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―Si sigues viéndote en el espejo de esa forma podría pensar que estás

pensando en algo demás.


Emiya habló con calma viendo a Jeanne quien estaba frente al espejo
ante ella.
―No hay mucho que hacer, es molesto todo el asunto de la vigilancia,
¿no puedes simplemente quitarlas?
―Sabes que las cosas no funcionan así ―Emiya suspiró viendo a
Jeanne quien estaba sin moverse del espejo. El único lugar donde
podían hablar dentro del lugar sin que hubiera micrófonos y demás
artefactos era el baño.
―Es que es estúpido y lo sabes, esto es una invasión de la privacidad
―Jeanne se volteó y miró a Emiya quien estaba cruzado de brazos
detrás de ella.
Emiya solo bufó con diversión ante el reclamo torpe de la mujer.
― ¿Vas a hablar tú de algo como eso?, no es tan molesto como parece,
simplemente a mí es quien retrasa, en tu caso al menos no hay mucho
que genere problema, solo te ven jugar videojuegos o dormir en el
mejor de los casos, pero en mi caso tengo que salir de incognito.
Jeanne rechistó la lengua porque sabía que lo que decía Emiya era
cierto, a quien se le dificultó el moverse no fue a ella, quien estaba
normalmente en la casa, podía moverse y había ciertos puntos ciegos,
pero no era una molestia tan grande como la que probablemente tuvo
que lidiar Emiya.
Por culpa de ella se estaba metiendo en cosas que el hombre era más
que evidente que no quería saber, pero Jeanne solo pudo quedarse
quieta y al margen porque sabía que la razón de todo esto no fue otra
que ella.
Se culpó de lo emocional que era y la forma en la que podía reaccionar
ante cosas tan sin sentido como las que estaba viviendo, el odiar era
algo que ella no podía quitar de su cabeza.
Emiya dio un suspiro y despeinó con fuerza a la mujer quien abrió los
ojos y miró con molestia a Emiya.
―Solo deja las cosas complicadas, esto es meramente temporal, cuando
vea para lidiar con ellos lo haré.
―Si fura tan fácil como lo profesas entonces ya lo hubieras hecho hace
mucho tiempo, te conozco, y en parte… sé que es mí culpa que estemos
en una situación así.
―Bueno, no pensé que ibas a reconocer algún error de tú parte ―la
sonrisa de Emiya hizo que Jeanne rechistara la lengua en molestia.
―Estoy intentando ser amable por una vez, ¿sabes? ―Jeanne miró al
hombre con disgusto visible por haber sido tratada de menos incluso
cuando intentó disculparse.
Realmente ella odiaba como actuaba Emiya, pero Jeanne en parte no
podía culparlo, no quería mirar al hombre como lo que era o lo que no
era.
Solo quería entenderlo por más mínimo que fuese.
―Quieres decir que sabes que hiciste muchas cosas en el mundo, sabes,
si bien estaba al tanto que estabas en problema en los países después
de lidiar con cada asunto tuyo, igual no sabía completamente de las
prohibiciones, cuando pasó de lo Francia realmente estaba
desconcertado de lo que podría significar al final.
Jeanne alzó una ceja.
―Pensé que tenías un seguimiento constante sobre para asegurarte que
no caiga en prisión.
―Lo tenía, pero solo lo necesario, el saber todo sin que recibiera alguna
notificación no es simplemente algo normal, ahora mismo te diste
cuenta, solo por una conexión vaga estamos en esta situación.
Jeanne giró el cuello hacia atrás y dio un suspiro de molestia.
―De verdad que solo sabes quejarte…
―No te veo quejándote a ti ―Emiya sonrió viendo a Jeanne quien rodó
los ojos ante eso.
― ¿De que serviría? ―la mujer preguntó viendo como la sonrisa que
tanto la enervaba solo creció en el rostro de Emiya―, solo mírate ahora,
con solo verme molestándome un poco estás tan sonriente, casi me
hace pensar que estamos en Chaldea.
Y tan rápido como la sonrisa de Emiya llegó se fue. Jeanne soltó un
bufido ante ese cambio de golpe, los gestos del hombre cuando eran
cortados de golpe eran realmente bruscos.
