sobre las para llevar a cabo diligenciamientos de
pruebas documentales presentadas por el acumulación de prueba y no de
demandado. producción, salvo naturalmente algunas
Nota.- Consideramos que ya sea el excepciones respecto a pruebas que
demandado al contestar la demanda o el sobrevengan a raíz de hechos nuevos, que
demandante al contestar la reconvención sean de reciente conocimiento de las partes
solo debe pronunciarse respecto a las o para mejor proveer conforme al Art.371-
pruebas documentales y no sobre las otras II.
pruebas ofrecidas (testificales, periciales, Sobre la interpretación del ofrecimiento de
inspección) porque no es en la citación pruebas ya existen errores, porque algunos
con la demanda o reconvención la jueces, en proceso ordinario o
notificación oficial con todas las pruebas, extraordinario, exigen que, el demandante
es solo con las documentales, debiendo ser en su demanda y el demandado en su
notificadas las partes en otro momento con contestación, "produzcan" todos sus
la propuesta de testigos, puntos periciales documentales, olvidando que es suficiente
e inspección, para de esa forma plantear que las "ofrezcan" cuando no las tienen a
las tachas, impugnar los puntos de la su disposición debiendo solicitar al juez
pericia o recusar al perito, actos que que ordene a la entidad pública o privada
deben hacerse al tercer día de la que las emitan para su incorporación al
notificación con éstas pruebas, tal como proceso. Algunos jueces están
refieren los Arts.170, 197, lo cual no confundiendo con esta exigencia, la
resultaría razonable si se considera como diferencia entre la "producción" de las
notificación oficial con las pruebas el pruebas documentales que
momento de la citación con la demanda, inexcusablemente debe hacerse en proceso
pues tendría que tacharse a los testigos e monitorio, con la "producción y
impugnar los puntos de pericia o recusar ofrecimiento" que puede hacerse en
al perito al tercer día siendo que todavía el ordinarios y extraordinarios, de donde se
demandado tiene 30 días para la concluye que: En ordinarios y
contestación. extraordinarios si no se tiene a disposición
todas las documentales, se las puede
 
ofrecer indicando el contenido y el lugar
donde se encuentran para que el juez
ordene su emisión y remisión para su
incorporación al proceso antes de la
audiencia preliminar o única.
Es mucho más efectivo que las partes
soliciten o el juez de oficio, ordene el
diligenciamiento de la inspección judicial y
el peritaje antes de señalar la audiencia de
juicio para evitar interrumpir el curso de la
audiencia; es decir, se debe propender
ingresar a la audiencia de juicio cuando
previamente se haya llevado a cabo la
inspección y el perito haya presentado su
dictamen. En este último caso con la
finalidad de que el perito no vaya a la
audiencia recién a prestar juramento sino
directamente a explicar el contenido de su
informe.
                                              
                                              
AUDIENCIA PRELIMINAR
 
Una vez contestada la demanda, la reconvención y las excepciones opuestas contra éstas, el
Juez señalará día y hora de audiencia preliminar Arts.363-VI y 365 CPC. Consideramos
precisamente que en el transcurso existente entre los actos indicados y la fecha de la
audiencia preliminar es que debe realizarse la acumulación de pruebas para directamente
ingresar a realizar las actividades de esta audiencia; es decir, es más efectivo realizar la
inspección y la pericia principalmente, antes de la audiencia preliminar para de esa forma
evitar la interrupción del curso de la audiencia y evitar lesionar el principio de continuidad. 
En esta audiencia se desarrollan las siguientes actividades Art.366 y en el siguiente orden:
 
1.- Ratificación de la demanda y de la contestación, y en su caso, de la reconvención y su
contestación; igualmente alegación de hechos nuevos que no modifiquen las pretensiones o
las defensas, así como aclarar extremos oscuros, contradictorios o imprecisos a juicio de la
autoridad judicial o de las partes.
Algunos administradores de justicia no permiten que las partes hagan su exposición oral
respecto a la ratificación de la demanda y a la contestación, solo desean escuchar de las
partes la frase "me ratifico en todo el contenido de la demanda o, en el contenido de la
contestación". Esto por supuesto es un grave error, porque se lesiona el principio de
oralidad. En realidad, la ratificación hay que entenderla como la voluntad de continuar con
el proceso y no ratificar el contenido del escrito de demanda, ya que el juez debe escuchar
la exposición elocuente, clara, precisa y convincente de los abogados. Por eso el proceso es
oral, debiendo el juez estar dispuesto a ser influido con la exposición de las partes pues en
unos minutos u horas más tarde dictará sentencia al calor de todo lo expuesto y pruebas
desmenuzadas
2.- Una vez que el juez tiene conocimiento fresco de los antecedentes del conflicto por
haber oído la exposición de las partes, no obstante de haber intentado la conciliación previa
que deberá realizarse antes de la presentación de la demanda ordinaria, el Juez promoverá
nuevamente la conciliación denominada intraprocesal, ya que puede suceder que en la
conciliación previa realizada ante el Conciliador no se haya llegado a conciliar nada o
algunos puntos únicamente, entonces se intentará la conciliación sobre esos puntos no
conciliados. 
3.- Se realizará el saneamiento procesal, pronunciando auto interlocutorio para resolver las
nulidades advertidas por la autoridad judicial, o alegada por las partes, se produce las
pruebas que demuestren la excepción o excepciones planteadas, siempre que requieran la
producción de pruebas, para luego resolverlas. 
4.- Luego se procede a la fijación definitiva del objeto del proceso y puntos de hecho a
probar. Las partes en ese momento, pueden solicitar a la autoridad judicial la exclusión o
inclusión de algunos puntos a probar de acuerdo a la pertinencia o impertinencia.
5.- Inmediatamente después se procede al diligenciamiento de los medios de prueba
admisible; recepción de las pruebas cuyo diligenciamiento fuere posible en la audiencia, o
convocatoria a audiencia complementaria respecto de las que no se hubieren producido
hasta su conclusión.
6.- Prorrogar la audiencia cuando no se hubiera podido producir la totalidad de la prueba o
dictar resolución de saneamiento. Si en la audiencia preliminar se hubiera realizado toda la
producción de la prueba, el Juez dictará sentencia Art. 367-IV, lo que significa que ya no es
necesaria la realización de la audiencia complementaria, el proceso puede concluir en una
sola audiencia, la preliminar.
7.- Se procede a los alegatos e inmediatamente después se dicta la sentencia.
                                               AUDIENCIA COMPLEMENTARIA
 Si en la audiencia preliminar no se hubiera producido o diligenciado todas las pruebas,
principalmente por falta de tiempo del juez, en el plazo de 15 días se señalará recién la
audiencia complementaria para ese objeto. Cumplida la producción de pruebas se oirán los
alegatos de las partes y se dictará sentencia. Art.368. El señalamiento de la audiencia
complementaria no es la regla, es la excepción, porque únicamente cuando por falta de
tiempo u otro factor justificado no se haya concluido la producción de pruebas recién se
señala la complementaria, toda vez que por el espíritu de rapidez del proceso la autoridad
judicial debe impulsar que el juicio concluya en una sola audiencia para no dispersar los
actos procesales afectando los principios de concentración, continuidad y celeridad, y evitar
el enfriamiento de la audiencia.
SENTENCIA
 
La sentencia debe cumplir los requisitos establecidos en el Art.213 CPC. Una característica
novedosa es que conforme a lo dispuesto por el Art.214 CPC, si las partes llegan a un
acuerdo y además tienen libre disposición de sus derechos discutidos en el proceso, la
autoridad judicial podrá fallar por equidad.
El plazo para dictar sentencia es a la culminación de la audiencia, en cuya oportunidad se
dará lectura a la misma a los efectos de su notificación. Sin embargo, cuando el caso así lo
amerite podrá dictar solamente la parte resolutiva sin la fundamentación. La
fundamentación podrá diferirse para otra audiencia que será realizada en un plazo no mayor
a 20 días. El plazo para la impugnación de la sentencia se activa recién a partir del día
siguiente en que se comunicó a las partes toda la fundamentación; es decir, a partir del día
siguiente a la audiencia en que se da lectura de toda la resolución, de lo contrario la parte
afectada no tendría los elementos para plantear su impugnación. Si una parte no asiste a
esta audiencia, el plazo se computará a partir de su notificación. Art.216
 Si la sentencia no puede ser dictada dentro el plazo establecido por Ley, la autoridad
judicial no perderá competencia ni será considerada inválida, pero dará lugar a sanción
disciplinaria del Juez, conforme a Ley. 

CONTRIBUCIONES AL SEGURO SOCIAL OBLIGATORIO (BOLIVIA)


 
CONTRIBUCIONES A CARGO DEL EMPLEADOR
 El empleador debe aportar obligatoriamente por los siguientes conceptos: 
 • Aporte al SSO a Corto Plazo: 10%
• Aporte pro vivienda: 2%
• Aporte Prima de Riesgo Profesional Largo Plazo: 1.71%
• Aporte Patronal Solidario: 3%
 Total: 16,71%, porcentaje que se calcula sobre el total del sueldo del trabajador.
 CONTRIBUCIÓN A CARGO DEL TRABAJADOR
 • Aporte SSO a Largo Plazo (Invalidez, Vejez y Muerte): 10%
• Prima Riesgo Común: 1.71%
• Aporte Solidario del Asegurado: 0.5%
• Comisión a la Administradora de Fondos de Pensiones: 0.5%
 Total: 12,71%, que se calcula sobre la base del total ganado.
También existe un aporte nacional solidario en caso que el trabajador perciba una
remuneración superior a Bs. 13.000.- de acuerdo a la siguiente tabla:
 • Entre Bs. 13.000 y Bs. 25.000: 1%
• Entre Bs. 25.000 y Bs. 35.000: 5%
• Más de Bs. 35.000: 10%

MUERTE DEL TRABAJADOR POR ACCIDENTE DE TRABAJO


                        ¿CORRESPONDE EL PAGO DE 24 SUELDOS?
 
Existen Autos Supremos (2012-2013) recientes en los que se establece que el empleador
pese a demostrar que el trabajador se encuentra asegurado a ambos seguros, es decir, al de
Salud (corto plazo) y jubilación (largo plazo) debe pagar la indemnización de 24 sueldos
por muerte del trabajador a consecuencia del trabajo. Consideramos que esa jurisprudencia
es errónea y carente de análisis profundo sobre la génesis de la indemnización por este
concepto siendo urgente la modificación jurisprudencial en mérito a los siguientes
fundamentos:
 
Bolivia por Ley de 19 de enero de 1924, por primera vez se ocupa de los riesgos
profesionales y accidentes de trabajo, así como de las atenciones médicas e
indemnizaciones que a consecuencia deben pagar los empleadores. Esta ley en sus
Artículos 6 y 7, señala lo siguiente:
Artículo 6.- Si el accidente ocasionara la muerte del operario, es obligación del patrono
sufragar los gastos de entierro hasta la suma de Bs. 100.- y pagar de una sola vez una
indemnización igual al salario de dos años, que será entregada a los miembros de la
familia del extinto que estando bajo su amparo tengan derecho a reclamar alimentos
conforme a la ley civil. Siempre que hubiese concurrencia de todos o parte de estos
herederos, se regirá ella por los preceptos del Código Civil que reglan las sucesiones,
reputándose el producto de la indemnización como bien ganancialicio.
Artículo 7.-  El pago de las indemnizaciones lo hará el patrono por mensualidades
vencidas, salvo el caso de incapacidad permanente absoluta y de muerte, en los que
abonará en una sola vez.
Se debe tener presente que, en esta época, no existía un Ente Gestor, es decir, una Caja de
Seguro de Salud que le cubra los gastos por atenciones médicas y menos un Seguro de
largo plazo para que el trabajador en su vejez o incapacidad tenga pensión para una vida
digna, por ello es que el legislador previó que ante la falta de cobertura de un seguro sea el
empleador quien se ocupe en forma directa de correr con estos gastos médicos o una
indemnización pagadera de una sola vez.
 
