Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CLASE / 1ra hora
Tercer círculo: Dominantes secundarias y ii7 equivalentes [related ii7]
Uno de los elementos que definen a los dos primeros círculos armónicos es que las notas de todos
los acordes provienen de la escala mayor. Los círculos que estudiaremos a partir de ahora
contienen acordes con notas que no se encuentran en la escala mayor, con lo cual dispondremos
de un abanico de posibilidades mucho más grande. Y todos estos acordes funcionan en la
tonalidad, lo cual quiere decir que aún se comportan, más o menos, como tónica, subdominante y
dominante. Estos acordes fuera de la escala (o no diatónicos) crean la red de relaciones armónicas
que definen la armonía de una tonalidad. La armonía del tercer círculo se produce debido a la
centralidad de la relación V7‐I de la armonía occidental. Se podría decir que el acorde V7
resolviendo sobre el I es el motor que maneja la armonía tonal. La función de subdominante es
importante, pero en última instancia la progresión se construye desde V7 que conduce a I. V7
define dónde está I, haciendo de la llegada a este punto de la resolución un objetivo, un destino.
Los primeros acordes que vamos a añadir a nuestra armonía diatónica son las séptimas
dominantes que conducen a los acordes construidos sobre los grados de la escala diferentes de la
tónica. Estos acordes se denominan dominantes secundarias, debido a que no son acordes de
séptima dominante de la tonalidad, sino más bien de los otros acordes que constituyen la escala
diatónica. Se suelen cifrar con la función de dominante del lado izquierdo de una diagonal, y el
acorde de llegada del lado derecho. Por ejemplo: V7 de ii se escribe V7/ii.
Las dominantes secundarias apuntan al acorde del cual son dominantes. Y esto es así porque
tienen el mismo fuerte deseo de resolver sobre esos acordes de llegada, al igual que la séptima
dominante de la tonalidad (V7) lo tiene por resolver sobre el I.
Por lo tanto, si cambiamos la progresión d7 G7 Cmaj7 por D7 G7 Cmaj7, habrá un poco más de
empuje en ese primer acorde por resolver a G7. Esta dominante secundaria (en este caso V7/V)
también hace de G7 un poco más que un punto de destino, debido a que este es el objetivo de D7.
La diferencia radica en lo siguiente: d7 nos prepara para G7 que resuelve en Cmaj7, pero D7nos
empuja hasta G7 que resuelve en Cmaj7. Podemos usar las dominantes secundarias para añadir
más movimiento a cualquier progresión:
Cmaj7, d7, G7, Cmaj7 podría convertirse en Cmaj7, A7, d7, D7, G7, Cmaj7; o, Cmaj7, E7, a7, A7, d7,
D7, G7, Cmaj7. Trabajando en sentido contrario al acorde de llegada, podríamos incluso dejar
fuera el primer Cmaj7 y comenzar la rearmonización con otra dominante secundaria: B7, e7, E7,
a7, etc.
Si puedo o no usar dominantes secundarias como sustitución armónica, dependerá de cómo se
comporta el nuevo acorde con la melodía. Las dominantes tienden a ser más flexibles porque hay
muchas notas posibles que pueden añadirse.
Además de las dominantes secundarias, podemos añadir los acordes ii7 asociados con ellas, como
en el ejemplo de Noche de paz, donde un d7 precede a G7. Estos acordes menores con 7ma son
llamados ii7 equivalentes (related ii minor 7s en inglés). Son los acordes ii7 en la clave de la
dominante secundaria. Cuando añadimos estos acordes, se crea algo como una pequeña
modulación a una nueva tonalidad, pero por tan poco tiempo que realmente no lo sentimos como
tal. Es como un rápido movimiento armónico que prepara el acorde de llegada. Así que en la
progresión d7 G7 Cmaj7 podemos preceder d7 con A7 (V7/ii). Pero también podemos preceder A7
con el ii de d. Sin embargo, el acorde ii de una tonalidad menor no es un menor7 sino un
menor7b5 [7(b5) o séptima semi disminuida]. Entonces, podemos añadir e7b5 antes de A7.