―No veo porque recordar ese lugar.
― ¿No?, bueno, en ese lugar cuando te veía estabas con una sonrisa
tonta y una mirada que parecía que mostraba solo bondad, tonta de mí
al pensar que de verdad eras algo así.
―…
― ¿No te gusta cuando señalo eso? ―Jeanne ahora bajó su rostro y
acercó su cara a la del hombre, ya no había sonrisa en el rostro de
Emiya, ahora estaba la misma cara sin emociones de cuando no estaba
con nadie alrededor.
―No entiendo tú punto.
―Estoy intentando de todo aquí, ¿sabes?
― ¿Qué?
―Estoy realmente tratando de ayudarte para que saques esa cara de
mierda por una vez, ahora viéndote y viendo como eras en ese tiempo
siento pena por todos los que interactuaron a tú lado.
―Cállate.
―Una vez más, cuando escuchas algo que no te gusta solo pides que me
calle, no es divertido cuando no estás del lado que lanza las burlas,
¿verdad? ―Jeanne sintió que ya tuvo suficiente al ver tales reacciones
de Emiya.
―No tienes que esforzarte por algo innecesario ―Jeanne alzó una ceja
ante las palabras repentinas de Emiya. De todas las cosas que esperó
escuchar algo como eso no fue lo que creyó oír.
Jeanne esperaba escuchar muchas cosas, entre ellas molestia o que se
quedara callada, que la insultara o que intentara jugar con ella. Pero al
final lo único que obtuvo la mujer fue un suspiro de cansancio y el
hombre desviando la mirada con cansancio.
― ¿Ahora qué mierda te pasa? ―Jeanne miró como el hombre parecía
con menos ánimos de lo habitual, incluso para estándares de Emiya.
― ¿Por qué recordar ese tiempo?, creí que querías olvidarlo siendo que
te sentías incomoda por verte a ti misma como la santa ―Jeanne no iba
a negar que le causaba molestia aquella versión suya tan… pura, pero al
mismo tiempo no pudo evitar recordar los momentos que había pasado
en Chaldea.
― ¿De verdad vas a sacar eso solo porque te dije que actúas igual aquí y
que allá?
―Lo digo porque sé a dónde gira tú intento de conversación y debo
decir que es deprimente que no puedas pensar en una solución
adecuada sin exponer todo tú plan… como siempre…
―Tú… ―Jeanne sintió la molestia crecer en ella, no importaba las veces
que hablara con Emiya. No pudo evitar sisear con molestia y mirar al
hombre con odio.
Jamás se acostumbró a ser el receptor de tantas burlas y prácticamente
acoso que le daba el hombre para meterse con ella y hacer explotar sus
nervios.
Una vez ahí estuvo para desconcierto de Jeanne. Un resoplido ante su
reacción, un resoplido que indicaba diversión o entretenimiento
genuina de parte de Emiya, solo lo veía así cuando ella era molestada,
Jeanne no sabía que decir ante eso.
En parte la albina quería dejar de lado todos los insultos y palabras
hacia ella por parte del hombre y solo centrarse en que Emiya le daba
una reacción genuina. Jeanne nunca supo cuando fue que comenzó a
preocuparse de manera seria por el hombre sarcástico que
normalmente se burlaba de ella a cada oportunidad que tenía.
Fue distinto con el tiempo, pasó de querer matarlo a simplemente…
sentir pena por el hombre. La mirada de Jeanne recorrió las facciones
del rostro de Emiya como si buscara algo.
― ¿Qué es lo que miras con tana intensidad?
― ¿Todo este tiempo fuiste así en Chaldea? ―Jeanne miró al hombre
que había cerrado la boca y ahora miraba a otro lado―, bien al menos
tienes la decencia de sentir vergüenza.
―Más que vergüenza no quiero pensar en eso ―Emiya cerró los ojos y
miró por unos instantes a otro lado antes de volver a mirar a Jeanne―,
no es que quisiera actuar es simplemente…
―Estabas feliz en ese lugar.
―No, incluso así no es como si pudiera estar en paz, todo-
―Todo es momentáneo para ti, ¿no es así? ―Jeanne miró a Emiya
quien cerró la boca y dio un suspiro. No hubo palabras inteligentes de
parte del hombre por la burla que le dio, tampoco hubo nada más allá
de una mirada que no reflejaba nada.