De la lectura del Artículo 8 de ésta Ley es que se infiere lo anteriormente indicado.
 
Artículo 8.- Los patronos podrán substituir las obligaciones que les imponen los artículos
1° y 3°, de esta ley, por alguna compañía que a costa de aquellos asegure a los operarios,
siempre que esta se halle debidamente constituida y autorizada por el Gobierno y que la
suma que el obrero reciba como pago de seguro, no sea inferior a la indemnización que le
correspondería con arreglo a la presente ley.
 
Como se puede apreciar esta es la primera señal que nos indica que mientras el trabajador
no está asegurado, el empleador asume las indemnizaciones por accidentes de trabajo o por
muerte a consecuencia de accidente de trabajo.
 
Con el objeto de permitir al trabajador un ahorro para cualquier emergencia o necesidad
que se le presente en la vida, ya sea mientras trabaja o quede cesante, por Ley de 25 de
enero de 1924 se establece un ahorro obligatorio obrero que consiste en el descuento del
5% de su remuneración, tal como indican las siguientes disposiciones:
Artículo 1.-  Se establece el ahorro obligatorio obrero para los trabajadores mineros,
tranviarios, ferroviarios y asalariados en general, que se formará con descuentos que
suban hasta el 5% de los salarios diarios.
Artículo 2.- Los patronos y empresarios de industrias depositan mensualmente en
cualquiera de los Bancos de la localidad, en la Sección ahorros, el producto de los
descuentos, acompañando la nómina y procedencia respectiva de los obreros y las sumas
que les corresponden.
Este ahorro en primera instancia era depositado en un Banco, porque no existía una
institución que administre esos fondos, la cual más tarde se crea bajo el denominativo de
Caja de Seguro y Ahorro Obrero por Decreto Supremo de 22 de mayo de 1935 que luego se
convierte en la Caja Nacional de Seguridad Social actual Caja Nacional de Salud.
 
Artículo 1º - Se crea la Caja de Seguro y Ahorro Obrero, instalando de inmediato en ella
la sección correspondiente a la indemnización de los obreros  de empresas mineras
por  accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, conforme a las leyes vigentes, y
para la administración de los fondos de ahorro acumulados por dichos obreros. 
 
No vaya a entenderse que esto solo se aplica a los trabajadores mineros, porque antes y
después de esta norma se amplió los efectos de la Ley de 19 de enero de 1924 a otros
sectores laborales.
 
Artículo 6º- Los asuntos por accidentes del trabajo y enfermedades profesionales que se
hicieren contenciosos se tramitarán con la Caja, la cual, dentro de lo previsto por el
artículo 6º de la ley de 19 de enero de 1924, asumirá la responsabilidad que corresponde
a los patronos en virtud de la facultad de sustituir las obligaciones  que acuerda dicha ley.
Las empresas mineras no quedarán exentas de dar parte a las autoridades, suministrar
certificados y prestar las informaciones que solicite la autoridad, en la forma establecida
por las leyes. 
 
Esta es la segunda señal que nos indica que el empleador se libera de responsabilidad por
pago de indemnización si es que el trabajador se encuentra asegurado, toda vez que por el
Artículo 7 y 9 de este mismo Decreto Supremo se obliga al empleador a realizar pagos para
que el trabajador quede asegurado.  
 
Artículo 7º- Las empresas mineras aportarán en el término de treinta días desde la
organización del Directorio de la Caja, la suma de veinte bolivianos por obrero que figure
al 30 de abril último, en sus planillas debidamente comprobadas y en las de sus
contratistas. Este aporte especial, destinado a formar el capital inicial de la Caja, exime
al patrón minero de toda responsabilidad por enfermedad profesional del obrero
contraída con anterioridad, pero reclamada con posterioridad al presente Decreto, no
pudiendo exceder los dos primeros años la responsabilidad contra la Caja del promedio
pagado por las empresas mineras en los tres años calendarios precedentes (1932 a 1934).
En caso de que las indemnizaciones por enfermedades profesionales cubiertas por la Caja
durante los dos primeros años de su existencia excedieran anualmente del mencionado
promedio, el excedente resultante le será reembolsado por las respectivas empresas.
 
Artículo 9º-  Las empresas mineras y los contratistas de las minas, que hayan suscrito los
respectivos contratos de trabajo con los obreros de su dependencia y que efectúen los
pagos de las planillas de salarios sobre los que debe recaer el aporte a la Caja para
sustituir las obligaciones de los patronos, estarán obligados, cualquiera que sea el capital
con que giren, a depositar en la Caja de Seguro y Ahorro Obrero una cantidad igual al
tres por ciento del total de los salarios netos ganados por sus obreros, sin deducir a estos
suma alguna de sus salarios individuales. Se entenderá por salario neto la suma resultante
en dinero después de descontados los materiales y explosivos. 
El depósito se hará en la Caja acompañando una copia de las planillas respectivas sobre
las que se hizo el pago de salarios. 
 
A través de este Decreto Supremo se da inicio al régimen de seguridad social de corto plazo
para accidentes de trabajo, y largo plazo.
 
La Ley General del Trabajo en Bolivia data del año 1939 aprobada mediante Decreto Ley y
elevado a Ley de la República el 08 de diciembre de 1942; es decir, anterior al Código de
Seguridad Social promulgado el 14 de diciembre de 1956 (14 años después).
 
Ante la inexistencia en ese entonces del Código de Seguridad Social, la Ley General del
Trabajo recuperó muchas de las disposiciones legales anteriores en cuanto a los accidentes
de trabajo y riesgos profesionales en los Arts.79 y siguientes de la LGT. En el Art.97 de la
LGT se menciona que se instituirá; es decir, a futuro, el Seguro Social Obligatorio
destinado no solamente para protección de riesgo profesional o casos de incapacidad, sino
también aquellos casos que no deriven del trabajo.
 
Artículo 97.- Se instituirá para la protección del trabajador en los casos de riesgo
profesional, el Seguro Social Obligatorio, a cargo del patrono.
Abarcará también, los casos de incapacidad, incluso aquellos que no deriven del trabajo,
en cuyo caso sus cargas recaerán sobre el Estado, los patronos y aseguradores.
 
La tercera señal que indica que el empleador no tiene que pagar la indemnización por
muerte del trabajador en accidente de trabajo si éste se encuentra asegurado es el Art. 98 de
la LGT al indicar:
 
Artículo 98.- La institución aseguradora responderá del pago total de las
indemnizaciones, rentas y pensiones quedando, entonces, relevado el patrono  de sus
obligaciones por el riesgo respectivo.
 
Finalmente, el Reglamento de desarrollo parcial de la Ley de Pensiones No.065, aprobado
por Decreto Supremo No.778 de 26 de enero de 2011 en su artículo sexto señala lo
siguiente:
 
Artículo 6.- (DEDUCCIÓN, RETENCIÓN Y PAGO DE LAS CONTRIBUCIONES).
I. El Empleador, con cargo a sus propios recursos, deberá pagar a la GPS hasta el último
día hábil del mes posterior a aquel en que devengan los sueldos o salarios de sus
dependientes, el Aporte Patronal Solidario, Aporte Solidario Minero, cuando
corresponda, y la prima de Riesgo Profesional sobre el Total Ganado de sus
dependientes.
 
Conclusión: Consideramos que, de toda la normativa citada, el Tribunal Supremo de
Justicia con carácter urgente debe modificar la jurisprudencia determinando que no existe
obligación de pago por parte del empleador de la indemnización de 24 sueldos por muerte
en accidente de trabajo si el trabajador se encuentra asegurado a la Caja de Salud y AFP
correspondiente y más cuando es el empleador el que paga la prima de seguro por Riesgo
Profesional.

CONTRATO A PLAZO FIJO


(DURACIÓN y VISACIÓN)
 
Para efectos de estabilidad laboral, se podría decir que el contrato indefinido es la regla y el
contrato a plazo fijo es la excepción. Esta excepción está determinada por la naturaleza de
la labor y no por voluntad del empleador. Si fuera determinada por voluntad del empleador,
éste podría contratar a sus empleados por plazo fijo, aunque la labor fuera propia y
permanente de la empresa, afectando de esta forma la estabilidad de una fuente laboral para
el trabajador sometiéndolo a una constante incertidumbre respecto a su permanencia.
 
Precisamente una de las razones para evitar esta situación inestable, es que por Resolución
Ministerial No.283/62 de 13 de junio de 1962 señala: “Establece que el contrato de trabajo
se pacta esencialmente por tiempo indefinido. Sin embargo, podrá ser limitado en su
duración si así lo impone la naturaleza misma de la obra a ejecutarse o del servicio a
prestarse. En este caso el contrato deberá ser forzosa e imprescindiblemente suscrito en
forma escrita y su duración no excederá de un año; podrá ser renovado por una sola vez,
siempre que el empleador pruebe ante la autoridad administrativa competente la
necesidad absoluta de renovación que en ningún caso se extenderá por más de un año. Si
vencido el término estipulado subsisten las actividades para las que el trabajador fue
contratado, se operará la tácita reconducción del contrato por tiempo indefinido.”   
De esta disposición rescatamos algunos puntos importantes como: 1) El contrato laboral por
regla es indefinido, lo cual refuerza la estabilidad y la certidumbre del trabajador. 2) Su
excepción es limitarlo en su duración si así lo impone la naturaleza de la labor, lo cual
resulta lógico porque no se puede obligar al empleador a mantener a un trabajador en forma
permanente para una labor que por su naturaleza es temporal. 3) Si se pacta a plazo fijo, el
contrato debe ser necesariamente escrito, en cuyas cláusulas se explicará y justificará su
ciclo para que el Ministerio de Trabajo lo autorice, porque si fueran permitidos contratos a
plazo fijo verbales, ¿cómo podría visarlos el Ministerio? 5) Que la justificación de su
renovación por otro plazo fijo debe ser supervisado y aprobado por el Ministerio de
Trabajo, lo que se conoce como visación, aprobación o autorización. La finalidad de esta
aprobación, autorización o visación es que el empleador no burle la estabilidad laboral del
trabajador con relaciones a plazo fijo para labores permanentes y no afecte la certitud que
requiere el trabajador para su sustento y el de su familia. De esto también se infiere que
solo los contratos a plazo fijo son sujetos a visación y no los indefinidos que ya cumplen
con el objetivo de estabilidad.
 
