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BALISTICA FORENSE

Trabajo Practico N°3

Alumno: Vazquez Sergio

Profesor: Diaz Jose

Entendemos por Sistema de Disparo, Mecanismo de Disparo o Acción (del inglés "Action


System") al mecanismo que puede operar de manera manual, semiautomática o en forma
totalmente automática, que cumple las siguientes funciones: abrir la recámara, extraer la vaina
del cartucho usado de su alojamiento en aquella e introducir uno nuevo para ser disparado,
además de montar el martillo o aguja percutora para disparar el nuevo cartucho y cerrar
nuevamente la recámara.

Un arma semiautomática carga automáticamente un cartucho en la recámara después de un


disparo, pero la relajación y una nueva presión en el gatillo necesaria para el siguiente
movimiento podrían salir. Por lo tanto, para disparar diez tiros con un arma de fuego
semiautomática, debe soltar y presionar el gatillo diez veces seguidas. Por el contrario, con
un arma de fuego automática, el disparo continuará mientras se mantenga presionado el
gatillo, hasta que se agoten las municiones o se produzca el incidente del disparo .
Hay pistolas y rifles de caza militares y semiautomáticos. La gran mayoría de armas
automáticas tienen un mando que también permite el disparo semiautomático, por lo que son
armas de fuego mixto.
Las pistolas semiautomáticas a veces se dividen en dos categorías dependiendo de si
sus cierres están cerrados o no antes de accionar el gatillo. Cuando se aprieta la cola del gatillo
de un arma armada con la recámara abierta, la recámara se mueve hacia adelante, extrae un
cartucho del cargador, lo coloca en la recámara y lo golpea. Con un sistema de amartillado de
recámara cerrado, el cartucho ya está en la recámara y la acción en la cola del gatillo solo
controla la percusión. El sistema de recámara cerrado es generalmente más preciso porque
provoca un menor desplazamiento del centro de gravedad durante el disparo. El sistema de
recámara abierta se usa casi exclusivamente en metralletas porque es más simple y permite
que el cañón y la recámara se enfríen más rápidamente.
Sistema de disparo y seguridad
 A diferencia de otros subfusiles similares, el fiador, el desconector y el seguro automático del
FMK-3 están ubicados por detrás de la empuñadura. De esta forma, por delante de la cola de
disparo sólo se encuentra el mecanismo selector de tiro y el seguro manual. Este seguro
dispone de un mando de tipo aleta que se activa desde la izquierda y que presenta tres
posiciones: superior “S" (Seguro), intermedia “R" (Repetición), e inferior “A" (tiro Automático).
 
Como medida adicional de seguridad, el FMK-3 posee un seguro de empuñadura que actúa de
la siguiente forma: si el arma no está correctamente empuñada, el seguro bloquea el
deslizamiento del cierre. Así, aunque el arma esté lista para disparar, si no se presiona el
seguro de empuñadura el sistema de disparo permanece bloqueado. Además, como se
mencionó anteriormente, con el cierre en reposo, la recámara vacía y el cargador lleno se
produce un bloqueo que impide que una caída accidental del arma arrastre un cartucho y se
produzca un disparo involuntario. Por tanto, se trata de un arma muy segura de portar en
cualquier condición.