―Quiero creer que estando aquí es mucho más entretenido y aceptable
que estar allá ―Jeanne alzó una ceja ante aquel comentario repentino.
― ¿Por qué?, pensé que despreciabas mi compañía.
―Es porque no tengo que actuar frente a ti incluso si te molestas ―un
pequeño deje de sonrisa se asomó en los labios de Emiya ante aquel
pensamiento, no pudo evitar mencionar algo como eso cuando vio
como Jeanne estaba con esa mirada molesta.
Esa pequeña acción hizo que Jeanne abriera los ojos por tal reacción de
golpe. La mujer no esperó nada de parte de Emiya, mucho menos algo
como ese actuar repentino.
―Solo eres un idiota que cree que las cosas se arreglan de una forma
pobre ―Emiya sonrió por las palabras de Jeanne.
― ¿Es algo que te molesta?
―… ―hubo un breve silencio de pare de Jeanne antes de dar un
suspiro―, no, si soy sincera no me molesta como tal.
― ¿Entonces por qué mencionar esto? ―Emiya estaba curioso por lo
sucedido, no pudo evitar mirar a Jeanne con interés renovado por ello.
―Es solo que no me gusta que te usen…
Ahí estaba.
Jeanne desvió la mirada y giró la cabeza, al mismo instante en que se
cubrió la cara con una mano. Por un lado, Emiya no podía hacer nada
más que mirar con verdadero interés un pequeño deje de sorpresa a la
mujer quien normalmente era cerrada por no decir molesta en cierta
forma.
Emiya sonrió de lado soltó un bufido simple antes de alzar la mano y
ponerla en la cara de Jeanne, haciendo que la mujer tensara el cuello
porque sabía que el hombre iba a girar su cabeza para verla de frente.
Ella se resistió, estaba demasiado avergonzada por unas palabras que
consideraba como “tontas y sin sentido” para ella, Jeanne no sabía
decir o que hacer con la situación en la que ella misma se metió, odiaba
el hecho de que Emiya se estuviera burlando ahora abiertamente de
ella, pero también apreciaba verlo sonreír una vez más como lo estaba
haciendo ahora.
―Vamos, solo gira la cabeza ―un tono infantil que era para molestarla,
Jeanne lo sabía, ella quería girar la cabeza y gritarle al hombre, pero
significaba exponer su rostro y ver al hombre que estaba esperando con
una sonrisa su reacción.

― ¿Alguna novedad? ―el guardia que estaba pegado en los monitores
se volteó y miró a su supervisor quien entró dándole una mirada seria.
―No, no la hay, es simplemente una vida normal y corriente, mañana
se cumple la semana, y no hubo nada.
― ¿Algún indicio que conozcan que hay algo mal dentro de la casa?
―Negativo ―la respuesta simple fue seguida del hombre girando y
moviéndose al lado de las pantallas y tomar un archivador grande que
le fue entregado al hombre en mano.
― ¿Es todo lo relevante que han hablado?
―Lo es, la mujer soltó varios insultos y dio algunas palabras que no
entendí, pero pude rescatarlas de igual manera, se quejó que cierto
lugar que tampoco encontré, pienso que es una organización en todo
caso.
― ¿Habló sobre eso de manera casual?
―Mencionó que estaba harta de estos juegos y que hubiera preferido
seguir en “Chaldea” ―la pronunciación no fue la correcta pero la
palabra salió casi deletreada.
―Chaldea… ―el superior repitió la palabra y miró los archivos―, ¿algo
más?
―Fue en voz baja, pero se quejó de que le gustaría volver a ese lugar
con Emiya-san, no sabemos mucho, hice mí investigación, pero no
encontré mucho, sabe de la información que se suprimió hace algunas
décadas debo decir que lo que habló de Jeanne D’Arc aquella vez me
dio curiosidad.
― ¿Es así?, supongo que si dices eso encontraste algo más.
―No mucho, es frecuente ver a Emiya-san en la azotea de los edificios
de noche especialmente, hay varias fotos de fans que tomaron
imágenes de él viendo el cielo-
―Se directo ―la forma cortante hizo que el hombre en la silla tosiera y
se girara para mover las manos y empezar a usar la computadora.