El punto con el que discrepamos de la norma citada es que la duración del contrato a plazo
fijo se limite a un año y una sola renovación, porque con esto se estaría limitando la
periodicidad que impone la naturaleza de la labor, de donde resulta contradictorio restringir
a esa naturaleza propia y desconocer la función del Ministerio de Trabajo que tiene como
función constatar esa realidad.
 
Posteriormente por Resolución Ministerial No.193/72 de 15 de mayo de 1972 se
establece: “Los contratos de trabajo pactados sucesivamente por un lapso menor al
término de prueba o plazos fijos que sean renovados periódicamente, adquirirán la calidad
de contratos a plazo indefinido a partir de la segunda contratación y siempre que se trate
de realización de labores propias del giro de la empresa.”
En consideración al mandato de la RM 283/62 respecto a que los contratos a plazo fijo
deben ser realizados por escrito y por tal motivo tienen que ser visados por el Ministerio de
Trabajo, aquella norma (RM.193/72) no sería necesaria porque se supone que tienen que
contar con la autorización del Ministerio quienes verificarían la pertinencia o no de la
recontratación, por ello consideramos impertinente y contradictorio limitar en forma
general la realización solo de dos contratos a plazo fijo y por una duración máxima de un
año olvidando que es la naturaleza de la labor la que impone su duración, más cuando por
disposición del Art.14 del Decreto Reglamentario No.224 a la Ley General del Trabajo “El
contrato de trabajo celebrado por escrito requiere para alcanzar eficacia jurídica ser
refrendado por el Inspector del Trabajo (…)” Se debe tener presente que esta norma se
refiere a los contratos que por imposición de la norma tienen que ser celebrados por escrito,
por ejemplo: Contrato colectivo Art.18 del D.R., contrato de aprendizaje Art.21 del D.R., y
más tarde por disposición de la RM 283/62 anteriormente citada, los contratos a plazo fijo,
no así los indefinidos y menos los verbales por supuesto.
 
Unos años después, por Decreto Ley No.16187 de 16 de febrero de 1979 en su Art.2, se
reitera que “No está permitido más de dos contratos sucesivos a plazo fijo. Tampoco están
permitidos contratos a plazo en tareas propias y permanentes de la empresa.
(…)”,  precepto que en su primera parte ya no tendría justificación precisamente por lo
expresado anteriormente, salvo la segunda parte de este artículo; es decir, porque el
contrato a plazo fijo debe estar regulado por la duración que impone su propia naturaleza y
bajo la vigilancia del Ministerio de Trabajo, además que ya está claro que los contratos a
plazo fijo deben ser realizados necesariamente por escrito y para alcanzar eficacia jurídica
ser visado por el Inspector de Trabajo, autoridad que tendrá que verificar también que el
contrato no sea a plazo fijo cuando las tareas son propias y permanentes de la empresa.
 
Por lo tanto, el contrato a plazo fijo tiene que ser realizado para labores específicas y por un
periodo de tiempo determinado por su naturaleza propia. Por otro lado, hay que considerar
que pueden existir contratos a plazo fijo para tareas que, si bien son propias de la empresa
más no permanentes, como por ejemplo: 1) Un comerciante se dedica a la venta
permanente de tarjetas teniendo para ello un cierto número de vendedores permanentes con
contrato indefinido. En época navideña por incremento de demanda contrata otros
vendedores, pero éstos, si bien realizarán una labor propia de la empresa, tendrán que ser
contratados a plazo fijo porque la labor no es permanente, es sólo por la época navideña de
alta demanda. 2) Una universidad privada puede contratar a plazo fijo a un docente para
que dicte clases para un postgrado (Diplomado o Maestría) con una duración determinada
que podría sobrepasar de un año, sin que por ser propia de una universidad la tarea de
docencia tenga que estar obligada a suscribir con el docente un contrato indefinido. Como
se puede apreciar, son elementos que precisamente es el Ministerio de Trabajo a través del
Inspector que debe analizar, valorar y autorizar la contratación a plazo fijo.
 
Los contratos a plazo fijo solo proceden para labores eventuales o, para labores que, si bien
pueden ser propias de la empresa, pero no así permanentes. La limitación de la celebración
de contratos a plazo fijo solo a dos, y peor aún, la limitación del contrato a plazo fijo a un
periodo determinado (un año) al margen de ser contradictorio a su esencia, genera enormes
conflictos a los empleadores e inestabilidad laboral y le disminuye importancia a las labores
del Ministerio de Trabajo, porque existen labores de variada naturaleza en la que se
requiere contratar más de dos veces o, la eventualidad no puede limitarse a máximo un año,
pues esa eventualidad de acuerdo a la naturaleza propia de cada actividad puede ser de 6
meses para otra puede ser de 3 años, teniendo que ser precisamente cada circunstancia
objeto de análisis cuidadoso y con mucho criterio por el Inspector de Trabajo, quien
determinará en cada caso si procede o no su contratación o recontratación.
 
En conclusión, resulta sin sentido que el contrato a plazo fijo esté limitado a solo dos
contratos y que máximo tenga una duración de un año. Las limitaciones las debiera
establecer el Ministerio de Trabajo en consideración a la naturaleza de cada caso particular
bajo el consejo del prudente criterio.

IMPROCEDENCIA DEL PAGO DE DESAHUCIO


POR MUERTE DEL TRABAJADOR
 
El Art. 9 del Decreto Supremo No.1260 de 05 de julio de 1948 establece que: “El abandono
del trabajo por causa de muerte no producida por accidente de trabajo ni motivada por
enfermedad profesional, se reputa como retiro forzoso para los efectos de la Ley de 08 de
diciembre de 1942”.
 La jurisprudencia existente sostiene que: “cabe señalar que el art. 1 del DS 1260 de 5 de
julio de 1948, establece el derecho de los herederos a recibir la indemnización por los
años de servicio que prestó el trabajador fallecido; empero, no dispone que por esa causal
tengan derecho a recibir el pago del desahucio. Por su parte el art. 9 del Decreto Supremo
citado, señala que el abandono del trabajo por causa de muerte no producida por
accidente de trabajo ni motivada por enfermedad profesional, como sucedió en autos, se
reputa como retiro forzoso para los efectos de la Ley de 8 de diciembre de 1942. La Ley
invocada, modificó el contenido del art. 13 de la LGT, determinando que cuando fuere
retirado el empleado u obrero por causal ajena a su voluntad, el patrono está obligado
independientemente del desahucio, a indemnizarle por el tiempo de servicios con la suma
equivalente a un mes de sueldo o salario por cada año de trabajo continuo. Debe
entenderse que el "retiro forzoso" al que hace alusión el art. 9 del DS 1260, es para efectos
del pago de la indemnización por tiempo de servicios y no así para el pago del desahucio
que está regulado por el art. 12 de la LGT, pues, de la interpretación armónica y
sistematizada de los preceptos citados, se colige que el legislador boliviano pretendió
otorgar a los herederos del trabajador fallecido, únicamente el derecho a recibir el pago
de la indemnización por el tiempo de servicios prestados y no el pago del desahucio; de lo
contrario, esta figura jurídica estaría consignada dentro de la norma del art. 1 del DS
1260 anteriormente glosado (Auto Supremo No.043 30/03/2006)”; es decir, esta
jurisprudencia solo se limita a indicar que no corresponde el desahucio por muerte, porque
la cesación del trabajador no se produce por voluntad del empleador, siendo el espíritu del
desahucio la sanción al empleador por el despido intempestivo del trabajador, además de
que el Art.9 del DS No.1260 se refiere únicamente a la indemnización y no al desahucio.
 
De la interpretación jurisprudencial antes citada, ratificada por posteriores autos supremos,
no se aclara completamente el sentido de la redacción de esta norma (Art.9 DS 1260),
porque se genera la duda del porqué específicamente se señala en el texto “por causa de
muerte no producida por accidente de trabajo ni motivada por enfermedad profesional, se
reputa como retiro forzoso para los efectos de la Ley de 08 de diciembre de 1942. Esto
llama la atención, porque que si el sentido hubiera sido solo establecer el pago de
indemnización, la redacción de la norma podía tener el siguiente texto: “El abandono del
trabajo por causa de muerte se reputa como retiro forzoso para los efectos de
indemnización” y no especificar la frase “por causa de muerte no producida por accidente
de trabajo ni motivada por enfermedad profesional”, lo cual nos lleva a pensar que existía
un motivo para esta especificación, que tenemos que tratar de descifrar porque la
jurisprudencia no nos brinda mayores elementos.
 Con el objeto de buscar alguna razón, debemos considerar que el Art.13 original de la Ley
General del Trabajo de 1939 decía: “Cuando fuere retirado el empleado u obrero por causal
ajena a su voluntad el patrono estará obligado, independientemente del desahucio, a
indemnizarle por tiempo de servicios, con la suma equivalente a un mes de sueldo o salario
por cada año de trabajo continuo y si los servicios no alcanzan a un año, en forma
proporcional a los meses trabajados, descontando los tres primeros que se reputan de
prueba. Si el trabajador tuviese más de 8 años de servicios, percibirá la indicada
indemnización, aunque se retirare voluntariamente”.
Esta disposición posteriormente fue modificada por Ley de 08 de diciembre de 1942 al
señalar en su Artículo 1. Lo siguiente: “Mientras el Congreso Nacional, estudie y apruebe
el Código de Trabajo, se eleva a categoría de Ley el Decreto Supremo de 24 de mayo de
1939, con las siguientes modificaciones:
El artículo 13 de la ley, dirá: “Cuando fuere retirado el empleado u obrero por causal ajena
a su voluntad, el patrono estará obligado, independientemente del desahucio, a
indemnizarle por tiempo de servicios, con la suma equivalente a un mes de sueldo o salario
por cada año de trabajo continuo; y si los servicios no alcanzaren a un año, en forma
proporcional a los meses trabajados descontando los tres primeros meses, que se reputan de
prueba, excepto en los contratos de trabajo por tiempo determinado que no sufrirán ningún
descuento de tiempo. Se reputa como período de prueba sólo el que corresponde al inicial,
de los primeros tres meses, mas no a los subsiguientes que resulten en virtud de renovación
o prórroga. Si el empleado tuviere más de 15 años de servicios y el obrero más de 8 años,
percibirán la indicada indemnización, aunque se retirasen voluntariamente”.
Esta disposición legal nuevamente fue modificada por el Art.2 de la Ley de 21 de diciembre
de 1948 que decía: “Se modifica el último párrafo del artículo 13° de la Ley General del
Trabajo que queda redactado en la siguiente forma:
"Si el empleado u obrero tuviera más de 8 años de servicio percibirá la indicada
indemnización, aunque se retire voluntariamente".
 
