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¡Por supuesto!

Aquí te presento tres cuentos cortos:

1. "El ratón y el león"

Había un ratón pequeño y débil que vivía en una madriguera. Un día, se encontró con un león
enorme y poderoso que lo atrapó con sus garras. El ratón le pidió al león que lo perdonara y
prometió que algún día le devolvería el favor. El león se rió del ratón, pero lo dejó ir. Unos días
después, el león cayó en una trampa y no podía liberarse. El ratón escuchó sus rugidos y acudió a
su rescate. Usando sus dientes afilados, el ratón cortó las cuerdas y liberó al león. A partir de
entonces, el león y el ratón se hicieron amigos y vivieron juntos en la selva.

2. "La liebre y la tortuga"

Había una vez una liebre muy rápida y arrogante que se burlaba de una tortuga lenta y metódica.
La tortuga le propuso a la liebre una carrera, y ésta aceptó pensando que sería fácil ganar. La
carrera comenzó y la liebre corrió tan rápido que pronto se alejó de la tortuga. Sin embargo, la
liebre se detuvo para descansar y se quedó dormida. La tortuga, que seguía avanzando sin parar,
finalmente llegó a la meta y ganó la carrera. La liebre se despertó demasiado tarde y se dio cuenta
de su error: su arrogancia la había llevado a perder la carrera.

3. "El lobo y las ovejas"

Había un lobo hambriento que estaba buscando comida en el bosque. Se encontró con un rebaño
de ovejas y decidió intentar atrapar una. Se acercó sigilosamente al rebaño y empezó a perseguir a
una oveja, pero ésta logró escapar. El lobo intentó perseguir a otra oveja, pero tampoco pudo
atraparla. Desesperado, el lobo decidió disfrazarse como una oveja para mezclarse con el rebaño y
atrapar una. Pero cuando se acercó a las ovejas disfrazado, éstas lo reconocieron inmediatamente
y lo expulsaron del rebaño. El lobo aprendió que nunca podría engañar a las ovejas y se alejó en
busca de otra presa.

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