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SATANÁS EL DESTRUCTOR

1 Pedro 5:8 (NTV)

¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como
un león rugiente, buscando a quién devorar.

I. EL OBJETIVO DE SATANÁS: su cuerpo


A. Un ejemplo del ataque de Satanás
1. Job 2:7–8 (NVI) 7 Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia del
SEÑOR para afligir a Job con dolorosas llagas desde la planta del pie
hasta la coronilla. 8 Y Job, sentado en medio de las cenizas, tomó un
pedazo de teja para rascarse constantemente.
B. ¿Por qué nuestro cuerpo?
1. Nuestro cuerpo es templo de Dios (1Cor 6:19-20)
2. Nuestro cuerpo es instrumento de Dios (Rom 6:12-13)
3. Nuestro cuerpo es para hacer la voluntad de Dios (Rom 12:1-2)

II. EL ARMA DE SATANÁS: el sufrimiento


A. Satanás desea controlar las circunstancias que rodean al cuerpo para que el
creyente sufra. Quiere atacar el cuerpo y provocar padecimiento.
1. Job 2:9 (NVI) 9 Su esposa le reprochó: —¿Todavía mantienes firme tu
integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!
2. Llegó un punto donde Job dejó de confiar en Dios (Job 3:1-4)
B. Cuando nos hace sufrir su deseo es que no vivamos en santidad (Sant 1:2-4)

III. SU DEFENSA CONTRA SATANAS: la gracia de Dios


A. 2Cor 12:7b-10
1. NTV. Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una
espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e
impedir que me volviera orgulloso. 8 En tres ocasiones distintas, le
supliqué al Señor que me la quitara. 9 Cada vez él me dijo: «Mi gracia
es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así
que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder
de Cristo pueda actuar a través de mí. 10 Es por esto que me deleito
en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y
dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces
soy fuerte.
B. 1Pedro 5:10. Hebreos 4:16

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