Esta última disposición fue nuevamente modificada por el Art.1 del Decreto Supremo
No.11478 de 16 de mayo de 1974 de la siguiente forma: “Si el trabajador tuviere cinco o
más años continuos de servicios cumplidos, recibirá la indicada indemnización, aunque se
retire voluntariamente. (…)”
 
Por Decreto Supremo No.110 de 01 de mayo de 2009, se establece que el empleado puede
retirarse voluntariamente con goce de indemnización a partir de 90 días de trabajo continuo.
De la redacción de estas disposiciones legales se puede colegir que si el empleado se
retiraba voluntariamente o abandonaba la fuente laboral antes de cumplir 15, 8 y 5 años, no
tenía derecho a recibir la indemnización, por lo que presumimos, que la interpretación de
que se hacía en el pasado de esta previsión, es decir, desde 1942 hasta julio de 1948 (fecha
del DS.1260) se consideraba a la muerte natural como causal de abandono o renuncia
voluntaria sin derecho a pago de indemnización cuando el trabajador moría antes del
cumplimiento de esos 15 u 8 años, salvo que la muerte se produzca por accidente de trabajo
o enfermedad profesional, por ello es que consideramos que ésta fue la razón para que en el
Art.1 y 9 del Decreto Supremo No.1260 de 05 de julio de 1948 se estipule claramente que:
“Artículo 1º.- En caso de muerte del empleado u obrero por causas imputables o no al
trabajo, sus herederos tendrán derecho a recibir la indemnización correspondiente a sus
años de servicio”, despejando el legislador de esta forma cualquier duda sobre el derecho
de los herederos de recibir la indemnización cuando el causante moría antes del
cumplimiento de esos periodos de trabajo.
“Artículo 9.- El abandono del trabajo por causa de muerte no producida por accidente de
trabajo ni motivada por enfermedad profesional se reputa como retiro forzoso para los
efectos de la Ley de 23 de noviembre de 1944 modificatoria del art. 13 de la Ley de 8 de
diciembre de 1942”, descartando la posibilidad de que la muerte natural se repute
como retiro voluntario sin derecho a la indemnización para aquellos trabajadores que no
cumplieron los periodos de trabajo previstos.
El retiro indirecto del trabajador no solamente se produce cuando intempestivamente se
rebaja el salario, sino también cuando se modifican sustancialmente las condiciones
normales del trabajo, como por ejemplo, traslado del trabajador de un lugar a otro menos
conveniente, rebaja de salario, cambio de horario de trabajo menos conveniente, pago
impuntual del salario, etc..
En el caso del traslado de lugar de trabajo, constituye retiro indirecto siempre y cuando no
se encuentre prevista esta posibilidad en el contrato o en el Reglamento Interno de la
Empresa.
Cuando el empleador, por alguna circunstancia, pretenda rebajar el salario o cambiar las
condiciones laborales del trabajador, tiene que darle un preaviso de 3 meses, a la conclusión
de los cuales el trabajador decidirá si permanece en la fuente laboral o se retira, lo cual no
constituye despido injustificado ni indirecto, según lo establecido por el Art. 2 del Decreto
Supremo de 09 de marzo de 1937.

CLASIFICACION DE LOS PROCESOS EN EL NUEVO CODIGO PROCESAL CIVIL


I.- Proceso Ordinario
II.- Procesos Extraordinarios
- Desalojo de vivienda
- Interdicto de recobrar la posesión
- Interdicto de retener la posesión
- Interdicto de obra nueva perjudicial
- Interdicto de daño temido.
III.- Procesos Monitorios
- Ejecutivo
- Entrega de Bien
- Entrega de la Herencia
- Resolución de contrato por incumplimiento de la obligación de pago.
- Cese de la copropiedad
- Desalojo en régimen de libre contratación
- Otros expresamente señalados por Ley.
IV.- Procesos Concursales
- Concurso necesario
- Concurso voluntario
V.- Procesos voluntarios
- Aceptación de herencia
- Apertura, comprobación y publicación de testamento
- Aceptación de la herencia con beneficio de inventario
- Renuncia de herencia
- Sucesión del Estado
- Desaparición y presunción de muerte
- Mensura y deslinde.
- Oferta de pago y consignación
- Traducción de documento en idioma extranjero
- Inscripción, modificación, cancelación o fusión de partidas en el Registro de Derechos
Reales, así como en otros registros públicos, siempre que no estén regulados por Ley
especial.
- Otras señaladas por Ley.

LACTANCIA FUERA O DENTRO LA FUENTE LABORAL


 El Decreto Supremo No.115 de 06 de mayo de 2009, Reglamento a la Ley de Fomento a la
Lactancia Materna y Comercialización de sus Sucedáneos, Ley No.3460 de 15 de agosto de
2006, establece que:
 “Artículo 15.-  (Obligaciones de las instituciones públicas y privadas) Las Instituciones
Públicas y Privadas, tienen las siguientes obligaciones:
 
a)      Permitir a las madres en periodo de lactancia, llevar a sus bebés a sus fuentes de
trabajo y de estudio, para que proporcionen lactancia materna exclusiva durante los seis
(6) primeros meses de vida.
b)      Otorgar a las madres en periodo de lactancia, el descanso establecido en la Ley
General del Trabajo, en caso de que éstas no lleven a sus bebés a sus centros de trabajo.
c)      Adecuar ambientes en los lugares de trabajo y de estudio, para que las madres con
niños lactantes menores de seis meses puedan amamantar en condiciones óptimas.”
 
La Ley General del Trabajo, respecto a las madres trabajadoras, en su Art.61 señala que:
 
“Durante la lactancia tendrán pequeños periodos de descanso al día no inferiores en total
a una hora.”
 
Entre el empleador y la trabajadora pueden convenir un periodo adecuado al día no menor a
una hora para que de lactancia al niño, por ejemplo, salir de la fuente laboral media hora
antes en la primera jornada y media hora al final de la jornada.

CAUSALES DE DESPIDO POR ABANDONO Y RETIRO VOLUNTARIO


¿CORRESPONDE BENEFICIOS SOCIALES?
 
Si bien la Resolución Ministerial No. 447 de fecha 08 de julio de 2009 establece que la
renuncia puede ser verbal, ésta debe realizarse con el plazo de 30 días de anticipación por el
empleado conforme señala el Art.12 de la LGT que se encuentra en plena vigencia. Si no da
el aviso con esa anticipación se activa la multa de un mes de sueldo en contra del trabajador
que debe ser descontada por el empleador.
 
No es cierto que la causal de despido por inasistencia a la fuente de trabajo por más de 6
días haya desaparecido de nuestro ordenamiento legal con la derogatoria de los incisos d) y
f) del Art. 16 de la Ley General de Trabajo, toda vez que si bien ha sido derogado el inc.d)
del artículo citado, esta causal ha sido restituida por el Decreto Supremo No.1592 de 19 de
abril de 1949 al señalar en su Art.7 lo siguiente: “Interrumpirán la continuidad de los
servicios la inasistencia o el abandono injustificado del trabajo cuando excedan de seis
días hábiles seguidos…”, precisamente por esto, es que existen abundantes Autos
Supremos tanto antiguos y recientes que aplican el abandono de trabajo como causal de
despido. Así también existen Sentencias Constitucionales al respecto.
 
Los incs. d) y f) del Art.16 de la LGT, que fueron derogados por Ley de 23 de noviembre
de 1944, han sido en la práctica restituidos de la siguiente forma: El inc. d) (Abandono de
Trabajo por más de 6 días) con el Decreto Supremo No.1592 art.7; el inc. f) (Retiro
voluntario del trabajador), con el Decreto Supremo No.11478 de 16 de mayo de 1974, al
establecer que cuándo un empleado se retira voluntariamente pasados los 5 años de trabajo
continuo recibe su indemnización, entendiéndose que si se retira voluntariamente antes de
cumplir esos 5 años no recibe la indemnización.
 
Lo que se debe considerar ahora es, si corresponde o no el pago de beneficios sociales para
aquellos trabajadores que se hubieran retirado voluntariamente o hubiesen abandonado la
fuente laboral por más de 6 días hábiles de trabajo.
 
Respecto al abandono de trabajo, el Decreto Supremo No.1592 de 19 de abril de 1949 al
señalar en su Art.7 que: “Interrumpirán la continuidad de los servicios la inasistencia o el
abandono injustificado del trabajo cuando excedan de seis días hábiles seguidos…” solo
prevé la causal de desvinculación del trabajador, pero esto no implica que no sea acreedor
al beneficio social de indemnización, porque esta penalidad fue derogada por Ley de 23 de
noviembre de 1944; es decir, la causal fue restituida pero no su penalidad.
 
Respecto al retiro voluntario, el Decreto Supremo No.110 de 01 de mayo de 2009
claramente señala que aquel empleado que haya cumplido más de 90 días de trabajo
continuo tiene derecho al beneficio de indemnización, aunque se retire voluntariamente, lo
que significa que no es necesario que el trabajador cumpla 5 años de trabajo para poder
recibir sus beneficios tal como preveía el Decreto Supremo No.11478 antes citado.
 
En conclusión, en ambos casos corresponde el pago de indemnización siempre y cuando el
trabajador haya trabajado más de 90 días continuos.  

¿EXISTE TODAVÍA EL PREAVISO DE DESPIDO?


 
Es una pregunta muy común.
 
Al establecerse mediante el Decreto Supremo No.28699 que nadie podrá ser despedido sino
solo por las causales señaladas por el Art.16 de la Ley General del Trabajo y Art.9 de su
Decreto Reglamentario No.224 y al haberse eliminado la libre rescisión y contratación
dispuesta por el Decreto Supremo No.21060, se entiende que ya no existe el mecanismo del
preaviso de despido; sin embargo, bajo el consejo de la lógica y el espíritu del preaviso,
naturalmente existen causas que justifican un preaviso de despido sin que aplique la multa
de desahucio a cumplir por el empleador o, acción de reincorporación a interponer por el
trabajador, como por ejemplo;
 
1.- La suspensión del financiamiento otorgado por una entidad extrajera cooperante a una
ONG o FUNDACIÓN, que ya no permitirá la ejecución de programas y proyectos para los
que fueron contratados los trabajadores.
2.- La escases de azúcar que no permite producir bombones generando la necesidad de
prescindir de trabajadores.
3.-  La resolución por parte del contratante, de un contrato de provisión de chompas para
cuyo cumplimiento el proveedor contrató personal adicional.
 
Consideramos que el preaviso es procedente por causas realmente justificadas, aunque no
estén estipuladas en el Art.16 de la LGT y Art. 9 del Decreto Reglamentario citado.

INAMOVILIDAD DE TODOS LOS TRABAJADORES


En la política laboral del Gobierno Nacional se puede identificar dos pilares fundamentales:
Primero, lograr la mayor estabilidad laboral a través de hacer cada vez más difícil el
despido del trabajador y eliminar la libre rescisión y contratación establecida en el Decreto
Supremo No.21060 y; segundo, evitar la tercerización de contratos laborales que tienen
como finalidad evadir cargas laborales para el empleador.
Sin duda son dos pilares fundamentales que acertadamente se viene implementando en
estos tiempos, de donde resulta que del análisis de las normas emitidas durante el Gobierno
del Presidente Evo Morales no solo es inamovible la mujer embarazada, sino todos los
trabajadores, toda vez que por disposición del Decreto Supremo No.28699, nadie puede ser
despedido sino solo por una causa justificada establecida por el Art.16 de la Ley General
del Trabajo y Art.9 de su Decreto Reglamentario No.224 de 23 de agosto de 1943,
precisamente igual que a una mujer embarazada a quien por efectos de la Ley 975 y Art.5
del D.S. No.0012 de 19 de febrero de 2009 solo se la retiraba de la fuente laboral por estas
causales, por lo tanto, el privilegio de inamovilidad ya no solo es de la mujer embarazada
sino de todos los trabajadores.

