Sobre lo innato y lo adquirido

El comportamiento innato también llamado "instinto", es aquel comportamiento que no

requiere de aprendizaje o experiencia previa para ser ejecutado; eso quiere decir que se
nace con él, se hereda genéticamente igual que se transmite el color, el tamaño o la forma.

Por eso se puede hablar de un determinado carácter según la raza a la que pertenezca un
animal: todos los que son de una misma raza poseen caracteres semejantes. Este tipo de
comportamiento no tiene que ver con el ambiente en el que se desarrolla o las condiciones
en las que vive y, aunque sean cambiantes, estos factores no lo influyen ni lo alteran.

Un ejemplo de comportamiento innato en un animal como el perro, es la defensa de las

crías que hace la madre. Aunque tenga confianza plena en su propietario, enseñará los
dientes y gruñirá si alguien intenta arrebatarle sus cachorrillos. La defensa del territorio, la
búsqueda de alimento, la conducta sexual, las maniobras de defensa y de escape, son otros
comportamientos innatos.

Comportamiento aprendido o adquirido

Se denomina así al comportamiento que se aprende a lo largo de la vida. Se trata de
un comportamiento individual, que no afecta a toda la raza. Por ejemplo, el hecho de
aprender a evacuar en determinados momentos -durante un paseo- o en un lugar concreto
-en el jardín y no en el salón.

El comportamiento en los seres vivos

Es innato y aprendido, ya que todos nacemos con diferentes características que distingue a
cada especie. El comportamiento innato incluye las capacidades que tenemos como el
respirar, el latir del corazón,  así como el instinto de protección y supervivencia que tienen
todos los seres vivos.

El comportamiento aprendido son todos aquellos conocimientos que se van adquiriendo

durante toda la vida de algún ser, como aprender a hablar (seres humanos) y distinguir qué
tipo de alimento es el mejor (animales).

El ambiente, la educación y las experiencias son determinantes, y puede ser cambiado a

través de un aprendizaje adecuado. Estos comportamientos son indispensables para el
desarrollo de cualquier ser vivo.

Al nacer contamos con ciertas habilidades que son heredadas para poder desarrollarnos en
nuestro territorio;  las habilidades aprendidas nos facilitan más el desarrollo en nuestro
ambiente. En los humanos, por ejemplo, cuando un niño pequeño aprende a hablar lo
logra porque puede oír e imitar la forma de hablar que hay en su entorno, el idioma de su
comunidad.