―Investigué tanto como pude de Chaldea, pero no encontré nada
particular, es información suprimida junto con la mayor parte de la
información de héroes de antaño, solo unos pocos lograron salirse de la
censura, pero con las historias cambiadas para dar otro aire.
― ¿El origen?
―Parte de Europa, llevé los archivos al jefe y verá si es necesaria una
investigación más profunda sobre el asunto.
― ¿Cómo eso afecta a ambos?
―Creo que hay mucho más en el señor Emiya de lo que parece, recibí
un reporte de All Migth.
―Oh, eso, estuve allí cuando dio la información ―el hombre llevó una
mano a su mentón y recordó la conversación―, si mencionas esto es
porque encontraste algo.
―Lo hice, el apodo de “cabeza de metal”, o “espada parlante” es algo
que Jeanne D’Arc usa bastante con el señor Emiya.
― ¿Es algo a tomar en cuenta?, no, espera, recuerdo algo del informe
de All Migth, comentó que el nuevo niño que lo acompaña, Deku,
mencionó que escuchó una conversación la esposa de Emiya sobre el
hecho de que tenía algún entrenamiento cuerpo a cuerpo.
―Bien, eso es más de lo que decía el reporte, ¿cómo obtuvo algo así?
―Un desliz de la mujer por enojarse con el hombre al parecer.
― ¿Enojarse?, en lo que llevo viéndolos no parece que se molesten en lo
absoluto, veo a D’Arc más gruñona por cosas sin sentido que molesta
en sí.
―Dejando todo de lado, se cumplió la fecha estipulada, será mejor
llamarlos y quitar todo lo que hay, supongo que sacaste todo lo que se
puede.
―Lo hice, quizá la vigilancia como está ahora ya no sea una necesidad,
pero es mejor revisar más a Emiya-san que a su esposa ―el hombre se
giró y el ton fue más serio que antes, quitando todo juego anterior―, no
se ha abierto el local hasta ahora, si bien hay reportes de que se lo ha
visto en el centro de la ciudad hablando con proveedores, un fan le
tomó una foto a escondidas y la subió a internet.
― ¿Y?
―Coincide con la misma hora en la que se suponía que había estado en
uno de los lugares donde se lo tenía hablando con un proveedor.
―… ―no hubo una respuesta directa del superior cuando vio como la
pantalla mostró dos imágenes, únicamente la hora de diferencia de dos
minutos, cuando el tiempo estimado para llegar del punto señalado al
otro era de entre dos horas a tres.
― ¿Es alguien registrado sin quirk? ―se agachó y miró la pantalla
donde el hombre estaba entrando en un local y al lado la imagen del
mismo hombre al lado de una fuente en el otro extremo de otra ciudad.
―Lo es, hasta ahora no ha habido nada que señale lo conotrario.
― ¿Se hizo las pruebas?
―Lo comprobé, es un humano en su totalidad, solo que hay algo que
señaló un doctor.
― ¿Y eso es?
― ¿Alguna vez escuchaste lo que podría ser super humano?, lo siento si
sueno irrespetuoso.
―No, está bien, te pedí que hables con soltura, pero el termino super
humano es lo que se daba al principio antes de la designación de Quirk.
Hubo pequeño silencio antes de que la persona detrás del monitor
buscara entre varios archivos.
―Es de información pública el registro de los Quirk, pero esto es
mucho más allá de eso, al principio se nombraba superhumano a
quienes tenían capacidades más allá del promedio.
― ¿Y un cocinero tiene algo así?, no parece ser el caso de algo así.
―Hubo un reporte en el estudio médico, no solo Emiya cuenta con una
salud bastante buena, sino que hay datos un poco más allá de lo
normal, músculo que no parece humano, partes del cuerpo el doble o
triple de gruesas que la de una persona promedio.
― ¿No suena a un caso de mutación?
―Hay registrar de antes de las mutaciones de personas con esa
condición, es por eso que no se llamó la atención en principio, pero las
palabras que se dieron, o mejor dicho el dato de que entrenó para
pelear cuerpo a cuerpo da a entender que no fue siempre un simple
cocinero.