PAGO DE SEGUNDO AGUINALDO


 
En Bolivia por Decreto Supremo No.1802 de fecha 20 de noviembre de 2013, el Gobierno
Nacional ha dispuesto el pago a los trabajadores por parte de las entidades públicas y
privadas de Segundo Aguinaldo denominado “Esfuerzo por Bolivia” en cada gestión fiscal,
cuando el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) supere el 4,5% (cuatro punto
cinco por ciento).
 
Este beneficio es aplicable a todos los trabajadores que presten sus servicios más de tres
meses continuos en la entidad y siempre que su ingreso a la fuente laboral se produzca
antes del 01 de octubre. Si el tiempo trabajado no alcanzara a los 12 meses de la gestión, el
pago será por duodécimas.
 
El pago de este beneficio debe realizarse hasta el 31 de diciembre, a diferencia del Primer
Aguinaldo que debe efectivizarse hasta el 20 de diciembre.
 
Para el pago de este beneficio debe aplicarse la normativa vigente para el Primer
Aguinaldo, lo que significa que, en caso de incumplimiento del pago en el plazo señalado,
el empleador público o privado debe pagar el doble.

PAGO DE INDEMNIZACIÓN A CUENTA DE LIQUIDACIÓN FINAL y, PAGO


DEFINITIVO
 
Sucede que un empleado suscribió dos contratos laborales a plazo fijo por los cuales a su
conclusión recibió su correspondiente indemnización. Posteriormente firmó el contrato
indefinido en el que se estipuló un salario mayor a los estipulados en los anteriores
contratos.
 
Es muy común la duda que se genera entre empleadores y trabajadores, sobre si el pago de
la indemnización anteriormente efectuado por los contratos a plazo fijo se reputa a cuenta
de liquidación final o, constituye un pago definitivo.
 
De conformidad a lo dispuesto por el Decreto Ley 16187 de 16 de febrero de 1979, en su
Art.4, “Las indemnizaciones por tiempo de servicios pagados por terminación de contratos
suscritos a PLAZO FIJO para ocupaciones permanentes, se reputarán como anticipo de
liquidación final, siempre que no hubiere discontinuidad alguna entre uno y otro contrato,
considerándose como fecha original la de la primera contratación.”
 
Mediante Decreto Supremo No.21431 de 10 de noviembre de 1986 en su artículo único se
aclara que las disposiciones del Decreto Ley 16187 antes citado, son de aplicación
exclusiva a los contratos y relaciones de trabajo a plazo fijo …
 
Por lo tanto, los pagos de indemnización que se realizan por trabajos a plazo fijo, son
considerados A CUENTA DE LIQUIDACIÓN FINAL, y los pagos adelantados que se
realizan en relaciones indefinidas, CONSTITUYEN PAGOS DEFINITIVOS.
CORRESPONDE EL AGUINALDO PARA AQUELLOS QUE
¿PERCIBEN SU SALARIO EN MONEDA EXTRANJERA?
Es muy frecuente la duda relativa a si corresponde o no pagar aguinaldo a aquellas personas
que perciben su salario en moneda extranjera, más comúnmente dólares americanos en
nuestro país.
El Art.3.- de la Ley de 18 de diciembre de 1944 establecía que no correspondía el pago de
aguinaldo para aquellos trabajadores que percibían su salario en moneda extranjera.
Mediante Ley No. 380 de 22 de noviembre de 1950, se hace interpretación de la Ley de 18
de diciembre de 1944 en la que claramente se establece lo siguiente: “Interpretando la ley
de 18 de diciembre de 1944 (…) se reconoce el derecho de empleados y obreros, SIN
EXCLUSIÓN, al aguinaldo anual…”
De donde se concluye que el aguinaldo se paga también a aquellos trabajadores que
perciben el salario en moneda extranjera.

