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HURTO AGRAVADO
CRIMINOLOGIA
ABRIL 2023
INDICE
I. INTRODUCCION
VII. CONCLUSIONES
I. INTRODUCCIÓN
El hurto es uno de los comportamientos desviados de las personas que produce más impacto
en la percepción de seguridad, según un informe de la fiscalía entre el periodo de 2021-2022
el hurto fue el delito con mayor número de casos activos (346.424), además este delito
registro un incremento del 41,9%.
Estas cifras son preocupantes y ponen en relieve la necesidad de analizar las posibles causas,
las estrategias de prevención, la política criminal del Estado, entre otros aspectos que tengan
relación, esto con el fin de dar un panorama más amplio respecto de esta problemática, pues,
hay que tener en cuenta que esta cuestión nos afecta a todos y genera desconfianza frente a
la efectividad de nuestro sistema judicial, lo que a su vez puede desembocar en otros
problemas tales como la justicia por mano propia.
Por lo tanto con el presente trabajo buscamos establecer las posibles causas teniendo en
cuenta los distintos factores que puedan tener nexo con este delito, igualmente vamos
investigar las formas de prevención y la política criminal del Estado colombiano frente a esta
conducta desviada.
ECONOMICAS:
- Desempleo y falta de oportunidades.
- Conformación de pandillas.
- Receptación.
SOCIALES:
- Falta de educación en la escuela y en el hogar.
- Irse por la “vía fácil” para obtener recursos.
- Apología a los delitos (a través de películas, series o música).
DE OTRO TIPO:
- Cleptomanía.
DE DOBLE ESTIRPE:
- Consumismo: está muy relacionado con factores económicos y sociales.
El hurto calificado se consagra en el artículo 240 del Estatuto Penal Colombiano, e indica
algunas condiciones donde aparte de atentar contra el patrimonio económico de una persona
(víctima), se afectan otros bienes jurídicos; como por ejemplo, caso en donde el sujeto activo
coloca al sujeto pasivo en estado de indefensión o inferioridad y se aprovecha de tales
condiciones, pues aquí se afecta el patrimonio económico, su integridad física, dignidad.
La disposición normativa señala:
“ARTÍCULO 240. HURTO CALIFICADO. La pena será de prisión de seis (6) a catorce (14)
años, si el hurto se cometiere: 1. Con violencia sobre las cosas. 2. Colocando a la víctima en
condiciones de indefensión o inferioridad o aprovechándose de tales condiciones. 3.
Mediante penetración o permanencia arbitraria, engañosa o clandestina en lugar habitado o
en sus dependencias inmediatas, aunque allí no se encuentren sus moradores. 4. Con
escalonamiento, o con llave sustraída o falsa, ganzúa o cualquier otro instrumento similar, o
violando o superando seguridades electrónicas u otras semejantes.
La pena será de prisión de ocho (8) a dieciséis (16) años cuando se cometiere con violencia
sobre las personas. Las mismas penas se aplicarán cuando la violencia tenga lugar
inmediatamente después del apoderamiento de la cosa y haya sido empleada por el autor o
partícipe con el fin de asegurar su producto o la impunidad. La pena será de siete (7) a quince
(15) años de prisión cuando el hurto se cometiere sobre medio motorizado, o sus partes
esenciales, o sobre mercancía o combustible que se lleve en ellos. Si la conducta fuere
realizada por el encargado de la custodia material de estos bienes, la pena se incrementará de
la sexta parte a la mitad. La pena será de cinco (5) a doce (12) años de prisión cuando el hurto
se cometiere sobre elementos destinados a comunicaciones telefónicas, telegráficas,
informáticas, telemáticas y satelitales, o a la generación, transmisión o distribución de energía
eléctrica y gas domiciliario, o a la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado”.
Ahora bien, podemos identificar dentro de las principales causas que dan lugar al hurto
calificado, las siguientes:
ECONÓMICAS
- Comercialización de elementos hurtados
- Microeconomía ilegal
- Desempleo: preocupación por obtener dinero/objetos
- Rentabilidad de la conducta
SOCIALES
- Caracterización del delincuente por preferir conducta desviada
- Modalidad específica: factor de oportunidad
- Hacinamiento carcelario
- Falta de cultura ciudadana
- Poca presencia policial
- Condiciones del entorno
LEGALES – NORMATIVAS
- Tramitología del proceso
- Falta de denuncia
- Legislación flexible e ineficiente
Es posible observar que el delincuente, una vez se decide a hurtar bajo las condiciones del
hurto calificado bajo una modalidad determinada y esta da resultado, empieza a desarrollar
y aplicar ese método y actuar en diferentes escenarios, teniendo en cuenta los demás factores
que dan lugar a las causas de la ocurrencia de este tipo penal, por ejemplo, causas
económicas, donde un delincuente puede obtener diariamente mayor cantidad de dinero que
la que recibe una persona en un trabajo formal en nuestro país.