― ¿Ha cavado en sus registros?
―Lo hice, no tengo acceso a los de su esposa porque son de Francia,
pero los de Emiya están… limpios, como si no hubiera vivido hasta que
fue conocido al público.
― ¿Un blanqueamiento?
―Lo más probable.
―Esto es más molesto de lo que creí cuando asignaron el caso ―el
suspiro de superior fue seguido de una negación para sí―, quita las
cámaras y los micrófonos, tendríamos que pedir una extensión si
queremos investigar más, pero no podemos darnos el lujo ahora, hay
cosas más importantes.
― ¿Está seguro señor?
―Quisiera llegar a más allá de esto, pero no podemos perder el tiempo
en tercer ahora con las cosas que están sucediendo, no es que no quiera
seguir, pero no tenemos opción.
―Bien… entonces avisaré al departamento para que preparen la
citación.
―Hazlo, buen trabajo.

― ¿De qué estás nerviosa? ―Emiya se giró y miró a Jeanne quien
estaba con los brazos cruzados y la mirada que mostraba que estaba
molesta.
―No estoy molesta idiota.
―Lo estás.
―No.
―Lo estás.
― ¡¿Acaso eres un niño?! ―Jeanne se levantó de su estado reclinado
del asiento del auto.
―La única que se comporta como un niño eres tú querida ―Emiya
estaba conduciendo. El tráfico fue bastante denso por lo cual estaban
en un embotellado en ese instante.
Jeanne respiró hondo y luego soltó un suspiro. No debía caer en las
provocaciones de Emiya, ella misma sabía que la constante provocación
de parte de Emiya para que reaccione de forma agresiva y poder reírse
de ella.
Jeanne se quitó los zapatos y alzó los pies sobre el tablero del auto para
disgusto de Emiya.
― ¿Te estás tomando demasiado en serio lo de niña ahora?
―Pensé que querías que me comporte como una.
― ¿Es por tú altura? ―Jeanne flaqueó en su intento de molestar al
hombre por aquel comentario. La mujer de pelo blanco sintió como la
furia comenzaba a crecer dentro de ella por el mero hecho de la
mención y la burla de su altura.
―… ―Jeanne abrió la boca, pero no dijo nada, se contuvo para decir
algo. Negó para sí y se recostó más en su asiento.
― ¿Para que diablos es la citación?, por lo que sé no hice nada para que
me llamaran ―Jeanne puso un codo en la puerta del auto e inclinó su
cabeza en su mano.
―Probablemente investigarán la casa una vez más.
― ¿Qué más van a buscar?, no hay nada, más allá de lo que vieron la
última vez.
― ¿Has hecho algo?
― ¡Qué no!
― ¿Segura?
―Una pregunta más y te voy a prender fuego…
―Lo tomaré como un sí ―Jeanne se levantó y tomó a Emiya del cuello
de la camisa y lo sacudió.
― ¡¿Puedes dejar de ser tan molesto por un minuto?! ―Jeanne solo vio
como Emiya movió su cabeza de arriba hacia abajo sin molestarse en
oponer resistencia.
Después de solo unos segundos más Jeanne suspiró para volver a
sentarse en su asiento ahora con los brazos cruzados y la cara
reflejando molestia.
―Has terminado tú berrinche entonces ―la mirada de Jeanne pasó de
estar con los ojos abiertas a entrecerrarlos y mirar a Emiya, girando
lentamente la cabeza y viendo al hombre quien la miraba con una
sonrisa que mostraba como si hubiera ganado.
―Bien, bien… ¿quieres jugar así? ―Jeanne se giró en su asiento y miró
a Emiya―, vamos a jugar así y-
―Ni si quera puedes ganar un concurso de miradas con Hado-san, ¿de
verdad? ―Jeanne cerró la boca de inmediato antes de volver a hundirse
en su asiento con los brazos cruzados.
―No eres divertido.
―Tú sí.
― ¿Cuánto más tardaremos en llagar? ―Jeanne preguntó ya cansada.
En este punto ella estaba siendo el foco de diversión de Emiya.
―No tomará mucho más, el problema es el tráfico.