 Manuel Villarroel Vargas


Abogado Corporativo
VI-LEGAL Estudio de Abogados
mvillarroel@vi-legal.com
La Paz-Bolivia
Artículo 375. PRINCIPIO
El proceso monitorio es el régimen conforme al cual, presentado el documento o
documentos constitutivos que demuestren la fundabilidad de la pretensión, la autoridad
judicial, previa verificación de los presupuestos generales de competencia, capacidad y
legitimación, así como los específicos del proceso que se pretende, acoge la demanda
mediante una sentencia inicial.
Con la demanda y la sentencia será citada la parte demandada para que pueda oponer
excepciones en el plazo de diez días.
Si no se opusieren excepciones en el plazo señalado, la sentencia pasará en autoridad de
cosa juzgada y el proceso quedará terminado, entrando en fase de ejecución.
1. Aspectos generales.
1.1. La denominación.
La palabra monitorio significa aviso, amonestación o advertencia (RAE). En este sentido, y
a diferencia de cómo está diseñado en nuestro CPC, en muchos países el monitorio es
concebido como un procedimiento rápido y expedito que busca la creación de un título
ejecutivo para el cobro de deudas de dinero, mediante el llenado de un simple formulario en
el que el acreedor pide se notifique al deudor con su pretensión de cobro. Ante tal
requerimiento, generalmente el acreedor paga la deuda. En caso de existir oposición,
concluye la fase monitoria y se instaura un auténtico proceso ordinario.
En el caso boliviano, en alusión a sus especiales características procedimentales el
legislador designa al monitorio como un “régimen”. Por otro lado, el título del capítulo
tercero lo denomina proceso, si bien caracterizado por su “estructura”.
1.2. Su naturaleza jurídica.
Dada la ubicación sistemática en la que el legislador colocó al proceso monitorio y, sobre
todo, a su particular procedimiento, se evidencia que, en Bolivia, es un proceso especial de
conocimiento. Apoyan esta postura el hecho que la sentencia dictada en estos procesos
tiene calidad de cosa juzgada que impide un nuevo y posterior proceso sobre lo mismo (con
excepción del ejecutivo que, como veremos su naturaleza es de ejecución y no de
cognición).
Se dice que el monitorio tiene una naturaleza jurídica híbrida. Sobre todo, en aquellos
países en los que solo cuando existe oposición del deudor al mandato de pago se abre la vía
de conocimiento. Pero, esto no puede predicarse del monitorio boliviano, en el que están
nítidamente distinguidas las fases de cognición y ejecución. Cognición que existe desde el
primer momento ya que el juez no debe juzgar según la mera alegación de un derecho sino
en atención a documentos ciertos.
1.3. Finalidad.
El proceso monitorio de los arts. 375 y ss. CPC se aparta de la principal finalidad por la que
fue adoptado en múltiples países antes que Bolivia, y que incluso fue establecida como
fundamental en la Comunidad Europea: la tutela rápida y privilegiada del crédito. Enfocado
sobre todo a obtener de forma rápida y sencilla un título ejecutivo que permita ejecutar
obligaciones dinerarias.
El monitorio del CPC busca obviamente la rápida formación de un título ejecutivo de
naturaleza jurisdiccional, pero no sobre obligaciones dinerarias, sino, sobre todo, respecto
de obligaciones de dar. Así lo vemos, por ejemplo, en el monitorio por incumplimiento de
obligación de dar, cuya finalidad es “pedir la entrega de un bien mueble o inmueble que no
fuere una suma de dinero” (art. 388.I CPC), el de entrega de herencia, que se utiliza “para
que haga efectiva la entrega de los bienes a los causahabientes” (art. 389 CPC) y, el
desalojo en régimen de libre contratación, que “tiene por finalidad el desalojo de
inmuebles” (art. 392.I CPC).
Por su parte, la sentencia en el caso de resolución de contrato por falta de pago (art. 390
CPC) es más bien constitutiva, y el proceso sobre cese de la copropiedad busca más bien la
división y en su defecto la subasta del bien (art. 391 CPC).
Como se observa, el monitorio boliviano no busca ser una tutela rápida y privilegiada del
crédito de sumas de dinero. Es más bien, un proceso de cognición especial limitado
únicamente a las cinco pretensiones indicadas en el art. 376 CPC.
2. Demanda y sentencia inicial.
2.1. Presentación de documentos constitutivos.
Para su admisión, salvo los monitorios de desalojo y entrega del bien derivado de contrato
verbal, la pretensión monitoria debe ir acompañada -necesariamente- de un documento en
el que aquella se sustente. Es decir, no puede activarse la vía monitoria ante la sola
alegación del derecho pretendido. Es necesaria su acreditación mediante prueba
documental. Ahora bien, el art. 377 CPC limita el tipo de documento que puede
presentarse: auténtico (en realidad público) o legalizado. Por lo que, -en principio- si
entendemos como tal, “el extendido con las solemnidades legales por un funcionario
autorizado para darle fe pública y se inscribe en un protocolo” (art. 1287 CC), no podría
activarse el monitorio con base en documento privado.
Si la idea del monitorio es una tutela rápida, debiera permitirse la presentación de
documentos públicos o privados ya que, en realidad lo que se busca con el monitorio no es
la oposición del demandado, sino más bien que este acepte la existencia de la obligación. Si
las partes actúan de buena fe la obligación existirá en los parámetros indicados en los
documentos aportados, independientemente de su soporte o su naturaleza pública o privada.
Por lo tanto, la buena fe del demandado también exige que éste la acepte y cumpla la
obligación exigida.
Esto que a primera vista puede parecer una ilusión, dada la acostumbrada litigiosidad, es
precisamente la finalidad del monitorio. El proceso se sustenta en pretensiones específicas
que hacen suponer que no existirá oposición del demandado. Lo que no significa que,
jurídicamente -y los hechos-, el demandado tenga la posibilidad de defenderse.
2.2. La fundabilidad de la pretensión.
La Ley exige que el juez valore no solo los aspectos formales documento base de la acción,
como lo hace en los procesos de ejecución (que sea título ejecutivo, su liquidez y
vencimiento), sino que valore la prueba documental en relación a la fundabilidad de la
pretensión. Es decir, exige al juzgador una cognición plena sobre el derecho discutido y
hecho valer en el monitorio.
No se trata solo de comprobar la existencia de los presupuestos generales de la acción y los
requisitos específicos de admisibilidad. Se trata de una auténtica sentencia que resuelve y
define el fondo de la controversia, ya que el art. 395 CPC exige que se cumplan los
requisitos de toda sentencia que pone fin a un proceso en primera instancia. Esta resolución
adquirirá firmeza, ejecutabilidad y será cosa juzgada si no se oponen excepciones o si estas
son rechazadas.
Dado el alcance de la cognición, lo resuelto por el juez en la sentencia inicial aconsejan, a
fin de no lesionar el derecho a la defensa, la amplia defensa del demandado. Es decir, sin
límite tasado de excepciones.
2.3. Previa verificación de los presupuestos.
La admisión de la demanda no es automática. El juez deberá revisar que se cumplen los
presupuestos procesales aplicables a todo tipo de proceso (v.gr., jurisdicción y
competencia, etc.). Pero también que la pretensión que se intenta sea una de las autorizadas
por el art. 376 CPC y, por lo tanto, “tramitable” por la vía monitoria. De no ser así, deberá
encauzar el procedimiento (ordinario o extraordinario, según corresponda) o, si procede,
rechazarla in limine por improponible (art. 24.1 CPC).
Estos presupuestos son:
Generales. Respecto de los presupuestos generales, el artículo establece que el juez debe
apreciar de oficio su competencia (conforme las reglas de los arts. 12 y ss. CPC), y la
capacidad y legitimación de las partes (de acuerdo a las normas de los arts. 27 y ss. CPC).
A lo que hay que agregar que deberá también hacerlo con la representación, cosa juzgada y
transacción, conforme autoriza el art. 128.II CPC.
Específicos. Según el tipo de pretensión monitoria de que se trate. Por ejemplo, en el
monitorio de cumplimiento de obligación de dar, el actor deberá acreditar la existencia de
la obligación del demandado y, en su caso, el cumplimiento por su parte de la prestación
(art. 388.I CPC). En el de cese de la copropiedad, la imposibilidad de cómoda división del
bien (art. 391 CPC).
2.4. Se acoge la demanda mediante sentencia inicial.
Una de las principales características del procedimiento monitorio es la inversión del
contradictorio. Aquí se rompe el esquema del proceso ordinario (conciliación, demanda,
contestación, audiencias previa y preliminar, sentencia) y se adopta el siguiente: demanda,
sentencia inicial, excepciones, sentencia definitiva.
1) Demanda. A diferencia de los monitorios en otras legislaciones (que se inicia por una
mera solicitud, incluso mediante un formulario y sin necesidad de abogado), nuestro
monitorio inicia con demanda, la que deberá cumplir con las exigencias del art. 110 CPC.
La interposición de la demanda monitoria es directa, ya que la Ley no exige la conciliación
previa. Si bien esta puede intentarse, si así lo decide el actor (art. 294 CPC). La norma es
clara, respecto a la opción que tiene el demandante de pedir la conciliación previa o no. Por
lo que, de no ser requerida por el actor, se deberá entender que el demandante no quiere
hacer uso de la opción que le confiere el art. 294 CPC. Por eso no nos parece acertado el
criterio adoptado por el art. 15.I.3 del Protocolo de Aplicación del Código Procesal Civil
que establece que el juez debe remitir al conciliador la demanda monitoria que no contenga
un rechazo expreso a la conciliación. Esto no es lo que ordena el art. 294 CPC. Decir que la
conciliación previa es opcional para el demandante (art. 294 CPC), es muy distinto a
imponer que el actor, en la demanda, renuncie expresamente a la conciliación (art. 15.I.3
Protocolo). La Ley procesal en ningún momento pide una renuncia expresa. Por el
contrario, la manifestación expresa del art. 294 CPC es sobre la voluntad de conciliar.
Por otro lado, dada la escueta y deficiente regulación del proceso monitorio en el CPC, la
Ley deja sin resolver algunas cuestiones de importancia, como ser: (1) si es posible ampliar
o modificar la demanda o, (2) acumular pretensiones.
De nuestra parte consideramos que ambas opciones son posibles. La ampliación o
modificación podrá hacerse, dada la inversión del contradictorio, hasta antes de la sentencia
inicial; téngase en cuenta que el demandado será citado con la demanda y la sentencia.
Respecto de la segunda, considero que son acumulables pretensiones monitorias entre sí, en
caso que lo que se busque sea sustanciarlas bajo los trámites de los arts. 375 y ss. CPC. Es
una exigencia expresa de los arts. 114.3 y 345.II.3 CPC.
Sin embargo, y siempre hablando de la acumulación inicial de pretensiones, considero que
pueden demandarse y sustanciarse pretensiones monitorias y no monitorias, pero no por la
vía de los arts. 375 y ss. CPC, sino por las del proceso ordinario. Dos razones sustentan esta
opción: (1) se gana en economía procesal, ya que no se sustanciarán dos procedimientos
(uno monitorio y otro ordinario, sino uno solo) y, (2) gana también el demandado al
sustanciarse ambas pretensiones por una vía más garantista.
2) Admisión o rechazo de la demanda. Presentada la demanda, conforme las facultades
indicadas en el art. 113 CPC, el juez podrá pedir su subsanación o rechazarla por
manifiestamente improponible, así como dar el cauce procedimental adecuado (ordenar que
la pretensión se tramite por la vía del ordinario y no del monitorio).
3) Sentencia inicial. A la presentación de la demanda el juez todavía no decreta el traslado
de la misma, sino que directamente dicta sentencia sobre el fondo de la pretensión. Este
fallo inicial no requiere audiencia alguna y se sustenta solamente en la valoración de la
prueba documental aportada por el demandante.
Es una sentencia, si vale el término, condicionada; es decir, en caso de no existir oposición
la sentencia devendrá en firme y con calidad de cosa juzgada. Por ello la importancia de la
labor del juez al momento de calificar el cumplimiento de los presupuestos procesales y los
requisitos propios de la pretensión que se intenta.
Esta sentencia deberá cumplir, al igual que la del ordinario, con las exigencias del art. 213
CPC (art. 395.I CPC).
3. Citación al demandado.
Con la demanda y la sentencia se citará al demandado.
Tal vez la parte más delicada del monitorio sea la de la citación con la demanda. De una
correcta citación depende la validez de la sentencia y, en consecuencia, la fiabilidad del
sistema.
El artículo no establece reglas especiales para esta citación, por lo que habrá que estar a las
normas generales de los arts. 73 y ss. y 117 y ss. CPC.
En esta fase, nuevamente el papel del juez es determinante a fin de lograr una efectiva
comunicación de la demanda monitoria, permitiendo de esta manera el ejercicio del
derecho a la defensa.
4. Excepciones.
Oposición mediante excepciones.
Citado con la demanda, el demandado tiene diez días para oponer excepciones. Es lo que
dice la Ley. Dado que se trata de un auténtico proceso de conocimiento que concluye con
sentencia con calidad de cosa juzgada, el término de las excepciones debe entenderse en su
más amplia acepción como defensa u oposición general, sin que estas se limiten solamente
a las indicadas en el art. 394 CPC. Téngase en cuenta que no se admite el ordinario
posterior (salvo en el ejecutivo, dada la limitación de sus defensas). Por lo que se afectaría
innecesariamente el derecho a la defensa, si se interpretase que las únicas excepciones
posibles en los monitorios de los numerales 2 al 5 del art. 376 CPC son las únicas posibles.
Si no se interponen excepciones. Si no se oponen excepciones el proceso concluye. Y la
sentencia inicial, dictada por el juez al admitir la demanda, adquiere ope legis firmeza y
cosa juzgada. Aquí se observa la importancia de la correcta citación al demandado ya que,
la sola preclusión del plazo para excepcionar confiere firmeza a la sentencia, la que ya no
podrá ser apelada y podrá ser directamente ejecutada. Es decir, la no oposición a la
sentencia monitoria tiene como principal efecto la constitución de pleno derecho de un
título ejecutivo de naturaleza jurisdiccional.
Allanamiento o cumplimiento de la obligación requerida. También el proceso podrá
concluir con el cumplimiento de la obligación exigida al demandado (v.gr., entrega de la
cosa o desalojo voluntario). En cuyo caso el proceso de ejecución será innecesario.
Si se interponen excepciones. La oposición al proceso monitorio abre una auténtica fase
declarativa.
El artículo no lo dice, pero el respeto a los principios de contradicción y audiencia exige
que las excepciones se corran en traslado al demandante, tiendo el mismo plazo de diez días
para contestar.
La norma tampoco establece si para resolver las excepciones y/o valorar la prueba
propuesta y/o aportada por el demandado será necesario fijar audiencia. A pesar de este
silencio, podemos concluir que esta deberá sustanciarse en audiencia. Es la base del nuevo
proceso civil boliviano. Además, es lo que establece para los demás procesos de
conocimiento (dos audiencias para el ordinario, una para el extraordinario) e incluso para el
ejecutivo, en cuyo caso las excepciones se resuelven en audiencia conforme las reglas del
proceso extraordinario (art. 382 CPC).

Artículo 396. RECURSOS Y EJECUCIÓN


En materia de recursos se aplicará en lo pertinente lo previsto en el Artículo 385 del
presente Código.
Ejecutoriada la sentencia y vencidos los plazos señalados en el Parágrafo II del Artículo
anterior, se expedirá mandamiento de lanzamiento con facultad de allanar. El mismo podrá
ejecutarse en días y horas hábiles. Los bienes lanzados serán entregados al arrendatario y en
su caso al depositario que designare la autoridad judicial.
Si existiere resistencia del arrendatario o de terceros, la fuerza pública prestará el auxilio
necesario sin otro requisito que la sola exhibición del mandamiento.
Si el desalojo se produjere por falta de pago de alquileres, a petición de parte, la autoridad
judicial dispondrá la retención de los bienes muebles indispensables para garantizar el pago
de los alquileres devengados, con excepción de los enumerados en el Artículo 318 del
presente Código, pudiendo el demandante ser nombrado depositario.

Artículo 395. RESOLUCION


En este tipo de procesos se aplicará en lo pertinente lo dispuesto en el Artículo 213 del
presente Código.
La sentencia inicial dispondrá, en procesos de:
Cumplimiento de obligación, la entrega del bien o bienes individualizados, bajo
conminatoria de expedirse mandamiento de desapoderamiento.
Entrega de herencia, la posesión de los bienes a los herederos, bajo conminatoria de
expedirse mandamiento de desapoderamiento.
Resolución de contrato, la extinción del contrato, más pago de daños y perjuicios.
Cese de copropiedad, la subasta del bien o bienes.
Desalojo, la devolución del bien, bajo alternativa de lanzamiento o desapoderamiento,
según corresponda.
En todos los casos en relación al plazo, se aplicará lo previsto en el Artículo 399 Parágrafo
III, del presente Código.

Artículo 394. EXCEPCIONES


Citada la parte demandada, dispondrá de un plazo de diez días para oponer en un mismo
acto todas las excepciones que tuviere contra la demanda, acompañando toda la prueba
documental de que disponga y mencionando los medios de prueba de que intentare valerse.
La parte demandada podrá oponer las siguientes excepciones:
Incompetencia.
Falta de personería en el demandante o en el demandado o en sus representantes, por
carecer de capacidad civil para estar en juicio o de representación suficiente.
Falta de legitimación.
Litispendencia.
Demanda interpuesta antes del vencimiento del término o el cumplimiento de la condición.
Falsedad del título con el que se sustentare la demanda. Esta excepción podrá fundarse
únicamente en adulteración del documento. Si hubiere mediado reconocimiento expreso de
la firma, no procederá la excepción de falsedad.
La prescripción o caducidad.
Cumplimiento o incumplimiento de la obligación.
Compensación.
Remisión, novación, transacción, conciliación y compromiso documentado.
Cosa juzgada.
Artículo 393. PROCEDENCIA
El desalojo de locales de comercio, industria, oficinas y otros análogos, sujetos al régimen
de libre contratación, procederá por fenecimiento del plazo del contrato o por
incumplimiento de cualquiera de sus obligaciones.
La autoridad judicial concederá en sentencia para la entrega de los inmuebles, los plazos
siguientes:
Para tiendas, depósitos, pulperías, oficinas, consultorios, bares, cantinas, salones de bailes y
análogos, treinta días.
Para casas comerciales, restaurantes, confiterías, comedores, hoteles, industrias menores y
otros análogos, sesenta días.
Para sanatorios, clínicas y establecimientos industriales con más de veinte trabajadores,
noventa días.

