Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Análisis de visita
Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano
Cercano a las 10.30 de la mañana, el cardenal cruzó del Palacio Nacional, sede
del desayuno, al Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde Claudia Sheinbaum, la
Jefa de Gobierno presidió un evento donde se le otorgó a Pietro Parolin el título y
reconocimiento de “Huésped Distinguido” de la Ciudad de México. Durante dicha
ceremonia, se observaron dos discursos, siendo el primero el de Sheinbaum, para
posteriormente subir al estrado Parolin para su discurso de agradecimiento, al
finalizar se realizó la entrega formal de la medalla y el titulo y se tomaron las
fotografías correspondientes.
Por la tarde de ese mismo día, se dio una recepción en la Nunciatura Apostólica,
lugar donde estuvo pernoctando el cardenal, con el motivo del VIII aniversario del
pontificado del Papa Francisco, a este evento se dio especial cita a miembros del
gobierno federal, de la Ciudad de México, así como el cuerpo diplomático y otros
invitados especiales de la Nunciatura. Existió un breve discurso del Canciller
Marcelo Ebrard y uno más del cardenal Parolin.
Siendo este su último evento oficial en México volvió el lunes por la noche a
Roma, a bordo de un vuelo de Air France que tenía programado hacer una escala
en París, Francia, antes de llevarlo a la Santa Sede.
En lo respectivo al protocolo de las ceremonias llevadas a cabo, en lo que
concierne a los eventos del clero, el protocolo fue fielmente respetado de acuerdo
con las tradiciones milenarias que existen en la Iglesia Católica y con respecto al
puesto y jerarquía del cardenal Parolin. Donde si se pudo notar un elemento non
grato fue durante la entrega de la medalla de “Huésped Distinguido”, donde el
discurso de Claudia Sheinbaum, se centró únicamente en resaltar los logros de
México como país a partir de la “liberación del yugo colonial”. Esto resaltó aún mas
cuando, durante el turno del cardenal arriba del estrado, el agradeció y dio un
mensaje de paz y unidad para todos los mexicanos.
Por último, tenemos el acomodo de las banderas en ciertos momentos, estando la
bandera nacional mexicana del lado izquierdo y no al reglamentario derecho
donde se debería de colocar debido a la calidad de país anfitrión.