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Capı́tulo 3

Sucesiones y Series en Espacios de


Funciones

Este capı́tulo está elaborado con la intención de introducir algunos espacios de Banach de
funciones, estudiar los distintos tipos de convergencias que se pueden definir sobre estos; asi como
definir series en espacios de funciones. En la primera sección de este capı́tulo, introducimos el
espacio de las funciones acotadas y analizamos bajo cuales condiciones éste constituye un espacio
de Banach. La segunda sección está dedicada al espacio de las funciones reales continuas sobre un
intervalo [a, b], veremos que este espacio es de Banach con la norma uniforme o del supremo. En
la tercera y cuarta secciones estudiamos la convergencia puntual y la convergencia uniforme de
sucesiones de funciones, establecemos sus diferencias y estudiamos sus propiedades. Las últimas
secciones la conforma el estudio de series de funciones, haciendo especial énfasis en las series de
potencias, sus propiedades y algunas de sus aplicaciones.

3.1. Espacio de Funciones, Funciones Acotadas


Recordemos que dado dos conjuntos X e Y no vacios una función f : X −→ Y no es más
que una relación en la cual cada elemento del dominio X le corresponde un única imagen en el
codominio Y . Debido a que en el caso que X e Y tengan cardinalidad finita; el número de
funciones que se pueden formar de X en Y viene dada por
card(X)
card (Y ) ,

entonces se acostumbra a denotar el conjunto de las funciones de X en Y por Y X ; es decir,

Y X = {f : X −→ Y / f es función} .

Queremos dar condiciones a los conjuntos X e Y para que Y X sea un espacio vectorial.
Una primera condición viene dada por el hecho que en todo espacio vectorial se tiene la exis-
tencia del elemento neutro, es decir, que la función nula f ≡ 0 ∈ Y X , lo cual implica a su vez que
el elemento y = 0 sea un elemento del conjunto Y . Queremos además que el conjunto Y X sea
cerrado con la suma y con la multiplicación por escalares, entonces parece conveniente definir:

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1. Suma de funciones: Para f, g ∈ Y X se define la función suma h = f + g : X → Y por

h (x) = (f + g) (x) = f (x) + g (x) ,

lo cual claramente tiene sentido si y sólo si Y es cerrado con la suma.

2. Producto por un escalar: Para cualquier función f ∈ Y X y λ ∈ K (K es un campo, que


en nuestro caso será R o C) definimos la función h = λf : X → Y por

h (x) = (λf ) (x) = λf (x) ;

y, como antes, esto tiene sentido si Y es cerrado por el producto por un escalar.

De lo anterior, podemos establecer lo siguiente.

Teorema 3.1.1 Si Y es un espacio vectorial sobre un campo K, entonces Y X es un espacio


vectorial sobre el campo K.

Es decir, si (Y, +, ·) es un espacio vectorial, entonces Y X , +, · es un espacio vectorial; donde
la suma de funciones está dada por

(f + g) (x) = f (x) + g (x)

y el producto de un escalar por una función se define por

(λf ) (x) = λf (x) .

El próximo paso es: ¿Cuáles condiciones debe poseer X e Y para que Y X sea espacio
normado? ¿Será suficiente que Y sea un espacio normado? Analizemos esta última cuestión; es
decir, supongamos que (Y, k·kY ) es un espacio normado. Nos preguntamos entonces ¿cómo definir
una norma en Y X ? Consideremos f : X −→ Y una función en Y X , un primer intento serı́a fijar
un x0 ∈ X y definir la relación

k·kx0 : YX →R
: f → kf kx0 := kf (x0 )kY .

Entonces se tiene las siguientes propiedades:

[N1] Para cada f ∈ Y X se cumple kf kxo ≥ 0.

[N3] Para cada f ∈ Y X y λ ∈ K se cumple

kλf kxo = kλf (xo )kY = |λ| kf (xo )ky = |λ| kf kxo

y la relación k·kx0 es homogenea.

[N4] Para cada f, g ∈ Y X y de la desigualdad triangular de la relación k·kY se obtiene

kf + gkxo = k(f + g) (xo )kY


= kf (xo ) + g (xo )kY
≤ kf (xo )kY + kg (xo )kY
= kf kx0 + kgkx0

y por tanto la relación k·kx0 satisface la desigualdad triangular.

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Todavı́a más, si f ≡ 0, la función nula, entonces, en particular, f (xo ) = 0; lo cual implica que
kf (xo )kY = 0 y por tanto kf kxo = 0. Es decir, se tiene

f ≡ 0 ⇒ kf kxo = 0.

Sin embargo, si kf kxo = 0, entonces se tiene que kf (xo )kY = 0 lo cual es equivalente a que
f (xo ) = 0. Esto no significa que la función f sea nula, solamente tenemos garantı́a que se anula en
un punto; de manera entonces que la propiedad [N2 ] se cumpla; pero hemos obtenido el siguiente
resultado

Teorema 3.1.2 Sean X, Y dos conjuntos no vacı́os, supongamos que (Y, k·kY ) es un espacio
normado y que x0 es un elemento del conjunto X. Entonces la relación k·kxo : Y X → R, definida
por
kf kx0 := kf (x0 )kY
con f ∈ Y X es una seminorma para el espacio Y X .

Otro intento de convertir el espacio vectorial Y X en espacio normado, consiste en considerar la


relación

k·k∞ : Y X −→ R
: f −→ kf k∞ := sup {kf (x)kY } .
x∈X

Un error común es pensar que en este caso se tienen la siguiente propiedades:

[N1] Si f ∈ Y X , entonces para cualquier x ∈ X se tiene

kf (x)kY ≥ 0,

y por tal motivo, tomando el supremo sobre el conjunto X, se obtiene que kf k∞ ≥ 0.

[N2] Si kf k∞ = 0, entonces por definición se tiene que

sup {kf (x)kY } = 0;


x∈X

ası́, como los elementos que estan dentro de las llaves son no negativos, esto último es equi-
valente a que
kf (x)kY = 0
para todo x ∈ X; lo cual a su vez, por el hecho que la relación k·kY es una norma, es lo
mismo que f (x) = 0 para todo x ∈ X lo que significa que f ≡ 0; es decir, f es la función
nula.

[N3] Si f ∈ Y X y λ ∈ K, entonces de la homogeneidad de la norma k·kY y por propiedad del


supremo, se tiene

kλf k∞ = sup {kλf (x)kY }


x∈X
= sup {|λ| kf (x)kY }
x∈X
= |λ| sup {kf (x)kY }
x∈X
= |λ| kf k∞ ;

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esto es, la relación k·k∞ es homogenea.

[N4] Además, para cualquier f, g ∈ Y X , de la desigualdad triangular de la norma k·kY y de las


propiedades del supremo se cumple que

kf + gk∞ = sup {kf (x) + g (x)kY }


x∈X
≤ sup {kf (x)kY + kg (x)kY }
x∈X
≤ sup {kf (x)kY } + sup {kg (x)kY }
x∈X x∈X
= kf k∞ + kgk∞ .

Con lo cual, erroneamente, se podrı́a pensar que Y X , k·k∞ es un espacio normado. Sin
embargo, en el argumento anterior, hemos obviado que en general la relación k·k∞ no es una
función. Por ejemplo, si consideramos el conjunto X = (0, 1) y Y = R, entonces la función
1
f (x) = , x ∈ X = (0, 1) ,
x
es un elemento del conjunto Y X = R(0,1) ; pero en este caso,
1
sup |f (x)| = sup
x∈(0,1) x∈(0,1) x

no existe! Por tanto, todo este argumento nos dice que para tener un espacio normado, debemos
conformamos con un subconjunto de Y X donde k·k∞ sea función.

Definición 3.1.1 (Espacio de las funciones acotadas) Sea X un conjunto no vacio y (Y, k·kY )
un espacio normado, se define el espacio de las funciones acotadas por

BY (X) = f ∈ Y X : kf k∞ < +∞ , (3.1)

donde
kf k∞ = sup kf (x)kY . (3.2)
x∈X

La letra B que aparece en la definición (3.1) viene de la palabra inglesa ”bounded” que significa
”acotado”. También podemos observar que kf k∞ < +∞ si y sólo si existe M > 0 tal que
kf k∞ ≤ M ; además, ya hemos establecido lo siguiente.

Teorema 3.1.3 Sea X un conjunto no vacio y (Y, k·kY ) un espacio normado, entonces (BY (X) , k·k∞ )
es un espacio normado.

Luego, es natural preguntarse, ¿qué condiciones deben tener los conjuntos X, Y para que el
espacio (BY (X) , k·k∞ ) sea un espacio de Banach? ¿bastará que (Y, k·kY ) sea un espacio de
Banach?

Analizemos estas preguntas. Para esto, consideremos {fn } una sucesión de Cauchy en (BY (X) , k·k∞ ).
Entonces, dado ε > 0, podemos encontrar un n0 ∈ N tal que

kfn − fm k∞ < ε

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para todo n, m ≥ n0 ; es decir,

sup kfn (x) − fm (x)kY < ε (3.3)


x∈X

para todo n, m ≥ n0 . Por tanto, para x0 ∈ X arbitrario, pero fijo, se tiene de la desigualdad
(3.3) que
kfn (x0 ) − fm (x0 )kY < ε

para todo n, m ≥ n0 . Lo cual significa que {fn (x0 )}n∈N es una sucesión de Cauchy en (Y, k·kY ).
De manera entonces, que si suponemos que (Y, k·kY ) es un espacio de Banach, entonces la sucesión
{fn (x0 )} es convergente. Por tanto, debe existir un yx0 ∈ Y (que depende del x0 dado) tal que

lı́m kfn (x) − yx0 kY = 0. (3.4)


n−→∞

Asi, podemos definir nuestro ”candidato” que en este caso es la función

f : X −→ Y
: x −→ f (x) = yx = lı́m fn (x) ;
n−→∞

y nos faltarı́a establecer que:

1. f ∈ BY (X) ,

2. lı́mn−→∞ kfn − f k∞ = 0.

1.- Observamos que f ∈ BY (X) si y sólo si existe una constante M > 0 tal que

kf k∞ = sup {kf (x)kY } ≤ M,


x∈X

lo cual es equivalente a encontrar una constante M > 0 tal que

kf (x)kY ≤ M

para todo x ∈ X.
Luego, como la sucesión {fn } es de Cauchy en el espacio (BY (X) , k·k∞ ), entonces por el
Teorema 1.4.6, ésta sucesión es acotada con la norma k·k∞ , por tal motivo, podemos encontrar
una constante M > 0 tal que

kfn k∞ = sup {kfn (x)kY } ≤ M


x∈X

para todo n ∈ N. En particular, se tiene que

kfn (x)kY ≤ M

para todo x ∈ X y para todo n ∈ N; y por tanto,

lı́m kfn (x)kY ≤ M (3.5)


n→∞

para todo x ∈ X.

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Por otra parte, como para x ∈ X se cumple que

lı́m kfn (x) − f (x)kY = 0,


n→∞

podemos usar la desigualdad

0 ≤ |kfn (x)kY − kf (x)kY | ≤ kfn (x) − f (x)kY ,

y el teorema del emparedado, para concluir que

lı́m kfn (x)kY = kf (x)kY .


n→∞

Esta última identidad junto con la desigualdad en (3.5) nos permite escribir

kf k∞ = sup {kf (x)kY }


x∈X
n o
= sup lı́m kfn (x)kY
x∈X n→∞

≤ sup {M } = M.
x∈X

Lo que significa que f ∈ BY (X).

2.- Ahora probaremos que


lı́m kfn − f k∞ = 0.
n→∞

Con este fin, consideramos un ε > 0 arbitrario, entonces como la sucesión {fn } es de Cauchy en
(BY (X) , k·k∞ ), podemos encontrar un n0 ∈ N tal que

kfn − fm k∞ = sup {kfn (x) − fm (x)kY } < ε,


x∈X

esto significa que kfn (x) − fm (x)kY < ε para todo n > n0 , para todo m > n0 y para todo
x ∈ X. Luego, tomando m → ∞ y recordando que f (x) = lı́mm−→∞ fm (x), se obtiene que
kfn (x) − f (x)kY < ε para todo n > n0 y para todo x ∈ X; lo cual significa que

lı́m kfn − f k∞ = 0
n−→∞

como se afirmó.

Hemos establecido el siguiente resultado importante, obsérvese que no se le imponen condiciones


al conjunto X.

Teorema 3.1.4 Sea X un conjunto no vacı́o y (Y, k·kY ) un espacio de Banach. Entonces (BY (X) , k·k∞ )
es un espacio de Banach.

En el caso que se tenga funciones reales, es decir, funciones f : D⊂R −→ R cuyo dominio y
rango son subconjuntos del conjunto de los números reales. Es claro, por el Teorema 3.1.4, que el
espacio (BR (D) , k·k∞ ) es de Banach, independientemente del subconjunto D de R pues, como ya
hemos visto, el espacio normado (R, |·|) es de Banach, donde |·| es la función valor absoluto. En
este caso que kf k∞ < +∞ significa que existe M > 0 tal que

|f (x)| ≤ M

100
para todo x ∈ D; o equivalentemente, que

−M ≤ f (x) ≤ M

para todo x ∈ D; es decir, la gráfica de la función y = f (x), x ∈ D está encerrada en la banda


[−M, M ] tal como se muestra en la gráfica de abajo

Funcion Real Acotada.

3.2. El Espacio de las Funciones Continuas


En esta sección estudiaremos otro espacio importante de funciones reales y acotadas, como
lo son el conjunto de las funciones reales continuas en un intervalo cerrado [a, b] ⊂ R y definida
mediante
C [a, b] = {f : [a, b] −→ R / f es continua} ,

donde entendemos que la función f es continua en el intervalo [a, b] si para cada x0 ∈ (a, b) se
cumple
lı́m f (x) = f (xo ) , (3.6)
x−→xo

y además se debe cumplir

lı́m f (x) = f (a) y lı́m f (x) = f (b) .


x→a+ x→b−

Recordemos que la relación en (3.6) significa que dado ε > 0, podemos encontrar un δ > 0 tal que

|x − xo | < δ =⇒ |f (x) − f (xo )| < ε.

Es conocido, en virtud del Teorema de Heine-Borel, que un subconjunto de R es compacto si


y sólo si es cerrado y acotado. Por tal motivo, el intervalo cerrado [a, b] resulta un subconjunto
compacto de R. Además, se sabe que toda función f continua definida sobre un subconjunto
compacto de R es acotada, de aquı́ que claramente se tiene la inclusión

C [a, b] ⊂ BR ([a, b]) .

El cual es una inclusión propia pues es sabido que existen funciones que son acotadas; pero que
no son continuas. Además, dado que la suma de funciones continuas es continua y que el producto
de un escalar por una función continua es una funcion continua, se tiene que el conjunto C [a, b] es

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un subespacio de BR ([a, b]) y por tanto (C [a, b] , k·k∞ ) resulta un espacio normado (de dimensión
infinita). Luego, nos preguntamos ¿es el espacio normado (C [a, b] , k·k∞ ) un espacio de Banach?
La respuesta a esta inquietud es afirmativa tal como se muestra en el siguiente resultado.

Teorema 3.2.1 (C [a, b] , k·k∞ ) es un espacio de Banach.

Demostración. Ya tenemos que (C [a, b] , k·k∞ ) es un espacio normado pues es un subespacio


de BR ([a, b]). Ası́ que solamente debemos establecer que (C [a, b] , k·k∞ ) es completo. Con este fin,
sea {fn } una sucesión de Cauchy en (C [a, b] , k·k∞ ), entonces como toda función continua sobre
compacto es acotada, se tiene que {fn } es una sucesión de Cauchy en (BR ([a, b]) , k·k∞ ) el cual
ya sabemos, por el Teorema 3.1.4, que es un espacio de Banach. Ası́, existe una función acotada
f : [a, b] −→ R (candidato) tal que

lı́m kfn − f k∞ = 0.
n−→∞

Luego, sólo resta por mostrar que f ∈ C [a, b].