Funcionamiento
El FMK-3 es un subfusil muy fácil de utilizar. Con el arma en posición de seguro, insertamos el
cargador por la empuñadura. A continuación, apuntamos y cogemos la palanca de montar con
la mano que no empuña el arma para ir tirando hacia atrás hasta retener el block de cierre.
Una vez hecho esto, elegimos el modo de tiro con el selector. Si tiramos en semiautomático o
en repetición, cuando presionamos la cola de disparo el block liberado arrastra un cartucho a
la recámara, produciéndose el disparo y retrocediendo nuevamente hasta extraer la vaina
utilizada. En este modo de tiro, en cada disparo el block es retenido por el fiador, obligando al
usuario a presionar la cola de disparo para realizar otro disparo.
Por el contrario, si elegimos la opción de fuego automático o ráfaga, el principio mecánico es el
mismo, aunque hasta que no se suelta la cola de disparo o el cargador es vaciado no deja de
disparar. Para dejar el arma en posición de seguridad, se retira el cargador, se verifica que no
se encuentre por casualidad ningún cartucho alojado en el cañón y luego se dispara en seco,
quedando el cerrojo en reposo y en las mayores condiciones de seguridad para su traslado o
almacenamiento. También hay que tener en cuenta que en situaciones de tiro con muchos
concurrentes lo más prudente es dejar el arma sin cargador, la palanca selectora en posición
“S" y el cierre abierto.
 

Despiece básico
Para desarmar el FMK-3, lo primero que hay que hacer es asegurarse de retirar el cargador y
accionar la palanca de montar para verificar que el arma está totalmente descargada. A
continuación, empujaremos (de derecha a izquierda) los dos pernos principales que están
sujetos por alambres acerados a modo de retenes. De esta forma, el arma queda dividida en
dos partes: la superior, que contiene el cañón, el cierre y el resorte; y la parte inferior, que
contiene la empuñadura, el alojamiento del cargador y el sistema de disparo y seguridad. El
siguiente paso será presionar por delante y por debajo del guión el retén de la rodela
ranurada, el cual tendremos que desenroscar. Liberada esta pieza, se extrae por detrás del
receptor superior el conjunto del cierre, cañón y resorte en una sola pieza. De esta forma,
tendremos la FMK-3 desarmada para su limpieza y revisión mecánica.
Si queremos extraer el cañón del cierre envolvente, deberemos apoyar la parte maciza sobre
una superficie firme con el cañón hacia arriba, presionar el retén contra el muelle recuperador,
desacoplar su enganche bayoneta y con cuidado ya que está bajo presión, y por último aliviar
la pieza y el muelle hasta extraerlos del conjunto. Ahora, ya sólo nos quedará separar el cañón
del interior del cierre, bajar la parte de la recámara y extraerlo hacia abajo y hacia atrás. En
cuanto a los cargadores, éstos se pueden limpiar con sólo desarmarlos por su base.
Armas: qué es el blowback, esa
forma inglesa de decir
acerrojamiento
Una denominación utilizada frecuentemente y que solemos leer
en notas y folletos. Pero, ¿conocemos realmente cómo funciona y
de qué se trata?
El despiece de una Bersa CC 380 muestra la configuración más clásica de un sistema
blowback: cañón fijo solidario con el armazón y el resorte recuperador alrededor de él.
El denominado “retroceso directo” o “por inercia de
masas” (también llamado “blowback”, en inglés), es uno de los
acerrojamientos utilizados en las armas de fuego automáticas o
semiautomáticas para efectuar la realimentación luego de realizar el
disparo. Utiliza la energía de los gases de la deflagración de la pólvora –
dentro del cartucho en la recámara– para impulsar el proyectil a través
del cañón  y para crear una fuerza contraria, que permita el
accionamiento directo de los mecanismos de expulsión y recarga.

No tan simple
O sea, la fuerza de los gases hace que la vaina lleve consigo la
corredera hacia atrás hasta ser expulsada y que –al regresar a su
posición de cerrada por acción de un resorte–, introduzca un nuevo
cartucho en la recámara. Parece algo simple, pero tiene sus
complicaciones. Veamos…

Al momento de efectuarse el disparo, la recámara debe estar


perfectamente sellada por el cerrojo (o corredera). Para ello es
necesario que ejerza cierta fuerza sobre el culote del cartucho, ya
que la presión generada en ese momento es sumamente elevada.