― ¿No podemos ir simplemente caminando?, no tiene sentido que
saques un auto cuando podemos llegar más rápido corriendo.
―No es tan fácil, tú puedes hacerlo, pero yo estoy ligado a las leyes del
lugar.
― ¿Por qué tanta insistencia de seguir esto? ―la curiosidad de Jeanne
se renovó―, puedes vivir como quieras.
―Porque ya he vivido una vez haciendo lo que quiera, el resultado fue
solo una cuerda y un público feliz.
―… ―Jeanne cerró la boca antes de inclinar la cabeza hacia atrás―, a
veces pienso que somos más parecidos de lo que me gustaría.
―No soy un enano.
―Bastardo arrogante de mierda, eres un ser asqueroso, maldita perra
mal follada ―una breve risa salió de Emiya ante la lluvia de insultos de
Jeanne al momento que mencionó su altura.
―Ya, ya-
― ¡¿Ahora quieres que me calle?! ―Jeanne giró su pie y comenzó a
patear a Emiya en la cara, la mujer se había quitado las botas ya hora
solo estaba con medias.
―Voy chocar si sigues haciendo eso.
― ¡No nos hemos movido de este lugar en las últimas dos horas!
―Jeanne reclamó cuando se movió para acercarse a Emiya y quedarse
al lado de este―, ¡¿no ves que los idiotas del frente siguen en el mismo
puto sitio desde hace dos horas?!
―Te van a escuchar.
― ¡¿Crees que me importa?! ―Jeanne se acomodó y volvió a zarandear
a Emiya quien cerró los ojos ante eso―, ¡quizá incluso así lleguemos
más rápido!
―Vamos a pasar por comida rápida después.
― ¡¿Crees que me importa algo como eso ahora?!
― ¿No quieres?
―…
― ¿Es un no? ―Emiya intentó contener la sonrisa que se asomaba en
sus labios al ver como Jeanne pasó a hacer un puchero mientras que
reflexionaba de verdad sobre la propuesta.
― ¿Puedo pedir cuanto quiera?
―Si no te importa tú peso-
― ¡¿Otra vez eso maldito infeliz?!
Incluso con todos los insultos y la queja constante de Jeanne.
Emiya sintió un leve tirón en su mejilla y en su pecho.
Una leve risa salió del hombre ante las reacciones histéricas de la
mujer.

Jeanne tomó la manija de la puerta y estaba por arrancar la puerta por
la rabia de haber pasado tanto tiempo esperando.
―No tires con demasiada fuerza ―Jeanne rechistó y se giró lentamente
a ver a Emiya quien le sonreía.
Habían pasado alrededor de otra hora y media en el tráfico y Jeanne
insultando sin detenerse a Emiya.
― ¿Ahora qué? ―Jeanne alzó una ceja y se cruzó de brazos cuando vio
como Emiya le hizo una señal para que se quedara sentada, vio como el
hombre se giró y le abrió la puerta. Jeanne parpadeó ante ese hecho,
vio la mano del hombre extendida hacia ella y como la sonrisa de
Emiya no dejaba de crecer.
― ¿Quieres que tome tú mano para bajarnos? ―Jeanne arrugó el rostro
y agrió su expresión, era obvio que se sintió ofendida.
― ¿No es propio que baje a la princesa de esta forma?
―Llámame princesa una vez más…
―Vamos querida, no querrás perder más tiempo, ¿no? ―Jeanne se
quedó en blanco con la sonrisa del hombre y la forma en la que la
llamó. Jeanne bajó la cabeza y aceptó la mano de Emiya en silencio.
―Solo… esta vez, ¿te queda claro? ―Jeanne casi susurró eso. Emiya
sonrió complacido.
Ahí vino otra vez, para molestia breve de Emiya el tirón en sus mejillas,
como si lo que hiciera… no fuese habitual. El hombre parpadeó y negó
para sí.
No había tenido tanta diversión como la que tuvo hasta ahora con
Jeanne. No le importó nada de ser fuerte o poder hacer algo más allá de
la razón, si podía poner al mundo de cabeza o algo así, solo quería
hacer lo que nunca pudo o lo que nunca se permitió a sí mismo.
Vivir normalmente.