Para ver esto, sea xo ∈ [a, b] cualquiera (pero fijo) y ε > 0, entonces por la desigualdad triangular
se tiene

|f (x) − f (xo )| = |f (x) − fn (x) + fn (x) − fn (xo ) + fn (xo ) − f (x)| (3.7)


≤ |f (x) − fn (x)| + |fn (x) − fn (xo )| + |fn (x0 ) − f (x)| .

Como fn es continua (para todo n ∈ N) en xo ∈ [a, b], entonces existe δ > 0 tal que
ε
|fn (x) − fn (xo )| <
3
siempre que |x − xo | < δ. Además, como

lı́m fn (x) = f (x)


n−→∞

para todo x ∈ [a, b] entonces existe no ∈ N tal que


ε
|fn (x) − f (x)| <
3
para todo n ≥ no . Por tanto, sustituyendo en (3.7), se tiene que si |x − xo | < δ, entonces
ε ε ε
|f (x) − f (xo )| < + + = ε,
3 3 3
lo cual significa que f es continua en xo ∈ [a, b]; y ası́ f ∈ C [a, b]. La demostración del teorema
esta completa.

En la Sección 4 del Capı́tulo 1, hemos visto que se puede definir otras normas en el espacio de
las funciones continuas; como por ejemplo, la norma k·k1 : C [a, b] −→ R definida por
Z b
kf k1 = |f (x)| dx,
a

102
con f ∈ C [a, b]; sin embargo, se presenta la dificultad que (C [a, b] , k·k1 ) no es un espacio de
Banach. Para p > 1, se puede definir otras normas importantes en el espacio de las funciones
continuas como lo son las relaciones k·kp : C [a, b] −→ R definida por
Z !1/p
b
p
kf kp = |f (x)| dx .
a

Entonces se tiene el siguiente resultado.


 
Teorema 3.2.2 Para p > 1 fijo, C [a, b] , k·kp es un espacio normado.

Demostración. Primero notamos que si f ∈ C [a, b] entonces al ser la función continua sobre
un subconjunto compacto, existe M > 0 tal que

|f (x)| ≤ M

para todo x ∈ [a, b], ası́, por la monotonı́a de la integral, se tiene


Z !1/p
b
p 1/p
kf kp = |f (x)| dx ≤ M (b − a) < +∞.
a

Rb p
Además, como la integral definida es un limite, entonces el valor a |f (x)| dx es único y la
relación k·kp : C [a, b] → R es función. Aquı́ hemos usado la monotonı́a de la integral el cual
establece que
Z b Z b
g (x) ≤ h (x) ∀x ∈ [a, b] =⇒ g (x) dx ≤ h (x) dx.
a a
También se tienen las siguientes propiedades:
Demostración.

[N1] Dado que |f (x)| ≥ 0 para todo x ∈ [a, b], entonces, por la monotonı́a de la integral, se tiene
que
Z b
p
|f (x)| dx ≥ 0,
a
es decir, kf kp ≥ 0,
Rb p
[N2] Si f ≡ 0, la función nula, entonces f (x) = 0 para todo x ∈ [a, b] y por tanto a
|f (x)| dx =
0, es decir,
f = 0 =⇒ kf kp = 0.
Recı́procamente, si kf kp = 0, entonces kf p k1 = 0 y por la parte [N2] de k·k1 (véase Teorema
p
1.4.5), se concluye que |f | (x) = 0 para todo x ∈ [a, b]; lo cual claramente implica que f es
la función nula.

[N3] Para λ ∈ R y f ∈ C [a, b] se cumple


Z !1/p
b
p
kλf k1 = |λf (x)| dx
a

Z !1/p
b
p p
= |λ| |f (x)| dx = |λ| kf kp .
a

103
Para establecer la desigualdad triangular de esta relación, necesitamos otras versiones de la
desigualdades de Hölder y de Minkoswki vista en la Sección 1.3. Recordemos que por la desigualdad
de Young, se cumple que

αλ β 1−λ ≤ λα + (1 − λ) β

para todo λ ∈ (0, 1) y α, β ≥ 0. Entonces, como una consecuencia de la desigualdad de Young, se


tiene el siguiente resultado

Teorema 3.2.3 (Desigualdad de Hölder) Si f, g ∈ C [a, b] y p > 1, entonces


Z b
|f (x) g (x)| dx ≤ kf kp kgkq , (3.8)
a

1 1
donde, p + q = 1.

Demostración. Por [N2] vemos que si kf kp = 0 ó kgkq = 0, entonces f ≡ 0 ó g ≡ 0 en [a, b];


y en este caso, la igualdad se cumple en (3.8). Ası́ que podemos suponer que kf kp > 0 y kgkq > 0.
p
Luego, si fijamos x ∈ [a, b] y usamos la desigualdad de Young con λ = p1 , α = kf1kp |f (x)| y
p
1 q
β= kgkqq |g (x)| , se tiene que

p q
|f (x)| |g (x)| 1 |f (x)| 1 |g (x)|
≤ p + ,
kf kp kgkq p kf kp q kgkqq

1
para todo x ∈ [a, b], donde hemos usado que 1 − p = 1q . Luego, integrando con respecto a x en el
intervalo [a, b], se obtiene que
Z b Z b Z b
1 1 p 1 q
|f (x) g (x)| dx ≤ p |f (x)| dx + q |g (x)| dx
kf kp kgkq a p kf kp a q kgkq a
1 1
= + = 1,
p q

donde hemos usado la definición de kf kp y kgkq . Finalmente, multiplicando por kf kp kgkq > 0,
obtenemos la desigualdad deseada.

Ahora podemos demostrar la desigualdad triangular para k·kp , que en este caso, se le llama
desigualdad de Minkoski.

Teorema 3.2.4 (Desigualdad de Minkowski) Si f, g ∈ C [a, b] y p > 1, entonces

kf + gkp ≤ kf kp + kgkp .

Demostración. Claramente, si kf + gkp = 0, entonces no hay nada que mostrar, ası́ que

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podemos suponer que kf + gkp > 0. En este caso, podemos escribir

Z b
p p
kf + gkp = |f (x) + g (x)| dx
a
Z b
p−1
= |f (x) + g (x)| |f (x) + g (x)| dx
a
Z b
p−1
≤ |f (x) + g (x)| (|f (x)| + |g (x)|) dx
a
Z b Z b
p−1 p−1
= |f (x) + g (x)| |f (x)| dx + |f (x) + g (x)| |g (x)| dx
a a
Z !1/q Z !1/q
b b
(p−1)q (p−1)q
≤ kf kp |f (x) + g (x)| dx + kgkp |f (x) + g (x)| dx
a a
!1/q
  Z b
p
= kf kp + kgkp |f (x) + g (x)| dx ,
a

donde en la primera desigualdad hemos usado la desigualdad triangular del valor absoluto y la
monotonı́a de la integral, también hemos usado la desigualdad de Hölder y al final hemos usado el
hecho que (p − 1) q = p. Luego, dividiendo, se ecuentra que

Z !1−1/q
b
p
|f (x) + g (x)| dx ≤ kf kp + kgkp
a

que era lo que se querı́a mostrar.

Observación 3.1 En las demostraciones de las desigualdades de Hölder y de Minkoswki no se ha


usado el hecho que las funciones son continuas.

Ya para finalizar esta sección, veremos que el espacio C [a, b] no es de Banach con ninguna de
las normas k·kp definida anteriormente.

 
Teorema 3.2.5 Para p > 1 fijo, el espacio C [a, b] , k·kp NO es un espacio de Banach.

Demostración. Aquı́ sólo basta dar un ejemplo de una sucesión de funciones continuas en
[a, b] cuyo lı́mite no sea una función continua en ese intervalo. Por simplificidad, asumiremos que
[a, b] = [0, 1]; la idea aquı́ es modificar el Ejemplo 1.4.2. Con este fin, consideremos las funciones
fn : [0, 1] −→ R dado por:
  

 0, x ∈ 0, 12 − n1 ,
n 1 1
 1 
fn (x) = 2 x− 2 + n , x ∈ 2 − n1 , 12 + n1 ,

  
1, x ∈ 12 + n1 , 1 .

Claramente, para cada n ∈ N, se cumple que fn ∈ C [a, b]. Todavı́a más, para n > m, se tiene

105
(véase la Figura abajo)

Funciones fn y fm
las siguientes acotaciones
 m p Z 21 − n1  1 1
p Z 21  
m 1 1

n

1 1
p
p
kfn − fm kp = x− + dx + x− + − x− + dx
2 1
2−m
1 2 m 1
2−n
1 2 2 m 2 2 n
Z 12 + n1     p Z 12 + m1   p
n 1 1 m 1 1 m 1 1
+ x− + − x− + dx + 1− x− + dx
1
2
2 2 n 2 2 m 1
2+n
1 2 2 m
 p+1 p p p
mp 1 1 (n − m) 1 (n − m) 1 (n − m) 1
= − + + +
(p + 1) 2p m n (p + 1) 2p np+1 (p + 1) 2p np+1 (p + 1) 2p np+1
2 1 1 1 1 1 2 1
≤ + + +
p+1m p+1n p+1n p+1m
6 1
≤ ,
p+1m
1
donde en la penúltima desigualdad hemos usado que m − n1 ≤ m 1
+ n1 ≤ m 2
pues n > m y que
n −m ≤ 2n. Luego, haciendo m → ∞, se puede concluir que la sucesión {f n } es de Cauchy
en C [a, b] , k·kp ; sin embargo, esta sucesión no converge en este espacio pues en este caso
lı́mn−→∞ kfn − f kp = 0, donde
  1

 0, x ∈ 0, 2 ,
1 1
f (x) = 2, x = 2, 


1, x ∈ 12 , 1 .
y f∈
/ C [a, b] ( f no es continua).

3.3. Convergencia Puntual


Ahora procedermos a estudiar la convergencia en espacios de funciones. En las secciones ante-
riores hemos visto que si (Y, k·kY ) es un espacio de Banach entonces (BY (X) , k·k∞ ) es también un

106
espacio de Banach y que el espacio (CR [a, b] , k·k∞ ) es un espacio de Banach. En la demostración
de estos resultados hemos fijado un punto x0 del dominio para luego establecer la convergencia
de la sucesión {fn (x0 )} en el espacio codominio, definiéndose después la función a través de los
puntos lı́mites. Este tipo de convergencia es la que se denomina convergencia puntual que definimos
a continuación.

Definición 3.3.1 (Convergencia puntual) Sea {fn } una sucesión de funciones en Y X , donde
(Y, k·kY ) es un espacio normado. Se dice que {fn } converge puntualmente a f ∈ Y X si para
cada xo ∈ X se cumple
lı́m kfn (xo ) − f (xo )kY = 0.
n−→∞
En este caso, se escribe
fn → f en X.

¿Como hallar el limite puntual de una sucesión de funciones? La defnición dice que debemos
fijar un elemento xo en el dominio y hallar (si existe) lı́mn−→∞ fn (xo ). Ilustremos esto con un
ejemplo.

Ejemplo 3.3.1 Hallar el lı́mite puntual de la sucesión fn : [0, +∞) → R, n ∈ N, definida por
(
xn , 0 ≤ x < 1,
fn (x) =
1, x ≥ 1.

Solución. Para hallar el lı́mite puntual, consideramos un elemento cualquiera x0 ∈ [0, +∞). En
este caso, debemos considerar dos casos:

Si xo ≥ 1, entonces fn (xo ) = 1 y por tanto

lı́m fn (xo ) = lı́m 1 = 1.


n−→∞ n−→∞

Si 0 ≤ xo < 1, entonces fn (xo ) = xno y por tanto

lı́m fn (xo ) = lı́m xno = 0.


n−→∞ n−→∞

En conclusión, la sucesión {fn } converge puntualmente a la función f : [0, ∞) → R, definida


por (
0, 0 ≤ x < 1,
f (x) =
1, x ≥ 1.
¿Como se probarı́a, por definición, que fn −→ f , puntualmente en [0, ∞)? Se debe fijar xo ∈
[0, +∞) y demostrar, por definición, que

lı́m fn (xo ) = f (xo ) .


n−→∞

Para esto, sea xo ∈ [0, +∞) y ε > 0. Se debe hallar no ∈ N tal que

|fn (xo ) − f (xo )| < ε

siempre que n ≥ no . En general, se deben considerar varios casos para xo ; y el n0 dependerá de


ε y xo . En este ejemplo tenemos dos casos:

107
Si xo ≥ 1, entonces fn (xo ) = f (xo ) = 1 y por tanto

|fn (xo ) − f (xo )| = 0 < ε,

independientemente del n0 ∈ N que se tome; ası́ que podemos seleccionar, por ejemplo,
no = 1.

Si xo ∈ [0, 1), entonces fn (xo ) = xno y f (xo ) = 0; ası́,

|fn (xo ) − f (xo )| = xno .

Luego, si queremos que


xno < ε (3.9)

para n suficientemente grande, consideramos los casos xo = 0 y xo ∈ (0, 1) por separados.


En el primer caso, xo = 0, se observa que la desigualdad (3.9) es cierta, independiente,
nuevamente, del n0 ∈ N ası́ que podemos seleccionar n0 = 1. Si xo ∈ (0, 1), entonces como
la función logaritmo natural es una función creciente, podemos observar que la desigualdad
(3.9) es equivalente a
ln (xno ) < ln (ε) ,

es decir,
n ln (x0 ) < ln (ε) .

Asi, como ln (xo ) < 0 ya que xo ∈ (0, 1) se obtiene que

ln (ε)
n> .
ln (xo )

Luego, seleccionando
 
ln (ε)

no = + 1,
ln (xo )
que depende de ε y xo , y al suponer n ≥ n0 , se obtiene que
 
ln (ε)
n ≥ n0 = +1
ln (xo )
ln (ε)
>
ln (xo )

y por tanto,
|fn (xo ) − f (xo )| = xno < ε.

Ası́,
lı́m fn (xo ) = f (xo )
n−→∞

en todo caso y la prueba esta completa.

108
Observación 3.2 Este ejemplo pone de manifiesto que la convergencia puntual NO preserva
propiedades tales como la continuidad, pues en este caso, las funciones
(
xn , 0 ≤ x < 1,
fn (x) =
1, x ≥ 1.

son continuas, para cada n ∈ N, en todo [0, ∞); pero la función lı́mite puntual
(
0, 0 ≤ x < 1,
f (x) =
1, x ≥ 1.

no es continua en x = 1. Esto significa, que en general,

lı́m lı́m fn (x) 6= lı́m lı́m fn (x) ;


n→∞ x→a x→a n→∞

es decir, en general, no se puede cambiar el orden de los lı́mites.

En el siguiente ejemplo veremos que la convergencia puntual tampoco preserva la diferencia-


bilidad; es decir, el lı́mite puntual de una sucesión de funciones diferenciables no tiene porque ser
diferenciable.

Ejemplo 3.3.2 Para n ∈N consideremos la función




 −1, x < − n1 ,

fn (x) = sen nx 2 , − n1 ≤ x ≤
π 1
n,


1, x > n1 .

El limite puntual de la sucesión de funciones dada es




 −1, x < 0,
lı́m fn (x) = f (x) = 0, x = 0,
n−→∞ 

1, x > 0.

Para demostrar esta afirmación por defnición, consideramos x0 ∈ R. Debemos establecer que

lı́m fn (x0 ) = f (x0 ) .


n−→∞

Para esto, consideramos ε > 0 y deberı́amos considerar 3 casos:

1. x0 < 0,

2. x0 = 0,

3. x0 > 0.

1.- Si x0 < 0, seleccionamos n0 ∈ N de tal manera que x0 < − n10 , entonces si n ≥ n0 , se tiene

1 1
x0 < − ≤−
n0 n
y por tal motivo,
fn (x0 ) = −1 = f (xo ) .

109
Ası́ que para n ≥ n0 se tiene
|fn (x0 ) − f (x0 )| = 0 < ε,
lo cual significa que
lı́m fn (x0 ) = f (x0 )
n−→∞
en este caso.

