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UNIVERSIDAD DE LA PATAGONIA AUSTRAL

UNIDAD ACADEMICA RIO TURBIO


ESCUELA DE TURISMO
SERVICIOS TURISTICOS

TRABAJO PRACTICO N°3.1: Interpretación Ambiental.

ALUMNA
González Andrea Ailín

DOCENTE
Tello Graciela

Guma Sebastián
Rio Turbio, Santa Cruz, 18 de Abril 2023
Consignas
1-. Analice los siguientes textos y responda el siguiente cuestionario:

 “Criterios de Desarrollo del Ecoturismo, de Boullon R. (Cap. V – Pág. 87 a 123)


 “Estrategias de Desarrollo”, de Boullon R. (Cap. IX - Pág. 175 a 191)
1.1- ¿Que entiende por ecoturismo y que condiciones debe cumplir un área para ser explotada con
ese fin?

1.2- ¿Qué es un plan de manejo y como se debe implementar para que el desarrollo turístico sea
sustentable?

1.3- ¿Qué es un centro de interpretación y que función cumple en el desarrollo de un circuito


turístico?

1.4- ¿Qué variables se deben considerar para organizar el espacio turístico de un área protegida?

1.5- ¿Cuál es el rol de los centros turísticos, como se clasifican y por qué?

IMPORTANTE

 Realice una caratula donde conste su nombre, la tarea con su titulo


 Preste atención a la redacción y la ortografía.
 Presente la tarea en el plazo estipulado. Interpretación Ambiental y del Patrimonio –
Circuitos II
1-.
1.1- El ecoturismo está vinculado a un sentido de la ética ya que, más allá del disfrute
del viajero, intenta promover el bienestar de las comunidades locales (receptoras del
turismo) y la preservación del medio natural. El turismo ecológico también busca
incentivar el desarrollo sostenible (es decir, el crecimiento actual que no dañe las
posibilidades futuras).
CONDICIONES DEL ECOTURISMO
1. Un área natural protegida en cuyo ambiente haya biomas de interés turístico.
2. Un sistema administrativo que condicione los tipos de visitas e instruya a los
turistas sobre las características de lo que van a ver.
3. Una experiencia satisfactoria del usuario en cuanto a la calidad del ecosistema
visitado y el conocimiento de sus características distintivas.
4. Un aprovechamiento turístico de los ecosistemas que resultan interesantes,
con la condición que no pongan en peligro las bases naturales de su
funcionamiento.
Los criterios de algunos técnicos y profesionales son muy estrictos en cuanto a las
exigencias para que un lugar pueda considerarse apto para el ecoturismo. Según ese
enfoque la demanda es el factor definitorio porque solo se produce el fenómeno
cuando en un sitio natural aparecen visitantes con información mínima como para
realizar observaciones detalladas del ecosistema.
En el extremo opuesto están los que se aprovechan de la palabra para vender
cualquier cosa bajo el nombre de ecoturismo. Para ellos basta que en el lugar elegido
haya alguna manifestación natural. No les importa si el paisaje es virgen o cultural, ni
si las especies que lo pueblan son autóctonas o exóticas.
Pese al auge del ecoturismo, no existe una reglamentación clara al respecto. Como se
dijo anteriormente hay quienes incluyen en el ecoturismo a cualquier actividad turística
que suponga el contacto con la naturaleza, algo que es erróneo ya que muchas de
esas excursiones causan graves daños al ecosistema.
El turismo de masas resulta dañino casi en su misma esencia, ya que implica el
traslado en aviones que contaminan, la utilización de hoteles que suelen estar
construidos en lugares naturales (frente al mar, por ejemplo) y la generación de una
gran masa de residuos que no siempre son tratados de forma correcta, entre otros
problemas. Por eso muchos especialistas consideran que el verdadero ecoturismo
debe ser minoritario, lo que no implica que se pueda desarrollar una industria turística
más responsable.
1.2- El Plan de Manejo es la herramienta de planificación que sienta las bases y
pautas para decidir sobre un territorio. Contempla por qué y para qué de un área
protegida. Determina para quiénes son los beneficios de ese espacio y el cómo,
cuándo y con quiénes de las acciones a desarrollar.
Las áreas protegidas son espacios estratégicos de las regiones. Son un punto fuerte
de atracción para la actividad turística, que tiene una tendencia mundial a visitar zonas
naturales y remotas. Esta actividad regulada y con un manejo responsable puede ser
por excelencia la actividad compatible con la protección de la naturaleza. Por todo lo
ya dicho anteriormente es importante manejar las AP como herramientas de
conservación.
1.3- los centros de interpretación son instalaciones especiales que usualmente se
encuentran muy próximas al lugar elegido para ubicar los edificios de la
administración. Su función principal y su función en el desarrollo de un circuito turístico
es brindar información al visitante destinado a explicarles el significado de los
ecosistemas, antes de que entren en contacto con ellos. En ese sentido, la información
que se ofrece tiene que ser didáctica y debe estar fundamentada en una minuciosa
investigación del fenómeno que se quiere mostrar. En este caso estas instalaciones
ayudan al observador a que experimente sus propias vivencias y elabore sus propias
ideas, imágenes y versiones.
Para cumplir con su función específica, deben contar en sus salones con información
gráfica, maquetas, vitrinas con dioramas, paneles, planos, esquemas, fotografías y
una sala de proyecciones. Tanto los textos como la información que se va a
suministrar deben ser exactos y comprensibles por cualquier clase de público.
1.4- En todas las áreas naturales protegidas existen caminos y senderos que fueron
abiertos para llegar a los núcleos de concentración y para acceder a los distintos
ecosistemas que las integran, con el fin de realizar estudios y proceder a su vigilancia.
También parte de ellos son recorridos por los turistas. Como la construcción de los
caminos demanda importantes inversiones, no es recomendable dejar que se utilicen
con la única función de facilitar la penetración de un pequeño número de turistas en el
paisaje, que pagan poco o nada por ese privilegio.
Las variables que se deben considerar para organizar un espacio turístico en un área
natural protegida son:

 Verificación de la superficie y carácter del área natural protegidas, así como de


su distancia al centro turístico más próximo.
 Interrupción de los corredores turísticos principales o de conexión lo más cerca
posible de la entrada.
 Estudio del paisaje a lo largo de las rutas existentes, con la finalidad de ubicar
las áreas en las cuales podrían construirse aldeas turísticas con un mínimo de
alteración del terreno y su vegetación.
 Inventario de los atractivos cercanos a las localizaciones de las aldeas
(alojamientos máximo igual a 2 horas de distancia-tiempo), que es el lapso que
permite ir y regresar en el día).
 Calculo de la capacidad de carga turística.
 Elaboración de un programa diario de excursiones, tomando en cuenta la
distribución territorial de los atractivos, la capacidad de carga de cada uno de
ellos, las características del terreno y las condiciones de acceso a los atractivos
seleccionados.
1.5- 1.5- El rol de los centros turísticos depende del tipo de atractivo de base (playa,
ski, juegos de azar, etc.) y de la jerarquía de esos atractivos. A estas variables, que ya
fueron comentadas, se agrega otra referida a la relación entre el número de turistas
simultáneos en temporada –excluyendo los días pico- y el tamaño de la población
permanente. De acuerdo a los valores que tome esta relación, los CT pueden ser:

