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FRANCISCO ALBARELLO LECTURA TRANSMEDIA Leer, escribir, conversar en el ecosistema de pantallas Coleccién Comunicacién & Lenguajes & Ediciones Ampersand Cavia 2985 (C1425CFF) (Ciudad Auténoma de Buenos Aires ‘wwvzedicionesampersand.com Albarell Prancsto Leer escribir, conversa en el ecosstema de pantallas / ned. ~ Ciudad Auténoma de Buenos Aires: ‘Ampersand, 2019 224 p:21,518.5m.~(Comunicacin & Lenguaes / Ramirer Gebes Siva; 2) ISBN'978-987-4161-24-6, | Lectura. 2, Cultura Digital 3 Sociedad dela Informacion. Titulo cpp 302.281 Colecciin Comanieacn ® Lenguaies Primera ediciin, Ampersand, 2019. Derechos exlusivos dela edcin en espatol reservados para todo el mundo. (© 2019 Francisco Abarello {© 2019 de la presente edicion en espaol, Eeperivtte SRL, paras sell editorial Ampersand idm al exidada de Diego Krlan Correccisn: Belén Petrecollay Ana Mosqueda Disefode colecaiin y maguetacién ColombovHeinberg Imagen de taps: intervencidn sabre Young Gir Reading, de Jean Honors Fragonard, 1769, National Gallery of Art, Washington. Jnnpronta Talleres Grificos Ellas Porter ISBN 978-987-4161-24-6 ‘Queda hecho el depsito que previenela Ley 1.723 Impreco ena Argentina Printed in Argentina (Quedan rigurosamente probibidss, sinla atorizacién esritadelosttulares del copyright, bao las sancionesestablecdas en las eyes, a reproduccin total ‘parcial de esta obrapor cualquier medio procedimiento, comprendidos a ‘reprografiayel tratamiento informético, le distribucin de eemplares de lla mediante! alquiler oe préstamo piblicos INDICE AGRADECIMIENTOS #PROLOGO LEER YA NO ES LO QUE ERA Por Carlos A. Scolari INTRODUCCION HACIA UNA ECOLOGIA DE LAS PANTALLAS Por qué una ecologia de las pantallas? La actualidad de Ia ecologia de los medios La ecologia de las pantallas La circulacién de contenidos en el ecasistema de pantallas HISTORIA DE LA LECTURA EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO Mirando por el retrovisor De los manuscritos medievales a la escritura colaborativa De los formatos de libros a la multiplicacion de las pantallas De la lectura extensiva a Internet Lectura intersticial: de los minilibros al smartphone Lectura ubicua: de la novela a la pantalla mévil El cuerpo en la lectura: del canon a la vision tactil B 6 25 6 30 34 7 39 40 43 46 47 31 LECTURA TRANSMEDIA | 25 1. HACIA UNA ECOLOGIA DE LAS PANTALLAS: La pantalla det mévil es e! mejor resumen de fa fégica meluhaniana del medio que contiene siempre los otros mediios. ISRAEL MARQUEZ, 2018 éPor qué una ecologia de las pantallas? Gran parte de las discusiones sobre la lectura 0 el consumo de contenidos de la actualidad se basa en puntos de vista erréneos. Afirmaciones tales como “se lee mal”, “se lee me- nos” o “se lee superficialmente” parten de un paradigma basado en un solo tipo de lectura, la ectura concentraday lineal, que tiene lugar en un solo tipo de dispositivo, el pa- pel impreso. Estas afirmaciones soslayan o desconocen dos aspectos que en estas paginas queremos destacar: las estra- tegias del lectory las caracteristicas de la interfaz de lectura, Elobjetivo de este capitulo inicial es, entonces, proponer un abordaje complejo que atienda la diversidad de medios odis- positivos de lectura y las miltiples formas de apropiacin del texto que estos habilitan, Si reconocemos que cada texto construye su propio lector, necesitamos desarrollar un mar- code interpretacién ajustado a la nueva realidad medistiea: Jas pantallas pueblan cada vez més nuestra vida cotidiana, se utilizan para cada vez. més funciones, entre ellas, leer y consumir contenidos. La ecologia de los medios se propone 26 | HACIA UNA ECOLOGIA DE LAS PANTALLAS cexplicar la relacién entre los medios, los usuarios y las fuer- as sociales en las que ambos interactiian. Aqui