2.- Si x0 = 0, entonces f (x0 ) = fn (x0 ) = 0 y por tal motivo,

|fn (x0 ) − f (x0 )| = 0 < ε,

independientemente del valor de n0 ∈ N; ası́ que podemos seleccionar, en este caso, n0 = 1.

1
3.- Si x0 > 0, entonces, como antes, seleccionamos n0 ∈ N de tal manera que x0 > n0 , entonces
si n ≥ n0 , se tiene
1 1
x0 > ≥
n0 n
y por tal motivo,
fn (x0 ) = 1 = f (x0 ) .
Ası́, para n ≥ n0 se tiene
|fn (x0 ) − f (x0 )| = 0 < ε.
Hemos concluido ası́ que para cualquier x0 ∈ R se cumple

lı́m fn (x0 ) = f (x0 ) .


n−→∞

Notamos que f no es diferenciable en R, pues no es continua; sin embargo, para cada n ∈ N,


la función fn es diferenciable en todo R. En efecto, veamos que fn es diferenciable en x0 = − n1 .
Para esto, debemos hallar las derivadas laterales D− fn (x0 ) y D+ fn (x0 ). En este caso, debemos
recordar que
fn (x0 + h) − fn (x0 )
D− fn (x0 ) = lı́m .
h−→0− h
Luego, como
     
1 1 π
fn (xo ) = fn − = sen n −
n n 2
 π
= sen − = −1,
2
y además h −→ 0− , en particular se tiene que h < 0 y por tal motivo,

x 0 + h < x0 ,

es decir,
1 1
− +h<− ,
n n
lo cual implica que  
1
fn (x0 + h) = fn − + h = −1
n

110
y ası́,
−1 − (−1)
D− fn (x0 ) = lı́m = 0.
h−→0− h
Ahora hallamos la derivada por la derecha

fn (x0 + h) − fn (x0 )
D+ fn (x0 ) = lı́m
h−→0+ h
 
sen n − n1 + h π2 − (1)
= lı́m
h−→0+ h

sen − π2 + n h π2 + 1
= lı́m
h−→0+ h
π 1 − cos (n h) π2
= n lı́m
2 h−→0+ n h π2
π
= n · 0 = 0,
2
pues es conocido que
1 − cos (t)
lı́m = 0.
t→0 t
En conclusión tenemos que D− fn (x0 ) = D+ fn (x0 ) = 0, lo cual significa que la función fn es
diferenciable en x0 = −1/n y fn0 (−1/n) = 0. El caso x0 = 1/n es similar y se deja de ejercicio al
lector. Observe que en este ejemplo se mostró que en general

d d n o
lı́m fn (x) 6= lı́m fn (x) ,
n→∞ dx dx n→∞
es decir, en general no podemos intercambiar los sı́mbolos de lı́mites y derivadas.

Ahora daremos un ejemplo para ver que en general, el lı́mite puntual de una sucesión de
funciones acotada no es una función acotada; es decir, el ı́mite puntual de funciones, en general,
no preserva la acotadez.

Ejemplo 3.3.3 Consideremos para n ∈ N, las funciones fn : (0, 1) → R definida por

1 − xn
fn (x) = .
1−x

Para hallar el lı́mite puntual de esta sucesión, recordamos que para x ∈ (0, 1), se cumple

lı́m xn = 0.
n→∞

Por tal motivo podemos afirmar que la sucesión {fn } converge puntualmente a la función fn :
(0, 1) → R definida por

1 − xn 1
f (x) = lı́m fn (x) = lı́m = .
n→∞ n→∞ 1 − x 1−x

Claramente esta función no es acotada en (0, 1) pues

1
lı́m f (x) = lı́m = ∞;
x→1− x→1− 1−x

111
sin embargo, para n ∈ N fijo se tiene que
1 − xn
fn (x) = = 1 + x + x2 + · · · + xn−1
1−x
y por tanto,
2 n−1
|fn (x)| ≤ 1 + |x| + |x| + . . . + |x|
≤ 1 + 1 + 1 + . . . + 1 = n,

es decir,
|fn (x)| ≤ n

para todo x ∈ (0, 1); por ejemplo, |f5 (x)| ≤ 5 para todo x ∈ (0, 1). Ası́, para cada n ∈ N fijo, fn
es una función acotada.

Finalizamos esta sección dando un ejemplo donde se exhibe que, en general no se puede inter-
cambiar los sı́mbolos de lı́mite e integral.

Ejemplo 3.3.4 Para n ∈ N y x ∈ [0, 1] consideremos las funciones


n
fn (x) = nx 1 − x2 .

Afirmamos que
Z 1 Z 1 n o
lı́m fn (x) dx 6= lı́m fn (x) dx.
n→∞ 0 0 n→∞

En efecto, por un lado se tiene que


Z 1 Z 1 n
fn (x) dx = nx 1 − x2 dx
0 0
Z 0
−n
= wn dw
2 1
n
= ,
2 (n + 1)

lo cual implica que


Z 1
n 1
lı́m fn (x) dx = lı́m = . (3.10)
n→∞ 0 n→∞ 2n + 2 2
Por otra parte, notamos que si r ∈ (0, 1), entonces

lı́m nrn = 0,
n→∞

luego, para x0 ∈ (0, 1] fijo, haciendo r = 1 − x20 , se obtiene que


n
lı́m fn (x0 ) = lı́m nx0 1 − x20
n→∞ n→∞
= x lı́m nrn = 0;
n→∞

también, si x0 = 0, se tiene que


fn (x0 ) = fn (0) = 0,

112
para todo n ∈ N; lo que implica que, en este caso,

lı́m fn (x0 ) = 0.
n→∞

Ası́, el lı́mite puntual de la sucesión de funciones dada es la función nula f ≡ 0 y por tanto,
Z 1 n o Z 1
lı́m fn (x) dx = 0dx = 0. (3.11)
0 n→∞ 0

De (3.10) y (3.11) se concluye, que en general,


Z 1 Z 1 n o
lı́m fn (x) dx 6= lı́m fn (x) dx.
n→∞ 0 0 n→∞

De todo lo visto en esta sección, podemos concluir que, en general, la convergencia puntual
de una sucesión de funciones, no preserva propiedades. Luego, nos podemos hacer la siguiente
pregunta. ¿Podemos definir otra clase de convergencia en espacios de funciones, de tal manera que
la función lı́mite preserve la propiedad que tienen los elementos de la sucesión? La respuesta a esta
última pregunta la esudiamos en la próxima sección.

3.4. Convergencia Uniforme


En esta sección estudiamos un tipo de convergencia en espacios de funciones reales, de tal mane-
ra que la función lı́mite preserve algunas de las propiedades que tienen los elementos de la sucesión
de funciones dada. Recordemos que en las primeras secciones de este capı́tulo hemos establecido
que los espacios (BR [a, b] , k·k∞ ) y (CR [a, b] , k·k∞ ) son espacios de Banach. Esto significa que si
tenemos una sucesión de funciones reales continuas (resp. acotadas) sobre el intervalo [a, b] que
converge a una función f , con la norma k·k∞ definida a través del supremo, entonces esta función
lı́mite también será continua (resp. acotada) sobre [a, b]. Esto motiva la siguiente definición.

Definición 3.4.1 (Convergencia Uniforme) Sea {fn } una sucesión en Y X , donde (Y, k·kY )
es un espacio de Banach. Se dice que la sucesión {fn } converge uniformemente a la función
f ∈ Y X , denotado por fn →
u f en X, si

lı́m kfn − f k∞ = 0,
n→∞

donde
kf k∞ = sup kf (x)kY .
x∈X

u f significa que dado ε > 0 podemos encontrar un no ∈ N tal


En primer lugar, observe que fn →

que
kfn − f k∞ < ε

siempre que n ≥ no ; es decir, existe no ∈ N tal que

sup kfn (x) − f (x)kY < ε


x∈X

113
siempre que n ≥ no . Lo cual a su vez es equivalente a encontrar un no ∈ N tal que

n ≥ no =⇒ kfn (x) − f (x)kY < ε para todo x ∈ X.

Luego, podemos decir que la diferencia entre la definición de la convergencia uniforme con la
convergencia puntual radica en el hecho que en la convergencia puntual, el no que encontramos en
la definición, en general depende del ε > 0 y xo que fijamos al inicio, mientras que en la convergencia
uniforme el n0 dependerá solamente del ε > 0. También se puede ver de la definición que

convergencia uniforme =⇒ convergencia puntual.

Ası́, una sucesión de funciones que no converge puntualmente no puede converger uniformemente.
De manera entonces que para hallar el lı́mites uniformes de una sucesión de funciones, primero
hallamos el limite puntual y luego, cuando tratamos de demostrar el lı́mite por definición, ver si el
no que encontramos no depende del xo dado. Ilustramos lo comentado con los siguientes ejemplos.

Ejemplo 3.4.1 Demuestre que la sucesión


sen (nx)
fn (x) = , x ∈ [0, 1] ,
n
converge uniformemente a la función nula.

Solución. Notamos que para cualquier x ∈ [0, 1] se tiene


sen (nx)
lı́m fn (x) = lı́m = 0,
n→∞ n→∞ n
luego fn → 0 (función nula). Para ver si la convergencia es uniforme, consideramos ε > 0, entonces
como |sen (nx)| ≤ 1 para todo x ∈ [0, 1] y para todo n ∈ N, se tiene la desigualdad

sen (nx) |sen (nx)| 1
|fn (x) − f (x)| = = ≤
n n n
para todo x ∈ [0, 1]; pero
1 1
<ε ⇔ n>
n ε
Luego, al seleccionar  
1
no = + 1,
ε
que no depende de x ∈ [0, 1], y al suponer que n ≥ no se tiene que

|fn (x) − f (x)| < ε para todo x ∈ [0, 1] ,

lo cual significa que


kfn − f k∞ = sup |fn (x) − f (x)| < ε
x∈[0,1]

siempre que n ≥ no ; es decir, fn →


u f en [0, 1].

Ejemplo 3.4.2 Para x ∈ [0, 1), consideremos la sucesión de funciones {fn } definidas por
1
fn (x) = .
1 + xn
¿Converge {fn } uniformemente en [0, 1)?

114
Solución. Debido a que para cada x ∈ [0, 1) se cumple que

lı́m xn = 0,
n→∞

es claro que
1
lı́m fn (x) = lı́m =1
n→∞ n→∞ 1 + xn
y ası́, fn → f ≡ 1. Para ver si la convergencia es uniforme, consideramos ε > 0, entonces se tiene

1 xn n

|fn (x) − f (x)| = − 1 = x
1 + xn
=
1 + xn 1 + x n ,

de manera que

|fn (x) − f (x)| < ε


xn
⇐⇒ <ε
1 + xn
⇐⇒ xn < ε + εxn
⇐⇒ xn − εxn < ε
⇐⇒ xn (1 − ε) < ε.

Suponiendo ε < 1 y x > 0 tenemos


ε
xn <
1−ε
 
ε
⇐⇒ n ln (x) < ln
1−ε
 
ε
ln 1−ε
⇐⇒ n> ,
ln (x)

donde hemos invertido la desigualdad pues como x ∈ (0, 1), se cumple ln (x) < 0. Observe que se
presenta un problema si x ∼
= 1 porque en este caso ln (x) = 0. Ası́ que por el despeje que hemos
hecho,”parece” que la convergencia NO es uniforme pues el no que debemos seleccionar
 
ε
ln 1−ε
n0 ≥
ln (x)

tiende a infinito cuando x → 1− . Pero este estudio que hemos hecho NO prueba que la convergencia
no es uniforme en [0, 1). Para ver esto, debemos suponer que la convergencia es uniforme, entonces
para ε = 1/4, podemos encontrar un no ∈ N, que depende solamente de ε, tal que

n ≥ no =⇒ |fn (x) − f (x)| < 1/4 ∀x ∈ [0, 1).

En particular se tiene que


|fno (x) − f (x)| < 1/4 ∀x ∈ [0, 1).

Objetivo: Hallar un valor de xo ∈ [0, 1) tal que

|fno (x0 ) − f (x0 )| ≥ 1/4.

115
Con este fin, observamos que

|fno (x0 ) − f (x0 )| = 1/4


xn0 o 1
⇐⇒ no =
1 + x0 4
1 1
⇐⇒ xn0 o = + xn0 o
4 4
3 no 1
⇐⇒ x0 =
4 4
no 1
⇐⇒ x0 =
3
p
⇐⇒ x0 = no 1/3 ∈ [0, 1).
p
Luego xo = no
1/3 es un número entre 0 y 1 que satisface:
x no 1
n
=
1+x o 4
Contradiciendo que
xno 1
< ∀x ∈ [0, 1).
1 + x no 4
Por tanto, la convergencia no puede ser uniforme en [0, 1).

Si en el ejemplo anterior se considera como dominio de la sucesión el intervalo [0, 1/2), entonces
se podrı́a tener una convergencia uniforme. En efecto, consideramos ε > 0, entonces se tiene

1

|fn (x) − f (x)| = − 1
1+x n

xn n

= = x ;
1 + xn 1 + xn
1
pero como x ∈ [0, 1/2), entonces 1 + xn ≥ 1 y xn < 2n ; por tal motivo,
1
|fn (x) − f (x)| <
2n
ası́, como
1
< ε
2n
1
⇐⇒ 2n >
ε  
1
⇐⇒ n ln (2) > ln
ε

ln 1ε
⇐⇒ n> ,
ln (2)
podemos seleccionar n0 ∈ N (valido para todo x en el dominio) tal que

ln 1ε
no ≥
ln (2)
y al suponer n ≥ n0 se obtiene que

|fn (x) − f (x)| < ε para todo x ∈ [0, 1/2) ,

lo cual significa que la convergencia es uniforme en este caso.

116
Observación 3.3 Del ejemplo anterior podemos ver que la convergencia uniforme depende del
dominio de las funciones, ası́ que cuando se quiera estudiar la convergencia es uniforme de una
sucesión de funciones hay que aclarar cual es el dominio de definición de las funciones. También
de la definición, se tiene el siguiente resultado.

u f en el dominio X y D ⊂ X, entonces fn →
Corolario 3.4.1 Si fn →
− u f en el dominio D.

Otros resultados que nos pueden ayudar a identificar si una convergencia es uniforme lo obte-
nemos de lo que hemos estudiado en las dos primera sección de este capı́tulo. De hecho, debido a
que (BY (X) , k·k∞ ) es un espacio Banach se tiene el siguiente resultado.

Teorema 3.4.2 Si {fn } es una sucesión de funciones acotadas que converge uniformemente a un
función f en un dominio D, entonces f es acotada en D.

Observe entonces que si se tiene una sucesión de funciones acotadas y el lı́mite puntual de esta
sucesión no es una función acotada, entonces la convergencia no puede ser uniforme tal como se
ilustra en el siguiente ejemplo.

Ejemplo 3.4.3 Consideremos para n ∈ N, las funciones fn : (0, 1) → R definida por

1 − xn
fn (x) = .
1−x

Ya hemos visto en el Ejemplo 3.3.3, que estas funciones son acotadas en (0, 1) , de hecho se tiene
que
|fn (x)| ≤ n

para todo x ∈ (0, 1); sin embargo, la función lı́mite puntual en este caso es

1
f (x) =
1−x

que no es acotada en (0, 1). Luego, tenemos una sucesión de funciones acotadas que converge a
una función no acotada, entonces, por el Teorema 3.4.2, podemos concluir que esta convergecia no
es uniforme.

Se debe advertir sin embargo, que el hecho de que se tenga una sucesión de funciones acotadas
que converga puntualmente a una función acotada no significa que la convergencia sea uniforme.
Antes de dar un ejemplo que muestre lo anterior, recordemos que como (CR [a, b] , k·k∞ ) es un
espacio de Banach, se tiene el siguiente resultado.

Teorema 3.4.3 Si {fn } es una sucesión de funciones reales continuas que converge uniformemen-
te a f en el intervalo [a, b], entonces f es continua en [a, b].

De manera entonces que si se tiene una sucesión de funciones continuas que converge puntual-
mente a una función que es discontinua, entonces por el teorema anterior se puede concluir que
esta convergencia no es uniforme.