 Imperfectos

 Intermedios

 Perfectos de gran tamaño

 Perfectos de mediano y pequeño tamaño


LOS CENTROS TURISTICOS IMPERFECTOS
El turismo no es ajeno a este fenómeno (intereses económicos y políticos arraigados
en los grupos que acaparan el poder- lo que impulso el crecimiento desmesurado de
las metrópolis y grandes ciudades). No solo porque los turistas también se contagian
de esa admiración sino porque para poder viajar cualquier país del tercer mundo hay
que pasar obligadamente por las capitales o por algunas de las ciudades más
importantes (que siempre son las más grandes). Esto se debe a que otra se las
costumbres de los países subdesarrollados es otorgar la importancia en función del
tamaño de las cosas. De cualquier modo, por mérito propio o porque el mercado así lo
quiso, la mayor parte de las capitales y grandes ciudades se convirtieron en atractivos
turísticos de primera magnitud.
En todas estas grandes ciudades, que de hecho funcionan como centros turísticos, la
variable del tamaño es la primera y principal que hay que considerar si se quiere
comprender su problemática. A causa de la gran superficie que abarcan, el espacio
que ocupan los atractivos y las áreas de concentración del equipamiento turístico es
superado con creces por el resto del conglomerado urbano. Este existe y se
desenvuelve por razones completamente ajenas a las turísticas. De ahí pretender que
el turismo asuma la responsabilidad de la preservación del ambiente urbano general,
es pedirle algo que no le corresponde. Y no le corresponde porque este sector es
incapaz de corregir, por ejemplo, la contaminación ambiental de México (DF)
originadas por las fabricas emplazadas dentro de la ciudad y por los gases de
combustión de los miles de vehículos que utiliza la población local. La única posibilidad
que le queda al turismo en estos casos es protegerse a sí mismo intentando crear
condiciones propicias en un micro entorno, definido por el espacio propio e inmediato
de los atractivos turísticos y por los barrios donde se encuentran los hoteles,
comercios y restaurantes que frecuentan los turistas. Pero de por si este objetivo, que
aparece técnicamente lógico, políticamente tiene una baja factibilidad porque es muy
difícil que alguien ponga atención a los débiles reclamos del turismo para impedir que
se corten los árboles, se construyan edificios gigantescos o se multipliquen los carteles
de propaganda comercial en las áreas de alto valor. De modo que, si bien es correcto
calificar a las capitales y grandes ciudades como centros turísticos, hay que aclarar
que lo son en forma imperfecta. Solo una pequeña parte de las mismas es ocupada
por esta actividad. Salvo raras excepciones, demás está decir que los centros
turísticos imperfectos no son recomendables para operar desde ellos al turismo
ecológico.
LOS CENTROS TURISTICOS INTERMEDIOS
En estos se mezclan equilibradamente los roles de ciudad turística con el polo de
desarrollo regional. Esto hace que convivan los turistas con una población permanente
que trabaja para ellos y otra que lo hace en distintas actividades. La mezcla no es
buena porque el resultado es hibrido. De ella sale perdiendo el turismo, que debe
desenvolverse en un ambiente confuso por la presencia de dos funciones que se
superponen y se molestan. Tampoco este tipo de centro turístico es compatible con el
ecoturismo.
LOS CENTROS TURISTICOS PERFECTOS DE GRAN TAMAÑO
Esta categoría pertenece a las ciudades que existen solo exclusivamente para el
turismo (Uruguay, Acapulco en México y Porlamar en Isla Margarita, etc.), como nunca
fueron seriamente planificadora, su crecimiento fue cíclico y anárquico y si tienen el
tamaño al que han llegado es porque gustosamente eligieron el camino de convertirse
en ciudades importantes para lograr absorber la mayor cantidad posible de visitantes
simultáneos. Esa decisión tuvo su aspecto negativo. Hoy, padecen problemas como: el
definir en la prestación de los servicios públicos, el desorden formal que las caracteriza
y la poca calidad estética de su paisaje urbano. Tanta gente en tan poco espacio crea
todo tipo de inconvenientes de funcionamiento y circulación que, en cierta forma,
contribuye a fomentar la alineación individual y colectiva de sus visitantes. Otro
problema ambiental que las excluye como base para operar programas de ecoturismo.
LOS CENTROS TURISTICOS PERFECTOS DE MEDIANO Y PEQUEÑO TAMAÑO
Falta mencionar una cuarta categoría –que afortunadamente conforma la mayoría-
integrada por centros turísticos de tamaños mediano y pequeño. Estos últimos, debido
a su menor dimensión se encuentran en menor situación que las anteriores ya que
cuantitativa y cualitativamente sus problemas son menores. Es en esta cuarta
categoría donde deben buscarse los centros turísticos de apoyo a la explotación del
turismo ecológico. De no ser así, no cabe más que operarlo mediante excursiones
desde los centros turísticos de cualquiera de las otras tres categorías. Pero el
inconveniente de esta última posibilidad es tener que hacer pernoctar a la demanda en
lugares antagónicos al propósito de su viaje.
Si están bien administrados, los centros medianos y pequeños (que incluyen a las
aldeas ecológicas) pueden convertirse en un tipo distinto de ciudad que toma su
carácter, de su especialización en la prestación de servicios a sus visitantes y se
comporta como una unidad económica que recibe ingresos genuinos de la venta de
esos servicios a personas que no viven allí. Se diferencian de las ciudades
tradicionales en que en estas la mayoría de los servicios que producen son
consumidos por sus habitantes permanecientes. Además, como la base del
funcionamiento del sistema turístico son los atractivos situados en su propio territorio y
dentro de su radio de influencia, estos se comportan como la materia prima que
alimenta a todo el sistema económico local.
El objetivo fundamental es satisfacer al turista, de acuerdo a sus motivaciones y
expectativas que generó su visita al lugar.

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