Artículo 392. DESALOJO EN RÉGIMEN DE LIBRE CONTRATACIÓN


Este proceso tiene por finalidad el desalojo de inmuebles, sometidos al régimen de la libre
contratación, que no constituyen vivienda, cuya tenencia se concedió en virtud de contrato
de arrendamiento celebrado por escrito o verbalmente.
Se acompañará a la demanda los documentos que prueben la relación contractual y en caso
de ser verbal, se procederá conforme al Artículo 377 Parágrafo I, del presente Código.
Para el desalojo de vivienda se acudirá al proceso extraordinario.

Artículo 391. CESE DE LA COPROPIEDAD


Podrá demandarse el cese del estado de copropiedad común o sin indivisión forzosa que
haya tenido origen contractual, cuando exista imposibilidad de la cómoda división del bien,
para su venta en pública subasta.
Este monitorio es la materialización del derecho que asiste a todo copropietario a pedir la
división del bien. En este sentido, reza el art. 167.I Código Civil que “nadie está obligado a
permanecer en la comunidad y cada propietario puede pedir en cualquier tiempo la división
de la cosa común”.
La acción deberá intentarse contra todos los copropietarios en régimen de litisconsorcio
pasivo necesario, ya que el bien no puede dividirse respecto de unos y no de otros.
Las condiciones de la acción son principalmente dos:
Que exista una copropiedad. Por copropiedad debe entenderse, conforme los arts. 158 y ss.
Código Civil, el régimen por el que una misma cosa pertenece a varias personas. La
existencia de la copropiedad, y por lo tanto la legitimación para interponer este monitorio
es independiente del porcentaje de cuota de cada copropietario.
Que esta tenga origen contractual. La petición solo podrá estar encaminada a obtener la
división y, si imposible, la venta judicial del bien. La norma es clara y no deja lugar a
dudas: el proceso monitorio de cese de la copropiedad solo procede cuando el origen de
esta es contractual. Por lo que queda fuera de su ámbito de aplicación la copropiedad cuyo
origen sea distinto del contractual (v.gr., herencia o mandato de la Ley). En estos casos la
división o subasta de la cosa común no podrá sustanciarse por la vía del proceso monitorio.
Por ejemplo, la división de bienes hereditarios se podrá intentar por la vía incidental o el
proceso ordinario (art. 478 Código Procesal Civil). Si el actor intentase dividir los bienes
hereditarios por la vía del proceso monitorio, el demandado podrá reclamar por el
procedimiento inadecuado.
Esta exclusión de la copropiedad de origen hereditario (en cuanto al procedimiento del art.
391 Código Procesal Civil) se justifica porque la copropiedad hereditaria tiene sus
complicaciones propias, diferentes a la copropiedad contractual. Lo que significa que en el
mismo proceso ordinario muchas veces se discutirá la calidad de heredero como
un prius para decidir sobre el fondo de la pretensión (el cese de la copropiedad).
El hecho que el cese de la copropiedad de un bien hereditario no se pueda sustanciar por la
vía del monitorio del art. 391 Código Procesal Civil (norma de carácter procesal), no
excluye la aplicación de las reglas sobre división de la herencia contenidas en los arts. 1233
a 1253 Código Civil (normas de carácter material).
Será un impedimento para lograr una sentencia favorable, que las partes hayan pactado
permanecer en la comunidad, pacto que no podrá exceder los cinco años (art. 167.II Código
Civil). Pero el mismo Código Civil permite al juez, por “circunstancias graves”, ordenar la
división antes de dicho plazo. Circunstancias que deberán probarse al interponer la
demanda monitoria, siempre teniendo en cuenta que la carga de aportar prueba documental
es válida respecto de la copropiedad de origen contractual (que da origen a la acción
monitoria), exigencia que no alcanza a la probanza de las circunstancias graves que
permitan anticipar el plazo de indivisión del bien, por lo que estas podrán probarse por
cualquier medio admitido en el Código Procesal Civil.
Si el bien no fuera divisible, por cualquier causa (v.gr., pacto entre partes -art. 167.II
Código Civil-, la naturaleza misma del bien -art. 168 Código Civil-, o disposición legal -art.
170 Código Civil-) el juez podrá ordenar la venta del bien en pública subasta la que estará
sujeta a las siguientes reglas:
Si el demandante pidió solo la división no puede el juez ordenar de oficio la subasta del
bien, esta procede siempre a pedido de parte, ya que puede ser del interés del actor la
división, pero no la venta del bien;
Las normas aplicables serán las contenidas en los arts. 416 a 428 Código Procesal Civil, en
sede de ejecución coactiva de sumas de dinero y;
Subastado el bien se distribuirá la suma obtenida de forma proporcional a la cuota parte de
cada propietario.
Artículo 390. RESOLUCIÓN DE CONTRATO POR FALTA DE PAGO
Cuando se demande, previa la intimación hecha conforme al Artículo 377 Parágrafo II, del
presente Código, la resolución de contrato por falta de cumplimiento de la obligación de
pago, la parte actora acreditará, mediante documento reconocido ante autoridad
competente, o dado por reconocido, o voluntariamente reconocido ante notario de fe
pública, el contrato cuya resolución se demanda por incumplimiento, así como, en su caso,
el cumplimiento de la obligación que le es propia.
El legislador también estableció el proceso monitorio como cauce procedimental para
obtener la resolución de contrato cuando la causa de pedir es el incumplimiento de la
obligación de pago. A continuación, se explican los distintos aspectos del art. 390 Código
Procesal Civil.
1. Intimación previa.
El monitorio de resolución de contrato por falta de pago es uno de los dos procesos para los
que el legislador establece la intimación previa (el otro es el desalojo por impago de
alquileres).
Esta intimación, según ordena el art. 390 Código Procesal Civil, debe hacerse conforme las
reglas del art. 377.II Código Procesal Civil. Por lo tanto, como esta norma establece que
procede a pedido de parte, si el demandante no la pide no puede el juez ordenarla de oficio.
En caso de hacerse la intimación esta se ejecutará antes de la demanda. La Ley no indica
cómo debe hacerse el pedido formal de intimación. En todo caso no parece que deba
exigirse al actor los mismos requisitos de la demanda en general (art. 110 Código Procesal
Civil) o los de esta acción monitoria en concreto (acreditar el contrato y el cumplimiento de
la obligación del actor), ya que estos son condiciones de admisibilidad de la demanda
propiamente dicha, y presupuestos para una sentencia favorable.
La norma tampoco indica el contenido de la intimación. Pero es posible entender que el
actor pedirá se intime al futuro demandado a fin de obtener el cumplimiento de la
obligación (el pago), y evitar la resolución del contrato.
2. Prueba documental.
Como presupuestos de admisión la demanda monitoria deberá ir acompañada de prueba
documental que acredite: (1) la existencia del contrato y, (2) el cumplimiento de la
obligación del actor, si acaso exigible en el contrato.
El contrato.
Este monitorio se activa para una pretensión específica: la resolución de un contrato. Por
ello, para que el juez lo declare resuelto, el demandante debe probar en primer lugar que
dicho contrato existe.
Por su parte, si bien el art. 377.I Código Procesal Civil exigía, con carácter general, que el
documento base de cualquier monitorio sea el documento auténtico o legalizado, el art. 390
Código Procesal Civil permite que el juez declare la resolución de un contrato privado
reconocido ante notario o dado por reconocido por el juez (v.gr., medida preparatoria).
El cumplimiento de la obligación del actor.
Esta norma tiene sentido cuando se intente la resolución de un contrato sinalagmático.
Por otro lado, el art. 390 Código Procesal Civil no pide que el demandante acredite el
incumplimiento del demandado. Lo que no impide que, de ser posible, lo haga. La norma
no lo exige porque se trata de un hecho negativo (el no pago), que muchas veces será
imposible de probar para el actor. Por ello, la carga de probar el cumplimiento de la
obligación de pago, a fin de evitar la resolución del contrato, pesa sobre el demandado.
3. Resolución de contrato.
Dada las características y finalidad del proceso monitorio, la única pretensión que puede
ejercitarse en este monitorio es la de resolución de contrato. Lo que significa
principalmente dos cosas:
Que la resolución solo podrá fundarse en el incumplimiento del pago por parte del
demandado. Cualquier pretensión de resolución que tenga como causa de pedir un hecho
distinto al incumplimiento de pago debe dilucidarse por la vía del proceso ordinario.
Que no podrán acumularse otras pretensiones. La imposibilidad de acumulación de
pretensiones distintas de las monitorias (que deben sustanciarse por la vía del proceso
ordinario) no excluye la posibilidad de acumular pretensiones accesorias a la resolución de
contrato por falta de pago. Por ejemplo, de la pretensión de pago de daños y perjuicios, o
devolución de la cosa. Ambas se justifican por ser consecuencia de la resolución.
En efecto, el Código Procesal Civil permite acumular pretensiones y, más allá de ser el
cauce procedimental de pretensiones específicas, no hay prohibición expresa de
acumulación en el monitorio. Lo único que exige el art. 114 Código Procesal Civil es que
las pretensiones sean análogas o conexas, no contrarias entre sí, y que puedan
sustanciarse por el mismo procedimiento.
Además, los arts. 568, 622, y 639 CC indican que se puede pedir la resolución más el
resarcimiento de daños. Pero no indican la vía procesal para ello. Lo que permite barajar
dos opciones:
Se tramita por el monitorio la resolución y el resarcimiento o,
Se tramita la resolución por el monitorio y el resarcimiento en proceso ordinario aparte.
Esta opción parece más acorde con la efectividad de los derechos y el principio de celeridad
(art. 1.10 Código Procesal Civil). Justifica esta interpretación el art. 395.II.3 Código
Procesal Civil el cual establece que en la sentencia inicial el juez dispondrá la resolución
del contrato y el pago de daños y perjuicios.
Por último, en el caso del contrato de venta, conforme el art. 365 CC, esta acción monitoria
de resolución de contrato también está sujeta al plazo de caducidad (prescripción, indica la
norma) de 6 meses.
Artículo 389. ENTREGA DE LA HERENCIA
Cuando un tercero obstaculice a los herederos la toma de posesión de los bienes sucesorios,
sin acreditar ningún derecho sobre ellos, será citado en la vía del proceso monitorio para
que haga efectiva la entrega de los bienes a los causahabientes.
El monitorio de entrega de herencia está sujeto a las siguientes condiciones:
Que se trate de un bien adquirido por sucesión hereditaria,
Que un tercero impida u obstaculice la toma de posesión del bien y,
Que la negativa de la entrega de la posesión se haga sin que el tercero tenga derecho sobre
ello.
Bien adquirido por sucesión hereditaria.
En primer lugar, el bien sobre el que se pide la posesión debe ser hereditario, lo que en
principio se puede acreditar con la correspondiente declaratoria de herederos, así como
también con la simple comprobación de la relación hereditaria ya que “la herencia se
adquiere por el solo ministerio de la Ley desde el momento en que se abre la sucesión” (art.
1007.I CC). Nótese que este monitorio no define la calidad de heredero, sino que la
presupone. Ésta es solo tomada en cuenta a efecto de la procedencia de la exigibilidad de la
entrega de la cosa. En el fondo también determina la legitimación (activa, el heredero).
