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Funcionamiento
El FMK-3 es un subfusil muy fácil de utilizar. Con el arma en posición de seguro, insertamos el
cargador por la empuñadura. A continuación, apuntamos y cogemos la palanca de montar con
la mano que no empuña el arma para ir tirando hacia atrás hasta retener el block de cierre.
Una vez hecho esto, elegimos el modo de tiro con el selector. Si tiramos en semiautomático o
en repetición, cuando presionamos la cola de disparo el block liberado arrastra un cartucho a
la recámara, produciéndose el disparo y retrocediendo nuevamente hasta extraer la vaina
utilizada. En este modo de tiro, en cada disparo el block es retenido por el fiador, obligando al
usuario a presionar la cola de disparo para realizar otro disparo.
Por el contrario, si elegimos la opción de fuego automático o ráfaga, el principio mecánico es el
mismo, aunque hasta que no se suelta la cola de disparo o el cargador es vaciado no deja de
disparar. Para dejar el arma en posición de seguridad, se retira el cargador, se verifica que no
se encuentre por casualidad ningún cartucho alojado en el cañón y luego se dispara en seco,
quedando el cerrojo en reposo y en las mayores condiciones de seguridad para su traslado o
almacenamiento. También hay que tener en cuenta que en situaciones de tiro con muchos
concurrentes lo más prudente es dejar el arma sin cargador, la palanca selectora en posición
“S" y el cierre abierto.
Despiece básico
Para desarmar el FMK-3, lo primero que hay que hacer es asegurarse de retirar el cargador y
accionar la palanca de montar para verificar que el arma está totalmente descargada. A
continuación, empujaremos (de derecha a izquierda) los dos pernos principales que están
sujetos por alambres acerados a modo de retenes. De esta forma, el arma queda dividida en
dos partes: la superior, que contiene el cañón, el cierre y el resorte; y la parte inferior, que
contiene la empuñadura, el alojamiento del cargador y el sistema de disparo y seguridad. El
siguiente paso será presionar por delante y por debajo del guión el retén de la rodela
ranurada, el cual tendremos que desenroscar. Liberada esta pieza, se extrae por detrás del
receptor superior el conjunto del cierre, cañón y resorte en una sola pieza. De esta forma,
tendremos la FMK-3 desarmada para su limpieza y revisión mecánica.
Si queremos extraer el cañón del cierre envolvente, deberemos apoyar la parte maciza sobre
una superficie firme con el cañón hacia arriba, presionar el retén contra el muelle recuperador,
desacoplar su enganche bayoneta y con cuidado ya que está bajo presión, y por último aliviar
la pieza y el muelle hasta extraerlos del conjunto. Ahora, ya sólo nos quedará separar el cañón
del interior del cierre, bajar la parte de la recámara y extraerlo hacia abajo y hacia atrás. En
cuanto a los cargadores, éstos se pueden limpiar con sólo desarmarlos por su base.
Armas: qué es el blowback, esa
forma inglesa de decir
acerrojamiento
Una denominación utilizada frecuentemente y que solemos leer
en notas y folletos. Pero, ¿conocemos realmente cómo funciona y
de qué se trata?
El despiece de una Bersa CC 380 muestra la configuración más clásica de un sistema
blowback: cañón fijo solidario con el armazón y el resorte recuperador alrededor de él.
El denominado “retroceso directo” o “por inercia de
masas” (también llamado “blowback”, en inglés), es uno de los
acerrojamientos utilizados en las armas de fuego automáticas o
semiautomáticas para efectuar la realimentación luego de realizar el
disparo. Utiliza la energía de los gases de la deflagración de la pólvora –
dentro del cartucho en la recámara– para impulsar el proyectil a través
del cañón y para crear una fuerza contraria, que permita el
accionamiento directo de los mecanismos de expulsión y recarga.
No tan simple
O sea, la fuerza de los gases hace que la vaina lleve consigo la
corredera hacia atrás hasta ser expulsada y que –al regresar a su
posición de cerrada por acción de un resorte–, introduzca un nuevo
cartucho en la recámara. Parece algo simple, pero tiene sus
complicaciones. Veamos…
En síntesis
Resumiendo, el “blowback” es un mecanismo que utiliza la masa y la
fuerza de un muelle para producir un retraso en la apertura de la
corredera y darle tiempo al proyectil a que abandone la boca del
cañón, así baja la presión antes de que el conjunto se abra para
eyectar la vaina. En general, el sistema se encuentra con mayor
frecuencia en armas semiautomáticas de calibres inferiores al 9 mm
Parabellum y es muy común en las .22, 6,35 mm, 7,65 mm y .380
ACP, pero también es muy utilizado en ametralladoras tales como
UZI, Ingram, Sten, PAM y FMK 3, entre muchas otras. En estos
últimos casos, si bien el calibre usado requeriría de un resorte que ejerza
mucha tensión, eso está compensado por el peso del cerrojo,
generalmente una pieza de acero y gran tamaño, cuya masa actúa como
retardo.
En el blowback encontramos dos distintas formas de
funcionamiento: 1) la tradicional, donde la corredera/cerrojo retrocede
expulsando la vaina y regresa a su posición original introduciendo un
nuevo cartucho vivo en la recámara; y 2) la denominada de “bloque
abierto” donde, una vez expulsada la vaina, queda el cerrojo trabado en
la posición retrasada. Al oprimir el disparador, éste se lanzará hacia
adelante, introduciendo un cartucho y a la vez produciendo el disparo en
esa sola acción, para volver a retroceder y quedar en esa posición
trabado.