La Copa de Champagne 

H. Amauri H. Morán
 
 
 
En defensa del Tribunal Electoral

¡Salut y salud! La ciudadanía organizada se anotó una victoria

más, y es que algunos pudieran pensar que cuando la sociedad se
une con un propósito, nos costará mucho trabajo lograrlo, pero
no es así, para muestra basta las recientes mega-marchas en
defensa de la democracia. Y volvió a tocar hacerlo, la
ciudadanía demandó que la reforma para debilitar al Tribunal
Electoral que ya se discutía en la Cámara de Diputados, se
echara para atrás pues resultaba en una afrenta más por
disminuir los derechos de las minorías y por fortalecer el poder
de unos pocos.
Cabe resaltar que esta iniciativa que hoy parece ya sepultada,
tiene un camino que a casi todos los partidos no les gustaría que
se supiera. Te cuento.
Esta reforma que es en materia de derechos y justicia político-
electoral se comenzó a idear en el mes de febrero cuando en la
JUCOPO se creó un grupo de trabajo para analizar las
atribuciones del Tribunal mencionado, pero nunca
transparentaron esos trabajos por lo que no supimos en el inicio
de qué se trataba su iniciativa. El grupo de trabajo fue formado
por participantes de todos los partidos a excepción de
Movimiento Ciudadano. Ya para finales de marzo, es cuando se
presenta la iniciativa acompañada por los mismos partidos.
Después, el 26 se dictamina y según el proceso legislativo, es
cuando ya se puede votar; ojo que todo esto pasó sin realizar
ningún tipo de parlamento abierto, consultas o análisis de
expertos. Sin embargo, ante lo que pretendía, la iniciativa
comenzó a tener rechazo por varios legisladores de morena y
toda la bancada de Movimiento Ciudadano; además es cuando la
sociedad civil comienza a conocer del tema y a demandar su
invalidez. Se volvió a intentar votar el pasado 10 de abril, pero
dada la presión social se echó para abajo.
La incongruencia más obvia de esta historia la originaron los
partidos de la alianza Va por México, PAN, PRI y PRD ya que
según ellos asisten a las marchas para defender a la democracia
y al INE, pero en lo oscurito crean iniciativas para debilitarla;
pero para eso está la sociedad organizada.
Esta reforma buscaba limitar las atribuciones del Tribunal
Electoral. La reforma consistía en modificar los artículos
constitucionales 41, 73, 99 y 105 para evitar que el Tribunal
interviniera en las decisiones internas de los partidos políticos y
los grupos parlamentarios del Congreso. Sin duda, afectaría en
primera instancia a las minorías, como lo son las personas
indígenas, con discapacidad, a la comunidad LGBT+, a los
militantes de los partidos e incluso a las mujeres.
Por eso la insistencia de seguir estando informados, comunicar y
organizarse continúa, la defensa de la democracia y del bienestar
común solo se va a lograr si se trabaja en colectivo.
Y ni un sorbo más.
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