Está en la página 1de 1

Había una vez un pequeño zorro llamado Alex que vivía en un bosque mágico lleno

de criaturas fantásticas. Alex era un zorro muy valiente y aventurero, y siempre


estaba buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras Alex exploraba el bosque, se encontró con un unicornio herido. El


unicornio estaba triste y débil porque había sido atacado por un grupo de lobos
salvajes. Alex se acercó y le preguntó qué le pasaba. El unicornio le contó que
estaba herido y que no podía caminar.

Alex no sabía qué hacer, pero no quería dejar al unicornio solo y desamparado. Así
que decidió llevarlo a un lugar seguro y prometió cuidar de él hasta que se sintiera
mejor. Alex buscó una rama larga y con mucho cuidado cargó al unicornio sobre
ella.

Durante los días siguientes, Alex cuidó del unicornio y le ayudó a recuperarse. El
unicornio comenzó a confiar en Alex y agradeció su amistad. Alex aprendió mucho
sobre la vida de los unicornios y se dio cuenta de lo especiales que son estas
criaturas.

Finalmente, llegó el día en que el unicornio se sintió lo suficientemente fuerte


como para caminar de nuevo. Alex lo acompañó por el bosque y lo ayudó a
encontrar un lugar seguro donde vivir. El unicornio se detuvo por un momento y le
dijo a Alex que nunca olvidaría su amistad y todo lo que había hecho por él.

Desde ese día, Alex se sintió orgulloso de haber ayudado al unicornio y aprendió
que siempre es importante ayudar a aquellos que necesitan ayuda, incluso si son
diferentes a nosotros. Alex también descubrió que la amistad puede venir de los
lugares más inesperados y que nunca es tarde para hacer un nuevo amigo.

También podría gustarte