117
Ejemplo 3.4.4 Estudie la convergencia de la sucesión de funciones definida por
1
fn (x) = x ∈ [0, 1] .
1 + xn
Solución. Notemos que para x ∈ [0, 1) se tiene que

lı́m xn = 0;
n→∞

mientra que para x = 1, claramente se tiene que

lı́m xn = 1.
n→∞

Luego, podemos asegurar que fn → f donde


(
1, x ∈ [0, 1),
f (x)
0, x = 1.

Observe que los elementos de la sucesión dada y la función lı́mite son acotadas en [0, 1]. Además,
como {fn } es una sucesión de funciones continuas que converge a una función que no es continua,
podemos concluir que la convergencia no es uniforme en virtud del Teorema 3.4.3.

Nuevamente, debemos aclarar que el hecho que se tenga una sucesión de funciones continuas
que converge a una función continua, NO significa que esta convergencia sea uniforme tal como se
puede ver en el Ejemplo 3.3.3. Ahora veremos que en el caso que se tenga convergencia uniforme,
entonces podemos intercambiar los simbolos de lı́mites e integración.

Teorema 3.4.4 Sea {fn } una sucesión de funciones integrables sobre [a, b] que converge unifor-
memente, entonces
Z b Z b
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx.
n→∞ a a n→∞

Demostración. Denotemos por f a la función lı́mite de la sucesión {fn }. Sea ε > 0, entonces
de las propiedades de la integral definida se tiene
Z Z b Z
b b

fn (x) dx − f (x) dx = (fn (x) dx − f (x)) dx
a a a
Z b
≤ |fn (x) dx − f (x)| dx.
a
ε
Luego, como fn →
u f en [a, b], entonces para
− b−a > 0, podemos encontrar un no ∈ N tal que
ε
|fn (x) − f (x)| <
b−a
para todo x ∈ [a, b] y siempre que n ≥ no . Por tanto, usando la monotonı́a de la integral, se tiene
que para n ≥ no
Z b Z b
ε
|fn (x) − f (x)| dx < dx = ε;
a a b−a
lo que prueba que
Z b Z b
lı́m fn (x) dx = f (x) dx.
n→∞ a a

118
Ahora nos preguntamos si es suficiente la convergencia uniforme para poder intercambiar los
sı́mbolos de lı́mite y de derivada. La respuesta a esta incertidumbre es negativa tal como se muestra
en el siguiente ejemplo.

Ejemplo 3.4.5 Consideremos la sucesión de funciones reales definidas por

1 
fn (x) = sen n2 x , x ∈ R.
n
Entonces se puede ver que fn →
u 0 = f , la función nula; pero

d 
fn (x) = n cos n2 x
dx
y
d
f (x) = 0.
dx
Por lo que
d d n o
fn (x) 6=
lı́m lı́m fn (x) .
n→∞ dx dx n→∞

Luego, podemos ver que con la diferenciabilidad se necesita más que convergencia uniforme tal
como se muestra en el siguiente resultado.

Teorema 3.4.5 Sea {fn } una sucesión de funciones reales y diferenciables definida en (a, b) su-
pongamos fn → f . Si {fn 0} converge uniformemente en (a, b) a una función continua g. Entonces
f es diferenciable y f 0 = g.

Demostración. En efecto, como f 0n → −u g en el intervalo (a, b), entonces para cada x ∈ (a, b)
fijo, se tiene que f 0n →
u g en el intervalo (a, x). Luego, por el Teorema 3.4.4, se puede escribir

Z x Z x
g (s) ds = lı́m f 0n (s) ds
a a n→∞
Z x
= lı́m f 0n (s) ds
n→∞ a
= lı́m {fn (x) − fn (a)}
n→∞
= f (x) − f (a) ,

es decir, para x ∈ (a, b) se cumple


Z x
f (x) = f (a) + g (s) ds;
a

y dado que g es continua, el Teorema Fundamental del cálculo implica que


 Z x 
d d
{f (x)} = f (a) + g (s) ds = g (x) .
dx dx a

Esto completa la demostración del teorema.

119
Observación 3.4 Se puede ver que bajo las hipótesis del teorema anterior, finalmente se obtiene
que  
d d n o
lı́m fn (x) = lı́m fn (x) .
n→∞ dx dx n→∞
En la próxima sección daremos una aplicación de este resultado. Por ahora, daremos un criterio
importante para establecer cuando la convergencia de ciertas sucesiones de funciones continuas es
uniforme.

Teorema 3.4.6 (Dini) Sea {fn } una sucesión decreciente de funciones no negativas y continuas
sobre [a, b]. Si {fn }, converge a cero, entonces la convergencia es uniforme en [a, b].

Demostración. Por hipótesis se tiene:


1.- Para cada n ∈ N, la función fn , es continua en [a, b],
2.- que la sucesión es decreciente, significa que para cada x ∈ [a, b] y n ∈ N se cumple

fn (x) ≥ fn+1 (x) ;

3.- que la sucesión dada converge a cero, significa que fn → 0; es decir,

lı́m fn (x) = 0
n→∞

para todo x ∈ [a, b].

Vamos a demostrar que fn →


u 0 en [a, b], es decir, que dado ε > 0 podemos encontrar un no ∈ N

tal que
n ≥ no =⇒ |fn (x)| < ε, ∀x ∈ [a, b] .

Supongamos, por el contrario, que no existe tal no ∈ N, significa que dado m ∈ N puedo
encontrar un xm ∈ [a, b] tal que
|fn (xm )| ≥ ε
para algún n ≥ m; es decir
fn (xm ) ≥ ε
para algún n ≥ m pues
fn (x) ≥ 0
para todo x ∈ [a, b] y todo n ∈ N. Además, como la sucesión es decreciente se tiene

fm (xm ) ≥ fn (xm ) ≥ ε.

Ası́, hemos construido una sucesión {xm } de elementos de [a, b] tales que

fm (xm ) ≥ ε

para todo m ∈ N. Por tanto, usando el Teorema de Bolzano-Weierstrass (toda sucesión de número
reales acotada contiene una subsucesión convergente) podemos encontrar una subsucesión{xmk }
que converge digamos a x ∈ [a, b] y se satisface

fmk (xmk ) ≥ ε

120
para todo k ∈ N. Lo cual implica que

lı́m fmk (xk ) ≥ ε.


k→∞

y por tanto, por la continuidad se deberı́a tener que

lı́m fmk (x) ≥ ε > 0;


k→∞

contradiciendo la parte 3. Esto completa la demostración del teorema.

Una consecuencia inmediata y una generalización a su vez del Teorema de Dini es el siguiente
resultado.

Corolario 3.4.7 Si {fn } es una sucesión monótona de funciones continuas en [a, b] que converge
puntualmente a otra función continua f en [a, b]. Entonces la convergencia es uniforme.

Demostración. En efecto, solamente hay que aplicar el Teorema de Dini a la sucesión de


funciones definida por
gn (x) = fn (x) − f (x) , x ∈ [a, b] ,
si la sucesión {fn } es decreciente o aplicar el mismo teorema a la sucesión

hn (x) = f (x) − fn (x) , x ∈ [a, b] ,

si la sucesión {fn } es creciente.

Ejemplo 3.4.6 Para x ∈ [0, 1/2), consideremos la sucesión de funciones definida por

fn (x) = 1 + x + . . . xn−1 .

Entonces se tiene lo siguiente:


1.- Para cada n ∈ N, la función fn es un polinomio de grado n − 1, por tanto es continua en el
intervalo [0, 1/2),
2.- Para cada n ∈ N, podemos usar el hecho que x ≥ 0 para obtener que

fn+1 (x) = 1 + x + . . . + xn−1 + xn ≥ 1 + x + . . . + xn−1 = fn (x)

lo que significa que la sucesión {fn } es monótona creciente.


3.- Para cada x ∈ [0, 1/2), se tiene que
1
lı́m fn (x) = = f (x)
n→∞ 1−x
que es una función continua en [0, 1/2).
Por tanto, el corolario del teorema de Dini nos dice que la convergencia, en este caso, es uniforme.

Finalizamos esta sección enunciando el siguiente resultado que nos da otras propiedades sobre
la convergencia uniforme. La demostración se deja de ejercicio al lector (véase el Ejercicio 3.2).

Teorema 3.4.8 Si fn →
u f en D y gn →
− u g en D. Entonces

1. fn + gn →
u f + g en D

u λf λ ∈ R
2. λfn →

3. Si {fn } y {gn } son acotadas fn · gn →
u f · g en D.

121
3.5. Series en Espacios de Funciones
En el Capı́tulo 2, hemos estudiado series en espacios normados y algunos criterios de conver-
gencias para series de números reales. En esta sección, extendemos lo estudiado para el espacio de
funciones. Con este fin, sea {fn } una sucesión de funciones en Y X , donde (Y, k·kY ) es un espacio
normado. Recordemos que una serie de funciones es un par ({fn } , {Sn }), donde {fn } ⊂ Y X ; y
relacionados con la fórmula
Sn = f 1 + f 2 + f 3 + . . . + f n .

Claramente se tiene lo siguiente:

1. Dado que Y X es un espacio vectorial, entonces Sn ∈ Y X para todo n ∈ N.

2. La sucesión {Sn } se llama sucesión de sumas parciales.

3. La sucesión {fn } se llama término general de la serie.


P+∞
4. Se acostumbra usar la expresión n=1 fn para denotar la serie ({fn } , {Sn }).

P+∞
Definición 3.5.1 Se dice que la serie n=1 fn converge puntualmente si existe una función
f ∈ Y X , llamada función suma, tal que para cada x ∈ X, se cumple
+∞
X
lı́m Sn (x) = f (x) = fn (x) ;
n→∞
n=1

es decir, para cada x ∈ X la serie en numérica ({fn (x)} , {Sn (x)}) converge a f (x) con la norma
de Y .

Ejemplo 3.5.1 Si fn (x) = xn , con |x| < 1, n ≥ 1 y fo (x) = 1. Entonces la serie

f o + f1 + f2 + . . .

converge puntualmente (véase la serie geométrica) a la función


n
X
f (x) = lı́m fk (x)
n→∞
k=0
Xn
= lı́m xn
n→∞
k=0
+∞
X 1
= xn = ,
1−x
k=0

donde |x| < 1.

En este ejemplo, podemos notar, que a pesar que las funciones fn son acotadas pues como
|x| < 1, entonces
n
|fn (x)| = |x| < 1.

122
La función suma
1
f (x) =
1−x
no es acotada en (−1, 1). Luego, nos preguntamos:
1.- Si {fn } es una sucesión de funciones continuas y
+∞
X
f (x) = fn (x)
n=0

puntualmente ¿Es f continua?; es decir, ¿podemos intercambiar los sı́mbolos de lı́mites y sumato-
ria?
+∞
X +∞
X
¿ lı́m fn (x) = lı́m fn (x)?
x→c x→c
n=0 n=0

2.- ¿Cuándo podemos intercambiar los sı́mbolos de derivadas y sumatorias?; es decir, ¿bajo
cuáles condiciones se cumple
+∞ +∞
d X X d
fn (x) = fn (x)?
dx n=0 n=0
dx
3.- ¿Cuándo podemos intercambiar los sı́mbolos de integración con las sumatorias?; es decir,
¿bajo cuáles condiciones se cumple
Z b X
+∞
! +∞ Z b
X
fn (x) dx = fn (x) dx?
a n=0 n=0 a

Como antes, es de esperarse que con la convergencia puntual, estas propiedades sean, en general,
falsas tal como se muestra en el siguiente ejemplo.

Ejemplo 3.5.2 Para x ∈ R y n ∈ N ∪ {0}, consideremos las funciones

x2
fn (x) = n.
(1 + x2 )
Se puede observar que para cada n ∈ N ∪ {0} las funciones fn son continuas en R. Para hallar la
convergencia puntual de la serie, calculamos para x ∈ X fijo
n
X
f (x) = lı́m fk (x) ,
n→∞
k=0

entonces si x = 0, se tiene que fk (x) = 0 para todo k ∈ N ∪ {0} y por tanto,

f (x) = f (0) = 0.

Mientras que si x 6= 0 se puede escribir


n
X n
X
x2
f (x) = lı́m fk (x) = lı́m n
n→∞ n→∞ (1 + x2 )
k=0 k=0
+∞
X +∞ 
X n
x2 2 1
= n =x
n=0
(1 + x2 ) n=0
1 + x2
!
1
= x2 1 = x2 + 1,
1 − 1+x2

123
1
donde hemos usado que la serie en la cuarta igualdad es geométrica de razón 1+x 2 . Observe que
1
hemos separado en dos casos pues cuando x = 0, la razón de la serie geométrica es 1+x 2 = 1; y en

este caso, la serie geométrica no es convergente. Luego, la función suma es


(
0, x = 0,
f (x) =
x2 + 1, x 6= 0,
que es una función discontinua en x = 0; es decir, en este ejemplo se puede observar que, en
general
+∞
X +∞
X
lı́m fn (x) 6= lı́m fn (x) .
x→0 x→0
n=0 n=0
P+∞
Definición 3.5.2 Se dice que una serie de funciones n=0 fn converge uniformemente a la
función f en E. Si la sucesión de sumas parciales {Sn } converge uniformemente a f en E. Es
decir,
+∞
X
fn →
u f en E ⇔ Sn →
− −u f en E.
n=0

Como una aplicación directa del Teorema 3.4.3, se tiene el siguiente resultado.

Teorema 3.5.1 Sea {fn } una sucesión de funciones reales y continuas sobre un conjunto E. Si
P
la serie fn converge uniformemente a f en E; entonces f es continua en E.

Demostración. Consideremos la sucesión de sumas parciales {Sn }. Entonces se tienen las


siguientes propiedades:
1.- Dado que Sn = f1 + f2 + . . . + fn , es la suma finita de funciones continuas, se tiene que Sn
es continua para cada n ∈ N..
u f en E.
2.- Además, por hipótesis, Sn →

Luego, por el Teorema 3.4.3, se concluye que f es continua en E.

Ejemplo 3.5.3 Para x ∈ R y n ∈ N ∪ {0}, consideremos las funciones


x2
fn (x) = n.
(1 + x2 )
P
Entonces ya hemos visto en el Ejemplo 3.5.2, que la serie fn converge puntualmente a
(
0, x = 0,
f (x) =
x2 + 1, x 6= 0.
Esta convergencia no es uniforme en R, pues las funciones fn son conitnuas en R, pero f no lo
es.

Ahora enunciaremos y demostraremos un resultado importante sobre la convergencia uniforme


de series de funciones.
P
Teorema 3.5.2 (Criterio M de Weierstrass) Sea fn una serie de funciones reales defi-
nidas sobre un conjunto D y supongamos que existe una sucesión de números positivos {Mn } tal
que
|fn (x)| ≤ Mn
P P
para todo x ∈ D y n ∈ N. Si la serie Mn < +∞ (es convergente), entonces la serie fn
converge uniformemente en E.

124
P
Demostración. Sean {Sn } y {Tn } las sucesiones de sumas parciales de las series fn y
P
Mn , respectivamentes. Es decir,
n
X n
X
Sn = fk y Tn = Mk .
k=1 k=1

Entonces, usando la desigualdad triangular del valor absoluto y la hipótesis, se tiene que para
cualquier x ∈ D y m > n la desigualdad

Xm

|Sm (x) − Sn (x)| = fk (x) (3.12)

k=n+1
m
X
≤ |fk (x)|
k=n+1
Xm
≤ Mk
k=n+1
= Tm − Tn
= |Tm − Tn |
P
Luego, como la serie Mn es convergente, su sucesión de sumas parciales {Tn } es de Cauchy.
Ası́, dado ε > 0, podemos encontrar un no ∈ N, que depende sólo de ε, tal que

Tm − Tn = |Tm − Tn | < ε

siempre que n, m ≥ no . Esto ultimo junto con la desigualdad en (3.12) implica que

|Sm (x) − Sn (x)| ≤ |Tm − Tn | < ε, para todo x ∈ D,

para todo n, m ≥ no ; es decir,

kSm − Sn k∞ = sup {|Sm (x) − Sn (x)|} < ε


x∈D

siempre que n, m ≥ no . Esto significa que la sucesión de funciones {Sn } es de Cauchy en (BR (D) , k·k∞ )
el cual, como sabemos, es un espacio de Banach pues (R, |·|) es un espacio de Banach. Por tanto,
existe una función f : D → R tal que

lı́m kSn − f k∞ = 0.
n→∞
P
Esto es, la serie fn converge uniformemente a f en D.