nos vamos a centrar especificamente en las pantallas digitales como Jos nuevos medios en los que discurren textos, imagenes y sonidos. Pantallas que ~al igual que sucedia con los medios anteriores- se complementan ¢ influyen mutuamente ¥ ge- neran un ecosistema de medios particular, una ecologia de pantallas que hace falta comprender en su complejidad para entender el modo en el que los lectores/tusuarios leen, eseri- ben y conversan en y través de sus interfaces, Apelando a una metéfora, la perspectiva de la ecologia de las pantallas nos permite pasar de la foto al flujo; esto es, dejar de ver a los medios y las audiencias como una imagen fija que describe el presente congelando el tiempo, para mi- rarlos en el devenir dinémico del flujo, que hace visibles las, interdependencias de los medios entre si la reconfiguracién «que ejercen las audiencias y las interacciones entre ellas. Ge- neralmente, cuando investigamos en las ciencias sociales, te- nemos la tentacién de sacar una foto en alta definicién para captar los detalles que en movimiento pasan desapercibidos, Por el contrario, al ver a los objetos en flujo resignamos esa nitidez.en funcién de observarlos en movimiento, intentan- do pereibir el conjunto interdependiente de instrumentos ‘que -tomando como imagen una sinfonia-, con su perfor- ‘mance particular y aparentemente individual, componen el ‘entramado arménico de la orquesta, La actualidad de la ecologia de los medios La ecologia de los medios, una potente metafora acunada por Marshall McLuhan a principios de 1960 y difundida por Neil Postman hacia finales de esa década, ofrece una expli- cacién sobre el funcionamiento de los medios y la sociedad, Siguiendo a Scolari en su libro Ecologia de los medios (2015), LECTURA TRANEMEDIA | 27 ‘esta metifora admite dos interpretaciones: por un lado, los ‘medios son ambientes y, por el otto, los medios son especies. La primera de as interpretaciones implica que cada medio gene- raun ambiente, moldea a cultura que se desarrolla.a su alre- dedor. En otras palabras, los medios afectan a los sujetos que losutilizan, y esos efeetos no se producen a nivel consciente, ssino que afectan los patrones de percepeién de los usuarios sin encontrar resistencia. Entonces, una de las caracteristi- ‘cas de estos ambientes, siguiendo a McLuhan, es que pasan desapercibidos como tales, es decir, se vuelven invisibles. Este rasgo de invisibilidad resulta imprescindible para entender larelacién que como usuarios mantenemos con las panta- llas digitales de Ia actualidad, puesto que ~como veremos mis adelante- se valen de interfaces que pasan desapercibi- das para que tengamos una experiencia de usuario eémoda y placentera, sin necesidad de conocer eémo funcionan los me- canismos ocultos que las hacen desempefiar eficientemente ssuttarea, Precisamente, ycomo decia Scolari ya en 2012, ain- terfaz es la exprosién minima del ambiente descripto por los ecologistas de medios, y desde una aproximacién ecolégica, se podria decir que la interfaz es el lugar donde la evolucién de los medios es negociada, ya que allies donde los lectores/ espectadores/usuarios interactitan con los medios. En segundo lugar, decfamos, los medios son especies que se relacionan y compiten entre st: para McTathan, ningtin medio adquiere significado o existencia solo, sino exclusi- ‘vamente en interaccién constante con otros medios. Como resultado de esa interaccién, los medios pueden evolucionar centre si lo largo del tiempo. ¥ aqui yace uno de los plan- teos centrales: épuede un medio morir o ser reemplazado por otro? Resulta interesante recoger la siguiente citade Al- berto Manguel, que da cuenta de os origenes de la supuesta sustitucién de un medio por otro: A fines del siglo xv, en Paris, bajo los altos campanarios donde 20 | HACIA