Las dominantes secundarias y los acordes ii equivalentes en C mayor, son:
Tensiones disponibles sobre los acordes
Hemos estado tratando con acordes de séptima como acordes de cuatro notas, y por supuesto
que los son en el sentido de que tienen cuatro sonidos (1, 3, 5, y 7 para los acordes de 7ma y 1, 3,
5, y 6 para los acordes de 6ta). Estas notas nos dan el sonido esencial del acorde. Sin embargo, hay
otras notas que pueden añadirse a estos acordes para darles más color armónico. Estas son las
llamadas tensiones, y pueden añadirse a los acordes del mismo modo que éstos se construyen,
superponiendo terceras. Si continuamos añadiendo 3ras para construir el acorde más arriba de 1,
3, 5, y 7, obtenemos 9nas, 11vas y 13vas. Estas notas son esencialmente lo mismo que las 2das,
4tas y 6tas, pero por convención, cuando se consideran parte de un acorde construido
verticalmente, se denominan con números más grandes para así continuar la progresión de 3ras
superpuestas: 1, 3, 5, 7, 9, 11 y 13.
Ahora bien, ¿cómo podemos saber qué tipo de 3ra (mayor o menor) usar cuando superponemos
9nas, 11vas y 13vas a un acorde? En otras palabras, ¿cuándo usar b9, #9, 9, 11, #11 o 13? Una
forma de abordar este problema es pensar que cada tipo de acorde utiliza ciertas tensiones
estándar. Así como es importante ser capaz de construir acordes de séptima sin hacer referencia a
una escala mayor, también es importante ser capaz de reconocer y encontrar fácilmente las
tensiones disponibles comúnmente utilizadas en cada acorde, independiente de cualquier escala o
centro tonal.
Realmente, es fácil hallar las tensiones apropiadas para cada acorde, ya que para la mayoría aplica
una regla sencilla: Las tensiones estándar para la mayoría de los acordes de 7ma se encuentran
una 9na mayor (un tono + una 8va) sobre la fundamental, la 3ra y la 5ta de cada acorde (y en el
caso de la 7ma disminuida, sobre la fundamental, 3ra, 5ta y 7ma del acorde).
Debido a la especial naturaleza de los acordes disminuidos (los cuales discutiremos más adelante),
no es común referirse a estas tensiones como 9nas, 11vas y 13vas. Lo importante de notar aquí es
que aplica la misma regla y que los tonos de color del acorde (las tensiones) se encuentran un tono
sobre cada una de las notas del acorde.
Los acordes de séptima dominante merecen una consideración aparte, debido a que la sencilla
regla de arriba no es suficiente para dar una lista de todas las tensiones disponibles. Y es porque
hay muchas más posibilidades para los acordes de séptima dominante que para los otros acordes.
Los acordes de séptima dominante disponen de las mismas tensiones que tienen los acordes
mencionados arriba: 9, #11 y 13, pero también tienen lo que suele llamarse tensiones ‘alteradas’:
la b9, #9 y b13. Estas tensiones generan disonancias más fuertes cuando son tocadas contra las
notas del acorde de dominante. Todas estas notas de color aumentan la disonancia de la 7ma
dominante, pero sin socavar el sentido de la función del acorde.
Algunas de estas tensiones son más fuertes que otras: la 9na y la 13va son cálidas y relajadas; las
tensiones alteradas b9, #9 y b13 son más oscuras, colores más disonantes. #11 es un sonido tenso
y nervioso. Todas estas asociaciones dependen del contexto musical y hasta cierto punto son
subjetivas, pero hay que ser muy sensibles al sonido de cada una de estas tensiones, ya que el uso
selectivo de ellas tendrá un largo impacto en la armonía de su escritura y de su forma de arreglar.
Las tensiones tienden a aparecer en ciertas combinaciones: podemos encontrar b9 y #9 juntas,
pero no 9 y b9, ó 9 y #9. Lo mismo ha de decirse de b13 y 13, las cuales raramente se tocan juntas,
y cuando b13 está en un acorde, generalmente se omite la 5ta (la 5ta tiende a ser una nota
reemplazable que no añade mucho color a los acordes de séptima). Esta es la razón por la cual
comúnmente encontramos el intervalo de b9 en los acordes de séptima dominante sólo entre la
fundamental del acorde y la tensión b9. Otros intervalos de b9, por ejemplo entre la 3ra y la 11va,
entre b9 y 9 o entre la 5ta y la b13, se consideran demasiado disonantes para el uso común.