Por otro lado, la norma no aclara qué sucede en:
Los casos de coherederos,
Si se refiere a todo tipo de bienes, y
Si es posible utilizar este monitorio cuando el heredero sea titular de todo el bien o solo una
parte de él.
Sobre el primer aspecto considero que no es necesario que todos los herederos hagan valer
su derecho en el proceso monitorio, ya que la aceptación de la herencia es un derecho
individual que se ejerce separadamente (art. 1019.II CC).
Por lo tanto, en el caso de varios coherederos es válida la actuación de solo uno de ellos.
Cuestión distinta será la relación entre coherederos, que no se discute en este monitorio.
Si bien la norma no distingue si se trata de bienes muebles o inmuebles, podemos entender
que se aplica a todo tipo de bienes, aunque posiblemente sea más utilizado en el caso de
inmuebles y muebles sujetos a registro.
Por último, e íntimamente relacionado con el primer aspecto, es posible la vía monitoria
aún en los casos de derechos parciales sobre la cosa.
Que un tercero impida u obstaculice la toma de posesión del bien.
La segunda condición es que quien impida u obstaculice la posesión del bien sea un tercero,
es decir, no podrá ser coheredero.
Sin que el tercero tenga derecho sobre ello.
Puede suceder que el tercero esté en posesión del bien con título suficiente que le habilite
para ello. Así sucederá, por ejemplo, en casos en que el tercero posee el bien a título de
usufructuario, arrendatario o anticresista. Lo importante, en cada uno de estos supuestos, es
que el tercero demuestre su derecho, sin que esta actividad probatoria esté limitada
solamente a los documentos.
Artículo 388. CUMPLIMIENTO DE OBLIGACION DE DAR
Por este proceso, la parte actora podrá pedir la entrega de un bien mueble o inmueble que
no fuere una suma de dinero, adeudada por mandato de la Ley, testamento, contrato, acto
administrativo o declaración unilateral de voluntad en los casos en que ésta pueda
imponerse con carácter obligatorio, siempre que la parte actora acredite la obligación de
entregar y, en su caso, el cumplimiento por su parte de la prestación que le es
correspondiente, mediante documento público o privado reconocido o dado por reconocido
ante la autoridad judicial o reconocido voluntariamente ante notario de fe pública, o con la
justificación que prevé el Artículo 377, Parágrafo I del presente Código.
Desde el momento de su citación con la intimación, la parte demandada quedará en calidad
de depositario, bajo las responsabilidades civiles y penales inherentes al caso; salvo que la
autoridad judicial según las circunstancias determine el secuestro.
1. Aspectos previos sobre el monitorio de entrega del bien.
El art. 376.2 Código de Procesal Civil lo denomina monitorio de “entrega del bien”, y el
art. 388 Código de Procesal Civil, de “cumplimiento de obligación de dar”. Este proceso es
útil, por ejemplo, en los casos de compra de bien mueble a plazo, arrendamiento de bienes
muebles o anticresis.
Se trata de un supuesto donde el derecho (a la entrega del bien) es dudoso o controvertido.
Es por eso que se activa este monitorio (de lo contrario se activaría directamente la tutela
ejecutiva), para obtener una declaración judicial (sentencia) que decida y defina el derecho
del demandante a obtener la cosa. Solo con la sentencia inicial no impugnada, o la
definitiva favorable al actor (contra la que no se haya interpuesto apelación), el derecho
dejará de ser controvertido. También es posible activar este monitorio cuando existan
obligaciones recíprocas. El art. 388.I Código de Procesal Civil indica que el demandante
debe acreditar la obligación de entregar por parte del demandado y, “en su caso” (es el
término utilizado por el legislador, es decir: cuando proceda), “el cumplimiento por su parte
[el demandante] de la prestación que le es correspondiente”.
Proceso monitorio de cumplimiento de obligación de dar Vs. Proceso de ejecución por
obligación de dar.
Los procesos monitorios se distinguen de los de ejecución en que, en aquellos, la obligación
no es directamente ejecutable. Precisamente por eso se acude al monitorio: por la carencia o
ausencia de título de ejecución.
En este contexto, la diferencia entre ambos procesos es sustancial: en el proceso monitorio
se busca la creación del título pasible de ejecución; en el proceso de ejecución directamente
se ejecuta lo contenido en el título. Así, en el proceso de ejecución por obligación de dar
(art. 429 Código de Procesal Civil), el poder coercitivo del Estado se activa directamente
contra el obligado, sin más requisito que la presentación del título que la contenga (v.gr.
Sentencia, laudo o acta de conciliación). Por su parte, se acude al monitorio de
cumplimiento de obligación de dar, para lograr la declaración judicial del derecho, que
posteriormente será ejecutado.
2. Ámbito de aplicación.
Entrega de bien mueble o inmueble.
Este proceso tiene un amplio margen de aplicación, ya que sirve para acreditar la existencia
de una obligación de entregar (dar) un bien mueble o inmueble. Siendo indistinto si este es
registrable o no, fungible o no fungible, material o inmaterial (arts. 75 a 82 CC). La única
limitación del artículo es que no se trate de suma de dinero. Limitación que nosotros
criticamos dada su comprobada utilidad, en muchos países, precisamente respecto de este
tipo de obligaciones.
Documento que contiene la obligación.
La obligación antes descrita deberá estar consignada en un:
Contrato,
Testamento,
Acto administrativo,
Declaración unilateral de voluntad o,
Directamente por mandato de la Ley.
Siendo en los cuatro primeros casos necesario acreditar la obligación mediante documento
auténtico o legalizado (art. 377.I Código de Procesal Civil), sea este público o privado
reconocido (art. 388.I Código de Procesal Civil). Reconocimiento que se podrá hacer
voluntariamente ante notario o autoridad judicial.
El art. 377 Código de Procesal Civil establece que el documento base de la acción
monitoria tiene que ser auténtico o legalizado. Pero, por otro lado, el art. 388 Código de
Procesal Civil permite también iniciar acción con base en un documento privado
reconocido o dado por reconocido. Al ser esta última norma especial, se aplica con
preferencia al art. 377 Código de Procesal Civil.
Obligación contenida en contrato verbal.
La Ley también permite sustentar el monitorio del art. 376.2 Código de Procesal Civil en
contrato verbal (arts. 377.I y 388.I Código de Procesal Civil). En este caso, indica la norma,
la existencia del contrato se establecerá por la vía incidental.
El art. 377.I Código de Procesal Civil se refiere a una “etapa preliminar” de esta vía
incidental. Pero no deja claro si este procede antes o después de la interposición de la
demanda. Y la respuesta no es sencilla.
Por un lado, el incidente es accesorio a un proceso principal y, por lo tanto, este solo
debiera activarse cuando tal proceso exista, es decir, luego de la presentación de la
demanda.
Por otro lado, el requisito o presupuesto de la demanda monitoria es la existencia de una
obligación documentada o, en su caso, probada vía incidental, por provenir de contrato
verbal, la que, para cumplir con el requisito de procedencia debiera estar probada antes de
la demanda.
Pero es posible interpretar el art. 377.I Código de Procesal Civil como una norma que
permite, como excepción, presentar demanda monitoria sin prueba documental cuando la
obligación proviene de contrato verbal. En este caso, luego de la presentación de la
demanda y previo a dictar sentencia inicial, y por lo tanto a la notificación al demandado,
debe probarse la existencia del contrato (y de la obligación).
Pero el problema que surge ahora es el determinar si la existencia del contrato verbal se
debe resolver con noticia al demandado.
Si el incidente sobre existencia del contrato verbal -previo a la sentencia inicial- se
sustancia con citación al demandado, se pierde la esencia del monitorio: la contradicción
invertida. Al tramitarlo de esta manera el demandado tomará conocimiento del proceso
antes de la sentencia inicial.
Considero que, a la luz y finalidad monitorio, la existencia del contrato verbal debe
resolverse sin noticia del demandado. De lo contrario no tiene sentido esta “etapa
preliminar”. Con esto se conserva la inversión del contradictorio, esencia de nuestro
monitorio. Y no se vulnera el derecho a la defensa, ya que al ser citado el demandado podrá
plantear las excepciones que estime pertinente, evitando de esta manera (si son declaradas
probadas) los efectos negativos de la sentencia.
A la misma solución se llega por otra vía. Y es que no parece que se trate de un incidente
propiamente dicho. Esto porque la alegación de la ausencia de documento, así como los
elementos probatorios sobre la existencia del contrato verbal se harán en la demanda
monitoria. Lo que significa que el juez podrá resolver en la misma sentencia inicial sobre la
existencia de contrato y la pretensión del actor.
Citación con intimación.
En la sentencia, el juez deberá intimar al demandado a la entrega del bien, estableciendo un
plazo para el efecto, bajo conminatoria de desapoderamiento (art. 395.II.1 Código de
Procesal Civil). La norma también establece que desde el momento de esta citación el
demandado queda en calidad de depositario del bien.
Esta calidad de depositario del demandado significa la obligación de guardar y cuidar el
bien conforme las reglas del CC (arts. 838 y ss.), así como de entregarlo en el plazo
establecido en la sentencia. El problema de esto es que, para determinar el cabal
cumplimiento de la custodia del bien, muchas veces será necesario saber el estado del
mismo, así como hacer constar esta situación en el acta de entrega de la cosa.
Además de lo anterior, el depositario está sujeto a un régimen de responsabilidad penal, por
lo que, en su caso, se podrán configurar, dependiendo de las circunstancias, los delitos de
apropiación indebida (art. 345 Código Penal), abuso de confianza (art. 346 Código Penal) y
apropiación o venta de prenda (art. 348 Código Penal), con las agravantes del art. 349
Código Penal por tratarse de un depósito judicial.
3. Secuestro.
La última parte del art. 388.II Código de Procesal Civil también permite que la sentencia
disponga directamente el secuestro del bien. Esta disposición es útil sobre todo en el caso
de bienes muebles, la que debiera efectivizarse antes de la citación con la sentencia
monitoria, para evitar la frustración de la misma.

Acerca del autor


Alex Parada Mendía, PhD
Alex Parada Mendía. Árbitro del Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de
Industria y Comercio de Santa Cruz CCA-CAINCO. Doctor en Derecho Empresa y
Justicia, por la universidad de Valencia - España, Magister en Derecho Civil y Procesal
Civil por la universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno, Profesor en la materia de Clínica
Jurídica en la Universidad Privada Santa Cruz UPSA, profesor de Pregrado y Postgrado en
la materia de Derecho Civil y Procesal Civil en la Universidad Autónoma Gabriel Rene
Moreno. Miembro del Instituto de Derecho Iberoamericano IDIBE. Autor de diversos
libros publicados y premiados entre ellos, Anotación Preventiva de demanda y embargo en
el sistema registral boliviano, El tercero en el proceso civil, Tercería de Dominio
Excluyente. Coautor de los libros Procesos de Conocimiento y Procesos de Ejecución.
Miembro el Consejo Editorial de la Revista Boliviana de Derecho y co-Director de la
Colección Jurídica de Editorial El País

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