El tiempo para Emiya pasó rápidamente una vez estuvieron en la sala
de la citación. La incomodidad de los presentes era más que fácil de
admirar. Quien conociera a Jeanne D’Arc y sus acciones se preguntaría
porque estaba aquí y porque estaba con libertad cuando hubo muchos
casos sonados en su contra.
Emiya estuvo tranquilo mientras que Jeanne se recostó en su hombro y
no dudó en dormir un poco. Una sonrisa vino una vez en el día cuando
vio como la mujer estaba totalmente despreocupada de la situación a
pesar de haber hablado de que sea más cauteloso.
Los minutos pasaron y escuchó algunos sonidos de cámaras. Se giró y
vio a un par de jóvenes frente a él quienes quitaron fotos a él y Jeanne.
Entrecerró los ojos y supuso que era por la misma razón de la última
vez, que la razón de las fotos fue por él y no por la mujer a su lado.
Emiya movió un brazo y rodeó a Jeanne por los hombros y la trajo más
cerca de él. El quejido de molestia de parte de la mujer no se hizo
esperar cuando fue sacudida levemente por el brazo del hombre, más
no se desperté.
Emiya se quedó evaluando de reojo a los dos jóvenes. Era más que
visible que eran de una familia acomodada, la ropa, los anillos y el aire
en general era diferente.
¿Quizá estaban entre los veinte?
Emiya sacudió la cabeza ante la paranoia repentina, en la cabeza del
hombre no había razón por la cual debía temer por Jeanne o algo por el
estilo, siendo ella mucho más fuerte que cualquiera.
Solo… le fue molesto el descaro con el cual sacaban las imágenes de
ambos, si fuese solo él siendo puesto en las redes por estar en la policía
entonces no le importaría, pero no entendió.
¿Qué era esa molestia cuando alguien más hablaba con Jeanne?, ni
siquiera estaba seguro de si era ella la que estaba en el foco o no.
― ¿Señor Emiya? ―Emiya parpadeó cuando fue llamado, levantó la
cabeza y vio a una mujer con papeles en la mano. Miró a su hombro y
como Jeanne seguía dormida.
Dio un suspiro antes de moverla y dejar su cabeza apoyada por el
respalda y la pared y sacarse el saco que llevaba puesto y colocarlo
sobre el pecho de la mujer.
Se quedó únicamente con el resto del traje de vestir, la camisa, la
corbata, el chaleco y el junto inferior con los pantalones y los zapatos
negros.
Se puso de pie y comenzó a caminar siguiendo a la empleada.
Una vez pasaron el primer pasillo habló.
― ¿Quiénes son los que estaban en el otro lado de la habitación?,
parecían estudiantes de secundaria.
Un suspiro fue dado por la mujer al instante en que aquella mención se
dio.
―Son hijos de un héroe famoso, no tenemos mucho que hacer con los
que son de su clase ―Emiya alzó una ceja ante aquella respuesta de la
empleada.
― ¿Problemas en particular?
El hombre no esperó que hubiera una respuesta seria, quizá aquellos
dos jóvenes eran más molestos de lo que uno cabría esperar.
―Bastantes, de manera continua son llamadas pero el director general,
no el jefe de la policía, es quien solo les da una palmada y los deja
libres.
― ¿Por qué dices todo esto?
―No es un secreto, ellos mismos se jactan de eso, si fuese algo que no
debería decir entonces no hablaría en primer lugar.
―Ya veo… ―Emiya asintió cuando llegaron a una puerta, la misma de
la otra vez donde se realizó el interrogatorio.
Entró y miró como había dos personas que no esperó ver.
―Toshinori-san y… ¿Deku era? ―Emiya miró a los dos en la sala, pero
había un tercer miembro detrás de la puerta cuando se cerró. Miró de
reojo y vio a alguien algo famoso hace tiempo―, oh, es un honor, Gran
Torino.
― ¡Ja!, a veces olvido que no eres tan joven como pareces, te ves igual
de la primera vez que llegaste a la ciudad ―Gran Torino sonrió. Emiya
le devolvió el gesto.
Midoriya tragó cuando vio al hombre y los signos en su rostro. Si bien
había una sonrisa fue como All Migth sospechó cuando vio las
grabaciones del interrogatorio.