Ejemplo 3.5.4 Consideremos, para x ∈ (1, 2) y n ∈ N ∪ {0}, la sucesión de funciones definidas


por
x2
fn (x) = n.
(1 + x2 )
P
Aplicaremos el criterio M de Weierstrass para probar que fn converge uniformemente en (1, 2).
Para esto, se observa que si x ∈ (1, 2) y n ∈ N ∪ {0}, entonces se tiene la desigualdad

x2 x2 4
|fn (x)| = 2

n = 2 n ≤ n = Mn .
(1 + x ) (1 + x ) 2

125
Luego, como la serie
+∞
X +∞
X 4
Mn =
n=0 n=0
2n
es convergente, pues es una serie geométrica de razón r = 1/2, se tiene, por el criterio M de
Weierstrass, dice que la serie
+∞
X x2
2 )n
= x2 + 1,
n=0
(1 + x
uniformemente en (1, 2). Observe que se obtiene la misma conclusión en cualquier intervalo cerrado
que no contenga al origen.

Ejemplo 3.5.5 Fijemos r ∈ (0, 1). Probaremos que la serie


+∞
X 1
xn =
n=0
1−x
P+∞ 1
uniformemente en [−r, r]. En efecto, notamos que la serie n=0 xn converge puntualmente a 1−x
pues es una serie geométrica de razón x ∈ (−1, 1). Para ver que la convergencia es uniforme,
aplicamos el criterio M de Weierstrass. Aqui, para cada n ∈ N ∪ {0} se tiene que
n
|fn (x)| = |xn | = |x| ≤ rn

pues x ∈ [−r, r]. Luego, haciendo Mn = rn y observando el hecho que la serie


+∞
X +∞
X
Mn = rn
n=0 n=0

es convergente ya que es una serie geométrica de razón r ∈ (0, 1); se concluye, en virtud del criterio
M de Weierstrass, que la convergencia es uniforme. Observe que la convergencia no es uniforme
en (−1, 1).

Como consecuencia del Teorema 3.4.3, podemos observar que en el caso que una serie de fun-
ciones sea uniformemente convergente, podemos intercambiar los sı́mbolos de suma e integración
tal como se muestra en el siguiente resultado.

Teorema 3.5.3 Sea {fn } una sucesión de funciones integrables en [a, b] y supongamos que la serie
P
fn converge uniformemente a una función integrable f en [a, b]. Entonces
+∞ Z
X b Z +∞
bX
fn (x) dx = fn (x) dx.
n=1 a a n=1

Demostración. Para n ∈ N, consideremos la sucesión de sumas parciales dada por

Sn = f 1 + f 2 + . . . f n .

Entonces se puede observar que como las funciones f1 , f2 , . . . , fn son integrables [a, b], la función
Sn es una función integrable sobre [a, b] pues es una suma finita. Además, por hipótesis, se tiene
que Sn →
u f en [a, b]. Entonces, por el Teorema 3.4.4, se puede escribir

Z b Z b
lı́m Sn (x) dx = lı́m Sn (x) dx.
n→∞ a a n→∞

126
Luego, como
Z Z n
!
b bX
lı́m Sn (x) dx = lı́m fk (x) dx
n→∞ a n→∞ a k=1
!
XZ b
n
= lı́m fk (x) dx
n→∞ a
k=1
∞ Z
X b
= fk (x) dx
k=1 a

y simultaneamente
Z Z !
b   b n
X
lı́m Sn (x) dx = lı́m fk (x) dx
a n→∞ a n→∞
k=1
Z ∞
bX
= fk (x) dx,
a k=1

se concluye que
+∞ Z
X b Z +∞
bX
fk (x) dx = fk (x) dx.
k=1 a a k=1

Que era lo que se querı́a demostrar.

Como una aplicación del resultado anterior, para calcular el valor de ciertas series numéricas,
se tiene el siguiente ejemplo.

Ejemplo 3.5.6 Ya sabemos que, como una aplicación del criterio M de Weierstrass, que si r es
un número fijo en (−1, 1), entonces
+∞
X n 1
(−1) xn =
n=0
1+x

uniformemente en |x| ≤ r < 1. Luego, por el teorema anterior, se obtiene que


Z x Z +∞
xX
1 n
ds = (−1) sn ds
0 1+s 0 n=0
+∞
X Z x
n
= (−1) sn ds
n=0 0
+∞
X n xn+1
= (−1) ;
n=0
n+1

y como Z x
1
ds = ln (1 + x) ,
0 1+s
concluimos que
+∞
X n xn+1
(−1) = ln (1 + x)
n=0
n+1

127
para cualquier |x| < 1. En particular, si hacemos, por ejemplo, x = 12 , se obtiene
+∞
X n  
(−1) 1 3
n+1
= ln ;
n=0
n+1 2 2

es decir, con los resultados que hemos obtenido en esta sección, se puede hallar el valor de ciertas
series numéricas que sabı́amos que era convergente (en este caso se puede ver que la serie es
convergente por el criterio de las series alternadas); pero que no conocı́amos su valor

Otro resultado que aplicaremos repetidamente y que nos da condiciones para poder intercambiar
los sı́mbolos de sumatorias y derivación es el siguiente.

Teorema 3.5.4 Sea {fn } una sucesión de funciones definidas en [a, b] y diferenciables en (a, b).
P
Supongamos que para cada n ∈ N, la función derivada fn0 es continua en (a, b), que la serie fn
P 0
converge puntualmente a f y que la serie fn converge uniformemente en (a, b). Entonces,
+∞
X
fn0 (x) = f 0 (x) ;
n=1

es decir,
+∞ +∞
d X X d
fn (x) = fn (x) .
dx n=1 n=1
dx

Demostración. En efecto, solamente debemos aplicar el Teorema 3.4.5, visto en la sección


anterior, a la sucesión de sumas parciales dada por

Sn = f 1 + f 2 + . . . + f n .

Como aplicación de este último resultado tenemos el siguiente ejemplo.

Ejemplo 3.5.7 Fijemos r ∈ [0, 1) y consideremos la serie


+∞
X
xn ,
n=0

donde |x| ≤ r < 1. Ya hemos visto que esta serie converge uniformemente a la fuunción

1
f (x) = ,
1−x
en el conjunto |x| ≤ r; es decir,
+∞
X 1
xn =
n=0
1−x

uniformemente en |x| ≤ r. Entonces si hacemos

fn (x) = xn ,

donde n ∈ N ∪ {0} y |x| ≤ r, se tiene lo siguiente:

128
1. Para cada n ∈ N ∪ {0}, la función fn es diferenciable en (−r, r).

2. Para cada n ∈ N, la función fn0 (x) = nxn−1 es continua en (−r, r).


P
3. La serie fn converge puntualmente a f .
P 0
4. Veamos que la serie f n converge uniformemente en (−r, r). En efecto, se tiene que
+∞
X +∞
X
fn0 (x) = nxn−1 ,
n=1 n=1

para |x| < r. Además, se tiene la desigualdad


n−1
|fn0 (x)| = nxn−1 = n |x| ≤ nrn−1 = Mn

y como la serie
+∞
X +∞
X
Mn = nrn−1 ,
n=1 n=1

es convergente (por el criterio del cociente pues 0 < r < 1), se tiene, como una aplicación
P+∞
del criterio M de Weierstrass, que la serie de funciones n=1 f 0n converge uniformemente
en (−r, r).

Por tanto, el Teorema 3.4.5, nos permite concluir que


+∞ +∞
d X X d
fn (x) = fn (x) ;
dx n=0 n=0
dx

pero para |x| < r se tiene


( +∞ )  
d X d 1
fn (x) =
dx n=0
dx 1−x
1
= 2;
(1 − x)

mientras que
+∞
X +∞
X
d d
fn (x) = {xn }
n=0
dx n=0
dx
+∞
X
= nxn−1
n=0
+∞
X
= nxn−1 ,
n=1

y por tanto, hemos obtenido que para cualquier |x| < 1 se cumple la relación
+∞
X 1
nxn−1 = 2.
n=1 (1 − x)

129
Por ejemplo, si consideramos x = 12 , entonces se tiene
+∞
X    2  3
n 1 1 1 1
=1+2 +3 +4 + ... = 2 = 4;
n=1
2n−1 2 2 2 1 − 12

o más generalmente, para |r| < 1 se cumple


+∞
X 1
nrn−1 = 1 + 2r + 3r2 + 4r3 + . . . = 2,
n=1 (1 − r)

la cual se conoce como la derivada de la serie geométrica. De todo lo que hemo hecho en este
ejemplo, se ha obtenido otro método para hallar el valor de ciertas series numéricas que sabı́amos
convergentes.

3.6. Series de Potencias


En la sección anterior, hemos usado los teoremas de diferenciabilidad e integrabilidad a cier-
tas series cuyo término general es un polinomio para obtener nueva series convergentes y, como
aplicación, obtener el valor de cierta series numéricas; de hecho, partiendo de la serie geométrica
+∞
X 1
xn = , |x| < 1,
n=0
1−x

hemos obtenido las identidades


+∞
X 1
nxn−1 = 2, |x| < 1,
n=1 (1 − x)
+∞
X n
(−1) n+1
x = ln (1 + x) , |x| < 1.
n=0
n+1

En esta sección haremos un estudio más general de este tipo de series de funciones donde el término
n
n-ésimo es un polinomio de la forma fn (x) = an (x − xo ) , con n ∈ N ∪ {0}.

Definición 3.6.1 Una expresión de la forma


+∞
X n 2
an (x − xo ) = ao + a1 (x − xo ) + a2 (x − xo ) + . . . , (3.13)
n=0

donde x ∈ R, se llama serie de potencias alrededor de xo ∈ R.

En primer lugar, se puede observar que la serie (3.13), es convergente para x = xo . Además, se
tiene que
a n+1
fn+1 (x) n+1 (x − x o ) an+1
lı́m = lı́m
= |x − xo | lı́m ,
n→∞ fn (x) an
n
n→∞ an (x − xo ) n→∞

luego, si llamamos
1
R= ,

lı́mn→∞ aan+1
n

130


donde se define R = ∞ si lı́mn→∞ aan+1 n
= 0, se tiene, por el criterio del cociente, que la serie
de potencias dada en (3.13) es:
1.- convergente (absolutamente) si |x − xo | < R, es decir, es convergente si x ∈ D (xo , R) ,
2.- divergente si |x − xo | > R; esto es, es divergente si x ∈ ext (D (x0 , R)) ,
3.- y no se garantiza nada si |x − xo | = R.
Esto motiva la siguiente definición.

Definición 3.6.2 El disco D (xo ; R) cuyo radio satisface



1 an+1
= lı́m (3.14)
R n→∞ an
se llama disco de convergencia de la serie de potencias (3.13) y al valor R se
le llama
radio
an+1
de convergencia de la serie (3.13). Donde se conviene que R = ∞ si lı́mn→∞ an = 0.

Ejemplo 3.6.1 Estudie la convergencia de la serie de potencias


+∞
X n+1 n
2+1
(x − 2) .
n=0
n

Solución. Aquı́
n+1
an = ,
n2 + 1
lo cual implica que
n+2 n+2
an+1 = 2 = .
(n + 1) n2 + 2n + 2
Luego,
(n+1)+1
an+1 (n+1)2 +1
lı́m = lı́m = 1,
n→∞ an n→∞ n+1
n2 +1
1
ası́ que, R = 1 y el radio de convergencia es R = 1. Por tanto, la serie
+∞
X n+1 n
2+1
(x − 2)
n=0
n

converge (absolutamente) en el disco D (2, 1), es decir, en el intervalo (1, 3). También, sabemos que
esta serie diverge si x ∈ (−∞, 1) ∪ (3, +∞). Falta por averiguar ¿qué pasa si x = 1 ó x = 3?
Si x = 3, la serie que obtenemos, sustituyendo x por 3 es
+∞
X +∞
X
n+1 n n+1
2+1
(1) = 2+1
n=0
n n=0
n

que es divergente pues la podemos comparar con la serie armónica.


Si x = 2, la serie que se obtiene es
+∞
X n+1 n
2+1
(−1) (3.15)
n=0
n
que es una serie alternada. Luego, si hacemos
n+1
cn = ,
n2 + 1

131
se puede ver que
lı́m cn = 0
n→∞

y que

cn+1 ≤ cn
n+2 n+1
⇔ 2 ≤
(n + 1) + 1 n2 + 1
⇔ n2 + 3n ≥ 0,

lo cual es cierto pues n ∈ N. Esto significa que {cn } es una sucesión de términos positivos que
decrece a cero y por tanto, la serie (3.15) es convergente; o, lo que es lo mismo, la serie de potencias
dada converge para x = 1. En conclusión, la serie de potencias
+∞
X n+1 n
2+1
(x − 2)
n=0
n

converge si x ∈ [1, 3) y diverge si x ∈


/ [1, 3).

Del ejemplo anterior, podemos observar que si tomamos un xo ∈ [1, 3), podemos encontrar un
único yo ∈ R tal que
+∞
X n+1 n
yo = 2+1
(x − 2) ,
n=0
n
es decir, tenemos definida una función

f : [1, 3) → R
+∞
X n+1 n
: x → y = f (x) = 2+1
(x − 2) .
n=0
n
P+∞ n
Más generalmente, una serie de potencias n=0 an (x − xo ) induce una función f cuyo dominio
es el disco de convergencia; es decir, podemos definir la función

f : D (xo , R) → R (3.16)
+∞
X n
: x → y = f (x) = an (x − xo ) .
n=0

Nos preguntamos:¿Que propiedad tiene esa función?, ¿es continua?, ¿es diferenciable?, ¿es inte-
grable? ¿es acotada?

n
Podemos observar que el término n-ésimo de la serie de potencias es pn (x) = an (x − xo ) que
es un polinomio de grado n; y por tal motivo, es una función continua, diferenciable e integra-
ble. Luego, si la convergencia de la serie de potencia fuese uniforme en el disco de convergencia,
podriamos establecer algunas propiedades, para la función f , pero la convergencia no siempre es
uniforme. Por ejemplo, la serie geométrica
+∞
X 1
xn = ,
n=0
1−x

132
converge para |x| < 1 (el radio de convergencia es R = 1) pero esta convergencia no es uniforme;
1
ya que las sumas parciales son acotadas, pero la función suma 1−x no lo es; sin embargo, ya hemos
visto que si r ∈ (0, 1) entonces la serie geométrica
+∞
X 1
xn =
n=0
1−x

uniformemente en |x| ≤ r; y de aquı́, se puede concluir que la función suma es continua e inte-
grable en el conjunto |x| ≤ r. Este resultado se puede extender a series de potencias en general,
formalmente, se tiene el siguiente resultado.
P+∞ n
Teorema 3.6.1 Sea n=0 an (x − xo ) una serie de potencias con radio de convergencia R > 0.
Entonces para cualquier ro ∈ (0, R) la serie converge uniformemente en |x − xo | ≤ ro .
n
Demostración. Sea pn (x) = an (x − xo ) y supongamos que |x − xo | ≤ r < R, entonces
+∞
X +∞
X
n
an (x − xo ) = pn (x) ,
n=0 n=0

con |x − xo | ≤ ro . Además, para cada n ∈ N ∪ {0} y x ∈ [x0 − r0 , x0 + r0 ] se cumple


n n
|pn (x)| = |an (x − xo ) | = |an | |x − xo | ≤ |an | ron = Mn ;

ası́ que, con la intención de aplicar el criterio M de Weierstrass, nos preguntamos si la serie numérica
+∞
X +∞
X
Mn = |an | ron
n=0 n=0

es convergente. Para ver esto, aplicamos el criterio del cociente, entonces como

Mn+1 |an+1 | ron+1 an+1
lı́m = lı́m
= ro lı́m = ro 1 = ro < 1
n→∞ Mn n→∞ |an | ron n→∞ an R R
P
se puede asegurar que la serie Mn es convergente. Por tanto, el criterio de M de Weierstrass
P+∞ n
nos dice que la serie de potencias n=0 an (x − xo ) converge uniformemente (y absolutamente)
en el disco |x − xo | ≤ ro . La prueba está completa

Como una primera consecuencia del resultado anterior, vemos que la función inducida por una
serie de potencias es continua en el disco de convergencia.

