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Píldora 9

¿Hacia el final de los aranceles estadounidenses a los productos


españoles?

Parece difícil que con la política internacional emprendida por la Administración


Trump, la aseveración de partida pueda cumplirse en su totalidad, pero el anuncio por
parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de una próxima autorización a
la Unión Europea para imponer aranceles de hasta 3.382 millones de euros (4.000
millones de US$ al cambio) como medida compensatoria por las subvenciones
ilegales concedidas al fabricante estadounidense de aviones BOEING (curiosamente
el mismo motivo que llevo al Gobierno americano a imponer aranceles por el caso
AIRBUS), puede ser el detonante para que ello ocurra.
Aún es pronto para saber qué sorpresas nos deparará la Administración americana,
pero lo cierto es que la investigación realizada por la OMC reconoce esas
subvenciones como ilegales e igual que a la Unión Europea y de manera
especialmente cruenta a España, le fueron aplicados aranceles desde EEUU, es
probable que ahora se aplique la misma medicina desde la Unión Europea… o quizás
no.
Y decimos que quizás no porque tal y como recientemente apuntaba la ministra de
Industria, Comercio y Turismo española, desde España “siempre se ha defendido la
búsqueda de una solución negociada” y así se ha venido reiterando en las diferentes
reuniones y contactos mantenidos con sus homólogos norteamericanos, negociando
la retirada de los aranceles a los productos españoles que se han visto afectados de
una manera desproporcionada e injusta y que además han afectado de lleno a una
industria, la agroalimentaria, que nada tenía que ver con el sector en conflicto.
Y es que si bien es cierto que se trata de un buen resultado para la Unión Europea en
su conjunto y para España de manera particular, no es menos cierto que si no se
llega a un acuerdo y EEUU no elimina las contramedidas arancelarias, la Unión
Europea se verá obligada a imponer las suyas (está en su legítimo derecho), cuando
las soluciones serían tan fáciles de lograr como recientemente se ha demostrado en
el caso del arancel del 10% a las importaciones de aluminio canadiense a EEUU y
que esta misma semana han sido retirados, lo que demuestra que con predisposición,
alcanzar acuerdos siempre es posible.
Sea por aparcar las agrias disputas a las que nos hemos acostumbrado en los últimos
meses, sea por recuperar la maltrecha relación transatlántica marcada por la
desconfianza mutua en asuntos como Irán o el gaseoducto que conectará Rusia y
Alemania a través del Mar Báltico,…, o sencillamente sea por aparcar las diferencias
para poder encontrar una salida negociada, lo cierto que estamos ante un momento
crucial para la economía en su conjunto con crecimientos negativos del PIB de ambos
bloques en torno al -10% y alcanzar un acuerdo que beneficie a todas las partes
implicadas, parece ser la única salida razonable.
Esperemos que en las próximas semanas y podamos contar que efectivamente los
dirigentes de uno y otro lado, hayan aparcado sus diferencias y firmado un acuerdo
beneficioso para todos y en especial para los productos españoles que tan afectados
se han visto en el último año.

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