Cuáles tensiones usaremos sobre el acorde de séptima dominante dependerá, en gran medida, del
acorde de llegada. Dado que estamos hablando de dominantes secundarias, las séptimas de
dominante actúan como acordes V7, resolviendo en un acorde de llegada una 4ta ascendente o
una 5ta descendente. En esta situación, es frecuente usar tensiones alteradas si el acorde de
llegada es un acorde menor.
Hay que destacar un último punto acerca de las tensiones disponibles. ‘Disponible’ significa justo
eso, que están disponibles si queremos usarlas. Son como las especias en nuestra cocina. Están
disponibles para nosotros. Ahora bien, el hecho de que tengamos un frasco de pimienta o de curry
no hace que seamos grandes cocineros y usar estas especies en nuestra próxima torta de
chocolate puede ser una decisión cuestionable, disponible o no. Así que podemos usar cualquiera
o todas estas tensiones sobre acordes de séptima. Deberíamos buscar oportunidades para usar
todos estos diferentes tipos de tensiones a fin de familiarizarnos con los efectos que ellas tienen y
donde calzan en las canciones, y donde no.
El set completo de acordes de séptima y sus tensiones disponibles
Hasta ahora hemos visto acordes de séptima a medida que los hemos ido encontrando en cada
círculo. Es necesario familiarizarse con muchas cualidades de acordes en el estudio de la armonía.
Como referencia general, presentamos un set completo de cualidades de acordes y las tensiones
disponibles para cada uno de ellos. Puede referirse a esta página cuando tenga dudas sobre cuáles
tensiones van sobre cada acorde.
Un ejemplo de #9, 2do compás, 1er tiempo
Canto de ordeño [Estévez/arr. Carrillo] Acorde de 7ma con #9 añadida
Algunos ejemplos de ii7 equivalentes y dominantes secundarias con tensiones b9 y 9.
A tu regreso [Martínez/arr. Carrillo] ii7 equivalentes y dominantes secundarias con tensiones b9 y 9
Podemos ver que el añadido de dominantes secundarias y sus ii7 equivalentes no sólo añaden un
color interesante a esta armonización, sino también una dirección armónica lógica evidenciando
puntos cadenciales importantes. Valga decir que estas apreciaciones no implican un juicio de valor
sobre un tipo de progresión u otra. Lo importante es que podamos construir una apreciación de
los matices que produce el uso de diferentes armonías. La adición de tensiones nos permite
mezclar más los colores, suavizando el borde entre el verde y el azul, dando como resultado
aguamarina, o azul cielo y todos esos colores que podemos conseguir en una tienda de pintura.
Las dominantes poseen una rica paleta de tensiones asociadas a ellas y, dado que estamos usando
dominantes secundarias, tenemos muchas oportunidades de añadir color armónico agregando
tensiones alteradas (b9, #9, b13, etc.).
Otro ejemplo de ii7 equivalente más un acorde de paso en el último compás:
A tu regreso [Martínez/arr. Carrillo] ii7 equivalente y acorde paso
Observe el uso de las 9nas internas en la voz de alto II y el tenor I añadiendo color.
Muchas veces la melodía misma produce sus propias tensiones (como al comienzo de A tu
regreso). Pero en otras ocasiones, cuando cambiamos un acorde por otro logramos que una nota
que originalmente era una consonancia ahora sea una disonancia. De cualquier modo, siempre
hay que tomar en cuenta las notas de la melodía muy cuidadosamente, a fin de no producir
sonoridades indeseadas. Habrá ocasiones que por tal motivo nos veamos impedidos de utilizar
una u otra sustitución. Pero siempre habrá alguna alternativa para añadir color.
Un último ejemplo con ii7 equivalente pero con ligera variante, el B natural en Alto I, y luego #9.
Note también el último acorde, c#7, como acorde sustituto de la dominante del IV. Es un
procedimiento que veremos más adelante.
El día que me quieras [Gardel & LePera/arr. Carrillo] ii7 equivalente, #9, b9 y sustitución por tritono
César Alejandro Carrillo