Teorema 3.6.2 Sea f : D (xo , R) → R la función definida por


+∞
X n
f (x) = an (x − xo ) ,
n=0

donde |x − xo | < R, y R es el radio de convergencia. Entonces f es continua en D (xo , R) .

Demostración. Seleccionemos c ∈ D (xo , R) cualquiera, entonces |c − xo | < R y ası́, podemos


encontrar un ro ∈ R tal que |c − xo | ≤ ro < R. Luego, por el teorema anterior, la serie
+∞
X n
an (x − xo )
n=0

133
converge uniformemente a f (x) en el intervalo [xo − ro , xo + ro ] y dado que los polinomios

n
pn (x) = an (x − xo )

son funciones continuas en [xo − ro , xo + ro ]; entonces, por la convergencia uniforme se concluye


que la función f debe ser continua en el intervalo [xo − ro , xo + ro ]; en particular, f es continua en
c pues c ∈ [xo − ro , xo + ro ]. Asi, como c ∈ D (xo , R) es arbitrario, se concluye que f es continua
en el disco D (x0 , R). Esto completa la prueba del teorema.

Otras propiedades de la función inducida por una serie de potencias se recopila en el siguiente
resultado.

Teorema 3.6.3 Sea f : D (xo , R) → R la función definida por


+∞
X n
f (x) = an (x − xo ) ,
n=0

donde R es el radio de convergencia. Entonces para x ∈ D (xo , R) se cumple:

1. Las series de potencias se puede integrar términos a términos; es decir,


Z x +∞
X Z x +∞
X
n an n+1
f (t) dt = an (t − xo ) dt = (x − xo ) .
xo n=0 xo n=0
n + 1

2. Las series de potencias se pueden derivar términos a términos; es decir, f es diferenciable en


D (xo , R) y
+∞ +∞ +∞
d d X n
X d n
X n+1
f (x) = an (x − xo ) = an (x − xo ) = nan (x − xo ) .
dx dx n=0 n=0
dx n=0

Demostración. 1.- Como x ∈ D (xo , R), entonces |x − xo | < R ası́ existe ro ∈ R tal que
|x − xo | ≤ ro < R. Por tanto, la serie
+∞
X n
an (x − xo )
n=0

converge uniformemente cuando |x − xo | ≤ ro ; esto implica que esta serie se puede integrar término
a término en |x − xo | ≤ ro ; es decir,
Z x Z +∞
xX +∞ Z
X x +∞
X
n n an n+1
f (t) dt = an (t − xo ) dt = an (t − xo ) dt = (x − xo ) ,
xo xo n=0 n=0 xo n=0
n + 1

donde en la segunda igualdad hemos podido intercambia los sı́mbolos de suma e integración pues
la convergencia es uniforme. Esto completa la prueba de la parte 1.
Sea
+∞
X n−1
g (x) = nan (x − xo ) ,
n=1

134
entonces se tiene que g es una función inducida por una serie de potencias. El radio de convergencia
e de esta serie viene dado por
R

1 bn+1 (n + 1) an+1 an+1
= lı́m
= lı́m
= lı́m = 1,
e n→∞ bn n→∞ nan n→∞ an R
R

de donde Re = R; es decir, el radio de convergencia de la función g es el mismo que el de la función


f. Por tanto, usando la parte 1. se tiene que para x ∈ D (xo , R)
Z x +∞
X Z x +∞
X
n−1 n
g (t) dt = nan (t − xo ) dt = an (x − xo ) = f (x) − ao
xo n=1 xo n=1

y dado que g es continua en D (xo , R) se tiene por el teorema fundamental de cálculo que
Z x 
d d
g (t) dt = {f (x) − ao } ,
dx xo dx

es decir,
+∞
X n
f 0 (x) = g (x) = nan (x − xo )
n=1

que era lo que se querı́a demostrar.

En la demostración del teorema anterior, hemos podido ver que f es diferenciable en D (xo , R)
y que la derivada
+∞
X n−1
f 0 (x) = nan (x − xo )
n=1

se obtiene derivando la serie original término a término. Además, la función derivada f 0 (x) es otra
serie de potencias alrededor de xo que tiene el mismo radio de convergencia. Por tanto, aplicando
repetidamente la conclusión en 2, se concluye que la función inducida por una serie de potencias
es de clase C ∞ (D (xo ; R)); es decir; f es infinitamente y continuamente diferenciable en el disco
de convergencia D (xo ; R). Además, la k-ésima derivada de la función inducida por una serie de
potencias viene dada por
+∞
X
(k) n−k
f (x) = n (n − 1) (n − 2) . . . (n − k + 1) · an (x − xo ) , (3.17)
n=k

donde , k ∈ N ∪ {0} lo cual claramente es una serie de potencias alrededor de xo cuyo radio de
convergencia es R.

Ejemplo 3.6.2 Consideremos la serie de potencias


+∞
X n
(−1) n
f (x) = (x − 1) .
n=0
n + 1

Se quiere calcular el valor de f (5) (1). Entonces de la identidad (3.17) se tiene que .
+∞
X n
(−1) n−5
f (5) (x) = n (n − 1) (n − 2) (n − 3) (n − 4) (x − 1) ,
n=5
n+1

135
de donde se obtiene que
5
(−1)
f (5) (1) = 5 · 4 · 3 · 2 · 1 = −20.
5+1
Más generalmente, de la relación (3.17) se obtiene que

f (k) (xo ) = k (k − 1) (k − 2) . . . 2 · 1 ak

o, equivalentemente, que
f (k) (xo ) = k! · ak ;

de donde se obtiene que


f (k) (xo )
ak =
k!
para todo k = 0, 1, 2, . . . y por tanto, una serie de potencias también se puede escribir en la forma

X f (k) (xo ) k
f (x) = (x − x0 ) , (3.18)
k!
k=0

siendo f la función inducida por una serie de potencias, definida en su disco de convergencia. El
lado derecho de la expresión (3.18) se conoce como la serie de Taylor de la función f de clase C ∞
alrededor de x0 y queda en el aire la pregunta de ¿cuándo la serie de Taylor de una función de
clase C ∞ converge a la función f ?.

Como aplicación del Teorema 3.6.3 se tiene el siguiente ejemplo, en donde, por derivación se
pueden obtener series de potencias a partir de una conocida.

Ejemplo 3.6.3 Sabemos que para |x| < 1 se cumple



X 1
1 + x + x2 + . . . = xn = ,
n=0
1−x

luego, en virtud del Teorema 3.6.3, podemos derivar términos a términos para obtener que
∞n
X  
2 3 n−1 d 1 1
1 + 2x + 3x + x + . . . = nx = = 2
n=1
dx 1−x (1 − x)

y tal representación es válida para |x| < 1. Debido a que nuevamente se tiene una serie de potencias,
se puede aplicar nuevamente el Teorema 3.6.3 para obtener

X 2
2 + 6x + 12x2 + . . . = n (n − 1) xn−2 = 3,
n=2 (1 − x)

la cual es válida en el disco |x| < 1. Por ejemplo, sustituyendo x = 12 , se obtiene la identidad
+∞
X +∞
X  k−2
k (k − 1) 1 2
= k (k − 1) = 3 = 16.
2k−2 2 1 − 12
k=2 k=2

Ahora, daremos un ejemplo, donde se muestra como construir, series de potencias por integra-
ción término a término de una serie de potencias conocida.

136
Ejemplo 3.6.4 Sabemos que para |x| < 1 se cumple que

+∞
X
1 n
= (−1) xn .
1 + x n=0

Luego, como aplicación del Teorema 3.6.3, podemos integrar término a término para obtener que

Z x +∞
X n
1 (−1) n+1 1 1 1
ds = x = x − x2 + x3 − x4 + . . . ,
0 1+s n=0
n + 1 2 3 4

y tal representación es válida en el intervalo |x| < 1; ası́, hemos arrivado a la identidad

1 1 1
ln (1 + x) = x − x2 + x3 − x4 + . . . , (3.19)
2 3 4

la cual es valida para |x| < 1. Además, como, por integración por parte, se tiene que
Z x
ln (1 + s) ds = (x + 1) ln (1 + x) 1 − x,
0

se puede usar nuevamente el Teorema 3.6.3, en la serie de potencias (3.19), para obtener la relación
Z x
(x + 1) ln (1 + x) − x = ln (1 + s) ds
0
Z +∞
xX n
(−1) n+1
= s ds
0 n=0 n + 1
+∞
X n Z x
(−1)
= sn+1 ds
n=0
n + 1 0
+∞
X n
(−1) xn+2
=
n=0
(n + 1) (n + 2)
x2 x3 x4
= − + − ...,
2 6 12

la cual también es valida en el intervalo |x| < 1.

Ejemplo 3.6.5 Para hallar una serie de potencias de que sea igual a la función arctan (x) con x
en algún entorno del origen, recordamos que
Z x
ds
arctan (x) = ,
0 1 + s2

con x ∈ R; pero de la serie geométrica, se deduce que


X
1 n
= (−1) s2n ,
1 + s2
n= 0
0

137
valida para |s| < 1. Por tanto, usando el Teorema 3.6.3, se concluye que
Z x
ds
arctan (x) = 2
0 1+s
Z xX+∞
n
= (−1) s2n ds
0 n=0
+∞
X Z x
n
= (−1) s2n ds
n=0 0
+∞
X n
(−1) 2n+1
= x
n=0
2n + 1
1 1 1
= x − x 3 + x5 − x 7 + . . . ,
3 5 7
la cual es valida en el intervalo |x| < 1.

Finalizamos esta subsección con un resultado importante que nos permite calcular el valor de
series numéricas a través del lı́mite de series de potencias. Este viene a completar el Teorema
3.6.2, que establece que la función inducida por una serie de potencias es continua en el disco de
convergencia.

Teorema 3.6.4 (del lı́mite de Abel) Supongamos que


+∞
X
f (x) = a n xn
n=0

para −r < x < r. Si la serie converge también en x = r, entonces


+∞
X
an rn = lı́m− f (x) .
x→r
n=0

Demostración. Supongamos, sin perder generalidad, que r = 1 y definamos


+∞
X
f (1) = an
n=0

la cual es una serie convergente por hipótesis. Vamos a demostrar que

lı́m f (x) = f (1) .


x→1−

Multiplicando se obtiene
+∞
! +∞
!
1 X X
n n
f (x) = x an x
1−x n=0 n=0
+∞
X
= c n xn ,
n=0

donde |x| < 1 y


n
X
cn = an .
k=0

138
Luego,
+∞
X
f (x) = (1 − x) cn xn
n=0

y por tal motivo,


+∞
X +∞
X
f (x) − f (1) = (1 − x) cn xn − f (1) (1 − x) xn (3.20)
n=0 n=0
+∞
X
= (1 − x) {cn − f (1)} xn ,
n=0
P+∞
expresión que es valida para −1 < x < 1. Pero por hipótesis n=0 an = f (1), lo cual significa que
n
X
lı́m ak = f (1) ;
n→∞
k=0

es decir,
lı́m cn = f (1) .
n→∞

Ası́, dado ε > 0, podemos encontrar un no ∈ N tal que


ε
|cn − f (1)| <
2
siempre que n ≥ n0 . Luego, denotando por

M = máx {|cn − f (1)| : 0 ≤ n ≤ n0 − 1} ,

usando la expresión (3.20) y la desigualdad triangular, se obtiene que



+∞
X

|f (x) − f (1)| = (1 − x) {cn − f (1)} xn

n=0
+∞
X n
≤ |1 − x| |cn − f (1)| |x|
n=0
nX
0 −1 +∞
X
n n
= |1 − x| |cn − f (1)| |x| + |1 − x| |cn − f (1)| |x|
n=0 n=n0
nX
0 −1 +∞
X
ε n
≤ |1 − x| |cn − f (1)| + |1 − x| |x|
n=0
2 n=n 0
ε
≤ |1 − x| no M +
2
donde en la penúltima desigualdad hemos usado que |x| < 1; y en la última, estamos suponiendo
P+∞ n
que x ≥ 0, y por tal motivo, |1 − x| n=n0 |x| ≤ 1. Finalmente, seleccionando
ε
δ= ,
2no M
y suponiendo |1 − x| < δ se concluye que
ε ε
|f (x) − f (1)| < no M + = ε.
2no M 2

139
Esto demuestra que
lı́m f (x) = f (1)
x→1−

y la prueba del teorema está completa.


Como una aplicación del teorema anterior, se tiene el siguiente ejemplo.

Ejemplo 3.6.6 Demuestre que la serie armónica alternada converge a ln (2). Es decir, demuestre
que
+∞
X n+1
(−1) 1 1 1
= 1 − + − + . . . = ln (2) .
n=1
n 2 3 4

Demostración. En efecto, ya sabemos, por integración de la serie armónica, que la serie


+∞ n+1
X x
n=0
n +1

converge a la función f (x) = − ln (1 − x), para todo |x| < 1. Además, por el criterio de la serie
alternada, se sabe que la serie armónica alternada, que se obtiene cambiando x por −1 en la
expresión anterior
+∞
X n+1
(−1)
.
n=0
n+1
Entonces por el Teorema lı́mite de Abel (Teorema 3.6.4), se puede concluir que el valor de esta
serie es f (−1) = − ln (2); esto es,
+∞
X n+1
(−1)
= − ln (2)
n=0
n+1

lo cual implica el resultado deseado.

3.6.1. Operaciones con series de potencias


A continuación veremos que podemos realizar operaciones algebraı́cas con las series de po-
tencias, la demostración del próximo resultado sigue los mismos argumentos que el de la suma y
producto de series numéricas.y por tal motivo, se deja de ejercicio al lector.
P+∞ n
Teorema 3.6.5 Supongamos que la serie de potencias n=0 an (x − xo ) converge a la función
P+∞ n
f (x) en el disco de convergencia D (x0 , r1 ) y que la serie de potencias n=0 bn (x − xo ) converge
a la función g (x) en el disco de convergencia D (x0 , r2 ), entonces
P+∞ n
1. La serie de potencias n=0 (an + bn ) (x − xo ) converge a la función f (x) + g (x) para
x ∈ D (x0 , r), donde r = mı́n {r1 , r2 }.

2. Para n = 0, 1, 2, ..., sea


n
X
cn = ak bn−k ,
k=0
P+∞ n
entonces la serie de potencias n=0 cn (x − xo ) converge a la función f (x) g (x) para x ∈
D (x0 , r), donde r = mı́n {r1 , r2 }.