De igual manera, las causas sociales tienen un peso importante sobre la ocurrencia del hurto
calificado, pues nuestro país tiene una cultura violenta, donde quien “sea más audaz” es quien
gana y quien pierde siempre es la víctima, o en este caso, “quien se deja robar”. Esta cultura
ha permeado gran parte de la población alejada o marginada, donde las autoridades tienen
poca o nula presencia, por lo que existen leyes basas en la autoridad particular de por ejemplo,
bandas delincuenciales.
La Política criminal qué realizo el Estado colombiano frente a la prevención del delito de
hurto agravado y calificado es notoria, esto se puedo evidenciar en la necesidad de tomar
medidas tendientes a la prevención como forma de mitigar la ocurrencia del ilícito y las
formas en las que operan.
Así las cosas, existen cuatro tipos de prevención qué lleva a cabo el Estado colombiano en el
marco de su política criminal, primero. la punitiva, qué nace a partir de la necesidad de la
intimidación como forma de prevenir el ilícito, segundo. el desistimiento por medio de la
amenaza penal, qué será el mecanismo de represión dentro de las facultades del Estado
Colombiano para ejercer presión a los futuros comportamientos desviados, tercero. la
mecánica, qué va encaminada a crear obstáculos que le cierren el camino al delincuente en
la forma en la que opera y cuarto. la colectiva, qué va dirigida a detectar, tratar y eliminar
los factores criminógenos en una forma no penal.
Teniendo en cuenta lo anterior existe una serie de obligaciones al Estado colombiano qué
desde su conformación tiene la necesidad de implementar una serie de mecanismos que
permitan la convivencia pacífica, entre ellos, la solución de los conflictos. Las falencias de
atención oportuna de la conflictividad que vive el país ha conducido alto grado de violencia
y criminalidad. La prevención de la delincuencia si bien recae principalmente en el sector de
seguridad pública del gobierno, esta debe estar acompañada de la participación de la
ciudadanía como forma de contrarrestar la ocurrencia del ilícito en su forma base.
Aunque los esfuerzos del Estado colombiano han sido amplios todavía hace falta concretar
la implementación de una política preventiva del delito donde la acción penal sea la última
opción y ampliar la aplicación adecuada de la justicia premial, negocial y restaurativa, con el
debido respeto de los derechos de los involucrados en el conflicto penal, qué trae importantes
beneficios para la administración de justicia. Además de qué la prevención también se da
desde factores estructurales como lo son la desigualdad, pobreza y conflicto armado qué traen
como resultado los asentamientos ilegales en las periferias de las grandes ciudades, los cuales
suelen tener diferentes problemáticas como insuficiencia de transporte, deficiencia en la
prestación de servicios públicos, peligros de inundación por cercanía a cuerpos de agua o
deslizamientos por tratarse de terrenos inestables, siendo no aptas para el desarrollo urbano.
Esto nos permite concluir qué la prevención del delito de hurto calificado y agravado en
Colombia requiere de una estrategia integral que involucre tanto a los ciudadanos como a las
autoridades y las empresas de seguridad privada. La educación, la implementación de
políticas públicas, la utilización de tecnología de punta, la colaboración ciudadana y la
eficiente gestión de los recursos son algunas de las medidas que pueden contribuir a reducir
la incidencia de este tipo de delitos y a construir una sociedad más segura y pacífica para
todos. Además de qué, Se deben adoptar programas de resocialización y sanciones
alternativas que permitan a los infractores encontrar un espacio en la sociedad que le brinde
las garantías para no caer nuevamente en la delincuencia. La política criminal debe ir
acompañada de la política social. Medidas que hagan frente a las problemáticas que afectan
a las comunidades vulnerables, como aquellas tendientes a reducir el desempleo y a elevar
los niveles educativos, repercutirán en la disminución del riesgo de caer en la delincuencia o
en las drogas.
La política criminal que articuló el Estado Colombiano en relación con el hurto agravado y
calificado para el periodo comprendido entre 2016 y 2020, de conformidad con los principios
de nuestra Carta Política como lo son el Estado social de derecho y la protección de los bienes
jurídicos, se estableció mediante dos instrumentos, el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2020
y la Política Macro de Convivencia y Seguridad Ciudadana, en los que se despliega la
importancia de incorporar medidas a nivel nacional para garantizar la seguridad y la
convivencia de los ciudadanos.
Por otro lado, en el año 2019, el gobierno colombiano a través de la Política marco de
convivencia y seguridad ciudadana, dispuso como prioridades la prevención de los delitos y
su efectiva sanción, promoviendo la cultura de la legalidad, la disrupción del delito,
fortalecimiento de la familia como núcleo esencial de la sociedad y de la convivencia,
transformación de entornos, articulación del fortalecimiento institucional a nivel nacional,
departamental, distrital y municipal, promoción de la salud mental, aumento de recurso
humano para el control de las calles, asistencia militar.