UNA ECOLOGIA DE LAS PANTALLAS se oculta Quasimodo, en una celda monaeal quel sirve tanto de ‘estudio come de laboratorio alquimico, el achididcono Clau- de Frolloextiende una mano hacia el volumen abierto sobre la ‘mesa, ycon la otra apunta hacia el gético perfil de Notre Dame ‘que se vislumbraa través de a ventana, “Esto”, le hace decir Vie- tor Hugo su desdichado sacerdote, “matard a aquello®. Para Frollo, contemporéneo de Gutenberg el libro impreso matars al libro-edificio, la imprenta dars fina esa docta arquitectura ‘medieval en la que cada columna, cada capula, cade pértico es lun texto que puede y debe serleido. (2014: 12) La profecia de sustitucién de un medio por otro ha recorrido toda la historia de los medios de comunicacién. En la actua- lidad, Frollo dirfa que esto, el libro digital, matard a aguello, libro impreso. Esta afirmacién contiene dos errores fun- damentales: el primero, la presuncién de que el medio nuevo ‘es igual al medio viejo o hace lo mismo que su antecesor. En segundo lugar, que no presenta diferencias en la forma que tiene de ofrecer el contenido al usuario, o que establece con el usuario relaciones similares al medio anterior (Io que mas, adelante profundizaremos bajo el concepto pacto de lectura). En otras palabras, el error de esta profecta de la sustitucién puede ser analizado desde el lado del medio y desde el lado de los usuarios, pero estas dos dimensiones se dan en la rea- lidad en forma interdependiente. Para comenzar a desentrafar esta cuestiGn vamos a decir que un medio, por un lado, es un soporte teenolégico, 1 En la prensa grifica es habitual encontrar ttulos que establecen esta ‘evolucién en términos confictivos y hélicos, como los siguientes: "Elli bro impreso resiste y gana la batalla digital” (La Jornada, disponible en. www:jornada.unam.mx/ltimas/2018/10/19/e-Hbros preso-resiste-y-gana-la-hatalla-al-igital-4S31 html) 0 "Papel-1/ E-book: 6. Bl apocalipsis que nunca legs” (La Nacién, 11/10/2015, disponible en rrtlanacioncom.ar/1894988-papel-1-e-book-O-e-apocalipsi-que- snunca-llego} LECTURA TRANSMEDIA | 28 ‘ocomo dice Henry Jenkins, una “tecnologia de distribucién” que permite que un contenido llegue a sus usuarios, Pero ala ‘ve7, un medio es un conjunto de protocolos sociales y cultu- rales asociados a ese soporte teenolégico, una serie de cos- tumbres y ritos vinculados con el modo de consumo de esos contenidos. Lo que muere, en todo caso, es esa tecnologia de distribucién cuando es reemplazada por otra que cumple mejor su funcién (pensemos, por ejemplo, en la sucesién de tecnologias de distribueién de misica, comenzando por los discos, primero de pasta y luego de vinilo -que atin persis- ten-, mas adelante los cassettes de cinta, yfinalmente los CD yel Mp3). En cambio, los aspectos vineulados alas précticas sociales y culturales asociadas a ese medio pueden pervivir en otros soportes (volviendo a nuestro ejemplo, escuchar miisica es una prictica cultural que ha sobrevivido a todos los soportes que le han dado lugar), Por otra parte, cuando emergen muevas formas de me- dios de comunicacién, las formas antiguas generalmente no mueren, sino que continiian evolucionando y adaptindose, Los medios coevolucionan; es decir, evolucionan en conjun- to, en forma interdependiente: el nuevo medio se beneficia deLanterior tomando prestados sus contenidos y caracteris- ticas centrales. De ahi la confusidn sobre la supuesta sustitu- cin. McLuhan sintetizaba esta idea diciendo que el conteni- do de un nuevo medio es siempre un viejo medio. Sin embargo, almadurar, cada tecnologia diverge y ocupa un nicho dife- rente enel sistema humano de comunicacién, en permanen- te expansi6n, Asimismo, el viejo medio toma caracteristicas del nuevo medio para adaptarse y seguir compitiendo por laatencién de los usuarios