UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DE ARTE, ARQUITECTURA Y DISEÑO

LICENCIATURA
ATURA EN DISEÑO DE INTERIORES Y AMBIENTACIÓN

OPTATIVA V: HISTORIA DE LAS HACIENDAS EN MÉXICO

AYÓN MAGALLANES ILIANA ALEJAND

ALEJANDRA

Ensayo visita a las haciendas.

Las haciendas son parte importante de la historia de la época colonial, ya que
fueron una gran parte de la economía del México novohispano y parte importante
de nuestra arquitectura actual.

En esta clase realizamos una visita a dos haciendas en el municipio de Teuchitlán,

Jalisco, Hacienda Labor de Rivera y Hacienda El Carmen. Estos lugares cuentan
con estructuras muy representativas de la época de la colonia que se conservan
hasta el día de hoy.

El primer lugar de la visita fue la hacienda Labor de Rivera, un lugar que inspira
mucha paz. Este lugar se utiliza actualmente como hotel y espacio para bodas,
además de tener spa, restaurante y servicios de equinoterapia.

Al momento de entrar nos encontramos con una explanada que nos llevaba a la
entrada principal del lugar, donde nos recibieron para comenzar con el tour.
Pasamos por la zona que antes se usaba como caballerizas y ahora se utilizaba
como almacén y es de las zonas que más antiguas y originales se veían. El
espacio contaba con unas columnas de lo que parecía adobe y los muros eran
muy altos, me causó mucha impresión ver esto. Después caminamos por un
patio/pasillo y salimos a lo que parecía un patio principal, en el que había un pozo
y algunas habitaciones. Este espacio tiene muros muy altos, algo muy común de
las construcciones de esta época, están pintados de un color amarillo vibrante,
que inspira alegría y calidez al espacio y el pozo le daba un toque antiguo. El lugar
tiene muchos árboles, lo cual lo hace generar un ambiente de frescura en el que
me sentí muy relajada y cómoda. Las habitaciones contaban con puertas de
madera, que parecían ser originales y le daban un gran ambiente, al caminar más
adelante en el mismo patio había un horno original de la época, que me pareció
muy interesante, ya que no lo conocía y daba un aspecto mucho más autentico al
lugar.

Pasamos a la capilla, la cual era de las partes que se veían más originales y bien
conservadas desde que se construyó la hacienda. En la entrada tenía unas
bancas de madera que se veían muy antiguas y el atrio era de los más bonitos
que he visto, me gustó mucho este lugar

Después entramos a algunas recamaras, que tienen un estilo colonial, los baños
tenían azulejos preciosos con llaves en los lavabos y regaderas que se veían
como si fueran las originales del momento de su construcción. La habitaciones y
los baños fueron de mis áreas favoritas, ya que los materiales y elementos de
ambientación que se utilizaron me parecieron muy adecuados para proyectar el
estilo de la colonia y me hicieron sentir como si estuviera en una película de esos
momentos.

Después pasamos al área de lo que parecía un bar, donde nos dieron un pequeño
refrigerio. Este lugar me gustó mucho, ya que estaba ambientado como si fuera
una cantina rústica, con muebles de madera y muchas fotografías del Porfiriato.

Continuamos nuestro recorrido en la hacienda El Carmen, que al igual que la

hacienda Labor de Rivera, se adaptó para ser utilizada como hotel y spa. Este
lugar tenía una fachada que me hizo sentir muy impresionada, ya que tenía una
fachada que parecía muy autentica, unos arcos muy bonitos y un acabado de lo
que parecía adobe con enredaderas en los balcones.

Al entrar, tenían la recepción, que tenía muchos elementos decorativos y de

ambientación que te hacían sentir que viajabas en el tiempo, a un lado, estaban
los sanitarios, que eran de lo más autentico del lugar, ya que tenían puertas de
una madera que lucía muy antigua y por dentro se veían muy viejos.

Pasamos al patio central, donde había muchos animales sueltos, que le daban al
lugar una sensación de estar dentro de un bosque y te hacían sentir en contacto
con la naturaleza. Nos llevaron a las habitaciones, las cuales también tenían un
estilo colonial, aunque se veían mucho menos trabajadas y al entrar me dieron
una sensación de oscuridad y frialdad, ya que los muros eran muy altos y lucían
deteriorados por el tiempo y la humedad.
Caminando un poco más, encontramos un temazcal, que me pareció muy bonito y
que le daba un gran toque al lugar.

El lugar también contaba con algunas estructuras en ruinas, que fueron de mis
partes favoritas.

De los dos lugares, mi favorito fue el primero, ya que fue el que más me hizo sentir
que me encontraba en la época en la que se construyó y el que más me gustó en
cuanto al diseño interior. Realmente me gustó realizar esta visita, ya que me dio
una perspectiva diferente de lo que eran las haciendas y lo importantes que fueron
para el desarrollo del país en su momento y la joya histórica que son actualmente.