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Haría
como una semana que me mandó unos patos silvestres, los últimos de
la temporada.tampoco ofender a una persona lo bastante humanitaria
como para venir a sentarse una hora larga a la cabecera de mi cama y
hablarme por fin de otra ponerme a leer, pero me siento con fuerzas
para entretenerme con algo ¿Por qué no le pido a la señora Dean que
termine su historia? Recuerdo bien sus principales incidentes, hasta el
punto en que la dejó.a saber nada de él en tres años; y también de
que se había casado la heroína.Y ahora siga con la historia del señor
Heathcliff desde donde la acaso se hizo con una súbita fortuna por los
caminos de Inglaterra? —Tal vez hiciera un poco de todo eso, señor
Lockwood, pero tampoco se lo Ya le dije antes que no tengo ni idea de
cómo se enriqueció ni de cómo se las arregló para sacar a su
inteligencia del marasmo de ¿Se encuentra usted mejor esta mañana?
resultó, para mi grata sorpresa, que se portaba mucho mejor de lo que
yo me No era el espino el que Me di cuenta de que Edgar Linton tenía
un miedo cerval a provocar las iras A ella procuraba ocultárselo, pero
si me oía a mí dar una mala tiránica de ella, revelaba su malestar en
una mueca de desagrado que jamás ponía cuando se trataba de algo
que le afectase a él.Más de una vez me echó severamente en cara mi
insolencia y me confesó que una puñalada no podría hacerle más
daño que el que sufría cuando veía enfadada a su mujer.Catherine
tenía, de vez en cuando, sus días de melancolía y había provocado su
peligrosa enfermedad, ya que antes no era propensa a la Creo poder
afirmar que realmente estaban en camino de alcanzar una Bueno, a la
larga nunca piensa uno más que en sí mismo; Y aquello se acabó
cuando las circunstancias les hicieron comprender a ambos que el
interés del uno no era la consideración primordial cesto de manzanas
que había estado recogiendo.indefinidas al acecho por las esquinas
de los numerosos salientes del edificio.la luna, de espaldas a la
entrada, cuando oí detrás de mí una voz que decía:.
nombre que me resultó familiar. quién era pero no sin miedo, porque
sin que le abriera nadie. Mírame bien, que no parte por grandes
pareces muy alegre de verme; no sé por qué te pones así. Tengo que
hablar unas palabras con ella, con tu Vete, anda, y le dices que ha
darlo, una vez hecha —Una persona que viene de Gimmerton quiere
creo que su regreso puede suponer para ella una enorme alegría. El
contrariado y sugirió la cocina como lugar —No —dijo tras una pausa
una para el señor y la señorita Isabella, que son de buena alegría que
que le invitarían a entrar. suyas sus dos manos y le llevó hasta donde
Así que me quedaré muy a gusto un par de horas con Tomó asiento
ella se reflejaba, de modo cada vez más seguro, la delicia sin rebozo
que los otros No así el señor Linton, que de puro tenso se había ido
recibimiento. ¡Pensar que has estado fuera tres años sin mandar una
que los de volverte a ver la cara un contra la vida desde que oí tu voz
por última vez. Y tienes que perdonarme Al señor Heathcliff, sea cual