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Artistas argentinos

Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari fue artista


visual, inventor y astrólogo. En esta nota
recordamos a un ser polifacético de nuestra
cultura a 133 años de su nacimiento.

Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari nació el 14 de diciembre de 1887 en la


localidad bonaerense de San Fernando. Sus padres fueron Emilio Schulz (ruso)
y Agustina Solari (italiana). Su hermana menor, Sara, falleció de fiebre
tifoidea, enfermedad que Xul también padeció. En cuanto a sus estudios, asistió
al Colegio Francés Fermy y luego al Colegio Inglés, además de practicar violín,
actividad que abandonó tras un accidente.
En su juventud la familia se traslada a la capital y Solar asiste al Colegio
Nacional Sección Norte del barrio de Palermo. Trabajaba con su padre, que se
desempeñaba como ingeniero en la Penitenciaría Nacional. En 1905 decidió
iniciar la carrera de Arquitectura, que abandonó dos años después.
En la familia había un gran interés por la música, su abuelo había sido pianista y
su padre tocaba la cítara. Solar aprendió a tocar ambos instrumentos y
disfrutaba de las composiciones de Bach y de Wagner. Forjó amistad con el
músico Juan de Dios Filiberto y con Vicente Scaramuzza, profesor de piano
del Conservatorio Nacional. Sus dos pasiones fueron las artes plásticas y la
música, pero también se interesó por los idiomas, las religiones, la
antroposofía, la numerología y la astrología.

Etapa europea
Con 25 años y la intención de llegar a Hong Kong, en 1912 partirá hacia Europa,
viaje del que retornará doce años después rebautizado como Xul Solar y con el
anhelo de dar a conocer las nuevas corrientes artísticas en nuestro país.
Regresaría recién en 1924, luego de recorrer varios países y pasar las Fiestas en
la casa materna de San Pietro di Roveretto (Génova). En Turín conoció al
colectivo expresionista Der Blaue Reiter, creado por Vasili Kandinski y Franz
Marc en Berlín. De allí incorporó la técnica de acuarela y la explotación del color.
Sus primeras obras en esta dirección fueron al óleo y en témpera: "Nido de
fénices" y la primera versión de "Entierro". Fue influenciado por el cubismo, el
futurismo y el surrealismo.
En 1914 Solar conoció en París a Aleister Crowley, uno de los ocultistas más
reconocidos del siglo XX. En una entrevista, Crowley le enseña a sistematizar la
manera de tener visiones a través de los 64 hexagramas del I Ching,
legendario Libro de las Mutaciones. Solar vuelca dicho aprendizaje en un texto
denominado "Los San Signos".
En 1915 conoció en París a Picasso y Modigliani y realizó varias obras de
carácter místico a través del simbolismo. Lentamente las obras de Xul se llenan
de combinaciones de signos y símbolos, creando un lenguaje verbal y visual
particular que coincidía con su búsqueda espiritual. En 1917, en Florencia,
conoció a Emilio Pettoruti. Juntos recorrieron varios países europeos y
decidieron volver a la Argentina para revolucionar el mundo del arte.
El público y los críticos de arte de nuestro país no lograban clasificar la obra de
estos artistas, vinculados al estilo de Paul Klee. Con sus cuadros rurales y
costumbristas, Fernando Fader era la figura más importante del arte argentino
de la época.

En 1920, Solar realizó su primera exhibición en Milán. Pettoruti escribe el texto


del catálogo y afirma:
"Hay un extraño misterio en éstas [obras], sus fantásticas visiones, en las
que la imaginación, sin ningún control de la realidad… Parece que mirara
en espacios privilegiados y descubriera todo un mundo de fantasmas y de
sugestiones ignotas".
En esa misma ciudad concretaría varios proyectos denominados Bau (Estilos). Se
trataba de pequeñas arquitecturas montadas en cartulina con características
neogóticas y de templos orientales. Dentro de esta misma serie hace
escenografías y estudios de estilos en columnas, capiteles y frisos. Además, en
estos años va gestando una obra pictórica característica: de pequeño formato,
en acuarela, tempera, óleo, con temas relacionados al mundo inconsciente y al
misticismo.
Crítica de arte
En las obras de este período surgió un interés por incorporar letras, signos y
palabras. El neocriollo es un lenguaje basado en el portugués y el español,
lenguas de América Latina, con la intención de redefinir la relación de la cultura
americanista con Europa. Solar era políglota: hablaba fluidamente inglés,
francés, alemán, italiano, ruso y guaraní, además de entender
perfectamente el latín, el griego, el chino y el sánscrito. Los años 1922 y 1923
fueron de mucha creatividad en Alemania. Posteriomente, se instaló en Londres
para trabajar en su producción y estudiar Teosofía.
Martín Fierro, periódico quincenal de arte y crítica libre, es el nuevo
proyecto en el que se embarca Solar. A través del mismo se vinculó con los
grupos literarios de las vanguardias locales de las décadas de 1920 y 1930
(Boedo y Florida), entre ellos, Oliverio Girondo, Raúl González Tuñón,
Roberto Arlt, Norah Borges, Eduardo González Lanuza y Leopoldo
Marechal.

