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El documento discute tres aspectos clave durante una guerra: el panorama político internacional se vuelve incierto a medida que las naciones victoriosas compiten por demostrar la superioridad de sus ideologías; los países deben enfocarse en la economía de guerra para dar prioridad a las necesidades militares pero sin descuidar a la población; y a nivel social, las personas pierden no solo sus bienes materiales sino también a seres queridos y su propia identidad.
El documento discute tres aspectos clave durante una guerra: el panorama político internacional se vuelve incierto a medida que las naciones victoriosas compiten por demostrar la superioridad de sus ideologías; los países deben enfocarse en la economía de guerra para dar prioridad a las necesidades militares pero sin descuidar a la población; y a nivel social, las personas pierden no solo sus bienes materiales sino también a seres queridos y su propia identidad.
El documento discute tres aspectos clave durante una guerra: el panorama político internacional se vuelve incierto a medida que las naciones victoriosas compiten por demostrar la superioridad de sus ideologías; los países deben enfocarse en la economía de guerra para dar prioridad a las necesidades militares pero sin descuidar a la población; y a nivel social, las personas pierden no solo sus bienes materiales sino también a seres queridos y su propia identidad.
El panorama político internacional en una guerra es totalmente nuevo.
Usualmente todo orden político es diseñado por los aliados en distintas
conferencias internacionales. A raíz de los desacuerdos no se hace posible solidificar una paz mundial porque en la práctica las naciones victoriosas, se enfrascan en luchas para demostrar la superioridad de sus ideologías, modelo económico y organización social. Cuando un país se embarca en una guerra, el conflicto se desarrolla en todas las áreas. Por ello, es vital no descuidar la economía nacional. Es aquí donde entra en juego la denominada economía de guerra. Así, el Estado, tomando las riendas de la economía dará prioridad a las necesidades del ejército, pero intentando no olvidar a la población. En cuanto al contexto social, durante la guerra, las personas lo pierden todo. No solo aquello de carácter material, como la vivienda o los recuerdos de una vida, que son aspectos básicos de la vida de un ser humano. El verdadero drama de las víctimas de un conflicto es que muchos pierden a familiares, amigos, vecinos, conocidos e incluso toda una comunidad. , Y por último, está la pérdida de la identidad, del trabajo, del estatus social y de no poder recuperar quién era antes de la guerra.