140
Demostración. Véase el Ejercicio 2.11.
P+∞ n P+∞
Ejemplo 3.6.7 Consideremos las series de potencias f (x) = 1 − n=1 x2n , y g (x) = n=0 xn .
Se quiere hallar la suma y el producto de estas dos series (alrededor de x0 = 0) y determinar el
disco de convergencia donde es valida tal representación. Con tal fin, para n ∈ N, hacemos
−1
an = , y bn = 1,
2n
entonces −1
an+1 n+1 1
lı́m = lı́m 2−1 = ,
n→∞ an n→∞ 2
2n
lo cual implica que el radio de convergencia de la serie que define a la función f es r1 = 2 y
ası́, su disco de convergencia es D (0, 2). Similarmente, el disco de convergencia de la serie que
define a la función g es D (0, r2 ) = D (0, 1). Luego, en virtud del Teorema 3.6.5, podemos afirmar
que el disco de convergencia de la suma y el producto de las dos series dadas es D (0, 1), pues
mı́n {r1 , r2 } = mı́n {1, 2} = 1.
Ahora bien, usando la expresión para la serie geométrica se tiene que
+∞ n
X x
f (x) = 1−
n=1
2n
+∞  n
X x
= 2−
n=0
2
1
= 2− x
1− 2
2 − 2x
=
2−x
valida para |x| < 2. Similarmente, para |x| < 1, se tiene
+∞
X
g (x) = xn
n=0
1
= .
1−x
Por tanto, podemos afirmar que para |x| < 1, se cumple
+∞  n
X +∞
X
2 − 2x 1 x
+ = f (x) + g (x) = 2 − + xn
2−x 1−x n=0
2 n=0
+∞ 
X 
1
= 2+ 1− xn
n=0
2n
+∞  n
X 
2 −1
= 2+ xn ,
n=0
2n

lo cual implica que


+∞  n
X 
2 −1 2 − 2x 1
xn = + −2
n=0
2n 2−x 1−x
x
= .
(x − 2) (x − 1)

141
P+∞ n
Para hallar el producto de las series dadas, recordamos que f (x) g (x) = n=0 cn x donde c0 =
a0 b0 = (1) (1) = 1 y para n ≥ 1
n
X
cn = ak bn−k
k=0
n
X 1
= 1−
2k
k=1
n−1
1X 1
= 1−
2 j=0 2j
n !
1 1 − 12
= 1−
2 1 − 12
 n
1 1
= = n.
2 2
Entonces
+∞ n
X
2 − 2x 1 x
· = f (x) g (x) =
2−x 1−x n=0
2n
y tal representación es valida para |x| < 1. Aunque la serie de potencias resultante tenga radio de
convergencia r3 = 2.
El ejemplo anterior nos da una idea de como hallar la serie de potencias de funciones racionales
tal como lo ilustramos a continuación.
Ejemplo 3.6.8 Halle una serie de potencias alrededor de x0 = 0, cuya suma sea la función
3x + 1
f (x) = .
4 − x2
Establezca el dominio de validez de tal representación.
Solución. Resolveremos este ejemplo de dos formas; en ambas, nos apoyaremos en la serie
geométrica: En primer lugar, escribimos
3x + 1 1
f (x) =  ,
4 1− x 2
2
ahora, usamos la serie geométrica para escribir
X∞  2n ∞
X
1 x x2n
 2 = = ;
1 − x2 n=0
2 n=0
22n

expresión que es valida siempre que x2 < 1. Luego, sustituyendo, se obtiene

3x + 1 X x2n
f (x) =
4 n=0 22n
X∞
x2n
= (3x + 1)
n=0
22n+2
X∞ ∞
3x2n+1 X x2n
= +
n=0
22n+2 n=0
22n+2

X
= an x n ;
n=0

142
expresión que es valida para |x| < 2 y donde
(
2−n−2 , n par,
an =
3 · 2−n−1 , n impar.

Aquı́ se puede ver que no es tan evidente hallar una fórmula para la sucesión {an }.

En la otra forma, usaremos fracciones parciales, es decir, escribimos


3x + 1
f (x) =
4 − x2
3x + 1 A B
= = + ;
(2 − x) (2 + x) 2−x 2+x
de donde se tiene el sistema (
A − B = 3,
2A + 2B = 1;
7
cuya solución es A = 4 y B = − 54 . Ası́,
7 5
4 4
f (x) = −
2−x 2+x
7 1 5 1
= x −
;
81− 2 8 1 − − x2
luego, usando la serie geométrica, se obtiene

7 X  x  n 5 X  x n
∞ ∞
f (x) = − −
8 n=0 2 8 n=0 2
X∞  n 
7 5 (−1)
= n+3
− n+3 xn ,
n=0
2 2

expresión que es valida, en virtud del dominio de convergencia de la serie geométrica, siempre
x
que x2 < 1 y − < 1; es decir, siempre que |x| < 2. Observe que de esta forma, tenemos una
2
expresión más clara para el término general an ; de hecho, se tiene que
n
7 5 (−1)
an = − ,
2n+3 2n+3
donde n ∈ N ∪ {0}. Compare con lo que se habı́a obtenido anteriormente.

A continuación mostramos como a partir de una serie de potencias conocida se puede hallar la
serie de potencias de la misma función alrededor de otro elemento del disco de convergencia. Más
formalmente.
P+∞ n
Teorema 3.6.6 Sea f : D (xo ; R) −→ R la función inducida por la serie de potencias n=0 an (x − xo ) ;
es decir,
+∞
X n
f (x) = an (x − xo ) , x ∈ D (xo ; R) ,
n=0

siendo R > 0 el radio de convergencia. Si b ∈ D (xo ; R); entonces existe R1 > 0 tal que
+∞
X n
f (x) = An (x − b)
n=0

143
donde |x − b| < R1 y
+∞
X
j
 J−n
An = n aj (b − xo ) .
j=n

Demostración. En efecto, usando la fórmula del binomio de Newton (véase el Ejercicio 3.3),
se puede escribir
+∞
X n
f (x) = an (x − xo )
n=0
+∞
X n
= an (x − b + b − xo )
n=0
+∞
X n
X k n−k
= an (nk ) (x − b) (b − xo )
n=0 k=0
+∞
XX n
n−k k
= an (nk ) (b − xo ) (x − b) .
n=0 k=0

Luego, como las series de potencias convergen absolutamente en su disco de convergencia, podemos,
en virtud del Teorema 2.5.4, cambiar el orden de los sumandos y escribir
" +∞
+∞ X
#
X n−k k
f (x) = an (nk ) (b − xo ) (x − b) ,
k=0 n=k

es decir,
+∞
X k
f (x) = Ak (x − b) , (3.21)
k=0

donde
+∞  
X j j−k
Ak = k aj (b − xo ) .
j=k

Ahora bien, como la serie de potencias para la función inducida f es valida en el disco D (xo ; R) y
b es un elemento del tal disco, entonces la serie de potencias de f alrededor de b será valida en el
mayor disco D (b, R1 ) con centro en b que esté totalmente contenido en D (xo ; R). En este caso, el
radio de convergencia es R1 = R − |x − b|. El teorema está demostrado.

Ejemplo 3.6.9 Escriba la función,


1
f (x) =
1−x
como serie de potencias alrededor de x = 12 .¿Dónde es válido tal representación?

Solución. Sabemos que


+∞
X
1
= xn
1 − x n=0

144
y tal representación es valida para |x| < 1. Para hallar una serie de potencias alrededor de x = 12 ,
notamos que
1 1
= 
1−x 1 − x − 12 − 12
1
= 1

2 − x − 12
1
=  
1 x−1/2
2 1 − 1/2
+∞
1 1X n
= 2· = r ,
1−r 2 n=0

donde
x − 1/2
r=
1/2
y tal escritura es valida siempre que |r| < 1, es decir, si


x − 1 < 1 .
2 2
Luego, sin más que sustituir, encontramos la identidad
+∞  n
1 1 X (x − (1/2))
=
1−x 2 n=0 1/2
+∞
X  n
1
= 2n−1 x − ,
n=0
2

la cual es valida para x − 12 < 12 .

Finalizamos esta sección con la siguiente observación. Derivando k la función inducida por una
serie de potencias, se tiene la formula
+∞
X n−k
f (k) (x) = n (n − 1) . . . (n − k + 1) an (x − xo )
n=k

de donde se obtiene que


f (k) (xo ) = k!ak ;
es decir, para cada k ∈ N, se tiene
f k (xo )
ak = .
k!
Lo cual nos dice que la función incluida se puede escribir en la forma
+∞ (n)
X f (xo ) n
f (x) = (x − xo ) . (3.22)
n=0
n!

Luego, la escritura de la función inducida como serie de potencias alrededor de x0 es única, pues si
+∞
X n
f (x) = bn (x − xo ) ,
n=0

145
entonces se debe tener
f k (xo )
bk = = ak
k!
para cada k ∈ N. Además, esta última expresión nos hace preguntarnos lo siguiente: ¿Si una función
f es de clase C ∞ , es decir, es infinitamente y continuamente diferenciable (en un subconjunto
abierto de R), entonces satisface la relación (3.22)? La respuesta a esta última incertidumbre la
analizaremos en la próxima sección.

3.7. Serie de Taylor generada por una función


Definición 3.7.1 Sea f ∈ C ∞ en un intervalo abierto que contiene al punto c, la serie de potencias
+∞ (n)
X f (c) n
(x − c) (3.23)
n=0
n!

se llema Serie de Taylor generada por la función f alrededor del punto c.

1. Para indicar que la función f genera la serie de Taylor alrededor de x = c, escribiremos


+∞ (n)
X f (c) n
f (x) v (x − c) .
n=0
n!

2. Si c = 0, la serie
+∞ (n)
X f (c) n
x
n=0
n!
se llama Serie de Maclaurin.

Una primera inquietud que surge de la definición de series de Taylor es la siguiente: ¿Podemos
sustituir el simbolo v por el simbolo =?. La respuesta a esta incertidumbre es negativa tal como
se muestra con el siguiente ejemplo.

Ejemplo 3.7.1 Consideremos la función


(
0, x = 0,
f (x) = 1
e − x2 , x 6= 0.

Entonces, se tiene lo siguiente f (0) = 0,


−1

0 f (h) − f (0) e h2
f (0) = lı́m = lı́m = 0;
h→0 h h→0 h

y en general, (véase el Ejercicio 3.12) para cualquier n ∈ N, se cumple que f (n) (0) = 0. Luego, la
serie de Taylor de la función dada, alrededor de x = 0, es
+∞ (n)
X +∞ +∞
f (0) n X 0 n X
x = x = 0 · xn = 0;
n=0
n! n=0
n! n=0

es decir, la función nula. Por tanto, como claramente f no es la función nula, se puede concluir,
que en general
+∞ (n)
X f (0) n
f (x) 6= x .
n=0
n!

146
Del ejemplo anterior surge una nueva pregunta, ¿cuándo la serie de Taylor de una función
coincide con la función que la genera? Para responder esta última cuestión, recordemos que, en
virtud del teorema del valor medio, si f ∈ C ∞ en un intervalo abierto I que contiene a c, y x ∈ I
entonces podemos encontrar un xo , que depende de c y del x dado, tal que
n−1
X f (k) (c) k f (k) (xo ) n
f (x) = (x − c) + (x − c) .
k! n!
k=0

Luego, la condición necesaria y suficiente para que la serie de Taylor converga a f (x) es que

f n (xo ) n
lı́m (x − c) = 0;
n→∞ n!
pero como
An
lı́m = 0,
n→∞ n!

para cada A ∈ R, entonces es suficiente que exista una constante M > 0 tal que

(n)
f (x) ≤ M n ,

para todo x ∈ I. Ası́, hemos arrivado al siguiente resultado.

Teorema 3.7.1 (de Taylor) Sea f ∈ C ∞ ((a, b)) y sea c ∈ (a, b). Supongamos además que existe
un entorno Ic de c y una constante M > 0 (que puede depender de c) tal que

(n)
f (x) ≤ M n

para todo x ∈ Ic ∩ (a, b) y para todo n ∈ N. Entonces, para cada x ∈ Ic ∩ (a, b), se cumple

+∞ (n)
X f (c) n
f (x) = (x − c) .
n=0
n!

Ejemplo 3.7.2 Halle la serie de Taylor del alrededor de x = 0 de la función f (x) = sen (x).
¿Converge la serie de Taylor a la función dada?

Solución. Hallamos, para n ∈ N ∪ {0}, el valor de f (n) (0). En este caso, se tiene:

f (0) = sen (0) = 0,


0
f (x) = cos (x) =⇒ f 0 (0) = 1,
f 00 (x) = −sen (x) =⇒ f 00 (0) = 0,
f 000 (x) = − cos (x) =⇒ f 000 (0) = −1,
f 0v (x) = sen (x) = f (x) =⇒ f 0v (0) = 0.

Luego, a partir de la 4ta derivada, vemos que se empiezan a repetir los valores; ası́, para hallar
f (n) (0), dividimos n por 4 y hallamos el resto r de esta división, entonces se tiene

f (n) (0) = f (r) (0) .

147
Por ejemplo, f (101) (0) = f (1) (0) = f 0 (0) = 1, pues 101 = 25 × 4 + 1. En conclusión, la serie de
Taylor de la función f (x) = sen (x) alrededor de x = 0 es
+∞ (n)
X f (0) n f 00 (0) 2 f 000 (0) 3 f IV (0) 4 f (5) (0) 5
x = f (0) + f 0 (0) x + x + x + x + x + ...
n=0
n! 2 3! 4! 5!
1 3 1 1 1 1 11
= x− x + x5 − x 7 + x 9 − x + ...
3! 5! 7! 9! 11!
+∞
X n
(−1)
= x2n+1 .
n=0
(2n + 1)!

El radio de convergencia de esta serie es R = +∞; y por tal motivo, el disco de convergencia es
R, el conjunto de los números reales. Además, es claro que para cualquier n ∈ N ∪ {0} se cumple
(n)
f (x) = |sen (x)| o f (n) (x) = |cos (x)|; en todo caso, f (n) (x) ≤ 1 para todo x ∈ R. Lo cual
implica, en virtud del Teorema 3.7.1, que
+∞
X n
(−1)
sen (x) = x2n+1
n=0
(2n + 1)!
1 3 1 1 1
= x− x + x5 − x7 + x9 + . . .
3! 5! 7! 9!
para todo x ∈ R. Por ejemplo, si x = 1, tenemos la identidad
+∞
X n
(−1)
= sen (1) .
n=0
(2n + 1)!

Argumentando como en el ejemplo anterior se puede demostrar que


x2 x4 x6 x8
cos (x) = 1− + − + − ...
2 4! 6! 8!
+∞
X n
(−1) 2n
= x ,
n=0
(2n)!

y esta expresión es valida para todo x ∈ R. También hemos establecidos las siguientes y útiles
identidades:
+∞
X
1
= x n = 1 + x + x2 + x 3 + . . . ,
1−x n=0
+∞
X n−1
(−1) 1 1 1 1
ln (1 + x) = x n = x − x 2 + x3 − x 4 + x 5 − . . . ,
n=1
n 2 3 4 5

ambas son válida para |x| < 1. Otras series de potencias que se utilizan frecuentemente son la serie
de la función exponencial
+∞ n
X
x x x2 x3 x4
e = =1+x+ + + + ...,
n=0
n! 2! 3! 4!

la cual es valida para todo x ∈ R (véase el Ejercicio 3.13) y, para a ∈ R fijo, la serie binómica
+∞  
X
a a a (a − 1) 2 a (a − 1) (a − 2) 3
(1 + x) = xn = 1 + ax + x + x + ...,
n=0
n 2! 3!

148
la cual es valida para |x| < 1 (véase el Ejercicio 3.14). Aquı́
 
a
= 1,
0
 
a 1
= a (a − 1) (a − 2) . . . (a − (n − 1)) ,
n n!

con n ∈ N.

Finalizamos esta sección enunciando y demostrando una versión del célebre Teorema de Stone-
Weiestrass el cual establece que el conjunto de los polinomios son densos en el espacio de las
funciones continuas. Más precisamente.

Teorema 3.7.2 (Stone-Weiestrass) Sean f : [0, 1] → R continua y ε > 0. Entonces existe un


polinomio p (x) tal que
kf − pk∞ = sup {|f (x) − p (x)|} < ε.
x∈[0,1]

De hecho, la sucesión de polinomios de Bernstein


n    
X n k n−k
pn (x) = f xk (1 − x)
k n
k=0

converge uniformemente a f cuando n → ∞.