en un ecosistema cada vez mis ‘complejo (podemos pensar en las estrategias que esta desa- rrollando la TV en vivo para seguir siendo significativaen un ambiente moldeado por el consumo audiovisual on demand). En sintesis, en lugar de concebir a la evolucién de los medios como una sucesién de rupturas y sustituciones, es 30 | HACIA UNA ECOLOGIA DE LAS PANTALLAS nocesario asumir una mirada coevolutiva que comprenda tantola relacién de los medios entre s{ comoel vinculo entre fests medios y sus usuarios. Al mismo tiempo, se trata de concebir a los medios no en forma aislada, sino como parte de un ecosistema en constante transformacién, lo que per- mitiré advertir las similitudes y diferencias entre ellos alo largo de su evolucién, Esta coevolucién entre los medios y sus consumidores -y, mas precisamente, entre las panta- las y los lectores- es lo que nos interesa analizar en estas paginas. Volviendo al relato de Victor Hugo, el libro-cate- dral y el libro impreso, si bien tenfan similitudes en tanto se presentaban como “libros” para serleidos, eranasuvezme- dios distintos, con contenidos diferentes y diversos modos de ofrecer esos contenidos asus lectores, los cuales también requer‘an de distintas habilidades para leer. La ecologia de las pantallas Por qué hablamos de “las” pantallas y no de “Ia” pantalla? Porque en la actualidad las pantallas se han multiplicado. Vi- vvimos en un ecosistema de medios hegemonizado por ellas. Pero esas pantallas no se eliminan unas a otras, sino que co evolucionan y crean un ambiente complejo en el cual leemos yeonsumimos contenidos de distinto modo. Precisamente, laecologia de los medios concibe esta diversidad de medios en forma complementaria e interdependiente, siempre de acuerdo con las necesidades y las demandas del lector/isuia- rio/consumidor. Israel Marquez trazé en 2015 una interesante “genea- logia de la pantalla”, partiendo de la gran pantalla (e cine), continuando con la pequenta pantalla (Ia TV), las multi- ‘Pantailas (e1 autocine y los cines con pantallas miiltiples), lapantalta videoltidica (los videojuegos), la ciberpantalla (la computadora conectadaa Internet) y,finalmente, la pancalla LECTURA TRANSMEDIA | 51 meévil (el celular inteligente 0 smartphone). Lo interesante de esta cronologia es que, lejos de concebirlas como panta- las independientes, el autorlas considera evoluciones unas de otras, e incluso llega a afirmar que el teléfono mévil es Ja pantalla total, porque integra en su interior todos los me- dios, funciones, usos y pantallas anteriores. Otros autores denominanal teléfono mévil como “la cuarta pantalla”, Iue- go de la primera pantalla (el cine), la segunda (la TV) y la tercera (1a computadora). A diferencia de sus predecesoras, Ja pantalla del mévil es una pantalla “némada” que tiene su antecedente en el reproductor de musica, y que al decir de Marquez forma parte del concepto de “informatica vestible” (wearable), segiin el cual el dispositivo se confunde con la ropa del usuario, ademas de conectarse con otros dispositi- vosa través de la Internet de las cosas.* El desarrollo de las pantallas no se detiene, y la del te- Jéfono mévil no seré la dltima pantalla que conoceremos. Las pantallas de los relojes inteligentes, as integradas a los ccascos de realidad virtual, las interfaces como la cardboard de Google, que convierte al teléfono mévil en una pantalla de 360 gradlos,¢ incluso los diltimos avances vinculados de lentes de contacto con pantalla flexible que permite desplegar imi- genes directamente sobre la retina; todos estos desarrollos hablan de una historia que no ha llegado a su fin, yque parece avanzarhacia una creciente miniaturizacién para ofrecer una experiencia de usuario donde la pantalla pasaré cada vez mas desapercibida, al punto de desaparecer como tal. Para hablar de una verdadera ecologfa de las pantallas, nos podemos preguntar: deémo interactian estas diversas 2 Segin Wikipedia, la Internet de las cosas ~IoTT por sus siglas en in- slés—es ln “interconexién digital de objetos cotiianos eon Internet”. Tal ‘erlamelaatencion citar a Wikipedia en un ibro, pero precisamente una ‘de ss virtues es Ia actualizacién constante de lainformactén, cuestion ‘nas que importante en femias como este. Disponible en www.eswikipe- ia.org/wiki/Internet-de-las cosas (recuperad el 14 de abril de 2018). 