Una de las medidas que se plantearon fue promover en las emisoras y demás medios de
comunicación, por lo menos en un minuto diariamente, la importancia de los valores
democráticos, la convivencia, respeto por los derechos de los demás y a la autoridad.
El marco también propone la promoción de la Red de Participación Cívica en la que
comerciantes y juntas de acción comunal junto con el apoyo de las autoridades realicen
actividades de vigilancia en las calles, vecindarios y establecimientos de comercio. Lo
anterior de conformidad con el deber constitucional de solidaridad que tienen los ciudadanos
y la repercusión que tiene el reporte de los delitos en su prevención y sanción.
Otra medida prevista en este plan de política criminal es la disuasión, toda vez que se insta a
las autoridades locales a crear propuestas en las que el delincuente evidencie que el costo de
cometer hurto es mayor a su beneficio. Lo anterior, mediante una rigurosa vigilancia por parte
de la fuerza pública, uso de cámaras de video focalizadas en puntos clave de las ciudades, la
atención pronta de la policía ante la comisión de este delito y la utilización de inteligencia
para la anticipación del delito mediante la tecnología y la ciencia como las aeronaves o drones
que permitan aumentar la vigilancia, pues se sincronizan con las patrullas que realizan el
control de las calles.
A partir del año 2021, el plan nacional de política criminal que está elaborado hasta el año
2025 no da especificaciones al respecto sobre delitos contra el patrimonio económico, pues
continua en vigencia el plan propuesto con anterioridad. Sin embargo, si enuncia diferentes
actividades delictivas que pueden relacionarse de manera directa.
Por una parte, menciona las medidas para perseguir la modificación y uso de armas de
letalidad reducida en la comisión de delitos, pues, la Policía Nacional evidencia que el uso
de este tipo de armas ha significado un incremento en la comisión de conductas punibles a
nivel nacional, tales como, el hurto en todas sus modalidades. De igual forma, de las 942
armas incautadas en 2021, 680 estuvieron vinculadas en diferentes eventos criminales, entre
los más recurrentes se encuentran el hurto a personas con 248 casos, y el hurto de entidades
comerciales con 36 casos. Por estas razones, es imperiosa la necesidad de regular el porte y
tenencia de estos elementos, que se vienen empleando para afectar el patrimonio, integridad,
bienes y honra de los colombianos. Estas cifras muestran que no solo es necesario impulsar
más procesos en la etapa investigativa, sino una mayor regulación en el porte de armas.
- Combatir las redes en las que se comercializan los bienes hurtados, sancionando la
receptación y aprovechamiento del delito. Se pueden desarrollar campañas para que
tanto quien compra como quien es autor del delito reciban el mismo reproche social
y tengan una repercusión económica. Así es como, el negocio resulta no rentable para
los delincuentes pues se disminuyen el valor de objetos hurtados con violencia, en
condiciones de indefensión, entre otros.
- Es necesario el cambio del entorno social violento que apoya la comisión del hurto
calificado, esto mediante la presencia de instituciones estatales y educativas que
adopten medidas de concientización, en las que enseñen la importancia de valores
democráticos, solidaridad, convivencia, respeto.
Un aspecto clave frente a este delito debe ser la judicialización efectiva; por lo tanto se
plantea la realización de análisis de contexto, investigaciones express, acciones contra
delincuentes recurrentes y grupos de delincuencia organizada.
Para ello, la Ley 1577 de 2012 “Por medio de la cual se establecen estímulos tributarios y
otros, con el fin de adoptar medidas especiales para la rehabilitación e inclusión social de
jóvenes con alto grado de emergencia social, pandillismo y violencia juvenil” busca prevenir
el hurto a partir del abordaje de sus factores de riesgo; en tal sentido, promueve la creación
de planes, programas y estímulos especiales encaminados a atender las necesidades de esta
población por medio de los Consejos de Política Social.
La ley prevé la articulación de los gobiernos locales con el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar (ICBF) para la asistencia técnica, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) para
los programas de formación para el trabajo y generación de empleo como herramienta de
inclusión social, el Ministerio de Educación, Icetex y universidades públicas y privadas para
el impulso de estímulos educativos, el Ministerio de Protección Social para la inclusión al
Sistema General de Seguridad Social y el Departamento Administrativo Nacional de la
Economía Solidaria (Dansocial) para el fomento de organizaciones de economía solidaria.
VII. CONCLUSIONES
Sin duda alguna, las respuestas que se den frente a la problemática del hurto tanto calificado
como agravado, deben integrar y tener en cuenta tanto a los ciudadanos, como a las
autoridades e incluso a las empresas de seguridad privada, asimismo, de acuerdo a las causas
de estos tipos penales es necesario abordar una política criminal enfocada en la prevención.
Bibliografía:
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https://www.infobae.com/america/colombia/2022/11/03/inseguridad-en-bogota-739-de-los-
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Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de Mayo Clinic) 5.ª edición