No hubo cambio en los ojos del hombre, la sonrisa no se extendió por
completo en el rostro de Emiya.
―Oh por favor, soy bastante joven aún, además me cuido bastante
―aquel comentario sacó una risa bastante grande de Gran Torino, una
que fue seguida de él señalando a la mesa que estaba con una silla en
frente.
―De hecho, parece que tienes una buena apariencia, debes hacer
mucho ejercicio ―Emiya siguió con su sonrisa, mostró ignorancia ante
la obvia mención de la palabra ejercicio.
Algo no iba bien.
Caminó y se sentó. Vio como uno de los guardias de la sala entró y le
puso las esposas que estaban pegadas a la mesa.
Los ojos de Emiya se abrieron.
― ¿No es un poco excesivo para un interrogatorio? ―Emiya sacudió un
poco las esposas y miró a los presentes―, hay bastantes personas, es
como si estuvieran juzgando a algún criminal importante.
La sonrisa de Emiya no se fue en ningún momento.
―Chaldea ―aquel comentario de All Migth hizo que Emiya se detenga y
girara con la naturalidad que pudo su cabeza hacia el hombre rubio―,
una organización que nació hace casi dos siglos, primero en base a un
observatorio y luego la comunidad de ese entonces, formó un partido
en su país natal.
Emiya escuchó con atención aquella información, de hecho, no tenía
noción de que existía algo semejante a Chaldea en este mundo.
―Veo, ¿alguna mención importante?, no creo que esto sea solo una
clase de historia ―la sonrisa de Emiya fue amable, no bajó a pesar de la
situación.
Emiya notó algo.
El chico de pelo verde lo estaba viendo con demasiado detenimiento
para ser solo un ejercicio de observación o un entrenamiento.
Estaba buscando alguna reacción.
―Al ganar como partido de la nación, el líder financió proyectos,
proyectos que fueron borrados por el propio gobierno hace décadas,
¿por qué Jeanne D’Arc mencionó que usted formó parte de esa
organización? ―la pregunta final de All Migth hizo que Emiya
parpadeara con sorpresa fingida y algo real al mismo tiempo.
No esperó que Jeanne hubiera soltado tal información, que, si bien en
principio parecía irrelevante, ahora era obvio que las cosas lo estaban
golpeando por las acciones descuidadas de la mujer.
Solo su suerte. Emiya sonrió ante aquel pensamiento y negó para sí.
―Me temo que no soy muy consciente de eso.
―Maldición, quisiera que fuese como en aquel tiempo… cuando él
estaba en Chaldea…
La sonrisa no flaqueó en el rostro de Emiya cuando escuchó las
palabras de Jeanne en una grabación.
Debería reprender a esa mujer por ser descuidada.
―No he pertenecido a nada, pero a lo mucho quizá era el nombre del
gremio en el que estaba con Jeanne ―Emiya se rió levemente ante
aquel comentario haciendo que la atención se centrara ahora en las
palabras del hombre.
― ¿Gremio?
―Un juego de rol, de esos online, Jeanne me obligó a jugar con ella, lo
más probable es que se refiriera a algo como-
―Mencionó que usted tenía entrenamiento en combate ―Emiya quien
tenía los ojos cerrados con su explicación entre abrió un ojo y miró a
Izuku.
―Tomé lecciones de esgrima en mí juventud ―Emiya sabía que no
debía mencionar la arquería, si estaban soltando información que él no
encontró entonces era porque habían encontrado algo más allá de lo
que el vio.
Todo por el vacío que dejó las acciones de Jeanne.
― ¿Esgrima? ―uno de los oficiales apuntó aquello y miró al hombre―,
¿sigue practicando?, se ha visto una espada en su casa, pensé que era
decorativa más que nada.
―Tenía la licencia de pertenencia con ella.
―Lo hacía ―el oficial asintió, pero no apartó la mirada del hombre―,
¿aún sigue practicando entonces?
Emiya sintió la presión.
Era una pregunta trampa.
Si decía que sí solo estaba acordando que nunca dejó aquello y si decía
que no era obvio que tenían alguna prueba de que sí lo hacía.
―Más por el uso de los cuchillos de sashimi ―Emiya recordó los

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