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¿DETERMINO DIOS LOS DETALLES DE MI ASPECTO FÍSICO ANTES
DE MI NACIMIENTO?
I. MIS PADRES
Dios escogió al padre y a la madre que me trajeron al mundo. Esto significa que
El escogió todos los factores y circunstancias en la vida de mis padres, en torno a
mi concepción y nacimiento.
PADRES ADOPTIVOS
Yo puedo tener la certeza de que los padres o tutores que he tenido durante los
años de mi infancia son los más indicados para mí. Dios escogió a Amram y
Jocabed para traer a Moisés al mundo y darle su entrenamiento temprano. Pero
luego Dios escogió a la hija de Faraón para darle a Moisés su entrenamiento
especial en la corte real de Egipto. (Ver Exodo 2:1-10).
De modo que “...Fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios y era
poderoso en sus palabras y obras”. Hechos 7:22.
Células de Jóvenes 1
Dios escogió a Elcana y Ana para ser los padres de Samuel; sin embargo,
mediante circunstancias fuera del control de Samuel, fue criado por Eli en el
tabernáculo. Allí aprendió a “ministrar a Jehová delante del sacerdote Eli”.
1Samuel 2:11.
HUERFANOS
Existen personajes bíblicos que no fueron criados por sus padres de nacimiento y
en lugar de ellos Dios dispuso de personas con autoridad sobre sus vidas para
criarlos (José, Moisés, Samuel, Ester, Daniel y Timoteo).
Puesto que Dios tiene un propósito especial para mi vida. El me trajo al mundo
en el momento preciso de la historia para lograr ese propósito. El desear haber
nacido en otro momento es perder el propósito de Dios para mi existencia. Ester
vivió en una época de “un gobierno mundial”. Ella y todo su pueblo estaban
marcados para la muerte. Las palabras de su primo y tutor, Mardoqueo, son tan
apropiadas para nosotros el día de hoy, como para Esther, “...Quién sabe si para
esta hora has llegado al reino?” (Ester 4:14).
Todos procedemos de los mismos padres: primero Adán y Eva, luego Noé y su
mujer. Todas las razas, con sus culturas y características particulares, han
descendido de estos padres. Distinciones culturales adicionales se originaron en
la torre de Babel, cuando Dios separó a las personas por diferentes lenguajes
(Ver Génesis 11:1-9).
Células de Jóvenes 2
Entender y aceptar mi origen nacional es un factor vital en la auto-aceptación. Mi
patrimonio incluye tanto beneficios como limitaciones.
Mi origen nacional también pudiera incluir ciertas deficiencias que debo superar.
En su carta a Tito, Pablo le advirtió que reprendiera a ciertos cretenses que
estaban manifestando las deficiencias de carácter de su nación. (Ver Tito 1:11-
13).
V. MI SEXO
Una forma severa de auto-rechazo es desear haber nacido del sexo opuesto.
Deseos secretos de ser del sexo opuesto me estorbarán para aceptar las
responsabilidades dadas por Dios, y asignadas a mi género. Encuentro mi
identidad y realización únicamente al cumplir con estas responsabilidades.
Células de Jóvenes 3
Aceptar a los hermanos y hermanas también implica aceptar sus defectos físicos,
limitaciones y fracasos, y reconocer que Dios puede obrar a través de ellos para
desarrollar cualidades en mi vida, tales como benignidad, paciencias y
templanza.
Puesto que Dios diseñó todos mis rasgos físicos antes de que yo naciera, es
importante que yo las acepte como expresiones de su amor y creatividad y le dé
gracias por cada una de ellas.
Los siguientes puntos representan algunas de las características que Dios me dio
para sus propósitos.
Mis capacidades mentales básicas son determinadas por Dios. Sin embargo, yo
puedo incrementar enormemente mis conocimientos, y mis destrezas mediante el
desarrollo adecuado de mi mente, a través de la memorización de la Escritura, y
estudios seculares de algún estudio donde yo se que Dios me puede utilizar.
“El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la
ciencia”. Proverbios 18:15.
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