32 | HACIA UNA ECOLOGIA DE LAS PANTALLAS pantallas ala hora de ofrecer sus contenidos a los usuarios? © mejor atin, emo las hacen interactuar los usuarios cuan- do buscan contenidos para consumir 0 compartir? Para co- menzar a responder estos interrogantes vamos a recurrir en principio a tres conceptos -multimedia, convergencia y transmedia-, que en distintos momentos caracterizaron el fenémeno que venimos describiendo. Antes de avanzar, va- ‘mos a definir brevemente cada uno de ello ‘Multimedia: generalmente se aplicaba este calificativo alacombinacién entre textos, graficos, sonido, animacién y video. Sin embargo, la sola integracién de varios medios de informacién dentro de una aplicacién noes suficiente, y para calificarla como multimedia se puede considerar como carac- teristica determinante el aspecto interactivo. Por ejemplo, lo que diferencia al multimedia de la televisién tradicional es ano linealidad, pero esto naturalmente ha cambiado en los lltimos afios con la evolucién del televisor inteligente mart TV), que integra la no linealidad en su oferta medistica, Mas alld de esto, el termino “multimedia” no se aplica solamente alavariedad de medios que tienen a disposicién los jovenes, sino también a las practicas simultaneas que realizan con estos, lo que también se conoce como multitarea, ‘Convergencia: este concepto tiene un origen téenico 0 ingenieril, y define el procesamiento, almacenamiento, difu- siény recepcidn de la informacion que tiene lugar a partir de st digitalizacién, lo que permite que esa informacién llegue a cualquier higar, Sin embargo, en palabras de Jenkins, la con ‘vergencia es un proceso tanto cultural como tecnol6gico en elcual chocan los viejosy los nuevos mediosy donde el poder del productor y el consumidor mediticos interaccionan de maneras impredecibles. Para este autor, la convergencia se produce en el cerebro de los usuarios, que migran de una pla- taforma a otra buscando experiencias de entretenimiento. ‘Transmedia: las narrativas transmedia son “un tipo de relato en el que la historia se despliega a través de miiltiples LECTURA TRANSMEDIA | 35 ‘medio y plataformas de comunicacidn y en el cual una parte de los consumidores asume un rol activo en ese proceso de expansién” (Scolari, 2013). Es decir, las historias tienden a ser contadas a través de mmiltiples medios, pero no se agotan all{ sino que los usuarios erean las suyas propias, enrique- ciendo de ese modo el mundo narrativo. ‘Como podemos observar con claridad, estos tres con- ceptos, que han marcado distintas épocas en el modo de comprender la din4mica del flujo de contenidos entre las pantallas y suis modos de consumo, no solamente encierran tun aspecto téenico que hace alusién al dispositive o aparato mediatico -la “tecnologia de distribucién” que menciondba- mos antes-, sino que también, y fundamentalmente, hablan del rol de las audiencias, que hacen dialogar a esos distintos ‘medios de acuerdo con sus necesidades ¢ intereses. La mul- tiplicacién de pantallas y dispositivos habilita nuevos modos de lecturay consumo, crea un tipo de lector/consumidor que tiene amano mis opciones para elegir sus recorridos de le ‘ura, Este aspecto ha sido denominado en una investigacion anterior como “lectura/navegacién” cuando