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Conversión termoquímica de biomasa

Samuel Ivan Bonilla Gracia


En la actualidad el mundo esta pasando por una transición energética, que busca
remplazar las fuentes de energía convencionales conocidas y que rigen todo
nuestro sistema energético. Por ende, se esta buscando un combustible
renovable que pueda suplir la demanda energética los siguientes años. Por eso
la humanidad ha realizado exhaustivos estudios de combustibles renovables,
encontrando la biomasa residual como una opción viable.
Para conocerla mejor podemos definirá que la biomasa es la materia orgánica
no fosilizada y biodegradable procedente de plantas, animales y
microorganismos, además de residuos de desechos provenientes de la
agricultura. Este elemento se compone por diferentes fibras, que son llamados
como lignina, hemicelulosa y celulosa. Estos tres componentes tienen un papel
importante para la biomasa, y sus estudios, porque ayudan a identificar las
características que pueda desarrollar según su uso. Por ejemplo, la lignina tiene
un componente de rigidez estructural que sirve para formar biochar y tiene un
gran contenido de carbono, también se puede mencionar que se puede degradar
entre los 400-600 °C; así mismo la hemicelulosa y la celulosa tiene la tendencia
de producir líquidos, que al final son los llamados bioaceites que tiene
características como el crudo del petróleo ya que ambos son naturales.
Sabiendo ya lo que compone la biomasa, existen diferentes procesos de
conversión termoquímica que permite sacar el aprovechamiento de este recurso;
para eso, es necesario el aumento de temperatura para romper los enlaces que
lo forman y así descomponer en diferentes elementos con gran aprovechamiento
energético.
El aprovechamiento energético se basa en el proceso de conversión
termoquímica que usemos, ya que existen procesos que pueden ser
desarrollados sin oxígeno y otros con atmosfera controlada. La torrefacción y la
pirolisis con procesos donde se trabaja sin oxígeno, la diferencia de ellos es que
uno aumenta la tenacidad de la biomasa y su poder calorífico, mientras que
respectivamente hablando la pirolisis produce la biogás, bioaceite y gas con alto
poder calorífico.
Hablando específicamente del proceso de pirolisis, podemos seleccionar que
producto queremos tener, en función de dos variables, que son : la tasa de
calentamiento y la temperatura en que es tratada la biomasa. Si queremos tener
mucho carbón, necesitamos baja temperatura y una tasa de calentamiento baja.
Mientras, para generar bioaceite necesitamos altas temperaturas y tasas de
calentamiento altas.
En conclusión, los procesos de conversión termoquímica permiten descubrir el
verdadero poder energético de la biomasa y el aprovechamiento adecuado
según su composición.

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