Por otro lado, al tiempo que la corredera comienza a retroceder, el


proyectil ya tiene que haber abandonado totalmente el cañón, para
lograr así que la fuerza de los gases en el interior disminuya. Mientras
subsista una presión elevada en sentido contrario a la trayectoria del
proyectil o antes de que se haya quemado la mayoría de la pólvora, la
corredera no debe abrirse. Esto es altamente arriesgado para la
integridad física del tirador y un daño seguro para el arma. Por eso
es preciso mantener acerrojada el arma en el momento del disparo y
demorar su apertura.

¿Cómo se logra una fuerza suficiente en sentido


opuesto para conseguir eso?
Por la masa de la corredera y la tensión de un resorte. Cae de maduro
que, a mayor potencia del cartucho, es necesario utilizar un muelle o
resorte de mayor tensión. Este generalmente se encuentra ubicado
alrededor del cañón –utilizándolo como guía– o debajo y en paralelo
a él. El sistema de acerrojamiento directo es el más sencillo de
construcción y utilizado en armas de pequeño y mediano calibre. Una de
sus características es que el cañón es fijo y/o solidario al armazón. Si
bien fue utilizado en armas de grueso calibre,  una de ellas fue la
pistola Campogiro Modelo 1913,  y posteriormente su sucesora la
Astra 400, el resorte que utilizaba para contener el retroceso
del cartucho 9x23 era de un libraje tan elevado que dificultaba su
accionamiento manual de la corredera.

En síntesis
Resumiendo, el “blowback” es un mecanismo que utiliza la masa y la
fuerza de un muelle para producir un retraso en la apertura de la
corredera y darle tiempo al proyectil a que abandone la boca del
cañón, así baja la presión antes de que el conjunto se abra para
eyectar la vaina. En general, el sistema se encuentra con mayor
frecuencia en armas semiautomáticas de calibres inferiores al 9 mm
Parabellum y es muy común en las .22, 6,35 mm, 7,65 mm y .380
ACP, pero también es muy utilizado en ametralladoras tales como
UZI, Ingram, Sten, PAM y FMK 3, entre muchas otras. En estos
últimos casos, si bien el calibre usado requeriría de un resorte que ejerza
mucha tensión, eso está compensado por el peso del cerrojo,
generalmente una pieza de acero y gran tamaño, cuya masa actúa como
retardo.
En el blowback encontramos dos distintas formas de
funcionamiento: 1) la tradicional, donde la corredera/cerrojo retrocede
expulsando la vaina y regresa a su posición original introduciendo un
nuevo cartucho vivo en la recámara; y 2) la denominada de “bloque
abierto” donde, una vez expulsada la vaina, queda el cerrojo trabado en
la posición retrasada. Al oprimir el disparador, éste se lanzará hacia
adelante, introduciendo un cartucho y a la vez produciendo el disparo en
esa sola acción, para volver a retroceder y quedar en esa posición
trabado.

Qué pasa en calibres chicos


Esta última modalidad –la de bloque abierto– es la utilizada mayormente
en las armas de fuego automático, como las ametralladoras
anteriormente nombradas. No obstante, se ha utilizado también en
algunas armas de pequeño calibre, como la recordada carabina
Rubí, de Venturini, y la pistola Zonda, de HAFDASA.

¿Qué beneficio redunda para el usuario un sistema


blowback?
Probablemente, la sencillez de su mecanismo y un más fácil
mantenimiento. Su real ventaja radica en un  menor costo de producción
frente a otros sistemas de acerrojamiento, lo que favorece a los
fabricantes. El mecanismo opuesto es el denominado  “locked
breech”. En este último, el cañón está calzado en la corredera y se
desplaza junto con ella, como una sola pieza durante una corta distancia
antes de que el sistema se destrabe por completo para dar lugar a la
apertura del conjunto. Es decir,  la masa del cañón se suma a la de la
corredera durante unas fracciones de segundo y en un breve recorrido, a
fin de optimizar el proceso de expulsión y recarga, logrando el retraso de
apertura necesario.

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