se comparaban os modos de leer del libro impreso con la pantalla de la com- putadora de escritorio: Lalecturaen a pantalla asume laforma de una leturd/navega- cidn, ya que no solo se trata de leer textos -segin I forma tra- dicional-sino que adquiere especial relevancia la manipulaeién dela interfaz a través de dispositives como el teclado, el mouse, lasbarras de desplazamiento yel hacer clic. Bn otras palabras, la navegaciénes una remediacidr de aleetura, asi como el hipertex- toes una remediacién del texto, (Albarello, 2011:207) As{ como la pantalla de la computadora de escritorio (desk- top) tiene sus caracteristicas inherentes que habilitan wn tipo espectfico de lectura/navegacién, cada una de las panta- lias de Ta actualidad cuenta con caracteristicas particulares, 34 | HACIA UNA ECOLOGIA DE LAS PANTALLAS ‘que hacen a ese consumo diferente y complementario ala ‘vez. Asi como en su momento se denominé “ectura/nave- gacién” a la préctica que se Ileva adelante en la computado- ra, ahora hablamos de “lectura transmedia” para definir los modos de lectura, diferentes y complementarios, que se de- sarrollan en las multiples pantallas deta actualidad. La circulacién de contenidos en el ecosistema de pantallas Para cerrar este capitulo sobre el estado actual del ecosis- tema de pantallas, vamos a referirnos 2 un aspecto funda- mental, que tiene que ver con el modo en que circulan los contenidos. Henry Jenkins, Sam Ford y Joshua Green habla- ban en 2018 de spreadable media, que aqui vamos a traducir ‘como medios que se propagan o se diseminan. Con este con- cepto, los autores postulan la emergencia de un modelo de comunicacién hibrido de circulacién, donde se entreeruza el modelo broadcasting de los medios tradicionales, “de arriba hacia abajo”, con el modelo en red 0 “de abajo hacia arriba’. ‘Yaen 2001, Manuel Castells lo resumia asi: del modelo unoa ‘muchos al modelo muchos amuchos. Este modelo de conteni- dos que se diseminan o propagan describe el modoen que el material mediitico es compartido en formas mas participati- vas y desordenadas que en el pasado. En suma, estamos ante un cambio de la distribucién a la cfreulacién, que no concibe al piblico como consumidores de mensajes previamente construidos, sino como personas que estén dando forma, compartiendo, reconfigurando y remezclando contenido medidtico. Este fenémeno adquiere una relevancia mayor ‘enelecosistema mévil, donde se produce una disolucién en- tre el contenido y el soporte, lo cual habia sido la base para la delimitacidn de géneros y formatos en los medios tradi- cionales. Juan Miguel Aguado, Claudio Feijéo e Inmaculada LECTURA TRANSMEDIA| 35 Martinez, en su libro La comunicacién mévil. Hacia un nuevo sistema digital (2013), sostienen que esto dio lugar a modelos de distribucién basados en servicios de almacenamiento y sincronizacién en la nube. Es decir, el contenido persona- lizado al que accedemos a través de nuestros dispositivos méviles, asociados a un usuario particular, esté cada vez mas lejos del uno para todos y tiende a asumir una forma diferente para cada uno. Yano estamos ante “documentos” ‘que son almacenados en forma fisica y entregados alos con- sumidores en copias fisicas (libros, peliculas, audios) 0 por ‘trasmisién electrénica (televisién); sino que se trata, al decir de Lev Manovich, de “performances de software”, porque lo ‘que experimentamos es construido por el software en tiempo real, Esta idea de performance es tomada también por Lars Ole Sauerbergen su tesis del Pardntesis de Gutenberg, segun Ia cual la hegemonia del libro impreso como contenido ce- rrado estaria llegando a su fin, recuperando la performance delacultura oral preimpresa, yconcibiendo al texto no como un producto sino como un proceso, dado que el texto -segin afirmé Alejandro