"Puerto azul", Museo Xul Solar

Expone por primera vez en nuestro país en diciembre de 1924, en la muestra


colectiva Primer Salón Libre, en la Galería Witcomb de Buenos Aires. Trabajó
para varias publicaciones, entre ellas, la revista Proa, dirigida por Borges,
Brandán Caraffa y Ricardo Güiraldes.
Marinetti, el artista italiano futurista, llegó a la Argentina en 1926 y fue
seleccionado junto a Norah Borges, Pedro Illari, Alberto Presbisch y Ernesto
Vautier como mejores representantes de la vanguardia europea.

Borges y el neocriollo
Solar fue amigo de Borges durante más de cuarenta años; eran vecinos y tenían
largas charlas respecto del mundo del lenguaje. El neocriollo era de gran interés
para Borges. Publicó un relato llamado "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", acerca de
un mundo imaginario con un idioma particular, palabras que se forman
mediante la adición de prefijos y sufijos, basado en la idea del neocriollo.

"Xul Solar es uno de los acontecimientos más singulares de nuestra


época (...) Un hombre versado en todas las disciplinas, curioso sobre
todos los arcanos, padre de escrituras, lenguajes, utopías, mitologías,
huésped de infiernos y de cielos. (...)
El pensamiento de Xul era incesante. Él me dio la impresión exacta de
haber leído muchísimo y, sobre todo, de querer cambiar las cosas".
Prólogo del libro de Borges, El idioma de los argentinos, ilustrado por Xul Solar

El panajedrez y la panlingua
En la revista Él, Solar comparte algunas reflexiones acerca de sus facetas
artísticas:

"Soy campeón del mundo de un panjuego que todavía nadie conoce:


el panajedrez. Soy maestro de una escritura que nadie lee todavía.
Soy creador de una nueva técnica musical, de una grafía musical que
permitirá que el estudio del piano, por ejemplo, sea posible en la
tercera parte del tiempo que hoy lleva estudiarlo.
Soy creador de una lengua universal –la panlingua– sobre base
numérica y astrológica, que tanto contribuiría a que los pueblos se
conociesen mejor unos a otros. Soy creador del neocriollo, lengua
que reclama al mundo de Latinoamérica. Soy el director de un teatro
que todavía no funciona…".
Panajedrez. Fuente: Jotdown

"A través de su obra quiso dar una explicación esotérica a la unidad del
mundo, principio que está en el núcleo de toda la tradición filosófica y
religiosa", Aldo Pellegrini

En 1939 se inauguró el Pan-Klub, un lugar de encuentro para intelectuales y


personas con las mismas inquietudes. En la década del '40 comenzó a pintar en
tonos blancos, negros y grises, insertándose en una búsqueda e incorporando
un nuevo sistema de escritura con base de signos estenográficos a sus obras.
Participó de varias publicaciones como Leoplán, Crítica y El Hogar, con
ilustraciones, traducciones y reseñas literarias. Impartió además conferencias
sobre astrología. En 1946 se casó con Micaela Cárdenas, su discípula.
"Ciudá y abismos", Museo Xul Solar

Para ella modificó los teclados de un piano coloreando las teclas de acuerdo a
las vibraciones que cada una representaba. De esta manera, se podía ejecutar
un movimiento musical inspirado en los colores. Las teclas fueron construidas
en madera y pintadas por el artista según su lista de correspondencias
para "dibujar movimientos musicales con líneas quizás legibles como
música".
En los '50 Solar realizó una serie de pinturas orientadas hacia el estudio de la
cábala y la astrología. Desarrolló de manera particular el Árbol de la Vida, al
que denominó Pan-tree.
Xul Solar falleció el 9 de abril de 1963, a los 75 años, en su casa de Tigre. Estaba
acompañado de su esposa Lita, quien dijo que su marido "no creía en la
muerte, para él siempre existirá un mañana".

"Zodíaco", Museo Xul Solar

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