El reino animal está compuesto por un sinfín de especies, cada una con un valor único e

irrepetible, los cuales por su naturaleza viven y se desarrollan en distintos hábitats.

Forman parte esencial de nuestro ecosistema por el hecho que cada uno de ellos cumple
un rol fundamental para el ciclo de la vida.

El cuidado de los animales no solo pasa por la conciencia ambientalista, sino también por
organizaciones como lo es la CODEFF, que vela por el bienestar de cada uno en sus
diferentes especies, sin embargo hoy en día, esta acción se ve cada vez más alterada,
debido a las malas prácticas empleadas para la experimentación en animales de diversos
productos que posteriormente serán implementados en los humanos, buscando conseguir
que productos finales no causen daño en nosotros, pero ¿se han preguntado por qué los
animales sufren y mueren todos los días en los laboratorios debido a que tienen poca o
nula protección contra la crueldad de los científicos?

Podemos detectar un sinfín de industrias que emplean esta técnica de utilización de

animales como sujetos de pruebas y que se benefician con ello, como Armani, Clinique, L
´Oreal, etc. Estas se defienden de no utilizar modelos artificiales debido a que requieren
de órganos, circulación sanguínea, y otro tipo de procesos, pero volvemos a lo inicial, ¿por
qué atacar a los animales? O como dice el refrán: ¿por qué conejillo de indias son los
animales? No se justifica condenar de por vida a millones de animales que piensan y
sienten a una jaula de laboratorio y provocarles dolor, soledad y miedo deliberadamente.

Mencionar que los químicos que utilizan estas famosas marcas, son los que terminan
contaminando la naturaleza e incluso nuestra misma comida y cuerpos.
¿Y qué se hace al respecto? NADA.

Se sabe, además, que la administración de alimentos y fármacos de los EE. UU. Informó
que 92 de cada 100 drogas que pasan las pruebas en animales fallan en los humanos. Por
lo tanto, tenemos una prueba para decir que NO siempre los experimentos en animales
muestran resultados válidos y positivos para las muestras, esto también fue dicho por
OCCUPATIONAL SAFETY AND HEALTH ADMINISTRATION, expresando que los
experimentos efectuados sobre ratas, cerdos y simios no revelaron relación entre la fibra
de vidrio y el cáncer. Recién en el año 91, esta organización clasificó este material como
cancerígeno. CUANDO EL DAÑO YA ESTÁ HECHO.

Cabe mencionar que PETALATINO.COM informó que experimentar con animales es un

método arcaico. Los científicos con un pensamiento innovador han desarrollado métodos
de investigación sin animales, modernos y eficaces incluyendo la microdosificación, las
tecnologías invitro, los simuladores de pacientes humanos y sofisticados modelos en
computadoras, que son más baratos, rápidos y exactos que las mismas pruebas en
animales.
Para concluir, como algunos científicos ya notaron que existen otras formas para llegar al
mismo resultado, los invito a sumarse a esta comunidad que se esfuerza para reducir cada
vez más el experimentar con animales, así reducir el número de seres dañados. Por eso, te
invito a no comprar productos que se han desarrollado a partir del sufrimiento de seres
tan nobles como los animales.