Demostración. En primer lugar, recordemos del teorema del binomio que para todo x, y ∈ R
y n ∈ N, se cumple
Xn  
n n k n−k
(x + y) = x y , (3.24)
k
k=0

luego, derivando esta expresión con respecto a x y multiplicando por x, se obtiene la relación
n
X  
n−1 n k n−k
nx (x + y) = k x y . (3.25)
k
k=0

Aplicando el mismo proceso también se tiene que


n
X  
n−2 n k n−k
n (n − 1) x2 (x + y) = k (k − 1) x y .
k
k=0

n
 n−k
Ası́ que evaluando estas expresiones en y = 1−x y utilizando las notaciones rk (x) = k xk (1 − x)
se obtienen las identidades
n
X
rk (x) = 1, (3.26)
k=0
n
X
krk (x) = nx,
k=0
n
X
k (k − 1) rk (x) = n (n − 1) x2 .
k=0

149
En particular, estas identidades implican que

n
X n
X n
X n
X
2
(k − nx) rk (x) = n2 x2 rk (x) − 2nx krk (x) + k 2 rk (x) (3.27)
k=0 k=0 k=0 k=0
 
= n2 x2 − 2nx.nx + nx + n (n − 1) x 2

= nx (1 − x) .

Ahora bien, como la función f es continua sobre el compacto [0, 1], entonces es acotada y es
uniformemente continua en ese mismo intervalo. Ası́, existe M > 0 tal que

|f (x)| ≤ M

para todo x ∈ [0, 1]. También, dado ε > 0, existe δ > 0 tal que

|x − y| < δ ⇒ |f (x) − f (y)| < ε.

Por tanto, para cualquier x ∈ [0, 1] se tiene


 
Xn
k

|f (x) − pn (x)| = f (x) − f rk (x)
n
k=0

X n   
k
= f (x) − f rk (x)
n
k=0
n  
X
≤ f (x) − f k rk (x)
n
k=0
   
X X
= f (x) − f k rk (x) + f (x) − f k rk (x)
n n
k∈A k∈B
= S1 + S 2 ,

donde en la segunda igualdad se ha usado la relación (3.26), en la primera desigualdad hemos usado
que rk (x) ≥ 0, hemos denotado por A al conjunto de los ı́ndices k ∈ {1, 2, ..., n} para los cuales

k
− x < δ
n

y B = {1, 2, ..., n} \ A. Por la continuidad uniforme de la función dada y la definición de A, es claro


que
 
X
S1 = f (x) − f k rk (x)
n
k∈A
Xn
≤ ε rk (x) = ε.
k=0

150
Mientras que en la segunda suma podemos usar el hecho que la función f es acotada para obtener
 
X k
S2 =
f (x) − f n rk (x)
k∈B
X
≤ 2M rk (x)
k∈B
2M X 2
≤ (k − nx) rk (x)
n2 δ 2 k∈B
n
2M X 2
≤ 2 2 (k − nx) rk (x) ,
n δ k=0

donde hemos usado que |k − nx| ≥ nδ para todo k ∈ B. Ası́ que usando la identidad (3.27) se
obtiene que
2M x (1 − x) M
S2 ≤ ≤ 2 ,
nδ 2 2δ n
pues como x ∈ [0, 1], se cumple x (1 − x) ≤ 14 .
Hemos establecido entonces que para cada ε > 0, existe δ > 0 tal que
M
|f (x) − pn (x)| < ε +
2δ 2 n
M
para todo x ∈ [0, 1]. Ası́ que para cualquier n ≥ 2δ 2 ε
se cumple

sup |f (x) − pn (x)| < 2ε


x∈[0,1]

u
lo cual significa que pn −→ f en [0, 1] .

3.8. Aplicaciones de las series de potencias


En esta sección damos algunos ejemplos que muestran como se puede aplicar las series de
potencias para resolver algunos problemas matemáticos.

3.8.1. Resolución de ecuaciones diferenciales ordinarias.


Supongamos que queremos encontrar una solución del problema de valores iniciales
( 2
d y dy
dt2 − 2t dt − y = 0, (3.28)
y (0) = 1, y 0 (0) = 0.

Entonces, suponemos una solución en serie de potencias de la forma


+∞
X
y (t) = ao + a1 t + a2 t2 + . . . = an tn .
n=0

Debemos hallar los valores de los coeficientes an , donde n = 0, 1, 2, .... Entonces, podemos observar
que
+∞
X
dy
= a1 + 2a2 t + 3a3 t2 + . . . = nan tn−1
dt n=1

151
y que
+∞
X
d2 y
= 2a 2 + 6a 3 t + . . . = n (n − 1) an tn−2 .
dt2 n=2

Asi, sustituyendo en la ecuación diferencial (3.28) se tiene que


d2 y dy
0 = 2
− 2t −y
dt dt
+∞
X +∞
X +∞
X
= n (n − 1) an tn−2 − 2t nan tn−1 − 2 a n tn
n=2 n=1 n=0
+∞
X +∞
X +∞
X
= n (n − 1) an tn−2 − 2 nan tn − 2 an tn
n=2 n=0 n=0
+∞
X +∞
X +∞
X
= (k + 2) (k + 1) ak+2 tk − 2 kak tk − 2 ak tk
k=0 k=0 k=0
+∞
X
= {(k + 2) (k + 1) ak+2 − 2 (k + 1) ak+1 − 2ak } tk .
k=0

Por unicidad de la de serie de potencias de la función, podemos deucir que

(k + 2) (k + 1) ak+2 − 2kak − 2ak = 0

para todo k ∈ N ∪ {0}. Es to implica que


2 (k + 1) ak 2ak
ak+2 = = ;
(k + 2) (k + 1) k+2
ası́, como a1 = y 0 (0) = 0, se debe tener que

a3 = a5 = a7 = . . . = 0;

mientras que como ao = y (0) = 1, se tiene entonces que


2a0
a2 = = a0 = 1,
2
2a2 a2 2a0 2
a4 = = = = ;
6 3 3·2 3!
y en general, para cualqueir k ∈ N, se cumple
2a0 2
a2k = = .
k! k!
Ası́, la solcuión a nuestro problema de valores iniciales es
+∞
X 2t2n 2
y (t) = = 2et .
n=0
n!

3.8.2. Hallar el término general de sucesiones recursivas


La sucesión de Fibonacci se define recursivamente por
(
a0 = a1 = 1,
an+2 = an + an+1 .

152
Claramente esta es una sucesión creciente de términos positivos que diverge a ∞. Estamos intere-
sado en halar una expresión para el término general de esta sucesión. Con este fin, consideramos
la serie de potencias alrededor de x0 = 0, cuyo coeficientes sean los generados por la sucesión de
Fibonacci; es decir,

X
f (x) = a n xn . (3.29)
n=0

Entonces por la recursividad, se tiene que


X
f (x) = a0 + a1 x + an xn
n=2
X∞
= a0 + a1 x + (an−1 + an−2 ) xn
n=2
X∞ ∞
X
= a0 + a1 x + x an−1 xn−1 + x2 an−2 xn−2
n=2 n=2
= 1 + x + x {f (x) − 1} + x2 f (x) ;

de donde se obtiene, despejando que

1
f (x) = .
x2 + x − 1

La idea será ahora hallar una serie de potencias de la función encontrada, alrededor de x0 = 0; y al
comparar con la serie (3.29) obtendremos, por unicidad, la expresión general de la sucesión dada.
Utilizando fracciones parciales, escribimos

1 A B
f (x) = = + , (3.30)
x2 +x−1 x−α x−β

donde α y β son las raı́ces de la ecuación de segundo grado x2 + x − 1 = 0; es decir,

1 √ 
α = − 1+ 5 ,
2
1 √ 
β = −1 + 5 .
2

Luego, de (3.30) se tiene

A (x − β) + B (x − α) = 1,

de donde se obtiene (considerando x = β y x = α) que



1 5
A = =− ,
α−β 5

1 5
B = = .
β−α 5

153
Ası́, usando el desarrollo en serie de potencias de la serie geométrica, se puede escribir
√  
5 1 1
f (x) = − (3.31)
5 x−β x−α
 

5 −1 1
=  + 
5 β 1− β x α 1 − αx
√ ∞ ∞
!
5 −1 X xn 1 X xn
= +
5 β n=0 β n α n=0 αn
X∞  √
1 1 5 n
= n+1
− n+1 x .
n=0
α β 5

De (3.29) y (3.31) se concluye que la expresión para el término general de la sucesión de Fibonacci
es  √
1 1 5
an = − n+1 .
αn+1 β 5

3.8.3. Aproximación de integrales definidas


Ilustramos a continaución, como podemos usar las series de potencias para hallar aproxima-
ciones de integrales definidas de fuciones que no admiten antidervidas en términos de funciones
elementales. Más precisamente, supongamos que queremos hallar una aproximación de la integral
Z 1
2
e−t dt,
0
situación que puede ocurrir si se está estudiando un problema de probabilidad y con la distribución
2
normal estandar. En este caso, consideramos la función f (t) = e−t , entonces por el Teorema de
Taylor, se tiene que
X∞ 2n
n t
f (t) = (−1) .
n=0
n!
Luego, por la convergencia uniforme de esta serie en el dominio de integración, podemos ver que
Z 1 Z 1X ∞ 2n
2 n t
e−t dt = (−1) dt
0 0 n=0 n!
X∞ n Z 1
(−1)
= t2n dt
n=0
n! 0

X n
(−1)
= ,
n=0
(2n + 1) n!
ası́ el valor buscado se corresponde con la suma de una serie alternada que es convergente. Por
ejemplo, del Teorema de Leibnitz, se puede ver que si quiere una aproximación de esta integral con
un error menor que 10−2 , entonces resolvemos la desiguladad
1
< 10−2 ,
(2n + 3) (n + 1)!
el cual se satisface a partir de n = 3. Por tanto, la aproximación buscada es
Z 1
2 1 1 1
e−t dt ∼ 1 − + − = 0,742 86.
0 3 10 42

154
3.9. Ejercicios
1. Denotemos por L [x] = {p ∈ CR ([0, 1]) : p (x) = ax + b, a, b ∈ R}.

a) Demuestre que L [x] es un subespacio de CR ([0, 1]).


b) Demuestre que (L [x] , k·k1 ) es un espacio normado, donde, para p (x) = ax + b, se define

kpk1 = |a| + |b| .

c) ¿Es (L [x] , k·k1 ) un espacio de Banach?


d ) ¿Es (L [x] , k·k∞ ) un espacio de Banach? Aquı́,

kpk∞ = sup {|p (x)|} .


x∈[0,1]

e) ¿Es k·k1 ∼ k·k∞ ? En caso afirmativo, halle constantes C1 , C2 > 0 tal que

C1 kpk1 ≤ kpk∞ ≤ C2 kpk1

para toda función p ∈ L [x].


f ) Responda los item anterior para

Ln [x] = {p ∈ CR ([0, 1]) : p es un polinomio de grado menor o igual que n} ,


Pn
donde n ∈ N es fijo. Aquı́, para p (x) = k=0 ak xk ,
n
X
kpk1 = |ak | .
k=0

2. Supongamos que fn →
u f en D y gn →
− u g en D. Demostrar que

a) fn + gn →
u f + g en D

b) λfn →
u λf λ ∈ R

c) Si {fn } y {gn } son acotadas fn · gn →
u f · g en D.

3. Demuestre, por inducción, la fórmula del binomio; es decir, demuestre que para cada a, b ∈ R
y n ∈ N, se cumple
Xn  
n n k n−k
(a + b) = a b ,
k
k=0

donde nk = k!(n−k)!
n!
.

4. Consideremos el espacio de las funciones continuas C [a, b]. Demuestre que en este espacio,
la norma k·k1 no es equivalente con k·k∞ .

5. Consideremos, para n ∈ N y 0 < x < 1, las funciones


1
fn (x) = .
nx + 1
Demuestre que la sucesión {fn } es convergente puntualmente; pero no uniformemente en
(0, 1).

155
6. Consideremos, para n ∈ N y 0 < x < 1, las funciones
x
gn (x) = .
nx + 1

Demostrar que {gn } converge uniformemente a 0 en (0, 1).

7. Sea fn (x) = xn , 0 ≤ x ≤ 1, g continua en [0, 1] con g (1) = 0. Probar que la sucesión


hn (x) = g (x) xn converge uniformemente en [0, 1].

8. Consideremos, para n ∈ N y 0 ≤ x ≤ 1, las funciones

1
fn (x) = .
1 + n2 x2
Halle el lı́mite puntual, y demuestre que en este caso, la convegencia no es uniforme en
[0, 1],verifique que en este caso
Z 1 Z 1
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx.
n→∞ 0 0 n→∞

¿Hay alguna contradicción con el Teorema 3.4.4?

9. Consideremos, para n ∈ N y x ∈ R, las funciones


x
fn (x) = .
1 + nx2

a) Hallar la función lı́mite f de {fn } ,


b) Hallar la función lı́mite g de {fn0 } ,
c) Demostrar que fn0 existe para cada x ∈ R, pero que f 0 (0) 6= g (0). ¿para que valores de
x ∈ R, se cumple g 0 (x) = f 0 (x)?
d ) ¿Dónde fn0 −→ g uniformemente?

1
10. Halle una serie de potencias alrededor de x = 1 de f (x) = 2x+3 . ¿Dónde es válida esa
representación?
P+∞ n
11. Supongamos que la serie de potencias n=0 an (x − xo ) converge a la función f (x) en el
P+∞ n
disco de convergencia D (x0 , r1 ) y que la serie de potencias n=0 bn (x − xo ) converge a la
función g (x) en el disco de convergencia D (x0 , r2 ). Demuestre que
P+∞ n
a) La serie de potencias n=0 (an + bn ) (x − xo ) converge a la función f (x) + g (x) para
x ∈ D (x0 , r), donde r = mı́n {r1 , r2 }.
b) Para n = 0, 1, 2, ..., sea
n
X
cn = ak bn−k ,
k=0
P+∞ n
entonces la serie de potencias n=0 cn (x − xo ) converge a la función f (x) g (x) para
x ∈ D (x0 , r), donde r = mı́n {r1 , r2 }.

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12. Consideremos la función (
0, x = 0,
f (x) = 1
e − x2 , x 6= 0.

Demuestre que para cada n ∈ N, se cumple f (n) (0) = 0.

13. Demuestre que la serie de Taylor de la función exponencial viene dada por
+∞ n
X x x2 x3 x4
ex = =1+x+ + + + ...,
n=0
n! 2! 3! 4!

y que esta identidad es valida para todo x ∈ R.

14. Para a ∈ R fijo, demuestre que la serie de Taylor de la serie binómica viene dada por
+∞  
X
a a a (a − 1) 2 a (a − 1) (a − 2) 3
(1 + x) = xn = 1 + ax + x + x + ...,
n=0
n 2! 3!

y que esta representación es valida para |x| < 1.


P+∞
15. Demostrar el Teorema de Dini para series: Sea n=1 fn una serie de funciones reales, positivas
P
y continuas sobre un conjunto compacto K de R. Si fn converge en K a una función
continua, entonces la convergencia es uniforme en K.

16. Hallar la serie de Maclaurin de las siguientes funciones. Establezca el dominio de validez de
la misma.

a) f1 (x) = senh (x) , b) f2 (x) = tan (x) , c) f3 (x) = cosh (x) ,



d) f4 (x) = sec (x) , e) f5 (x) = tanh (x) , f) f6 (x) = 4 + x,
g) f7 (x) = (1−x)12 (2−x) , 1
h) f8 (x) = x2 +x+1 , x+1
i) f9 (x) = x2 +5x+6 .

17. Utilice series de potencias para hallar el término general de las siguientes sucesiones:

a) an+2 = an + 2an+1 , a0 = 1, a1 = 3.
b) an+2 = 2an − 3an+1 , a0 = −1, a1 = 2.
c) an+2 = −5an + 7an+1 , a0 = −2, a1 = 1.

18. Utilice series de potencias para resolver las siguientes ecuaciones diferenciales:

a) ty 0 (t) − t2 y (t) + 5 = 0, y (0) = 1,


b) t2 y 00 (t) + ty 0 (t) + y (t) = 0, y (0) = a0 y y 0 (0) = a1 ,

c) t2 + 1 y 0 (t) + (1 − t) y (t) = 0, y (0) = a.

19. Utilice series de potencias para hallar una aproximación de


Z 2
sen (x)
dx.
1 x

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