Pis sn 2011- “pierde Ia solidez del pa- pely se convierte en la liquidez de la nube”. Loque esta en cuestidn, entonces, es lo que entende- mos como contenido. Volviendo a la dimensién ambiental dela metafora ecolégica, podemos afirmar que en el pasado habfamos invisibilizado una relacién particular con el con- tenido, al que entendiamos como un paquete cerrado -con mas o menos posibilidades de interactividad—que se entre- gabaa través de una tecnologia de distribucién aun usuario, quien hacia una decodificacién particular de acuerdo con sus competencias culturales, lingiiisticas, ideolégicas, eteéte- ra, Ahora bien, este concepto de contenido, ligado intima- mente al modelo broadcasting y heredero directo de la teo- ria matemdtica de la informacién -con su perenne modelo emisor-mensaje-receptor— es reformulado por el modelo de circulacién, ya que ese contenido se dispersa, se reconfigura [56 | HACIA UNA ECOLOGIA DE LAS PANTALLAS. yremezcla en virtud dela actividad de los prosumidores que los comparten en red. A eso se suma que ese contenido, debi- do alos algoritmos que comandan el software yla plataforma através de la cual le llega al usuario, no es igual para todos, sino que est personalizado de acuerdo con su perfil, cons- truido alo largo de sus diversas interaceiones con el medi Esto promueve un nuevo modelo de negocios en el cual el contenido deja de ser el rey: “ya no se trata de explotar el contenido, sino de explotar lo que los usuarios hacemos conel contenido”, o mas claro atin, como sostienen Aguado, Feijéo y Martinez: “pasamos de una monarquia absoluta del contenido a una reptiblica de los usuarios”. Por lo tanto, yano estamos hablando de un paquete de mensajes atados con una lgica particular de parte del creador original de ‘ese material, sino que el contenido es algo que se dispersaa través de las redes, y en esa dispersién es tan importante la huella del creador original del contenido como lade quien Jo comparte o lo remezcla. En suma, el contenido yano est ‘més contenido en un paquete cerrado y homogéneo, sino que hha devenido en flujo; se ha abierto como una caja de Pando- ray haestallado en fragmentos que se dispersan y cireulan por la red para ser reconstruidos luego en las terminales de pantallas de dispositivos individuales y personalizados de acuerdo con los intereses ynecesidades de wn usuario que cada vex tiene mas opeiones para elegir. LECTURA TRANSMEDIA | 37 2. HISTORIA DE LA LECTURA EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO Puede que no haya habido en nuestra infancia dlias mas perfectos que aquellos £..] ‘que pasdbamos con nuestra libro favorito, MARCEL PROUST, "SOBRE LA LECTURAY, 1909 Mirando por el retrovisor Cuando intentamos analizar el cambio teenolégico y cultural ‘que estamos viviendo, nos encontramos con un problema: el punto de vista que asumimos. McLuhan sostenia que la ma- yorla de la gente se aferra a lo que él denominaba un punto de vista de retrovisor: Debido ala inv lidad de todos los entornos durante el pe- iodo de su innovacién, el hombre es tan solo canseiente del entorno que lo precede; por decirlo de otra forma, un entorno se hace del todo visible solo cuando lo ha eemplazado un nuevo entorno; asi que siempre vamos retrasados en nuestra observa- eid del mundo? 1 *Sobre fa lectura” es el prefacio que el escritor francés Marcel Proust escribié para su traduecién de Sésamo y lirios de John Ruskin. Aparceié originalmente en larevista La Renaissance Latine (1905) zal af siguien- te, acompafiando a la citada traduccién. Finalmente, Proust la incluia, con el titulo “Jomnadas de lectura”y algunos pequefios retoques, en su ‘obra Pastiches et mélanges (1919) 2 Entrevista a Marshall McLishan reslizada por Erie Norden y publica

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